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humana
Eutanasia
UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO
FACULTAD DE ENFERMERÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA
LA ÉTICA Y EL TÉRMINO DE LA
VIDA HUMANA: EUTANASIA
ASIGNATURA:
ETICA Y BIOETICA
DOCENTES:
Mg. Nora Elisa Sá nchez de García
INTEGRANTES:
SEMESTRE ACADÉMICO:
2019 – II
INTRODUCCIÓN
Los avances científicos han permitido curar enfermedades que antes eran incurables; también
han proporcionado los medios necesarios para que el hombre y la mujer puedan vivir más años.
En la actualidad, la mayoría de las personas no mueren de una manera brusca e inesperada, sino
que lo hacen en las camas de los hospitales o en su domicilio, siendo tratadas por profesionales
de la salud; las causas más frecuentes de muerte son las enfermedades crónicas, degenerativas y
tumorales, suelen ser progresivas durante varios años antes de la muerte y son susceptibles de
diversos tratamientos que prolongan a veces la vida por largos periodos. Estos hechos han
originado una serie de problemas ético 2.
Los médicos y las enfermeras muchas veces hacen uso de sus conocimientos científicos y éticos
para enfrentarse con soltura a situaciones de trato con pacientes en estado terminal. Siendo pues
un hecho frecuente la atención sanitaria de los pacientes terminales, sorprendiendo la
incomodidad del médico y de la enfermera ante este tipo de pacientes 2.
Desde la perspectiva de los profesionales de salud, es impórtate conocer de este tema, ya que
son aquellos quienes curan y tratan las enfermedades, cuidan de las personas de manera
holística e integral.
DEFINICIÓN DE LA EUTANASIA
De un modo más técnico, también se la ha definido como “la muerte indolora infligida a
una persona humana, consciente o no, que sufre abundantemente a causa de
enfermedades graves e incurables o por su condición de disminuido, sean estas
dolencias congénitas o adquiridas, llevada a cabo de manera deliberada por el personal
sanitario o al menos con su ayuda, mediante fármacos o con la suspensión de curas
vitales ordinarias, porque se considera irracional que prosiga una vida que, en tales
condiciones, se valora como ya no digna de ser vivida” 5.
Por otra parte, la Declaración ‘Iura et Bona’ de la Iglesia Católica sobre la eutanasia la
define como “una acción o una omisión que por su naturaleza, o en la intención, causa
la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor 5.
TIPOS DE EUTANASIA
La Eutanasia podemos clasificarla según distintos criterios, siendo los más usuales los
siguientes:
Dentro de la Eutanasia resolutiva (aquella que es provocada por otra u otras personas
distintas del enfermo y que incide en el curso vital) se pueden hacer las siguientes
distinciones:
- Eutanasia Pasiva: Aquella que consiste en la inhibición de actuar o en el
abandono en el tratamiento iniciado, evitando intervenir en el proceso hacia la
muerte.
Para una importante parte del colectivo que participa en el actual debate sobre la
eutanasia, únicamente puede catalogarse como tal, a la denominada Eutanasia
Activa Directa, mientras, tanto la Eutanasia Pasiva como la Eutanasia Activa
Indirecta han de ser consideradas como una correcta práctica médica 6.
ASPECTOS ÉTICOS
Como ha enseñado la ética desde siempre “el fin no justifica los medios”, y como la
acción “matar a un inocente” es uno de esos tipos de acciones que nunca se debe
realizar, el sujeto que se encuentra ante esa posibilidad tendrá que buscar alternativas
para conseguir el fin bueno que se propone. En este caso, la admisión de la
incompatibilidad de un tipo de acción con la honestidad y la vida buena de la persona no
pone un punto final en la cuestión, sino que es un punto de partida para una nueva
búsqueda (moral) de aquellos modos de actuar que son adecuados y virtuosos, teniendo
en cuenta todas las circunstancias del caso7.
PRINCIPIOS CARDINALES:
1. Autonomía
El respeto por las personas exige incorporar a la práctica clínica al menos dos
convicciones éticas: la primera es que los individuos deberían ser tratados como entes
autónomos y la segunda es que las personas cuya autonomía deben ser objeto de
protección8.
2. Beneficencia
3. No maleficencia
Si partimos de éste principio, la eutanasia no sería posible pues este principio implica
que el médico o personal de salud no puede usar sus conocimientos para producir daño
a la persona y por lo tanto no podría producirle un daño irreversible como es la muerte.
No se cumple este principio pues el médico o personal de salud accede a producir la
muerte de la paciente8.
