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TEMA IV.

LA DIVISIÓN DEL TRABAJO SOCIAL EN


EMILE DURKHEIM. sección 1ª

La división del trabajo es el título del primer capítulo de “La


riqueza de las Naciones” de Adam Smith, que va a ser la Biblia del
pensamiento liberal. El modelo económico racional de la
organización industrial del trabajo es el esquema básico desde el
que la economía política comprende la dinámica de esos “grandes
organismos” que son “los pueblos. El progreso social se presenta
entonces como fruto de una progresiva división del trabajo y de un
progresivo intercambio, por consiguiente, cuyo resultado objetivo
es la maximización y expansión colectiva del bienestar individual.

Con Spencer esta gran teoría del utilitarismo individual se


eleva a metafísica general en el marco de los “primeros principios”.
Primero, las funciones son muy semejantes y homogéneas... Pero,
sucesivamente dichas funciones se hacen multiformes... A medida
que las sociedades se desarrollan y las funciones militares se
distinguen de las demás, se hacen a la vez más multiforme,
complejas y definidas.”

El modelo básico que subyace bajo este pensamiento sigue siendo


el de Adan Smith: la división industrial del trabajo del capitalismo
manufacturero como prisma desde el cual se desvela el orden
armónico que adviene al mundo con la propia libertad individual.

Spencer es el gran heredero de Comte y unpenúltimo epígono


de Adam Smith. En su Sociología, “ópera magna” con la que
Durkheim se enfrenta, se reconcilian esas dos contradicciones
tradicionales intelectuales. Pero a un precio que Durkheim
encuentra excesivo:

1. Spencer, pese e su organicismo funcionalista, sigue manteniendo


el postulado idealista del individualismo, disolviendo así la
específica realidad social, negando la autonomía epistemiológica
de la Sociología.

2. Por otra parte, pese a su lógica positivista, su obra, en lugar de


ser propiamente científica, se deja arrastrar por la abstracta
generalización de tipo filosófico-histórico, para concluir en una

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“ley de la evolución universal”, que no es sino un postulado
metafísico. “Spencer, al igual que Comte, trabaja menos como
sociólogo que como filósofo.

Durkheim se ha planteado en “La división del trabajo” el


problema del cambio y desarrollo social en términos próximos a los de
Marx. “El carácter materialista, determinista y dialéctico del método de
Durkheim presenta analogías sorprendentes con el método marxista. Tanto
Marx como Durkheim se replantean el tema de la división del trabajo (el
tema central de la Economía Política clásica) enfrentándose críticamente
con el individualismo de aquélla. Frente al economicismo individualista de
Adan Smith, el “socialismo de Marx; frente al utilitarismo individualista de
Spencer, el “colectivismo”de Durkheim. Para estos dos críticos radicales
del individualismo liberal, la sociedad es algo previo al contrato
utilitario que puede vincular a sus miembros: la sociedad es un hecho
originario anterior al desarrollo de la individualidad, consciente y
anterior a la división del trabajo: es el supuesto y concepto previo
sobre el que dichos desarrollos se hacen posibles. Durkheim y Marx ,
rechazando toda explicación individualista, establecen una colectividad
originaría, una sociedad previa como punto de partida de tal
diferenciación social. Así se establece el postulado fundamental que,
negando todo reducionismo individualista o psicologista, hace posible ala
fundación de una ciencia dialéctica de la historia social, o la fundación de
la Sociología como ciencia positiva.

Para Durkheim, el desarrollo de la división del trabajo dará lugar a


una forma de integración social superior: la solidaridad orgánica en
cuyo horizonte los individuos alcanzan su máximo desarrollo personal.
La sociología Durkheimiana será rigurosamente “ positivista”. De aquí
que su centro de orientación no sea el conflicto, sino la integración social.
En lugar de la lucha de clases como enfrentamiento antagónico de intereses
parciales irreconciliables, la solidaridad social como cohesión impuesta por
la propia sociedad en cuanto “Bien Común y Orden Moral Colectivo”. Pero
mostrar el sentido último de las categorías “solidaridad social” y “división
social del trabajo” dentro de la “Sociología positiva” es algo que exige un
análisis específico.

