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Problemas del Desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía, vol. 52, núm. 207, octubre-diciembre 2021.

Inclusión de la propensión al autoempleo en


el proceso de emparejamiento del mercado
laboral
José Gabriel Aguilar y René Allet Acuñaa
Fecha de recepción: 14 de enero de 2021. Fecha de aceptación: 4 de agosto de 2021.

https://doi.org/10.22201/iiec.20078951e.2021.207.69741

Resumen. La literatura acerca del proceso de emparejamiento laboral suele enfocarse en


las dinámicas de países desarrollados, por lo que no resulta adecuada para representar a
países en vías de desarrollo, mismos que se caracterizan por la ausencia de un seguro de
desempleo, y un tejido empresarial con alta proporción de autoempleados. En la presen-
te investigación se incorpora la opción ocupacional del autoempleo en una función de
emparejamiento del mercado laboral (FE) a través de un proceso de elección que utiliza
modelos basados en agentes y un indicador de “propensión a emprender”, que depende
de los salarios del mercado. Se evidencia que la posibilidad de autoempleo mejora los
ingresos medios de quienes optan por emplearse, al tiempo que reduce las rigideces del
mercado laboral.
Palabras clave: mercado laboral; propensión al autoempleo; función de emparejamien-
to (FE); modelo basado en agentes.
Clasificación JEL: E27; L26; J01; J21.

Inclusion of propensity to self-employment


in the labor market matching process
Abstract. The literature on the labor matching process tends to focus on developed
countries while ignoring less-developed countries, which are characterized by the
absence of unemployment insurance and a high number of self-employed workers. This
article incorporates the occupational choice of self-employment into a labor market
matching function (MF) through a choice process using agent-based models and an
“entrepreneurial propensity” indicator based on market wages. Findings show that the
possibility of self-employment improves the average earnings of those who choose to be
employed, while reducing labor market rigidities.
Key Words: labor market; propensity to self-employment; matching function (MF);
agent-based model.

a
Universidad Autónoma de Baja California, México. Correos electrónicos: gaba@uabc.edu.mx y
rene.acuna@uabc.edu.mx, respectivamente.

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José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

1. INTRODUCCIÓN

La literatura sobre salarios y empleo muestra que los shocks económicos in-
ciden en el comportamiento de los mercados de trabajo, dificultando que
las empresas se hagan de la fuerza laboral que necesitan y que la población
económicamente activa encuentre oportunidades laborales acorde con sus
expectativas. La teoría de emparejamiento estudia precisamente el resultado
macroeconómico de la interacción de varios tipos de agentes en mercados
donde las fricciones impiden ajustes instantáneos del nivel de actividad econó-
mica (Álvarez de Toledo et al., 2008). De acuerdo con Mortensen y Pissarides
(1994), la volatilidad inherente a estas dificultades es de hecho responsable de
la pérdida y creación de empleo.
Para Mendes et al. (2010), el nivel de emparejamiento en el mercado la-
boral está en función de la afinidad productiva; es decir, la productividad de
las empresas determina en parte la afinidad de los trabajadores que buscan,
aunque las asimetrías de información pueden dificultar el proceso. Igualmen-
te, Pissarides (2000) encuentra que, ante la presencia de shocks aleatorios en
la economía, una función de emparejamiento (FE) del mercado laboral es una
buena alternativa para calcular el ingreso esperado, tanto por las empresas
como por los trabajadores.
Estos trabajos dan indicios de que la FE, entendida como una relación ma-
temática que describe la formación de relaciones de beneficio mutuo entre los
agentes, constituye un valioso instrumento de análisis de los flujos de entrada
y salida del desempleo que resultan de sus decisiones. El análisis de los flujos
derivados de las FE se facilita con el desarrollo de modelos basados en agentes
(MBA), los cuales exponen, con apoyo de simulaciones, sus dinámicas, interac-
ciones y patrones de comportamiento.
Los MBA se componen de agentes con características que los hacen únicos,
autónomos y con capacidad de interactuar entre ellos y con su entorno, con el
objetivo de representar de manera explícita fenómenos sociales o naturales sin
tener que depender de trazabilidad matemática (Railsback y Grimm, 2012).
Este tipo de modelos permite reproducir los patrones observados en la reali-
dad. Por ejemplo, Lewkovicz et al. (2009) observaron que en Francia había un
alto índice de desempleo en trabajadores mayores de 50 años, y encontraron
a través de un MBA que este patrón lo ocasionaba la imposición de un nuevo
modelo de contrato laboral.
Por otra parte, los sistemas complejos se componen de individuos hete-
rogéneos y racionalmente limitados que deciden sus acciones y estrategias en
respuesta al propio resultado de su interacción (Arthur, 2013). Desde la crisis