4. Justicia
La justicia puede interpretarse desde diversas perspectivas. En este caso nos fijaremos
en su dimensión de equidad que nos exige ofrecer a los mismos casos las mismas
soluciones.
Este principio de justicia, implica en primer término comprobar que el nivel de calidad
del dispositivo asistencial que se ofrece garantiza los derechos del paciente terminal y
su familia sin discriminación8.
ASPECTOS JURÍDICOS
• - Artículo 112 del Código Penal: El que, por piedad, mata a un enfermo incurable que
le solicita de manera expresa y consciente para poner fin a sus intolerables dolores, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años9.
Tal como señala el Dr. Luis Alberto Bramont-Arias Torres , especialista en Derecho
Penal, nuestra legislación ha tipificado en el homicidio por piedad a la eutanasia activa,
mas no a la pasiva (no prolongar artificialmente la vida de quienes indefectiblemente
están destinados a la muerte, en la medida en que tal alargamiento sólo traiga efectos de
sufrimientos), ni la indirecta (que supone el adelantamiento de la muerte -que se conoce
como cierta- mediante el suministro de medicamentos que sirven para mitigar el dolor
físico de la persona) 10.
Pero, no obstante tipificar el homicidio por piedad, el legislador lo ha atenuado
disponiendo una pena máxima de 3 años pues brinda vital importancia al
consentimiento expreso y voluntario de la persona , colocando al que realiza la
eutanasia como un mero colaborador, por lo que es este acto de colaboración lo que se
castiga10.
Así, existen tres aspectos fundamentales para concluir que estamos, legalmente, frente
a la figura de la eutanasia activa u homicidio por piedad: el móvil de piedad que es el
que impulsa al autor del hecho, la petición expresa y consciente de la víctima y la
existencia de dolores intolerables que hacen difícil la vida del paciente10.
ASPECTOS SOCIALES
Desde la llegada del cristianismo, la eutanasia dejó de ser un problema social hasta el
siglo XX, en que algunos vuelven a convertirla en problema al pretender su
legalización. Desde los años 30 de este siglo se vienen constituyendo asociaciones en
defensa de la eutanasia y se han propuesto leyes permisivas, que habitualmente han sido
rechazadas, en distintos países11.
• Una vida en determinadas condiciones es indigna, la imagen que proyecto ante los
seres cercanos o aún en los otros, puede ser considerada como humillante e indigna.
• Así como se tiene un derecho a vivir con dignidad, ¿por qué no tener un derecho a
morir dignamente?
• No debe intentarse prolongar la vida cuando ésta no se pueda vivir, haciendo del
paciente no un ser humano, sino un caso clínico interesante (como ocurre en los
hospitales universitarios actualmente)
Como vemos, la cantidad de preguntas que nos arrastra aún es grande, sin embargo, ya
existe una cierta conciencia en nuestro tiempo para que ella sea aceptada de alguna
manera, los valores se han ido transformando poco a poco y ya se está llegando, a que
algún día, no muy lejano, se apruebe el derecho a una muerte justa, en los términos aquí
planteados.
ASPECTOS RELIGIOSOS
Juan Pablo II, en su encíclica "El Evangelio de la Vida" define la Eutanasia como:
"Adueñarse de la muerte, procurándola de modo anticipado y poniendo así fin
"dulcemente" a la propia vida o a la de otro"11.
No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia.
Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena
de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón
indigna de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las
autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia
al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o
recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos
respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del
aborto y la eutanasia11.
La eutanasia es un problema para toda persona que sea o no sea creyente. La eutanasia
implica matar a un ser querido por Dios, quien vela por su vida y su muerte. La
eutanasia es así, un grave pecado que atenta contra el hombre y, por tanto contra Dios,
quien ama al hombre y es ofendido por todo lo que ofende al ser humano, razón por la
cual Dios hace alusión en los mandamientos “No mataras” como exigencia para todo el
que quiera estar de acuerdo con Él11.
La iglesia dice: toda persona humana está hecha a imagen y semejanza de Dios.
También sustenta que el hombre no es el dueño de la vida. Solo Dios, quien creo el
hombre para su servicio y alabanza, puede poner fin a la vida humana. La teología
cristiana defiende que el primer derecho del hombre es el derecho a la vida11.
En todos los códigos de deontología médica de la historia se indica que la misión del
médico ha sido siempre curar o aliviar a sus enfermos, nunca provocarles
deliberadamente la muerte. En general, moralmente es lícito usar analgésicos para
aliviar dolores agudos, aunque éstos acorten la vida del paciente, siempre y cuando el
propósito sea aliviar el dolor y no matar al paciente.
