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Introducción
Promover y garantizar la calidad de todas las acciones y procesos se ha convertido en
un imperativo de los sistemas educativos en todo el mundo. Una de las claves de mejora de la
calidad educativa se refiere precisamente a la necesaria iniciativa de los centros para
desarrollar programas cada vez más útiles, confiables y precisos para la evaluación del alumno.
Dicha evaluación cobra hoy mayor importancia en el debate de la reforma educativa que, en la
última década, se viene planteando cuestiones fundamentales como: ¿qué competencias y
actitudes es necesario formar en los estudiantes? y ¿cómo dotar al individuo de los
conocimientos y cualidades básicas que le ayuden a lo largo de su vida?(Libro Blanco, 1995).
De acuerdo con los resultados de una amplia investigación empírica, la evaluación del
aprendizaje es un proceso vital de la calidad educativa porque dice mucho sobre la educación,
el currículo y la enseñanza: es un reflejo de la calidad del aprendizaje de los estudiantes;
permite valorar la congruencia entre cómo se enseña, cómo se aprende y cómo se evalúa;
permite apreciar los contenidos del currículo que se evalúan con mayor preferencia; fomenta un
tipo de relación educativa entre alumno-profesor-contenido; proporciona evidencia sobre la
naturaleza de la indagación(memorística, comprensiva o interpretativa) que los profesores
propician en las distintas disciplinas; y promueve determinadas actitudes y valores hacia el
aprendizaje, el esfuerzo, y la motivación. Por esto la evaluación se define como una actividad
poderosa para aprender y mejorar diferentes actividades educativas.
En este trabajo se describe la experiencia y el proceso llevado a cabo en centros, en el
programa de formación liderado por la Fundación Horreum[www.horreum.net], para el uso y
adaptación de estándares de evaluación del alumno. En la primera parte se justifica el uso de
estándares, y se pretende mostrar cómo los estándares son un recurso valioso que ofrece
criterios para valorar los planes de evaluación de los alumnos, los procedimientos, las
metodologías y la comunicación de los resultados. Luego se describen las fases del programa
de formación y al final se presentan algunas observaciones sobre lo aprendido en el trabajo con
los profesores.
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estándares para evaluar el desempeño de profesores, y estándares de lo que los alumnos
deben aprender en cada una de las asignaturas escolares, etc)[1]. Este trabajo explora el uso
y adaptación de estándares de evaluación del alumno como recursos que ayudan a los
profesores a definir más claramente en que consiste una evaluación de calidad. Veamos
primero como se define un estándar de evaluación
Los estándares son principios que sirven de orientaciones y criterios para juzgar y valorar
la evaluación del alumno. No son prescripciones ni 'recetas' sobre como ha de ser una
buena enseñanza o una buena tutoría.
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alumnos, la credibilidad del evaluador, y los métodos evaluativos.
Los estándares de la evaluación del alumno están organizados en torno a cuatro
principios que se consideran fundamentales en la práctica evaluativa: adecuación, utilidad,
factibilidad y precisión.
¿De qué manera las evaluaciones de los aprendizajes que se llevan a cabo atienden a las
necesidades de los alumnos?
¿Cómo califica el tratamiento que reciben los alumnos durante todo el proceso de
evaluación?
¿De qué manera las evaluaciones suministran información pertinente para identificar tanto
puntos fuertes como débiles de los aprendizajes?
¿Cómo son tratados los conflictos de interés que puedan surgir como consecuencia de las
evaluaciones?
-Estándares de Utilidad: guían las evaluaciones de los aprendizajes del alumno para que
éstas realmente informen, sean oportunas y produzcan efectos educativos. Algunas cuestiones
que plantean son:
¿En qué medida los informes de las evaluaciones son claros, oportunos, precisos y
relevantes para que tengan un valor práctico para las personas para las que se preparan?
