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LAS EMPRESAS EN EL SIGLO 21

Prosperar en el panorama cambiante que nos propone el mercado actual no es


tarea fácil y, sin duda, requiere un cambio de mentalidad, antes que de modalidad
de gestión. Todos estamos de acuerdo que el avance tecnológico que se produjo
en los últimos 10 años no tiene igual y su impacto no fue sólo en algunas áreas de
los negocios, sino en todos los aspectos de nuestras vidas, tanto personales como
profesionales.

El panorama empresarial actual


Ha cambiado el concepto de comunicación, de comunidad, hasta los conceptos de
trabajo y trabajador han adquirido nuevos matices, viéndose ahora como
oportunidad de aprendizaje y crecimiento el primero (en vez que como recurso de
sobrevivencia) y los segundos como recursos humanos que hay que cuidar, retener,
atraer y potenciar.

Si la tecnología ha sido el impulsor de este cambio, sin duda la globalización y,


como consecuencia, una sobredosis de información, han hecho el resto. Tener
acceso a todo lo que necesitamos con un clic ha permitido que el intercambio de
información fuese mucho más rápido, efectivo y hasta disruptivo en algunos casos.
El resultado es un aumento desmedido de la competencia, que ya no se refiere solo
a los negocios que operan en nuestro mismo sector, sino más bien puede definirse
como todos los negocios que intentan captar la atención del usuario final, en el
momento en el que nosotros también decidimos hacerlo.

Competimos por el tiempo de atención de un potencial cliente. El reto es buscar


el momento perfecto para vehicular el mensaje que la empresa quiere transmitir y
comunicar de la forma más directa, atractiva y rápida posible. Los consumidores
dedican su tiempo solo a lo que les interesa realmente y seleccionan y dan juicios
sobre empresas y productos en tan solo 5 segundos.

Es la era de “Ya lo tengo todo, ¡sorpréndeme!” y eso hace que los avances sean
cada vez más rápidos, impresionantes y direccionados hacia esa automatización
que nos libera de tareas, preocupaciones y errores, y nos simplifica, hasta niveles
impresionantes, trabajos que, hace unos años, requerían muchos estudios y un
elevado desarrollo de competencias. Podemos hacer fotos profesionales con tan
solo un móvil, montar videos rápidamente, enviar flores un día festivo a miles de
kilómetros de nosotros, todo esto sin gastar más de 5 minutos. En Europa está
teniendo cada vez más éxito una empresa que ha reinterpretado el servicio de
delivery, usando como valor diferencial el tiempo de entrega: en 10 minutos tienes
la compra en tu casa y, si el servicio falla de un solo minuto, la entrega te sale gratis.
En este panorama tan evolucionante y cambiante, ¿cuáles son las mayores
tendencias de las empresas? ¿Qué características deben tener las empresas
para poder seguir en el mercado de una manera exitosa?, ¿y a cuáles retos
tienen que enfrentarse?
Estas y otras preguntas las contestaremos a lo largo de este artículo, teniendo en
cuenta los diferentes aspectos que influyen e influencian los negocios hoy en día.

Tendencias de las empresas


Trabajo Digital
Analizando el entorno actual, y sobre todo a raíz de la pandemia, uno de los
aspectos que más ha cambiado el mercado laboral, es la forma de trabajar. Cada
vez más han tomado pie conceptos como Teletrabajo, Smart Working y Nomade
Digital.
Son el resultado de un cambio de paradigma profundo, el trabajo digital. El aumento
del uso de la tecnología, la creación y el crecimiento de servicios digitales han
permitido el desarrollo de nuevos puestos de trabajo, que tienen en común el
uso de las TIC.
Esta nueva tendencia permite que las empresas promuevan el trabajo con equipos
internacionales para construir, apoyar y expandir sus negocios. Trabajar con una
mentalidad global es un proceso que está destinado a expandirse a todas aquellas
empresas de alto rendimiento que quieren seguir siendo competitivas en el mercado.
Comercio móvil y comercio social

Como comentamos antes, captar la atención del cliente es una tarea difícil y es
importante aprovechar toda ocasión posible para hacerlo, por eso poder estar al lado
de las personas en cualquier momento se convierte en una necesidad y, hoy en día,
la tecnología que llevamos con nosotros en cualquier momento es el móvil. Según
un estudio de Asurios, revisamos nuestro celular al menos una vez cada 10
minutos. Cada 10 minutos una empresa tiene la oportunidad de conectar con
su cliente a través de los diferentes canales a su disposición. En ese sentido
las redes sociales revisten un rol fundamental, ya que se han convertido en los
espacios virtuales en los que más tiempo pasamos durante nuestra jornada. Cada
vez más hay nuevas herramientas para que estas plataformas puedan brindar a sus
usuarios experiencias más complejas y completas.
Nuevos nichos de mercados
La necesidad de personalizar la oferta para ajustarse cada vez más al usuario final
hace que se creen nuevos nichos de mercado, mucho más específicos, y esto se
convierte en la necesidad de tener procesos flexibles, que puedan hacer de la
personalización del producto, una ventaja competitiva para la empresa.
Características de las empresas del siglo XXI
Las características que identifican a las empresas del siglo XXI vienen de los valores
que las personas abrazan en esta época de cambios. En ese sentido los factores
culturales, comunicativos y sociales que están impulsando esta
transformación se convierten en características que las empresas asumen
como propias, para llevar a cabo un modelo de gestión apto a los tiempos actuales
y a las expectativas y necesidades de las personas.
Podemos identificar 4 características principales que describen las empresas del
siglo XXI:

