Está en la página 1de 9

TRIBUNAL DE APELACIÓN

DE ENCARNACIÓN
Primera Sala

JUICIO: “Lisan María Mancuello Guerrero c/ Comercial Arasunú y otros


s/ Cobro de guaraníes en diversos conceptos laborales”.--------

ACUERDO Y SENTENCIA Nº 216/08/01.-


En Encarnación, Paraguay, a veinte y siete días de noviembre de dos
mil ocho, estando reunidos en la sala de acuerdos del Tribunal de Apelación,
Primera Sala, los Miembros Abogados Blas Eduardo Ramírez Palacios, Wilfrido Clemente
Rolón Molinas y Sergio Martyniuk Barán, bajo la presidencia del primero de los
nombrados, ante mí, el autorizante, se somete a acuerdo el expediente: “Lisan
María Mancuello Guerrero c/ Comercial Arasunú y otros s/ Cobro de guaraníes en diversos
conceptos laborales”, a objeto de resolver el recurso de apelación interpuesto por
la Abogada Cecilia Escobar Chiesa, en representación de la Sra. Lisan María
Mancuello Guerrero, en contra de la S.D. Nº 2358/2007/01 de fecha 23 de octubre
de 2007, y su aclaratoria A.I. Nº 0132/08/01 del 08 de febrero del 2008,
dictados por el entonces Juez Interino del Juzgado de Primera Instancia en lo
Civil, Comercial y Laboral del Primer Turno, Abog. César Daniel Delgadillo.---------

Previo estudio de los antecedentes del caso, el Tribunal de


Apelación, resolvió plantear y decidir las siguientes: -------------------------

CUESTIONES:
ESTA AJUSTADA A DERECHO LA SENTENCIA APELADA?

Practicado el sorteo de ley, resultó el siguiente orden de votación:


Rolón Molinas, Ramírez Palacios y Martyniuk Barán.-----------------------------------

A la cuestión planteada el Miembro preopinante, Abog. Wilfrido Clemente


Rolón Molinas, dijo: Que, por la resolución recurrida el juez a-quo dispuso: “1.-
HACER LUGAR, a la excepción de falta de acción o sine actione agit deducida por
la firma comercial Arasunú, conforme a los fundamentos expresados en el
considerando de la presente resolución y en consecuencia; 2.- RECHAZAR, con
costas la demanda promovida por la señorita Lisan María Mancuello Guerrero en
contra de la firma comercial Arasunú sobre cobro de guaraníes en diversos
conceptos laborales, por improcedente, conforme a los fundamentos expuestos en
la parte analítica de la presente resolución.- 3.- HACER LUGAR, a la demanda
promovida por la señorita Lisan María Guerrero en contra del señor Oscar Servián
Cabrera sobre cobro de guaraníes en diversos conceptos laborales, y en
consecuencia condenar al señor Oscar Servián Cabrera al pago de la suma de Gs.
1.136.036 (un millón ciento treinta y seis mil treinta y seis guaraníes), en el
término de tres días de quedar ejecutoriada la presente resolución, imponiendo
las costas en el orden causado, por los fundamentos y alcance establecido en el
exordio de la presente resolución.- 4.- ANOTAR, registrar”. Por el A.I. Nº
0132/08/01 del 08 de febrero de 2008, el juez a-quo resolvió: “1.- HACER LUGAR,
al Recurso de Aclaratoria interpuesto por el recurrente en contra de los
apartados 1) y 2) de la parte resolutiva de la S.D. Nº 2358/2007/01 de fecha 23
de octubre de 2007 dictada en autos, en el sentido de: 2.- REGULAR los
honorarios profesionales del Abogado Ricardo Antonio Romero, en su doble
carácter de Abogado patrocinante y procurador, respectivamente por los trabajos
realizados en representación de la firma Comercial Arasunu en el presente juicio
laboral desde el inicio hasta su terminación en esta instancia dejándolo
establecida en la suma de Gs. 4.574.567 (GUARANÍES CUATRO MILLONES QUINIENTOS
SETENTA Y CUATRO MIL QUINIENTOS SETENTA Y SIETE), por el rechazo de la demanda
laboral promovida por la señora Lisan María Mancuello Guerrero en contra de la
firma Comercial Arasunu, más el 10% en concepto de I.V.A., conforme a los
fundamentos expuestos en el exordio de la presente resolución. 3.- REGULAR los
honorarios profesionales del Abogado Ricardo Antonio Romero, en su doble
carácter de abogado patrocinante y procurador, respectivamente por los trabajos
realizados en representación de la firma Arasunu en la Excepción de falta de
acción que fue acogida favorablemente, dejándole establecida en la suma de Gs.
1.143.642 más el 10% en concepto de I.V.A., conforme a los fundamentos expuestos
en el exordio de la presente resolución. 4.- ANOTAR…”.--------------------------

