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UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL BARRANQUILLA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES


CENTRO DE INVESTIGACIONES: CIJS
PLANTILLA ÚNICA DE INSCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE INVESTIGACION DE ESPECIALIZACIONES EN
CIENCIAS JURIDICAS
FECHA DE PRESENTACIÓN: 14 de agosto de 2021.

Especialización de Derecho Procesal


Especialización
SEMESTRE: 1
Tema DERECHO LABORAL
Apellidos y nombres WILSON ANTONIO CARDONA BOSSIO
completos
Cédula de ciudadanía y 1140822765
código
Códigos de estudiante.
112212028
Correo electrónico
wilsona-cardonab@unilibre.edu.co
Teléfono(s) 3023019996
Situación Académica Estudiante de la especialización de Derecho Procesal.
Macrolínea (líneas CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
institucionales)
Línea de facultad DERECHO Y FILOSOFÍA
Grupo de Investigación INVIUS
Eje Temático DERECHO LABORAL Y SEGURIDAD SOCIAL
1. TITULO. Afirmación precisa que hace referencia al tema en torno al cual gira
ORIENTACIONES PARA el proyecto de investigación.
EL DILIGENCIAMIENTO 2. INTRODUCCIÓN. Descripción breve del tema de investigación, dirigido a
DEL FORMATO. informar acerca de lo que propone.
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. Describa la situación problémica y
formule el problema
4. JUSTIFICACIÓN: Presente la relevancia, novedad, pertinencia e impacto del
tema objeto de estudio
5. OBJETIVO GENERAL. Indique el objetivo general del tema que propone.
5.1 OBJETIVOS ESPECIFICOS:
6. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA: Determine los alcances de la
investigación propuesta (Teórica, Espacial y Temporal)
7. MARCO REFERENCIAL (ESTADO DEL ARTE, MARCO TEORICO,
MARCO CONCEPTUAL, MARCO JURIDICO, MARCO INSTITUCIONAL E
HISTORICO (si la investigación lo amerita). Conceptos, leyes, principios,
fundamentos, que respaldan la investigación.
8. METODOLOGÍA: Determina la forma como se recopila la información.
Incluye: a) Enfoque de la Inv.; b) Tipo de Investigación; c) Método de
Investigación.
9. BIBLIOGRAFÍA. Fuentes bibliográficas que sirven de apoyo para desarrollar
el tema (mínimo 10 referencias actualizadas).

1. TÍTULO: ANÁLISIS JURÍDICO AL NO RECONOCIMIENTO DE LA PRIMA DE SERVICIO EN LOS


CONTRATOS DE TRABAJOS SUSPENDIDOS, POR FUERZA MAYOR O CASO FORTUITO.

2. INTRODUCCIÓN:

En Colombia la prestación social denominada “prima de servicios”, nace a la vida jurídica, a través de
la expedición del Decreto 2474 de 1948, mediante el cual se obligaba a los empresarios a hacer
partícipe de las utilidades a los trabajadores, distribuyendo para ello, un pago adicional al salario, el
cual solo cobijaba a los trabajadores de las empresas comerciales cuyo patrimonio para la época
fuese o no excediera de cien mil pesos ($100.000) y que ocuparan más de veinte (20) trabajadores
permanentes, las industrias cuyo patrimonio fuese o excedieran de cien mil pesos ($100.000) y que
ocuparan más de treinta (30) trabajadores permanentes, las agrícolas y forestales cuyo patrimonio
estuviese o excedieran de doscientos mil pesos ($200.000) y que ocuparan más de treinta
trabajadores permanentes, y las ganaderas cuyo patrimonio fuese o no excediera de doscientos mil
pesos ($200.000) y que ocuparan más de veinte trabajadores permanentes, tenían la obligación de
distribuir una parte de las utilidades que excedieren de determinado porcentaje de rendimiento entre
los trabajadores que prestaban servicios personales en forma permanente.
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Este beneficio, no cobijaba a gran parte de los trabajadores, por lo cual se expedición el Decreto
reglamentario 3871 de 1949, y con él se aumentó el número de trabajadores que fueron beneficiados
con dicha medidas, medidas que fueron remplazadas con la vigencia del Código Sustantivo del
Trabajo, expedido por medio del Decreto 2663 de 1950 y convertido en legislación permanente con la
expedición de la Ley 141 de 1961, el cual señaló en el artículo 320, que toda empresa de carácter
permanente estaba obligada a pagar a cada uno de sus trabajadores, excepto a los ocasionales o
transitorios, como prestación especial, una prima de servicios, la cual sustituía la participación de
utilidades y la prima de beneficios que establecía la legislación anterior.

De igual manera, en el artículo 306, estableció que el empleador está obligado a pagar a su empleado
o empleados, la prestación social denominada prima de servicios que corresponderá a 30 días de
salario por año, el cual se reconocerá en dos pagos, así: la mitad máximo el 30 de junio y la otra mitad
a más tardar los primeros veinte días de diciembre. Su reconocimiento se hará por todo el semestre
trabajado o proporcionalmente al tiempo trabajado, de igual manera señala, que se incluye en esta
prestación económica a los trabajadores del servicio doméstico, choferes de servicio familiar,
trabajadores por días o trabajadores de fincas y en general, y a los trabajadores contemplados en el
Título III del señalado código, o quienes cumplan con las condiciones de empleado dependiente.

Cabe destacar que cuando en las empresas un trabajador no puede cumplir con prestar sus servicios,
se presenta la suspensión del contrato de trabajo. El artículo 51 Código Sustantivo del Trabajo,
señala como una de las causas: la fuerza mayor o caso fortuito que temporalmente impida su
ejecución, por otro lado el artículo 53 del Código Sustantivo de Trabajo, indica los efectos de la
suspensión del contrato laboral, entre as cuales se encuentran, que durante el período de las
suspensiones contempladas en el artículo 51 se interrumpe para el trabajador la obligación de prestar
el servicio prometido, y para el empleador la de pagar los salarios de esos lapsos, pero durante la
suspensión corren a cargo del empleador, además de las obligaciones ya surgidas con anterioridad,
las que le correspondan por muerte o por enfermedad de los trabajadores. En éstos períodos de
suspensión pueden descontarse por el empleador al liquidar, vacaciones, cesantías y jubilaciones.
Pero no incluye las primas, las cuales indudablemente al ser una participación de los beneficios de la
empresa, deberían verse afectadas por las mismas causas. Bajo este contexto, el presente trabajo
pretende inicialmente establecer los efectos jurídicos de la suspensión del contrato laboral, la
evolución normativa y jurisprudencial del concepto de la prima de servicio en el derecho laboral
colombiano, seguido del estudio de la no viabilidad del reconocimiento de la prima de servicios,
cuando el contrato de trabajo se encuentra suspendido y finalmente concluir las reglas para su posible
reconocimiento.