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Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

financiera de 2008, cuando los modelos dominantes no aportaban mucho en


términos de orientación política, hubo un interés creciente en utilizar ideas de
la teoría de la complejidad (Battiston et al., 2016). Esta teoría permite estu-
diar la innovación y los procesos de transformación social, justo a través de
los modelos informáticos basados en agentes que otorgan la flexibilidad de
articular las escalas micro y macro de la economía (Richiardi, 2017).
En esta tesitura, Hamill y Gilbert (2016) proponen un MBA que presenta el
desempeño de un mercado laboral donde los trabajadores se diferencian entre
sí por su edad y habilidades, y tienen que elegir entre continuar en su empleo
o renunciar para buscar uno nuevo. El modelo adopta, además, algunos indi-
cadores socioeconómicos que caracterizaron a la ciudad de Guildford, capital
del condado de Surrey en Inglaterra, durante el periodo de 2009 a 2013 (a
este modelo de referencia se le llamará MBA-REF). Los autores encuentran que
la heterogeneidad en los salarios complica el proceso de emparejamiento, pu-
diendo llevar a la economía a una grave situación de desempleo.
Las investigaciones hasta aquí expuestas, incluyendo la de Hamill y Gil-
bert (2016), comparten una peculiaridad: los trabajadores pueden permane-
cer indefinidamente en desempleo si no se emparejan con alguna vacante.
El escenario anterior podría ser plausible en economías que aseguren apoyos
compensatorios a la falta de ingresos por trabajo, pero no parece viable en
economías en vías de desarrollo donde no existan mecanismos de provisión de
seguridad social o seguro de desempleo. Este podría ser el caso de 58.8% de las
economías del mundo (Organización Internacional del Trabajo [OIT], 2018).
Lo anterior incrementa la probabilidad de que la población incursione en
actividades de emprendimiento (en función de la necesidad económica y ca-
pacidad de gestión empresarial), destacando, por supuesto, el autoempleo. La
OIT (2018) señala que el autoempleo es una fuente popular de ocupación en
países que no cuentan con prestaciones de desempleo, donde alcanza 37.4%
de la fuerza laboral, mientras que en países con alguna forma de seguridad
social apenas representa 15.5%.
Ante la inconveniencia de generalizar resultados de emparejamiento como
los presentados anteriormente, al contexto de países en vías de desarrollo, en
este trabajo se revisan las implicaciones de relajar el supuesto del MBA de Ha-
mill y Gilbert (2016) respecto a que el trabajador pueda optar por permanecer
indefinidamente en desempleo. Lo anterior se consigue a través de la inclusión
de la opción del autoempleo como actividad ocupacional. Cabe esperar que
esta incorporación resulte en una menor permanencia en el desempleo por
parte de los trabajadores y, bajo ciertas condiciones, en una menor proporción
de desempleo a largo plazo.

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José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

De darse este resultado habría consistencia con lo encontrado por Glocker


y Steiner (2007) quienes, a través de un análisis de datos de pseudo-panel para
Alemania, encuentran una relación positiva entre el tiempo que los trabaja-
dores están en desempleo y la tasa de ingreso al autoempleo. Los autores des-
tacan que este efecto es importante en comparación con el de otros posibles
determinantes como la edad o la cualificación profesional, y que compensa el
efecto negativo que el desempleo prolongado puede tener en las restricciones
crediticias y en las expectativas individuales.
Asimismo, los resultados estarían en línea con los obtenidos por Thurik
et al. (2008), quienes a través de un modelo autorregresivo vectorial estiman
la interrelación dinámica entre el desempleo y el autoempleo para un panel
de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), durante el periodo 1974-2002, encontrando que altas tasas de des-
empleo inducen a más personas a emprender (efecto refugio); sin embargo,
la decisión de convertirse en empresario reduce el desempleo a nivel macro-
económico. Los resultados sugieren que el efecto refugio es relativamente pe-
queño, por lo que una política de fomento al emprendimiento innovador y de
alto crecimiento podría tener mejores resultados que una dirigida a inducir a
los desempleados a ingresar al autoempleo.
Investigaciones como la realizada por Fonseca et al. (2001) buscan integrar
el autoempleo en las FE, enfocándose en el efecto de los costos de entrada al
autoempleo en los niveles de empleo. Los autores introducen un factor de
emprendimiento innato en los individuos. Asimismo, para estudiar los efectos
de las políticas públicas en materia de informalidad en la composición del
mercado laboral, Narita (2020) utiliza una FE por la que se elige entre trabajar
y emprender tanto en el sector formal como en el informal.
A diferencia de los trabajos mencionados anteriormente, en los que la
opción de emprendimiento está asociada a probabilidades exógenas al tra-
bajador, la presente investigación introduce la opción de autoempleo regida
por un proceso de emparejamiento entre vacantes y trabajadores, donde la
selección del trabajador depende de un análisis del costo de oportunidad de
emprender en términos de la renuncia a la posibilidad de obtener un salario.
En este sentido, la elección se sustenta en la percepción del trabajador acerca
del mercado laboral y, por lo tanto, es endógena (Berkhout et al., 2016).
El presente trabajo consta de cinco secciones adicionales a la introducción.
En la siguiente sección se hace una descripción general del MBA-REF. En la
tercera se integra el componente de autoempleo al citado modelo para poste-
riormente analizar su efecto en los flujos de entrada y salida del desempleo en
el mercado laboral. En la cuarta sección se desarrolla el ejercicio de simulación

