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EL LAVADO DE DINERO Y EL INTERCAMBIO DE

INFORMACION A NIVEL INTERNACIONAL

POR

GRAHAM PINNER, LLB


Oficina de las Naciones Unidas para el Control de las Drogas y la
Prevención del Crimen
Programa Global Contra el Lavado de Dinero
Mentor de la Unidad de Inteligencia Financiera
Barbados

PRESENTADO
POR

DESMOND SANDS, BA, LLB


Analista Senior de Inteligencia
Unidad de Inteligencia Financiera
Barbados

PARA EL

SEMINARIO SOBRE EL SECTOR FINANCIERO


GRUPO DE ACCION FINANCIERA DEL CARIBE
TRINIDAD HILTON
TRINIDAD Y TOBAGO
5-7 DE DICIEMBRE DEL 2000
EL LAVADO DE DINERO y EL INTERCAMBIO DE INFORMACION A NIVEL
INTERNACIONAL por Graham Pinner.LL.B Oficina de las Naciones Unidas para el
Control de las Drogas y la Prevención del Crimen, Programa Global Contra el Lavado de
Dinero, Unidad de Inteligencia Financiera, Mentor, Barbados.

Presentado por Desmond Sands B.A., LL. B., Autoridad Contra el Lavado de Dinero de
Barbados, Analista Senior de Inteligencia, Unidad de Inteligencia Financiera, en el
Seminario sobre el Sector Financiero del Grupo de Acción Financiera del Caribe.
Trinidad Hilton,
Trinidad y Tobago,
5-7 de diciembre del 2000

El lavado de dinero es ahora la palabra de moda en la prensa internacional, las películas y


la televisión, con historias que van desde la pura ficción hasta estudios muy serios. No les
voy a proponer que intentemos identificar qué es qué. Además, la región en la que
estamos, el Caribe, está en el centro de una buena parte de esta atención e interés
internacional.

Sin embargo, a pesar de la imagen glamorosa que los medios de divulgación le otorgan
con frecuencia a este asunto del lavado de dinero, o la conversión de dinero “sucio” en
“limpio”, esta actividad es sin duda una muy seria. Al hablar de la “actividad de lavado
de dinero”, escojo con mucho cuidado las palabras que voy a utilizar. El lavado de dinero
es ahora una parte muy importante de toda gran ganancia obtenida a partir del crimen, ya
sea del delito de cuello blanco, como el fraude corporativo, el fraude contra las
instituciones financieras, como los delitos más comúnmente asociados al narcotráfico. En
cualquier gran empresa criminal, el lavado de las ganancias obtenidas es algo que
demanda una gran cantidad de esfuerzo mental y tiempo de los ejecutivos criminales y de
los que hacen las ganancias.

La confianza es la Clave

Casi no es necesario decir que el lavado de dinero es un fenómeno inherente a las


dimensiones internacionales. El sistema financiero internacional ofrece un medio muy
seguro, casi instantáneo, de mover valores por todo el mundo. Una vez que los fondos
han sido colocados en el sistema financiero, ya sea a través de depósitos en efectivo o por
medio de alguna otra forma de proceso o instrumento financiero, un “laberinto” global
electrónico se abre para ser objeto de explotación por parte del lavador de dinero. A estas
alturas solo el lavador conoce dónde comienza el laberinto y dónde termina, con la
excepción, por supuesto, del banquero “de confianza”. “De confianza” no porque el
banquero tenga alguna intención de facilitar la actividad delictiva, sino porque la
“confianza” está en el centro del sistema financiero global. Sin un sistema de lealtad, y la
confianza al que este da lugar, el sistema financiero global no podría operar. Es más, la
velocidad y la seguridad del sistema financiero global le inspira confianza no solo a
aquellos vinculados al comercio lícito, sino también a los que están involucrados en el
comercio ilícito.

