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La concepción y el comienzo de la existencia de la persona humana.

Relevancia de la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la interpretación
del Código Civil y Comercial de la Nación

Villaverde, María Silvia

Publicado en: DFyP 2015 (mayo) , 155

Sumario: Introducción.— I. El problema.— II. Terminología utilizada en el Código Civil y


Comercial de la Nación.— III. Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos: caso Artavia Murillo.— IV. Relevancia de la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos: creación de estándares de protección comunes.— V.
Interpretación conforme al sentido corriente de los términos. Terminología utilizada en el
fallo interamericano.— VI. Conclusión.

Cita Online: AR/DOC/1119/2015

En virtud de las conclusiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto de


los alcances del art. 4.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos sobre el derecho
a la vida en el sistema interamericano y de la trascendencia de su jurisprudencia en el sistema
regional interamericano de derechos humanos del que la Argentina es parte, se considera
relevante tener presente la jurisprudencia sucintamente referida, a fin de aventar controversias
fundadas en el sentido de las palabras utilizadas por el legislador del nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación —máxime ante la luminosidad y el dinamismo que le confieren las
tres disposiciones inaugurales. Introducción
Relevancia de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para el
Estado Argentino en la interpretación de los arts. 19 y 561 del Código Civil y Comercial, en
el marco de los arts. 1º a 3º:
"La Corte resalta que el embrión, antes de la implantación no está comprendido en los
términos del artículo 4 de la Convención y recuerda el principio de protección gradual e
incremental de la vida prenatal (supra párr. 264)". (1)
"...Asimismo, luego de un análisis de las bases científicas disponibles, la Corte concluyó que
la `concepción+ en el sentido del art. 4.1 tiene lugar desde el momento en que el embrión se
implanta en el útero, razón por la cual antes de este evento no habría lugar a la aplicación del
artículo 4 de la Convención. Además, es posible concluir de las palabras "en general" que la
protección del derecho a la vida con arreglo a dicha disposición no es absoluta, sino es
gradual e incremental según su desarrollo, debido a que no constituye un deber absoluto e
incondicional, sino que implica entender la procedencia de excepciones a la regla general".
(2)
I. El problema
El problema, objeto de esta nota, se circunscribe a la interpretación del término "concepción"
e "implantación" en los arts. 19 y 561 del Código Civil y Comercial de la Nación, conforme a
los arts. 1º y 2º de su texto, específicamente conforme a la Constitución Nacional y a la
Convención Americana de Derechos Humanos y la jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, sin soslayar la jerarquía supralegal y constitucional del tratado, su
interpretación adecuada, y la obligación general del Estado de armonizar su legislación y
prácticas a los tratados de derechos humanos que ha firmado, aprobado y ratificado, cuyo
incumplimiento puede generar responsabilidad internacional.
Se recordará que la Corte Interamericana en la Opinión Consultiva OC-14/93 (3) expresó:
"50. La Corte concluye que la promulgación de una ley manifiestamente contraria a las
obligaciones asumidas por un Estado al ratificar o adherir a la Convención constituye una
violación de ésta y que, en el evento de que esa violación afecte derechos y libertades
protegidos respecto de individuos determinados, genera responsabilidad internacional para el
Estado.
"57. La Corte concluye que el cumplimiento por parte de agentes o funcionarios del Estado de
una ley manifiestamente violatoria de la Convención produce responsabilidad internacional
del Estado. En caso de que el acto de cumplimiento constituya un crimen internacional,
genera también la responsabilidad internacional de los agentes o funcionarios que lo
ejecutaron".
II. Terminología utilizada en el Código Civil y Comercial de la Nación
Seguidamente se detallan los textos del proyecto y del Código sancionado.
En el art. 19 del original Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación (4), se establecía
que la existencia de la persona humana en el caso de las técnicas de reproducción humana
comienza con la "implantación del embrión en mujer, sin perjuicio de lo que prevea la ley
especial para la protección del embrión no implantado".
"Art. 19.— Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la
concepción en el seno materno. En el caso de técnicas de reproducción humana asistida,
comienza con la implantación del embrión en la mujer, sin perjuicio de lo que prevea la ley
especial para la protección del embrión no implantado".
Finalmente en el nuevo Código la disposición ha quedado redactada en estos términos:
"Art. 19.— Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la
concepción".
En el art. 561 sobre Formas y requisitos del consentimiento (en las técnicas de reproducción
humana asistida), ubicado en el Capítulo sobre Reglas generales relativas a la filiación por
técnicas de reproducción humana asistida, la redacción del proyecto establecía que el
consentimiento es "libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la
mujer, o la implantación del embrión en ella".
Art. 561.— Consentimiento en las técnicas de reproducción humana asistida. El centro de
salud interviniente debe recabar el consentimiento previo, informado y libre de las personas
que se someten al uso de las técnicas de reproducción humana asistida. Este consentimiento