La “solidaridad social” expresa a la vez la condición de los humanos y su


positiva reconciliación en el orden colectivo que los engloba. Desde esa
categoría se pretende resolver la antonimia “indiuviduo-sociedad”, así
como la antonimia “clase contra clase”, disolviendo la explotación y la
dominación social en el orgánico funcionamiento” del Orden Moral que

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implica la Conciencia Colectiva, como última fuente de toda vida social y,
por tanto, de toda solidaridad.

El primer modelo teórico fundamental desde el cual se establece el


sentido de la “división social de trabajo” y de la “solidaridad social”
es el organicismo biológico”.

Para Durkheim la palabra función va a ser definida como


sistema de movimientos vitales en relación de correspondencia. La
división del trabajo se va a estudiar como división y especialización de
funciones; y uno de los sentidos capitales de la categoría “solidaridad
social” será el de armoniosa interconexión de las distintas funciones. El
elemento más relevante de la división del trabajo no es que aumente el
rendimiento de las funciones separadas, sino que las haga solidarias.
La solidaridad social es ala vez el vínculo que expresa la condición
social del hombre, la originaria interdependencia recíproca entre los
miembros de una sociedad.

Las hipótesis fundamentales que Durkheim tratará de demostrar:

1. La sociedad solo es posible si la solidaridad sociales un hecho


originario preexistente a todo cálculo individual de utilidad.

2. En toda sociedad la interdependencia entre los distintos


individuos y sus diversas actividades no es el resultado de
cálculos individuales de utilidad recíproca, sin algo previamente
dado por la específica condición social de tal división del trabajo.

3. La división social del trabajo genera una solidaridad social


específica, que asegura así la integración social como armónica
interdependencia de sus distintas funciones.

Drukheim se mueve en el marco del organicismo evolucionista. Este


ha establecido dos tipos fundamentales de solidaridad social. La
primera liga directamente el individuo a la sociedad, sin
intermediario alguno. En la segunda, el individuo depende de la
sociedad porque depende de las partes que la componen. Pero
inmediatamente añade: “la sociedad no es considerada bajo el mismo
aspecto en los dos casos. En el primero, lo que se designa con este
nombre es un conjunto más o menos organizado de creencias y
sentimientos comunes a todos los miembros del grupo: es el tipo
colectivo. Por el contrario, la sociedad con la que nos solidarizamos

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en el segundo caso como sistema de funciones diferentes y especiales
que unen relaciones definidas.

Dos tipos de solidaridad que a continuación se establecen


“mecánica” y “orgánica.

1. De una parte, la sociedad aparece como un sistema de


creencias y sentimientos comunes a todos los miembros del
grupo: como conciencia colectiva determinando los contenidos
de las conciencias singulares de tales individuos. Desde este
enfoque se define originariamente la solidaridad mecánica
como “la derivada de las semejanzas”, que alcanzas su
máximum cuando la conciencia colectivas recubre
exactamente nuestra conciencia total y coincide en todos los
puntos con ella; pero en este momento nuestra individualidad
es nula. Como solidaridad absolutamente dominante, la
solidaridad mecánica corresponde a la etapa más primitiva de
la evolución social, aquella en que la personalidad individual
no se desarrolla todavía se encuentra disuelta
2. en el grupo. A este estadio cero del desarrollo colectivo
corresponde la indeferenciación de los miembros del grupo y
un comportamiento, lo que les otorga esta figura homogénea
de moléculas conectadas entre sí por la pura cohesión
mecánica correspondiente a los cuerpos inorgánicos: son
sociedades previas ala división del trabajo.

