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Apellidos Vascos en Venezuela y su etimologia

los vascos en el descubrimiento de Venezuela

Cristobal de Aguerre con su compaña estuvo aquí el 5 de Noviembre de 1493, casi cinco
años antes que Colón asomara como descubridor de Paria.

Los vascos y Colon.

Las relaciones de los vascos con el genovés Cristóbal Colón se remontaban a tiempos
anteriores al descubrimiento de América; y al gestionarse el Primer viaje oficial, contaba el
Almirante con la nao-bacalera de Lakotsa, llamada "Santa María" y su compaña marinera
cuyos componentes "eran todos o los más de su tierra", como se dijo con referencia al patrón
Lakotsa que decían Vizcaíno.

Que la tal nave se tenía a disposición, lo prueba la Provisión de los Reyes Católicos de fecha
30 de Abril de 1492 "para que los Palos den las dos carabelas que les está mandado por los
del Consejo" y que reza en parte Por cuanto Nos habernos mandado a Cristóbal Colón que
vírya con tres carabelas a cierta parte de la Mar Océana, e Nos queremos que lleve consigo
las dichas dos carabelas con que así nos habéis de servir".

Se pretendió en principio que a la tal "Santa María" acompañaran dos chalupas caleras
vizcaínas, como exploradoras; pero los Soberanos apelaron en cambio al expedito recurso
de hacer que los de Palos sirvieran siquiera carabelas, para salir del paso sin mayor agobio
económico.

No se puede hablar da lo historio de los vascos, pero menos aún de lo historio de los vascos
en Venezuela, siñ mencionar en primer lugar, a Juan de Lakotsa. Fue este navegante
biskaino quien bautizo tal cual a Venezuela, cartógrafo vasco Juan de la Cosa (1500)

De La Cosa y Rodrigo de Bastidas visitaron la zona ese mismo año. En el tercer viaje de
Colón (1498) participaron los hermanos Arana, el tonelero Martín de Arriarán, Pedro de
Bilbao y el secretario de Cristobal Colón, Bernardo de Ibarra.

El 30 de julio divisaron la isla Trinidad y el 1 de agosto la costa venezolana, concretamente el


golfo de Vallena o golfo de Paria situado entre Venezuela y Trinidad, cerca de las bocas del
Orinoco (paralelo 10 Norte), desde donde tocaron Macuro y reconocieron la isla Margarita y
se dirigieron a Santo Domingo, el único enclave europeo existente aún por entonces. Ibarra
declaró en el pleito entre el fisco y Diego Colón haciendo saber al Rey y a la Reina "las
perlas y cosas que habían hallado" y que Colón había enviado "una carta de marear los
rumbos e vientos por donde había llegado a Paria."

Lakotsa (dicho de la Cosa por los castellanos) puso en los mapas, el nombre de Venezuela
llegó a manois de los Reyes Católicos

He aquí lo que escribió Segundo de Izpizua:

El nombre del insigne vasco Juan de la Cosa (Juan de Lakotsa) es el más glorioso después
del de Cristóbal Colón, o al par con el de éste, en la historia del descubrimiento de
Venezuela. Esta afirmación es hoy una verdad indiscutible, y el presente capítulo se
consagra a rehabilitar la memoria del sabio cosmógrafo dando a conocer su gran valor, sus
incomparables méritos y su gran servicio como descubridor.

El Almirante Colón penetró en el Golfo de Paria, reconoció la costa meridional de esta


península, salió al mar por la Boca de Drago y preocupado por la idea de que se le inu-
tilizasen los víveres que con tanto trabajo había adquirido para los colonos de Santo
Domingo, hizo rumbo a la isla.

Mas Juan de la Cosa (Juan de Lakotsa) reconoció antes que nadie todo el litoral venezolano
y dejó consignado en un memorable documento geográfico, su mapamundi, el resultado de
sus descubrimientos. Todos los accidentes de la costa de Venezuela se hallan anotados en
este asombroso mapa.

Es. pues, obra de Justicia que en las primeras paginas de la historia de venezuela brille con
letras de oro el glorioso nombre de juan de la cosa (juan de lakotsa).

Sin embargo, sus méritos y servicios han sido ignorados durante largos siglos y no son, hoy
mismo, debidamente conocidos; y aún se ha pretendido ponerlos en tela de juicio.

Mejor; así saldrá su fama más purificada y sólida. Son por desgracia frecuentes en la
historia las pretericiones, olvidos e injusticia's con ciertos hombres, mientras han llegado a
gozar otros de indebidos laureles. Vespucci usurpó a Colón durante varios siglos
la gloria de haber sido el primer descubridor de las tierras continentales del Nuevo Mundo.
Sostienen sus defensores que esta usurpación no fue intencional. Alegan que la
creencia de que fuese Américo el primer descubridor del continente del Nuevo Mundo fue un
error histórico de su época, sin que se pueda probar que el cosmógrafo florentino llevase
participación en la divulgación de tal creencia, sobre todo en la Europa Central. ¿Pero no
consta en los dos textos latino e italiano de sus cuatro navegaciones, la fecha de 1497?

¿No se sabe hoy, y lo hemos demostrado, que las tierras continentales del Nuevo Mundo
no fueron visitadas por nadie antes de 1498? ¿No dice Vespucio en el texto italiano de la
primera navegación que el retorno de su primer viaje fue en septiembre de 1498? Y si no
pudo efectuar semejante viaje en 1497 y su vuelta en septiembre de 1498

Esto es un error historico y por ser un acto de justicia, es que exponemos los detalles de ese
error

MARÍNELA

El término "Marínela" se refiere al Marino-pescador vasco.


El Almirante, en el ápice de su gloria, pudo disponer de Flota ideal para su Segundo viaje: 17
naves, cuando de Cádiz, zarpó en fecha 25 de Octubre de 1493.

Es de imaginarse la formación: la carabela redonda "Santa Clara" abriendo marcha seguida


por la nao-Capitana apodada "mari-galanté" (so-grande o voluminosa expresada en vizcaíno)
flanqueda por las naos "Colina" y "Gallega" que cubrirían agua a la estela de las carabelas
latinas "San Juan" y "Cardera" respectivamente; y precediendo la formación, el
desembarazado revoloteo de las once anónimas "veloces y ligeras" chalupas-caleras
vizcaínas en función de escampavías, tripuladas por gente marínela organizada en
compañas que se atenían a disposiciones que a, bordo se acordaren entre los miembros
componentes.

Al asimilarlas a la Expedición, se tuvo que alterar la fórmula usual por la que, para abarcar a
los subordinados todos, bastaba al Jefe mencionar Capitanes, Maestres, Contramaestres y
Marinería; porque esta vez se tuvo que mencionar también a los "Patrones de fustas y
Compañas que en ellas navegaren", y que debieron de aprestarse a la Expedición de buen
grado, con la euforia que refleja la popular estrofa: "Boga, boga, Mariñelak; joan-bear-degu
urrutira: ¡Indietara!".

DOMINGO DE BERMEO

Ya en América, concebió Colón e! propósito de valerse de los marínelas para que con sus
chalupas. a vela y remo, se dedicaran a la caza de Indios para esclavos y así procurar
fondos para explotar minas de oro; pero las compañas no se prestaron al juego y de ellos
surgió espontánea y unánime la consigna: ¡Goazen etxera! (¡Vámanos a casa!)... y no valió
apelación al Rey ni roque que les hiciera desistir.

Las caleras regresaron todas, pero no todos los hombres; porque "aquel día 23 de noviembre
(1493) se nos murió un marinero vizcaíno que el día 14 fue herido por los Caribes; e porque
iban por costa de tierra, diose lugar a que saliera una fusta a enterrarlo {en la playa de Puerto
Rincón, isla Española o de Santo Domingo) e fueron en resguardo dos carabelas".

Así rezaba carta que el doctor Alvaro Chanca, miembro de la Expedición, escribió a la ciudad
de Sevilla.

Por ello, no es de pasar por alto el hecho de que el tal Vizcaíno: Domingo de Bermeo, fue del
mundo el primero en recibir cristiana sepultura en tierra de América luego del Des-
cubrimiento; porque en la fecha en que esto ocurría, yacían todavía insepultos los restos de
quienes fueron Diego de Arana y sus compañeros quedados en el improvisado fuerte
Navidad, Haití, en curso del Primer Viaje.

Pero, a pesar de la víctima habida, no resultó vana la aventura de los Marínelas; porque su
repudio a las inhumanas ambiciones del Almirante contribuyó sin duda a crear ambiente en
donde germinaron los conceptos que al cabo acertó a expresarlos su compatriota el padre
Vitoria.

OBJETO DEL TERCER VIAJE

Colón anotaba sus descubrimientos, e información pertinente al Segundo viaje envió a la


Corte con Antonio de Torres cuando en Febrero de 1494 le mandó salir de Puerto Isabela,
con la nao "Colina", en seguimiento de los Vascos.

Poco se supo luego acerca de este informe gráfico en cuestión, salvo que no satisfizo a los
Soberanos, que aprovecharon la vuelta del mismo Antonio de Torres a América para hacer
observar al Almirante que, por lo que veían, registraba "algunas mas no todas las tierras".
El motivo era porque el día 4 de Noviembre de 1493, estando en la isla que Colón llamó y
sigue llamándose Guadalupe, destacó chalupas a explorar.

Hasta cuatro días anduvo una ausente, con sus ocho Marínelas por compañía y Diego
Méndez por Veedor que ahora se diría Comisario; y consta que el Almirante, por la tardanza,
quiso abandonarla a su suerte; pero otros se opusieron y salieron a tierra a otear el horizonte
del mar. Avistáronla ¡al fin! el día 8 y prendieron fogata que desde el mar se entendió como
indicativo del paraje en donde se les esperaba.
Mostróse malhumorado el Almirante, como si le contrariara la demora sufrida; pero más, sin
duda, por la nueva de que habían dado con tierra al Sur relativo; lo que no cuadraba con las
personales teorías de Don Cristóbal.

Esperó empero, debatiéndose en la incertidumbre, durante dos días más, y dispuso en


definitiva el zarpe de todos rumbo al Noroeste, decidido a correr su propio albur. En Puerto
Isabela despachó la nao "Colina"; estacionó la zoqueta nao-Cap¡tana junto con la "Gallega";
pasó a embarcar en persona a bordo de, la "Santa Clara", y acompañado por las carabelas
ligeras "San Juan" y "Cardera" lanzóse al Poniente a tratar de demostrar que lo que él creía y
no otra era la realidad.

Pero la Verdad se abría camino, naturalmente. A bordo de la propia "Santa Clara" había
quien, dando sin duda crédito a la información de la consabida chalupa exploradora,
"pretendía saber más que el mismo Colón".

Los Soberanos a su vez le amonestaban porque en su Mapa había anotado "algunas mas no
todas las tierras", y hasta el rey de Portugal se hacía eco de lo que ya era sabido acerca de
la existencia de Tierra-firme hacia el Sur de Guadalupe, y margaritas (perlas) por añadidura
en paraje a banda meridional de cierta isla de la región. Y tal el objetivo del Tercer viaje; el
descubrimiento Oficial de esta tierra y la consecución de perlas, así como la Segunda vez la
obsesión fue el oro.

Fue este Tercer viaje, el único de entre los cuatro viajes oficiales de Colón, en que no le
acompañaron los Vascos: ni barcos ni-gente.

GOLFO DE LAS PERLAS

El 31 de Agosto de 1498 recaló el Almirante al cabo de la Galera o punta Nordeste de la isla


que llamó Trinidad; y bogó por la banda Sur de la misma, en pos de perlas. Avistó hacia el
Norte los cerros de la cordillera Paria a la que tomó por isla que llamó de Gracia. Tocó en Pa-
tao, paraje que se hace a Poniente "cinco leguas de la punta de Paria", y de aquí luego
"anduvo mucho, trece leguas" hasta la marisma de Guariquen, siempre por el Sur de la
península de Paria. A este seno puso nombre "el golfo de las Perlas": perlas que no acababa
de encontrar, aunque en la comarca de Iiaq que llamó Jardines, "vinieron a la nao
infinitísimos en cano* traían algunos atados a los brazos algunas perlas, e procuré • de saber
donde las hallaban y me señalaron al Norte det de estas tierras".

Luego de haber estado en Paria, en vano, pasó Colón a Sai Domingo; de donde despachó
para España la carabela "Corrí que arribó a destino por Navidad del año 1498. En su pal los
tripulantes culparon del fracaso de las perlas al Ahmra que no había insistido lo bastante en
procura del paso ique se daba) por el Sur de la península Paria.
Razonaban ex| sando que habían encontrado ostras (en los mangles) por lo < por ahí debían
de darse las perlas; y las críticas llegaron a ha mella incluso en el ánimo del Armador oficial
del reino, que el obispo Fonseca, quien dispuso comisionar de inmediato e tro naves que
puso a cargo de lo más granado entre los da chados ex-compañeros de Colón; a cuyo frente
figuró el pie Alonso Ojeda.

CRISTÓBAL DE AGUERRE

A tiempo que se aprestaba O Peralonso (Pedro Alonso) Niño surgió en discreto plano. F
ejercido como Piloto en la "Santa María" cuando el Dése miento. Luego, a mediados del año
1496, había cumplidt síón de ir de Cádiz a Santo Domingo con tres navios, pon Instrucción
Real para transferir la Capital a su actual em| miento en la desembocadura del río Ozama, y
al regreso k garon a cuenta de Bartolomé Colón trescientos Indios para derlos como esclavos
en el mercado peninsular.