3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:

Las declaratorias de emergencia sanitaria, emergencia social económica y ambiental, así como la
orden de realizar aislamientos preventivos obligatorios por parte del Gobierno Nacional y las
autoridades locales a raíz de la pandemia del Covid-19, han generado múltiples dificultades para
empleadores y trabajadores, lo que obligó a muchas empresas a suspender los contratos de
trabajadores, invocando la existencia de una fuerza mayor o caso fortuito que impedía temporalmente
la ejecución del trabajo en los términos del artículo 51 del Código Sustantivo del Trabajo.

Bajo ese contexto, el presente trabajo pretende analizar la validez y pertinencia de la decisión del
empleador de no pagar las primas de servicios en los contratos de trabajos suspendidos cuando se
presente un caso de fuerza mayor o caso fortuito, partiendo de un análisis jurídico a la naturaleza de
la prima de servicio, como una manera de repartir parte de las utilidades generadas por la empresa.

4. JUSTIFICACIÓN.

Con el presente artículo de investigación, se pretende establecer si hay derecho o no al


reconocimiento de la prima de servicio en los contratos laborales suspendidos, ya que el artículo 53
del Código Sustantivo del Trabajo, señala que durante la suspensión del contrato de trabajo, el
empleador conserva las obligaciones ya contraídas con antelación y las relativas a la seguridad social,
preceptuando que el empleador podrá descontar el periodo de suspensión para efectos de liquidar
cesantías, vacaciones y lo relativo a jubilaciones, pero la norma no menciona lo atinente al pago de la
prima de servicios. En la crisis económica generada por el Covid-19 no se eximió al empleador de
realizar este pago en los contratos laborales que fueron suspendido, a pesar de que muchas
empresas se vieron afectadas en su actividad productiva, por no existir disposición normativa que
permitiera al empleador sustraerse del pago de la prima de servicios. A través de un análisis jurídico a
la norma, se pretende hacer un llamado a que no se pierda la naturaleza jurídica de la prima de
servicio en los contratos laborales suspendidos por fuerza mayor o caso fortuito, partiendo que la
prima de servicio se caracteriza por ser una retribución que hace el empleador de su patrimonio al
empleado por el desarrollo de su función laboral, ya que según la fuente jurídicas, doctrinales y
jurisprudenciales, la prima de servicios nació en su naturaleza, como una manera de repartir parte de
las utilidades generadas, en función de generar consecuentemente algo de redistribución sobre la
generación de plusvalía del capital, sin embargo, para la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio del

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Trabajo y la Seguridad Social, señalan que la norma es clara al establecer que durante la suspensión
del contrato de trabajo el empleador conserva las obligaciones ya contraídas con antelación y las
relativas a la seguridad social, preceptuando que el empleador podrá descontar del periodo de
suspensión para efectos de liquidar cesantías, vacaciones y lo relativo a jubilaciones, pero no
menciona lo atinente a la prima de servicios, por lo que dicha prestación debe ser pagada aunque el
contrato de trabajo sea suspendido, alegando como sustento normativo el artículo 21 del CST el cual
contempla que cuando haya conflicto o duda en la interpretación normativa siempre se escoge la más
favorable al trabajador.

5. OBJETIVO GENERAL:

Determinar si hay derecho o no al reconocimiento de la prima de servicio en los contratos laborales


suspendidos por fuerza mayor o caso fortuito

5.1: OBJETIVOS ESPECIFICOS:

1. Analizar los efectos de la figura de la fuerza mayor o caso fortuito como causal de suspensión de los
contratos laborales en Colombia.
2. Examinar la evolución normativa y jurisprudencial del concepto de la prima de servicio en el derecho
laboral colombiano.
3. Establecer la posibilidad de la fuerza mayor o caso fortuito como una causa excepcional para el no
pago de la prima de servicio en materia laboral.

6. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA

Tiempo: El estudio se realizará basada en el marco jurídico vigente, teniendo en cuenta la


constitución política de 1991, el decreto 2663 de 1950 y la evolución jurisprudencial de la prima de
servicio en el derecho laboral colombiano hasta el año 2020.

Espacio: la investigación se centrará en analizar la naturaleza jurídica de la prima de servicio en los


contratos laborales suspendidos por fuerza mayor o caso fortuito, los efectos jurídicos de la
suspensión del contrato laboral en el derecho laboral colombiano.

Sujetos: El Estado, empleador y trabajadores, analizando los efectos que ha generado al empleador,
el cambio de la naturaleza jurídica de la prima de servicio realizada por Estado a favor de los
trabajadores.

7. MARCO REFERENCIAL:

7.1 ESTADO DEL ARTE

Para el tratadista (Diazgranados -Quimbaya, pp.125) ha señalado; que esta prestación social está
consagrada en el artículo 306 del C.S.T. y su naturaleza jurídica consiste en que equivale a un reparto
de utilidades, con más precisión, a 30 días de salario pagados de la siguiente forma: 15 días de
salario a más tardar el 30 de junio, a quienes hubieren laborado el primer semestre completo o en
forma proporcional por cualquier tiempo trabajado, y 15 días de salario a más tardar el 20 de
diciembre, a quienes hubieren trabajado el semestre completo o en forma proporcional por cualquier
tiempo laborado. Tienen derecho a ella todos los trabajadores, incluyendo los trabajadores de servicio
doméstico, a quienes se les reconoció esta prestación mediante la Ley 1788 de 2016.
Originariamente, la prima de servicios era una prestación social a cargo de los empleadores que
tuvieran el carácter de empresa, esto es, que contasen con unidades de explotación económica, y su
propósito era el de reemplazar la participación de los trabajadores en las utilidades de la entidad
económica, de la empresa. En el evento en el que el trabajador no haya trabajado la totalidad del
semestre, se liquidará proporcionalmente al tiempo trabajado ( Adolfo, 2020, p 79), en lo que respeta
al no pago de la prima legal de servicio durante el tiempo que dura suspendido el contrato de trabajo,
la Corte Suprema Sala Laboral en la sentencias del 31 de enero 49 y 9 de noviembre de 1950 estimó
que la palabra “servicios” no se refiere al servicio efectivamente prestado, sino a la antigüedad del
trabajador, razón por la cual no se pueden descontar los períodos de suspensión al pagar la prima
legal de servicios, pues esta última palabra no se refiere el servicio efectivamente prestado, sin
embargo el tratadista Benrey-Zorro, Juliana (2011, pág.396), en lo que respecta al pago de la prima
de servicio en los contratos laborales suspendidos señalo que no se encontraba justificación alguna
para que se afirme que la prima legal de servicios sí debe cancelarse en caso de suspensión del
contrato. Especialmente si se tiene en cuenta que esta prestación social busca reemplazar la
participación de utilidades de los trabajadores, por lo tanto, si no se está prestando el servicio por
parte del trabajador, no se encontraría una razón para recibir esta prestación social.”