3. En la segunda perspectiva, la sociedad se presenta como un


organismo funcional, como un sistema diferenciado de
funciones vinculadas entre sí por relaciones definidas. Desde
este enfoque organicistas define la solidaridad orgánica o
solidaridad correspondiente ala división del trabajo., basada
por tanto , en las diferencias de los miembros del grupo y en
su mutua complementariedad e independencia. La división
del trabajo ahora alcanzada implica una compleja
diferenciación funcional de los individuos y grupos que
componen dicha sociedad. Frente a la disolución de la
personalidad singular en la identidad común de la conciencia
colectiva, la compleja y progresiva división del trabajo
implica el desarrollo creciente de la personalidad individual,
su relativa independencia respecto a la conciencia colectiva.
El tipo histórico sobre el que se construye este modelo es la
sociedad industrial contemporánea, la misma que ha
inspirado los análisis de Smith, de Spencer , de Marx.

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“Solidaridad mecánica” y “Solidaridad orgánica” son dos
categorías cuya definición implica enfoques sociológicos
complementarios, pero analíticamente diversos: de una parte, la
sociedad se presenta como orden moral correspondiente a una
cierta conciencia colectiva; de otra, la sociedad aparece como un
organismo funcional.

La solidaridad orgánica marcaría la dirección ideal de la evolución,


oponiéndose gradualmente a la integración basada en la repetición del
tipo común la cooperación entre las diferencias personales
complementarias entre sí. Habría que hablar de un principio originario
de solidaridad en cuyo acontecer surge el principio antagónico como
expresión de la creciente división del trabajo. El sentido regresivo del
uno y el progresivo del otro mantienen el equilibrio social en medio del
desarrollo histórico. “Podemos estar seguros de que cuanto más atrás se
mira en la historia, mayor es la homogeneidad; por otra parte, cuanto
más se aproximan los tipos sociales más elevados, más se desarrolla la
división del trabajo ( Durkheim).

“Constituye una ley histórica el que la solidaridad mecánica, que en


un principio ser encuentra sola o casi sola, pierda progresivamente
terreno, y que la solidaridad orgánica se haga poco a poco
preponderante.

Desde el postulado de una ciencia colectiva originaria se niega el


individualismo liberal y su viejo postulado contractualista. Desde el
principio progresivo de la solidaridad orgánica se da la vuelta a al teoría
marxista: no es la civilización industrial, la progresiva división del
trabajo, la que ha extremado la codificación y enajenación del hombre,
sino la que ha redimido de su estado “mecánico”, la que ha hecho
posible su progresiva liberalización individual, su progresivo desarrollo
como persona autónoma.

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DESARROLLO Y SOCIEDAD EN DURKHEIM. Sección 2ª

Durkheim ha establecido dos tipos básicos de estructura social: la


“sociedad segmentaria”(con mínima o nula división del trabajo) y la
“sociedad organizada”, basada en la progresiva diferenciación social.

“Por sociedad simple es preciso, pues, toda sociedad que no encierra


otras más simples que ella; que no sólo está actualmente reducida a un
segmento único, sino, más aún, que no presenta ningún trazo de
segmentación anterior. La horda

“Damos nombre de clan a la horda que ha dejado de ser


independiente para devenir de un grupo más extenso; y el de sociedades
segmentarias a base de clanes a los pueblos constituidos por una
asociación de clanes. Decimos de estas sociedades que son segmentos
para indicar que están formadas por la repetición de agregados
semejantes entre sí, análogos a los anillos de los anélidos; y de este
agregado elemental que es un clan, porque esta palabra expresa mejor la
naturaleza mixta, ala vez familiar y política”.

“Completamente distinta es la estructura de las sociedades en que la


solidaridad orgánica es preponderante. Están constituidas, no por una
repetición de segmentos similares y homogéneos, sino por un sistema de
órganos diferentes, cada uno con su función especial y formando partes
diferenciadas. A la vez que los elementos sociales no son de la misma
naturaleza, tampoco se hallan dispuestos de la misma forma. No se
encuentran yuxtapuestos linealmente... ni encajados en otros, sino
coordinados y subordinados unos a otros alrededor de un mismo órgano
central que ejerce sobre el resto del organismo una acción moderatriz . Este
mismo órgano..., si los otros dependen de él, él depende a su vez de ellos.
Sólo está compuesto de elementos temporales y humanos “frente al
carácter sagrado del poder político en los tipos avanzados de solidaridad
mecánica. Los individuos se agrupan en él, no ya según las relaciones de
descendencia, sino con arreglo a la naturaleza particular de la actividad
social ala cual se consagran. Su medio natural y necesario ya no es el
medio natal sino su medio profesional.