-Estándares de Factibilidad: reconocen que las evaluaciones de los aprendizajes del
alumno se llevan a cabo en el mundo real y que muchos factores ambientales pueden tener
influencia sobre ellas. Algunas cuestiones que plantean son:
¿Se proporcionan el tiempo y los recursos apropiados para que las actividades de
evaluación de los aprendizajes de los alumnos sean planificadas y puestas en práctica de
forma eficaz y eficiente?
¿Con qué frecuencia los procedimientos para la evaluación de los aprendizajes de los
alumnos, son lo suficientemente prácticos como para que puedan producir la información
requerida en forma eficaz y que no obstaculicen los aprendizajes?
-Estándares de Precisión: determinan si una evaluación ha producido una información
razonable y bien fundada. Algunas cuestiones que plantean son:
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¿De qué manera se identifican, son tomados en cuenta y registrados los antecedentes del
alumno y otras variables contextuales influyentes?
¿Se hace una descripción detallada de las fuentes de las que se obtiene información para
evaluar los aprendizajes?
¿Considera que, en general, las evaluaciones están libres de sesgos?
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precisamente la evaluación del aprendizaje es uno de los factores más condicionantes de dicha
experiencia(Alonso Tapia, 1997). No sólo condiciona el estilo de aprendizaje sino también
aspectos como la motivación, el autoconcepto académico, y la participación del alumno como
sujeto crítico de su propia formación(Gipps, 1994; Morales, 1995; Nevo, 1997; Assessment
Reform Group, 2002).
Por su función formadora, la evaluación del alumno debe hacer parte de la agenda de
trabajo de los centros, para lo cual se requiere crear un ambiente institucional que promueva la
indagación permanente sobre el aprendizaje del alumno. Según Maki(2002) lo que se requiere
es fomentar la 'curiosidad intelectual' sobre la evaluación, es decir una actividad evaluadora
que cuestiona, que observa un asunto desde múltiples perspectivas, que delibera, que busca
información antes de emitir un juicio de valor y por lo tanto, produce argumentos defendibles.
Curiosidad en la Evaluación
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sistematizar todo el proceso de evaluación y ayudar a reflexionar sobre como se lleva a cabo
para que no se escapen cuestiones realmente importantes para la calidad del proceso.
Metodología de trabajo
Para el desarrollo del Programa de acompañamiento se lleva a cabo primero una
reunión para la presentación del programa de formación y cinco reuniones mensuales para la
adaptación de los estándares al contexto del centro. Se proporciona feedback durante y
después de cada una de las reuniones, acerca de los avances, las dificultades y posibles dudas
sobre los Planes de acción de mejora que van desarrollando los profesores.
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de evaluación del alumno formulados a manera de pregunta para facilitar su comprensión.
El diagnóstico se complementa con la descripción detallada del plan de evaluación y
de los procedimientos que están registrados en documentos curriculares y normativos del
centro. Los resultados del diagnóstico son entregados a los participantes del curso, señalando
las áreas fuertes y débiles de la evaluación y algunas sugerencias sobre hacia donde orientar
los planes de acción de mejora.
En esta fase de diagnóstico, el profesorado encuentra un lugar común para conocer las
preconcepciones de otros colegas y descubrir los puntos de convergencia y divergencia entre
unos y otros. El diagnóstico sensibiliza al profesorado para reconocer la diversidad de prácticas
evaluativas en el centro y la coexistencia de diferentes propósitos y usos de la evaluación en el
aula de clase que, por ser contradictorias, en algunas situaciones, pueden generar conflicto. Lo
esencial de esta fase es la capacidad que adquieren los participantes para tomar decisiones
con base en juicios debidamente informados y consensuados. En este punto del proceso se
espera que el grupo priorice una serie de acciones a emprender de acuerdo con las
necesidades del centro y orientados por los resultados del diagnóstico.
Tercera Fase: Formación del profesorado.: El tema de los estándares no es muy
popular en nuestro contexto, generalmente hay una mal interpretación de su función y utilidad.
Por eso en esta fase, se pretende lograr un lenguaje común con el grupo de participantes sobre
lo que se entiende por 'estándar' y su potencial para favorecer los procesos de mejora de la
calidad de la evaluación del alumno.