7.2. marco teórico

Pago de prima de servicio en los contratos laborales.


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El artículo 53 de la Constitución Política consagró como derecho del trabajador que su remuneración
sea proporcional a la cantidad y calidad de trabajo, en la primera parte del Código Sustantivo del
Trabajo Decretos 2663 y 3473 de 1950 adoptados por la Ley 141 de 1961 como legislación
permanente, en el titulo XI, señala las “prestaciones patronales especiales”, el capítulo sexto señala lo
relacionada con la “prima de servicios”, en él se establece una prestación especial llamada prima de
servicios que de acuerdo con el numeral 2 del mismo artículo sustituyó la participación de utilidades y
la prima de beneficios que estableció la legislación anterior a dicho Código (Decretos 2474 de 1948 y
3871 de 1949).

La Corte Constitucional en la sentencia C-710 de 1996 examinó la constitucionalidad del artículo 307
del Código Sustantivo del Trabajo, y en ella expresó que la prima de servicios se introdujo en la
reforma laboral del año 1950, para sustituir la obligación que tenían los patronos de dar a sus
trabajadores una participación en las utilidades de la empresa, así como la prima de beneficios,
prevista en el régimen laboral derogado, el pago de utilidades se había convertido en uno de los
conflictos constantes entre patronos y trabajadores, de manera que el legislador se ideó una forma
alternativa de permitir al trabajador recibir una suma determinada de dinero, que, en cierta forma,
represente su participación en las utilidades de la empresa.

El primer antecedente de la Corte Constitucional respecto a la prima de servicio se encuentra en la


sentencia de Constitucionalidad C-051 de 1995, en ella al referirse a la constitucionalidad del artículo
338 del Código Sustantivo del trabajo, dado a que se excluía de la aplicación del Código Sustantivo
del Trabajo a los “patronos” que ejecutaran actividades sin ánimo de lucro y a las personas sometidas
al derecho canónico de la normas del Código Sustantivo del Trabajo y en ella el Gobierno contaba con
la facultad para clasificar a los “patronos” con la finalidad de determinar la cuantía de las prestaciones
que debían reconocer, la Corte en esa sentencia declaró la Inexequibilidad del aparte que le confería
al Gobierno Nacional la diferencia de trato de los trabajadores que se derivan de la condiciones
jurídicas de su empleador, de igual manera agregó que tampoco se justificaba la eventual exclusión
de las Corporaciones sin ánimo de lucro del pago de las prestaciones sociales, ya que según la Corte,
no tenía justificación a la luz de la Constitución conceder ventaja a algunos patrones en desmedros de
ciertos trabajadores, quienes no tenían por qué pagar los favores que el Estado otorgaba a los
patrones, ya que la retribución que el trabajador reciba debía corresponder a sus actitud y a la labor
desempeñada. Por otra parte recordó, que la ausencia de ánimo de lucro se predica a las personas
que son miembros de una asociación o corporación, pero no a estas en si misma , ya que algunas de
ellas están dedicadas a actividades de alta rentabilidad, que les permite acumular riquezas, por lo
que no están en incapacidad de retribuir normalmente a sus trabajadores, además consideró
necesario integrar la unidad normativa con el artículo 252 del CST, el cual restringía el pago del auxilio
de cesantía a diversos trabajadores en lo cual se encontraba los del servicio doméstico, los de
empresas de capital inferior a veinte mil pesos y los de empresas agrícolas, ganaderas y forestales de
capital inferior a sesenta mil pesos, declarando la inconstitucional de esa diferencia de trato con base
en las mismas reflexiones que había presentado sobre la igualdad entre los trabajadores, de igual
manera la Corte se pronunció con respecto a los artículos 103, 162 y 306 del Código Sustantivo del
Trabajo que no fueron demandados, pero sin repercusiones en la parte resolutiva de la sentencia, en
lo que respecta a los artículo 306 del citado código que señalaba el pago de la prima de servicio
únicamente para los trabajadores de las empresas de carácter permanente, encontró la Corte que no
era contraria a la Constitución el no pago de la prima de servicio a los trabajadores de servicios
doméstico, alegando como razón el origen de la prima de servicio sustituyo la participación de
utilidades y la prima de beneficio establecida en la legislación anterior, que era claro que el hogar, la
familia no era una empresa y no generaba utilidades. Posteriormente en la sentencia C-710 de 1996
la Corte Constitucional se refirió a la constitucionalidad de artículo 307 del Código Sustantivo del
Trabajo, y señalo que la prima de servicio en ningún caso constituye un factor salarial, por ello la
norma fue declarada exequible a raíz de la naturaleza jurídica de la prima de servicio ya que esta no
constituía una retribución por los servicios prestados, sino que pretende una cierta de participación de
los trabajadores en las utilidades de la empresa.