Sociedad segmentaria y sociedad organizadas fórmulas estructurales


que describen estadios diversos de organización social, inplicandose en una

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relación de génesis progresiva. No hay sociedad organizada que no
presuponga una sociedad segmentaria precedente : no hay división del
trabajo sin solidaridad mecánica anterior. Conocemos las ambigüedades de
estos términos, lo cual nos permite utilizarlos sin desviaciones erróneas.

Durkheim es plenamente consciente de que estas relación genética


entre ambos tipos ha sido presentada hasta ahora como el resultado de una
inducción montada a partir de una observación histórica: esa connotación
temporal de sus modelos ha sido construida sobre una acumulación de
datos empíricos ordenados en términos puramente cronológicos.

Con el planteamiento del desarrollo y cambio social en un plano


rigurosamente causal, Drukheim representa la quiebra definitiva de la
Sociología como concepción de “leyes del devenir histórico”. Sociología y
filosofía de la historia quedan separadas de una vez para siempre. A la
totalización del tiempo histórico en función de una intuición personal,
sucede su formulación teórica como ámbito de procesos sociales
recurrentes, científicamente explicables en términos de un análisis
estructural- funcional. Descartándose , por consiguiente, el vago contenido
psicológico de la fórmula en que Comte y Spencer trataban de explanar la
evolución social como desarrollo progresivo de la naturaleza humana. “La
causa determinante de un hecho social debe ser debe ser buscada entre los
hechos sociales antecedentes, y no entre los estados de conciencia
individual”.

“La causa que explica los progresos de la división del trabajo hay que
buscarla en ciertas variaciones del medio social... La estructura organizada
y, por consiguiente, la división del trabajo se desarrolla con regularidad a
medida que la estructura segmentaria se desvanece. La división del trabajo
progresa, pues, tanto más cuantos más individuos hay en contacto
suficiente para poder actuar y reaccionan los unos sobre los otros. Si
convenimos en llamar densidad moral o acercamiento y al comercio activo
que de el resulta, podemos decir que los progresos de la división del trabajo
están en razón directa a la densidad moral o dinámica de la sociedad”

Unas estructura social define posicionalmente la frecuencia y la extensión


de lass relaciones sociales de los miembros del grupo; una alteración de los
índices de extensión y frecuencia de la interacción supone una
modificación de la estructura, un cambio social.

“La condensación progresiva de las sociedades en el transcurso del


desarrollo histórico se produce de tres maneras:

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1. “Mientras las sociedades inferiores se extienden sobre áreas
inmensas con relación al número de individuos que las componen,
en los pueblos más adelantados la población se va concentrando
cada vez más”. Una creciente concentración de la población y los
cambios económicos, se condicionan mutuamente, hay una
conexion de dependencia recíproca entre dos variables.

2. “La formación de las ciudades y su desarrollo constituyen otro


síntoma, más característico todavía, del mismo fenómeno. Las
ciudades resultan siempre de la necesidad que empuja a los
individuos a mantenerse unos con otros, de manera constante, en
contactan íntimo como sea posible; son las ciudades como puntos
en que la masa social se estrecha más fuertemente que en otras
partes. En tanto la organización social es esencialmente
segmentaria, al ciudad no existe”.

3. “Finalmente, hay que tener4 en cuenta el número y la rapidez de


las vías de comunicación y transmisión”.

“Podemos formular la siguiente proposición: La división del trabajo


varía en razón directa del volumen y de la densidad de las sociedades,
y si progresa de una manera continua en el transcurso y desarrollo
social, es porque las sociedades, de una manera regular se hacen más
densas y, por regla general, más voluminosas”.

Decimos no que el crecimiento y la condensación de las sociedades


permitan sino que necesitan una mayor división del trabajo. No se trata
de un instrumento por medio del cual ésta se realice; es la causa
determínate”.