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Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

con la ampliación de autoempleo. Los resultados del modelo ampliado y su


comparación con el de referencia, así como algunas implicaciones para las eco-
nomías en vías de desarrollo, se presentan en la quinta sección. Finalmente,
en la sexta sección se exponen conclusiones y recomendaciones para futuras
investigaciones.

2. EL MODELO BASADO EN AGENTES DE


HAMILL Y GILBERT (2016) (MBA-REF)

En esta sección se presenta una descripción general del MBA-REF, que ilustra
las dinámicas básicas asociadas a los flujos entre desempleo, empleo e inacti-
vidad en el mercado laboral de Guildford. Cabe destacar que dicho MBA se
basa en una FE, por la que la cantidad de trabajo efectivamente realizado en
la economía surge de los acuerdos que vinculan a los trabajadores que buscan
empleo con los puestos disponibles en el mercado laboral. En esta función,
el incentivo para alcanzar un emparejamiento es, por parte de la empresa,
generar un output a través de la fuerza laboral, mientras que, para el trabajador
es la percepción de un salario (Pissarides, 2000).

Diseño y supuestos

Se parte de una situación de pleno empleo (cero vacantes) en el mercado la-


boral de una economía cerrada. Las empresas se clasifican según el número de
trabajadores que requieren para operar y sus salarios se establecen a través
de una distribución log-normal. Siguiendo a Hamill y Gilbert (2016), se con-
sidera que 2% de las empresas de hasta dos empleados cierra cada trimestre y
que aquellas con tres o más empleados permanecen indefinidamente en ope-
ración.
Se asume que el trabajador tiene los medios (propios o por beneficios so-
ciales) para mantenerse indefinidamente en desempleo, o que no tiene costos
por cubrir mientras permanezca en ese estatus. Otro supuesto es que, mientras
estén en operación, las empresas no evalúan el desempeño de los trabajadores,
por lo que, una vez que estos ocupan una vacante permanecen en ella hasta
jubilarse, deciden renunciar, o la empresa cierra. La probabilidad de renuncia
y pase al desempleo por parte de un trabajador es constante e igual a 1.5% sin
importar su edad, nivel salarial o el tamaño de la empresa donde trabaje. La

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jubilación se da de forma automática al cumplirse 60 años;1 de concretarse, el


trabajador pasa a la inactividad y es reemplazado por otro con edad de 20 años
(edad mínima de los trabajadores en el MBA). Otro supuesto es que siempre
hay mil opciones de empleo (ocupadas o vacantes) y mil trabajadores hetero-
géneos (empleados o desempleados).

Los agentes y sus variables

Para representar las dinámicas de los participantes en el mercado laboral, el


MBA-REF utiliza un conjunto de 62 variables globales (a las que se agregan seis
en la propuesta ampliada, a la que se llamará MBA-AMP) que componen la inte-
racción entre trabajadores y empresas, agentes que se describen a continuación.

Trabajadores

Son los agentes, diferenciados por su edad y habilidades, que ofrecen su fuerza
laboral a las empresas a cambio de un salario que cubra sus necesidades de
consumo. Las habilidades a su vez determinan el salario demandado y, por lo
tanto, la afinidad con las vacantes (Chéron y Rouland, 2011). Por otra parte,
este salario se representa por un set de cantidades,2 cuya mediana es igual al sa-
lario percibido en el trabajo anterior, o al asignado con base en la distribución
log-normal cuando se trate del primer empleo. El salario máximo y mínimo
de este set resulta de aplicar un factor de ajuste a la mediana (fundamentado
en las estadísticas del mercado laboral de referencia). Particularmente, el valor
más pequeño representa el salario mínimo que se está dispuesto a percibir
para aceptar emplearse (salario de reserva). El aumento en habilidades por
incrementos en la experiencia repercute en el valor de la mediana en el tiempo.