En la sentencia C-034 de 2003 la Sala Plena de la Corte Constitucional al examinar una demanda en
la que se señalaba al artículo 306 del Código Sustantivo del Trabajo de desconocer el principio de
igualdad y los principios laborales del Estado Social de Derecho al excluir a los trabajadores
despedidos con justa causa del pago de la prima de servicios, teniendo en cuenta la vulneración
económica en la que se encuentra un trabajador recién despedido, la Corte en Sala Plena estableció
que sin bien resultaba medios alternativos idónea para estimular el cumplimiento de las obligaciones
laborales, no era necesario debido a que la privación de la indemnización por despido injusto y la
propia perdida de la estabilidad laboral constituía medios alternativos adecuados para ese fin, y en lo
que respecta a la prima de servicio, señalo que la norma generaba una intromisión desproporcionada
a los derechos del afectado, ya que la prima de servicio es un derecho laboral que se causa con el
paso del tiempo y el servicio prestado y la privación de un derecho de esta naturaleza no se puede
utilizar como medio de sanción al trabajador, debido a que la pérdida de la prima constituye una
sanción pecuniaria al trabajador despedido con justa causa, que se suma a las que derivan de las
circunstancias del despido, para las cuales el ordenamiento jurídico ya había previsto ciertas
consecuencias negativas para el trabajador despedido con justa causa, como lo es la perdida de la
indemnización correspondiente o de una eventual acción de reintegro, el no pago de la prima de

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servicio configura una doble sanción, que no es necesaria para estimular a los trabajadores al
cumplimiento de su deberes laborales. En la citada sentencia la Corte recuerda que la prima de
servicios no es salario y que se causa con el simple transcurso del tiempo laborado, que por ello al
autorizar que esa prima no se pagada por la ocurrencia de un hecho posterior, privaría al empleado de
un ingreso que ya había causado y que en cierta medida, hacia parte del patrimonio, y una doble
sanción no se ajusta a los postulado del Estado Social del Derecho ni a la especial protección del
trabajador que la carta ordena en el artículo 1 y 25 de la Constitución Política, ya que el trabajador,
por el sólo hecho de cumplir un tiempo de servicio establecido en la ley, tiene derecho a recibir la
prima de servicios como una forma de participar en las utilidades en la empresa.

En la sentencia C-042 de 2003 la Corte Constitucional se pronunció con la finalidad de establecer si


había vulneración al derecho a la igualdad por el reconocimiento al pago de la prima de servicio que
solo se le hacía a los trabajadores que dentro de un semestre y periodo de tiempo determinado
prestaban sus servicio, en su fallo la Corte declaró la inexequibilidad del contenido normativo
analizado, para ello consideró que la prima se causa a medida que se desarrolla el trabajo y que no
existía una razón constitucionalmente legitima para distinguir entre los distintos grupos de
trabajadores, que teniendo vinculación igual o similar desde un punto de vista jurídicamente relevante,
accedieron a la empresa en una fecha determinada y con ello podría cumplir el requisito de haber
cumplido el medio semestre de labores, la Corte basándose en el principio de igualdad de
oportunidades y al derecho al trabajo de una proporcional a la cantidad y calidad del trabajo, dispone
que todos los trabajadores deben tener derecho al pago de la prima de servicio en forma proporcional
al tiempo de servicio completado, de igual manera mencionó que no puede restringir uno de los
principios constitucionales fundamentales al derecho al trabajo como lo es la igualdad de
oportunidades para los trabajadores señalados en el artículo 53 de la Constitución, ya que con la con
la aplicación de la restricción temporal que señalaba la norma se permitía que personas que
ejercieron en una actividad la misma fuerza laboral, se vean excluido de acceder a la prima de
servicios o fueran excluido por haber realizado o concluido sus labores por fuera de la mitad del
respetivo semestre, para ello reitera que la naturaleza de la prima de servicios es la de una prestación
que tiene como finalidad que el trabajador participe en las utilidades de la empresa.

Por su parte la sentencia C-100 de 2005 la Corte Constitucional consideró que la finalidad de la prima
de servicios es la de que el trabajador participe en las utilidades de la empresa según se
desprendían en su momento el numeral 2 del artículo 306 del Código Sustantivo del Trabajo, para la
Corte resultó totalmente desproporcionado que simplemente en función del carácter permanente o no
de la empresa se prive a los trabajadores de las empresas que no tienen ese carácter de la prima de
servicios, estimando que no podría aludirse al fomento de la iniciativa empresarial como fundamento
de la distinción del artículo 333 de la Constitución, por no existir esa finalidad y el medio escogido o la
obligación estatal de propiciar el ingreso a un puesto de trabajo como lo señala el artículo 54
Constitución Política, ya que no sé garantizaba que la exención creara nuevos espacios laborales, lo
que en cambio si hacía la distinción era oponerse a la igualdad de oportunidades para los
trabajadores señalada en el artículo 13 y 53 de la Constitución. En la sentencia C-825 de 2006 se
declaró la inconstitucionalidad de la expresión que hacia diferenciación entre trabajadores
permanentes y transitorios (u ocasionales), que concedía el reconocimiento y pago de la prima solo al
primero de estos grupos, la Corte al analizar el principio de igualdad y a la vigencia de los principios
mínimos fundamentales de las relaciones laborales, analizó la finalidad que tuvo el legislador al excluir
a los trabajadores ocasionales de ciertas prestaciones. Como la prima de servicios fue la protección
de un modelo económico, para ello la Corte analizó dicha exclusión desde la perspectiva del principio
de proporcionalidad, esto es, estableciendo un juicio de ponderación entre medios y fines, la
autorización de un privilegio a expensas de unos derechos como son las prestaciones sociales, de
acuerdo con el desarrollo constitucional representa un medio no permitido por ser desproporcionada
respecto del estímulo que quiso otorgarse a algunos empleadores, lo que resulta abiertamente
violatorio del trabajo como valor, principio y derecho fundamental, así como del derecho fundamental y
principio de igualdad, que inspiran el Estado constitucional, y constituye una discriminación que no
tiene ninguna justificación.

En la sentencia C-871 de 2014, la corte al realizar el análisis del artículo 306 del Código Sustantivo
del Trabajo, entró a establecer si el mismo desconoce el principio de igualdad, debido a que ubica en
una situación desfavorable a las personas que trabajan en el servicio doméstico, en comparación con
los demás trabajadores, ya que estas eran privadas del reconocimiento del pago de la prima de
servicios, por lo que atentaría contra las condiciones dignas y justas que deben rodear el ejercicio del
derecho al trabajo, los principios mínimos fundamentales de las relaciones laborales y el cumplimiento
de obligaciones contraídas por el Estado en sus relaciones internacionales, en este caso la Corte
señaló que el reparto de utilidades generaba constante conflictos laborales entre la empresa y los
trabajadores, que por eso el legislador buscó una alternativa a la participación de los trabajadores en
la utilidades de la compañía permitiendo reconocer los beneficios que su trabajo reporta al giro de los
negocios, pero evitando los conflictos laborales y sociales ya mencionados, por lo que se creó la
prima de servicio como una prestación que no toma como base las utilidades de una empresa, sino
que se calcula como proporción del salario, y mediante una diferenciación entre el monto a pagar para
las empresas, que no depende de sus utilidades sino de su patrimonio, que la decisión de abandonar
las utilidades como parámetro para el reconocimiento de la prestación se interpreta como una medida
para propiciar un trato más igualitario de los trabajadores, y mayor estabilidad en sus ingresos, ya que