El cambio social aparece en Durkheim en la perspectiva del desarrollo:


El crecimiento estructural (de volumen y densidad) hace suficientes las
fuerzas productivas, la existente organización del trabajo, exigiendo una
mayor división de papeles y, por consiguiente, la aparición de nuevas
tareas sociales, de nuevos modelos culturales.

“La manera de agruparse de los hombres que resulta de la división


del trabajo es, pues, muy diferente de la que ofrece el reparto de la
población en el espacio. El medio profesional no coincide con el
familiar”. Es un nuevo marco el que sustituye a los otros. El territorio
sobre el que se asienta la sociedad global excede el espacio ecológico
único de los grupos consanguíneos en las sociedades segmentarias: el
volumen social y territorial es mucho mayor. El grupo familiar sólo

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vincula al individuo, necesaria y fatalmente, hasta cierta edad, a partir
de la cual debe incorporarse a un grupo profesional especial, cuya
pertenencia constituirá la base fundamental de su vida social adulta, a
partir de la que establece su propia familia, y puede entrar en otros
grupos secundarios específicos. Pero la incorporación profesional
supone frecuentemente la necesidad de abandonar el espacio geográfico
en que se asentaba su grupo parental. “Como ya no se mantienen los
individuos en sus lugares de origen, y los espacios libres que se abren
entre ellos los atraen, no pueden dejar de dispersarse a través de los
mismos. Los jóvenes no permanecen de una manera invariable ligados
al país de sus padres, sino que se marchan a probar fortuna en todas
direcciones. La población se mezcla, y eso hace que sus diferencias
originales acaben por perderse”. Las fronteras grupales pierden su
carácter riguroso. La pertenecía a las agrupaciones secundarais cobra
movilidad: deja de venir exclusivamente subordinada a la posición
familiar, para poder ser adquirida por decisión individual; la
comunicación intergrupal aumenta.

La mayor movilidad de las unidades sociales que suponen estos


fenómenos de emigración determinan un debilitamiento de todas las
tradiciones. Es un hecho conocido que el culto de la edad se va
debilitando con la civilización.

En las ciudades, el proceso de disolución de las tradiciones alcanza


su máximo. En las grandes ciudades la influencia moderadora de la edad
es mínima; al mismo tiempo se comprueba que en ninguna otra parte las
tradiciones ejercen menos imperio sobre las personas. En ellas es dónde
las ideas, modos , costumbres y necesidades nuevas se elaboran para
difundirse en seguida por4 el resto del territorio. Cuando la sociedad
cambia, lo hace generalmente por seguirlas e imitarlas”.

“La división del Trabajo”, dedicado a “Los factores secundarios”


del desarrollo progresivo de tal división. La disolución del tipo
segmnentaria, desvinculando al individuo de su medio natal, la
sustrae a la acción de los ancianos y disminuye así la autoridad de la
tradición”

“Para que la división del trabajo pueda nacer y crecer...es preciso que
las variaciones individuales sean posibles...A medida que la sociedad se
extiende y se concentra, envuelve menos de cerca al individuo y, por
consiguiente, no puede contener con igual eficacia las tendencias
divergentes que salen ala luz”. Las grandes ciudades, puntos en el que el
volumen y la densidad social alcanza su máximo, son los centros de

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movilidad social y cultural máxima, de más alto nivel de invenciones –
centros en el que la división del trabajo alcanza su mayor desarrollo.

Señalamos que la teoría durkhemiana sobre el volumen y la densidad


social coincide con la hipótesis marxista correspondiente sobre la
progresiva división del trabajo en función del crecimiento y
concentración progresiva de la población.

Volumen y densidad dinámica de una sociedad no son conceptos


ecológicos, sino sociológicos. Se trata de particularidades del medio
social interno, dadas por su organización o constitución; esto es, de
rasgos que definen la estructura social. La ley enunciada por Durkheim
es la formalicen en términos estructurales funcionales de un principio
fundamental del cambio social: Toda variación de índices de extensión
y frecuencia (densidad) de la interacción social en un sistema social
dado significa una transformación en su estructura, e implica, por
consiguiente, una transformación cultural.”

Teoría del equilibrio social.