2
Cuando llega el punto de las ganancias obtenidas por el delito, para la mente criminal es
fácil moverse entre el sistema financiero global de gran confianza y otras alternativas
para trasladar ingresos, como la exportación física de la moneda, en lo cual descansa un
alto grado de confianza entre el que hace la ganancia y sus colegas o subordinados
criminales. Puedo asegurarles que entre los ladrones no existe el honor, cuando se trata de
elegir en quién se confía más, en el sistema financiero o en otros criminales. No hay una
elección real. El criminal principal usualmente opta por el seguro, confiable y veloz
sistema financiero, el cual puede rápidamente colocar distancias inmensas entre sus
ganancias y el peso de la ley, y entre dichos frutos y otros perseguidores. Además, en el
laberinto financiero queda oculto el paradero de sus ganancias delictivas.

Para la comunidad de ejecución de la ley, poder comenzar a actuar es la primera


dificultad. Afortunadamente a lo largo y ancho de la mayor parte del mundo se han
puesto en vigor leyes, incluyendo a los países miembros del Grupo de Acción Financiera
del Caribe (GAFIC), que requieren el reporte de “pistas” a través de informes sobre
transacciones inusuales o sospechosas que se entregan a organizaciones que ejercen las
funciones de una Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Las UIF adquieren distintas
formas y llevan a cabo un amplio rango de funciones. Por ejemplo, según la ley de
Barbados, una Autoridad Contra el Lavado de Dinero estatutaria puede recopilar, analizar
y distribuir dichos informes, pero no puede realizar investigaciones que surjan a partir de
estos informes1 . A diferencia de ello, la UIF en Antigua y Barbuda no solo puede
recopilar, analizar y distribuir dichos informes, sino que puede autorizar y llevar a cabo
investigaciones de lavado de dinero2 . Hay que señalar que al UIF de Barbados es una
unidad administrativa autónoma, mientras que la UIF en Antigua y Barbuda es una
unidad mixta, ya que puede recibir y distribuir informes, así como efectuar
investigaciones de lavado de dinero. Algunas UIF son unidades separadas dentro de la
Policía y están bajo el control del Jefe de la Policía3 . Lo cierto es que la forma jurídica
que adquiera su UIF es un asunto que le incumbe a cada jurisdicción.

Lo más importante es que exista una UIF que pueda llevar a cabo las funciones de
recopilación, análisis y diseminación de los informes que contengan inteligencia
financiera, esto último en el sentido de que sean transferidos a alguien fuera del caudal de
inteligencia para que sean investigados. El otro elemento importante es que la UIF debe
contar con un personal que sea capaz de apreciar las necesidades comerciales de las
instituciones financieras y las necesidades referidas a la ejecución de la ley de los
investigadores, y que pueda actuar como una especie de parachoques entre ambos grupos
y, con el tiempo, que logre que las dos partes lleguen a apreciar las necesidades de cada
lado. Como dije antes, el sistema financiero opera sobre la base de la confianza, y en este
caso el sistema de confianza entre la UIF y las instituciones financieras, puede ser

1
Autoridad Contra el Lavado de Dinero, creada en virtud de la Ley del Lavado de Dinero (Prevención y
Control), 1988-38, enmendada por 2000-7 (Barbados), S.6.
2
La Oficina de la Política Nacional para el Control del Lavado de Dinero y de las Drogas (ONDCP en
inglés) opera según los poderes conferidos al Director en virtud de la Ley del Lavado de Dinero
(Prevención), No. 9 de 1996 (Antigua y Barbuda), S.11.S.9.
3
Por ejemplo, la UIF dentro de la Policía de Nueva Zelandia.

3
explotado, bajo un marco de trabajo jurídico estricto, por los investigadores que son los
que reciben la inteligencia financiera en la forma de un reporte o revelación de
transacción sospechosa. A través de la UIF el banquero puede en efecto decirle al
investigador dónde encontrar el inicio del laberinto.

Embarcado ya en el viaje a través de la madeja financiera, nuestro intrépido investigador


se encuentra con su primer obstáculo, un límite fronterizo o territorial donde termina la
jurisdicción y no puede entrar sin la autoridad de soberanía de la otra jurisdicción. Para
hacerlo necesita de la ayuda de la otra jurisdicción. Ello se logra con mayor facilidad
cuando ya existe un acuerdo establecido. Para actuar con eficiencia en el seguimiento de
la pista, resulta favorable la existencia de una red de estos acuerdos, ya que una vez que
el investigador inicia su viaje hacia el descubrimiento, no sabe hacia dónde lo llevará el
rastro. De lo único que se tiene certeza es que al final del laberinto está la bolsa de oro, y
junto a ella estará el “arca del villano”, la persona que logra frutos a partir de la empresa
criminal.