• Convivencia entre robot y humanos: cobot


Los robots no son todos iguales. Se pueden clasificar por tamaño, velocidad,
flexibilidad operativa, precio, y muchas más características. Más en específico, las
diferencias entre los robots tradicionales y los colaborativos se pueden
resumir en tres propriedades principales: seguridad, flexibilidad y velocidad de
puesta en marcha.
Seguridad: la mayoría de los cobots pueden trabajar sin barreras de protección a
su alrededor, porque disponen de sistemas de seguridad internos que permiten
pensar y organizar el proceso productivo como un proceso compartido entre hombre
y robot, gracias a sensores de seguridad, laser que escanean la presencia de
personas y su distancia, etc.
Flexibilidad: un cobot es pequeño y ligero, se puede adaptar para que realice varias
operaciones distintas y es fácil de programar.
Velocidad de puesta en marcha: gracias a sus características, el cobot no requiere
grandes cambios en los procesos productivos para ser implementado, más bien
aporta grandes cambios al reducir los costes, los tiempos de realización de tareas,
etc.
• Valores y responsabilidad sociales
Una empresa que no tenga bien definidos sus valores sociales es una empresa que
no será capaz de crear un impacto positivo en la sociedad en la que opera. De aquí
que, en los últimos años, muchos departamentos de RRHH han hecho hincapié en
la cultura empresarial y en su contribución a una sociedad mejor, sea a nivel
humano, ambiental, etc. La responsabilidad social de una empresa es un
objetivo que hay que cultivar de forma constante, coherente y planificada, no
vale con hacer una acción altruista de vez en cuando, sin darle un marco de acción
que responda a las necesidades de una sociedad que está cambiando y que está
mucho más consciente del impacto que la economía tiene en las vidas de las
personas. Es un deber de las empresas promover el bienestar y la evolución de las
generaciones presentes y futuras.
• Previsión y estrategias data driven
Hoy en día casi todo se puede prever, y si esto es posible es gracias al análisis de
una gran cantidad de datos a la que tenemos acceso y a la búsqueda de tendencias
dentro de los mismos.
Eso nos permite planificar con mucha más certeza, así como atrevernos a cambios
y ajustes más rápidos en nuestras estrategias empresariales.

• Colaboración continua
Las empresas no solo compiten, sino que también colaboran, y lo hacen para aportar
más valor a sus ofertas, para enriquecer la experiencia de sus clientes y para
aumentar su propia autoridad en el mercado. Es la era en la que la colaboración se
convierte en mayores oportunidades, y sobre todo en el camino para alcanzar
resultados diferentes en un mercado que parece haber experimentado ya todo.

Las ventajas competitivas de las empresas del siglo XXI

Sería difícil y reductivo definir un listado de ventajas competitivas para las empresas
de este siglo, porque realmente es tarea de cada negocio diferenciarse en el sector
en el que opera y según los recursos con los que cuenta. Pero, en su lugar, se
pueden analizar los aspectos que permiten alcanzar una ventaja competitiva en
el mercado actual.
Antes que nada, el objetivo de la economía actual es activar todo el potencial de
las personas (empowerment) para aportar una mejora sustancial a sus vidas y al
entorno en el que viven. Eso ya de por sí es un aspecto a tener en cuenta: las
personas visten un rol fundamental para el desarrollo de la economía actual, por eso
lo oportuno es dotarlas de todos aquellos recursos y oportunidades que puedan
despertar y ayudar a desarrollar ese potencial.
Por otro lado, no podemos olvidarnos de la innovación, pero ya no hablamos de
una innovación sin propósito, fin en sí misma, hoy en día el reto es poner la
innovación al servicio de las nuevas necesidades, para que impacte de forma
positiva el entorno social y que, sobre todo, sea continua. Las innovaciones
tienen una duración mucho menor que en pasado, de hecho, innovar se ha
convertido en una tarea del día a día, que está muy lejos del concepto de “crear algo
nuevo”. Innovar es la capacidad de aportar un cambio, crear una posibilidad de
crecimiento, de mejora.
Estos dos factores son los impulsores de muchos otros aspectos que podrían
mencionarse en este capítulo, como la tecnología, el liderazgo, el modelo
organizacional, etc. Pero es cierto que, sin estos dos, los demás no tendrían un
fundamento solido sobre el que desarrollarse.

Hemos llegado al final, que es más bien un comienzo de nuestro objetivo: revisar
nuestros negocios, ajustarnos a las dinámicas actuales y apuntar hacia una mejora
continua que aporte un crecimiento a nuestros colaboradores, al entorno en el que
vivimos y a las futuras generaciones, que heredarán el mercado actual.

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