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Capítulo IV - SDM: evaluación de la calidad Pág.

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CAPÍTULO IV
SISTEMAS DE DISTRIBUCIÓN DE MEDICAMENTOS:
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD

Introducción

La calidad es el conjunto de propiedades y características de un producto, ya


sea un bien o un servicio, que le confieren su aptitud para satisfacer ciertas
necesidades, explícitas o implícitasi. El cliente es quien recibe el bien o servicio; el
cliente puede ser externo o interno, según su posición en la organización oferente. El
receptor final de un producto es el cliente externo o cliente-usuarioii. El control de
calidad consiste en técnicas y actividades operativas que se utilizan para evaluar el
cumplimiento de los requisitos relativos a la calidadi.
Aseguramiento de la calidad es el conjunto de acciones planificadas y
sistemáticas necesarias para proporcionar la confianza de que un producto cumplirá
con los requisitos de calidad. Las directrices y los objetivos generales de una
empresa, institución, servicio o unidad, relativos a la calidad y que se expresan
formalmente por la dirección, constituyen la política de la calidad. A través de la
gestión de la calidad, se aplica la política de la calidadi.
Un sistema de calidad es el conjunto, estructuralmente organizado, de las
responsabilidades, de los procedimientos, de los procesos y de los recursos que se
establecen para desarrollar la gestión de la calidad. Toda empresa -cualquiera sea su
naturaleza- necesita una política bien definida y una estructura organizativa,
protocolos o manuales de procedimientos y un sistema propio de auditoría para una
mejora continua, a fin de lograr y mantener un nivel de calidad adecuado en sus
productos (bienes o servicios). El fundamento de un sistema de calidad es el
compromiso personal de cada individuo involucrado con la idea de la calidad aplicada
en su trabajo, en colaboración con su equipo, y orientada hacia el logro común de los
objetivos de la dirección. Sólo se puede hacer gestión de calidad desde el interior de
una organización; exteriormente, sólo se puede hacer controli,ii.
Al involucrar la salud en el contexto de la calidad, surgen planteos con
opiniones encontradas y, a veces, contradictorias; esto se debe a las definiciones y
premisas subyacentes sobre la salud. En este momento, los polos opuestos parecen
ser, por un lado, ubicar a la salud como un bien de mercado (neoliberalismo) en el

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ámbito privado y, por el otro, reconocerla como un bien público (socialmente


prioritario) y un derecho social ciudadanoiii, iv.
Al considerar la salud como una mercancía (neoliberalismo), la evaluación de la
calidad se centrará en la reducción de costos, es decir, que sólo se valorará la
eficiencia en la utilización de recursos. Así, la calidad científico-técnica-asistencial y la
valoración riesgo/beneficio a la que se somete el paciente, se convertirán en
componentes secundarios; mientras el grado de satisfacción del paciente, quedará
totalmente relegado, ya que la salud es (para esta postura) su propio problema y su
responsabilidadiii.
Por otra parte, diferentes organismos internacionales, entre ellos la OMS, la
Federación Internacional Farmacéutica (FIP) y numerosos organismos nacionales en
varios países desarrollados, promueven el establecimiento de métodos y
procedimientos para el control sistemático de la calidad de la atención a los
pacientes. También remarcan la necesidad de políticas y normativas nacionales
claras y explícitas sobre la calidad asistencial, incluyendo: qué y cómo debe
valorarse; quiénes deben hacerlo y cómo deben coordinar sus esfuerzos los
profesionales sanitarios, los investigadores, los políticos, las autoridades sanitarias y
los consumidoresv, vi, vii.
Entre los factores válidos de la calidad a considerar, además de la eficacia
técnica por sí sola, se encuentran la equidad, la accesibilidad y la satisfacción del
pacienteviii, ix. La medición de estos factores debe contemplar los recursos, el proceso
y el resultado de la atenciónx. Sin embargo, aún continúan vigentes numerosos
cuestionamientos y polémicas respecto de la prioridad del control de calidad en
relación con los costos y el tiempo que implican, su obligatoriedad y su utilidad
prácticaviii. La introducción de la calidad de vida como criterio para evaluar los
resultados de una determinada acción en la atención de salud es un ejemplo de la
complejidad del tema. Si mejorar la calidad de vida del paciente es el objetivo
prioritario de toda asistencia sanitaria, entonces, la pregunta es: qué es y cómo se
mide la calidad de vida de un paciente. Se observa que se trata de un concepto
subjetivo, dependiendo de las necesidades y expectativas de cada paciente y de las
metas terapéuticas acordadas con el equipo de salud que lo asistexi. Actualmente, la
calidad asistencial en los servicios de salud continúa siendo subjetiva, dependiendo
del ojo del observador y de sus propios interesesvii,viii, x,xi.
Existen expresiones técnicas que pretenden objetivar la calidad de vida, como
los años de vida ganados ajustados por calidad (AVAC ganados)xii o los años de vida
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ganados ajustados por discapacidad (AVAD ganados)iii,iv. Este tipo de medidas