La cohesión social entre los distintos grupos sociales dentro de un


mismo sistema, su coexistencia pacífica y, por tanto, el equilibrio social,
se mantienen en tanto sus diversas metas no entran en concurrencia.
“En una misma ciudad las diferentes profesiones pueden coexistir sin
verse obligadas a perjudicarse recíprocamente, pues pe4rsiguen
diferentes...Cuanto más se aproximan las funciones, más puntos de
contacto hay entre ellas, más expuestas están, por consiguiente, a
concitares. La lucha es mínima entre los puntos extremos, mientras que
aumenta a medida que se aproxima al centro. Esto se extiende a la
sociedad en su conjunto.

“En la medida en que la constitución social es segmentaria, cada


segmento tiene sus órganos propios que se encuentran como protegidos
y mantenidos a distancia de los órganos semejantes por las separaciones
que diferencian los diversos segmentos. Pero a medida que esta
separación desaparece, es inebitable que los órganos similares se
alcancen, entren en lucha y se esfuercen en sustituirse unos a otros.
Ahora bien, sea cual fuere la manera en que esa sustitución se haga, no
puede evitarse que de ella resulte algún progreso en el camino de la
especialización...Todo sucede de una manera mecánica. Una ruptura del
equilibrio en la masa social suscita conflictos que no pueden resolverse
sino mediante una más amplia división del trabajo.

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Pero no es la simple concurrencia objetiva la que da lugar a esta
creciente especialización, sino a través del cambio en la motivación de
los concurrentes debido a esa interacción conflictual que se manifiesta
en la formación de nuevas necesidades. Toda nueva especialización
tiene como resultado aumentar y mejorar la producción. Por
consiguiente, el progreso no puede establecer de una manera durable
silos individuos no sienten realmente la necesidad de productos
abundantes y de mayor calidad...

Si nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad se desarrollan y se


agudizan es porque la ejercitamos más y más, y si la ejercitamos más y
más es porque estamos obligados a ello por la mayor violencia de la
lucha que tenemos que mantener.

Un aumento de movilidad social, transforman las motivaciones


provocando la aparición de nuevas necesidades, que serán producto de
una nueva situación social, una consecuencia del cambio estructural.

“La mayor parte de nuestros estados de conciencia no se habrían


producido entre seres aislados y se habrían producido de forma muy
diferente entre seres agrupados de otra manera. Derivan, pues, no de la
naturaleza psicológica del hombre en general, sino de la manera como
los hombres, una vez asociados mutuamente, mutuamente se afectan,
según en más o menos numerosos y se hallen más o menos unidos”.

La conformidad de los individuos con el orden social, y sus


específicas normas correspondientes a las diversas funciones, es un
requisito absoluto del orden social. En las sociedades orgánicas “hay un
consensus de un cierto género que se ex presa en los contratos, y que, en
las especies superiores, representa un factor importante del consensus
general”.

La libertad humana es la posibilidad de desarrollo personal dentro


del ámbito normativo de la sociedad que concede una relativa
autonomía al individuo con respecto al medio material “al subordinar
las fuerzas exteriores a las fuerzas sociales”.

El contrato se halla plenamente consentido sino cuando los servicios


cambiados tienen un valor social equivalente.

Durkheim define Orden Moral como una “disciplina social” que


determina y limita los indeterminados impulsos humanos”.

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Decisivo para entender estas afirmaciones Durkheimienas resulta el
concepto de “valor social”, un concepto mediante el cual Durkheim
reconcilia el sistema de intercambios económicos(mercado) con el
Orden Moral y el desarrollo de la libertad personal del individuo como
cumplimiento de de la función social que en tal sistema colectivo la
incumbe.

