La eutanasia es el procedimiento médico consciente, intencional y voluntario mediante el cual se le pone fin a la vida de un paciente terminal (o sea, sin expectativa alguna de mejoría), con el fin de ahorrarle mayores sufrimientos y dolores. Dicho procedimiento cuenta, idealmente, con la aprobación voluntaria y solicitud explícita de parte del paciente, o de su responsable, en caso de hallarse incapacitado para manifestar la propia voluntad. En algunos países y legislaciones se la puede nombrar también como suicidio asistido o muerte asistida.
A pesar de que la eutanasia parte de un principio humanitario, que es el de acortar
el sufrimiento innecesario de otro individuo, su aplicación y aceptación es enormemente polémica en las diferentes culturas y legislaciones, generalmente establecidas sobre el derecho inalienable a la vida. La mayoría de las religiones ven el suicidio como un pecado o un acto reprochable, y por ende la eutanasia como una forma de complicidad médica. De hecho, ha habido numerosos casos en la historia reciente de litigios jurídicos en los que una persona demandaba que se le fuera prestada la ayuda para morir, y diferentes entidades públicas se le oponían. TIPOS DE EUTANACIAS. 1. Eutanasia directa Hablamos de eutanasia directa cuando el procedimiento que realiza el médico tiene como finalidad causar la muerte del enfermo terminal. Este tipo de eutanasia a su vez se divide en activa y pasiva, según cuál sea la actuación del profesional. 1.1. Eutanasia directa activa La eutanasia directa activa o positiva, es denomida de este modo dada la implicación activa que tiene el médico en la muerte del paciente. El profesional realiza una acción, ya sea la administración de un medicamento o la práctica de una intervención que causa la muerte intencional del sujeto. Como ya vimos, la finalidad consiste en disminuir el sufrimiento y proporcionarle una muerte sin dolor y así poder descansar. 1.2. Eutanasia directa pasiva La eutanasia directa pasiva o negativa muestra también como finalidad causar la muerte del paciente, pero en este caso, la persona fallece por omisión de acción. Dicho de otro modo, el enfermo no muere por la acción intencionada realizada por el profesional, sino por dejar de realizar una práctica o quitarle el soporte que mantiene con vida al paciente. Aunque en este caso no se ejecuta una acción como tal, la intencionalidad y la responsabilidad sigue siendo del médico, puesto que es la omisión de su conducta la que causa el fallecimiento del enfermo. 2. Eutanasia indirecta La eutanasia indirecta no muestra como principal objetivo causar la muerte del paciente terminal, sino disminuir su dolor. Estas prácticas se pueden observar aplicadas en tratamientos paliativos, donde la enfermedad es incurable y, con la finalidad de disminuir el sufrimiento y dolor del paciente, se le administran medicamentos con función analgésica que como efecto adverso hace que se acorte la vida del sujeto, provocando que muera antes de lo esperado. El proceso hasta lograr el objetivo final, la muerte, será más lento que el observado en la eutanasia directa, pero el resultado en ambas será el alivio del sufriendo y del dolor. 3. Eutanasia voluntaria En la eutanasia voluntaria, como bien nos indica su nombre, el paciente terminal expresa su voluntad de morir. Así pues, el enfermo es quien pide la eutanasia en el momento actual, o la ha hecho anteriormente (por ejemplo, dejó por escrito que quería que se le practicara la eutanasia si llegado el momento él no era capaz de transmitir tal deseo, al encontrarse sus capacidades cognitivas afectadas). 4. Eutanasia involuntaria En referencia a la eutanasia involuntaria, el individuo que comunica al profesional el deseo de practicar eutanasia no es el propio paciente, sino una tercera persona, que normalmente se trata de un familiar del enfermo. Llegado el momento de tomar la decisión, dadas las circunstancias en las que se encuentra el paciente, como puede ser una disminución de la conciencia o una pérdida de las facultades cognitivas, no puede comunicar su voluntad, ni lo dejó escrito con anterioridad, siendo en este caso un familiar suyo quien toma la decisión, cumpliendo el deseo expresado con anterioridad por el paciente y así permitirle dejar de sufrir. 5. Eutanasia eugenésica La eutanasia eugenésica propone la muerte de individuos con el objetivo de "mejorar la raza", es decir, con fines ideológicos. En este caso, la práctica no tiene la intención de terminar con el sufrimiento del paciente, sino que la muerte se ejecuta con la finalidad de "perfeccionar" la especie humana desde una lógica discriminatoria. También se puede realizar antes que el individuo nazca, considerándose en este caso aborto. Ejemplos de este tipo de eutanasia consistiría en acabar con la vida de los sujetos débiles, con algún tipo de afectación o simplemente terminar con los sujetos que muestran unas características específicas que no corresponden a la “raza fuerte” como les sucedió a los judíos durante el holocausto nazi. 6. Eutanasia piadosa En la eutanasia piadosa, a diferencia de la eugenésica, la finalidad última sí es conseguir que el enfermo terminal logre descansar en paz. Así pues, es la que se vincula con la definición otorgada a la eutanasia, albergando la posibilidad de hacerse de distintos modos, con o sin el consentimiento del paciente, como ya hemos visto. ES LEGAL LA EUTANACIA: Si es legal en Holanda y cinco países mas incluyendo en nuestro país.