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«El retorno del hijo pródigo» (Bartolomé Murillo)

LLAMADOS A LO SOBRENATURAL
Dios tiene un plan superior y hermoso para cada persona humana:
¡quiere participar al hombre de la Felicidad Eterna en el Cielo!

PERSONA HUMANA FIN SOBRENATURAL = ¡SER SANTOS!


Para esto…

CREA AL HOMBRE A SU IMAGEN (persona, racional y libre, como Dios)


+
LLAMA AL HOMBRE A SU SEMEJANZA (hijo adoptivo de Dios)

RECUPERADA POR JESÚS POR MEDIO DE LA GRACIA


EN LA CRUZ
“La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor
Dios había hecho, y dijo a la mujer: «¿Así que Dios les ordenó que no comieran
de ningún árbol del jardín?».
La mujer le respondió: «Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín.
Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: «No
coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte».
La serpiente dijo a la mujer: «No, no morirán. Dios sabe muy bien que cuando
ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses,
conocedores del bien y del mal».
Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista
y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo
dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió”. (Gen.3,1 - 6).

▪ TENTACIÓN = SER COMO DIOS (en cuanto al conocimiento)


▪ RAÍZ DEL PECADO = LA SOBERBIA
▪ ESENCIA DEL PECADO = DETERMINAR o DEFINIR
QUÉ ES LO BUENO y QUÉ ES LO MALO (autonomía moral)
Psicológicamente el pecado es posible por la limitación de la inteligencia humana, esta
tergiversa el mal real en bien aparente.

Ningún hombre elige el mal por sí mismo, lo hace porque encuentra en eso un “aspecto de bien”,
si conociera el mal en sí mismo, la voluntad lo rechazaría sin vacilar.

Pero la inteligencia, obnubilada por la ignorancia, por las pasiones desordenadas o por los malos hábitos,
se confunde bien real con bien aparente,
que es en esencia, un mal real que tiene apariencia de bien.

En el pecado original, “(…) vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable (…)”.

Y fueron responsables de su acto porque conocían la Ley de Dios


y, no obstante, eligieron el mal moral.
EL MAL ES LA PRIVACIÓN DE UN BIEN DEBIDO.

• Sucede cuando un ser no tiene la perfección (física o espiritual) que debería tener.
• Algo que corresponde a la naturaleza del ser está ausente y, ese “vacío”, genera un mal.

Entonces, ¡el mal no es un ser que existe en sí mismo!


No existe el mal en esencia, el mal solo está porque “se apoya en un bien”.

MAL FÍSICO:
▪ Ausencia de una cualidad física en un ser corpóreo.
▪ Dios no lo quiere ni lo causa, aunque sí lo permite (ejemplo: dolores, enfermedades, muerte)

MAL MORAL:
➢ Ausencia de una perfección moral en el ser racional y libre (la persona).
➢ Dios no lo quiere, no lo causa y tampoco lo permite (ejemplo: todas las clases de pecado que existen).
¿Qué es el pecado? Ofensa a Dios y desobediencia a su Ley.
Pensamiento, palabra, deseo, obra u omisión contra los Mandamientos.
Falta contra el AMOR a DIOS, al PRÓJIMO y a UNO MISMO.
PECADO VENIAL (LEVE) PECADO MORTAL (GRAVE)
Pecado que se pueda cometer de 2 modos: Pecado que reúne tres condiciones:
▪ falta leve con pleno conocimiento y ✓ materia grave (algo malo en sí mismo)
consentimiento. ✓ pleno conocimiento (saber que el acto es malo)
▪ falta grave sin pleno conocimiento o sin pleno ✓ pleno consentimiento (querer hacer lo malo)
consentimiento.
Consecuencias: Consecuencias:
• hieren el alma humana y le dificultan hacer ✓ quitan la vida sobrenatural de la gracia del
actos de amor de caridad, alma,
• su repetición continua conduce a cometer un ✓ hacen perder virtudes y otras gracias del E.S.,
pecado mortal, ✓ nos merecen la pena eterna.
• nos merecen penas temporales (en esta vida).
Los vicios no son connaturales, sino que como
hábito operativo malo se adquiere por la
repetición de los pecados.