Desaparece sí el concepto de “plusvalía” como resultado de la


dicotomía entre “ valor de uso” y el “valor del cambio” impuesta por las
relaciones de producción en cuanto a relaciones de dominación
(explotación económica). El valor social “representa la cantidad de
trabajo útil” que cada objeto de intercambio(mercancía, cosa o trabajo)
contiene; es preciso entender aquí no el trabajo integral que aquello
halla podido costar, sino la parte de esta energía susceptible de producir
efectos sociales útiles; esto es, que responden a necesidades normales”.
Aunque un a tal magnitud no pueda ser calculada, no por ello deja de ser
real... Alrededor de tal punto oscila el valor medio; que no se aleja de
aquél, sino la influencia de factores anormales, y en este caso, la
conciencia pública tiene generalmente un sentimiento más o menos vivo
de esta diferencia. Tal conciencia encuentra injusto todo intercambio en
el cual el precio del objeto no este en relación con el esfuerzo que cuesta
y con los servicios que presta... El contrato sólo está plenamente
consentido cuando los servicios intercambiados tienen un valor
equivalente. Así, a través del valor social, el mercado, en tanto regido
por la Conciencia Colectiva,, regula las necesidades y deseos
particulares de cada sujeto individual, estableciendo el “equilibrio de
voluntades”, como “libertad dentro del orden social”, cuyo desarrollo
implica al propio tiempo la satisfacción del sistema de funciones
sociales con que esa estructura social asegura su duración.

El consensus social en cuanto vigencia de un sistema de normas y


valores supone al propio tiempo la conformidad con el sistema
jerárquico de funciones tal y como resulta legitimado por ese orden
axiológico. Los valores de las cosas corresponden exactamente a los
servicios que rinden y el trabajo que cuestan...

El orden social no sólo exige la imposición de sanciones negativas


contra su violación, sino la posibilidad de recompensas a su aceptación
y cumplimiento. Recompensas que van desde al reconocimiento por los
miembros del grupo, necesario al equilibrio afectivo de la personalidad.
El control social, es por tanto efectividad de un sistema normativo,
exige, más allá del poder coactivo capaz de imponer las normas, la

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existencia de un sistema de recompensas que permita la identificación
del actor con el propio sistema.

Se transforman las motivaciones tradicionales, se exige la aparición


de nuevos medios para su reducción, nuevas formas de actividades e
interacción social, nuevas normas culturales.

Así, la estructura social, en una de sus dimensiones, es una definición


posicional del control social, entendiendo por tal proceso en el que se
decide la observancia de las normas, en el que se consigue la
conformidad.

Anomía y lucha de clases.

Marx había estudiado el conflicto de clases como arquetipo del


cambio social a partir de una investigación de su situación histórica.
Drurkheim, asienta la teoría de la integración social.

“Dónde quiera que se observa (la solidaridad orgánica) se encuentra


al propio tiempo una reglamentación suficientemente desarrollada que
determina las relaciones mutuas de las funciones.

“Esquemáticamente, nos limitamos a señalar el concepto de


”anomía” se define como negación de “norma”. La disolución del Orden
Social es la situación de Anomía Colectiva”. “Puesto que un cuerpo de
normas es la forma definida que cobra con el tiempo relaciones que se
establecen espontáneamente entre las funciones sociales, se puede decir
“a priori” que el estado de “anomía” es imposible allí dónde los órganos
solidarios mantengan un contacto suficiente y suficientemente
prolongado...Las normas que así se forman... fijan y preveen hasta el
detalle las condiciones de equilibrio”.

Así , la lucha de clases se presenta, ante todo, como una situación de


desequilibrio conflictual, producida por la desorganización anómica de
las diversas funciones que aseguraban la satisfacción de necesidades
económicas de una cierta sociedad.

El planteamiento de la lucha de clases en Durkheim responde


“sociológicamente” al de Marx. La diferencia capital entre ambos radica
en que, para Durkheim, tal situación es pura eventualidad patológica:
representa el aso de una vieja estructura social a un nuevo equilibrio
estructural, que se alcanzará con el desarrollo institucional de las
normas que llenen el vacío anómico que ahora preside la vida

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económica. Frente a la condición esencial a todo desarrollo histórico de
la lucha de clases, como postulado marxista, el postulado durkheimiano
del Orden Social reduce el conflicto de clases, como todo conflicto,
apuro momento de transición. Frente a la “dictadura del proletariado”
como resolución definitiva de la historia de la lucha de clases en
general, y el conflicto entre Burguesía y proletariado en particular, y
como comienzo de disolución del Estado, Durkheim postulará la
reconstitución de un sistema corporativo, llenando el hueco normativo-
institucional que existe entre “una polvareda infinita de individuos
desorganizados” y en un “Estado hipertrofiado que se esfuerza en
encerrar y retener” ese caótico mundo de individualidades particulares.