Por estos antecedentes pudo conseguir Licencia del o Fonseca para particular empresa, a la
que asoció a Cristób Aguerre, avecindado en Sevilla, quien aportó barca de 50 ladas,
propiedad de su hermano Luis, y con ella zarpare Huelva 33 hombres incluso Diego de
Munguia, pocos di* pues de haber salido Ojeda de Cádiz.

Mientras Ojeda incurría en el mismo error de Colón nándose en dar con el paso por la banda
Sur de la sierra ] corrió Aguerre por el Norte hasta Margarita y Cubagua. palo-brasil, rescató
perlas, estuvo en Cumaná, descubrió que dijo Araya, y regresó recalando a Galicia año 1500.

Esta expedición cobró fama de haber sido t provechosa de todas las habidas hasta entonces,
bajo el de vista económico, sobre todo por la poca monta de los n comprometidos.

Este oscuro Aguerre, a quién se subordinó todo un a* nauta y acreditado comandante como
lo era Peralonso Niü el Patrón de la anónima compaña que exploró de Guadal Sur en
Noviembre de 1493. Inhabilitado luego, por haber ídonado al Almirante; pero que sabía el
paraje de las ] como lo demostró topándolas por encima de Colón.

Los capitanes García de Ocampo y Juan de Vergara. dd de Ojeda, en su alegato contra


Colón, sostuvieron que en i Cristóbal de Aguerre había sido quien había descubierto garita.

Los españoles le apellidaron Guerra; pero no cabe duda su naturaleza de Vasco, del gremio
Marínela, por su co« de Patrón de compaña que tripuló chalupa escampavía Segundo viaje
oficial de Colón.

Historiadores y escritores locales, como los ya citados Armas Chitty o Arístides Rojas; o
vascos, como Vicente Amézaga (g. b.), Jesús Basáñez, José María de Burgaña y otros, se
han venido ocupando de la presencia e influencia de Euzkadi en la historia de Venezuela,
desde los primeros años del descubrimiento y de la conquista.

Cientos y cientos de apellidos de personajes criollos tienen indudables resonancias


éuskaras, y en un extenso trabajo se han llegado a reunir y sistematizar, con las fechas más
antiguas de su aparición en aquel país.

El primer mapa en que se hace constar el nombre de Venezuela lo dibuja el cosmógrafo


vizcaíno Juan de la Cosa.

En Cubagua, y en la fundación de la «Nueva Cádiz», incluyen los cronistas a un Ochandiano


y un López de Arechuleta.

A mediados del siglo XVI, cuando se estructura El Tocuyo, Juan Pérez de Tolosa «echa a
andar el impulso que se concreta en Borubarata y hace posible la fundación de Barquisimeto
y de Valencia, años después. Y este mismo Tolosa envía a su hermano por el llano hacia los
Altos Valles, hoy asiento de San Cristóbal»

Entre los ciento treinta y seis hombres que en 1567 entraron en el valle de los Caracas, y
fundaron la actual Venezuela el 25 de julio, al mando de Diego de Losada, había seis vascos:
Francisco Agorreta, Alonso Andrea de Ledesma, su hermano Tomé, Francisco
Maldonado de Armendáriz, Sancho del Villar y Diego Henares de Lezama.

Este último, natural de Baracaldo, «uno de los soldados de más consideración que llevaba en
su campo el General Diego de Losada», fue el encargado de diseñar la primitiva ciudad, de
medir las tierras y las vegas del río y sus contornos, para su reparto entre los poblado res.
Tuvo también otras notables acciones de armas con posterioridad, y llegó a Contador de la
Real Hacienda.

Sancho del Villar formó parte del sexteto de primeros regidores del cabildo caraqueño.
Vicente Amézaga aventura que sería del linaje de los Villar de Oñate.

Alonso Andrea de Ledesma murió, ya viejo, en defensa de la nueva población, haciendo


frente él solo a las huestes del pirata Drake, contra las que cargó a caballo. No se da noticia
cierta del lugar de nacimiento de este Ledesma, a quien se sitúa también en la fundación de
Trujillo, aunque un incompleto documento del escribano Domingo de Santamaría, conserva
las siguientes palabras: «Andrea de Ledesma, defunto... nación basca».

El capitán Francisco Maldonado de Armendáriz era navarro, al igual que Agorreta, y fue
alcalde de Santiago de León, nombre primitivo de la capital federal.
Vera Ibargoyen fue en busca de Eldorado. Berrío y Oruña bajó por el Orinoco hasta la no
menos legendaria ciudad de Manoa. Juan Ochoa Guesala y Aguirre, caraqueño e hijo de
vascos, sería el fundador de «Nueva Cantabria»...

Pero estas hazañas e improntas de conquistadores y colonizadores a título individual no


pueden compararse, en transcendencia y en resultados polémicos a lo largo de los siglos, a
una gran empresa que sería íntegramente de vascos: la Real Compañía Guipuzcoana de
Navegación de Caracas.

En el mapa de la Conquista española, la zona que corresponde hoy a la República de


Venezuela era muy poco codiciada y valorada. Apenas contaba para algo más que una
primitiva agricultura de productos exóticos, y los grandes mitos (Eldorado, Manoa) se
desvanecieron pronto. Era, en fin, un territorio de segunda importancia para el conquistador y
el colonizador, repartido en distintas capitanías generales que dependían a su vez de
virreinatos diferentes.

Ejemplares en su explotación económica de las colonias, ingleses y holandeses centraban su


comercio trasoceánico en compañías privadas, concesionarias de sus zonas respectivas con
carácter de monopolio. Así, la Inglesa-de las Indias Orientales, fundada en 1600; la Holan-
desa de las Indias Occidentales (1621), o la Compañía de la Bahía de Hudson (1670). (1).
El Conde de Peñaflorida, en 1728, obtuvo del Rey de España el monopolio del comercio con
Venezuela, «donde sólo ocurrían arribos esporádicos y algún buque de las islas Canarias»,
para la Compañía Guipuzcoana de Navegación.

Los vascos de la Compañía se comprometieron a combatir a sus costas el contrabando de la


zona, además de abastecer el país desde la Metrópoli y transportar a ésta los productos
coloniales. La única dificultad, según el criollo Francisco Depons, era la oposición de Cádiz a
que barcos del comercio con América hicieran sus entradas y salidas por los puertos de
Vizcaya, «que en los derechos reales era tenida por extranjera».
Debió padecer a la Corona un descanso liberarse de las preocupaciones en aquella parcela
de su territorio ultrapeninsular, que consideraba tan poco productiva. Pero la laboriosidad de
los hombres de la Guipuzcoana hizo rentable el compromiso.

La real concesión estipulaba que la provincia de Guipúzcoa debía formar una compañía que
enviase anualmente a Venezuela dos barcos de guerra de 50 cañones, con cargamento de
artículos españoles al Puerto de La Guaira y que, luego que los barcos desempeñaran su
cometido mercantil, debían disponerse enseguida a hacer el corso desde la desembocadura
del Orinoco hasta el río Hacha, apresando cuanta embarcación contrabandista hallaran.

Ya en 1734 la limitación numérica había desaparecido. La Guipuzcoana debía tener su


prestigio, porque se le permitía mandar cuantos barcos quisiese, y cargarlos en San
Sebastián y en Pasajes, pagando al Real los derechos como si fuesen despachados en
Cádiz. Un tercio de las presas de contrabando se adjudicaba a la tripulación capturadora, y
otros dos a la Compañía. Las mercancías debían venderse en Caracas. Los cargamentos de
cacao, expedirse a España. La Guipuzcoana tenía el derecho de armar en corso los navios
apresados y se le obligaba también al abastecimiento de Cumaná, Margarita y Trinidad.
En sólo dieciocho años (1730-48), la Guipuzcoana envió a la Península una cantidad de
cacao superior, en un tercio, a la recibida en los treinta años precedentes.

Todos los interesados eran vizcaínos (por tales se conocía entonces a los vascos, en
general, incluidos los guipuzcoanos). La asamblea general anual se celebró en San
Sebastián hasta 1751, y a partir de entonces en Madrid.

Como es natural, los independentistas americanos, y los historiadores locales de Venezuela,


destacaron los aspectos negativos, de explotación, monopolio y colonialismo, que tuvo la
institución. En cuanto a los españoles de Venezuela, cuando vieron su progreso económico
trataron de acabar con el monopolio.

Ahora, los historiadores criollos modernos, en un afán de justicia, empiezan a poner de


relieve (junto al carácter de explotación monopolística, de multinacional que tuvo) los
beneficios inmediatos y futuros que trajo al propio Venezuela.

El emprendedor vasco triplicó la producción de cacao venezolano, introdujo añil, promovió el


algodón, realizó intensas labores de extensión del tabaco, y trajo familias enteras de colonos,
además de libros, algunos de ellos con las ideas enciclopedistas europeas, que germina rían
en los independentistas americanos.
La huella física más importante y notable que queda hoy de Ja Guipuzcoana es el grandioso
edificio, con estructura externa de caserío, que se conserva en el puerto de La Guaira.
Esta era ln gran factoría o almacén central de la Compañía, en el puerto principal tic
Venezuela y el que —junto con Puerto Cabello— elidieron como bases sus diligentes.

Dirigió la obra, concluida en 1746 el después Gobernador de la provincia, Teniente Coronel


Gabriel José de Zuloaga.

El noble edificio fue más tarde la aduana del puerto de La Guaira. Desde la Independencia,
prácticamente, hasta 1972, en que se trasladaron las oficinas y despachos.
Por iniciativa del gobernador Arria, candidato independiente derrotado en las últimas
presidenciales, se realizó una restauración, y la casa de la Guipuzcoana está actualmente
destinada a centro de cultura. Se organizan allí conciertos, exposiciones, representaciones
teatrales... y tienen también sus sedes «Fundarte», el Ateneo del Departamento Vargas y la
delegación del Ministerio de Información y Turismo.

Durante el siglo XIX, desde el Libertador a los proceres y héroes más destacados, como
Páez, Arismendi, Rojas o Aranda, fueron alojados en la casa de la Guipuzcoana, como
edificio más noble de La Guaira.

La huella de la Guipuzcoana no ha sido seguida hasta el final por los investigadores. Aunque
se haya intuido y apuntado la posible profundidad de su alcance, y se haya polemizado sobre
sus características y consecuencias.

Lo cierto es que en el siglo XVIII crece la emigración vasca a Venezuela a ritmo de vértigo,
hasta que «después de la desmembración de Colombia en 1830», llega a ser casi nulo. Claro
que esto lo decía el historiador Arístides Rojas en 1919, veinte años antes del exilio político.

Puestos a reproducir hechos antiguos de los vascos en el país, no resistimos la tentación de


recoger las tesis del capitán Burgaña sobre el Descubrimiento.
Este hombre, del que ya hablaremos en otros capítulos por diferentes motivos, es hombre
inquieto y práctico, marino experto.

No se trata de incidir en el posible origen vasco de Colón, que han mantenido algunos, como
otros mantuvieron con el mismo derecho y mayor eco que era genovés, o mallorquín.
Un día, Burgaña se enfrenta a un libro, donde el profesor Manzano Manzano (de la
Universidad Complutense), dice que el Almirante había descubierto las costas venezolanas
cuatro años antes de la fecha que figura oficialmente en las historias hasta ahora aceptadas
científicamente. Asegura que este «predescubrimiento» lo hizo una expedición de cinco
carabelas que partió de «La Española» (Santo Domingo), seguida por otra, que la fue a
encontrar a los pocos meses.

El capitán motrikoarra mantiene que, en efecto, Colón sabía de la existencia de aquellas


tierras años antes de reconocer oficialmente Paria. Pero no porque las hubiese visitado él
mismo, sino los tripulantes de una txalupa vizcaína, tripulada naturalmente por vascos.
En realidad, la tesis la había expuesto ya Burgaña en folletos del Centro Vasco de Caracas,
pero con escasa repercusión.

Fue la aparición del libro de Manzano Manzano, bajo los auspicios de la Academia de la
Historia de Venezuela, y su lectura, el fulminante que le hizo acudir a la propia Academia
venezolana, donde fue recibida su tesis, y publicada en el Boletín Oficial de la docta insti-
tución.

No es, pues, la idea de un aficionado despistado, cuando se ha admitido en tales


instituciones científicas con carácter oficial.

Cristóbal Colón, en su segundo viaje transoceánico, pudo ya llevar una flota «ideal» para su
tiempo. Siete grandes navios, entre carabelas y naos, y once txalupas vizcaínas, que el
milanés Syllacio llamaba «ligeras barcas cantábricas».

Como buen marino, el ensayista se detiene a detallar cómo eran estas embarcaciones, de
unos 17 metros de eslora, con una posibilidad de carga muy escasa, pero capaces de
desarrollar velocidades mucho mayores que los navios grandes, hasta el punto de que
tuvieron que recoger velas durante la travesía del Océano, para no dejar atrás al grueso de la
Flota.

La misión de estas once txalupas, con su compañía vasca, era de «escampavías» y


«trincaduras». Es decir, de adelantadas para exploración, reconocimiento de costas, caza y
víveres. Y, si el caso se presentaba, de remolcadores movidos por energía humana para las
naos y carabelas que tuviesen dificultades de maniobra.
En septiembre de 1493, y desde la isla de Guadalupe, envió Colón las lanchas vascas a que
explorasen. Una de ellas, al mando del veedor Diego Márquez, tardaba en regresar. Un
grupo de seguimiento, de cuarenta hombres al mando de Alonso de Hojeda, por medio de
una gran hoguera en la cima de una montaña, pudo llamar la atención de los vizcaínos, que
volvieron al fin.