La repetición de un acto malo genera vicios en el


alma humana.

Los vicios pueden ser de dos tipos:


✓ Por defecto (opuesto al acto de la virtud)
✓ Por exceso (falsamente similar al acto virtuoso)

Los pecados capitales son la raíz y el origen de


otros tantos pecados que esclavizan al hombre y
lo alejan de su fin último de felicidad y santidad.
a) La culpa: remordimiento de la conciencia al saberse en falta con Dios, con el prójimo o con uno mismo.
b) La pena: justo castigo merecido por los pecados personales. La pena puede ser temporal o eterna.

El pecado es un acto que va contra nuestra naturaleza, contra la razón humana


y contra el bien que Dios quiere para nosotros.

El sacramento de la reconciliación aniquila la


culpa del pecado y la pena eterna;
la pena temporal, se abrevia
por el cumplimiento de la penitencia.

“Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos


pecados, le han sido perdonados porque
ha demostrado mucho amor” (Lc.7,47)
La LIBERTAD es la capacidad que tiene la persona
de AUTODETERMINARSE frente a la realidad.
Es una CUALIDAD DE LA VOLUNTAD, que se inclina al bien
racional, y debe ayudar a alcanzar el fin último del hombre.
Entonces, ¿somos libres para elegir entre el bien y el mal?
¿La libertad fue dada para ello? ¿Da lo mismo una opción u otra?

¡NO!
SOMOS LIBRES PARA ELEGIR SOLO ENTRE DISTINTOS
BIENES REALES.
La elección del mal no perfecciona, no realiza, no es verdadera
libertad.
Sino, ¡solo prueba que somos libres!
ELEGIR EL MAL ESCLAVIZA, SOMETE,
NOS ALEJA DE LA VERDADERA FELICIDAD.
EL CONJUNTO DE PRECEPTOS QUE DIOS PROMULGÓ
PARA QUE, CON SU CUMPLIMIENTO,
LA PERSONA ALCANCE SU FIN SOBRENATURAL.

El Catecismo la define con estas palabras:


“La ley moral (…) prescribe al hombre los caminos, las reglas de
conducta que llevan a la bienaventuranza prometida;
proscribe los caminos del mal que apartan de Dios y su amor”.
(CATIC 1950).
El cumplimiento de ESTA LEY GARANTIZA AL HOMBRE
EL PLENO EJERCICIO DE SU LIBERTAD,
(en contraposición al pecado original, donde el hombre quiso ser
independiente de la ley moral y se equivocó).

“La ayuda divina le viene en Cristo por


la ley que lo dirige y en la gracia que lo sostiene” (CATIC 1949).
"Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos
hombres, Jesús dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados»
(…) dijo al paralítico levántate y vete a tu casa. El se levantó y se fue a su casa”. (Mateo 9,2-7)

“Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Entonces una mujer pecadora, (…) se presentó con
un frasco de perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a
bañarlos con sus lágrimas; los cubría de besos y los ungía con perfume. Al ver esto, el fariseo que
lo había invitado pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría que ella es ¡una pecadora!» Jesús
dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies (…).
Tú no me besaste (...). Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. Por eso te
digo, que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha
demostrado mucho amor”. (Lucas 7,30-48)
“Uno de los malhechores crucificados lo insultaba (…). Pero el otro lo increpaba, diciéndole:
«¿No tienes temor de Dios? Nosotros sufrimos justamente, pero él no ha hecho nada malo». Y
decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino». El le respondió: «Yo te
aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso». (Lucas 23,39-43)
Y hoy, gracias a la
Misericordia Divina
enseñada por
Cristo Jesús,
podemos recuperar
el perdón y la amistad
con Dios en el
Sacramento de
la Reconciliación.

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