Que, la Representante Convencional de la parte actora fundamenta el


recurso de apelación en los siguientes términos: 1) Sentencia arbitraria e
incongruente: Que, señala la recurrente que de las expresiones contenidas en el
párrafo veintiuno, el Juez admitió y reconoció que la Señorita Lisan Mancuello
cumplía funciones, cualquiera sea su naturaleza en Comercial Arasunú; sin
embargo en la parte resolutiva sólo admite la demanda contra el intermediario
Oscar Servián y rechaza la acción contra la beneficiaria del servicio prestado,
el lugar donde se prestaba el trabajo comercial Arasunu y/o su propietario Juan
Servián (hijo de Oscar Servián). Por lo tanto, expresa la apelante, que si se
admite la demanda contra el Sr. Oscar Servián porque la actora prestaba
servicios en el local Comercial Arasunú, el fallo resulta arbitrario,
incongruente y contradictorio, debiendo ser revocada en esta instancia, pues si
el Sr. Oscar Servián es condenado admitiéndose con esto su carácter de patrón de
la actora, en consecuencia también debe ser condenado el comercio donde la
señorita Lisan Mancuello prestaba servicios, pues también era beneficiario
directo; lo contrario implica las violación de la normativa del art. 25 del C.T.
2) Relación laboral con el Local comercial Arasunú: Al respecto, la recurrente
manifiesta que el Juez en la resolución apelada, primeramente se avocó al
análisis de la excepción de falta de acción promovida por el local comercial
Arasunú, haciendo lugar a la misma tomando como único fundamento la absolución
de posiciones de la señorita Lisan Mancuello, en la cual había manifestado que
el señor Juan Antonio Servián López no le había contratado, y que el mismo no le
pagaba sueldo, hecho que resulta cierto, ya que la persona que efectivamente
maneja el local comercial es el señor Oscar Servián, padre de aquél. Si han
afirmado –expresa la apelante- que el Sr. Oscar Servián era quien le contrató a
la señorita Lisan Mancuello a su representada, quien impartía las órdenes,
abonaba los sueldos y daba las instrucciones dentro y para el local Comercial
Arasunú, no se contradice su mandante al absolver posiciones cuando responde que
el Sr. Juan Servián jamás pagó sueldo, dio instrucciones o la contrató, por el
contrario, se ratifica lo expuesto en la demanda. Argumenta que el hecho de que
Lisan Mancuello se desempeñaba como trabajadora dependiente del local comercial
Arasunú resulta ser un hecho conocido por los demandados en el escrito obrante a
fs. 72, al afirmar que la misma trabajaba en dicho local, y por el Juzgado al
darle pleno valor a los testimonios de Ernando Ramón Benítez, Javier Luis
Gallardo, María Isabel Barrios, quienes manifestaron que la actora trabajaba en
el salón comercial referido. Expresa que el Juez no ha considerado que el
testimonio de María Isabel Barrios se halla viciado por tener relación de
parentesco con los demandados. Así también, la apelante señala que los
testimonios de Ernando Ramón Benítez y Javier Luis Gallardo, por ser
funcionarios dependientes del local comercial Arasunú, se hallan viciados,
constreñido en su voluntad por la relación de dependencia que poseen con una de
las partes en el proceso. Manifiesta la recurrente que el Juzgado omitió el
análisis de los testigos propuestos por su parte, de los que únicamente ha
analizado las preguntas respecto a la antigüedad de la actora, no así las
declaraciones relativas a la actividad y la labor que desempeñaba la misma en el
local comercial. Señala los testimonios de los señores Juan Esteban Brizuela y
Hernán García Vera. El primero, a quien la apelante le atribuye la cualidad de
testigo serio y calificado, manifestó que había comparecido en el local
comercial y realizó la compra de una heladera y que en la ocasión fue recibido y
atendido por Lisan Mancuello, quien previamente le había indicado los distintos
precios de los electrodomésticos, y que siempre la veía en el local comercial
Arasunú. Menciona también la recurrente al testigo Hernán García Vera, quien
manifestó que siempre la veía a Lisan Mancuello en el local comercial Arasunú,
que la misma trabajaba allí y que su tarea era la de vendedora, y que tal
conocimiento lo tuvo por pasar frecuentemente por el local y haberla visto a la
actora ofrecer los artículos a las personas que llegaban al mismo. En relación
al testigo Cecilio Aguilera, expresa la apelante que el Juez consideró que su
testimonio no era válido debido a que poseía información derivada de terceros,
lo que –sostiene- no es cierto, ya que al ser preguntado por el lugar donde
trabajaba la actora dijo que él solía pasar por el local comercial y las veces
que pasaba por ahí la veía. La recurrente manifiesta que los testigos admitieron
que la señorita Lisan Mancuello se desempeñaba como empleada del local comercial
Arasunú, por lo que el Juez no pudo haber hecho lugar a la excepción de falta de
acción ya que se halla plenamente probado el vínculo laboral entre la actora y
la casa comercial Arasunú. 3) Intermediación: sostiene la apelante que lo que
quedó demostrado en autos es que Lisan Mancuello se desempeñaba como vendedora
del local comercial Arasunú, al ser contratada por Oscar Servián –padre del
señor Juan Servián López- y era él quien impartía las órdenes y abonaba los
sueldos. Al ser reconocido por el propio Juez que la actora fue contratada por
el señor Oscar Servián para realizar tareas laborales en el comercial Arasunú,
señala la apelante que se está ante la figura del intermediario, regulada en el
art. 25 inc. b) del C.T. Explica la recurrente que el Sr. Oscar Servián es un