Empresas

Son los agentes que representan a las unidades productivas de la economía. Se


diferencian por su tamaño, representado por el número de trabajadores que

1
Edad mínima que había que tener para optar a la jubilación en Inglaterra.
2
Sin esta flexibilidad, el emparejamiento sería menos probable y podría generar tasas de desempleo
mayores a las observadas en la realidad.

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Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

necesitan, y siguen una distribución de ley de potencia3 (consecuentemente


también se distribuyen así las vacantes asociadas a estas empresas), lo que im-
plica que las más grandes tendrán pocas vacantes homólogas en la economía,
y que en las más pequeñas se observarán muchos casos similares. Asimismo,
cada puesto de trabajo se diferencia de otros por el salario que paga, el cual
es representativo de las habilidades que se requieren del trabajador.4 En una
situación de emparejamiento, el salario asociado a una vacante, inflexible en
este caso, se puede definir como el excedente que le corresponde al trabajador
por participar en el proceso productivo (generación del output). Dado que el
trabajador tiene conocimiento sobre las remuneraciones, el salario efectivo de
emparejamiento representa el ingreso más alto que podría obtener del merca-
do laboral en el trimestre. Debe destacarse que las empresas pueden identificar
a los interesados cuyo rango salarial contenga el valor que paga la vacante, y
hacer la “oferta final” sólo a quien, dentro de estos, tenga el rango más alto. Si
la empresa no encuentra a nadie que cumpla el requisito mencionado, debe
esperar al siguiente periodo para repetir el proceso de búsqueda e intentar
cubrir la vacante.

El diseño general del MBA-REF: descripción


general de las etapas y los procesos

En esta sección se describe el proceso de diseño del MBA-REF a través de sus


etapas. Para empezar, se supondrá que los trabajadores sólo pueden estar en
uno de los siguientes estados: empleado, desempleado o inactivo. El traba-
jador empleado es aquel que ocupa una vacante y no busca otro empleo; el
trabajador en desempleo es aquel que no ocupa una vacante, pero está en
busca de una. El trabajador inactivo es aquel que deja de ser empleado y deci-
de no trabajar o deja de buscar empleo estando desempleado. En este caso, el
trabajador transita hacia la inactividad y es reemplazado por otro que transita
de la inactividad al desempleo.

3
En términos analíticos, una ley de potencia es una relación funcional entre dos cantidades A y B, por
la cual A es proporcional a B elevada a una potencia n. Una de esas cantidades puede ser, incluso,
la frecuencia de la otra, dando como resultado que una variable aleatoria alcance valores altos con
una baja probabilidad y valores bajos con una probabilidad alta. Las leyes de potencia reflejan
un patrón de organización que es característico de los sistemas complejos (Buchanan, 2004). La
ley de la distribución del ingreso de Pareto, según la cual 20% de la población concentra 80%
de la riqueza, es un ejemplo básico de ley de potencia (Aljure y Gallego, 2010).
4
De esta manera, si dos vacantes pagan lo mismo se consideran iguales independientemente de que
estén ofertadas por empresas diferentes.

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José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

El MBA-REF se lleva a cabo en dos etapas en las que ocurren las dinámi-
cas del mercado laboral derivadas de la interacción entre agentes. La primera
corresponde a la rutina de inicio del MBA-REF, mientras que la segunda se
refiere al funcionamiento del mercado laboral del que se obtienen los flujos
de entrada y salida del desempleo, y se generan y recolectan estadísticos del
mercado laboral (que en este caso se repite por 200 trimestres). En la rutina
de inicio se encuentran los procesos de “creación” de los trabajadores inicia-
les y asignación de sus salarios conforme a la distribución probabilística log-
normal, así como los de la generación de empresas y puestos de trabajo. Con
base en los niveles de desempleo estructural se fija el porcentaje de empresas
que cierran y son reemplazadas por otras, así como el de trabajadores que
abandonan el mercado laboral y transitan a la inactividad.
Los flujos de trabajadores en el mercado laboral pueden ser de cinco tipos:
i) de desempleo a empleo, ii) de desempleo a inactividad, iii) de inactividad a
desempleo, iv) de empleo a desempleo y v) de empleo a inactividad. La evo-
lución de estos flujos permite calcular cuatro indicadores clave en el análisis:
i) el flujo de desempleo a empleo (FDE), que es el número de trabajadores que
migran del desempleo al empleo como proporción de los desempleados; ii) el
flujo de empleo a desempleo (FED), que está referido al número de trabajado-
res que pasan del empleo al desempleo como proporción de los trabajadores
empleados; iii) la proporción de desempleo a largo plazo, entendida como la
razón entre el número de trabajadores que lleva más de tres trimestres en des-
empleo y el total de desempleados; y iv) la tasa de desempleo, que es igual al
número de trabajadores en desempleo en proporción al total de trabajadores.5
También se utiliza como variable de control la tasa de renuncia, que es
igual al número de trabajadores que abandonan voluntariamente sus empleos
en un periodo respecto a los trabajadores empleados al inicio. En este trabajo
se realizan pruebas con niveles de tasa de renuncia que van de 1 a 6%, buscan-
do la equivalencia en resultados respecto al documento de referencia donde la
tasa se fija en 5%.
El diseño del MBA contempla que son los desempleados los que comienzan
el proceso de búsqueda haciendo pública la información relativa a su rango
salarial. Las empresas con vacantes, teniendo en cuenta esta información, ini-
cian el proceso de emparejamiento donde, aquella con la vacante de mejor
salario, elije entre los candidatos al puesto. Después, la empresa que ofrece