El Almirante, que tenía prisa por continuar viaje desde Guadalupe en busca de nuevos
descubrimientos, recibió a los vizcaínos con injusta furia, tachándolos de díscolos y
descarriados. AI veedor le puso en hierros.

No obstante, era lógica la actitud de los tripulantes de la txalupa, puesto que su consigna era
la de continuar explorando mientras viesen tierra firme. Sin la hoguera de Hojeda, podían
haber seguido años, puesto que habían topado con el Continente.

La autoridad suprema de la Flota, recibida noticia de la existencia de aquellas tierras al Sur,


estuvo aún dos días más en Guadalupe, dudando. Porque tenía también conocimiento de
que había otras costas al Norte.

Se decidió, finalmente, por estas últimas. Por eso, mandó a los vizcaínos callar lo que
sabían. Y lo que sabían era cuanto habían visto, incluida la existencia de riquezas en perlas
por un contacto que tuvieron con indígenas de aquellos parajes.

Colón, recorre buena parte de la costa cubana, y cree que es ya territorio continental, por la
gran extensión de la isla. Emprende el rqireiü hacia el Sur, pero a la altura de Puerto Rico le
sobreviene una enfermedad, con fiebre alta, delirio, convulsiones... y optan por llevar le a La
Isabela, en donde permanecerá desde septiembre de 1499 hasta casi dos años más tarde.

Entre tanto, las once txalupas vizcaínas se le habían ido. Disgustado ya con las medidas que
tomara el Almirante contra el veedor de la descubridora de Venezuela, colmó su paciencia el
intento de convertirles en cazadores y proveedores de esclavos. Decían los vascos: «noso-
tros no hemos venido aquí para acciones inhumanas, sino para explorar, y para atoar, si es
caso». Y el grito fue unánime: «Etxera!, etxera!».

A casa que se fueron; seguidos por una de las naves grandes, al mando del capitán Molina,
que fue enviada en su persecución para captura y castigo.

Sin embargo, los vizcaínos expusieron al Rey la causa de su regreso, y a la vista de ella no
hubo represalias. Por el contrario, parece que Fernando el aragonés tomó buena nota de la
existencia de unas tierras que no habían sido reportadas por Colón. No podían serlo, por no
haberlas reconocido.

Y eso que, en marzo de 1496, recuperado de la enfermedad, el presunto genovés hizo aún
un nuevo intento dentro de su segundo viaje. Desde La Isabela llegó otra vez a Guadalupe,
con intención de seguir hacia el Sur. Pero le quedaban solamente dos navios, uno rehecho
en La Isabela con restos de los que sacara de la Metrópoli. Además, «la falta de avíos para
las naves sobrecargadas de esclavos y de gente desanimada, que deseaba sobre todo el
regreso a España, le influyeron para emprender la retirada, convencido de que, para el reco-
nocimiento de las sabidas tierras meridionales era necesario un tercer viaje»

Es en ese tercer viaje donde se sitúa —o se venía situando hasta ahora— el descubrimiento
por Colón del continente sudamericano, en el que tocó como primera tierra una que con el
tiempo formaría parte de la actual Venezuela.

En Cubagua, la isla venezolana que parece un sudario de tierra, por 1500, aparecen vascos
en la empresa. Un Ochandiano, un López de Arechuleta, aparecen al lado de Pedro de
Barrionuevo, el primero que allí construye una casa con afán y esfuerzo en aquella Nueva
Cádiz que borra lentamente la avaricia. A Juan de la Cosa, llamado Juan el vizcaíno,
corresponde trazar el mapa del mundo que se incorpora.

A mediados del siglo XVT, cuando la res estructura a El Tocuyo, es un vasco, o hijo de
vascos, Juan Pérez de Tolosa, quien con un sentido de integración echa a andar el impulso
que se concreta en Borburaía y hace posible la fundación de Barquisimeto y de Valencia,
años después. Y este mismo Tolosa envía a su hermano por el Llano hacia los altos valles,
hoy asiento de San Cristóbal. Tolosa fue quien rubricó la muerte del gobernador Juan de
Carvajal, en la histórica ceiba tocuyana.

Con Tolosa comienza en la antigua provincia de Venezuela un concepto distinto de la acción


colonizadora, pues se abren nuevas rutas, se organiza el gobierno, se fundan pueblos, se
estimula el comercio.

Mas parece que no hay tregua en esto de que los vascos sean acción y hasta locura: Lope
de Aguirre, el aventurero signado de desesperación, tallado de muchas sierpes, llega a
Margarita, a Valencia, a Barquisimeto, desde el Marañón andino.

Son muchos los cuellos que siega y muchas también las palabras urgidas de justicia y
verdad que dice a Felipe II en su carta escrita junto al Lago de Tacarigua.
Vasco es el primer Bolívar, escribano en Santo Domingo, tesorero en Caracas, representante
de Venezuela ante el rey; este Bolívar obtiene los primeros privilegios

para Caracas, la cual considera como su tierra, pues en todo vasco es virtud no olvidar su
lugar de origen y querer como propia la tierra que pisa con fe.

Vasco es aquel Diego de Henares "conocido comúnmente como el vizcaíno" —tal vez de
Henares Lezama compañero de Losada en la fundación de Caracas, a quien éste encarga el
trazado de las calles, nivelación de terrenos; trabajo que el gobernador Diego de Osorio
pondrá también a fines del siglo bajo la responsabilidad de Henares. Y cuando el gobernador
de la provincia de Guayana, Fernando Berrío Oruña, se interese por la ganadería, será Diego
de Henares quien lleve a las llanuras del Orinoco, desde San Sebastián de los Reyes, vacas,
yeguas, cerdos y caballos.

Fueron éstas las primeras reses que llegaron a la tierra de Guayana, y a este vasco tenaz,
modesto y olvidado, se debe tal esfuerzo.

Por allí van muchos hijos de Guipúzcoa, de Navarra, de Vizcaya, de Álava. Vera Ibargoyen
va hacia El Dorado y deja una relación de su hazaña; Berrío y Oruña baja del Nuevo Reino y
por el Orinoco busca también la ciudad de Manoa. Todo es sueño porque el siglo es sueño.

Luego la acción de los vascos y de sus descendientes prospera en la llanura, en los


numerosos hatos y pueblos que erigen junto a los ríos. A orillas del Orinoco y del Apurito,
Juan Ochoa Gresala y Aguirre, caraqueño, descendiente de vascos, funda a Nueva
Cantabria y crea riqueza. Otros surgen, crecen y pasan.

La Colonia agrupa entusiasmos, fija bases. Olavarriaga estudia la economía venezolana, y


su informe —aún inédito—, es fuente segura.

La Guipuzcoana interviene luego y el cacao, el café y los cueros de res viajan al exterior. Con
la afluencia de gente vasca, a partir de 1730, la economía cobra mejores impulsos y los libros
'llegan a escondidas. Surgen levantamientos contra el monopolio impuesto por la
Guipuzcoana, el pueblo se agita, un canario alza los negros de Panaquire, el gobernador
Zuloaga defiende La Guaira del asalto de los piratas ingleses, y medio siglo después, el
intendente José de Abalos, echa por tierra la Compañía al crear el comercio libre.

Por esta época hay gente de ascendencia vasca, ya criolla, como los Bolívar, los Ustáriz y
tantos, que miran, dentro de la inquietud universal de ser libres, con ansia, la llegada del siglo
XIX.

Durante la guerra de Independencia, confundidos con señoritos y mulatos, van los nuevos
héroes.

Un Francisco Iturbe libra a Bolívar de la muerte; un Mendoza alcanza la primera Presidencia


de Venezuela. Urdaneta deja una lección de entereza; Arrioja es el que cierra desde Cabruta
la tenaza con que Marino iba a estrechar la horda llanera de Boves.

Y no es solamente en esta etapa de prueba donde a menudo aparecen los vascos. Fundidos
a gentes del medio, la Colonia recoge los méritos y los errores de numerosos vascos que
tienen responsabilidades de gobierno como Alquiza Bastidas, Arguinzones, Alberro,
Lardizábal, Arriaga, Zubillaga, Unzaga y Amezaga. Este último es el capitán general que
pone en marcha la Capitanía General de Venezuela al dar cumplimiento a la real cédula de
1777, punto cabal de partida de nuestra fisonomía como entidad política.

Mientras un descendiente de vascos, un Urdaneta, cae fulminado cuando combatía con


aliento popular en la tremenda lucha social que caracteriza la Federación, un Aurrecoechea
Irigoyen, después de protestar cuando el general José Antonio Páez, ya senil, inicia su
dictadura, entrega su vida en Holguín, en 1861, defendiendo la libertad de Cuba.

Entre jOchandiano, trabajador en Cubagua en 1500 y el vasco que llega en este momento a
Venezuela, no ha habido solución de continuidad. Como otros que vienen a dar lo mejor en la
estructuración de la Venezuela futura, tal vez sean los vascos y sus descendientes los que
más hondo han puesto a marchar entre nosotros esfuerzos y esperanzas.
TRES EMIGRACIONES