Convención de las Naciones Unidas contra el Crimen Transnacional Organizado

Por demás se reconoce que los esfuerzos para combatir el lavado de dinero requieren un
mecanismo que permita el intercambio de inteligencia financiera a nivel internacional. El
GAFIC y el Grupo de Acción Financiera sobre el Lavado de Dinero (GAFI) promueven
ambos el intercambio de información relacionada con transacciones sospechosas a nivel
internacional4 . No obstante, la necesidad de intercambiar inteligencia financiera en la
lucha contra el lavado de dinero es también reconocida fuera del número relativamente
pequeño de naciones estados que son miembros de estas dos organizaciones. En la
semana del 12 al 15 de diciembre del 2000, tuvo lugar el evento internacional más
importante en la lucha contra el lavado de dinero desde que se celebrara la Convención
de Viena en 1988, la reunión de Palermo, Italia, que perseguía como objetivo la firma por
un grupo de naciones de la Convención de las Naciones Unidas contra el Crimen
Transnacional Organizado. La Convención incluye una serie de medidas para combatir el
crimen transnacional, incluyendo acciones específicas para enfrentar el lavado de dinero.

Bajo el acápite de “Medidas para combatir el lavado de dinero”, aparece un requisito para
cada Estado Parte en la Convención, de contar con la capacidad para cooperar e
intercambiar información a nivel nacional e internacional con autoridades
administrativas, de regulación, de ejecución de la ley y otras, dedicadas a combatir el
lavado de dinero5 . Además la Convención expresa que las Partes considerarán el
establecimiento de una unidad de inteligencia financiera que sirva como un centro
nacional para la recopilación, análisis y distribución de la información acerca de
presuntas actividades de lavado de dinero. Es la unidad de inteligencia financiera, con
cualquier forma que adopte, la que llevará a cabo la presentación de solicitudes para el
recibo de inteligencia financiera de otros países y quien dará cumplimiento a las
peticiones que hagan los demás países. Esta es la primera vez que la comunidad
internacional de naciones acuerda adoptar un rango tan amplio de medidas contra el

4
Recomendación 32 del GAFI.
5
Convención de las Naciones Unidas contra el Crimen Transnacional Organizado, Artículo 7, 1 (b).

4
lavado de dinero, y representa una nueva era en la creación de las condiciones para que la
esfera de la ejecución de la ley encuentre su camino a través del laberinto financiero
internacional, el cual ha servido, durante tanto tiempo, para ocultar los rastros del dinero
delictivo.

Inteligencia, no Evidencia

Es importante aquí distinguir entre el intercambio internacional de “inteligencia


financiera”, como los informes sobre transacciones sospechosas, y el intercambio
internacional de evidencia. Los tratados de ayuda legal mutua, hechos bajo una
legislación específica para cumplir este objetivo6 , usualmente cubren el intercambio de
evidencia. Por otro lado, la inteligencia financiera es simplemente una forma más elevada
de información, que puede o no motivar a los investigadores a promover una
investigación o sumarse a una investigación en curso. Conceptualmente no es muy
diferente de la información que brinda un informante, la cual puede dar lugar a una serie
de pesquisas. No es evidencia. Es por ello que la mayoría de los países tratan el
intercambio de este tipo de información de un modo diferente al que cubren las
disposiciones referidas a la ayuda legal mutua. La recomendación del GAFI habla de “el
intercambio de información sobre transacciones sospechosas “espontáneo” o “sobre la
base de una solicitud”7 y establece una diferencia con la ayuda legal mutua8 . Estas
recomendaciones contemplan un proceso más rápido y menos formal para el intercambio
de inteligencia financiera que el que se utiliza para el intercambio de evidencia.