debe renovarse cada vez que se procede a la utilización de gametos o embriones. La
instrumentación de dicho consentimiento debe contener los requisitos previstos en las
disposiciones especiales, para su posterior protocolización ante escribano público. El
consentimiento es libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la
mujer o la implantación del embrión en ella.
En el texto sancionado se modificó la última línea:
"El consentimiento es libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en
la persona o la implantación del embrión".
Cabe mencionar que el art. 563 originario, luego eliminado del Proyecto, sobre Filiación post
mortem en las técnicas de reproducción humana asistida, también se refería a "la implantación
del embrión" en la mujer.
Art. 563.— Filiación post mortem en las técnicas de reproducción humana asistida. En caso
de b) muerte del o la cónyuge o conviviente de la mujer que da a luz, no hay vínculo filial
entre la persona nacida del uso de las técnicas de reproducción humana asistida y la persona
fallecida si la concepción en la mujer o la implantación del embrión en ella no se había
producido antes del fallecimiento.
No rige lo dispuesto en el párrafo anterior si se cumple con los siguientes requisitos: a) la
persona consiente en el documento previsto en el art. 560 o en un testamento que los
embriones producidos con sus gametos sean transferidos en la mujer después de su
fallecimiento; b) la concepción en la mujer o la implantación del embrión en ella se produce
dentro del año siguiente al deceso.
III. Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: Caso Artavia Murillo
Conforme se expresara al anticipar el problema interpretativo que dio origen a estas líneas, a
continuación se analizará la terminología utilizada por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el caso Artavia Murillo y otros ("Fecundación in vitro") c. Costa Rica (5), con
fecha 28 de noviembre de 2012, en el que se condena a Costa Rica como Estado demandado,
por habérselo hallado responsable internacionalmente en virtud de las afectaciones generadas
a los derechos humanos reconocidos en la Convención Americana de Derechos a partir de la
prohibicio´n general de practicar la Fecundacio´n in vitro en Costa Rica.
El objeto del presente caso se centró en establecer si la sentencia del más Alto Tribunal de
Costa Rica que prohibía la FIV, tal como se había regulado en un Decreto Ejecutivo, había
generado una restricción desproporcionada de los derechos de las víctimas. El Decreto había
sido declarado inconstitucional por la Sala Constitucional del mencionado tribunal con
sustento en que el art. 4.1 de la Convención Americana exigía una protección absoluta del
embrión en el marco de la inviolabilidad de la vida desde la concepción.
Con el propósito de dejar planteada la relevancia del caso para nuestro sistema jurídico, en
particular en esta fase de reforma de los Códigos Civil y Comercial de la Nación, se incluirán
precisiones terminológicas efectuadas por la Corte IDH respecto de términos o expresiones
("persona", "ser humano", "concepción", "concebir", "fecundar", "preembrión", "en general"),
que constituyen conceptos jurídicos claves para interpretar adecuadamente la trascendencia de
la propuesta de revisión de las palabras utilizadas en la redacción de la normativa proyectada.
Considerando que en el caso se había realizado una interpretación del art. 4º de la Convención
Americana, la Corte Interamericana de Derechos Humanos expresó que: "esta Corte es la
intérprete última de la Convención, por lo cual estima relevante precisar lo pertinente respecto
a los alcances de dicho derecho. En consecuencia, el Tribunal analizará si la interpretación de
la Convención que sustentó las injerencias ocurridas (...) es admisible a la luz de dicho tratado
y teniendo en cuenta las fuentes de derecho internacional pertinentes". (6)
Para establecer si existía una obligación de protección absoluta en esos términos, la Corte
analizó el alcance de los arts. 1.2 y 4.1 de la Convención Americana respecto de las palabras
"persona", "ser humano", "concepción" y "en general".
El Tribunal aplicó mutatis mutandi su jurisprudencia en el caso González y otras ("Campo
Algodonero") c. México (7), según la cual la interpretación de una norma de la Convención
ha de desarrollarse en el marco de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
[1969]: de buena fe, conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los términos del
tratado en el contexto de éstos y teniendo en cuenta el objeto y fin de la Convención
Americana, el cual es la eficaz protección de la persona humana (8), así como mediante una
interpretación evolutiva de los instrumentos internacionales de protección de derechos
humanos. (9) En ese marco, a continuación se realizará una interpretación: i) conforme al
sentido corriente de los términos; ii) sistemática e histórica; iii) evolutiva, y iv) del objeto y
fin del tratado. (10)
IV. Relevancia de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos:
Creación de estándares de protección comunes
Cabe observar en este punto de la exposición que el análisis de la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos resulta relevante para Argentina, a pesar de no haber
sido el Estado condenado en el caso concreto, debido a la "fuerza normativa" de la
Convención Americana que incluye la interpretación que de la misma realice la Corte
Regional, como "intérprete última" de dicho tratado.
Resulta fundamental tener en cuenta que la Corte IDH es el órgano jurisdiccional
internacional del Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos, cuya función
esencial, es la aplicación e interpretación de la Convención Americana. Por ello, sus
