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Asignatura:

Filosofía

Centro de Estudio:

Universidad Cristiana Evangélica Nuevo Milenio

Tema:

Informe descriptivo sobre el marco de referencia filosófico


MARCO TEORICO

SEGÚN LA FILOSOFÍA

¿De dónde venimos?

¿Qué Hacemos aquí?

¿Hacia dónde vamos?

Tal y como dijo Descartes (1637), “Pienso, luego existo.” Se trata de uno de los principios
filosóficos fundamentales de la Filosofía Moderna: tanto el pensamiento como la propia existencia
son indudables, absolutamente ciertos, y será posible partir de ahí para establecer nuevas certezas.
Se confirma, de este modo, que el ser humano es pura energía; tanta que, en ocasiones, se desborda
y necesita saber más de todo cuanto le rodea. Entre otras cosas, el hombre no puede vivir sin
pensar, resumiendo este autor que la única forma de encontrar la verdad es mediante la razón, de
un modo tan simple que podría pasar inadvertido (Descartes, 1637). El pensamiento filosófico es,
en ese sentido, uno de esos ejemplos desbordantes de ímpetu, veloces, creativos, que puede
definirse como aquel impulso que posee el hombre y que le permite diferenciarse tanto de sí mismo
como de otras personas. Se trata de un pensamiento libre, inquieto, inconformista, tan racional
como teórico, pero totalmente especulativo: bajo esa inquietud, el hombre busca, investiga,
examina y evalúa las respuestas existentes en la sociedad sobre ciertos hechos considerados
fundamentales y que no pueden ser explicados por la ciencia, obligándose a ser plenamente lógico.
Se demuestra, con ello, que el hombre y su propia existencia no pueden sustentarse de meras
hipótesis para confirmar o refutar sus propias teorías sobre tales hechos: necesita verdades
concretas y confirmadas, buscar los motivos por los cuales suceden las cosas a su alrededor,
apoyándose en la confianza que le brinda su propia razón a la hora de realizar dicha búsqueda.

El pensamiento filosófico se convierte, por tanto, en algo libre y amplio, ilimitado, que no se deja
dominar bajo ningún concepto ni criterio. En otras palabras: si la ciencia no puede responder ante
sucesos concretos relacionados con la existencia de las cosas, el hombre se dejará llevar por la
lógica en toda su plenitud, apoyándose en verdades ya comprobadas hasta encontrar los orígenes
y causas de aquello que le mantiene en vilo… De aquello que le mantiene vivo y que le dirige
hacia un camino que es personal e intransferible.
No obstante, y de una manera más concreta: ¿acaso alguien sería capaz de responder a ambas
cuestiones? ¿Acaso alguien tiene la certeza exacta de saber de dónde viene o hacia dónde se dirige
el ser humano? ¿Es posible ofrecer explicaciones veraces y comprobables a la existencia humana?
Tal y como a lo largo de su carrera recordaría Heidegger, la filosofía no es una disciplina positiva
que permita, una vez asumidos todos sus principios y mecanismos, aplicar sus postulados en
obtención de resultados: la filosofía consiste en aplicar un pensamiento a otro pensamiento, donde
no hay unos resultados definitivos, sólo los propios que brinda la razón (Zabala, 2011).

Con la llegada de la sociedad contemporánea, el pensamiento se ha ido subordinando a las


necesidades de las diferentes ciencias, ideologías o religiones: creencias como, por ejemplo, la
católica o la musulmana, han acabado otorgando un significado especial a la razón de ser de las
cosas, a sus orígenes y a sus por qué, modelando los propósitos de multitud de fieles a lo largo y
ancho de la Tierra. Todo ello ha acabado por provocar que la filosofía olvide su razón de ser: la
pregunta por la existencia de las cosas y la posibilidad de obtener respuestas tomando como base
la lógica humana (Zabala, 2011).
Bibliografía
PENSAMIENTO FILOSÓFICO: ¿DE DÓNDE VENIMOS? ¿HACIA DÓNDE VAMOS? | Pedro
Lifante

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