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Corre el año 1586 y un joven llamado Thomas Cavendish, escrito Candiʃh en el inglés de la época, busca
todo tipo de mapas y cartas de navegación para emprender una aventura. Durante esta búsqueda se cruza
con Judocus Hondius, un refugiado protestante flamenco que se encuentra en Londres escapando de la
Guerra de los Treinta Años, así como uno de los mejores grabadores y cartógrafos del momento.

Bien podría ser este el origen de la imagen que nos atañe, puesto que los personajes coincidieron en
espacio y el tiempo. Judocus Hondius (Joost de Hondt), nació en Wakken (Bélgica) en 1563. De niño, se
trasladó a Gante en donde recibió una educación científico-artística y abriría un taller como grabador. En
1983 se establece en Londres en donde será instrumental en dar a conocer las hazañas de Sir Francis
Drake elaborando diversos grabados de sus hazañas y viajes.

Pero antes de seguir con la historia, creo necesario hacer un inciso sobre los grabados y su importancia
histórica: Hace algo más de un siglo que Guttenberg ha inventado la primera imprenta. Este invento se
muestra crucial para el avance de la cultura y los cambios sociales que acompañarán el final del
Quattrocento y los siglos siguientes. La posibilidad de difundir la cultura fuera del ámbito de los
monasterios y la drástica reducción de costes para producir repetidas copias, son lo que llevan a los
grabados, incluyendo otras técnicas como el aguafuerte, a formar parte indisoluble de la reproducción de
imágenes hasta la invención de la fotografía. El grabado es un dibujo en relieve que se efectuaba mediante
buriles en una plancha de metal relativamente dúctil, como el cobre, esto permite, una vez embadurnado
de tinta, imprimir una copia de la imagen.

La difusión de las historias y aventuras de Drake captan la imaginación de Thomas Cavendish llevándolo a
querer seguir sus pasos.

Cavendish nace en 1560 cerca de la población marinera de Ipswich, hijo del hermano del Duque de
Devonshire, vive en la abundancia. A los 12 años, su padre fallece, dejándole con una considerable
hacienda. Estudia unos años en el Corpus Christi College de Cambridge, pero con 17 años lo deja y se
dedica a vivir la vida con todo tipo de lujos. En 1585 se embarca con Sir Richard Grenville en un viaje para
dar asistencia al primer intento colonizador de América por parte de los ingleses, llamado Roanoke
Colony(1). En ese viaje adquiere valiosos conocimientos sobre navegación y decide invertir lo que le queda
de capital en una aventura cuyo objetivo será la de emular la circunnavegación y los pillajes de Sir Francis
Drake.

En el plazo de seis meses, Cavendish consigue montar una pequeña escuadra de barcos para su viaje. En
esa época, Inglaterra y España se encuentran en guerra y consigue una comisión de la reina Isabel I la cual
le permite actuar con patente de corso contra los intereses españoles. Su escuadra está formado por tres
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embarcaciones: la almiranta, el Desire, con dieciocho cañones y un desplazamiento de 120 toneladas, el

Content y el Hugh Gallant, que, en total, llevarán una dotación de 123 personas.

Parte de Plymouth el 21 de Julio de 1586 y el 29 de noviembre arriban a la Bahía de Salvador a avituallarse.

Tienen un contacto con una embarcación portuguesa, pero sin llegar a más que un breve intercambio de
información, pero por miedo a poder ser delatados, deciden levar anclas y proseguir en dirección sur.

El 16 de diciembre llegan a una desembocadura en la región de La Patagonia, deciden llamar el enclave

Port Desire. Allí se vuelven a provisionar, pero quizás lo que más llama la atención, es el ataque que sufren
dos marinos del Content mientras estaban en tierra firme. Como en el relato de Pigafetta anteriormente,
estos marineros son atacados por unos indígenas “gigantes”, tan grandes, que la huella de uno de ellos
mide 48cm. según las crónicas.