interpretaciones adquieren el mismo grado de eficacia que el texto del tratado. Es decir que la
norma convencional que deben aplicar los Estados es el resultado de la interpretación de las
disposiciones del Pacto de San José de Costa Rica y sus protocolos adicionales, así como
otros instrumentos internacionales.
Así también lo ha entendido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, al considerar a la
Corte Interamericana como "intérprete auténtica" del Pacto de San José de Costa Rica,
citando recientemente el fallo regional dictado en el caso Fontevecchia y D'Amico c.
Argentina, en el caso Rodríguez Pereyra, Jorge Luis y otra c. Ejército Argentino s/ daños y
perjuicios [2012]: Recientemente, el citado Tribunal (se refiere a la Corte IDH) ha insistido
respecto del control de convencionalidad ex officio, añadiendo que en dicha tarea los jueces u
órganos vinculados con la administración de justicia deben tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana. (11)
Con anterioridad, la Corte Suprema de Justicia había afirmado que las decisiones de la Corte
Interamericana "resulta[n] de cumplimiento obligatorio para el Estado Argentino (art. 68.1,
CADH)", por lo cual dicha Corte ha establecido que "en principio, debe subordinar el
contenido de sus decisiones a las de dicho tribunal internacional". (12)
Igualmente, en el caso "Mazzeo", la Corte Suprema había establecido: "que la interpretación
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos debe guiarse por la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos" ya que se "trata de una insoslayable pauta de
interpretación para los poderes constituidos argentinos en el ámbito de su competencia y, en
consecuencia, también para la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a los efectos de
resguardar las obligaciones asumidas por el Estado argentino en el Sistema Interamericano de
Protección de los Derechos Humanos". (13)
Las consideraciones previas conllevan la necesidad de una permanente actualización sobre la
jurisprudencia de la Corte IDH y propician una "viva interacción" entre las jurisdicciones
locales e interamericanas, con el propósito de establecer estándares de protección efectiva de
los derechos humanos.
En el caso Cabrera García y Montiel Flores c. México, se reiteró por unanimidad de votos la
doctrina del control de convencionalidad, con encomiables aportaciones desarrolladas por el
Juez Ad-Hoc Ferrer Mac-Gregor Poisot en su voto razonado (14): "225. Este Tribunal ha
establecido en su jurisprudencia que es consciente que las autoridades internas están sujetas al
imperio de la ley y, por ello, están obligadas a aplicar las disposiciones vigentes en el
ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado es Parte de un tratado internacional como la
Convención Americana, todos sus órganos, incluidos sus jueces, también están sometidos a
aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las disposiciones de la Convención no
se vean mermados por la aplicación de normas contrarias a su objeto y fin. Los jueces y
órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles están en la obligación
de ejercer ex officio un "control de convencionalidad" entre las normas internas y la
Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las
regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, los jueces y órganos judiciales
vinculados a la administración de justicia deben tener en cuenta no solamente el tratado, sino
también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte IDH, intérprete última de la
Convención Americana".
El juez nacional debe aplicar la jurisprudencia convencional, incluso la establecida en casos
en los que el Estado de pertenencia no sea parte, ya que lo que define la integración de la
jurisprudencia de la Corte IDH es la interpretación que el tribunal regional realiza del corpus
iuris interamericano con la finalidad de crear un estándar en la región sobre su aplicabilidad y
efectividad.
En términos de eficacia, las interpretaciones de la Convención Americana de Derechos
Humanos efectuadas en la sentencias de la Corte IDH producen efectos subjetivos en el caso
particular; en tanto, que en virtud de su eficacia general, produce efectos de "norma
interpretada". De ahí, que los fallos de la Corte IDH no solamente se notifican a los Estados
parte en la controversia particular, sino que debe ser "transmitido a los Estados parte de la
Convención", conforme lo establece el art. 69, a fin de que tomen conocimiento del contenido
normativo convencional derivado de la interpretación efectuada por la Corte IDH, en calidad
de "intérprete última" del corpus iuris interamericano.
El Juez ad-hoc Ferrer Mac-Gregor Poisot, en su voto razonado, advierte sobre la
configuración de un auténtico "bloque de convencionalidad" como parámetro para aplicar el
control de convencionalidad.
"De esta manera, por ejemplo, pueden formar parte de su jurisprudencia los estándares
establecidos por la Corte Europea de Derechos Humanos, tratados internacionales del sistema
universal, las resoluciones de los Comités de Naciones Unidas, las recomendaciones de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos o incluso los informes de los relatores
especiales de la OEA o de Naciones Unidas, entre otros, siempre y cuando la Corte IDH los
utilice y los haga suyos para formar su interpretación del corpus iuris interamericano y crear
la norma convencional interpretada como estándar americano". (15)
Con las precisiones previas sobre la relevancia de la jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos para el Estado Argentino, destacaré la terminología utilizada en el fallo
"Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica".