El lenguaje propio de los estándares es hasta cierto punto un lenguaje técnico pero
que incluye todos los conceptos que los educadores utilizamos para referirnos a la evaluación
como una práctica profesional (por ejemplo: evaluación criterial, evaluación basada en la
norma, validez, fiabilidad, marcos de interpretación de los datos, sesgo, fuentes de información,
etc.). En este campo ya surge la primera dificultad en tanto no hay un acuerdo sobre la
terminología, y en la mayoría de los casos, muchos de estos conceptos no están incorporados
en el conjunto de prácticas de los profesores. Todo lo cual comprueba la necesidad de afianzar
la comprensión conceptual y técnica sobre la evaluación y de fortalecer el conocimiento
práctico del profesor.
Cuarta Fase: Elaboración y puesta en marcha de Planes de acción de mejora. La
adaptación y uso de los estándares de evaluación del alumno empieza con los principios y
valores educativos que orientan el qué y el cómo de la evaluación. En esta fase se motiva al
grupo de profesores para empezar una indagación cuidadosa sobre el cumplimiento o no de los
estándares como criterios de calidad del sistema de evaluación del aprendizaje.
Se organizan pequeños grupos para desarrollar un ejercicio de análisis de situaciones
de conflicto que genera la evaluación en el centro en relación con el cumplimiento de un
determinado estándar(por ejemplo: el Estándar relativo a 'Políticas y procedimientos
adecuados')[2]. Se estimula la búsqueda de evidencias y el diseño de Planes de acción de
mejora para dar respuesta a las necesidades detectadas desde el enfoque de los estándares.
En esta fase es esencial el análisis y adaptación de los estándares al contexto de
centro. Esto implica reuniones continuas para poner en común los avances del Plan de acción
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de mejora, y sobre todo para poner en pregunta la propia evaluación del centro, su casuística,
su cultura evaluativa, sus normas, los criterios explícitos y no explícitos sobre la formación del
alumnado, los procedimientos para la entrega de los resultados de la evaluación, entre otros.
De este modo, los estándares facilitan el análisis de la práctica evaluativa y a la vez
proporcionan un marco de referencia para definir lo que implica una evaluación del alumno de
calidad y relevancia educativa para el centro.
En la experiencia con profesores se han identificado diversas áreas de mejora: por
ejemplo:
La revisión de los criterios de promoción del alumnado que en muchas situaciones no son
claros y explícitos para profesores y alumnos y por lo tanto generan conflicto con las
familias o que por su deficiencia llevan a la toma de decisiones injustas o incorrectas
La definición de un sistema de seguimiento de logros de aprendizaje: porque la evaluación
no termina con el examen o la presentación de una tarea, sino que los resultados plantean
el verdadero reto de establecer un plan de mejora para atender las debilidades y fortalezas
de lo aprendido.
La descripción de las fuentes de información de la evaluación: se busca que los profesores
comprendan que el uso de diversas fuentes de información aumenta la validez de la
evaluación y permite que las conclusiones de la evaluación sean defendibles.
La mejora de la calidad de los exámenes teniendo en cuenta que sigue siendo la práctica
más habitual de los profesores y a la que se le asigna la mayor ponderación en la
evaluación del alumno. Se busca crear unos criterios de calidad de los exámenes que
garanticen que la información que proporcionan sirve para mejorar el aprendizaje de los
alumnos.
La elaboración de procedimientos que informen adecuadamente a alumnos y padres sobre
el 'antes', 'durante' y 'después' de cada evaluación durante el curso, de tal manera que
contribuyan a una mayor claridad sobre el propósito de la evaluación.
Quinta Fase: Balance y proyección del programa. La evaluación es un tema que
nunca se agota. Para finalizar, se entrega al centro la sistematización del proceso llevado a
cabo y una lista de sugerencias y líneas de actuación para que dé continuidad a los proyectos
en la Planificación del siguiente curso, impulsando los grupos de trabajo de profesores.