intermediario del local comercial Arasunú y de su hijo Juan Antonio Servián, por
lo que aquél y su propietario están obligados por la relación de dependencia,
los trabajos realizados por Lisan Mancuello, siendo responsables por la
indemnización y pago de los rubros reclamados por ésta. Expresa que la
intermediación se ratifica con la absolución de posiciones de la señorita Lisan
Mancuello que ante la séptima posición dijo que el Sr. Oscar Servián era el
propietario del comercial Arasunú, lo cual evidencia la conducta que siempre ha
demostrado ante la actora, más aún teniendo en cuenta que su hijo Juan Antonio
Servián, quien figura como supuesto propietario del local comercial, es un joven
aún en etapa escolar y que en el año 2005, cuando la actora fue contratada,
recién contaba con 18 años, lo cual se desprende de la factura obrante a fs. 18
de autos. Sigue manifestando la apelante que los testigos ofrecidos por la parte
demandada que declararon en autos expresaron que el Sr. Oscar Servián ayuda a
su hijo en el local como experiencia que tiene en el ramo (Javier Luis
Gallardo). El Juez a-quo –señala la recurrente- argumentó en su sentencia que la
actora no era vendedora de la casa comercial Arasunú, sino simplemente una
empleada doméstica, que quedó demostrado con pruebas categóricas e indubitadas
que la actora no fue vendedora de la firma comercial Arasunú, sino empleada
doméstica que hacía las tareas de limpiadora. Al respecto, la apelante cita el
art. 148 del C.T. y sostienen que el mismo expresa que el requisito para la
configuración del carácter de empleada doméstica es que preste “servicios en el
interior de una casa u otro lugar de residencia o habitación particular”, y el
lugar donde la actora prestaba servicios –local comercial- no reúne el requisito
para asignarle ese carácter, sino todo lo contrario. Con ello, la apelante
expresa que ha quedado plenamente demostrada la relación laboral que existía
entre la actora y la firma comercial Arasunú y el Sr. Oscar Servián. 4) De la
calidad de trabajadora de la actora: Sostiene la apelante que la sentencia recurrida
es arbitraria e incongruente ya que en ningún momento fue afirmado al tiempo de
deducir la demanda y en la contestación la naturaleza del trabajo y que su
representada fuera empleada doméstica, habiendo negado directamente los
demandados cualquier tipo de relación laboral. El hecho de la naturaleza de la
relación laboral –argumenta la apelante- fue introducido por la demandada al
momento del diligenciamiento de las pruebas, en el pliego de preguntas realizado
a sus testigos, admitiendo con ello la relación laboral, lo que en forma
automática debe producir el rechazo de las excepciones de falta de acción. Los
testigos Juan Brizuela, Hernán García y Cecilio Aguilera manifestaron que Lisan
Mancuello se desempeñaba como vendedora del local comercial Arasunú, y expresa
la apelante que dichos testigos son imparciales, no objetados por la demandada y
sin ningún tipo de relación con las partes, por tanto, sin interés en el
resultado del pleito. Sin embargo, la declaración de estos testigos no fue
tenida en cuenta por el Juez, valorando solo las testificales de Ernando
Benítez, Javier Gallardo y María Isabel Barrios quienes debe presumirse sin duda
alguna que tienen interés en la causa, al ser trabajadores dependientes del
local comercial, y tía y cuñada de los demandados. Con todas estas pruebas –
manifiesta la recurrente- respaldadas con la presunción de verdad de lo afirmado
por la actora, al no haber presentado los libros laborales obligatorios, y por
la inversión de la carga probatoria, se llega a la total certeza de que la
actora se desempeñaba como vendedora a tiempo completo del local comercial
Arasunú. A continuación, la recurrente cita doctrina y jurisprudencia que estima
son aplicables al caso en relación a la incongruencia de las resoluciones. 5)
Inversión de la carga de la prueba: Expresa la apelante que probada la relación
laboral que poseía la actora con la firma comercial Arasunú y el Sr. Oscar
Servián, y el despido que sufrió la misma por parte de los demandados, es
aplicable lo dispuesto en el art. 137 del C.P.T, y más aún cuando la parte
demandada no ha dado cumplimiento a la intimación del Juzgado de presentar los
libros laborales obligatorios, y habiendo la actora prestado el debido juramento
de la veracidad de sus afirmaciones, corresponde tenerlas por ciertas. El Juez
en su resolución ha dispuesto con relación a la antigüedad de la actora como
limpiadora, la misma sostuvo en la demanda que tenía una antigüedad de 1 año y 6
meses, pero que no pudo demostrar durante el juicio. Con ello –expresa la
apelante- el Juez contraviene la normativa laboral antes citada, ya que la misma
impone la carga de la prueba a la parte demandada. 6) Rubros reclamados: la
apelante expresa que probada la relación laboral de la actora y los demandados,
y probado y no discutido su despido de su trabajo, corresponde la percepción de
los rubros reclamados y detallados a fs. 173, que asciende al monto de Gs.
14.264.700, además de la indemnización complementaria, en razón de que la parte
demandada negó el vínculo laboral, y ha sido demostrado el mismo, debiendo
aplicarse el equivalente al total de los salarios dejados de percibir por mi
mandante desde que se presentó la demanda hasta que la sentencia quede
ejecutoriada. También, la indemnización compensatoria, debiendo establecerse en
el 15% del importe de la condena. Concluye solicitando la revocación de la
resolución recurrida.-----------------------------------------------------------