La incorporación del elemento vasco a Venezuela puede ser estudiada en tres momentos
que denominaremos la Aventura, la Empresa y el Exilio y que corresponden respectivamente
a los primeros tiempos de la institución colonial, al siglo XVIII y a nuestros días.
El movimiento de la Aventura es aquel que se realiza bajo el signo de la inmigración
individual y esporádica de los siglos XVI y XVII, determinado por el ansia de riqueza y
bienestar superando las barreras que la estrechez de la tierra, la fecundidad familiar y las
restricciones de la legislación civil, celosa conservadora de la casa solariega, imprimían a los
enérgicos hombres de una raza que nacían frente a los infinitos caminos del mar.
Conquistada pérfidamente Navarra a principios del siglo XVI —aunque sea digno de notarse
como al principio algunos juristas de Indias niegan a los navarros la calidad de españoles—,
y unidas también las regiones de Alaba, Guipúzcoa y Vizcaya a Castilla aunque en realidad
no fuese más que en la persona del común soberano, este vínculo que según corrían los
tiempos había de engendrar tan desnacionalizadores efectos, ofrecía de momento a los
vascos un amplio campo para sus actividades que, como es sabido, desde el
Descubrimiento, comenzaron a desplegar a lo largo y lo ancho de toda la América.
El vasco aventurero se concreta en Venezuela y, para ser aún más precisos, en Caracas, en
individualidades como la de Diego de Henares Lezama (natural de Baracaldo, Vizcaya), el
hombre que diseñó el plano de la primera urbe caraqueña; en Sancho del Villar, uno de sus
primeros alcaldes; en Juan de Amezaga, escribano de cámara; en encomenderos como
Simón de Bolívar (el Viejo), Sancho de Zuazo, los capitanes Arteaga y Guevara y otros que
pudiéramos citar y cuyos nombres aparecen en los repositorios de viejos documentos
caraqueños anteriores al año 1600, sin olvidar a don Simón de Basauri, fundador de la
primera escuela que hubo en la ciudad (año 1594).
Con los primeros años del siglo XVII (1606-1611) tenemos al gobernador Sancho de Alquiza
cuyo nombre deformado en Sanchorquiz aún perdura en la toponimia caraqueña. Antes de él
y después a lo largo de toda la centuria, van llegando y afincándose en el país segundones
de las más conocidas familias de Euzkadí, como los orgullosos vastagos de los Muxi-ca y
Butrón —"Muxika arerioakaz agika; Butroe zelangoa dan oróle da-kie", reza su lema inscripto
en las piedras de su viejo y poderoso castillo allá en Gatika;— o de los Villela de Munguia,
los de "los cinco lobos en vela de la casa de Villela" que recordará todo lector del precioso
"Libe" del Maestro Arana Goiri. De esa época son los Landaeta, una de las estirpes mas
prolíficas entre todas las familias caraqueñas; los Arguinzoniz, los Arechederra y, para
concluir con dos conocidas esquinas de la ciudad los Ibarra y los Veroiz que ahora dicen
Veroes. Los frutos de esta inmigración de la Aventura correspondieron a sus orígenes y no
pudieron ser otros que invididuales y dispersos.
El 4 de septiembre de 1730, con la llegada a Puerto Cabello de los tres primeros navios de la
"Real Compañía Guípuzcoana de Caracas", las fragatas "San Ignacio de Loyola", y "San
Joaquín" y la galera "Guipuzcoa-na", comienza sus actividades la inmigración de la Empresa.
Una empresa de carácter puramente mercantil, nunca hay que perder esto de vista. Ni
podemos olvidar tampoco que si del lado vasco ofrece la ventaja de ser un organismo
netamente nacional en su dirección, en sus hombres, en sus instrumentos y hasta, en gran
parte, en el destino de sus ganancias, representaba tan sólo el esfuerzo de una de las siete
regiones o estados vascos que, si en la letra de las leyes seguía tan independiente como el
primer día de su unión personal a la corona de Castilla, llevaba ya sufriendo siglos de
adulteración en lo mas íntimo de su esencia nacional.
Como quiera, con todas las limitaciones con que nacía y todos los reparos y objecciones que
desde distintos ángulos pueden hacérsele, es indudable que esta empresa, ya se la mire
desde el punto de vista del esfuerzo vasco, ya desde el de su influencia en los destinos de
Venezuela a la que encontró "...reducida a la situación de una provincia agobiada por la
pobreza... y la dejó próspera, revalorizada para el Imperio y bogando en la plena corriente del
comercio exterior", como dice Hussey, reviste una trascendencia que sólo los
voluntariamente ciegos pueden negar. Y junto con el aspecto mercantil de la empresa, "...no
se ha de olvidar" —como escribe Gil Fortoul— "que los bascos de la Compañía Guipuzcoana
trajeron a la hasta entonces pobre e inculta colonia venezolana, algo más importante que las
mercaderías españolas. Trajeron libros, ideas, moderno espíritu emprendedor, hombres
arrastrados en su mayoría por el movimiento que iba a culminar en la Enciclopedia y la
Revolución Francesa. Guipúzcoa, vecina de Francia y hogar de una raza noble que juntó
siempre las energías del trabajo con el espíritu de independencia vino a modernizar en lo
posible el anticuado régimen de los conquistadores". Con lo que consiguió que Venezuela,
añadimos nosotros, no estuviera ausente del siglo XVIII y hasta que fuese su siglo auroral,
sin que pudiera decirse aquí lo que Ortega y Gasset escribió de España: "Cuanto más se
medita sobre nuestra historia más clara se advierte la desastrosa ausencia del siglo XVIII...
Este ha sido el triste sino de España, la nación europea que se ha saltado un siglo
insustituible".
Lo que los libros y las ideas de ese siglo traídas por los vascos a Venezuela representaron
en la incubación del movimiento independentista es fácil de excogitar. Pero hay que señalar
además algo tan importante como es la natural predisposición del hombre vasco para las
empresas de libertad. Como escribiera aquel nuestro Ramón de Basterra a quien "las
claridades de Roma" y la herencia romana de España desviaron de los senderos de su
patria: "La alarma me invade en presencia de la acción de los vizcaínos en América. La sorda
conciencia de haber abortado su forma espontánea de raza anterior a Roma por la
imposición de Castilla, parece haberlos preparado a la comprensión y hasta a la misma
simpatía con las poblaciones indígenas-.. He tenido que cerrar mis ojos a la plétora de
apellidos del Pirineo que hormiguean en las rebeldías de las guerras civiles de América". Sin
duda los cerraría al leer la lista de los complicados en el alzamiento de Gual y España y
después, aún con más violento esfuerzo, al ver en la gloriosa lucha por la Independencia
venezolana, junto a la figura de Bolívar, tantas otras de primera magnitud como Urdaneta,
Anzoategui, Aris-mendi, Sagarzazu, Aramendi, Mendiri, etc, etc.
Esta inmigración de la empresa fue organizada y, en lo que cabe, masiva. Más de 2.500
fichas de vascos del tiempo de la Guipuzcoana tenemos recogidas, lo que algo significa,
habida cuenta de que la mayor parte corresponden a Caracas cuya población no excedía de
20 a 30.000 habitantes por aquel entonces. Los Olabarriaga, Aizpurua, Goizueta, Urroz,
Zaran-dia, Uranga, Goicoechea, Amenabar y Mintegui, por citar sólo a los Factores
principales de la empresa, encabezan una relación desde capitanes generales a grumetes,
pasando por marinos, comerciantes y representantes de las más diversas actividades. De
estos hombres proceden familias tan profundamente arraigadas en los medios venezolanos
de hoy como los Le-cuna, Zufoaga, Azpurua, triarte y tantos otros.
La disolución de la Compañía en 1785 y las conmociones y guerras que sacuden a
Venezuela en las primeras décadas del siglo XIX, cortan a lo largo de todo el resto del siglo y
casi primera mitad del XX la corriente emigratoria vasca que se encauza preferentemente por
esta época a las orillas del Plata. Tenemos que llegar al año 1939 para poder dar testimonio
de una tercera corriente emigratoria de Euzkadi a Venezuela.
Es la que hemos llamado del Exilio. Parecida sólo a la anterior en que se inicia también con
la llegada de tres barcos, el "Cuba", el "Flandre" y el "Bretagne" a los puertos de Venezuela,
pero muy distinta a las dos anteriores en su motivación y en su espíritu. No llegaban ellos
como aventureros a tierra conquistada ni organizados en poderosa empresa mercantil bajo
los auspicios de un monarca. Venían rotos, con sus vidas truncadas por los horrores de una
guerra que nunca quisieron pero que hubieron de aceptar, con heroica determinación, en
defensa propia y de sus valores nacionales entre los que se alza el primero y más alto que
ninguno el culto a la Libertad.
Pero no hablaremos nosotros de esta inmigración. Con más autoridad y conocimiento lo
harán otros compatriotas que fueron actores y testigos de ella. Los hombres que al ser
recibidos fraternalmente en la tierra generosa de Venezuela a la que ofrecen todos los días lo
mejor que un hombre puede rendir, su trabajo constante y su conducta rectilínea, no pueden
olvidar a su patria lejana. Porque no puede pedírseles que lo hagan mientras ella, que fue en
Europa cuna y asilo de las más antiguas libertades, esté convertida en tierra ocupada por un
invasor que además de una sangre, un idioma y una cultura extraña, pretende imponernos,
para más escarnio, una doctrina que es la negación misma del concepto vital del hombre
vasco; la antítesis de aquel ideal de independencia nacional y plenitud en la libertad por la
que luchan, en las sombras de la Resistencia o la grata luz de los ambientes democráticos
como el que Venezuela brinda, todos los vascos dignos de sus apellidos.
Etimologia y significado de Apellidos Vascos en Venezuela
Recopilacion de Apellidos Vascos ( 1.500 fichas)

ABADÍA
El carrascal

ABACETA
Carrascal

ABADE
La carrasca
ABANDO
Lugar de endrinosgrandes

ABASCAL
Ramajes

ABASÓLO
Campo cura/

ABEN DAÑO
Gran casta de hombre

ABERASTECIO
Carrascas grandes y
ricas

ABERASTURI
Villa rica

ABIA
El arándano

ABRIZKETA
Lugar de muchas carrascas

ACHARRI
Peñón

ADARRACA
Lugar de astas

AGERREBERE
La casa de Agerre de abajo
AGIAR
Lugar de tejos

AGINAGA
Lugar de tejos

AGINAGALDE
Lugar cercano al te/a/

AGIRRE
Paraje descampado

AGIRREBEITIA
Bajo el descampado

AGIRREBENGOA
Parte baja del descampado

AGIRREGOMEZKORTA
Descampado en el desierto

AGIRRETXE
Casa de Agirre

AGIRREOLEA
La ferrería de Agirre

AGIRREURRETA
Avellanar de Agirre

AGIRREGOMEZKORTA
Selva en Agirregomez

AGORREZABAL
Descampado anchuroso

AGIRREZABALAGA
Sitio ancho y descampado

AGUROLA
Ferrería añeja

AIALA
Pastizal

AIESTARAN
Brezal
AINAGA
Lugar de lagunas

AIZAGA
Lugar de robles

AIZAGIRRE
Descampado de robles

AIZPITARTE
Paraje entre robles

AIZPURU
Ceja del robledal

AIZPURUA
La ceja del robledal

AIZTONDO
Cerca del robledal

AJURIA
Pueblo de gritería o clamores

AKARREGI
Sitio de rocas ásperas

AKIRREBENA
El bajo del sitio descampado

ALAÑA
Lugar de laguna

ÁLAVA
El collado

ALBAIA
El henar

ALBERDI
Multitud de alisos verdes

ALBERRO
Lugar de berros grandes

ALBINAGORTA
Breñal colorado
ALBISU
Alisos verdes y ramaje

ALBIZTUR
Ramal de alisos aguanosos

ALBIZU
Henar

ALBIZUA
El henar

ALBIZURI
Henar de la villa

ALBURUA
Cabecera del aliso

ALDAA4A
Ladera

ALDAMIZ
Ladera del monte

ALDANA
El más inmediato o vecino

ALDANONDO
Inmediato a la aldea

ALDAZ
Aldea zaguera

ALDEKOA
El de ia aldea o vecindad

ALTUBE
Poderoso del bajo

ALTUNO
Poderoso» el más altovende

ALZÓLA
Perrería de alisos

ALZUA
El aliso
ALZURU
Lugar rodeado de alisos

ALKIZA
Pastizal de vezas (arbeja)

ALICORTA
Desierto de alisos

ALSUA
El aliso

ALVARES
Hijo de Alvar (patronímico)

ALVAREZ Hí/o de Alvar (patronímico)