permiten realizar estimaciones económicas comparando diferentes alternativas de
inversión o utilización de recursos (humanos, materiales y/o financieros) en un
contexto definido iii,iv, xiii, xiv. Las tasas de morbilidad y mortalidad, como indicadores de
salud clásicos, resultan más tangibles y pueden reflejar la realidad de un contexto
social, económico y sanitario más amplio4.
Si se enfoca el control de calidad desde su objeto de estudio, se evalúa el
paradigma: estructura, proceso y resultado (EPR). Desde este punto de vista, en
sanidad, la estructura posibilita la calidad, mientras que el proceso la construye; pero
no siempre es posible medir los resultados. Incluso cuando se obtienen resultados
mensurables, su objetividad para evaluar la calidad de la atención sanitaria es
relativa, ya que la mejoría en el estado de salud de un paciente dependerá tanto de
los procesos como de los resultadosii,x. Esta perspectiva, permite plantear criterios de
estructura o de proceso que bien pueden considerarse como requisitos previos o
recursos necesarios1 para el desarrollo de una actividad a evaluar.
La calidad de la atención farmacéutica podría considerarse como pobre si los
resultados muestran que no se han alcanzado las metas terapéuticas planteadas con
la utilización de un medicamento; sin embargo, la detección de una posible reacción
adversa con el medicamento que, a su vez, motivó el incumplimiento del tratamiento
por parte del paciente, demuestra una buena calidad en los procesos. Es evidente
que se requiere de una adecuada documentación de los procedimientos
profesionales y de los resultados de los pacientes para poder valorar la calidad
asistencialx.

Programas de calidad asistencial: criterios de calidad

Los programas de garantía de calidad asistencial se basan en la utilización de


criterios que evalúan aspectos concretos de una determinada actividad o proceso. De
ellos se desprenden indicadores y estándares que miden, de un modo simple y por
comparación, el grado de calidad alcanzado. Al formular los criterios, debe tenerse en
cuenta que sean: pocos; fáciles de obtener y medibles; válidos, específicos y
concretos; relevantes; razonables y aplicables; y fáciles de entender e interpretarii,vi, xv,
xvi, xvii, xviii, xix
. Deben enfocar, abierta y globalmente, posibles problemas para
detectarlos e implementar medidas correctivasxx, xxi, xxii.

1
Supra: V. Capítulos II (p.43 y ss.) y III (p. 69 y ss.). Cfr. con referencias bibliográficasii, x.
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A partir de la obtención de información sobre el grado de calidad alcanzado,


utilizando los indicadores y estándares elaborados, puede detectarse la necesidad de
implementar intervenciones o acciones específicas, o bien, desarrollar una evaluación
más profunda para analizar y buscar soluciones alternativas a problemas
complejosxxiii, xxiv, xxv
. En definitiva, toda evaluación es el inicio de una etapa de
mejoras continuas y el compromiso de promover la calidad y actualizar los programas
y sistemas relativos a ella. Es muy común la utilización de planillas confeccionadas
para el registro de los controles implementados, las que se adaptan al tipo de
indicador, la frecuencia de evaluación, etc. y facilitan la recolección sistemática de
información, una vez elaborados los indicadores y estándares apropiadosviii, xv, xvii-xix,