En Grecia, Hipócrates, en su Juramento (460 a.C.) afirma que no dará ninguna droga
mortal a nadie por más que se lo soliciten.
Platón (427-337 a.C.) dice lo contrario en La República: “Se dejará morir a quienes no
sean sanos de cuerpo”. Desde entonces ya se presentaba este dilema y tal parece que aún
no lo hemos podido resolver.
Para Séneca, “es preferible quitarse la vida, a una vida sin sentido y con sufrimiento”.
Él defiende la eutanasia: “No se debe ni querer demasiado a la vida ni odiarla
demasiado, sino buscar un término medio y ponerle fin cuando la razón lo aconseje. No
se trata de huir de la vida, sino de saber dejarla”.
Tomás Moro, al describir en su famosa Utopía la forma de estado ideal, afirma por una
parte que se debe prestar a los moribundos todo cuidado y solidaridad, pero considera
que en casos de dolores extraordinarios se puede recomendar poner término a su vida.
Se le puede causar la muerte al enfermo, si éste está de acuerdo, privándole de los
alimentos o administrándole un medicamento. También se requiere el permiso de las
autoridades y de los sacerdotes para evitar los abusos que podrían seguirse.
C:/Users/DIANA/Downloads/Dialnet-EutanasiaCrimenODerecho-2540937.pdf
La muerte asistida está permitida en cuatro países de Europa Occidental: Países Bajos,
Bélgica, Luxemburgo y Suiza; en dos países de América del Norte: Canadá y Estados
Unidos, en los estados de Oregon, Washington, Montana y Vermont; y en América del
Sur, en Colombia. Las leyes y los criterios adoptados para la realización de esta práctica
difieren en cada país. La situación en Brasil y en el Reino Unido se ha tratado al final
del trabajo con el fin de contrastar la posición de otros países.
ESTADOS UNIDOS
CANADÁ
En febrero de 2015, después de seis años de debate en el Tribunal Supremo, con los
casos de pacientes Kay Carter y Gloria Taylor, Canadá suspendió la prohibición de la
eutanasia y del suicidio asistido. Se estableció un período de gracia de un año, durante
el cual el gobierno federal y provincial de Canadá, así como los profesionales de la
salud, debían prepararse para implementar la nueva ley. En enero de 2016, el plazo se
extendió durante cuatro meses, hasta el día 6 de junio, la legalización oficial de la
muerte asistida, y la fecha límite para que los gobiernos provinciales establezcan sus
directrices.
QUEBEC
Fue la primera provincia en regular la muerte asistida a través del “Acta sobre el
cuidado en el fin de la vida”, que entró en vigor en diciembre del año 2015. Aprobada
durante el año anterior, y basada en las leyes de Oregon, el Acta abarca a los adultos
capaces que fueron diagnosticados con enfermedades graves e incurables,
empeoramiento avanzado e irreversible de sus capacidades, además de intenso
sufrimiento físico y psicológico. Sin embargo, no exige una esperanza de vida máxima
de seis meses. De acuerdo con el Acta, “la asistencia médica para morir” consiste en la
administración, por un médico, de sustancias letales, después de la solicitud del
paciente.
SUIZA
BRASIL
La eutanasia es considerada delito de homicidio en virtud del artículo 121 del Código
Penal, y, dependiendo de las circunstancias, la conducta del agente también se puede
configurar como delito de inducción, instigación o ayuda al suicidio, como consta en el
artículo 12238. Además, de conformidad con el artículo 41 del sexto Código de Ética
Médica, está prohibido al médico acortar la vida médica del paciente, aunque fuera a
pedido de este o de su representante legal; También señala que, en caso de enfermedad
incurable y terminal, el médico debe ofrecer todos los cuidados paliativos disponibles
sin emprender acciones diagnósticas.
COLOMBIA
REINO UNIDO
El Reino Unido no permite oficialmente la muerte asistida, aunque, en los últimos años,
las discusiones sobre el tema hayan sido muy frecuentes.
En Brasil, la muerte asistida no es legal, pero el debate es oportuno, entre otras razones,
por la perspectiva de crecimiento de la población de edad avanzada en los próximos
años, lo que también aumentará el número de enfermedades crónicas e incapacitantes.
Se estima que en 2020 el país será el sexto en número de personas mayores.
http://www.scielo.br/pdf/bioet/v24n2/es_1983-8034-bioet-24-2-0355.pdf
Otro de los argumentos repetidos es el del respeto a la autonomía del paciente y el alivio
del sufrimiento.