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las utilidades dependen del éxito coyuntural de los negocios, el patrimonio brinda una información más
amplia y estructural sobre al tamaño de las empresas que se relaciona entre sus activos y pasivos,
por ello señala que mantener aún la consideración de que la prima de servicios es equivalente al
reparto de utilidades, priva de efecto útil a la decisión legislativa de buscar una alternativa al reparto
de utilidades, y pasa por alto un hecho económico de la inflación que, con independencia de las
regulaciones normativas, ha modificado el sentido de la prestación, incluso, señala que si una
empresa no genera utilidades en el desarrollo de sus negocios en un periodo determinado para
efectos contables, no podría excusarse en ello para negar a los trabajadores el derecho al pago de la
prima de servicios, ya que según la corporación la prima de servicios no es, ni literal ni técnicamente,
un pago que se haga en relación con las utilidades reales de la compañía, que si bien la prima de
servicios se inspiró en el objetivo de hacer a los trabajadores parte de las ganancias generadas por
una unidad productiva, esta es solo una forma de hacerlos partícipes de los beneficios percibidos a
partir del desarrollo del objeto social de cada compañía.

En lo que respecta al pago de la prima de servicio al trabajo doméstico, el tribunal constitucional ha


señalado, que la premisa según la cual las familias no generan utilidades es, de una parte, de menor
relevancia después de haber revisado la naturaleza jurídica de la prima de servicios; y, de otra parte,
poco plausible si se adopta un concepto amplio de la expresión utilidades, por lo que expresa, que la
exclusión de las trabajadoras del servicio doméstico del pago de la prima se desvanece porque no
subsistiría una razón para sostener que las familias aunque no generen utilidades no poseen un
patrimonio, ya que los particulares y, por consecuencia, las familias, van forjando su patrimonio a
partir de los bienes que acumulan y los compromisos que adquieren, que a pesar que la prima no
equivale, si se inspira en los beneficios económicos y sociales que genera determinada actividad
productiva, deja muchos interrogantes, ya que las familias reciben beneficios económicos y sociales a
partir de la contratación del servicio doméstico, por lo que se considera a las familias son uno de los
sectores de la economía, la cual para satisfacer sus necesidades, ingresan al mercado laboral o
constituyen empresas, generando así sus ingresos, que dicha actividades pueden ser más o menos
exitosas y, en consecuencia, pueden dar lugar a ganancias más o menos altas, derivadas de la
diferencia entre los costos que debe asumir la familia y los ingresos que percibe, que partiendo del
concepto de utilidades este no se puede reducir a una percepción contable, sino que debe concebirse
como la potencialidad de generar beneficios de distinto tipo para el empleado, lo que no puede negar
el valor económico como el valor social que crea el trabajo doméstico, la Corte Consideró que la
distinción entre trabajadores del servicio doméstico y otros trabajadores para el pago de la prima es
abiertamente irrazonable y, por lo tanto, violatoria del principio de igualdad, existiendo un déficit de
protección en materia de derechos laborales que afecta a las trabajadoras del servicio doméstico,
pero se debían tomar en consideraciones los efectos sociales y económicos que puede generar la
ampliación de un derecho laboral de carácter prestacional, cuando el obligado es una familia, ya que
presentaría algunas dificultades la eficacia inmediata del derecho al pago de la prima de servicio para
todos los trabajadores domésticos, ya que supondría una carga distinta para los empleadores que, en
este caso, son las familias, las cuales, en principio, se hallan en circunstancias económicas y sociales
muy distintas, porque para algunas de ellas el pago representa una carga irrelevante; para otras, una
carga sensible pero razonable; pero, para un grupo adicional, compuesto por familias que no gozan de
privilegios económicos, pero que enfrentan la necesidad imperativa de apoyo en el hogar, puede ser
un costo significativo, por lo que se debía establecer la mejor forma propiciar una superación del
déficit de protección que se ha declarado, sin afectar desproporcionadamente a otra parte de la
población que podría enfrentar circunstancias económicas difíciles y hallar un obstáculo en el pago de
la prima para la contratación del servicio doméstico, bajo estándares de formalidad y legalidad laboral,
para ello exhortó al Legislador para que regule el pago de la prima de servicios, tomando en cuenta
los criterios derivados de los mandatos constitucionales del fallo, asegurándose que los estratos más
altos reconozcan y paguen la prima de servicios, ampliado progresivamente la obligación, para ellos
los órganos políticos deberían diseñar mecanismos y políticas públicas que operen como incentivos
para que las familias asuman el pago de la prima de servicios, bajo la evaluación de conveniencia y
oportunidad asumidas por el Congreso de la Republica y el Gobierno Nacional. La ley 1788 de 2016
por medio de la cual se garantiza el acceso en condiciones de universalidad al derecho prestacional
de pago de prima de servicios para los trabajadores y trabajadoras domésticos, modifico el artículo
306 del Código Sustantivo de Trabajo y en ella señaló que el empleador está obligado a pagar a su
empleado o empleados, la prestación social denominada prima de servicios que corresponderá a 30
días de salario por año, el cual se reconocerá en dos pagos, así: la mitad máximo el 30 de junio y la
otra mitad a más tardar los primeros veinte días de diciembre. Su reconocimiento se hará por todo el
semestre trabajado o proporcionalmente al tiempo trabajado, en este artículo también se incluyó en
esta prestación económica a los trabajadores del servicio doméstico, choferes de servicio familiar,
trabajadores por días o trabajadores de fincas y en general, a los trabajadores contemplados en el
Título III del código o quienes cumplan con las condiciones de empleado dependiente.

Suspensión del contrato laboral en Colombia por fuerza mayor o caso fortuito.