Que, con relación a los honorarios, establecidos por el A.I. Nº


0132/08/01, sostiene enfáticamente que, una vez revocada la S.D. Nº 2358/2007/01
de fecha 23 de Octubre de 2007, debe ser rechazado el auto señalado y regularse
los honorarios conforme al acuerdo y sentencia que se dictare por esta Alzada.--

Que, el Representante Convencional del demandado, contesta el


traslado en los términos del escrito obrante a fs. 181/192, solicitando se
declare desierto el recurso de apelación interpuesto por la actora, al sostener
que el escrito de agravios presentado por la apelante no reúne las exigencias
mínimas requeridas para su tratamiento en alzada en razón de que no refuta los
argumentos de la resolución recurrida, y no puede considerarse como una crítica
concreta y razonada en los términos exigidos por el ordenamiento ritual, no
reuniendo las afirmaciones genéricas y las impugnaciones de orden general los
requisitos mínimos indispensables para mantener la apelación y en consecuencia,
confirmar la resolución recurrida, con costas. En cuanto a la resolución
aclaratoria, también señala que no existen agravios ni perjuicios, pues no se ha
puntualizado los perjuicios que la resolución le causa, por lo que solicita la
deserción de este recurso. El Agente Fiscal, por su parte, en su Dictamen Nº 15
de fecha 07 de julio de 2008, obrante a fs. 197, sostiene que a su criterio, la
resolución recurrida debe ser revocada por este Tribunal.-----------------------

Que, dado que la parte apelada solicitó la declaración de la


deserción del recurso de apelación interpuesto, dicha petición debe ser
desechada en razón de que analizados los escritos de expresión de agravios se
constata que la apelante procedió a la crítica razonada de las apreciaciones del
juzgador en la resolución recurrida, señalando cada uno de los errores que a su
criterio, tornan a la citada resolución injusta. En cuanto a los honorarios,
naturalmente debe correr la suerte de la resultancia del principal, por lo que
los fundamentos, aunque escuetos, deben ser atendidos. Por tanto, corresponde su
consideración y estudio por este Tribunal.--------------------------------------

Que, en cuanto a la excepción de falta de acción, la apelante


cuestiona la decisión del a-quo al hacer lugar a la excepción de falta de acción
interpuesta por el Sr. Juan Antonio Servián López, propietario del local
Comercial Arasunú. Al respecto, sostuvo fundamentalmente que el juez a-quo tomó
en consideración únicamente la declaración vertida por la accionante en la
absolución de posiciones, sin analizar las declaraciones de los testigos
ofrecidos por su parte que se refieren a la actividad laboral que la trabajadora
realizaba en el local comercial, hecho que también ha sido reconocido por el a-
quo al atribuirle pleno valor a las declaraciones de los testigos de la parte
demandada, quienes manifestaron que la misma trabajaba en el local comercial,
por lo que el Juez no pudo haber admitido la excepción de falta de acción ya que
se halla plenamente probado el vínculo laboral entre la accionante y la casa
comercial.----------------------------------------------------------------------