¿De qué manera incide el uso de estándares en la práctica evaluativa del profesor?
Algunas observaciones
En este apartado nos interesa presentar algunos comentarios sobre lo aprendido hasta
el momento en el trabajo con los profesores. Algunas dificultades relacionadas con el uso y
adaptación de estándares son las siguientes:
La falta de un lenguaje común sobre la evaluación es una de las primeras dificultades que
encontramos. Un sistema de control de calidad de la evaluación como el que propone los
estándares requiere que haya claridad conceptual sobre lo que es la validez, la fiabilidad, el
sesgo, y muchos otros términos que son propios de la evaluación como actividad
pedagógica del desempeño del profesorado.
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La necesidad de un mayor conocimiento técnico sobre el diseño de la evaluación, pero
también de una actitud más indagadora sobre la evaluación. No podemos asegurar que el
sólo conocimiento técnico permita una buena evaluación, sin embargo, sin éste, la
evaluación puede caer en deficiencias obvias en la precisión y calidad de los instrumentos,
en la fiabilidad de las fuentes, en la claridad de los informes, o en la adecuación y viabilidad
de las conclusiones .
Los estándares se aplican con mayor efectividad si en los procesos de evaluación y
aprendizaje se tienen en cuenta perspectivas teóricas innovadoras(Rodríguez, 2002).
Cuando la única forma de evaluar es el examen y se rechazan perspectivas en las que el
alumno tiene un papel más participativo y ejerce sus derechos en la evaluación, las
creencias del profesorado se convierten en un obstáculo para plantear una evaluación
alternativa y para responder a estándares de la evaluación que promueven el papel activo
de los usuarios en la toma de decisiones.
Los estándares no tienen sentido si no se comparten, si no son referencia obligada de la
evaluación en el centro. Sin embargo, diseminar el trabajo a todo el centro es una de las
tareas que requiere de mayor atención para que se pueda transitar de manera sólida de las
intenciones a las acciones y se conserve la filosofía de los estándares de crear una cultura
evaluativa consensuada y comprometida con el ejercicio responsable de la evaluación y
sensible a las características particulares de los contextos y situaciones en los que se
realiza.
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Promueve la incorporación de un lenguaje común a las prácticas de evaluación en el
centro. Es representativo el hecho de que los profesores empiezan a hablar de la
evaluación en otros términos y a incluir nuevas preguntas sobre su realización en el aula de
clase.
Fortalece el trabajo en equipo de los profesores y les permite experimentar un sistema de
toma de decisiones compartidas, a través de lo cual descubren que crear criterios comunes
es una tarea compleja aunque siempre indispensable.
Facilita la adopción de un control de calidad de todo el proceso de evaluación del alumno.
Los estándares proporcionan criterios de calidad para juzgar la evaluación, todo lo cual
hace pensar a los profesores sobre como mejorar la evaluación que actualmente realizan
con sus alumnos.
Estimula la mejora de la evaluación del alumno a mediano y corto plazo, porque plantea
una serie de pautas de acción que se pueden incorporar para cualificar el proceso de
evaluación. Algunas acciones no son tan inmediatas porque requieren la construcción de
consensos y la negociación de criterios de actuación en los equipos docentes.
Mantiene el interés de los profesores por la autoevaluación y auto-observación de las
propias prácticas y el análisis de casos. Por iniciativa de los profesores, se ha profundizado
en las razones de los logros y las limitaciones de la evaluación en determinadas
situaciones(las causas de los suspensos, las estrategias de los alumnos para la
preparación de los exámenes, la satisfacción del alumno respecto al sistema de
evaluación, etc), actividades que han ampliado la comprensión de las vivencias de la
evaluación en el centro.