xxvi, xxvii
.
En la evaluación de la calidad asistencial de los servicios de salud, el cliente
externo o final por naturaleza es el paciente, quien es también usuario, consumidor o
público; pero, dependiendo del enfoque o profundidad del análisis, se pueden
encontrar clientes inmediatos e internos para cada actividad o procesoii.
En un hospital, cada servicio trabaja en conjunto con otros, ya sea sucesiva o
simultáneamente, en la atención del paciente. En el SDM para pacientes
institucionalizados, por ejemplo, el personal de enfermería es el cliente inmediato e
interno del SF. En cambio, en la dispensación al paciente ambulatorio, es él mismo el
cliente inmediato del SF.

Servicio de Farmacia: criterios de calidad

En la dispensación de medicamentos, el SF es el protagonista principal, pero no


el único que participa del proceso. Existen elementos que dependen del SF
directamente, mientras que otros factores son externos a élxxviii. Por este motivo, se
presentan, a continuación, criterios de calidad internos y externos del SF,
diferenciados, a su vez, por las características del cliente principal y final de la
dispensación: el paciente, institucionalizado y/o ambulatorio. Este listado de criterios
es un ejemplo simplificado (orientativo) de aspectos generales y básicos a considerar
en la evaluación de los SDM.
Finalmente, se desarrollan ejemplos de indicadores con sus respectivos
estándares en ámbitos concretos, a partir de criterios aplicables. En ellos se muestra
cómo pueden adaptarse criterios generales hasta obtener indicadores específicos,
acordes a la realidad que se pretende evaluar.

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Criterios de calidad internos del Servicio de Farmacia


¾ Dispensación al paciente (en general)
† Existencia de un programa o sistema de adquisición acorde a las necesidades y
objetivos sanitarios locales o institucionales.
† Disponibilidad de medicamentos esenciales.
† Elaboración y/o revisión de protocolos de adquisición.
† Elaboración y/o revisión de protocolos de almacenamiento.
† Elaboración y/o revisión de protocolos de dispensación.
† Demanda insatisfecha por falta del medicamento.
† Medicamentos realmente dispensados.
¾ Dispensación al paciente institucionalizado
† Planificación de actividades de fraccionamiento y reenvasado en dosis unitarias.
† Validación de la prescripción o el pedido.
† Controles de proceso en la preparación de pedidos.
† Verificación de pedidos al dispensar.
† Detección de errores de procedimiento.
¾ Dispensación al paciente ambulatorio
† Planificación de actividades de fraccionamiento y reenvasado de terapias con
medicamentos por períodos fijos (protocolizadas o estandarizadas).
† Clarificación de la prescripción y las indicaciones al paciente.
† Consejo farmacéutico para medicamentos de venta libre o sin prescripción.

Criterios de calidad externos del Servicio de Farmacia


½ Dispensación al paciente (en general)
† Existencia de un Comité de Farmacia y Terapéutica o similar, a nivel local o
institucional, según corresponda.
† Vigencia de pautas de prescripción y/o protocolos de tratamientos.
† Prescripción de medicamentos no incluidos en el Formulario Terapéutico o Guía
Farmacológica.
† Decisión de compras correspondiente al área administrativa.
† Sustitución farmacéutica automática del medicamento prescripto.
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† Comunicación con los servicios clínicos y/o los prescriptores.


† Vigencia de programas de capacitación/actualización para prescriptores.
½ Dispensación al paciente institucionalizado
† Sustitución terapéutica acordada o protocolizada.
† Acceso a la Historia Clínica del paciente y documentación complementaria.
† Stocks de medicamentos no supervisados por el SF.
½ Dispensación al paciente ambulatorio
† Detección de hábitos de prescripción sospechados de una utilización inapropiada
de medicamentos.
† Inaccesibilidad al medicamento por razones económicas.