V. Interpretación conforme al sentido corriente de los términos. Terminología utilizada en el


fallo interamericano
En primer lugar, se transcribe el artículo 1 de la Convención Americana de Derechos
Humanos:
1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su
jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.
El art. 4.1 del mismo tratado señala:
Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley
y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida
arbitrariamente.
Respecto del concepto de "persona", en la interpretación conforme al sentido literal de los
términos, la Corte IDH expresa que "para efectos de la interpretación del art. 4.1, la definición
de persona está anclada a las menciones que se hacen en el tratado respecto a la "concepción"
y al "ser humano", términos cuyo alcance debe valorarse a partir de la literatura científica.
(16)
El Tribunal constata que la Sala Constitucional optó por una de las posturas científicas sobre
este tema para definir desde cuando se consideraba que empieza la vida (supra párr. 73). A
partir de ello, la Sala Constitucional entendió que la concepción sería el momento en que se
fecunda el ovulo y asumió que a partir de ese momento existía una persona titular del derecho
a la vida (supra párr. 73). (17)
Al respecto, en el presente caso las partes también remitieron como prueba un conjunto de
artículos científicos y de dictámenes periciales que a continuación serán utilizados para
determinar el alcance de la interpretación literal de los términos "concepción", "persona" y
"ser humano". Asimismo, la Corte se referirá al significado literal de la expresión "en general"
establecida en el art. 4.1 de la Convención. (18)
Seguidamente en diez párrafos la Corte Interamericana de Derechos Humanos lleva a cabo la
interpretación literal conforme se anticipara, para llegar a la siguiente conclusión:
La Corte resalta que el embrión, antes de la implantación no está comprendido en los términos
del artículo 4 de la Convención y recuerda el principio de protección gradual e incremental de
la vida prenatal (supra párr. 264). (19)
En su desarrollo expositivo, en primer lugar el Tribunal regional destaca la incidencia de la
FIV en la discusión sobre el modo de entender el fenómeno de "la concepción".
"...En efecto la FIV refleja que puede pasar un tiempo entre la unión del óvulo y el
espermatozoide, y la implantación. Por tal razón, la definición de `concepción´ que tenían los
redactores de la Convención Americana ha cambiado. Antes de la FIV no se contemplaba
científicamente la posibilidad de realizar fertilizaciones fuera del cuerpo de la mujer". (20)
Seguidamente señala las dos interpretaciones del término "concepción" en el contexto
científico:
"...Una corriente entiende "concepción" como el momento de encuentro, o de fecundación,
del óvulo por el espermatozoide. De la fecundación se genera la creación de una nueva célula:
el cigoto. Cierta prueba científica considera al cigoto como un organismo humano que alberga
las instrucciones necesarias para el desarrollo del embrión. Otra corriente entiende
`concepción´ como el momento de implantación del óvulo fecundado en el útero. Lo anterior,
debido a que la implantación del óvulo fecundado en el útero materno faculta la conexión de
la nueva célula, el cigoto, con el sistema circulatorio materno que le permite acceder a todas
las hormonas y otros elementos necesarios para el desarrollo del embrión". (21)
En los párrafos siguientes citando a los peritos intervinientes, la Corte IDH puntualiza las
definiciones de la Real Academia de los términos "concepción", "concebir" y "fecundar",
observando que "el Diccionario actual de la Real Academia de la Lengua Española mantiene
casi por completo las definiciones de las palabras anteriormente señaladas".
...cuando se firmó la Convención Americana en 1969, la Real Academia de la Lengua
Española definía "concepción" como "acción y efecto de concebir", "concebir" como "quedar
preñada la hembra" y "fecundar" como "unirse el elemento reproductor masculino al
femenino para dar origen a un nuevo ser". (22)
Por su claridad cabe mencionar en este párrafo de la sentencia las expresiones del perito
Zegers, que la Corte IDH transcribe destacando texto:
"...una mujer ha concebido cuando el embrión se ha implantado en su útero [...]. [L]a palabra
concepción hace referencia explícita a la preñez o gestación [, que] comienza con la
implantación del embrión [,] [...] ya que la concepción o gestación es un evento de la mujer,