5
Los flujos son de tipo relativo, es decir, expresan la cantidad de personas que cambian su estatus la-
boral de un periodo a otro en términos porcentuales. En todos los casos la base se refiere al periodo
inicial.

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Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

la vacante con el siguiente salario más alto hace lo mismo; así sucesivamente
hasta que todas las vacantes pasen por el proceso de emparejamiento. Aun
existiendo información completa, este proceso puede no ser del todo exitoso
en términos del vaciado del mercado. Lo anterior se debe a la heterogeneidad
en los salarios demandados por los trabajadores, los ofertados por las empre-
sas, la ausencia de negociación salarial y el supuesto de que el trabajador no
puede regresar al trabajo al que renuncia, lo que genera desempleo friccional.
La recolección de estadísticos permite identificar los flujos de trabajadores
entre empleo y desempleo en cada periodo, y el comportamiento de los tra-
bajadores en el tiempo. Este mecanismo es equivalente a realizar una encuesta
permanente sobre desempleo en la economía. Cabe destacar que Hamill y
Gilbert (2016) no recolectan estadísticas sobre los flujos que involucren la
inactividad, al no ser relevantes en su MBA. A un trabajador empleado le ocu-
rrirá una de las siguientes cuatro situaciones cada trimestre: i) renunciará y se
trasladará al desempleo, ii) se jubilará para transitar a la inactividad, iii) pasará
al desempleo a consecuencia del cierre de la empresa donde trabaja, iv) o
continuará en el empleo. Es importante mencionar que los espacios que dejan
los trabajadores cuando salen del autoempleo por jubilación se convierten en
oportunidades para emprendedores potenciales.
Cada periodo un porcentaje aleatorio de desempleados se traslada de la
fuerza laboral a la inactividad. Y como ya se mencionó, un pequeño porcenta-
je de empresas de hasta dos empleados es seleccionado para cesar actividades
y salir de la economía; es así que los trabajadores de esas empresas pasan al
desempleo. También, en cada periodo se crean nuevas empresas que sustituyen
a las que salen; éstas mantienen la misma cantidad de puestos de trabajo, a los
cuales se les asigna un nuevo salario conforme una distribución probabilística
log-normal. Lo anterior constituye la dinámica de creación y destrucción de
relaciones laborales contemplada en esta FE.
En este sentido, para Begg et al. (2014), el desempleo puede ser de tipo
friccional, estructural, clásico y derivado de la falta de demanda agregada.
Debido a que la presente investigación supone movilidad laboral y que las
empresas requieren trabajadores con determinadas habilidades, se enmarca en
los estudios relativos al desempleo friccional y estructural.
Para garantizar la comparabilidad de los resultados, los datos que se utili-
zan para simular el MBA-REF son los mismos que los empleados por Hamill y
Gilbert en su publicación de 2016, y que provienen la Encuesta de Población
Activa de la Oficina de Estadísticas Nacionales de Inglaterra, que es un estudio
de las circunstancias laborales de la población.

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José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