Indicadores y estándares: ejemplos desarrollados


Ejemplo 1
Ámbito: hospital público de mediana complejidad, polivalente, con 70 camas. Unidad
de farmacia: a cargo de un farmacéutico y un auxiliar; con horario de atención diurno,
de 8:00 a 14:00, de lunes a viernes y guardias pasivas del profesional los fines de
semana.
El SF dispensa medicamentos para los pacientes internados y aquellos ambulatorios
atendidos por los consultorios externos. El SDMDU comprende a 50 camas, mientras
que, en el resto del hospital, el SDM utilizado es el tradicional de stock por servicio.
Objetivo: Se pretende evaluar la calidad de la AF a pacientes internados y
ambulatorios, desde la óptica del SF, a través de criterios internos y externos.

Referencias:
Un Comité de Farmacia y Terapéutica elaboró un listado de medicamentos de
primera elección, con algunas alternativas de segunda elección, para su uso en los
pacientes internados solamente.
La administración del hospital es la que decide la compra de medicamentos,
priorizando en función de los recursos financieros disponibles.
La disponibilidad de medicamentos para pacientes ambulatorios es esporádica, a
pesar de que se atienden diferentes especialidades médicas por consultorios
externos.

Consideraciones en este ejemplo:

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’ Al mencionar que es un hospital público, se establece que la población atendida es, en su


mayoría, de escasos recursos y/o carece de cobertura en los centros privados de atención.
’ Al utilizar criterios de calidad externos e internos del SF, se evalúa la calidad de la atención del
hospital, como institución, en relación a los SDM. El SF, a partir de esta evaluación, puede delegar
responsabilidades en las políticas institucionales para los criterios externos; sin embargo, deberá
implementar medidas correctivas si detecta problemas en relación a los criterios internos.
’ El SF debe analizar la conveniencia de implementar, en forma permanente o discontinua, la
evaluación de los indicadores de calidad. El informe anual de las actividades del SF debe incluir
los resultados disponibles de la evaluación de la calidad realizada.

Criterio externo: Comité de Farmacia y Terapéutica (CFyT) a nivel institucional.


Indicador: número de reuniones anuales del CFyT.
Estándar: mínimo de 2 (dos) reuniones anuales.

Indicador: participación y asistencia del farmacéutico en el CFyT.


Estándar: miembro activo, con asistencia al 100% de las reuniones.

Criterio externo: establecimiento de pautas de prescripción por el CFyT y


cumplimiento.
Indicador: número de recetas legibles y completas por cada 100 dispensadas.
Estándar: mayor o igual al 95%.

Criterio externo: prescripción de medicamentos no incluidos en el listado de


medicamentos establecido por el CFyT para pacientes internados.
Indicador: porcentaje mensual de medicamentos prescriptos no incluidos en el listado
de medicamentos establecido por el CFyT para pacientes internados.
Estándar: hasta un máximo del 10% mensual.

Criterio externo: decisiones de compras a cargo de la administración del hospital.


Indicador: porcentaje trimestral de medicamentos solicitados por el SF y adquiridos
por el hospital.
Estándar: no inferior al 80%.

Criterio externo: sustitución farmacéutica automática de medicamentos prescriptos.


Indicador: número de sustituciones farmacéuticas, realizadas con equivalentes o
alternativas farmacéuticas, por cada 100 prescripciones.

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Estándar: porcentaje de sustituciones farmacéuticas no mayor al 20%.

Criterio externo: comunicación con los servicios clínicos.


Indicador: porcentaje mensual de respuestas negativas (sugerencias rechazadas, sin
respuesta, etc.) en relación a las hojas de comunicación/intervención
farmacéutica utilizadas.
Estándar: inferior al 40%.

Criterio externo: actividades de capacitación/actualización para prescriptores.


Indicador: número de actividades de capacitación/actualización por año.
Estándar: mínimo 2 (dos) anuales.

Criterio externo: sustitución terapéutica acordada con los servicios clínicos o


protocolizados por el CFyT.
Indicador: número de sustituciones terapéuticas por cada 100 prescripciones.
Estándar: no mayor al 10%.

Criterio externo: acceso a y disponibilidad de la Historia Clínica (HC) de los pacientes.


Indicador: número de veces en que la HC no se encuentra disponible, en relación al
número de consultas requeridas, porcentaje mensual.
Estándar: porcentaje de inaccesibilidad a las HC, mensuales, inferior al 40%.

