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Guayaquil 15 de agosto del 2022

Área: LENGUA Y LITERATURA


BIOGRAFIA DE MIGUEL UNAMUNO
Miguel de Unamuno y Jugo nació el 29 de septiembre de 1864 en Bilbao. Era el
tercero de los seis hijos que tuvieron Félix de Unamuno, un humilde comerciante
que había ganado fortuna en México, y su esposa Salomé Jugo. Ya desde bien
pequeñito, el joven Unamuno tendría que experimentar dos vivencias que
marcarían su carácter y que dejaría bien reflejado en el estilo de sus obras:  el
fallecimiento de su padre y el estallido de la Tercera Guerra Carlista  (1872-
1876), sitiando la ciudad de Bilbao.

En su adolescencia se traslada a Madrid para iniciar sus estudios de Filosofía y


Letras en la universidad. En esta época publica su primer artículo, a la par que va
formando una relación más íntima y afectiva con Concha Lizárraga, quien
acabaría siendo su esposa y la madre de sus X hijos.

En 1883 termina sus estudios universitarios y obtiene el doctorado  con su tesis


“Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca”. Tras ello
Miguel de Unamuno pasa al mundo laboral dando clases, además de colaborar
en distintos periódicos a nivel nacional. También, se enfoca en preparar las
oposiciones para obtener las cátedras de Instituto y Universidad, convocadas en
distintas ciudades de España para cubrir vacantes. ras varios intentos sin éxito
Unamuno consigue plaza como catedrático de Lengua Griega en la prestigiosa
Universidad de Salamanca. Llega a esta ciudad estando ya casado de su mujer
Concha y habita en varias residencias en régimen de alquiler. Sería por esta
época en la que nacería su primer hijo, Fernando.  Conseguiría trasladarse a una
vivienda en la Plaza de Gabriel y Galán de esa misma ciudad, lugar en el que
nacerían Pablo, Raimundo, Salomé y Felisa.

Es en estos años en los que publica diversas obras, introduciendo su


preocupación por España y su destino. Entre los textos que salieron a la luz por
esta época podemos destacar “En torno al casticismo”, “Paz en la guerra”, “la
Esfinge” y “La Venda”, además de tener la oportunidad de publicar varios
artículos en la prensa española e hispanoamericana. Pero a todas estas buenas
noticias se le sumó una muy mala: su hijo Raimundo cae gravemente enfermo, lo
cual le provoca una profunda crisis personal y religiosa.

Al inicio del curso académico de 1900 Uamuno, como catedrático, tenía que
pronunciar el discurso inaugural.  Sus propuestas educativas planteadas en su
intervención fueron tan innovadoras que poco tiempo después acabaría
siendo elegido como rector de la universidad. Tras su nombramiento Unamuno
se traslada a la residencia rectora, bien al lado del Patio de Escuelas de la
Universidad de Salamanca. En lugar nacerán el resto de sus hijos: José, María,
Rafael y Ramón, pero también será donde muera su hijo Raimundo.

Temas en la obra de Unamuno


Miguel de Unamuno fue siempre un hombre inquieto y rebelde, además de
paradójico y contradictorio. En base a su vida personal, podemos ver cómo no
tenía reparos en enfrentarse a las autoridades cuando no le gustaba lo que
hacían, fuera la monarquía, la dictadura o la república. Su carácter individualista
hizo que se rindiera culto a sí mismo, no como acto egocéntrico sino, más bien,
como forma de expresar y poner en orden sus ideas.  Él mismo decía “Hablo de
mí porque es el hombre que tengo más cerca”.

Miguel de Unamuno fue un intelectual que cultivó todos los géneros de su época.
Su teatro, poesía, ensayos y novelas se pueden englobar en base a los dos ejes
temáticos recurrentes en su producción literaria: la preocupación por España y el
sentido de la vida humana. En ambos temas se desprenden matices existenciales,
lo cual hace de Unamuno uno de los primeros existencialistas modernos que tiene
España.
El problema de España
Miguel de Unamuno fue un gran amante de España, algo que podemos
comprender con lo que él mismo dijo: “Me duele España”; “¡soy español, español
de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de
profesión y oficio; español sobre todo y ante todo”. Se interesa por su literatura,
su pasado y su futuro, y  pretende encontrar una solución a los males que
aquejaban a la sociedad española, destacando la necesidad de una renovación
espiritual que se deshaga de dos actitudes según él muy arraigadas en la
sociedad de España: la pereza y la atonía crónicas.

Con la intención de captar vivamente la esencia de lo español, Unamuno recorrió


los pueblos del país para comprender de primera mano qué era lo que los
caracterizaba. Quería captar lo que verdaderamente era España más allá de
círculos intelectuales y libros de historia oficiales.

Para él era fundamental aprender la “intrahistoria”, es decir, la historia real y


popular, para tener una idea fidedigna de cuál había sido el pasado de España.
Estas pretensiones e interés acerca lo español los muestra en obras como “En
torno al casticismo” (1895), donde  plantea la idea de la intrahistoria.

Además, es muy importante su “Vida de don Quijote y Sancho” (1905) donde


reivindica que es la obra de Miguel de Cervantes la máxima expresión del alma
española, además de la dicotomía entre la locura y la razón, la ficción y la
realidad. En “Por tierras de Portugal y España” (1911) y “Andanzas y visiones
españolas” (1922) muestra también su preocupación por el destino del país.

Originalmente, Miguel de Unamuno  consideraba que los males que afectaban a


España se desvanecerían una vez el país se hubiera europeizado, poniéndose a
la altura de Francia, Alemania o Reino Unido. Sin embargo, con el paso del tiempo
cambia de postura, considerando que lo que realmente debía ocurrir era que
Europa se españolizara, captara algunas de las mejores costumbres de España y
adoptara algunas de las actitudes propias de los peninsulares.