no del embrión. Sólo hay evidencias de la presencia de un embrión, cuando éste se ha unido
celularmente a la mujer y las señales químicas de este evento pueden ser identificadas en los
fluidos de la mujer. Esta señal corresponde a una hormona llamada Gonadotropina Coriónica
y lo más precoz que puede ser detectada es 7 días después de la fecundación, con el embrión
ya implantado en el endometrio" (el destacado fue agregado por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos). (23)
También se cita al perito Monroy Cabra y a la perita Condic. El primero advirtió que la
palabra concepción es "un término médico científico y que ha sido interpretado en el sentido
de que se produce [con] la fusión entre óvulo y el espermatozoide". En parecidos términos, la
perita Condic precisó que "la vida humana inicia en la fusión espermatozoide-óvulo, un
'momento de concepción' observable". (24)
Más allá de estos dos posibles hipótesis sobre el momento en que se debe entender que ocurre
la "concepción", la Corte menciona una discusión planteada por las partes respecto del
momento en que el embrión alcanza "un grado de madurez tal como para ser considerado ser
humano".
Algunas posturas indican que el inicio de la vida comienza con la fecundación, reconociendo
al cigoto como la primera manifestación corporal del continuo proceso del desarrollo humano,
mientras que otras consideran que el punto de partida del desarrollo del embrión y entonces
de su vida humana es su implantación en el útero donde tiene la capacidad de sumar su
potencial genético con el potencial materno. Asimismo, otras posturas resaltan que la vida
comenzaría cuando se desarrolla el sistema nervioso. (25)
Respecto del concepto de "preembrión", la Corte IDH observa que:
"...si bien algunos artículos señalan que el embrión es un ser humano, otros artículos resaltan
que la fecundación ocurre en un minuto pero que el embrión se forma siete días después,
razón por la cual se alude al concepto de `preembrión´. Algunas posturas asocian el concepto
de preembrión a los primeros catorce días porque después de estos se sabe que si hay un niño
o más. La perita Condic, el perito Caruso y cierta literatura científica rechazan estas ideas
asociadas al concepto de preembrión". (26)
Sobre la controversia respecto del momento en que comienza la vida humana, si bien la Corte
coincide con tribunales internacionales y nacionales, en el sentido que no existe una
definición consensuada sobre el inicio de la vida, afirma que "...para la Corte es claro que hay
concepciones que ven en los óvulos fecundados una vida humana plena. Algunos de estos
planteamientos pueden ser asociados a concepciones que le confieren ciertos atributos
metafísicos a los embriones. Estas concepciones no pueden justificar que se otorgue
prevalencia a cierto tipo de literatura científica al momento de interpretar el alcance del
derecho a la vida consagrado en la Convención Americana, pues ello implicaría imponer un
tipo de creencias específicas a otras personas que no las comparten". (27)
Sin embargo, el Tribunal regional señala que es procedente definir, de acuerdo con la
Convención Americana, cómo debe interpretarse el término "concepción". A esos fines, la
Corte afirma que la prueba científica coincide en diferenciar dos momentos complementarios
y esenciales en el desarrollo embrionario: la fecundación y la implantación.
Con relación a la implantación, "[e]l Tribunal observa que sólo al cumplirse el segundo
momento se cierra el ciclo que permite entender que existe la concepción. Teniendo en cuenta
la prueba científica presentada por las partes en el presente caso, el Tribunal constata que, si
bien al ser fecundado el óvulo se da paso a una célula diferente y con la información genética
suficiente para el posible desarrollo de un "ser humano", lo cierto es que si dicho embrión no
se implanta en el cuerpo de la mujer sus posibilidades de desarrollo son nulas. Si un embrión
nunca lograra implantarse en el útero, no podría desarrollarse pues no recibiría los nutrientes
necesarios, ni estaría en un ambiente adecuado para su desarrollo (supra párr. 180)". (28)
En este sentido, la Corte entiende que el término "concepción" no puede ser comprendido
como un momento o proceso excluyente del cuerpo de la mujer, dado que un embrión no
tiene ninguna posibilidad de supervivencia si la implantación no sucede. Prueba de lo
anterior, es que sólo es posible establecer si se ha producido o no un embarazo una vez se ha
implantado el óvulo fecundado en el útero, al producirse la hormona denominada
