Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PIMENTEL,2022
ÍNDICE
I. INTRODUCCCIÓN................................................................................................................
II. DESARROLLO......................................................................................................................
CONCLUSIONES........................................................................................................................
REFERENCIAS............................................................................................................................
ANEXOS....................................................................................................................................
I. INTRODUCCCIÓN
El distanciamiento y la separación social son las acciones generalmente prescritas por los
especialistas en bienestar para disminuir la transmisión entre individuos y reducir el riesgo de
transmisión del Coronavirus.
Asimismo, el Coronavirus, distinguido por primera vez en Wuhan, China, en diciembre de 2019,
se convirtió inmediatamente en una pestilencia mundial que influye en más de 180 naciones.
Teniendo en cuenta el brote y el problema médico, los especialistas han llevado a cabo una
progresión de medidas para evitar que la infección aumente, incluyendo las terminaciones de
las líneas aéreas, marítimas y terrestres. Se acepta que la eliminación social relacionada con la
separación está relacionada con una mayor probabilidad de muerte, efectos secundarios
gravosos y una baja calidad de vida
Se hallaron sólidos racimos de bienestar psicológico, en los que una menor comunicación
amistosa se relacionaba con una mayor tensión, estrés y efectos secundarios gravosos,
separación social y cambio a la clase trabajadora.
Los cambios relacionados con el bienestar pueden impulsar la edad adulta, la escolarización
temprana, la autoinstrucción y el mantenimiento de la ocupación. Según un punto de vista
monetario, esto podría ser exagerado, ya que la presión continua influye directamente en el
bienestar mental y la naturaleza de la vida.
La calidad de vida es una medida integrada del bienestar físico, psicológico y social.
La salud mental puede considerarse un concepto multifacético que combina las relaciones
personales, el activismo social y las políticas públicas. Por ejemplo, en el contexto de desastres
naturales, epidemias y otras situaciones humanitarias, la dinámica de las relaciones puede
cambiar repentinamente con graves consecuencias psicológicas al principio.
El aislamiento social afecta a niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, ya que conduce a
un aumento de los problemas de salud mental. Felicidad y calidad de vida significan la libertad
de salir, pasar tiempo con amigos y familiares o participar en actividades. Como resultado,
están excluidos de la mayoría de las actividades sociales.
El miedo a contraer la COVID-19 también puede estar relacionado con problemas psicológicos
como la ansiedad, la mala alimentación, la dificultad para concentrarse y, lo más importante, el
estrés. (Toledo. O, Valentina.J.,2020).
Medidas administrativas para evitar que la crisis mundial del Covid-19 afecte muchos aspectos
de la calidad de vida de las personas, independientemente del grupo de edad, el origen
sociocultural y la demografía. Por lo tanto, la actividad física en espacios abiertos para niños y
ancianos es muy poca y limitada.
Como resultado, los niños y los ancianos tienen muy poca y limitada actividad física en áreas
abiertas. Estos modelos se están desarrollando rápidamente en muchos países del mundo. Una
de las razones es que el desarrollo de la tecnología permite que los niños y adolescentes pasen
más tiempo con la tecnología. (Ceballos., Y Sevilla.,2020).
Por un lado, este impacto que se dio puede distraer a los niños y adolescentes al estar
conectados a Internet y poder acceder a sitios web inaccesibles como juegos o redes sociales
que interrumpen sus actividades como con lo que tienen que desarrollar ya sean tareas
escolares; por eso también los adultos mayores y niños no pueden acceder a una libre
recreación por el simple hecho de ser contagiados en lugares públicos como salir a caminar o
practicar ejercicios como correr , saltar , etc .
Esta pandemia requerirá muchos cambios de comportamiento en todos los países para evitar
un aumento de contagios y muertes, además de infecciones como la ansiedad, el insomnio, la
ira y el miedo extremo a las enfermedades mentales. Además, las conductas de riesgo para la
salud como el aumento del consumo de alcohol y tabaco, y algunos trastornos como el de
estrés postraumático, los trastornos de ansiedad y la depresión.
2.5. Intervenciones Psicológicas en COVID-19
Identificaron siete áreas en las que la ciencia del comportamiento puede ayudar a
controlar la propagación del virus en diversos grados, no solo en los gobiernos locales
y nacionales, sino también en las organizaciones, la oficina, el lugar de trabajo e
incluso hogares.
Estas áreas son el lavado de manos, contacto facial, aislamiento y percepción de riesgo. Por
ejemplo, estos investigadores encontraron una falta de información y educación sobre la
higiene de las manos, que el aislamiento puede causar estrés y problemas de salud mental que
requieren atención o conciencia del riesgo de infección.
Las acciones realizadas fueron programa de comunicación entre familiares y pacientes por
videollamadas y las intervenciones telefónicas con familiares, pacientes y profesionales.