3. INSERCIÓN DE LA OPCIÓN DE
AUTOEMPLEO EN EL MERCADO LABORAL

La integración de la opción de autoempleo para los trabajadores en el MBA-REF


permite analizar el efecto de esta oportunidad de ocupación en los flujos de
entrada y salida del desempleo. A diferencia de Narita (2020), quien simula un
mercado laboral con una probabilidad de emprender que depende de la expe-
riencia, la ampliación aquí propuesta se basa en la disponibilidad de vacantes
y en el salario ofertado, en línea con la propuesta de Berkhout et al. (2016),6
donde los trabajadores desempleados eligen entre buscar empleo o emprender,
apoyándose en lo que se llama “indicador de propensión al autoempleo como
actividad económica”,7 . Este indicador se entiende como una
aproximación a la probabilidad de emprender, en función de la media (m),
la desviación estándar (s) y el sesgo (k), del set salarial (w) ofertado por las
empresas en las que el trabajador podría emplearse. De esta forma, , y
kw representan, respectivamente, en términos de salarios, la media a la que el
trabajador puede aspirar, la volatilidad y la asimetría de la distribución.
Por otra parte, para mantener una igualdad entre la cantidad de traba-
jadores y la de empleos disponibles en la economía (que para el MBA-AMP
corresponden a empleos asalariados y autoempleos) se requiere controlar los
emprendimientos que se creen. De no ocurrir esto, no se puede garantizar el
cumplimiento del supuesto inicial del MBA-REF, que señala que la economía
parte de un estado inicial donde todos los trabajadores y puestos de trabajo es-
tán ocupados y, por lo tanto, el MBA-AMP no proporcionaría flujos de entrada
y salida del desempleo basados en las estadísticas observables. Para mantener la
igualdad mencionada y hacer equivalentes las funciones de emparejamiento,
se limita el número de oportunidades de autoempleo a 130, fijando en 870 los
empleos asalariados (consistente con la evidencia presentada por Hamill y Gil-
bert (2016) para Guildford, que indica que 13% de la fuerza laboral participó
en actividades de autoempleo, durante el periodo 2009-2013).8
Las ganancias de los emprendimientos de autoempleo están dadas por la
productividad laboral individual que se obtiene a través de un proceso de asig-

6
Este trabajo contribuye con el MBA-AMP, en tanto considera los procesos de entrada y salida al
desempleo en un mercado laboral en el que se puede optar por el autoempleo.
7
Al que se llamará de manera simplificada “propensión a emprender”.
8
Para mantener la posibilidad de emparejamiento, Hamill y Gilbert (2016) proponen que estos
trabajadores sean empleados por empresas con dos puestos de trabajo. En la presente investigación
estos se transforman en autoempleados efectivos.

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Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

nación con base en una distribución log-normal similar a la que se utiliza para
asignar salarios. Estas ganancias pueden ser iguales o mayores al salario que
se busca de un empleo. Por otra parte, los emprendimientos cerrarán cuando
ocurra lo siguiente: que el emprendedor se jubile (al alcanzar 60 años),9 o
bien, que las ganancias sean menores a su salario de reserva, en cuyo caso
pasará al desempleo, pudiendo buscar otro empleo o volver a intentar em-
prender. Si cierra el emprendimiento, el individuo pasa al desempleo. Para
Douglas y Shepherd (2000), la consideración de la diferencia de aptitudes en
las opciones laborales guarda sentido económico, aunque a diferencia de estos
autores el MBA-AMP se orienta a las implicaciones pecuniarias del proceso de
emparejamiento y de elección de autoempleo.10
La figura 1 presenta de manera gráfica los procesos descritos anteriormen-
te, tanto para el MBA-REF como para el MBA-AMP, destacando con un rectán-
gulo punteado la contribución de la propuesta de incorporación de los flujos
entrada y salida del autoempleo. Dichos procesos se describen a continuación.
Mecánica de salida del desempleo. En el MBA-REF, los desempleados sólo
pueden salir de este estatus a través del emparejamiento con una vacante. Sin
embargo, con la integración del autoempleo se añade una alternativa de elec-
ción para el desempleado, ahora se debe elegir entre emprender o continuar en
la búsqueda de empleo. La decisión del trabajador depende de la propensión a
emprender. La intuición detrás de este planteamiento es que el trabajador sólo
se puede dedicar a una actividad productiva cada trimestre como resultado de
un proceso de elección óptima.
Mecánica de entrada y salida de autoempleo. En primera instancia, se des-
taca que cada desempleado conoce su entorno y características, representado
por las medidas de dispersión, , y , con base en los salarios de las
11
vacantes para las que puede ser considerado. Por medio de estas medidas, el
trabajador puede conocer su propensión a emprender, . Esta
propensión se conforma de la adición de tres componentes, uno para cada
medida de dispersión, que resultan de funciones logísticas, tal que los resul-
tados puedan ser equivalentes a los de Berkhout et al. (2016). La propensión
de elegir el autoempleo como actividad económica tiene una relación negativa

9
Aunque un emprendedor podría seguir trabajando después de alcanzar esa edad, se toma este
supuesto para mantener consistencia con el MBA-REF.
10
De cualquier forma, dada las diferencias entre las metodologías empleadas en ambos trabajos,
la comparación de resultados no es procedente.
11
El emparejamiento sólo es posible si el rango de salarios del trabajador incluye el de aquel de la
vacante en cuestión.