El día de Reyes de 1587 enfilan por el Estrecho de Magallanes. A unos sesenta kilómetros al sur de lo que
es hoy en día Punta Arenas divisan luces en la costa. Al enviar una expedición de reconocimiento, se
encuentran con los supervivientes de un intento de colonia española que tenía como objetivo vigilar el
paso. Los colonos, que habían llegado con Pedro Sarmiento, fueron abandonados a su suerte por las
administraciones en esas tierras indómitas. De los cuatrocientos colonos originales, solo habían
sobrevivido veinte y tres. Indistintamente de las razones (depende de las versiones), Cavendish levó anclas
llevándose solo a uno de ellos, Tomé Hernández que, además de servirles de traductor, conseguiría alertar
a las autoridades españolas de las intenciones de Cavendish. El resto de colonos se quedarán atrás y
morirían lenta y agónicamente de hambre y de frío. Solo se tiene constancia de un único superviviente,
que enloquecido e incapaz de articular palabra, fue rescatado por John Chidley, muriendo pocos días
después debido a su debilidad.

Una semana más tarde ya navegan por el Mar del Sur, mediante confusión en algunos sitios consiguen
avituallarse, en otros, saquean pueblos, como Quintero o Paita, a la que, una vez fondeados, desembarca
una fuerza de 70 hombres que espanta la población. Tras hacerse con un botín de plata y otras tantas
cosas de valor, incendian y arrasan el pueblo. No es el único lugar que sufre la ira del corsario, el mismo
destino le espera a Puná, un poco más al norte, cerca de Gayaquil.

Ante estos envistes por la mano de piratas ingleses, franceses u holandeses como: Drake, Hawkins,
Cordes, Van Noort, Morgan, Lolonois, Dampier, Wafer, Ringrose, Lussan o Sharp, las autoridades
españolas se ven obligadas a fortificar las ciudades del litoral americano y crear la Armada del Mar del Sur
para proteger sus intereses.
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De nuevo con Cavendish, el 9 de Julio capturan un barco en el que iba un francés llamado Michael Sancius.
Es así como aprenden de la existencia del Santa Ana, un Galeón de Manila, que trae las riquezas
conseguidas en Filipinas al puerto de Acapulco, en México.

El 14 de octubre fondean en Cabo Lucas, la punta más meridional de la península de la Baja California. Allí
esperan fondeados hasta que el día 4 de noviembre en que el vigía avisa del avistamiento del navío. Tras
una persecución de varias horas, el abordaje se hace después de la tercera descarga de artillería y fusilería.
La férrea defensa de los españoles, los cuales, a falta de armas, usaron todo tipo de aparatos del barco y
piedras del lastre complican el abordaje, pero capitulan cuando el barco empieza a hacer aguas.
Cavendish, que promete protegerles la vida, los lleva a tierra firme en el actual San José del Cabo. Allí los
abandona, pero les deja comida, armas, algo de vino, tablones y herramientas para hacerse una balsa.

Con el botín repartido y la mayoría de los prisioneros en tierra firme, Cavendish emprende el viaje hacia
el oeste con la ayuda de un piloto español, tres muchachos filipinos, dos japoneses y un portugués, todos
tripulantes retenidos del Santa Ana.

El 14 de enero llega a Filipinas y fondea en la isla de Capul. Allí, después de entrevistarse con el cacique
local, consigue tejer una alianza de colaboración con Inglaterra. No obstante, después de provisionarse
emprende el viaje hacia la Isla de Java en donde comerciará con los portugueses antes de emprender el
viaje de vuelta.

Llegan a Plymouth el 9 de septiembre de 1588. Según dicen las crónicas, haciendo alarde de sus pesquisas,
visten finos vestidos, joyas y perlas. También llevan izadas unas velas de seda. Pero quizás lo de las velas
no fue un acto fanfarronería sino de necesidad. Según Johnstone, la misma tormenta que azota y destruye
parte de la Armada Invencible, deja al Desire sin velamen, rozón que les obligan a usar tan noble tela.