ALZÓLA
Perrería de alisas

ALLENDE Pastizal
Sitio dé posto

AMAM
El final

AMENABAR
Quejigal del llano

AMESTI Quejigal

AMESTOI
Lugar de quejigos

AMEZACA
Paraje o lugar de quejigos

AMEZKOA
El del quejigal

AMEZKUA
El gran quejigo

AMEZUA
Quejigos verdes

AMIEBA
Derrumbadero del bajo
AMILfBIA
Derrumbadero estrecho

AMUNDARAIN
Monte de múrenos quejigos

AMUTXATEGI
Paraje de quejigos

ANASATEGI
Sitio de Pastos

ANÚIKA
La «ata en Id léjaníé

ANbONEGÍ
o yezgo verde

AMPARAN
Gamonal

ANTIA
El pastizal

ANTXEA
El pantano

ANTXETA
Lugar de pantanos

ANTXIA
Lugar de yezgos

ANTXIETA
yezgafes

ANTXINDIA
Yezgaf grande

ANTXUANDIA
El gran yezgat

ANTXUNDIA
Gran yezgo/

ANTXUSTEGI
Nogaleaa
ANZOATECI
Lugar anchuroso

ANZOLA
Ferrería espaciosa

APODAKA
Lugar de mu/trtud de sapos

APRAIZ
Monte de carrascas

AKERRETA
Zarzales

ARABIATORRE
Ciruelo de Torre

ARABIOTORRE
El gran ciruelo de Torre

ARACOR
Ciruelo estéril

ARAMENDIZ
Monte desierto

ARANA
El ciruelo

ARANAGA
Lugar de ciruelos

ARAN BARRÍ
Valle nuevo

ARAN BU RU
Cabecera del ciruelo

ARANCIBEL
Ciruelo negro

ARANGUREN
Linde del valle

ARANTEGI
Sitio de ciruelos
ARANZA
Espinal verde

ARANZAZO
El gran espinal

ARANZAZU
Espinal quemado

ARANZETA
Espinales

ARANZIBI
Abajo del espinal

ARATIBEL
Pedregal negro

ARAOZ
Helechal

ARBELAIZ
Pizarral

ARBELOA
Sitio de piedra pómez

ARBIDE
Camino empedrado

ARBIZU
Nabar de nabos redondos

ARCE
Encino

ARCE NIEGA
Valladares de piedra

ARCINIEGA
Valladares pequeños de piedra

ÁRDALA
El pedregal

ARDANAZ
Pedregal de la trastumbada

ARDEO
Gran lugar de avenas silvestres
ARE/TÍO
Pastizal grande

AREIZAGA
Monte de pasto

ARETXABALETA
Llanos arados

ARETXAGA
Lugar de arena

ARETXE
Casa de la arena

ARETXEDERRA
Gran casa de la arena

ARELLANO
Pastizal

ARGETAARIAZA
Pastizal espinoso

ARGOITIA
Alto de la peña

ARGIBAI
Río lucido

ARGINDEGI
Taller del cantero

ARGINZONES
Oficiales de cantería

ARIGITA
Sitio de piedras

ARIOLA
Oficina de cantería

ARIPE
Parte baja del pastizal

ARISMENDI
Monte de robles
ARISPE
Bajo del robledal

ARISTEGI
Robledal

ARISTEGIETA
Lugar de muchos robles

ARISTIKETA
Robledales

ARIZ
Roble

ARIZA
Frecuencia de robles

ARIZAGA
Lugar de robles

ARIZABALO
Gran robledal ancho

ARIZALETA
Robledal

ARIZMENDI
Monte de robles

ARIZTIMUÑO
Colina del robledal

ARIZTIZABAL
Robledal anchuroso

ARJZTIZADA
Robledal

ARIZTOI
Gran robledal

ARIZTONDO
Inmediato al robledal

ARKAIA
La peña
ARKAUTE
Peñascal áspero

ARKONDO
yunto a la peña

ARKURI
Peña de la villa

ARMABERRI
Carrasca nueva

ARMENDARIZ
Monte de robles y
piedras

ARMOLEA
Oficina o fragua de
fabricar armas

ARNAIZ
Arboleda de encinas

AROCENA
Casa del carpintero

AROSTEGI
Taller del carpintero

ARPIDE
Camino del encinal

ARTEAGA
Paraje de encinas

ARTETXE
Casa entre encinas

ARZOLA
Firme de la carretera

ARRÁEZ
Tras la peña

ARRAGA
Paraje de peñas

ARRAIZ
Peña del monte

ARRAIZA
Peñas del monte

ARRANBIDE
Camino para el sitio de águilas

ARRATIA
El peñascal

ARRAZOLA
Ferrería tras el peñasco

ARREAGA
Lugar de zarzas

Arreaza
Zarzal turbio verde

ARRETXEA
La casa de zarzos

ARRETXEAGA
Sitio de zarzas

ARREGÍ
Esquina del pedregal

ARREGIN
Espínales pedregosos

ARRETXEOERRA
Espinal en la casa hermosa

ARREDONDO
Cercano al espinal

ARRIA
La piedra

ARRIAGA
Paraje del pedregal

ARRIARAN
Valle pedregoso

ARRIBILLAGA
Paraje pedregoso
ARRIEN
Del paraje de piedra

ARRJETXE
Casa de piedra

ARRIETA
Frecuencia de piedras

ARRIGOÍTIA
Parte alta pedregosa

ARRILLAGA
Frecuencia de piedras redondas

ARRIÓLA
Oficina de cantería

ARRIZABALAGA
Paraje ancho de piedras

ARRIZÁBALO
Gran anchura de piedras

ARRIZAGA
Sitio de piedras

ARRIZURI
Villa pedregosa

ARRIZURIETA
Las peñas blancas

ARROLLASE
Bajo la hondonada

ARRONDO
junto a la hondonada

ARROSPIDE
Camino de forasteros

ARRUE
Peña hueca

ARRUEBARRENA
Adentro de la peña
ARRUTI
Peñascal

ARRUZA
Peña verde

ARTEAGA
Paraje de encinas

ARTEGA
Frecuencia de encinas

ARTETXE
Casa del encino

ARTETA
Encinas

ARTHAONA
Buen encinal

ARTIA
El desmonte arrancado

ARTIAGA
Paraje para sembrar

ARTIGA
Desmonte de maleza

ARTIGAS
Tras el desmonte

ARTUNA
Lugar rodeado de encinas

ARTIGUIETA
Desmontes de malezas

ARTO
Tablaje de encinas

ARTOLA
Oficina de encinas

ARZA
El oso

ARZALLUZ
Lugar extenso de osos

ARZOA
El gran oso

ARZOLA
Perrería del lugar de osos

ARZOLAR
Gruta de osos

ARZOLAY
De la gruta de osos

ARZUAGA
Paraje de encinas quemadas

ARZUALDE
Cercano al sitio de encinas quemadas

ARZURU
Prender fuego

ARZUZA
Lugar de fogonazos

ASNAR
Porquerizo

ASTAIZA
Flor de asno del monte

ASTEGUIA
Esquina cetrera

ASTEINZA
Caza de cetrería

ASTAIZA
Caza con halcones

ASTELARRA
Brezal

ASTIZ
Ramal del monte

ASUA
El zarzal
ASURMENDl
Monte de huesos

ATIENZA
Gran ardizaf verde

ATIENZAR
Del gran ardizaf verde

ATIENZO
El gran ardizal

ATXA
La peña

ATXALANDABASO
Bosque con prado y peña

ATXURi
Villa de la peña

AURRETKOETXEA
La casa de defante

AZANZA
Sembradura de berzas

AZARRA
Berzal

AZCOAGA
Paraje de azagayas

AZCUENAGA
Sitio de muchas azagayas

AZCUNA
Artesón de agua

AZKARATE
Portona con artesón

AZKARCORTA
Selva con artesón de agua

AZNAREZ
Hijo de Aznar

AZOAGA
Paraje de siembra

AZPARREN
Sitio frecuente de peñas

AZPIAZU
Bajo los robles quemados

AZPICUETA
Lugar de cuezos

AZPILLAGA
Paraje de cuezos o artesones

AZPINAGA
Sitio de acerolJJIos

AZQUETA
Lugar de gramas

AZUA
El zarzal

AZUAGA
Paraje de zarzas

AZUALDE
Cercano al zarzal

AZUARTE
Lugar entre zarzas

AULETA
Helechales

AURRECOECHE
Casa de enfrente

AURRECOECHEA
La casa de enfrente

AYDANAZ
Tras el helechal

AYERBE
Bajo el brezal

AYERDI
Brezal

AYESTABAN
Pastizal

AZKUE
Lugar de la peña

AZPARREN
Parte baja del peñasco

AZPIAZU
Bajo los robles quemados

AZPIRI
Pueblo del robledal

AZPIRITXAGA
Paraje de robles pequeños

AZPURUA
La ceja de la breña (tierra
quebrada)

BADIO
LAFerrería del pastizal

SAETA
Pastizales

BALBOA
La gran enramada

BALENCIAGA
Lugar de la juncalera

BALTZA
El negro

BARACALDO
Terreno de grandes
huertas

BARAHONA
Buenas huertas

BARANDI
Huertas frecuentes
BARANDIARAN
Huerta grande del
desierto

BARANDICA
Pequeño huerto

BARAZA
Huerto verde

BARNOLA
Perrería del zarzal

BAROJA
Helechal

BARÓN O LA
Perrería del helechal

BARRASA
Jaraí

BARRAZA
Jaral verde

BARREDA
El jaral

BARREDO
El gran jaral

BERRENA
El lugar de adentro

BARRETA
Lugares adentrados

BARROETA
Zarzales

BARROLETA
Frecuencia de zarzos

BARRUETA
Jarales

BARTUREN
Jurisdicción territorial
BASASE
Bosque del bajo

BASAGOITI
Bosque en el alto

BASAÑEZ
Bosque de zarzoi

BASCARAN
Valle frecuente
de zarzos

BASCON
Buen bosque
BASCONES
Del buen bosque

BASTARRICA
Barrio que forma
orilla

BASTERRECHA
La casa del rincón u
orilla

BASTERRCHEA
La casa del rincón

BARACIARTE
Entre los heléchos

BARASARTE
Espacio intermedio de
heléchos

BARRENETXEA
La casa de adentro

BARROETA
Humedal

BASTIDAS
Zarzal

BASURCO
Gran zarzo

BAYONA
Buena bahía

BEITIA
El sitio o paraje bajo

BELANDI
Gran henar

BELANDIA
El gran henar

BELARDE
Frecuencia de
herbazales

BELARDI
Herbazal

BELASKO
Multitud de cuervos

BELAZKO
Multitud de cuervos

BELDARRAIN
Herbar

BELZUNEGUÍ
Esquino def fugar
negro

BENGOA
Lugar en el bajo

BENGOTXEA
La casa de abajo

BENGOETXEA
La casa del bajo

BEOBfDE
Camino de los bajos

BEOTEGI
Paraje en el bajo

BERA
La bajada
BERAKOETXEA
La coso de más abajo

BERACHA
La peffa de abajo

BERACIARrU
Bajo et pastizal

BERACIBAR
Vatíe del pastizal

BERACOCHEA
Lo coso del pastizal

BERAMENDÍ
Monte de precipitada

BERARDÍ
Abundancio de herboles

BERASALUCE
Huerta larga extendida

BERASATEG/
Sitio o paraje de huertas

BERASTEGi
Lugar de la huerta BERECIARTU Jaro BERECIARTUA

BERECIBAft
Jara dét valle

BERROETA
Jarales

BERROTERAN
Jaral del valle

BEUNZA
Pastizal verde

BIDARTE
Camino de encinas

BIDASOLO
Camino de la huerta

BIDAURUETA
Caminos de la villa

BIDAURRE
Frente al camino

BIDAURRETA
Caminos de enfrente

BIDAURRI
Camino de la villa

BIDEA
El camino

BIKUÑA
La cabra mantesa

BILBAO
Gran río de medio
círculo

BILLA LABEITIA
Villa en el bajo

BIONDO
junto a dos lugares

BÍSCOCHEA
La cosa de dos vecinos

BISKARRET
Loma pedregosa

BIZKAIA
Puerto o muelle espumoso

BIZKAINO
Habitador de Bizkaia

BIZKARRA
Cuesta o loma

BIZKARRONDO
Junto o la loma

BIZKUÑA
Cabras montesos extrañas

BOLINAGA
Paraje del molino

BOLIBAR
Valle de avenas

BOLLAR
Batán de los paños de piedra

CAICEDO
Escollera

CARRANZA
Espinal

CASTILLOBEITIA
Bajo el castillo

CELAYA
La pradera

CELAYARAN
Pradera del valle

CEGARRA
Helechal

CIARRETA
Brezales

CORASPE
Bajo el madroño

CORTABITARTE
Entre los dos desiertos

COROSTOLA
Ferrería del madroñal

COSCOJUELA
Pastizal de gramas

COSCORROTZA
Prado de gramas frecuentes

CHAPELA
La boina

CHARRABE
Bajo el zarzal
CHARTERINA
Lugar de terevintos (charnecas)

CHAVARRIACA
Paraje de la casa nueva

CHEVERRIA
La casa nueva

CHAVARRIA
La casa nueva

CHIPIA
El pequeño

DORRONSORO
Heredad de legumbres

DOZANDABARATZ
Tras el lugar de hortigas

DUARTE
Encinal frondoso

DUIN
Frecuencia de encinas

DURAN
Abundancia de agua

DURANGO
Lugar abundante de
agua

DURRUTI
Del lugar lejano

ECARR/
Juncal1

ECEOLAZA
Junco verde

EDERRA
Hermoso

EGAN
Pastizal frecuente
Egaña
La cima del voladero

ECAÑEZ
Del de ef pastizal
frecuente

EGIA
La esquina

EGIARTE
Entre encinas

EGIBAR
Valle esquinado

EGIDAZU
La esquina quemada

ECI CUREN
Esquina seca estéril de
agua

EGILAZ
Esquina áspera

EGILEOR
Esquina de salicarias

EGILUZ
Esquina larga extensa

EGINO
Esquina chata de colina

EGIZABAL
Esquina anchurosa

EGUI
Esquina

EGURBIDE
Camino de la leña

EGUREN
Esquinazo seco

EGURROLA
Perrería de mucha leña

EGUZKIZA
Lugar de ramas
esquineras

EIZAGA
Paraje del cazadero

EIZAGIRRE
Cazadero descampado

EIZMENDI
Cazadero del monte

ELDUAYEN
Cepas de vid sazonadas

ELEAZAR
Cabeza d« piara v/»ya

ELDUA/EN
Cepas de vid sazonadas

ELEIZALDE
Cercano a la iglesia

ELEJALDE
Cercano a la piara de ganado

ELEJABURU
Cabecera de piara de ganado

ELEXGARAI
Iglesia mayor, Catedral

ELEXPE
Al pie de la iglesia

ELGORRIAGA
Paraje de espinos

ELGE
Lugar estén/ de agua

ELGERA
Puesto estén/ de agua

ELGETA
Lugares estén/es de
agua

ELGEZA
Puesto estéril de agua verde

ELGEZABAL
Lugar de agua estéril y ancha

EL/CEGÍ
Esquina o ángulo de Ja iglesia

ELIZAETXEA
La casa de la iglesia

ELIZALDE
Cercano a la iglesia

ELIZONDO
inmediato a la iglesia

ELKANO
El gran pastizal

ELKORO
Pastizal extenso

ELORBURU
Cabecera del espinal

ELORDI
Espina/

E LO R Al EN DI
Monte de espinos

ELORRIAGA
Paraje de espinos

ELORRIETA
Espinales

ELORRIO
Gran espinal

ELORTEGI
Esquina del espinal

ELORZA
Espinal verde

ELOSUA
Piara entera de ganado mayor

ELVIRA
Campo de heno

EMASABEL
Barriga de hembra

EN PARAN
Bodega o almacén de
trastos

EOST/COCHEA
La casa de/ acebo/

EPALZA
Alisal
trasmochado

EPARZA
Carrascal verde

E RASO
Ataque, embestida

ERAZO
Gran helechal

ERICE
Abrigadero de heridos

ERKOREKA
Pastizal pequeño

EREÑO
Gran lauredal

ERKIACA
Lugar de tilos

ERRASTE
Escobar

ERRAUSKIN
Fabricador de locutorio
ERRAZTI
Matorral de escobones

ERREA
El zarzal

ERROTABEREA
Molino propio

ESANDI
Retamal

ESCARIZ
Monte de arces

ESCAURIAZA
Lugar de arces
frecuentes

ESCHARBAY
Paraje de arces

ESEBERRI
Ramaje nuevo

ESKENAZI
Tilo prieto y crecido

ESKERRE
Zurdo o zocato

ESKINAZI
Tilos crecidos

ESKIAGA
Lugar de tilos

ESKIBEL
Tilo prieto

ESKOR/AZA
Lugar de arces verdes

ESKURRA
La be/foto

ESNAL
Postiza/
ESNAOLA
Perrería del pastizal

ESPARZA
Atocha esparta/ verde

ESPELETA
Paraje de boj (árbol)

ESPIRIA
El bojedo

ESP/T/A
Bojedo pequeño

ESPONDA
La orilla

ESTANCA
Tutor de plantas

ESTILARTE
Lugar entre charcos

ESQUECHE
Casa entre arces

ESQUENAZI
Arces crecidos

ESQUERDO
El gran arce

ESQUÍA
El tilo

ETXABA
Bajo la casa

ESTXABARRIA
La casa nueva

ETXABE
Casa en el bajo

ETXABEZ
De Ja casa del bajo

ETXABURU
Cabecera de la casa

ETXANDIA
La casa grande

ETXANIZ
Casa del monte

ETXARRI
Casa de piedra

ETXART
Retamal

ETXAURREN
Frente a la casa

ETXEAND/A
Casa grande

ETXEARTE
Casa entre encinas

ETXEAZU
La casa de humedades

ETXEBARNE
Terreno inferior
a fa casa

ETXEBARRENETA
Adentros de la casa

ETXEBASTER
Casa del rincón

ETXEBERRf
Casa nueva

ETXEBESTE
Otra casa

ETXEGARAf
Casa mayor
o superior

ETXEGARRETA
Casa de trigo
frecuente
ETXEGOIEN
Casa en el alto

ETXEKOPAR
Terreno frente
a fa casa

ETXENAGUSfA
La casa principal o cimera

ETXENIKE
Casa def retamo/

ETXENfKEZ
Casa def retamal

ETXENfZ
Casa def monte

ETXERRI
Casa de piedra

ETXETXIPfA
Casa pequeña

ETXEZABAL
Casa ancha

ETXEZARRETA
Casas viejas

ETXEZURfA
La casa bfanca

EUGf
He/echa/

EYHERABfDE
Camino def molfno

EYHERALDE
Cercano al molino

EZAGUI
Esquina dtljunMf

EZAGURY
Juncal frecuente
EZAfNE
De fa juncafeda

EZEfZA
Juncal verde

EZQUERRO
Gran zurzo

EZQUERRA
El zurdo

EZKARAI
Lugar de arces

EZPELETA
Paraje de boj (árbol)