Que, tal como lo ha señalado la apelante, el juez ha señalado en el


párrafo décimo del considerando de la resolución recurrida que habiendo la
actora confesado que no fue contratada por el propietario de la firma comercial
para realizar trabajo de subordinación o dependencia laboral como vendedora,
como tampoco no fue despedida por dicho propietario y que el mismo no le adeuda
suma de dinero alguna, siendo en consecuencia procedente la excepción de falta
de acción como medio general de defensa interpuesta por el Sr. Juan Antonio
Servián López, en representación de la firma comercial Arasunú. Es importante
señalar que conforme a los principios de la sana crítica, y teniendo en cuenta
la naturaleza de los derechos discutidos en el proceso laboral, la confesión en
juicio del trabajador constituye un medio de prueba que debe ser valorada
conjuntamente con las demás pruebas aportadas, cediendo si de las demás en su
conjunto surgen hechos contrarios a los que han sido admitidos en la absolución
de posiciones. En tales condiciones, no obstante las afirmaciones de la actora
señalados por el a-quo, las declaraciones testificales de los Sres. Ernando
Ramón Benítez, (fs. 73) Javier Luis Gallardo (fs. 78) y María Isabel Barrios,
(fs. 79) que fueran testigos de la parte demandada, así como de las ofrecidas
por la parte actora, surge que la Srta. Lisan Mancuello se desempeñaba como
trabajadora en el local Comercial Arasunú, por lo que estas declaraciones, al
ser contundentes y en un mismo sentido desechan las declaraciones vertidas por
la trabajadora en su absolución de posiciones, además de haber admitido
tácitamente la demandada a través del interrogatorio dirigido a sus testigos
(fs. 72) que la misma prestaba servicios en la casa comercial. En este sentido,
el juez también concluyó en que la actora prestaba sus servicios en el local
comercial, por lo que resulta incoherente acoger la excepción de falta de acción
planteada por el propietario del citado local comercial, y más aún cuando la ley
establece la presunción de la existencia de la relación laboral alegada por el
trabajador -en este caso con la casa comercial Arasunú- al haber prestación
subordinada de servicios, salvo prueba terminante en contrario, lo que no ha
sido producida por el co-demandado en autos. En consecuencia, teniendo
legitimación pasiva para ser demandado el Sr. Juan Antonio Servián, corresponde
hacer lugar a este agravio, debiendo desestimarse la excepción de falta de
acción interpuesta por su parte.------------------------------------------------

Que, en cuanto a la calidad de intermediario del propietario del


local comercial Arasunú, que la apelante atribuye al Sr. Oscar Servián, resulta
innecesario su estudio y consideración, dada la forma como quedó resuelto el
agravio anterior.---------------------------------------------------------------

Que, siguiendo con el análisis, la apelante se agravió de la decisión


del a-quo al atribuirle a la actora la calidad de empleada doméstica, en razón
de que en ningún momento dicha calidad ha sido alegada ni en la demanda, ni en
la contestación de la misma, habiendo los demandados negado cualquier tipo de
relación laboral. La apelante argumentó que la naturaleza de la relación laboral
–empleada doméstica- fue introducida por la demandada al momento del
diligenciamiento de las pruebas. En relación a la cuestión, es necesario señalar
que asiste razón a la apelante, en cuanto que la calidad de empleada doméstica
no fue alegada por los demandados oportunamente, por lo que no podía ser objeto
de discusión, y en consecuencia no correspondía su consideración por el juez. No
obstante ello, tampoco puede dejar de mencionarse que dentro de la calidad de
trabajadores domésticos, tal como lo previene el art. 148 del C.T. están
comprendidas las personas que realizan de manera habitual las labores de aseo,
asistencia y demás del servicio interior de una casa u otro lugar de residencia
o habitación particular y otros también enunciados en la misma normativa, siendo
el lugar donde se presta dichos servicios determinante para atribuirle la
referida calidad. Como se ha visto, de las constancias de autos ha quedado
plenamente demostrado que la accionante trabajaba en el local comercial Arasunú,
por lo tanto cualquiera sean los trabajos o las actividades efectuadas por la
misma en su carácter de empleada, no podría considerárseles como domésticos, en
cuanto que los mismos, atendiendo al lugar donde se realizaban, estuvieron
afectados al destino atribuido a la casa comercial, en este caso, a la
realización de operaciones comerciales. El Juez, al efecto de atribuir la
calidad de empleada doméstica a la demandante, tomó en consideración la
actividad que la trabajadora realizaba, según los testigos ofrecidos por la
parte demandada, quienes sostuvieron que la Srta. Lisan Mancuello realizaba en
el local comercial tareas de limpieza. Sin embargo, dicha circunstancia, tampoco
constituye un hecho determinante para atribuir la calidad de empleada doméstica,
dado que la actividad de limpieza en un sentido amplio, puede comprender desde
limpieza del local hasta la venta de los productos puestos en el local
comercial.----------------------------------------------------------------------