Se ha demostrado que los factores de riesgo psicosocial (PSRF), que afectan la salud y la
calidad de vida de los trabajadores al causar estrés crónico, provocan condiciones de salud
física, bienestar mental, psíquico y emocional en los afectados. Los aspectos organizativos del
trabajo pueden influir en uno de los principales factores psicosociales identificados por la OMS
(2014):
El estrés y los trastornos emocionales afectan a las personas en diferentes etapas de la vida y
son reconocidos mundialmente como problemas graves que afectan las respuestas mentales,
físicas y conductuales. A nivel de los estudiantes, las reacciones de estrés más comunes fueron,
ansiedad y aumento o disminución del consumo de alimentos, por ejemplo, cuando las clases
comienzan de una manera nueva y se mantienen virtuales, cuando se sienten frustrados
porque no entienden ciertos puntos por el docente y necesitan poder aprender a utilizar las
nuevas plataformas de aprendizaje, en algunos casos la inestabilidad de Internet, las
actividades que tienen que realizar es lo que afecta su salud física y mental.
Muchas personas se quedaron desempleadas , con una familia que mantener, alimentar ,
educar a los hijos y luchar por sobrevivir, la desventaja financiera que les causó ,y aquellas
personas que se vieron afectadas por el estrés diario viendo las noticias que cada día
aumentaban la cifra de personas muertas ,y el cambio del comportamiento social que hubo ,
donde muchas personas también irresponsables y sin toma de conciencia celebraban las
llamadas “ fiestas COVID “sin uso de mascarillas y el distanciamiento adecuado , es decir no
acataban las reglas que decretó el estado poniendo así en riesgo a sus propios familiares
transportando quizás el virus y algunas personas eran adultos mayores e indefensos
llevándolos a causar ellos mismos la muerte a sus seres queridos.
Un gran ejemplo del dicho anterior es que cuando estalló el virus, las personas que estaban
fuera de control compraron grandes cantidades de cosas, como papel higiénico, en los
supermercados, creando largas filas para comprar productos en el mostrador. En tiempos de
crisis, cuando el precio de un producto se dispara y las personas que realmente lo necesitan no
pueden pagarlo, cedemos a nuestro miedo a lo desconocido, y esa es nuestra respuesta.
Necesariamente o no, las familias han cambiado al darse cuenta de que las buenas relaciones
familiares reducen la probabilidad de desarrollar factores psicosociales.
En efecto, la pandemia ofrece la oportunidad de fortalecer a las familias pasando más tiempo
juntos, compartiendo alimentos, intercambiando ideas y aprovechando el poder de la
tecnología. Como resultado, el cariño se generalizó y muchas personas perdieron sus trabajos
y tuvieron que quedarse con sus familias, la respuesta a estos cambios es abrumadora y
requiere adaptación y liberación del estrés y la ansiedad personal.
Esto sucede cuando ciertos cambios físicos o sensoriales se interpretan como síntomas de una
enfermedad. Se caracteriza por comentarios pesimistas sobre las sensaciones y cambios
corporales, conceptos erróneos sobre la salud y el bienestar, la salud y la enfermedad, y
mecanismos de afrontamiento inadecuados.
Las personas con mucha ansiedad son más propensas a interpretar las sensaciones corporales
inocuas como signos de una infección que provoca ansiedad. Según Asmundson Taylor (2020):
Esto puede derivar en conductas inapropiadas como visitas frecuentes a los centros de
salud para descartar enfermedades, lavado de manos excesivo, distanciamiento social
y compras excesivas.
Sin embargo, las personas con problemas de salud lo encuentran muy peligroso, causando
consecuencias negativas para ellos y la sociedad, como comprar demasiados equipos de
protección personal, como máscaras, bufandas, toallas faciales, guantes, manos, jabón, puede
conducir a la falta de financiación comunitaria.
Finalmente, incluso los problemas de salud menores también pueden ser dañinos y las
personas no creen que puedan estar infectadas, lo que puede ir en contra de los consejos de
salud pública y distanciamiento social.
CONCLUSIONES
Durante este tiempo, las personas pueden sentirse estresadas, ansiosas y solas, lo
que puede poner fuera de sí condiciones de salud mental como la ansiedad y la
depresión.
Asmundson ., Y. Taylor. (2020). Cómo la ansiedad por la salud influye en las respuestas a
brotes virales como COVID-19: lo que todos los tomadores de decisiones, salud deben
saber. doi:doi: 10.1016/j.janxdis.2020.102211.
Guzmán, M.E., Concha ,C.Y., Lira,C.C., Vázques ,Y.J., Y Castillo,R.M.. (abril-junio de 2021).
Impacto de un contexto de pandemia sobre la calidad de vida de adultos jóvenes.
Revista Cubana de Medicina Militar, 50(2). Obtenido de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0138-
65572021000200006&script=sci_arttext&tlng=pt
Levy, L., y Anderson, L. (1980). La tensión psicosocial. Población, ambiente y calidad de vida.
Lunn, P. D., Belton, C. A., Lavin, C.(2020). Usando la ciencia del comportamiento para ayudar a
luchar. Diario de la administración pública conductual,, 1(3).
doi:https://doi.org/10.30636/jbpa.31.147