No obstante, ello no significa que el intercambio de inteligencia financiera estará


completamente ausente de formalidad. Algunas jurisdicciones requieren un grado
relativamente alto de formalidad, particularmente en las gestiones para la entrada en
acuerdos con vistas al intercambio de este tipo de información. Por ejemplo, bajo la ley
de Australia, el Fiscal General tiene que dar su consentimiento antes de que se suministre
cualquier información de este tipo a otro país9 . En la práctica el intercambio regular y
relativamente informal se logra entrando en un acuerdo país a país, Memorándum de
Entendimiento (MOU), en el que se definen los términos y condiciones para estos
intercambios. Los términos más importantes del MOU son los requisitos de reciprocidad
y confidencialidad. Estos requisitos son una norma en la mayoría de los mecanismos para
el intercambio de inteligencia financiera regulados estatutariamente.

En el contexto australiano, “reciprocidad” significa la capacidad de intercambiar


inteligencia financiera, cuando menos la información obtenida a partir del régimen de
reporte de transacciones sospechosas. Hay que señalar que la ley australiana dispone
también el reporte de una serie de otros informes10 y en un volumen mucho mayor que
los que se derivan del régimen más usual de reporte de transacciones sospechosas. No

6
Ver, por ejemplo, la Ley de Ayuda Mutua en Asuntos Penales (Barbados).
7
Recomendación 32 del GAFI.
8
Recomendación 3 del GAFI.
9
O el delegado del Fiscal General, el Ministro de Justicia y Aduanas, Ley de Informes de Transacciones
Financieras 1988 (FTR Act), SS.. 27 (3A)(Australia).
10
Ley del Reporte de Transacciones Sospechosas, S.7, S.16, S15, S17B.

5
obstante, una vez que esté establecido el Memorándum de Entendimiento, la UIF
australiana11 , AUSTRAC, puede suministrar cualquier tipo de información que recopile,
siempre que su homóloga no ofrezca el mismo tipo de información.

El requisito de confidencialidad refleja la naturaleza de la información como inteligencia,


no como evidencia, de ahí que no pueda ser utilizada en procedimientos legales en otra
jurisdicción. Como inteligencia, la información puede ser usada para avanzar en una
secuencia de pesquisas o para promover la realización de una investigación. La ley
australiana tiene también otro requisito que no está presente en todos los sistemas, y es
que la jurisdicción que solicita, la cual tiene que tener establecido un Memorándum de
Entendimiento, solo puede pedir información para una investigación relacionada con los
delitos que caen dentro de los tipos de delitos que cubren los acuerdos de ayuda legal
mutua con la otra jurisdicción.

El esquema australiano al que hemos hecho referencia es uno de los más formales. A
diferencia de este, la UIF de los E.U.A12 , FinCEN, puede entrar en acuerdos directos con
sus UIF homólogas, excepto, por supuesto, cuando sobre su contrapartida pesa el
requisito de que tiene que adherirse a un proceso más formal, por ejemplo, en virtud de la
ley australiana con AUSTRAC. No obstante hay una serie de elementos comunes en los
dos esquemas legislativos, como es por ejemplo el intercambio de inteligencia financiera
con unidades administrativas, de la Policía, judiciales o UIF mixtas. Esto es importante,
ya que existe una gama de tipos diferentes de UIF en distintos países. En Nueva Zelanda,
digamos, la UIF, que está dentro de la Policía de Nueva Zelanda, ha entrado en una serie
de acuerdos con contrapartidas administrativas13 , que aunque es algo tradicional en el
contexto del amplio intercambio de información policial, en el pasado ello se ha visto
limitado a intercambios de información con otras agencias policiales. El intercambio de
información “policial” a través de la Interpol es un buen ejemplo de esta práctica a la que
acabamos de hacer referencia, que puede que sea más ampliamente conocida.

En una serie de jurisdicciones la legislación que cubre las disposiciones contra el lavado
de dinero, la responsabilidad con respecto a las funciones de inteligencia financiera y
aspectos relacionados, quizás no tome específicamente provisiones para un mecanismo
separado destinado al intercambio de inteligencia financiera, a diferencia de las
disposiciones en sus leyes que se refieren a la ayuda legal mutua14 . Que se pueda o no
intercambiar inteligencia financiera en circunstancias que no sean a través de una ruta
formal de ayuda legal mutua, es una pregunta que solo podrán responder las autoridades
de la jurisdicción en cuestión. No obstante, como regla general, según la ley común
parece ser que no existe impedimento alguno para hacerlo, siempre y cuando no aparezca
en otra parte de la ley alguna prohibición en este sentido. Esta opinión se basa en el

11
Australian Transaction Reports and Analysis Centre (AUSTRAC). Los Memorándums de Entendimiento
que se han establecido entre Australia y otras jurisdicciones establecen en sus términos que las solicitudes
se harán por o a través de los respectivos Memorándums de Entendimiento.
12
Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN).
13
Por ejemplo con AUSTRAC.
14
Ver por ejemplo la Ley del Lavado de Dinero (Prevención y Control) (Barbados), la Ley del Lavado de
Dinero (Prevención) (Antigua y Barbuda).

