LA TÉCNICA DEL COMENTARIO DE TEXTOS

Cuando realizamos un comentario de texto debemos identificar cuatro apartados básicos. En

cada uno de ellos debemos plantearnos una finalidad y unos objetivos claros.

(1) Apartado 1. Una introducción.

Tras leer el texto al menos dos veces, y reflexionar sobre él, en pocas líneas nos
tenemos que referir a tres aspectos básicos del texto:
- La naturaleza del texto (narrativo, descriptivo, normativo, teórico, filosófico…). La
naturaleza del texto nos da ya una primera idea general de cómo se van a plantear las
ideas que nos presenta el texto. Nos va a indicar de manera inicial qué intención tenía
el autor al escribirlo, y en qué se ha fundamentado o basado.
- El autor del texto. Puede ser un autor individual, o pueden ser varios autores. Sólo
hace falta mencionarlo brevemente, dando datos sobre su persona o personalidad, su
nacionalidad, su relevancia en su contexto histórico y cultural, en su entorno más
próximo (su relevancia como escritor, como filósofo…), y sobre las circunstancias en
las que escribe. No hace falta extenderse mucho, ni hacer una biografía detallada.
- La época en que ha sido escrito el texto. Porque puede marcar las diferencias entre
las distintas épocas que pueda presentar el autor.
(2) Apartado 2. El análisis del texto (o comentario interno).

- 1º hay que aclarar y situar los elementos o ideas que son más importantes, y dar
respuesta a todo lo que no se comprenda bien (palabras, expresiones, ideas…).
- 2º se realiza una exposición de la estructura de las ideas del texto. Es necesario
señalar las ideas que se van presentando a lo largo del texto, y el orden en que se van
presentando. Para esto es importante saber distinguir las ideas principales de las
secundarias. Y cuántas ideas secundarias acompañan a cada idea principal. Hacer un
esquema con todo ello ayuda después a ver la relación entre los diferentes apartados.
Recordemos que en todo texto, en todo discurso escrito y no escrito, existen tres
apartados fundamentales: la introducción, el desarrollo y la conclusión.

(3) Apartado 3. El comentario.

En esta fase hay que centrarse en desarrollar de manera explicativa todos los
conocimientos que tenemos en torno al esquema de ideas principales que se han
trabajado en el texto. Hay que explicar de manera coherente cómo se estructura el texto y
 porqué se estructura así. Qué información nos quiere transmitir con esa estructura. Para ello
se no sugiere trabajar tres apartados:
- 1º el estudio del problema planteado, el estudio de la idea central del texto, de la
idea principal. Hay que ponerlo en relación con todo lo que conocemos sobre el autor,
su época, su obra…
- 2º ubicar las ideas del texto en su contexto, continuando con el punto anterior. Igual
que hemos ubicado la idea central, debemos ubicar las ideas secundarias. Y estas ideas
secundarias se deben relacionar con el conjunto del pensamiento del autor.
- 3º señalar las influencias detectadas, analizando qué circunstancias del entorno y del
contexto han contribuido a que el autor trabaje esos temas y de la manera que los ha
trabajado. Aquí se puede enlazar con los aspectos biográficos del autor, las influencias
que ha recibido, el tipo de pensamiento y de vida que sigue…

(4) Apartado 4. Las conclusiones.

Son la parte del comentario que sirve para valorar globalmente el contenido del
texto, y señalar qué importancia tiene en el contexto y la época en que se publica, si señala
bien las características del pensamiento del autor y de la época. Se sugiere valorar los
siguientes aspectos:
- Si el texto es original y creativo o sólo copia de otros autores
- En qué medida refleja las ideas de una corriente de pensamiento, de un movimiento
renovador, o si sólo refleja el pensamiento individual del autor
- Si el texto coincide con otros puntos de vista de la época o de la corriente de
pensamiento en la que se ubica. Si se piensa que está influido por otras obras o
autores, y por cuales.
- Si el texto ha sido influyente tras escribirse.