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Opinión
Los efectos de esta pandemia no solamente fueron un impacto en la salud física, sino que

también afectaron en gran medida a los aspectos psicológicos de las masas. Estas

repercusiones causadas por COVID 19 transformaron drásticamente la forma en que las

personas vivían, actuaban y trabajaban. Las medias imprescindibles, que se tomaron para el

enfrentamiento de esta situación, conllevaron una serie de efectos psicológicos negativos,

tales como, ansiedad, estrés, inseguridad, sentimientos de temor, angustias, etc.

Debido a las restricciones sociales y económicas para prevenir la propagación del virus

COVID 19, promovieron un aumento de factores de riesgo que aumentaron el número de

suicidios e intentos de suicidio…

Los estudios de las crisis extremas biopsicosociales mundiales verificaron que las crisis

colectivas aumentan los intentos de suicidio, descontrol y actos de violencia. Las

manifestaciones psicológicas que se han presentado en otras epidemias permiten anticipar,

un aumento de episodios depresivos y ansiosos, trastornos de estrés postraumático y de

adaptación. Por lo que se debe brindar apoyo profesional para enfrentar los trastornos

psicológicos que abarque un equilibrio biopsicosocial en las personas.