6
principio de que se puede hacer cualquier acto o cosa siempre y cuando no exista una ley
que prohiba tal conducta. Por ejemplo, este principio y práctica utilizada durante tanto
tiempo, es la base sobre la cual los Jefes de la Policía intercambian información a través
de mecanismos como la Interpol. Por otro lado, en algunas jurisdicciones la legislación
que rige estos aspectos puede ser considerada como un Código y solo se permiten las
funciones que la ley específicamente autoriza15 . No obstante, incluso cuando se puede
intercambiar este tipo de información sin una disposición expresa estatutaria que autoriza,
la inteligencia financiera u otro tipo de información no puede normalmente utilizarse
como evidencia, para hacerlo habría que cumplir con los requisitos más estrictos del
mecanismo de ayuda legal mutua.

Grupo Egmont

Además de las Naciones Unidas y otros mecanismos multilaterales más pequeños como
el GAFIC y el GAFI, las unidades de inteligencia financiera han establecido ellas mismas
una estructura, el Grupo Egmont, encaminada a fomentar la instauración de unidades de
inteligencia financiera a lo largo y ancho del globo, y un mecanismo de apoyo a las
mismas. El nombre Grupo Egmont se deriva del Palacio Egmont en Bruselas, Bélgica,
donde se celebró la primera reunión en 199516 . La membresía del Grupo Egmont está
abierta a las unidades de inteligencia financiera de cualquier tipo, siempre que se trate de
una agencia central nacional, encargada de recibir (y solicitar si está permitido), analizar
y distribuir a las autoridades competentes, las revelaciones de información financiera,
relativas a los activos producto del delito, o requeridas por la ley, con el fin de
contrarrestar el lavado de dinero. El Grupo Egmont no solo constituye un foro en el que
las unidades de inteligencia financiera discuten e intercambian información sobre los
temas de lavado de dinero, incluyendo tipologías, entrenamiento y aspectos legales, sino
que promueve también el crecimiento de nuevas UIF a través de un activo programa de
acercamiento. Igualmente importante es que el Grupo Egmont promueve el intercambio
internacional de información y, en particular, ofrece una red interna codificada para los
miembros, por medio de la cual se puede intercambiar inteligencia financiera de forma
rápida y segura.

Al final del laberinto, qué viene después

Si aceptamos la necesidad e importancia de que las naciones ofrezcan un mecanismo que


permita el intercambio de inteligencia financiera, ¿cómo funciona el proceso en la
práctica? El siguiente ejemplo se basa en casos reales. La UIF australiana, AUSTRAC,
recibió una serie de informes de transacciones sospechosas relacionados con un número
de depósitos en efectivos grandes, hechos en diferentes bancos pero que estaban ubicados
muy cerca el uno del otro. En cada caso los fondos fueron transferidos inmediatamente
fuera de Australia. Cuando se analizó la información volcada en los Informes, salió a la
luz que todos los fondos habían sido enviados a las mismas cuentas bancarias en una
serie de países. Los informes fueron entregados a la Policía Federal Australiana

15
Por ejemplo, ver la Ley de Reporte de Transacciones Sospechosas (Australia).
16
El Grupo Egmont se estableció como resultado de una iniciativa conjunta de CFI/CTIF de Bélgica y
FinCEN de los E.U.A en junio de 1995.