Que, considerando la irrelevancia de la discusión acerca de la


calidad de empleada doméstica que fuera atribuida a la accionante por los
testigos de la demandada, tanto desde el punto de vista formal, al no haber sido
alegado dicha calidad por la demandada oportunamente, como desde el punto de
vista sustancial, en razón de que demostrada la relación de dependencia laboral
entre la trabajadora y Comercial Arasunú, no interesa la modalidad de la
actividad desempeñada por la misma en cuanto se halla afectado al funcionamiento
del local comercial, corresponde tener por ciertas las afirmaciones de la
demandante, apoyada las declaraciones ofrecidas por los testigos ofrecidos por
su parte: Juan Esteban Brizuela (fs. 62), José Hernán García Vera (fs. 65) y
Cecilio Aguilera Valdéz (fs. 66) quienes manifestaron que vieron a la actora en
el local comercial Arasunú que queda sobre Mcal. Estigarribia y Constitución,
trabajar como vendedora, por lo que debió ser considerada como tal al momento de
efectuarse la liquidación.------------------------------------------------------

Que, probada la relación laboral entre el propietario del local


comercial y la Srta. Lisan Mancuello, en su carácter de vendedora de Comercial
Arasunú, corresponde determinar si a la luz de las pruebas producidas y demás
constancias en autos, surge que la ruptura del vínculo laboral se ha producido
por el despido injustificado ocurrido en fecha 05 de mayo de 2007, según las
alegaciones de la actora. En efecto, la patronal en su contestación de demanda
simplemente negó la existencia del despido injustificado aducido por la
trabajadora, al sostener la inexistencia de la relación laboral con el Comercial
Arasunú. No obstante, al constatarse la efectiva existencia de la relación
laboral –negada en principio por el demandado- al ser admitido expresamente por
ésta en su interrogatorio para testigos (fs. 72), pone en duda la inexistencia
del despido sin justa causa aducida por la patronal, lo cual origina una
presunción a favor de la trabajadora, y teniendo en cuenta que los testigos
ofrecidos por el empleador, tales como Javier Luis Gallardo (fs. 78) y María
Isabel Barrios López (fs. 79), manifestaron que la Srta. Lisan Mancuello dejó de
asistir a su lugar de trabajo, sin tener conocimiento de su motivo, ello no es
suficiente para concluir en un posible abandono de trabajo, dado que ni fue
alegado por el demandado oportunamente, y en el caso de que se hubiere alegado,
su validez queda subordinado al cumplimiento de determinados requisitos legales
como los establecidos en el art. 781 inc. q) del CL. En estas condiciones,
corresponde tener por acreditado el despido injustificado alegado en la
demanda.------------------------------------------------------------------------

Que, en relación a la antigüedad laboral, la apelante se agravió de


la decisión del juez al establecer que la trabajadora no pudo demostrar la
antigüedad laboral de un año y seis meses alegada en la demanda, dejándola
establecida en un año, en razón de que los testigos propuestos por la misma no
pudieron determinarla, no así los testigos propuestos por la parte demandada
quienes manifestaron que la demandante trabajó aproximadamente un año. La
apelante, en relación a la conclusión arribada por el a-quo, sostuvo que el
mismo contravino la normativa laboral prevista en el art. 137 del C.P.T.,
teniendo en cuenta que la parte demandada no ha dado cumplimiento a la
intimación del Juzgado de presentar los libros laborales obligatorios, y la
trabajadora prestó juramento de la veracidad de sus afirmaciones, conforme al
art. 161 C.P.T., por lo tanto corresponde que se tengan por ciertas sus
alegaciones. Es importante señalar al respecto, que la presunción señalada por
la apelante no puede tomarse en sentido estricto y absoluto cuando existen otras
pruebas que desvirtúan los hechos aducidos por el trabajador. En este caso,
asiste la razón al juez de la instancia inferior al señalar que la actora no
pudo demostrar la antigüedad de un año y seis meses de trabajo aducido en su
demanda, pues sus testigos no aportaron información alguna que avale tal
circunstancia; en cambio, los testigos de la demandada Javier Luis Gallardo y
María Isabel Barrios, expresaron que la trabajadora prestó sus servicios en el
local Comercial Arasunú aproximadamente un año o casi un año. Si bien es cierto,
no puede desconocerse que dichas declaraciones acerca de la cuestión, fueron
imprecisas, sin embargo, en tales condiciones, al no haber otra prueba en
contrario, dejarse establecida la antigüedad laboral de la trabajadora en un
año, resulta correcto y equitativo.---------------------------------------------