En el grabado de Judocus Hondius se puede ver a Thomas Cavendish ataviado con traje de seda oriental
y perlas mientras sostiene un mapa de proyección plana de dos hemisferios(2), en este caso oriental y
occidental, que indican la ruta de su circunnavegación. En el centro de ambas esferas está su escudo de
armas, que, curiosamente, no coincide con el de la familia Cavendish. El grabado no fue creado
originalmente para el tercer volumen de la obra de Richard Hakluyt. Originalmente formó parte de un
mapa donde compartía grabado con Drake. La primera noticia que tengo del uso de este grabado en el
libro de Hakluyt es en la edición de 1904 en donde menciona que el grabado original forma parte del
archivo del British Museum(3).
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En cuanto a Cavendish, no tardaría mucho en volver a las andanzas, volvió a embarcar en 1591 con
intención de repetir la gesta. En este segundo viaje ataca algunos asentamientos portugueses como
Santos y Placenzia (actual Brazil) e iniciará la marcha hacia el Estrecho de Magallanes, el cual, no volverá
a cruzar. Derrotado y con rumbo a Inglaterra, Cavendish perecerá por el camino por razones desconocidas.
Pero todo esto es otra historia que ya no forma parte del grabado.

NOTAS:

(1)
Como nota curiosa apuntaré que la colonia a la que fue Thomas Cavendish es una de las “siete
colonias originales” de Norteamérica. Hasta donde he podido comprobar, Roanoke Colony
siempre ha pertenecido a la región llamada Carolina del Norte y no de Virginia. No obstante, sí
hay una historia curiosa que vincula Virgina con Cavendish: Parece ser que en el viaje con
Grenville se dio cuenta que el tabaco tenía mejor sabor si se mojaba en azúcar, desde entonces,
su nombre queda ligado a una forma de hacer tabaco llamado Tabaco de Cavendish.

(2)
Otro apunte curioso: En el mapa que sostiene Cavendish en el grabado se identifica la Terra
Australis Ignota con cierta semejanza a la forma de Australia pese a que no se confirmaría de su
primer avistamiento oficial hasta 1606 por parte del holandés Willem Janszoo.

(3)
En el British Museum tienen en su archivo en línea un grabado de Thomas Cavendish. Por las
manchas del papel no es el mismo grabado, no obstante, después de hacer una comparación
superponiendo las dos imágenes puedo asegurar que son de la misma plancha y además de
impresiones bastante consecutivas puesto que no se nota ni desgaste ni retoques diferentes,
ambos defectos habituales en tiradas largas, donde las planchas sufren cierta degradación.

Bibliografía:

Hakluyt R. The Principal Navigations, Voyages, Traffiques and Discoveries of the Engish Nation Volume III
Ed. 1600 pp.803-854. https://www.loc.gov/rr/rarebook/catalog/drake/drake-catalogue.html
Hakluyt R. The Principal Navigations, Voyages, Traffiques and Discoveries of the Engish Nation Volume XI
James MacLehose and Sons Ed. 1904 pp.290-384
https://archive.org/details/principalnavigat011hakl/page/n8/mode/2up
Johnstone C.I. Lives and Voyages of Drake, Cavendish, and Dampier. A.L Fowle 1900 pp.123-164.
Stewart H.I. Piratas y Corsarios en el Pacífico. Universidad de Playa Ancha (1996)
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Iriarte B. Relación del derrotero del viaje y descubrimiento del estrecho de la Madre de Dios antes
llamado de Magallanes, Madrid, 1768. http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000023489&page=1
Kenneth K.A. Elizabethan Privateering, English Privateering During the Spanish War, 1585–1603.
Cambridge University Press (2011) pp.67-69.
https://books.google.es/books?id=ges8AAAAIAAJ&pg=PA67&dq=John+Chidley&hl=en&sa=X&ved=0ahU
KEwi17eixuY3pAhVNVhoKHWXbDC8Q6AEINzAC#v=onepage&q=John%20Chidley&f=false

Webgrafía:

Pipe Tabacos https://pipedia.org/wiki/Pipe_Tobaccos

British Museum https://www.npg.org.uk/collections/search/portrait/mw80753/Thomas-Cavendish
Biblioteca de las Letras Holandesas:
https://www.dbnl.org/tekst/aa__001biog10_01/aa__001biog10_01_0405.php