La suspensión del contrato de trabajo en Colombia, es una figura jurídica en virtud de la cual se
interrumpe temporalmente la ejecución de la relación laboral sin que por ello se termine el contrato de
trabajo a raíz de siete situaciones especiales señaladas taxativamente en el artículo 51 del Código
Sustantivo del Trabajo, estas son, (1) por fuerza mayor o caso fortuito que temporalmente impida su

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ejecución, (2) por la muerte o la inhabilitación del empleador, cuando éste sea una persona natural y
cuando ello traiga como consecuencia necesaria y directa la suspensión temporal del trabajo, (3) por
suspensión de actividades o clausura temporal de la empresa, establecimiento o negocio, en todo o
en parte, hasta por ciento veinte (120) días por razones técnicas o económicas u otras independientes
de la voluntad del empleador, mediante autorización previa del Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social. De la solicitud que se eleve al respecto el empleador deberá informar en forma simultánea, por
escrito, a sus trabajadores, (4) por licencia o permiso temporal concedido por el empleador al
trabajador o por suspensión disciplinaria, (5) por ser llamado el trabajador a prestar el servicio militar.
En este caso el empleador está obligado a conservar el puesto del trabajador hasta por {treinta (30)
días} después de terminado el servicio. Dentro de este término el trabajador puede reincorporarse a
sus tareas, cuando lo considere conveniente, y el empleador está obligado a admitirlo tan pronto como
éste gestione su reincorporación, (6) por detención preventiva del trabajador o por arresto correccional
que no exceda de ocho (8) días por cuya causa no justifique la extinción del contrato, (7) por huelga
declarada en la forma prevista en la ley, bajo estas causales solo se puede suspender el Contrato de
Trabajo, de las siente causal prevista en el citado artículo, nos centraremos en la fuerza mayor o caso
fortuito como circunstancia que afecta el desarrollo y ejecución del contrato, al respecto, debe
preliminarmente indicarse que la figura de la fuerza mayor y el caso fortuito no tiene una definición
legal en el Código Sustantivo del Trabajo, pues el mismo se limita a establecer sus efectos en materia
laboral, según el artículo 64 del Código Civil, “se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto al
que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los actos
de autoridad ejercidos por un funcionario público, etc.”

Al respecto, debe preliminarmente indicarse que la figura de la fuerza mayor y el caso fortuito no tiene
una definición legal en el Código Sustantivo del Trabajo, pues el mismo se limita a establecer sus
efectos en materia laboral (Herrera, 2020, p.18). En Colombia la fuerza mayor o el caso fortuito es un
concepto antiguo que lo encontramos definido en el artículo primero de la ley 95 de 1890, al igual que
el artículo 64 del código civil colombiano, el cual señala: “Se llama fuerza mayor o caso fortuito, el
imprevisto á que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de
enemigos, los autos de autoridad ejercidos por un funcionario público, etc.” En la cita realizada por (
Agudelo-Juan, 2021, p.6,7) en cual se toma en cuenta lo manifestados por los tratadistas Louis
JOSSERAND e Hinestrosa lo siguiente; “Ahora bien, cuando hablamos de fuerza mayor (vis maior o
causus maior) o caso fortuito (vis minor o casus minor), se tienden a tomar como sinónimos, en
palabras de Louis JOSSERAND “Los dos hermanos siameses de la no responsabilidad”, pero nos
desprenderemos un momento de esta tesis monista de los eximentes de responsabilidad, dotando a
cada uno de unas características diferenciadoras y adoptando una tesis dualista de los eximentes de
responsabilidad, en primera medida, porque en el estudio de sus distinciones, nos permite un análisis
más acertado hacía disposición del hombre, ya que ¿Quién puede controlar un terremoto, un tsunami,
etc.? De tal forma, yéndonos a la literalidad de su nombre; es la fuerza mayor al hombre mismo,
escapando de su imperio y así de su capacidad de resistir a la misma. Mientras que, la vis minor, tiene
un origen en un hecho 7 humano, que, aunque se hayan tomado las medidas de diligencia y cuidado,
fue imposible de prever, pero, qué ocurre dentro de la ejecución de alguna actividad (Hinestrosa,
2002), es decir, el hombre tiene capacidad de controlar su origen, pero aún con el deber de cuidado
frente al riesgo desplegado, este logra su finalización en un daño o incumpliendo.”

Por otra parte, la sentencia SC16932-2015 de la sala civil de casación civil de la Corte suprema de
justicia con ponencia del magistrado Álvaro Fernando García, reiteró: “En general, por fuerza mayor o
caso fortuito debe entenderse ‘el imprevisto que no es posible resistir, como el naufragio, el terremoto,
el apresamiento de enemigos, los actos de autoridad ejercido por un funcionario público, etc.’ (Art. 1°
Ley 95 de 1890); es claro que estos hechos o actos, u otros semejantes, que enuncia el legislador,
requiere que sean imprevisibles o irresistibles, significando lo primero, un acontecer intempestivo,
excepcional o sorpresivo; y lo segundo, imposible, fatal, inevitable de superar en sus consecuencias
(CSJ SC, 2 dic. 1987, G.J. t. CLXXXVIII, pág. 332). Es decir, ha de tratarse de fenómenos externos al
sujeto cuyo comportamiento se analiza, que reúnan las características que de antaño estereotipan la
figura, esto es, la imprevisibilidad (hechos súbitos, sorpresivos, insospechados, etc.) y la
irresistibilidad (que los efectos del hecho no puedan ser exitosamente enfrentados o detenidos por
una persona común) (CSJ SC, 31 ago. 2011, rad. 2006-02041-00).”

Para la Corte Suprema de Justicia De Justicia, en la sentencia 4200 del 21de mayo de 1991, señala
que ha reiterado la Jurisprudencia tanto Civil como Laboral, que la fuerza mayor o caso fortuito para
que pueda constituirse como tal debe ser “irresistible”, esto es, que no haya podido ser impedida y
que haya colocado a la persona en la dificultad absoluta, de ejecutar la obligación; debe además ser
imprevisible"; es decir, que no haya sido lo suficientemente probable para que razonablemente la
persona pueda precaverse contra él, aunque haya habido frente a la situación de que se trate, como
lo hay con respecto a toda clase de acontecimientos, una leve posibilidad de realización, por ello, para
que se configure la fuerza mayor o el caso fortuito que permita al empleador librarse de su obligación
de pagar el salario y al trabajador de prestar el servicio, el hecho debe cumplir con los siguientes
requisitos: a) debe ser imprevisible, b) debe colocar a las partes en absoluta imposibilidad de cumplir
con dichas obligaciones y c) debe ser temporal o pasajero, para que, una vez cese, se pueda
reanudar el trabajo.