Que, teniendo en cuenta que la ruptura de la relación laboral entre


la actora y el propietario del local Comercial Arasunú, ha ocurrido como
consecuencia del despido sin justa causa por parte del empleador, corresponde la
percepción por parte de la trabajadora de las indemnizaciones por falta de
preaviso y despido injustificado, conforme a lo establecido en los arts. 87,90 y
91 del C.T.---------------------------------------------------------------------

Que, en relación al rubro de diferencia salarial, aguinaldo del año


2006, proporcional del año 2007, y vacaciones del año 2007, cabe señalar que
dado que el empleador no ha presentado los libros laborales exigidos por la ley,
ni algún otro elemento de prueba que acredite fehacientemente haber cumplido con
sus obligaciones laborales de acuerdo a lo establecido por la ley, corresponde
tener por ciertas las afirmaciones de la trabajadora en lo referente a las
deudas , por lo que éstos deberán ser abonados por el Sr. Juan Antonio Servián
López a la Srta. Lisan Mancuello.-----------------------------------------------

Que, en cuanto a las vacaciones del año 2006 no corresponde su


imposición habida cuenta que el trabajador aun no contaba con la anualidad en la
prestación de servicios, y tampoco las horas extras, que debieron ser probadas
por el trabajador.--------------------------------------------------------------

Que, la actora solicitó el pago de la indemnización complementaria,


de acuerdo a lo establecido por el art. 82 del C.T. aduciendo que corresponde la
percepción del total de salarios por parte de la trabajadora al haber negado el
empleador el vínculo laboral, cuya existencia ha quedado demostrada. Sin
embargo, analizada la normativa contenida en la citada disposición, la ley es
clara al establecer que se tendrá derecho a percibir la indemnización
complementaria cuando el empleador impute una justa causa de despido que no
pudiera ser probada en el juicio. En este caso, no se da el presupuesto fáctico
establecido por la ley para que la trabajadora se haga acreedora de la referida
indemnización, en razón de que el empleador no alegó ninguna causa de despido
que no fuera probada en el juicio, por lo que no corresponde hacer lugar al pago
del presente rubro reclamado.---------------------------------------------------

Que, también la apelante reclamó el pago de la indemnización


compensatoria prevista en el art. 233 del C.P.T. en razón de que la parte
demandada ha incurrido en una negativa injustificada de cumplir con sus
obligaciones legales con su mandante, debiendo dejarla establecida en el 15% del
importe de la condena. Al respecto, teniendo en cuenta que se ha demostrado que
el Sr. Juan Antonio Servián ostentaba también la calidad de empleador de la
actora, y que éste se ha negado a cumplir en tiempo y forma con sus obligaciones
legales, el cual dio origen al inicio y prosecución del juicio, procede el
reclamo en este concepto, debiendo el demandado abonar la indemnización
compensatoria. En cuanto al porcentaje a ser aplicado sobre el monto de la
condena en este concepto, dada la poca antigüedad laboral de la trabajadora,
resulta apropiado dejarlo establecido en el 5%.---------------------------------

Que, en consecuencia la sentencia recurrida, en cuanto al fondo, no


se halla ajustada a derecho y corresponde revocarla haciendo lugar a la demanda,
quedando la liquidación de los distintos rubros, teniendo en cuenta el salario
mínimo al tiempo del despido de Gs. 1.219.795 mensuales, o 40.659, como sigue:--
(G. 44.726 x 30 días) Arts. 87 y
Indemnización por falta de preaviso G. 1.219.795
90 del C.T.
Indemnización por despido (15 salarios x años de antigüedad)
G. 609.898
injustificado Art. 91 del C.T.
(G. 1.219.795 – G. 500.000 = G. 719.795)
Diferencia Salarial año 2006 G. 5.038.565
x 7 meses. Art. 259 del C.T.
(G. 1.219.795 – G. 600.000 = G. 619.795)
Diferencia Salarial Año 2007 G. 3.098.975
x 5 meses. Art. 259 del C.T.
Aguinaldo año 2006 Art. 243 C.T. G. 813.197
(4.879.180/12)
Aguinaldo proporcional - Año 2007 G. 406.598
Art. 244 del C.T.
Vacaciones Año 2007 (G. 44.726 x 12 días) G. 536.712