7
(Australian Federal Police – AFP) para desarrollar una posible investigación. Se inició la
pesquisa para descubrir la fuente de los millones de dólares involucrados en el asunto. En
este caso los investigadores pudieron encontrar rápidamente el inicio y posiblemente el
final de la madeja, pero no sabían cuál era la actividad criminal que subyacía en todo ello.
No obstante, la AFP contaba con cierta información que enlazaba las actividades
financieras con los Estados Unidos de América. En consecuencia, en virtud del acuerdo
entre Australia y los E.U.A, a través de AUSTRAC extendieron una petición de ayuda a
la UIF de los E.U.A, FinCEN. FinCEN ofreció información vital, que cuando fue añadida
a la otra inteligencia que ya se tenía, le permitió a los investigadores construir el cuadro
de la presunta actividad delictiva y preparar una trampa para los posibles criminales.
Cuando se extendió la trampa se logró desmantelar un importante sindicato importador de
drogas y se confiscaron grandes cantidades de dinero y drogas. Este es un caso con
resultados muy exitosos, que no se hubieran podido alcanzar sin la inteligencia
financiera, la cual jugó un papel clave, pues promovió la realización de la investigación,
en la que también tuvo un rol determinante la información ofrecida en virtud de un
acuerdo de intercambio.

Habiendo descrito cómo se utiliza la inteligencia financiera, pasaré a describir con más
detalles el proceso de hacer una solicitud para recibir información bajo el relativamente
formal sistema australiano y las medidas establecidas para proteger esta sensible, y por
demás confidencial, información. La agencia que hace la petición en el país que solicita,
en este caso los E.U.A, digamos el Buró Federal de Investigaciones (F.B.I), haría una
solicitud a través de su UIF, FinCEN, reseñando brevemente la naturaleza de la
investigación, los delitos que se cree han sido cometidos y los detalles de las personas
que presuntamente están involucradas, así como los detalles de las instituciones
financieras o datos específicos de transacciones financieras relacionadas con la
jurisdicción que recibe la solicitud, Australia. FinCEN haría la petición a la UIF
destinataria, AUSTRAC, bajo los términos del acuerdo de intercambio, subrayando los
detalles anteriormente mencionados y solicitando la información que se busca a nombre
del F.B.I. AUSTRAC respondería entonces en concordancia con los requisitos de la ley
australiana y proporcionaría la información solicitada a partir de sus registros o con los
poderes conferidos para hacerlo y le entregaría la información formalmente a FinCEN.
También puede ser que comuniquen que no cuentan con información afín al caso.
FinCEN entregará los datos al F.B.I, los cuales serán utilizados solamente por esa agencia
y para cumplir con los objetivos especificados en la petición. Si el F.B.I desea pasar la
información a otra agencia, tendría que obtener el permiso de las autoridades australianas
a través de FinCEN. Una vez más estamos ante un sistema de confianza mutua que
facilita el intercambio de información, aunque en este ejemplo dicho sistema está regido
por un acuerdo formal de intercambio.

Conclusión

Hemos podido apreciar que en el área del sistema global financiero los beneficios que
este acarrea para la economía lícita son aprovechados también por la economía ilícita.
Los criminales han explotado despiadadamente el sistema financiero internacional y el
sistema de confianza en el que este se basa, con el fin de ocultar y lavar los beneficios

8
recibidos a partir de sus empresas criminales. Afortunadamente, en muchas jurisdicciones
se ha establecido un sistema para el reporte de inteligencia financiera a las UIF, el cual
puede ser utilizado por los investigadores para encontrar y navegar a través de este
laberinto. También en una serie de jurisdicciones se ha establecido además una gama de
acuerdos para el intercambio de inteligencia financiera, los cuales permiten a los
investigadores seguir el rastro que deja el dinero cuando cruza las fronteras. Es obvio que
la comunidad internacional de la esfera de la ejecución de la ley está interesada en que la
red de UIF y los acuerdos de intercambio se extiendan lo más ampliamente posible. No
obstante, la promoción de una red internacional de unidades de inteligencia financiera y
de intercambio internacional de inteligencia financiera es un fenómeno bastante reciente,
que en su mayor parte se ha visto limitado a la membresía del GAFI y de sus órganos
asociados, como el GAFIC, así como también a los esfuerzos tan importantes
desplegados por el Grupo Egmont. Reviste importancia el hecho de que las Naciones
Unidas, a través de su Convención contra el Crimen Organizado, esté promoviendo ahora
una serie de medidas contra el lavado de dinero, incluyendo la creación de UIF y la
necesidad de que se establezca el intercambio de inteligencia financiera en toda la
comunidad global.

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