Notas
[1] Algunas publicaciones sobre estándares en educación son: Comité Conjunto de Estándares
para la Evaluación Educativa(2001) Estándares de evaluación del personal. Cómo evaluar
sistemas de evaluación de educadores. Bilbao, ICE Universidad de Deusto, Ediciones
mensajero; Comité Conjunto de Estándares para la Evaluación Educativa(1998) Estándares de
evaluación de programas. Bilbao, ICE Uiversidad de Deusto, Ediciones mensajero; Joint
Advisory Committee(1993). Principles for Fair Assessment Practices for Education in Canada,
Edmonton, Alberta; American Federation of Teachers, National Council on Measurement in
Education National, Education Association(1990). Standards for Teacher Competence in
Educational Assessment of Students. [Disponible en http://www.unl.edu/buros/article3.html]
[2] Se pudo descubrir, por ejemplo, que algunas de las situaciones que generan conflicto en la
evaluación son, entre otras: el desconocimiento de los criterios de evaluación por parte del
alumno; la falta de un sistema de corrección de los éxamenes que le sirva al profesor para ser
más objetivo en la calificación y proporcionar calificaciones justificadas; la falta de fuentes de
información defendibles para justificar las calificaciones y preparar los informes a los padres; la
presencia de preguntas mal formuladas en los exámenes; y la falta de procedimientos escritos
para las reclamaciones y quejas de los alumnos sobre las evaluaciones. Parece que aún no
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está claro en la cultura evaluativa que el alumno tiene una serie de derechos sobre la
evaluación como por ejemplo: saber qué se le va a evaluar, conocer cuáles son los criterios que
se utilizarán para juzgar su trabajo, aspectos que debe conocer el alumno antes de la
evaluación para garantizar la transparencia, fiabilidad y justicia.
[3]Según Shwandt(1997) dentro de la lógica general(paradigma moderno), para hacer una
buena evaluación, es necesario y aparentemente suficiente tener un manejo adecuado de la
técnica de la evaluación y no se requiere tener una teoría del fenómeno que esta siendo
evaluado o una teoría del contexto en el cual la evaluación se lleva a cabo. El autor sostiene
que en la práctica esto no es suficiente porque siempre la evaluación esta comprometida con
los contextos y las situaciones particulares; la evaluación se hace en una región concreta, en
un centro determinado y con alumnos con determinadas características que le imprimen un
sello de particularidad a la práctica evaluativa y aportan elementos fundamentales para la
interpretación y la toma de decisiones.
Referencias:
-Alonso Tapia, J.(1997) Motivar para el aprendizaje. Barcelona: Edebé.
-Comisión Europea(1995). Libro blanco sobre la educación y la formación. Enseñar y aprender. hacia la
sociedad del conocimiento.Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas
-Castillo Arredondo, S.(Coord.) (2002). Compromisos de la evaluación educativa. Madrid: Prentice Hall.
-Comité Conjunto de Estándares para la Evaluación Educativa(2001) Estándares de evaluación del
personal. Cómo evaluar sistemas de evaluación de educadores. Bilbao, ICE, Universidad de Deusto,
Ediciones Mensajero.(Traducción al castellano de Jon Asensi Jordán).
-Comité Conjunto de Estándares para la Evaluación Educativa(2000) Estándares para la evaluación del
alumno. Cómo juzgar la evaluación del alumno. Versión piloto. Próxima publicación último trimestre de
2003.
-Gipps, C.(1994) Beyond Testing. Towards a theory of educational assessement. London: The Falmer
Press.
-Morales, P.(1995). La evaluación académica: conceptos y planteamientos básicos. Bilbao, Cuadernos
monográficos ICE, Universidad de Deusto.
-Nevo, D.(1997) La evaluación basada en el Centro.Un diálogo para la mejora educativa. Bilbao:
Ediciones Mensajero(Traducción al castellano de María Serrano Bericat)
-Rodríguez, R.(2002) Educación y estándares. Marco teórico y propuestas para una aplicación efectiva.
Bogotá, DC: Cooperativa Editorial Magisterio
-Assessment Reform Group(2002).Assessment for learning: 10 Principles. Research-based principles to
guide classroom practice. Cambridge, University of Cambridge.
-Schwandt, T.(1997) Evaluation as practical hermeneutics. Evaluation(3)1.
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