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José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

Figura 1. Modelo de mercado laboral del MBA-AMP


(Trabajador continúa en empleo)

(Trabajador transita a la inactividad)


Empleo 1

Nuevas empresas crean vacantes


(Trabajador empareja

(Trabajador renuncia
o la empresa cierra)
con una vacante)

Empresas existentes abren vacantes

6 Proceso de emparejamiento entre empresas y trabajadores

(Trabajador busca empleo)


(Trabajador no empareja
con una vacante)

Nuevos trabajadores entran al mercado laboral


(Trabajador no consigue emprender)

(Trabajador transita a la inactividad)


Desempleo 3 Inactividad
(Trabajador sale del autoempleo

Trabajador elige buscar empleo o emprender 4


para buscar empleo)

(Trabajador consigue (Trabajador busca


emprender) 5 emprender)

(Trabajador transita a la inactividad)


Autoempleo 2
(Trabajador continúa en autoempleo)

Fuente: elaboración propia con base en Hamill y Gilbert (2016). La numeración al interior de los rombos sugiere la secuen-
cia del modelo. Se utiliza Lenguaje Unificado de Modelado (UML, por sus siglas en inglés). Para una mayor explicación sobre
este lenguaje se recomienda visitar http://openaccess.uoc.edu/webapps/o2/bitstream/10609/9121/1/Intro_UML.pdf

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Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

con la media salarial observada por un trabajador. El componente asociado a


la media está dado por:

(1)

Asimismo, la propensión a emprender tiene una relación positiva con la


desviación estándar, que representa la incertidumbre que existe en el mercado
laboral con respecto a los salarios ofertados. Así, entre mayor es la desviación
estándar,12 el trabajador tiene menos certidumbre sobre la posibilidad de reci-
bir un salario mayor o igual a la media. El ponderador de la desviación están-
dar se especifica como:

(2)

Por último, el sesgo tiene un efecto negativo en la propensión al autoem-


pleo en el sentido de que, en la medida en que es provocado por las vacantes
con altos salarios, entonces, encontrar un trabajo con remuneración superior
a la media es más probable. Pero también puede ocurrir lo contrario, que los
salarios menores a la media sesguen la distribución y, por lo tanto, que em-
prender tenga un menor costo de oportunidad asociado. Este componente
(ck) se define como:

(3)

Al no contar con información sobre la importancia relativa de cada com-


ponente de la propensión a emprender (G), se opta por adicionarlos y darles
un peso uniforme, quedando representado por .13 El
umbral del indicador a partir del cual se opta por el autoempleo, se basa el
punto medio de su rango. Así, aquellos desempleados que obtienen
se clasifican como trabajadores en busca de empleo, mientras que los que

12
La incertidumbre de un trabajador es resultado de su falta de información acerca de los otros
trabajadores.
13
Tanto la propensión a emprender como sus componentes toman valores entre 0 y 1.

119
José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

obtienen se clasifican como trabajadores en busca de emprender.14


Sin embargo, como ya se mencionó, el mercado tiene un límite de opor-
tunidades de autoempleo, que puede ser menor al de personas que buscan
emprender.
En ese sentido, los trabajadores que finalmente entran al autoempleo en
cada periodo se eligen de forma aleatoria, lo que permite incluir trabajadores
de cualquier rango salarial. En cada periodo se contrasta el salario de reserva
del trabajador con el salario en autoempleo. Si el segundo es menor al primero,
el trabajador pasa del autoempleo al desempleo. Aquellos que sean clasificados
como trabajadores en busca de emprender se mantienen como desempleados,
en tanto no lo consigan, pudiendo optar también por la búsqueda de empleo.

4. EL EJERCICIO DE SIMULACIÓN

Para generar un comparativo entre modelos que permita validar la amplia-


ción, es necesario correr ambos en un entorno controlado de simulación bajo
una cuidadosa parametrización. Para que la comparación sea factible, se simu-
la el MBA-AMP con NetLogo, que es el programa empleado en el modelo de
referencia. Los parámetros que se controlan en las simulaciones son la flexibi-
lidad salarial y el porcentaje de trabajadores que transita a la inactividad o que
renuncia a su empleo; al hacerlo se consigue una calibración de la ampliación
tal que ambos modelos sean técnicamente comparables. En cuanto a la flexi-
bilidad salarial, el incremento máximo es de 5%, sin considerar la posibilidad
de decremento. Además, el porcentaje de empleados y de desempleados que
transita a la inactividad cada trimestre es de 2 y 15%, respectivamente.
Para enriquecer el análisis se presentan, para ambos modelos, los escenarios
utilizados por Hamill y Gilbert (2016) relativos a la tasa de trabajadores que
renuncian a sus empleos cada trimestre, y que va de 1 a 5%. En la tabla 1 se
presentan los resultados del MBA-REF para la media (m) y la desviación están-
dar (s)15 de los flujos simulados para cada uno de los indicadores relevantes.
Se observa que, con una media de 6.0%, la simulación que más se acerca a
la media observada de 6.1% es la que considera una tasa de renuncia de 1%.