De lo anterior se extraen dos conceptos que son esenciales y necesarios que se deben cumplir para

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que una situación se constituya en fuerza mayor o caso fortuito. Estos hechos se deben probar en
juicio y son: Que sean hechos imprevisibles y que sean hechos Irresistibles o insuperables, para
(Valdés–German,2019, pp.157-158), manifiesta que los efectos de la suspensión; “estriba en que
brinda una solución para que, ante situaciones especiales, algunas de ella con graves implicaciones,
el empleador no acuda a la terminación del contrato, sino a la conservación del mismo, aunque sin el
peso completo de la carga, económica que, en condiciones de normalidad, resulta de él.”, en cuanto a
la suspensión por fuerza mayor y el caso fortuito, el mismo autor señala, “lo fundamental no es la
existencia del fenómeno de la fuerza mayor o del evento que configure el caso fortuito, si no el
elemento consecuencial, que se señala en la disposición, vale la pena decir, que tenga la virtualidad
de impedir la ejecución del contrato de trabajo, con lo cual se impida el desarrollo de la relación
laboral.” Por su parte Pablo Sergio Ospina Molina, pagina 26, expresa lo siguiente con relación a la
suspensión del contrato de trabajo; “La suspensión del contrato laboral es una institución de
extraordinaria importancia, especialmente en el derecho laboral privado, ya que busca preservar la
vigencia del contrato, así como proteger los intereses de las partes contratantes, principalmente al
trabajador, quien busca que el vínculo contractual se mantenga”, en lo que respecta a la suspensión
del contrato laboral, por fuerza mayor o caso fortuito cita que, ““La doctrina argentina ha sostenido
que, en el ámbito de las relaciones obrero-patronales, la fuerza mayor, o caso fortuito, como causal de
suspensión del contrato laboral, el sujeto tutelado no es el trabajador, sino el empleador, ya que
advierte que la ley le brinda un medio para librarse de sus obligaciones contractuales con el fin de
preservar la fuente de trabajo (Herrera, 1987, p. 413)””

El artículo 53 del Código Sustantivo de Trabajo, señala que durante el período de las suspensiones
contempladas en el artículo 51 se interrumpe para el trabajador la obligación de prestar el servicio
prometido, y para el empleador la de pagar los salarios de esos lapsos, pero durante la suspensión
corren a cargo del empleador, además de las obligaciones ya surgidas con anterioridad, las que le
correspondan por muerte o por enfermedad de los trabajadores. Estos períodos de suspensión
pueden descontarse por el empleador al liquidar vacaciones, cesantías y jubilaciones, sin embargo, la
norma no señala nada respecto al pago de la prima de servicio.

7.2 marco conceptual

Al analizar la línea jurisprudencia de la Corte Constitucional, se observa que la Corte ha ido ampliado
los límites al pago de la prima de servicio, partiendo de las barreras normativas que permitían el
reconocimiento al pago a determinados trabajadores únicamente, ello bajo los principios de igualdad
de oportunidad entre los trabajadores, universalidad y ampliación progresiva de la cobertura y de
manera particular desde la concepción de la prestación como un derecho laboral, la misma Corte
señala que ninguna de las decisiones en lo que se ha ampliado el alcance del derecho a que los
trabajadores perciban la prima de servicio, puede explicarse bajo la óptica como la prima de servicio
como prestación equivalente al reparto de utilidades, que al ser así la prima de servicio estaría dada
exclusivamente por el mercado donde se definen las utilidades y no por la Constitución a través de los
principios de universalidad, progresividad, igualdad general e igualdad de oportunidades, pero
reconoce que se han ampliado la cobertura del derecho al pago de la prima de servicio a todos los
trabajadores, excepto quienes desempeñan un servicio doméstico no gozan de ese derecho laboral,
por ello la Corte lo percibió como la última barrera para su universalidad que afectaba con mayor
intensidad mujeres económica y socialmente vulnerable con el consentimiento de todas las
autoridades públicas, inclusive de la misma Corte, reconoce que siempre se invocó el obiter dicta de
la sentencia C-051 de 1995, de igual manera señalo que la naturaleza jurídica de la prima de servicios
no es inamovible, alegando que los conceptos jurídicos no solo son vagos y ambiguos, sino también
cambiantes, por ello señala que del reparto de utilidades, el cual se calculaba sobre el monto de
utilidad de la empresa, a la prima de servicio, que debía liquidarse con base en el salario del
trabajador y el patrimonio de cada empresa, produciéndose un cambio vía legislativa, que con el paso
del tiempo se tornó irrelevante el criterio del patrimonio como elemento de diferenciación en el monto
a pagar y por último con la entrada de la vigencia de la Constitución de 1991 y la jurisprudencia
constitucional, se ampliaron sus alcances con base en los principio del derecho al trabajo, igualdad y
universalidad dejando de lado su reconocimiento únicamente a las trabajadoras del servicio
doméstico, por lo que concluye que la prima de servicio surgió en la idea de retribuir entre los
empleados parte de los beneficios económicos generado por una empresa, pero que por razones
normativas, fácticas, económicas y sociales la prestación debe ser comprendida de manera más
amplia como un medio compensar a los trabajadores por los beneficios generados de la prestación del
servicio, que dichos beneficios, en un estado que protege la función social de la propiedad, no solo se
refieren a la generación de “plusvalía”, sino al valor social y económico que el trabajo puede llegar a
crear. Como podemos observar la Corte Constitucional tiene en cuenta para el pago y reconocimiento
de la prima de servicio no el reparto de utilidades por generar constante conflictos laborales entre la
empresa y los trabajadores, por ello se buscó una alternativa a la participación de los trabajadores en
la utilidades de la compañía permitiendo reconocer los beneficios que su trabajo reporta al giro de los
negocios, por lo que se creó la prima de servicio como una prestación que no toma como base las
utilidades de una empresa, sino que se calcula como proporción del salario, y mediante una
diferenciación entre el monto a pagar para las empresas, que no depende de sus utilidades sino de su
patrimonio, como una medida para propiciar un trato más igualitario de los trabajadores, y mayor
estabilidad en sus ingresos, ya que las utilidades dependen del éxito coyuntural de los negocios, el
patrimonio brinda una información más amplia y estructural sobre al tamaño de las empresas que se