Por ello, allí donde el Estado es el único lugar en el que los hombres
pueden formar en la práctica de la vida común, es inevitable el que se
despeguen de ella, el que se separen los unos de los otros y el que, en la
misma medida, se disgrege la sociedad. Una nación no se puede
mantener más que si el Estado y los particulares se intercala toda una
serie de grupos secundarios que estén suficientemente próximos a los
individuos para vincularlos fuertemente en su esfera de acción y
engranarlos así en el torrente general de la vida social...Los grupos
profesionales son capaces de cumplir este papel, y todo les destina hacia
ello...Importa, sobre todo el orden económico, en que tales grupos
salgan de este estado de inconsistencia y de desorganización. La
organización corporativa” será la solución que Durkheim postule como
resolución del “antagonismo del trabajo y del capital”, que crece cuanto
más se especializan las funciones industriales, esto es cuanto más se
desarrolla la industrialización capitalista. Los gremios corporativos
habrán desaparecido como tales “gremios locales” cuando se
convirtieron en un obstáculo para un desarrollo industrial y mercantil
que desbordaba el ámbito local para adquirir una dimensión nacional e
internacional. Pero su disolución, coincidiendo con ese gigantesco
desarrollo del mercado, se ha transformado en un creciente hueco
anómico en el seno de una sociedad en lea que cada vez resulta más
decisiva la procesionalización del trabajo y sus individuos. Sobre ese
hueco anómico se monta el conflicto de clases. Su resolución sólo ser
posible mediante un “vasto sistema de corporaciones nacionales”.

Para concluir estea esquemática exposición, sólo queremos insistir


en que el análiosis funcionalista durkjheimiano, a diferencia de la
mayoría de sus hereederos “estructural-funcionalistas”, no se reduce
a la pura teorá de un utópico,sistema social”, eternamente integrado,
sino que sus categorías intentan abarcar la dinámica social normal y

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patológica, la estabilidad y el desarrollo, el cambio conflictual y la
disolución anómica.

La referencia a la teoría marxista resulta manifiesta, pero la división


del trabajo, como contradicción histórica originaria en la dialéctica
marxista, se convierte ahora en un principio de desarrollo para la
Sociología Positiva. “lo que hace desaparecer la contradicción es
advertir que, contrariamente a lo que se ha dicho, la división del
trabajo no produce esas consecuencias (anómicas) en virtud de una
necesidad inherente a su propia naturaleza, sino solo en
circunstancias excepcionales y anormales”. Durkheim contempla esa
división progresiva como desarrollo progresivo de la nueva forma de
solidaridad social, la solidaridad orgánica. El conflicto de clases sólo
subsiste mientras no se acabe de desarrollar el nuevo complejo
institucional de normas que hagan desaparecer el vacio anómico
producido por el aparrente retraso del desarrollo de la solidaridad
orgánica correspondiente a la presente división del trabajo
social.Fente a la negatividad revolucionaria del marxismo, Durkheim
muestra la positividad”de tal división, en cuanto enamrcada dentro
del enfoque “positivo” de la Sociaología. El “diagnóstico social
positivo” se orienente hacía una intervención política de tipo
reformista conservador; desde la estructura social establecida,
concebida como progreso que tiende hacia su integración funcional,
se tratará de promover internacionalmente tal aquilibrio a trvés de
una intervención limitada. Una intervención que no trata de cambiar
la estructura social, sino simplemente pretende eliminar sus
disfuncionalidades o aumentar su funcinalidad. Pero la revisión
crítica de tales pretensiones prácticas y sus postulados teóricos queda
fuera de este trabajo.

ESTEBAN MINGUIJON
Curso1999/2000
Fotocopias de Carlos Moya

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