EZPONDA
La orí/la

FANO
Pastizal extenso

FERRAN
Herrador grande

FORONDA
Inmediato al hayedo

FORUA
El fuero

FORUNDARENA
Del lugar de pastos

FORURIA
El pastizal

GABARAíN
Corroseof

GABIKA
Trigal pequeño
Inmediata al trigal

GABIOLA
Ferrer/atfe/ trigal
GABIDIA
El trigal fa

GABIRIA
Pueblo ds trigales en el bajo

GABIRIRA
Frecuencia de trigales

GADALEW
Trigales

GAINZA
Cima de ntnajos verdes

GAIZA
El campo de yezgos

GALARRA
Frecuencia^ herrenal

GALARRACt Herrenal

GALARZA
Herrenal verdoso

GALLARRAGA
Lugar de trigo en llano

GALLARZA
Trigo en llano verde

GALLASTEGI
Esquina del brezal

GALLURRALDE
Cercano al brezal

GALINDO
Extensión de trigo en
grano

GAMARRA
Habitador de la loma

GAMEZ
Cima verdosa

GANBACORTA
Desierto con agua que
pasa por targea

GANBERA
Caída con targea

GANBEREA
El bajo con targea

GANBOA
Pila de agua que
pasa por targea

GANZABAL
Pila anchuroia

GAÑANGO
Terreno elevado

GÁNATE
Portal elevado

GAON
Buen pastizal

GAONA
El buen pastizal

GARABAN
Helechal

GARABOA
El bajo de heléchos

GARAI
Mayor o superior

GARAIAR
Valle desmochado

GARAIBURU
Cabecera para fabricar

GARIKOTXEA
La casa del trigo

GARAIKOETXEA
La casa del trigo
GARAIO
Gran trigal

GARAIZABAL
Trigal amplio

GARAIZAR
Viejo trigal

GARAMENDI
Monte de trigo

CARADA
El gran trigal

GARATE
Porteño del trigal

GARBI
Limpiadera o lavadero
de agua

GARBI SU
Lavadero de agua
muy limpia

GARCÍA
Incendio de llamas agudas

GARDEAZABAL
Campo ancho
de llamaradas

GARDOKI
Lugar sembrado de trigo

GARIBAI
Amero de limpiar trigo

GARIKANO
Gran trigal

GARIN
Trigal

GARITAONANDIA
Trigal y gamones
GARMENDIA
Monte de lumbradas

CARNIKA
Lomilla

GARNIKAS
El de la lomillo

GARRABE
Bajo las llamas

GARRAMENDI
Monte de llamaradas

CARRETA
Enebrales

GARMENDIOLA
Perrería del monte
de llamaradas

GASKUE
Lugar de gramas

GASTELOARENA
Los del castillo

GASTÓN
Buena quesería

GAUBEKA
Lugar de arándanos
pequeños

GAZAINE
Lugar de salinas

GAZARRA
Salinas

GAZTAÑAGA
Paraje de castaños

GAZTELU
Castillo

GAZTELUMENDI
Monte del castillo
GAZTELUZAR
Castillo viejo

CEBARA
Paraje aplanado

CEBARRA
El lugar plano

CERNÍ KA
Lomilla

GEREDIAGA
Plantío de cerezos

CERRIKABEITIA
Bajos de algarrobos

GERRIKAIZ
Monte de
algarrobos chicos

GEZALA
El cerezo

GISASOLA
Perrería con fragua

GILLARTE
Cepillador de encinas

GIRÓLA
Perrería dt/ espillador

GIZA
Modo o modales

GOENAGA
Parajes altos frecuentes

COGORZA
Acebal verde

GOIA
La altura

GOIALDE
Inmediato al alto
GOIARROLLA
Oficina de fabricar
carros

COIBURU
Cabecera que sobresale

GOIENETXE
Casa en lo alto

GOIKOA
Habitante del alto

GOIKOETXEA
La casa del lugar alto

GOIKURIA
Villa del alto

COIRI
Alto o altura

GOIRICELAYA
La pradera del alto

GOIRIZ
Monte alto

GOITIA
El alto o altura

GOITIKO
El del alto

GOITIKOA
El del paraje alto

GQITISOLO
Huerta en el alto

GOIZUETA
Altos frecuentes de fuego

GOJENACA
Paraje en sitio alto

GOJENOLA
Perrería en el alto
COLDIBAR
Avenal del desierto

GOLLARZA
Brezal verde

GONGORA
Lo más alto de los altos

COÑI
Lo más alto de la cima

COROSABEL
Acebo verde renegrido

GOROSPE
Debajo del acebo

GOROSTEGI
Paraje de acebos

GOROSTIAGA
Acebal

GOROSTIZA
Multitud de acebos
verdes

CORRÍ
Rojo

GORRÍN
El rubio

GORRINO
Rubio colorado

GORRITI
Muy rojo

GORRIZ
Monte rojizo

GORRONDONA
Buen zarzo

GORROTXATEGI
Paraje de peñas
coloradas
GORROTXOTEGI
Esquina de peñas
coloradas

GORTARI
Peñas coloradas

GORTÁZAR
Peñas viejas

GUARDIOLA
Ferrería de carros

GURIDI
Carretones

CURREA
El avellano

GURUCEAGA
Cruce de caminos

GURUCETA
Cruces como calvario

GURRUTXAGA
Peñascal colorado

GURTUBAI
Pastizal de avenas
silvestres

HERESI
Helechal

HERGUETA
Pastizal

HERNAITZ
Zarzal

HERNAIZ
Monte de zarzos

HERRAN
Zarzal

HERRANZ
Zarzales

HERRERA
Quemazón o fragua

HORMAETXEA
Casa de pared o tapia

HORMAZABAL
Pared ancha

HUALDE
Entre las aguas

HUARRA
El helechal

HURTADO
Conducto de aguas

¡BACETA
Juncal

IBAIGUREN
Río seco

IBAIZABAL
Río ancho caudaloso

IBAÑEZ
Hijo de Iban
(patronímico)

i BARCA RAÍ
Valle descampado

I BARCO I EN
Valle en lo alto

IBARGÜEN
Valle en sitio alto

IBARGÜENGOITIA
Valles en los altos

IBARGUREN
Vafle secano

¡BARLUCEA
Valle largo

¡BARRA
Valle o llanura estrecha

IBARRALABURU
Cabecera del valle

IBARRANGELUA
El valle del ángel

¡BARRETA
Valles

IBARRETXE
Casa del valle

¡BARRÓLA
Perrería del valle

I BARRO N DO
Inmediato al valle

IBARZABAL
Valle anchuroso

ICAZA
El carbón

/CETA
Juncales

¡CIARTE
Lugar entre retamas

IDARRAGA
Sitio de arbejillas

IDEIA
El helechal

IDIAKEZ
Bueyero o boyeriza

IDIAZABAL
Bueyero amplio

IDIGORAS
Bueyero zaguero
IDUARTE
Lugar del juncal
IGUROLA

Perrería vallada

/CURRÓLA
Ferrería cercada

IKASURIAGA
Lugar de
higos blancos

ILARAZA
El tilo

ILARRAZ
Frecuencia de tilos

ILLARRAZA
Multitud de tilos

ILARRETA
Los tifos

ILLARRAMENDI
Monte de tifos

IMAZ
Juncal
delgado o crecido

INCIARTE
Entre el juncal

INGUNZA
Sitio rodeado de
Medróles

INSASURRI
Tamujal del pantano

INSUNZA
Campo de hiedra/es

INTXAURRAGA
Nogaies frecuentes

INTXAURRONDO
Inmediato a la
nogaleda

INTXAUSTI
Multitud de nogales

INSAU5TI
Nogaleda

INGARRA
Habitante en sitio
de juncos

¡NURRIAGA
Avellanar silvestre

IÑARRITU
Brezal

IÑASOA
El gran brezal

IPARRAGIRRE
Valle descampado

¡PINA
Sembrado

I RAO I
Multitud de heléchos

IRAEGI
Esquina del helechal

IRAETA
Frecuencia de helechales

IRACORRI
Helechal rojizo

IRAGUEN
Helechal en lo alto

¡RALA
El helechal

IRALDI
Frecuencia de heléchos
IRANZO
Gran helechal

IRAÑETA
Helechales

IRAOLA
Perrería del helechal

IRAUNDEGI
Esquina del gran helechal

IRAUSKIN
Fabricador de locutorio

IRAZABAL
Helécho ancho

¡RAZÓLA
Perrería del helechal

IRAZOQUI
Sitio de heléchos

IRAZU
Heléchos quemados

IRAZUSTA
Helechales

IREARTE
Sitio entre heléchos

IREGI
Esquina de heléchos

IRIARTE
Pueblo de encinas

IRISAR
Pueblo del valle

IRIBARNE
Pueblo arrinconado

IRIBARREN
Pueblo de adentro

I Rl BARRÍ
Pueblo nuevo

IRIBERRI
El pueblo nuevo

IRIGOIEN
Pueblo en sitio alto

IRIONDO
Inmediato al pueblo

¡RIZAR
Pueblo viejo

IRIZARRI
Pueblo de piedras

¡RUJO
Gran vega

IRUKE
Pueblo d« lo vtf o

ÍRUN
Vega

IRURE
La vega

IRURETA
Vegas

IRURETAGOIENA
Vegas en lo alto

IRURZUN
Vegas de heléchos

IRUSTA
Helechal acuoso

IRUZUN
Vega de heléchos

IRRIBARRI
Pueblo nuevo

IRRIZARRI
Helechal espeso
ISABA
Abetal

ISAGIRRE
Ramojos descampados

ISASA
Ramajes frecuentes

ISAVA
El abeto

ISAVE
Bajo el abetal

ISAZA
Abetal verde

ISCARAY
Abetal desmochado

ISASI
Retamal

ISEVERRI
Juncal nuevo

ISKANDARAIN
Valle de juncaleras

ISPiZUA
Lugar de acerolillos
(plantas)

ISTILLART
Lugar entre charcos

ISTUETA
Lugar abundante
de ramas

ISTURIZ
Monte de pastos

ISTURRIAGA
Paraje de pastos y piedras

ITUARTE
Ahogadero entre
agua y juncos

ITURAIN
Ahogaderos frecuentes

ITURBE
Fuente del bajo

ITURBIDE
Camino de la fuente

ITURBURU
Fuente de la punta
o cabecera

¡TURRA
La fuente

ITURRALDE
Inmediato a la fuente

¡TURRARAN
Fuente del desierto

¡TÚRRATE
Portona de la fuente

ITURRATI
Multitud de fuentes

ITURREGI
Esquina de la fuente

ITURRIA
Fuente de agua

ITURRIAGA
Paraje de fuentes

ITURRIAGO
Gran fontaneda

ITURRIBEITIA
Fuente del bajo

ITURRIOZ
Fuente de agua fría
ITURRIXA
Frecuencia de fuentes

ITURRIZA
Fuente de enramada

ITURRONDO
Cercano a la fuente

ITURZAETA
Las fuentes verdes

ITXASO
Gran retamal

IURRA
El juncal

IURRAMENDI
Monte de juncos

IURRE
Juncal anegado

IURRETA
Juncales

IZA
La retama

IZAGA
Ramojos frecuentes

IZAGIRRE
Ramojos descampados

IZALLA
Sitio de juncos

IZALPE
Bajo los Juncot

/ZAPE
Bajo el juncal

IZAR
Fresno

¡ZARRA
Peña de jaspe

IZASI
Marañonal

ÍZASMENDI
Monte de rama

IZASOLA
Ferrería del retamal

IZCARAY
Retamal desmochado

¡ZEA
La retama

IZPURUA
Aguaje entre ramas

IZTURIN
Sitio de /uncos y ramas

IZTUETA
Sitio abundante
de ramas

IZTURIZ
Monte de juncos
y ramas

IZTURRIAGA
Paraje de avenas silvestres

IZURIETA
Zarzales

JANDUA
Cercano al comedero
JASO
Alzar con palanca
JAUREGUI Palacio
JAURECIBERRI
Palacio nuevo
JAUREGIETA
Palacios
JAUREGIZAR
Palacio viejo
JAURENA
La casa del señor
JAUREQUI
Lugar del palacio
JAURRIETA
Palacios de piedra
JOARISTI
Arrimado al robledal
JUANIKOTENA
La casa de Juan
el pequeño
JUARISTI
Tocando al robledal
JUSTIZ
Fábrica que toca
el agua y juncos

KARRAKA
Zarzal
KINTANA / QUINTANA
Pastizal
KORTA
Sel (Cuadra)
KORTABARRIA
Sel nuevo
KORTAZAR
Sel viejo