"Gonodatropina Coriónica", que sólo es detectable en la mujer que tiene un embrión unido a
ella. Antes de esto es imposible determinar si en el interior del cuerpo ocurrió la unión entre el
óvulo y un espermatozoide y si esta unión se perdió antes de la implantación. Asimismo, ya
fue señalado que, al momento de redactarse el art. 4º de la Convención Americana, el
diccionario de la Real Academia diferenciaba entre el momento de la fecundación y el
momento de la concepción, entendiendo concepción como implantación (supra párr. 181). Al
establecerse lo pertinente en la Convención Americana no se hizo mención al momento de la
fecundación. (29)
Finalmente, la Corte recurre nuevamente al Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española respecto de la interpretación literal de la expresión "en general" utilizada en el art.
4.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que "...significa "en común,
generalmente" o "sin especificar ni individualizar cosa alguna". Según la estructura de la
segunda frase del art. 4.1 de la Convención, el término "en general" se relaciona con la
expresión "a partir de la concepción". La interpretación literal indica que dicha expresión se
relaciona con la previsión de posibles excepciones a una regla particular. Los demás métodos
de interpretación permitirán entender el sentido de una norma que contempla excepciones".
(30)
Concluye el Tribunal afirmando que "...entiende el término "concepción" desde el momento
en que ocurre la implantación, razón por la cual considera que antes de este evento no procede
aplicar el artículo 4 de la Convención Americana. Asimismo, la expresión "en general"
permite inferir excepciones a una regla, pero la interpretación según el sentido corriente no
permite precisar el alcance de dichas excepciones. (31)
Si bien nos hemos detenido en la interpretación literal desarrollada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, por su pertinencia respecto del problema
terminológico que consideramos pasible de solución mediante la propuesta a efectuar, la
Corte Interamericana de Derechos Humanos despliega en el fallo los diversos métodos de
interpretación anticipados (sistemático e histórico; iii) evolutivo, y del objeto y fin del
tratado), para establecer que: "...el embrión no puede ser entendido como persona para efectos
del art. 4.1 de la Convención Americana. Asimismo, luego de un análisis de las bases
científicas disponibles, la Corte concluyó que la "concepción" en el sentido del art. 4.1 tiene
lugar desde el momento en que el embrión se implanta en el útero, razón por la cual antes de
este evento no habría lugar a la aplicación del art. 4º de la Convención. Además, es posible
concluir de las palabras "en general" que la protección del derecho a la vida con arreglo a
dicha disposición no es absoluta, sino es gradual e incremental según su desarrollo, debido a
que no constituye un deber absoluto e incondicional, sino que implica entender la procedencia
de excepciones a la regla general". (32)
VI. Conclusión
En virtud de las conclusiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto de
los alcances del art. 4.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos sobre el derecho
a la vida en el sistema interamericano y de la trascendencia de su jurisprudencia en el sistema
regional interamericano de derechos humanos del que la Argentina es parte, se considera
relevante tener presente la jurisprudencia sucintamente referida, a fin de aventar controversias
fundadas en el sentido de las palabras utilizadas por el legislador del nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación —máxime ante la luminosidad y el dinamismo que le confieren las
tres disposiciones inaugurales—.
Cierro esta breve nota con su transcripción:
"Art. 1º Los casos que este Código rige deben ser resueltos según las leyes que resulten
aplicables, conforme con la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos en los
que la República sea parte. A tal efecto, se tendrá en cuenta la finalidad de la norma. Los
usos, prácticas y costumbres son vinculantes cuando las leyes o los interesados se refieren a
ellos o en situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho.
"Art. 2º Interpretación. La Ley debe ser interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus
finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de los tratados de derechos
humanos, los principios y valores jurídicos, de modo coherente con todo el ordenamiento".
(1) (1) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 315.