Liquidación total parcial G. 11.723.740


(Art. 233 del C.P.T.)
Indemnización Compensatoria G. 586.187
5% del monto de la condena
Liquidación total general G. 12.309.927

Total general: Guaraníes Doce millones trescientos nueve mil


novecientos veinte y siete (G. 12.309.927).-------------------------------------

Que, arribada a la conclusión anterior, por vía de consecuencia,


corresponde revocar el auto aclaratorio, y en su consecuencia, regular los
honorarios profesionales del Abog. Ricardo Antonio Romero en su doble carácter
de abogado y procurador: a) en la causa principal, como perdidoso, respetando el
porcentaje del 18,75% sobre el monto de la condena del juicio, en aplicación del
art. 32 y 25 de la Ley Nº 1376/88, en la suma de Guaraníes un millón ciento
cincuenta y cuatro mil cincuenta y seis (G. 1.154.056), más I.V.A.; y b) en la
excepción de falta de acción, como perdidoso, aplicando el 18,75% sobre los
honorarios para la causa principal y no menos de 5 jornales mínimos diarios, que
asciende a la suma de Guaraníes doscientos cincuenta y ocho mil treinta y cinco
(G. 258.035), más I.V.A.--------------------------------------------------------

A sus turnos los Miembros Abogados Blas Eduardo Ramírez Palacios y Sergio
Martyniuk Barán, dijeron: Que, se adhieren al voto del preopinante por los mismos
fundamentos expuestos.----------------------------------------------------------

Con lo que se dio por terminado el acto, firmando por ante mí, los Señores
Miembros quedando acordada la Sentencia siguiente: ---------------------------------

Magistrados: Wilfrido Clemente Rolón Molinas, Blas Eduardo Ramírez Palacios y Sergio
Martyniuk Barán.
Ante mí: Miguel Ángel Zayas G., Actuario Judicial.

SENTENCIA DEFINITIVA Nº 216/08/01.-


Encarnación, 27 de noviembre de 2008.-

VISTO: Los méritos que ofrece el acuerdo precedente y sus


fundamentos, el Excmo. Tribunal de Apelación, Primera Sala, de la
Circunscripción Judicial de Itapúa; --------------------------------------------

RESUELVE
1.- REVOCAR, con costas, el punto 1º de la S.D. Nº 2358/2007/01 del 23
de octubre de 2007, y, en consecuencia, NO HACER LUGAR a la excepción de falta
de acción deducida por el Señor Oscar Servián Cabrera y por Juan Antonio Servián
López, por Comercial Arasunú, por los fundamentos expuestos en la parte
analítica de esta resolución.---------------------------------------------------

2.- REVOCAR, el punto 2º de la S.D. Nº 2358/2007/01 del 23 de


octubre de 2007, y, en consecuencia, HACER LUGAR, con costas, a la demanda
instaurada por Lisan María Mancuello Guerrero contra Juan Antonio Servián López
por Comercial Arasunú, por cobro de guaraníes en diversos conceptos laborales, y
en consecuencia condenar al mismo, a pagar a la actora la suma total de
Guaraníes Doce millones trescientos nueve mil novecientos veinte y siete (G.
12.309.927), en el plazo de tres días de quedar firme y/o ejecutoriada la
presente resolución, por los fundamentos expuestos en la parte analítica de esta
resolución.---------------------------------------------------------------------

3.- REVOCAR, el A.I. Nº 0132/08/01 del 08 de febrero de 2008, y, en


consecuencia, REGULAR los honorarios profesionales del Abogado Ricardo Antonio
Romero en su doble carácter de abogado y procurador: a) en la causa principal,
como perdidoso, en la suma de Guaraníes un millón ciento cincuenta y cuatro mil
cincuenta y seis (G. 1.154.056), más I.V.A.; y b) en la excepción de falta de
acción, como perdidoso, aplicando el 18,75% sobre los honorarios para la causa
principal y no menos de 5 jornales mínimos diarios, que asciende a la suma de
Guaraníes doscientos cincuenta y ocho mil treinta y cinco (G. 258.035), más
I.V.A.--------------------------------------------------------------------------

4.- ANOTAR y registrar.-----------------------------------------

Magistrados: Wilfrido Clemente Rolón Molinas, Blas Eduardo Ramírez Palacios y Sergio
Martyniuk Barán.
Ante mí: Miguel Ángel Zayas G., Actuario Judicial.

También podría gustarte