Criterio interno (o externo2, 3): demanda insatisfecha del paciente ambulatorio por falta
de medicamentos.
Indicador: porcentaje mensual de prescripciones no dispensadas por falta de
medicamentos, en relación al total de prescripciones para pacientes
ambulatorios.
Estándar: inferior al 30% mensual.

Criterio interno: medicamentos realmente dispensados para pacientes internados.

2
En este ejemplo, este criterio interno, dadas las circunstancias, podría considerarse como un criterio
externo, e incluirse (indicador y estándar) dentro del criterio externo: "decisiones de compras a cargo
de la administración del hospital" (Supra: V. pág. anterior).
3
De mantenerse como criterio interno, su evaluación deberá contemplar su estrecha relación con el
criterio externo: "decisiones de compras a cargo de la administración del hospital" (V. Ídem).
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Indicador: porcentaje mensual de prescripciones realmente dispensadas en relación


al total de prescripciones para pacientes internados.
Estándar: superior al 80% mensual.

Criterio interno: programa de adquisiciones según necesidades y objetivos sanitarios


institucionales.
Indicador: informe con los requerimientos anuales de medicamentos estimados,
según las pautas establecidas por el CFyT y el consumo histórico, para
pacientes internados; y la demanda de los consultorios externos, para
pacientes ambulatorios.
Estándar: mínimo 1 (un) informe anual, preferentemente en el primer trimestre.

Criterio interno: disponibilidad de medicamentos esenciales.


Indicador: porcentaje de medicamentos esenciales o de primera línea disponibles en
relación al total de medicamentos incluidos en el listado, trimestralmente,
en revisión concurrente.
Estándar: mayor al 80%.

Criterio interno: elaboración y actualización de protocolos de adquisición.


Indicador: número de revisiones y actualizaciones anuales de los protocolos de
adquisición elaborados.
Estándar: mínimo 1 (una) vez al año.

Criterio interno: elaboración y actualización de protocolos de almacenamiento.


Indicador: número de revisiones y actualizaciones anuales de los protocolos de
almacenamiento elaborados.
Estándar: mínimo 1 (una) vez al año.

Criterio interno: elaboración y actualización de protocolos de dispensación.


Indicador: número de revisiones y actualizaciones anuales de los protocolos de
dispensación elaborados.
Estándar: mínimo 1 (una) vez al año.

Indicador: número de actividades de información y difusión anuales, respecto de los


protocolos de dispensación a todos los niveles, en el hospital.
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Estándar: mínimo 1 (una) vez al año.

Indicador: porcentaje mensual de prescripciones atendidas fuera del horario acordado


por servicio.
Estándar: no debe superar el 15%.

Indicador: porcentaje mensual de medicamentos devueltos al SF injustificadamente,


en relación al total de devoluciones.
Estándar: inferior al 20%.

Indicador: porcentaje mensual de posibles problemas relacionados con


medicamentos evitados o minimizados, en relación al total de detecciones
realizadas durante la revisión de las prescripciones.
Estándar: mayor al 50%.

Criterio interno: fraccionamiento y reenvasado en dosis unitarias, para pacientes


internados y reposición de stocks.
Indicador: porcentaje de actividades semanales de fraccionamiento y reenvasado en
dosis unitarias realizadas, en relación a las planificadas.
Estándar: superior al 75% semanal.

Indicador: porcentaje mensual de errores de fraccionamiento y reenvasado


detectados, en relación al total de unidades procesadas.
Estándar: inferior al 10%.

Criterio interno: validación de prescripciones y pedidos para pacientes internados.


Indicador: revisión de las prescripciones individualizadas por paciente y supervisión
de los pedidos de reposición de stocks.
Estándar: revisión del 100% de las prescripciones y pedidos, para continuar el
proceso de dispensación o buscar información complementaria.

Criterio interno: controles de proceso en la preparación de pedidos para pacientes


internados.
Indicador: porcentaje de errores detectados, en función del total de actividades o
ítems evaluados, durante controles bianuales concurrentes, sin previo
aviso.
Estándar: inferior al 5%.

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Criterio interno: verificación de pedidos al dispensar.


Indicador: porcentaje diario de discordancia entre el pedido registrado y los
medicamentos dispensados.
Estándar: menor al 5%.