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relaciona entre sus activos y pasivos, por lo que se abandona el concepto de la prima de servicios es
equivalente al reparto de utilidades, porque priva de efecto útil a la decisión legislativa de buscar una
alternativa al reparto de utilidades, ya que según la corporación la prima de servicios no es, ni literal ni
técnicamente, un pago que se haga en relación con las utilidades reales de la compañía, que si bien
la prima de servicios se inspiró en el objetivo de hacer a los trabajadores parte de las ganancias
generadas por una unidad productiva, esta es solo una forma de hacerlos partícipes de los beneficios
percibidos a partir del desarrollo del objeto social de cada compañía, la Corte Constitucional pasa por
alto el hecho económico de la figura de la fuerza o caso fortuito como fenómenos externos al
empleador, que reúnan las características de imprevisibilidad y la irresistibilidad que imposibilitan al
empleador cumplir con sus obligaciones como lo dejó en evidencia la pandemia del Covid-19, la cual
trajo como efecto inmediatos la caída de la producción en diferentes sectores económicos, la
reducción del consumo privado y la pérdida de empleos, llevando a Colombia a la primera recesión en
el Siglo XXI, tras 20 años de estabilidad (Mejía, 2020), así como la derivación de la contracción de la
producción, lo que trajo como consecuencia que 1,5 millones de colombianos y colombianas perdieran
su empleo, representando 4,6 puntos porcentuales en el incremento del desempleo en tan sólo un año
(del 10,6% al 14,9%), un aumento que resulta ser 3 veces más alto al que se venía presentando por
temas estructurales en los últimos 5 años, con una tasa de crecimiento anual negativa de 15,8%,
equivalente a una producción $180,4 billones de pesos, para el segundo trimestre del 2020 una cifra
similar a la del 2015 para el mismo periodo, siendo la primera vez en más 15 años que hay un
crecimiento negativo (PNUD Colombia, 2021), por ello obligar al empleador al pago de la prima de
servicio cuando ha surgido el fenómeno de la fuerza mayor o caso fortuito, va en contra de los fines
del estado de proteger la función social de la propiedad, como valor social y económico que el
empleador puede llegar a crear con la generación de empleos, ello debe ser tenida en cuenta la
fuerza mayor o caso fortuito como un eximente para el no pago de la prima de servicio en metería
laboral, partiendo que al momento de la celebración del contrato de trabajo laboral (acto jurídico), de
tal forma, con el nacimiento de estas obligaciones, está la posibilidad de estar exentos de la
responsabilidad que nace por incumplimiento de las mismas, a esto le llamamos los eximentes de
responsabilidad. de exoneración de la responsabilidad de la que trata el artículo 64 del Código Civil
Colombiano, es un estudio especial y detallado, buscando el encausamiento y el cumplimiento de los
presupuestos mismos de esta figura jurídica.

8. METODOLOGÍA:
a) Enfoque de la investigación

Derecho laboral y seguridad Social.

b) Tipo de investigación
la presente investigación es de carácter deductiva

c) método de investigación

Desde el punto de vista del planteamiento metodológico, se advierte que la presente investigación es de tipo
documental; lo que se ha hecho es elaborar un estado del arte en el que se analiza el fenómeno de la
investigación que en la evolución del Pago de la prima de servicio en el derecho laboral y las consecuencias
jurídicas que se derivan de la misma, lo anterior mirado desde una perspectiva hermenéutica. La ruta
metodológica ha comprendido básicamente tres momentos: exploración, análisis y profundización.

8. BIBLIOGRAFÍA.

Agudelo-Orozco, Juan Camilo, tesis de grado, “El covid-19 como evento de fuerza mayor y caso
fortuito en el cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato de arrendamiento de local
comercial”, 2021, pp 6-7.

Benrey-Zorro, Juliana, "Análisis de la figura de la suspensión de contrato de trabajo del trabajador


particular en Colombia y algunas menciones a la legislación extranjera", Revista Estudios Socio-
Jurídicos, 2011, 13, (2), pp. 379-410.

Corte Constitucional Sentencia C-051 de 1995, Magistrado Ponente; Jorge Arango Mejía.

Corte Constitucional sentencia C-871 de 2014, Magistrado Ponente; María Victoria Calle Correa.

Corte Constitucional C-042 de 2003, Magistrado Ponente; Jaime Córdoba Triviño.

Corte Constitucional sentencia C-100/05, Magistrado Ponente; Alvaro Tafur Galvis.

Corte Constitucional sentencia C-034 de 2003, Magistrado Ponente; Eduardo Montealegre Lynett.

Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Labora, Magistrado Ponente Jorge Iván Palacio Palacio,
Sentencia 4200 del 21 de mayo de 1991.

Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral, sentencia SC16932-2015 de la sala civil de casación civil de

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la Corte suprema de justicia con ponencia del magistrado Álvaro Fernando García.

Corte Suprema de Justicia De Justicia, sentencia 4200 del 21de mayo de 1991

Diazgranados Quimbaya, L. A., Vallecilla Baena, L. F., Diazgranados Quimbaya C. M., Gómez
Escobar, S., Montenegro Timón, J. D., Almanza Junco, J. E. (2018). Derecho Laboral en Colombia. (L.
A. Diazgranados Quimbaya, & E. A. Perafán del Campo, Eds.). Bogotá: Editorial Universidad Católica
de Colombia; pagina 125.

Herrera Romero, Ana María, “La suspensión del contrato de trabajo por fuerza mayor o caso fortuito.
Análisis de la institución en los tiempos del covid-19”, Monografía presentada como requisito para
optar al título de Abogada, 2020, p.18.

Mejía,L.(2020). Actualización de Las Perspectivas Económicas 2020-2021. Recuperado de:


http://dams.fedesarrollo.org.co/tendenciaeconomica/publicaciones/208/.

Ospina Molina, P. (2020). “Análisis de la Fuerza Mayor y el Caso Fortuito como causal de suspensión
del con trato de trabajo”. Advocatus, 17(34). https://doi.org/10.18041/0124-0102/a.34.6586, pp. 26, 31.

Valdés Sánchez, G, “Derecho Laboral Individual”, Segunda Edición 2019, pp. 157-158.

Prieto Adolfo, Carlos. “Esquema de Derecho Laboral Individual Colombiano”. (2020), p.79.

Programa de la Naciones Unidas para Colombia (PNUD Colombia). 2021 “Un año de pandemia:
impacto socioeconómico de la covid-19 en Colombia”.
https://www.co.undp.org/content/colombia/es/home/-sabias-que-/un-ano-de-pandemia--impacto-
socioeconomico-de-la-covid-19-en-col.html.

10. FIRMA DE QUIEN PRESENTA EL TEMA:

10. NOMBRE, APELLIDO Y FIRMA DE QUIEN RECIBE EN REPRESENTACIÓN DEL PROGRAMA:

WILSON ANTONIO CARDONA BOSSIO

11. Docente Asesor Metodológico Docente Asesor de Contenido:

Dra. Nubia Mildreth Marrugo Nuñez

NOTA: Una vez diligenciado, imprimir y entregar en la Coordinación de la Especialización, lleve una
copia para el recibido.

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