LABARRIETA
Lugar de cuatro piedras
LABAIE.ro
Cuadra de cepas de vid
LABAIEN
Llano de cepas de vid
LABEZURI
Horno blanco
LABORDA
La casería o quinta
LABORETXE
Casa de semillas
LABURU
Cuatro cabezas
o puntas
LAKOIZKETA
Puesto o sitio cazadero
LAKUNZA
Puesto de Medróles
verdosos
LAISEKA
Nota para voltear
la tierra
LAIUSTA
Lajas anchas
resbaladizas
LAN DA
El prado
LANDABASO
Prado del bosque
LANDABURU
Cabecera del prado
LANDAETA
Prados
LANDALUCE
Prado largo
LANDAZABAL
Prado anchuroso
LANDAZURI
Pueblo del prado
LANDETA
Prados frecuentes
LANDIBAR
Prado del valle
LANZ
Pastizal
LAPITZ
Lugar de vallicos
(plantas)
LARAURI
Villa de algarrobos
LARDIZABAL
Lugar ancho de
algarrobos
LARRABEZUA
Bajo de algarrobo»
LARRAGA
Paraje de algarrobos
LARRAGUIBEL
Algarrobos negros
LARRAIN
Algarrobal
LARRAINZA
Algarrobal verde
LARRALDE
Inmediato al algarrobal
LARRAMENDI
Monte de algarrobos
LARRANAGA
Paraje de algarrobos
LARRANAGA
Paraje de algarrobo
LARRAONDO
junto al algarrobo
LARRARTE
Entre los abrojos
LARRAURI
Pueblo de algarrobos
LARRAZA
Algarrobo verde
LARRABASTER
Rincón del algarrobal
LARRAZABAL
Algarrobal anchuroso
LARREA
Agostadero
LARRETXEA
Casa del agostadero
LARRINAGA
Agostadero de buenos
pastos
LARRONDO
junto al agostadero
LARRUA
El agostadero
LARRUCEA
Agostadero largo
LARRURI
Villa del agostadero
LARTITEGI
Paraje del encinal
LARUNBE
Bajo la encina
LASA
El arroyo o riachuelo
LASARTE
Entre arroyo o
riachuelo
LASKANO
Gran arroyo transitable

LAS KU RAIN
Arroyo abundante
de agua
LATAILLADE
Lugar de argomas
LATORRAGA
Paraje de zarzos
LATORRE
Zarzal
LAUCIRIKA
Zarzal pequeño
LAURIA
El zarzal
LAURIOLA
Perrería del zarzal
LAUZIRIKA
Zarzal chico
LAZA
El riachuelo
LAZAGA
Paraje del riachuelo
LAZAGABASTER
Lugar del rincón de
riachuelos
LÁZALA
El zarzal
LAZAMA
Lugar de zarzos
LAZARDE
Bajo los zarzos
LAZARDI
Frecuencia de zarzos
LAZKANO
Arroyo grande
y transitable
LAZO
Gran riachuelo
LECEA
El junco
LEDESMA
Juncalera
LEDEZMA
La juncalera
LEGARDA
Arenales extensos
LEGARRETA
Arenales
LEGAZPI
Bajo el árbol cecial
(seco)
LEGINA
Lugar de tejos
LEGORBURU
Punta o cabecera
LEGORRETA
Lugar de galios (metal)
LEIBA
El helechal
LEICEAGA
Lugar de la iglesia
LEIZA
La iglesia
LEKONA
Buen puesto
LEKUBARRI
Pasto nuevo
LEKUBE
Pasto en ef bajo
LEKUE
El pasto
LEKUEDER
Hermoso pasto
LEKUNBERRI
Pasto nuevo
LEKUNA
El buen pasto
LEKUONA
Buen pasto
LEIZAGA
Juncal
LEIZAOLA
Perrería del juncal
LEIZEAGA
Paraje del juncal
LEJARAZO
Fresnedo
LEJARCEGI
Paraje de fresnos
LEJARZA
Fresno verde
LEKERIKA
Retamal pequeño
LEMONA
Buen pastizal
LETAMENDI
El monte de pastos
LETAMENDIA
El monte de pastos
LETE
Collado bajo
LEUNDA
Lugar alisado
LEZAMA
Vallado mayor de
céspedes
LÍBANO
Gran fie/e cha/
LINAZA
Pastizal verde
LiZARAZO
Gran fresnedo
LIZARAZU
Fresnedo
LIZARDI
Frecuencia de
fresnos
LIZARDO
Gran fresno
LIZARRAGA
Frecuencia de
fresnedos
LIZARRALDE
Cerca del fresnedo
LIZARZABAL
Fresnedo anchuroso
LIZARZABURU
Cabecera del
fresneda/
LIZASO
Lodazal
LIZAUSABA
Juncal espacioso
LIZCANO
Gran juncal
LOIDI
Lodazal
LOIGORRI
Lodo colorado
LOINAZ
Sitio zaguero del lodazal
LOITEGI
Paraje del lodazal
LOITI
Lodazal abundante
LOIZAGA
Sitio húmedo del lodazal
LOIZATE
Puerta del lodazal
LONGORIA
Lodazal amarillo
LOPEOLA
Perrería de Lope
LO P EREN A
Casa de Lope (El grueso)
LQPETEGI
Paraje de robustos
LÓPEZ
Gordo o robusto
LOREDO
Campo florido extenso
LOREGORRI
Flor colorada
LOROÑO
Campo de avenas
LO/OLA
Oficina de alfareros
LORZA
Avenal verde
LUBELZA
Terreno negro
LUGORRETA
Tierras coloradas
LUJANBIO
Tierra cavada en ef bajo
LUJAN
Tierra cavada con
rebaje
LUZURIAGA
Sitio de tierras blancas

MACAZAGA
Paraje de peras
MADARIAGA
Perales
MADINA
Lugar de tejos
MADINABEITIA
La casa de Madina
de abajo
MAEZAGA
Paraje de pastos
MACALDE
Inmediato al pastizal
MAGAÑA
Viña de la cima
MAGUREGI
Lugar de salicarias
(salinas)
MAITIA
Querida o estimada
MAIZA
El junco verdoso
MAIZTEGI
Lugar o paraje de juncos
MAKAZAGA
Perales silvestres
MALLEA
El pastizal
MALLO Gran pastizal MANDALUNIZ Monte del pastizal MANDAZEN Pastizal largo
MANTEROLA Perrería de yezgos MANTXOBAS Pastizal anchuroso MANZARRAGA
Paraje del pastizal
MAÑARIKUA
La casa de Manaría
MARITXALAR
Pastizal del robledal
MARKAIDA
Límite o término del
pastizal
MARKINA
Creador de rayas
limítrofes
MARKET
Sitio de gramas
MARRIAGA
Paraje de piedras
MARRIAGAS
D»/ poro/* dt piedras
MARTIARENA
La casa de Martín
MARTIKORENA
La casa de Martín
el chico
MARTORANA
El lindero del valle
MARURI
Lindero de la villa
MATUREN
Zarzal acuoso
MEABE
Vena del bajo
MEGUERZA
La piedra del límite
MENA
Vena
MENDARO
Hierba mayorana verde
MENDI
Monte
MENDIA
El monte
MENO/BEL
Monte prieto
MENDIBIL
Monte redondo
MENDIETA
Montes MENDIKOA Habitante del monte MENO/LUCE Monte fargo MENO/OLA Perrería
def monte MENDfRf Monte de yezgos
MENDIWL
Monte redondo
MENDIZABAL
Monte ancho
/VIÉNDOLA
Perrería del monte
MENDOZA
Monte verde
MEÑAKA
Montecillo de colina
chata
MERGUETA
Helechales
MERIZALDE
Inmediato al helechal
MEROLA
Ferrería del helechal
MIGUELEÑA
La casa de Miguel
MIGUERZA
Orilla o cantón del límite
MIGUILARENA
De la casa de Miguel
MICUILENA
La casa de Miguil
Mikelena
La casa de Mikel
Mikelarena
De la casa de Mikela
MIQUELAREN
De Miguel
MIQUELARENA
Del de Miguel
MIQUILENA
La casa de Miquil
Mitxelena
La casa de Mitxel
MIRACAYA
El helechal del alto
MIRAMON
Buen helechal
MIRENA
La casa de
Miren
MIRCAYA
La casa
MIREN
En lo alto
MONAGAS
Tras el pastizal
MONCEGUIN
Pastizal esquinero
MON DRAGÓN
Buen pastizal elevado
MONEGUI
Esquina del pastizal
MONIZ
Monte de pastos
MONTEROLA
Perrería del pastizal
MONTOIA
Pastizal
MORALES
Hijo de Moral
(patronímico)
MUDARRA
Piedra del límite o
aledaño
MUGA
Término o lindero
MUGARRA
Piedra del límite o
aledaño
MUGARTEGI
Pora/* dt piedras
del límite
MUGERZA
Cantón de Ja piedra del
límite
MUGETA
Linderos
MUGURUZA
Cantones limítrofes
MUJIKA
Melocotón pequeño
MUNARIZ
Monte de piedra
MUNARRIZ
Colina pedregosa
MUNDARAIN
Valle frecuente de
piedras
MUNCARRIETA
Límites o linderos
de piedra
MUNGIA
Colina chata
MUNITIZ
Monte poco elevado
MUNIZ
Monte de poca
elevación
MUÑ ACORRÍ
Colina rojiza
MUÑIZ
Monte pequeño
MUÑOA
La gran colina
MUÑOZ
Colina fría
MURELAGA
Paraje de colinas
empinadas
MURGA
Cima del muro
MURGUEYTIO
Muros en lo alto
MURCIA
Muro alto de colina
MURRIA
La muralla
MURRIETA
Murallas
MURUAGA
Paraje con muros
MUTIOZABAL
Lugar de gramas
anchas

NAGORE
Pastizal de panizos
NARBONA
Buen henar
NAFARRETE
La entrada al llano
NARBA/ZA
Robles verdes de/ //ano
NAREA
Ef llano
NATERA
Toque def i/ano
NAVARRA
Habitante dei ffano
NAVARRETE
Habitante de la entrada
del llano
NAVARRO
Habitante dei llano
NAZABAL
Llanura ancha
NORZAGARAY
Llanura desmochada

OBANDO
Situación cercana a
una eminencia
OBREGOZO
Parte superior del henar
OCA
Entre cimas
OCARIZOCHANDIANO
Lugar de gramas entre
cimas
OCHANDO
Junto ai lugar de gramas
OCHANDORENA
Del lugar de gramas
OCHE/I
Ef fobo chico
OCHOTECO
De ios lobos y argomas
OKARIZ
Hondonada entre montes
OKENDO
Lugar vacío sin espesuras
ODERIZ
Monte de venas
ODIAGA
Paraje del enebral
ODOARDI
Frecuencia de espinales
ODRIOSOLO
Huerta de cuévanos
ODRIOZOLA
Perrería de cuévanos
(cestos)
OIANGUREN
Selva estéril de agua
OIARBIDE
Camino de la selva
de encinas
OIARZABAL
Selva ancha de encinas
OIAURZUN
Hondonada de encinas
O/OLA
Perrería de la hondonada
OJANGUREN
Selva estéril seca de agua
OJARROLA
Perrería de la selva
OJEDA
Brezal
OKENDO
Lugar vacío sin espesuras
OLABARRI
Perrería nueva
OLABARRIA
La ferraría nueva
OLABARRIETA
Perrerías nuevas
O LABE
Bajo la ferraría
OLABEAGA
Paraje bajo la ferrería
OLABIDE
Camino de la ferrería
OLACIREGI
Ferrería principada
que forma ángulo
OLAETA
Perrerías
OLAETXEA
Casa de la ferrería
OLAGUIBEL
Ferrería renegreada
OLAIA
El lugar de avenas
OLAIZA
La ferrería de robles
OLAIZOLA
Ferrería del avenal
OLA LOE
Lugar próximo a la
ferrería
OLALLA
La ferrería
OLALQUIAGA
Paraje frecuente
de avenas
GLANO
Gran avenal
OLAÑETA
Cima de la ferrería
OLARESCU
Perrerías manuales
OLARTE
Paraje entre avenas
OLARTEKOETXEA
La casa de Olarte
OLARRIAGA
Lugar donde se labran las
piedras
OLASAGASTI
Ferrería de manzanal
OLASIREGI
Perrería principiada
OLASKOAGA
Sitio de muchas ferrerías
OLASO
Gran ferrería
O LAVE
Bajo la ferrería
OLAVEZ
Del bajo de la ferrería
OLAZO
Grandes ferrerías
OLAZA
Ferrerías
OLAZÁBAL
Perrería ancha
OLAZARAN
Perrería en el
desierto verde
OLEA
Oficina de ferrería
OLEAGA
Paraje de ¡a ferrería
OLMETA
Límite del avenal
OLORIZ
Monte de avenas
O LLAMEN DI
Monte de abundantes
avenas
OLLARVE
Bajo el avenal
OLLARVES
Avenales del bajo
OLLO
Gran avenal
OMAETXEBARRIA
La casa nueva del pastizal
ONAINDIA
El pastizal de gamones
ONDARZA
Arenal
ONDERKA
Arenal pequeño
ONDINA
El pastizal corto
OÑAEDERRA
Hermosa colina
OÑATE
Entre varias colinas
ORAA
El lugar de avenas
ORBEGOZO
Parte baja del madroñal
ORBELZU
Bajo el precipicio
ORDINOLA
Ferrería del avenal
ORDIZ
Monte frecuente de
avenas
ORDOÑEZ
Hijo de Ortuño
(patronímico)
ORDORIKA
Sitio d« avenal
ORDOZGOITI
Paraje alto de avenas
ORDUÑA
Cima de multitud
de hojas de árboles
OREJANA
Del enebral
OREJARENA
Dueño del enebral
OREGI
Esquina del avenal
ORENDAIN
Loma o cima de venado
ORIA
El solar extendido
ORIBE.
Bajo el solar extenso
ORIGORESCU
Solar extenso
en lo más alto
ORIGUEN
Solar extendido a masa
ORIOL
Solar de avenas
ORIVE
Bajo el solar
ORIZONDO
Inmediato ai solar
ORMAETXEA
La casa de pared o tapia
ORMAETXE
Casa de pared o tapia
ORMAZA
Pared de argamasa
verdosa
ORMAZABAL
Pared ancha
OROCHENA
Del lobo
ORONOZ
Lobo en el corral
OROÑO
Gran corral para lobos
OROSTEGUI
Lugar de avenas
OROZA
Avenal verde
OROZ
Corral de lobos
OROZKO
Gran corral
ORRIOLAORTUNO
Ferrería de Ja avellaneda
ORTIZ
Vencedor de alturas
ORTUÑO
Gran avenal
ORTUONDO
Pegado al huerto
ORTUZAR
Huerto viejo
ORUE
Solar o corral
OSPIN
Lugar de acerolillos
(árbol)
OSPINA
El acerolo (fruto)
OSTEICOECHEA
La casa de la parte
zaguera
OSUNA
Angostura honda del río
OTAIZA
ES monte de argomas
OTAIZO
Gran monte de argomas
OTALORA
Flor de argoma dorada
OTAMENDI
Monte de argomas
OTAMEDIZ
Argomas del monte
OTAÑO
Cojina de argomas
OTAOLA
Perrería de fragua entre
argomas
OTAZO
Argomal verduzco
OTAZUA
El argoma/ quemado
OTEGI
Argomal que forma
ángulo
OTEIZA
Argomal con ramas verdes
OTERMIN
Argomal
OTERO
Argomero
GTEUZA
Argomal verde
OTXANDIANO
Habitante del paraje
de lobos grandes
OTXOA
El lobo chico
OTXOTEKO
Lugar de lobos
OYA
Pastizal
OYAGA
Paraje de pastos
OYAGUE
Parte alta del pastizal
OYAIZABAL
Pastizal anchuroso
OVARSE
Bayo eí pastizal
OYARBES
Del bajo pastizal
OYARCE
Lugar de brezos
OYARYES
Del bajo brezal
OYARZABAL
Brezal anchuroso
OYARZUN
Brezal
OYÓLA
Perrería del brezal
OYON
Buen brezal
OZAETA
Lugar de gramas