Criterio interno: errores de procedimiento en la dispensación a pacientes internados.


Indicador: errores de procedimiento detectados por falta de apego a los protocolos.
Estándar: ningún error de procedimiento.

Criterio interno: fraccionamiento y reenvasado de farmacoterapias medicamentosas


por períodos estandarizados, para pacientes ambulatorios.

Indicador: porcentaje mensual de errores de fraccionamiento y reenvasado


detectados, en relación al total de unidades procesadas.
Estándar: inferior al 10%.

Criterio interno: clarificación de la prescripción e indicaciones al paciente ambulatorio.


Indicador: porcentaje diario de pacientes o terceros informados, con refuerzo
sistemático de las indicaciones, en relación al total de personas atendidas
a las que se dispensaron medicamentos.
Estándar: superior al 80%.

Indicador: porcentaje de intervenciones en relación a la detección de problemas de


incumplimiento y/o de falta de información en la atención farmacéutica del
paciente ambulatorio.
Estándar: superior al 85%.

Ejemplo 2
Ámbito: Oficina de Farmacia (OF). Horario de atención: de lunes a sábados, de 8:30 a
12:30 y de 16:30 a 21:00. En la OF se atienden Obras Sociales. Las compras se
realizan, mayoritariamente, a droguerías de especialidades medicinales, perfumería y
accesorios; se mantiene un nivel de existencias mínimas (1 ó 2 unidades por
producto), a excepción de productos de alta rotación o medicación de clientes
habituales con tratamientos prolongados.
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Recursos humanos: 2 profesionales farmacéuticos, en horarios alternos.


Objetivo: Se desea evaluar la calidad de la AF al paciente ambulatorio perteneciente
a una Obra Social, para elevar un informe a ésta sobre los servicios ofrecidos al
afiliado.

Referencias:
La Obra Social, en la Sección Auditoría, realiza auditorías de las prescripciones;
elabora su propio Formulario Terapéutico, con pautas generales de prescripción
(incluyendo el diagnóstico principal) y algunos protocolos de tratamientos
farmacológicos; y permite la sustitución farmacéutica por equivalentes farmacéuticos
de igual o menor costo.

Consideraciones en este ejemplo:


’ El flujo de clientes oscila entre 30 y 40 por día, lo cual representa a una farmacia pequeña o
de barrio, con un bajo volumen de trabajo. Por lo tanto, es posible procesar todas las
prescripciones atendidas; de lo contrario, debería sistematizarse la toma de una muestra para su
evaluación.
’ Algunos de los indicadores pueden mantenerse como sistema de control continuo de la
calidad; otros, en cambio, deben realizarse durante un período de tiempo predeterminado y volver
a evaluarse posteriormente si se desean comparar diferentes momentos o situaciones.
’ Estos indicadores pueden registrarse, convenientemente agrupados, en planillas, ya sea en
forma manual o utilizando algún programa informático. Si se cuenta con un programa adaptable,
que complemente al de facturación por la Obra Social, puede implementarse el control continuo de
aquellos indicadores que resulten de generación automática.

Criterio externo: Sección Auditoría de prescripciones y Formulario Terapéutico.


Indicador: número de actualizaciones y/o comunicaciones, bimestrales, entre la
Sección Auditoría y la OF.
Estándar: mínimo 1 (una).
Indicador: porcentaje semestral del número de veces en que se brindó mayor
información desde la Obra Social, en relación al número de veces que se
solicitó desde la OF.
Estándar: mayor al 50%.

Criterio externo: pautas de prescripción y protocolos.

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Indicador: porcentaje mensual de errores detectados en relación a las pautas de


prescripción y protocolos, sobre el total de prescripciones atendidas4.
Estándar: menor al 20%.
Indicador: porcentaje mensual de medicamentos prescriptos no incluidos en el
Formulario Terapéutico, en relación al total de prescripciones atendidasiv.
Estándar: menor al 40%.

Criterio externo: sustitución farmacéutica.