Kushe también refiere que “una buena muerte es una muerte autónoma”
Farsides considera que “los médicos y enfermeras deben respetar la solicitud de
eutanasia como una expresión de la autonomía del paciente, aunque ellos no se
consideren capaces o no quieran atender a dicha solicitud”.
Otro de los argumentos a los que se hace alusión es el principio de beneficencia que
tiene como objetivo evitar el sufrimiento de enfermos irrecuperables y que la eutanasia
es una forma de llevar a cabo dicho principio
1) LA RELIGIÓN:
La legislación y los valores culturales varían de un país a otro, por lo tanto, dichas
diferencias se ven plasmadas también en las distintas opiniones acerca de la
eutanasia.
El Reino Unido ha sido descrito como uno de los países con más reservas en la
aceptación de la eutanasia. Se ha demostrado que en el Reino Unido existe una
menor incidencia relativa a la eutanasia y una mayor incidencia relativa a la decisión
de no iniciar o retirar tratamientos que prolonguen la vida. En cambio, encontramos
situaciones contrarias en otros países como Holanda, Dinamarca, Francia y Bélgica
donde la opinión general es de aceptación de la eutanasia. El hecho de que
solamente en Holanda y Bélgica la eutanasia sea legal también influye en las
respuestas a favor o en contra de la. Por lo tanto, de aquí también se deriva que la
legislación vigente en el país es un factor determinante para la expresión de
opiniones a favor o en contra de la eutanasia.
3) LA EDAD Y EL SEXO
Kuhse y Singer, Brown et. Al y Kitchener refieren que “la edad es un factor
influyente en las decisiones sobre la eutanasia siendo las enfermeras menores de 40
años más favorables a la eutanasia voluntaria que las mayores de 40 años. Esta
afirmación está respaldada en la bibliografía por varios estudios que aseguran que
las enfermeras más jóvenes son más propensas a aceptar la eutanasia y más
favorables a su legalización. Por lo que existe una relación inversamente
proporcional entre la edad y la actitud favorable hacia la eutanasia También se ha
examinado si el hecho de que la mayoría de profesionales de enfermería sean del
sexo femenino podría tener alguna influencia en las actitudes hacia la eutanasia
llegando a la conclusión de que no existe una relación significativa.
Las enfermeras muchas veces son las primeras en recibir la petición de eutanasia por
parte de los pacientes. Podrían llevar a cabo un papel muy importante en la toma de
decisiones referentes a este tema ya que son las que pasan mayor tiempo con los
pacientes y son capaces de reconocer una llamada de ayuda oculta o una petición
verdadera de eutanasia.
La eutanasia en el Perú::
Los recientes debates sobre la eutanasia en el Perú han causado que se genere
diversas opiniones sobre el tema. Existiendo un punto de conflicto entre dos
derechos fundamentales como es i. el derecho a la vida, que va en contra de la
eutanasia, por cuanto esta interrumpe el ciclo existencial natural de todo ser
humano, es decir el ser humano nace, crece y muere; siendo el otro extremo ii. el
derecho a la dignidad de la persona humana, siendo para éste el sentido más justo y
humano, aplicar la eutanasia evitando la prolongación artificial de la agonía en
ciertas condiciones mínimas de existencia, postulando a esta posición una
autorización judicial.
En éste tipo de legislaciones así como la nuestra se disciplina la eutanasia como una
causa de impunidad (en el cual existe el delito y el delincuente, pero se suprime la
pena), y su fundamento se basa en la ausencia de peligrosidad del agente. La
eutanasia que contempla la disposición legal, se integra necesariamente con el
consentimiento de la víctima, ya que la piedad por sí sola no basta para configurarla
como eximente. 2
Esta posición se basa en el aforismo romano volenti et consentiende non fit injuria.
Sin embargo, a nuestro criterio no existe impunidad al momento de hacer uso de la
eutanasia (muerte sin sufrimiento físico), debiéndose entender que el fin supremo de
la sociedad y del Estado Peruano es el respeto y la dignidad de la persona humana,
siendo un derecho fundamental. Actualmente la dignidad es entendida como un
mandato de no instrumentalización del ser humano, el ser humano es un fin en sí
mismo significa que éste tiene valor per se y no puede ser abusado o eliminado por
el interés, el beneficio o el capricho de otros seres humanos. El valor de todo ser
humano no radica en un precio, intercambiable, sino en una dignidad única.2
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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