PAGAZAURTUNDUA
El hayedo
PACOAGA
Paraje de hayas
PAGÓLA
Perrería de hayas
PEÑAGARIKANO
Gran helechal
en el pastizal
PERUGORRIA
Pedro el rubio o colorado
PLAZA
Lugar de bardanas
(lampazo)
PLAZAOLA
Perrería de bardanas
POZUELA
Campo de gramas
PUTZULU
Lugar de agujeros
PUYARENA
Del campo de gramas

RAZKIN
Lugar de hiniestas
(retama)
REKALDE
Próximo al arroyo
RECARAI
Parte superior del
helechal
REINACA
Paraje de heléchos
REKART
Sitio de arroyos
REKARTE
Entre arroyos
REKAURTE
Arroyo seco
Rekondo
Junto al arroyo
REMENTERIA
La oficina del herrero
RENTERÍA
La casa de las rentas o
impuestos
RETEGI
Esquina del quemazón
Retola
Perrería quemada
RETOLAZA
Perrerías quemadas
REZÓLA
Perrería quemada
RICAURTE
Entre arroyos
RIGOITIA
El pueblo del alto
ROTAETXE
Molino
RUARTE
Entre zarzos

SABALSA
Campo ancho de alisos
SAGARZAZU
Manzanal dulce y
abundante
SACARRA
El manzano
SAGARRO
Gran manzanal
SAGASETA
Manzanos
SAGASTEGI
Paraje de manzanos
SAGASTI
Manzanal
SAIZARBITQRIA
Arboleda del juncal
SALABARRIA
La sala nueva
SALABERRI
Sala nueva
SALAZAR
Sala vieja
SALCEDO
Campo extenso de sauces
SALDARRIAGA
Paraje de piedras y pastos
SALDIBAR
Valle de pastos
SALDIVIA
Pastizal
SALEGI
Esquina de pastos
SANGRONIZ
Monte de pastos
SARABANDO
Gran saucedal
SARACIBAR
Valle de sauces
SARALDI
Saucedal
SARALEGI
Esquina de sauces
SARASA
Saucedal
SARASOLA
Perrería de sauces
SARASKETA
Paraje de sauces
SAROBE
Bajo el gran saucedal
SARRAGA
Frecuencia de sauces
SARRIA
El vallado o cercado
de piedra
SARRI
Vallado
SASÍAIN
Zarzales o marañarles
SASIETA
Sitio de zarzos
SATIZABAL
Zarzal anchuroso
(pían ¿cíe)
SATORRE
Zarzos
SATORSOLA
Perrería frente ai zarzal
SATOSTEGI
Zorzal
SATRUSTEGI
Esquina del zarzal
SAVARZE
Carrascal
SEARA
Yezgo/
SEGURA
Ciénaga aguanosa
SEGURÓLA
Perrería en ciénaga
aguanosa
SENPERE
San Pedro
SERTUTXA
Aserradero chico
SESMA
Junco/
SfSTIAGA
Oficina de cestones
SOLABARRfETA
Fragua chica, nueva
SOND/KA
Pastizal pequeño
SOLAETXE
Casa de la fragua
SOPELANA
Pastizal
SOROAZABAL
La pradera anchurosa
SORONOO
Inmediato ai campo
o pradera
SOROZABAL
Pradera ancha
SU3ERO
Fabricador de puentes
SUBILLAGA
Puente de recoger a gente
SUESKUN
Manos quemadas a fuego
SULBARAN
Desierto bajo de mucha
madera
SUSAETA
Setales
SUSTATXA
Retamal pequeño

TELLETXEA
La casa de tejas
TELLERIA
La oficina de tejas
o tejería
TOLOSA
Entumidero frío
TORRONTEGI
Esquina del zarzal
TOTORIKAGUENA
La casa Totorika
de arriba
TRABUDUA
Lugar de arándanos
TROKONIZ
Monte de gramas
TXABARRI
Casa nueva
TXAKARTEGI
Paraje de árboles
(txarnekas)
TXAPARTEGI
Lugar de árboles
(txarnekas)
TXOPITEA
Casa bajo una
eminencia
TXURRUKA
Chorro de agua
TXAPARTEGI Lugar de árboles (txarnekas)
TXOPITEA Casa bajo una eminencia
TXURRUKA Chorro de agua

UBIETA
Conductos de agua
UBILLA
Flujo u agua recogida
ÍCETXE
Casa en el lugar
de gramas
UGALDE
Avenida de agua cercana
UCARTE
Rodeado de agua, isla
UGARTETXE
La casa de Ugarte
ULATE
Helechal
ULIBARRI
Pueblo nuevo
ULLOA
La gallina de laguna
UNAMUNO
Gran vivero de gamones
(plantas)
UNCETA
Hiedrales
UNANUE
Pastor de vacas
UNZAGA
Hiedrales
UNZUETA
Los Medróles
UNZURRUNZAGA
Hiedrales cercanos
U RANGA
Abundancia de aguas
URBEAGA
Sitio de agua en el bajo
URBEROAGA
Paraje de agua caliente URBI
Madroño
URBIA
El madroño
URBIBE
El madroño del bajo
URBIETA
Los madroños
URBINA
La confluencia de dos
aguas
URBIOLA
Perrería del madroñal
URBISTONDO
Junto al madroñal
URCELAI
Campo llano aguanoso
URDANETA
Sitio abundante de agua
URDANIBIA
Bajo abundante de agua
URETA
Sitios acuosos
URIA
La villa
URIARTE
Villa de encinas
URIBAR
Villa del valle
URIBARRENA
El centro de la villa
URIBARREN
Centro de la villa
URIBARRI
Villa nueva
URIBE
Villa del bajo
URIBE-ETXEBARRIA
La casa nueva de
Uribe
URIETA
Villas
URIGOIEN
Villa en el alto
URIGÜEN
Villa en lo alto
URIOLA
Perrería de la villa URfONDO inmediato al pueblo
URIZAR
Villa vieja
URKIA
El abedul
URKIAGA
Paraje de abedules
URKIETA
Lugar del abedulal
URKIDi
Abedulal
URKIJO
El gran abedul
URKINAONA
Abedulal grande y
bueno
URKIOLA
Perrería del abedul
URKIOLAEGI
Esquina de la ferrería
del abedul
URKIZA
Abedul verde
URKIZU
Abedul verdoso
URKULLU
Abedulal
URMENETA
Aguas delicadas
URNIETA
Aguas termales de baño
URUBURU
Cabecera del helechal
URÚETA
Helechales
URZOLA
Perrería acuosa
URRA
El avellano
URRAZA Avellano verde
URREA
El avellanar
URREIZTIETA
Montes de avellanos
URRESTARAZU
Avellaneda
URRESTI
Multitud de avellanos
URRETA
El avellano
URRETABIZKAIA
Avellano de Bizkaia
URRETIA
Multitud de avellanos
URRETXEA
La casa del avellano
URRETXEAGA
Paraje de la casa del
avellano
URRIAGO
Gran avellaneda
URRIBARRIA
El nuevo avellanar
URRIBARRI
Nuevo avellanar
URRIETA
Avellanos
URRIOLA
Perrería del avellano
URRISTAZU
Avellanar
URRITIA
El avellanar
URROZ
Manantial de agua fría
URRUTIA
La avellaneda
URRUTXUA
El avellano chico
URRUTIKQKTXEA
La casa del avellanar
URRUZUNO
Avellaneda
USARRAGA
Sitio de artesones de
piedra con agua
USATEGI
Lugar de palomares
USETXE
Campo de gramas
USKATEGI
Pastizal de gramas
(plantas)
USTARIZ
Monte de roble copudo
USTURIZ
Monte de gramas
UZKANGA
Lugar o sitio de arces
UZKATEGI
Pastizal de gramas
UZTARIZ
Montes de aros hechos con roble
UZUR/AGA
Paraje de gramas
blancas

ZABALA
El ancho o la anchura
ZABALBEITIA
El bajo anchuroso
ZABALBURU
Cabecera anchurosa
ZABALEGI
Esquina ancha
ZABALETA
Lugares anchurosos
ZABALO
Gran anchura
ZABALZA
Anchura verde
ZABALSE
Paraje extenso
ZABARCE
Carrascal ZABARTE
Puerta del carrascal
ZAGIRRE
Lugar descampado de
malvas
ZAKONETA
Sitio de buenas malvas
ZALDIBAR
Valle de caballos
ZALDIBIA
La rivera de caballos
ZALDUNBIOE
Camino de los caballeros
ZALETA
Pastizales
ZAMAKONA
Buena garganta entre
montes
ZAMUDIO
Gran helechal
ZANBUOIO
Gamonal
ZANTXETA
Gamones pequeños ZAPIAIN
Lugar de muchos
escuerzos
ZAPIRAIN
Sitio frecuente de sapos
ZARAGETA
Selvas
ZARATE
Puerta o entrada
de la selva
ZARASUA
Madera que prendió
fuego
ZARRAGA
Lugar de zarzos
ZEBERIO
Gran he/echa/
ZEGARRA
El paraje del helécho
ZELAIA
El campo llano
sembrado
ZERAIN
Territorio muy húmedo
ZOZAIA
Paraje de pastos
ZUAZO
Gran olmo verde
ZUAZOLA
Perrería de/ olmedo
ZUAZUA
El olmo verdoso
ZUBELDIA
El carrascal
ZUBIA
El puente
ZIBIAGA
Puentes frecuentes
ZUBIARTE
Entre puentes
ZUBIAUR
Frente al puente
ZUBIAURRE
Delante del puente
ZUBIBURU
Cabecera del puente
ZUBIETA
Lugar de puentes
ZUBILLAGA
Puente para recoger
gente
ZUBIRIA
Pueblo de puentes
ZUBJRJ
Pueblo con puente
ZUBIZARRETA
Puentes viejos ZUGADI
Olmedal
ZUGASTI
Arboleda de olmos
ZUHAZU
Olmedal verdoso
ZULAIKA
Campo de avenas
pequeñas
ZULOAGA
Hoyos o cuevas
ZULOETA
Lugar de hoyos o cuevas
ZULOGAIZTOA
Cueva peligrosa
ZULÚ ACÁ
Paraje de cuevas
ZULUETA
Paraje de cuevas
ZULUAN
Concavidad retirada
ZULUARTE
Cuevas entre encinas
ZUMALAKARREGI
Esquina de la alameda
de mimbrales
ZUMARAN
Desierto de mimbrales
ZUMARRAGA
Lugar de olmos
ZUMELA
Mimbral
ZUMELZU
Mimbral cimbrador
ZUMETA
Mimbrales
ZUMUDIO
Multitud de grandes
mimbrales
ZUÑIGA
Hermandad
ZUNIGABEITIA
Hermandad en el bajo
ZUÑIGAGOITIA
Hermandad en el alto
ZURBARAN
Desierto de madera
en el bajo
ZURIKALDAI
Ladera de terreno blanco
ZURITA
Blancura o blanquillos
ZUZOAGIRRE
Descampado de
tordos pardos
ZUZUETA
Campos de gramas
ZUZUETAGOITI
La casa Zuzueta de arriba
ZUZUNAGA
Paraje o sitio de gramas

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