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La palabra Inclusión proviene del latín Inclusio y significa “Acción y Efecto

de Poner algo Dentro”. Sus componentes léxicos son: el prefijo In (Hacia dentro),
Claudere (Encerrar), más el sufijo Sion (Acción y Efecto). Con esto nos referimos
que es una acción de poner “algo” o a alguien dentro, y al mismo tiempo implica
un cierre de pertenencia e identidad. La educación inclusiva representa una
posibilidad de repensar nuestras acciones en relación con “Los que se encuentran
Fuera”, el inmigrante, el loco, el enfermo, el homosexual, el indígena, el indigente,
el niño, el anciano, el flaco, el gordo, el rico, el pobre, el sabelotodo, el burro, o
dicho del mejor modo, los que están excluidos de “LA RAZON, LA BELLEZA, EL
ESTATUS SOCIAL, LA SALUD”, Impuesta por personas NORMALES.

La vida es diversidad, diversidad de especies, diversidad de ecosistemas,


diversidad cultural, a veces parece no tener límites.

Podemos utilizar la diversidad como una fuerza que promueve posibles


respuestas y aportaciones en el espacio en aula; aprendemos más de personas con
experiencias diferentes, que provienen de mundos diferentes, nuevos enfoques que
permiten replantearnos los nuestros y reconstruir nuestro conocimiento. La
diversidad permite hacer más factible y más posible el aprendizaje.

La discapacidad y la exclusión social son dos situaciones de análisis


aparentemente muy relacionadas, las cuales están inmersas por un lado, personas
con deficiencias en problemas de salud, y por otro, aquellos sectores que por
múltiples impedimentos, ya sea de índole social, política y económica, no pueden
satisfacer sus necesidades básicas o acceder a una ciudadanía social plena. Ahora
bien, las personas con discapacidad, en la mayoría de los casos por su limitación
física, mental o sensorial y por barreras que la misma sociedad les impone,
presentan altos grados de exclusión social toda vez que presentan poco acceso a
empleo, educación, accesibilidad a sitios públicos, entre otras desventajas sociales.
Sumado a lo anterior, la ignorancia, el miedo, el abandono, la lástima, son
factores sociales que se han presentado a lo largo de toda la historia en relación
con el tema de la discapacidad, lo cual genera conflictos educacionales, laborales,
participativos, culturales, entre otros, que limitan directamente la integración
social de personas con discapacidad, impidiendo su inclusión en la sociedad como
personas sujetas de derechos sociales, en donde las instituciones y las legislaciones
por su parte no se han mostrado del todo aptas para apoyar la inclusión de este
grupo.

Por ello para lograr una sociedad accesible; es decir, sin exclusión, dentro de
este grupo, y lograr que las personas con discapacidad puedan participar sin
obstáculos, sin ser excluidas socialmente, se deben suprimir las barreras existentes
y evitarlas en el futuro; esto es una empresa difícil pero posible. Su aplicación no es
cosa que pueda hacerse en un plazo inmediato, ni depende solo de los poderes
públicos o de la sociedad civil o de los interesados. Ha de ser trabajo continuado y
compartido por toda la sociedad.

El bienestar social se puede definir como un valor cuya finalidad es que


todos los miembros de la sociedad dispongan de los medios precisos para satisfacer
aquellas demandas aceptadas como necesidades. Y en cuanto a la calidad de vida,
se podría decir que es, la satisfacción experimentada por la persona con dichas
condiciones vitales y/o la combinación de las condiciones de vida y la satisfacción
personal, ponderadas por la escala de valores, aspiraciones y expectativas
personales.

El lenguaje es una herramienta significativa en la lucha existente para


definir partes de la realidad, pues la comunicación en si misma se ha convertido en
un proceso difícil y confuso las etiquetas para definir los fenómenos sociales han
perdido su significado debido a la necesidad de reelaborar ciertos términos y
definiciones. Gracias a los esfuerzos conjuntos de las personas con discapacidad,
los profesionales que las atienden y algunos sectores de la sociedad, se ha podido
cambiar la terminología utilizada para referirse a estas personas. Las
modificaciones en los términos se han propuesto con la intención de eliminar las
connotaciones negativas que adquirían los términos usados. Pero lo cierto es que,
hasta ahora, cualquier término utilizado para referirse a esta población alcanza
connotaciones negativas por el uso de él se hace, más que por la significación que
tenía previamente.

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