El sentido de la vida humana


La otra temática característica de la obra de Unamuno es su interés por el sentido de
la vida humana. Como escritor existencialista que es se muestra interesado por el
hombre de carne y hueso, ahondando en el sentido trágico de su existencia a través
de sus vivencias, tragedias, problemas y angustias. En su literatura podemos ver su
interés acerca la inmortalidad de nuestra existencia: cuando morimos ¿dejamos de
existir o acaso hay vida más allá? Herbert Spencer, Sören Kierkegaard, William
James y Henri Bergson influyen en su obra.

Como las contradicciones personales y las paradojas de su pensamiento le impedían


poder desarrollar un sistema filosófico coherente  usó sus escritos como vehículo de
expresión y, también, como una especie de terapia para poner en orden sus
ideas. Expresa su angustia personal y su forma de pensar en obras como la ya
mencionada “En torno al casticismo” (1895) además de “Mi religión y otros ensayos”
(1910), “Soliloquios y conversaciones” (1911) o “Del sentimiento trágico de la vida en
los hombres y en los pueblos” (1913).

Principales obras
Miguel de Unamuno cultivó todo tipo de géneros, aunque la novela y los ensayos
fueron sus puntos fuertes.

Poesía y teatro
Como poeta, Miguel de Unamuno estuvo bastante infravalorado durante mucho
tiempo, pese a que en la actualidad es considerado uno de los mayores
representantes de la poesía española del siglo XX. Tanto sus poemas como obras
teatrales muestran una gran riqueza de pensamiento,  abordando
principalmente dramas íntimos, religiosos y políticos a través de los
conflictos de los personajes  y su propia sensibilidad ante la realidad.

Entre los principales poemarios tenemos “Poesías” (1907), “Rosario de sonetos


líricos” (1911), “El Cristo de Velázquez” (1920), “Rimas de dentro” (1923) y
“Romancero del destierro” (1928), siendo este último un retrato de sus vivencias
en la isla de Fuerteventura tras ser deportado por oponerse al gobierno de Miguel
Primo de Rivera. Tras su muerte se publicó “Cancionero Póstumo”, un libro en el
que se recogen los poemas escritos entre 1928 y 1936.

En cuanto al teatro de Unamuno tenemos “Fedra” (1924), “Sombras de sueño”


(1931), “El otro” (1932) y “Medea” (1933) y “El hermano Juan” (1934). En este
género no parece que destacara mucho, pues se ha considerado que su obra
tiene una acción dramática más bien escasa y acaba resultando en unas
composiciones excesivamente esquemáticas.

Novelas
La novela es el punto fuerte de Miguel de Unamuno,  siendo considerado uno de
los más decididos renovadores de este género a principios del siglo XX. La
novela es la principal herramienta de este escritor para transmitir sus conflictos
existenciales y experiencias personales, teniendo como la primera su “Paz en la
guerra” (1897) en la cual describe los acontecimientos históricos ocurridos
durante la última guerra carlista.

Ya entrado en el siglo XX publica su archiconocida “Niebla” (1914) la cual da inicio


a un nuevo género literario fundado por él mismo: las nivolas. “Nivola” es un
neologismo de Unamuno que usa para referirse a sus novelas de ficción narrativa,
tratando de poner distancia con respecto a las novelas realistas que dominaban
el panorama literario del 1900. En “Niebla” Unamuno presenta el enfrentamiento
de las almas y las pasiones humanas sin recurrir a paisajes, ni ambientes ni
costumbres.

Su nivola más representativa se convierte en un referente de la literatura del


siglo XX por lo innovadora que fue. Su protagonista, Augusto Pérez, rompe la
cuarta pared rebelándose contra el propio Unamuno. Augusto se da cuenta de
que no es más que un ser de ficción, cuyo destino, vivencias e incluso sus
sentimientos son determinados por la voluntad de Unamuno. Pero, también,
Augusto le recuerda al escritor que él está también bajo la voluntad de una
entidad superior a él: Dios.

En 1917 publica “Abel Sánchez” y en 1921 “La tía Tula”. Su obra maestra llegaría
en 1931 con “San Manuel bueno mártir”. Se trata de la dramática historia de un
párroco de un pueblo perdido de la mano de Dios que, entregado ejemplarmente
a su aldea y manifestándose como si de un santo se tratara, ocultar un profundo
desgarro interior de la duda sobre qué hay más allá de la muerte.

Es de especial mención su “Tres novelas ejemplares y un prólogo” (1920),


considerada por algunos expertos como una novela autobiográfica. No tiene
que ver con los hechos de su vida, sino que se trata de su biografía espiritual y su
visión esencial de la realidad. Es la afirmación de su identidad individual y la
búsqueda de los elementos vinculantes que fundamentan las relaciones
humanas.

Referencias bibliográficas:

 Abellán, José Luis (1964). Miguel de Unamuno a la luz de la psicología; una

interpretación de Unamuno desde la psicología individual. Tesis doctoral.


Madrid: Tecnos.
 Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de Miguel de

Unamuno. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea.


Barcelona (España). Recuperado de
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/u/unamuno.htm el 22 de
septiembre de 2020.
 Garrido Ardila, Juan Antonio (ed.) (2015). El Unamuno eterno. Barcelona:

Anthropos

De dónde era Montaigne y cuál fue la intención comunicativa del ensayo.

Montaigne es considerado como el fundador del género literario


del ensayo, definido primeramente como un bosquejo o borrador sobre un
tema, en contraposición a un texto con mayor blindaje en sus afirmaciones
o negaciones, como era el caso de los artículos o los tratados.

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