(2) (2) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 190.

(3) (3) Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-14/94, 9 de


Diciembre de 1994, Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes
violatorias de la convención (Arts. 1º y 2º Convención Americana sobre Derechos Humanos),
solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

(4) (4) Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación redactado por la Comisión de
Reformas designada por dec. 191/2011: Ricardo L. Lorenzetti (Presidente), Elena Highton de
Nolasco y Aida Kemelmajer de Carlucci.

(5) (5) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257.

(6) (6) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 171.

(7) (7) Corte IDH. Caso González y otras ("Campo Algodonero") c. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C
No. 205, párr. 33.

(8) (8) Corte IDH. Caso González y otras ("Campo Algodonero") c. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C
No. 205, párr. 33.

(9) (9) Corte IDH.Caso Ivcher Bronstein c. Perú. Competencia. Sentencia de 24 de


septiembre de 1999. Serie C No. 54, párr. 38, y Caso González y otras ("Campo Algodonero")
c. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de
noviembre de 2009. Serie C No. 205, párr. 244, párr. 33.

(10) (10) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, Párrs. 171-173.
(11) (11) Corte Suprema de Justicia de la Nación, Rodríguez Pereyra, Jorge Luis y otra c.
Ejército Argentino s/ daños y perjuicios, 27/11/2012, considerando 12.

(12) (12) Corte Suprema de Justicia de la Nación, Espósito, Miguel Ángel s/ incidente de
prescripción de la acción penal promovido por su defensa, 23/12/2004, considerando 6.

(13) (13) Corte Suprema de Justicia de la Nación, Mazzeo, Julio Lilo y otros, recurso de
casación e inconstitucionalidad. M. 2333. XLII. y otros, 13/07/2007, considerando 20.

(14) (14) Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Cabrera García y Montiel Flores
c. México, 26/11/2010, párr. 225.

(15) (15) Corte Interamericana de Derechos Humanos, nota al pie de página Nro. 64 del voto
razonado y concurrente Juez Ad-Hoc Ferrer Mac-Gregor Poisot en caso Cabrera García y
Montiel Flores c. México, 26/11/2010.

(16) (16) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 176.

(17) (17) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 177.

(18) (18) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 178.

(19) (19) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 315.

(20) (20) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 180.
(21) (21) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 180.

(22) (22) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 181.

(23) (23) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 181.

(24) (24) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 182.

(25) (25) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 183.

(26) (26) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 184.

(27) (27) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 185.

(28) (28) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 186.

(29) (29) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 187.

(30) (30) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 188.
(31) (31) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 189.

(32) (32) Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) c. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012
Serie C No. 257, párr. 190.

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