Indicador: porcentaje mensual de recomendaciones solicitadas por el paciente y/o
brindadas en relación al número de prescripciones atendidas5.
Estándar: mayor al 20%.
Indicador: porcentaje mensual de sustituciones farmacéuticas no aceptadas, en
relación a las recomendaciones brindadas.
Estándar: menor al 50%.

Criterio externo: actividades de capacitación/actualización para prescriptores, desde


la Obra Social.
Indicador: número de actividades de capacitación/actualización para prescriptores,
anualmente.
Estándar: mínimo 1 (una).
Indicador: número de comunicaciones y/o actualizaciones bimestrales de pautas de
prescripción y protocolos.
Estándar: mínimo 1 (una).

Criterio externo: inaccesibilidad al medicamento por razones económicas.


Indicador: porcentaje mensual de medicamentos no dispensados por razones
económicas en relación al número de prescripciones atendidas.
Estándar: menor al 30%.

Criterio interno: sistema de adquisición acorde a las necesidades de los afiliados de la


Obra Social.

4
Cada prescripción (en este ejemplo) corresponde a una unidad de dispensación del medicamento, es
decir, que el número de prescripciones es igual al número de envases recetados.
5
El total de prescripciones atendidas equivale al número de sustituciones no aceptadas más el número
de prescripciones dispensadas.
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Indicador: número de revisiones anuales del stock mínimo requerido de los


medicamentos incluidos en el Formulario Terapéutico.
Estándar: mínimo 2 (dos).

Criterio interno: elaboración y revisión de protocolos de adquisición.


Indicador: número de revisiones y actualizaciones anuales de los protocolos de
adquisición.
Estándar: mínimo 1 (una).

Criterio interno: elaboración y revisión de protocolos de almacenamiento.


Indicador: número de revisiones y actualizaciones anuales de los protocolos de
almacenamiento.
Estándar: mínimo 1 (una).

Criterio interno: elaboración y revisión de protocolos de dispensación.


Indicador: número de revisiones y actualizaciones anuales de los protocolos de
dispensación.
Estándar: mínimo 1 (una).
Indicador: número de revisiones y/o actualizaciones anuales de las prioridades de
selección de pacientes para desarrollar la Atención Farmacéutica a través
del registro, seguimiento y control de la farmacoterapia.
Estándar: mínimo 2 (dos).
Indicador: porcentaje de discrepancia entre medicamento prescripto y dispensado, en
una revisión diaria concurrente bimestral.
Estándar: 0 (cero)%.
Indicador: porcentaje mensual de posibles problemas relacionados con
medicamentos detectados respecto del total de afiliados atendidos durante
la dispensación de medicamentos prescriptos.
Estándar: (mínimo y máximo a estimar comparando y analizando varios resultados
sucesivos).
Indicador: porcentaje mensual de posibles problemas relacionados con
medicamentos evitados o minimizados, en relación al total de detecciones
realizadas durante la dispensación de las prescripciones.
Estándar: mayor al 50%.
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Criterio interno: demanda insatisfecha por falta del medicamento.


Indicador: porcentaje mensual del número veces en que no se dispone de un
medicamento del Formulario Terapéutico o un equivalente farmacéutico,
en relación al total de medicamentos dispensados.
Estándar: menor al 20%.

Criterio interno: medicamentos realmente dispensados.


Indicador: porcentaje mensual de medicamentos realmente dispensados, en relación
al total de prescripciones atendidas.
Estándar: superior al 70 %.

Criterio interno: clarificación de la prescripción e indicaciones al paciente (afiliado).


Indicador: porcentaje mensual del refuerzo de las indicaciones al paciente afiliado o
tercero responsable, respecto del total de pacientes o terceros atendidos.
Estándar: porcentaje de afiliados informados mayor al 50%.
Indicador: porcentaje mensual de intervenciones farmacéuticas específicas en
relación al total de casos detectados de incumplimiento y/o falta de
información.
Estándar: superior al 70%.

Criterio interno: consejo farmacéutico para medicamentos de venta libre o sin


prescripción de la Obra Social.
Indicador: porcentaje mensual del número de afiliados aconsejados en relación a los
atendidos para la dispensación de medicamentos de venta libre o sin
prescripción de la Obra Social.
Estándar: mayor al 50%.

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