14
Cuando hay menos de tres vacantes, el indicador se fija en 2 /3 lo que es congruente con lo
observado en mercados laborales con limitada oferta de trabajo.
15
No se deben confundir estos términos con w y w que se refieren exclusivamente a la propensión a
emprender.

120
Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

Tabla 1. Medias y desviaciones estándar [μ(σ) ] del MBA-REF para distintas tasas de renuncia

Tasa de renuncia (%)

1 2 3 4 5

Indicador FDE 18.14 (0.92) 19.91 (0.89) 21.9 (0.99) 23.04 (1.14) 24.63 (1.28)
(%)
Tasa de desempleo 5.98 (0.35) 5.84 (0.29) 5.49 (0.38) 5.49 (0.21) 5.46 (0.32)

Proporción de desempleo 23.46 (1.17) 21.77 (1.19) 20.16 (1.08) 18.98 (1.32) 17.91 (1.30)
a largo plazo

Fuente: tomado de Hamill y Gilbert (2016). La desviación estándar se muestra entre paréntesis.

De igual manera, en la tabla 2 se presentan los resultados del MBA-AMP,


donde se aprecia que la tasa de renuncia de 5% genera una tasa de desem-
pleo muy similar a la observada en el en el periodo de referencia. Lo anterior
constituye un primer elemento de validación de que la ampliación resulta más
representativa de la realidad en términos de ajuste con la evidencia empírica.

Tabla 2. Medias y desviaciones estándar [μ(σ) ] del MBA-AMP para distintas tasas de renuncia

Tasa de renuncia (%)

1 2 3 4 5

Indicador FDE 15.92 (0.80) 17.39 (0.87) 18.32 (0.66) 19.45 (0.92) 20.92 (0.99)
(%)
Tasa de desempleo 6.46 (0.32) 6.45 (0.36) 6.30 (0.35) 6.21 (0.30) 6.10 (0.41)

Proporción de desempleo 24.23 (0.97) 23.24 (1.14) 22.66 (0.85) 22.20 (1.36) 21.06 (0.98)
a largo plazo

Fuente: elaboración propia. La desviación estándar se muestra entre paréntesis.

Se observa una relación inversa entre las tasas medias de desempleo de las
tablas 1 y 2 a medida que se incrementa la tasa de renuncia. Lo anterior se
debe a que, a mayor número de trabajadores en desempleo, se incrementa el
flujo de salida, al haber más puestos de trabajo liberados y mayor interés en
ocuparlos. Cuando hay una tasa de renuncia baja, se reducen los flujos y el
desempleo aumenta.

121
José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

Un segundo elemento de validación tiene que ver con la estabilidad de las


tasas de desempleo simuladas, mismas que se analizaron para 100 periodos.16
De acuerdo con Hamill y Gilbert (2016) dicha tasa osciló entre 5.2 y 6.6%
durante su análisis. La figura 2 presenta la evolución de esta tasa en el caso
del MBA-AMP para distintos niveles de renuncia (véase tabla 2). El criterio para
elegir la simulación más adecuada para representar una economía como la de
Guildford es que la media de la tasa de desempleo simulada se acerque a la ob-
servada y que las variaciones se mantengan dentro de su rango. Se encuentra
que el escenario que mejor cumple con lo citado es donde 5% de los trabaja-
dores renuncia a sus empleos.17
Las variaciones observadas en la figura 2 se deben a la presión que genera la
mecánica de entrada al autoempleo en la eficiencia del emparejamiento entre
vacantes y desempleados. La tasa de desempleo promedio obtenido en el MBA-
AMP, con los indicadores mencionados, fue de 6.1%. Esta tasa es similar a la
observada en el sureste de Inglaterra entre 2009 y 2013. La figura 2e muestra
que la tasa de desempleo trimestral obtenida por el MBA-AMP oscila en el rango
observado en el periodo (5.2-6.6%), lo que quiere decir que, la inserción de
la mecánica de autoempleo al MBA-REF bajo la perspectiva de Berkhout et al.
(2016) es apropiada para el análisis.

5. RESULTADOS

En primer término, se presentan los resultados e implicaciones de la incor-


poración de la opción de autoempleo en los flujos entre desempleo y empleo,
comparando los resultados con los del modelo de referencia. Se describen los
hallazgos relativos a los flujos entre desempleo y autoempleo propios de la
ampliación. En segundo término, se exponen los efectos de la opción de au-
toempleo en indicadores económicos del mercado laboral, tales como el nivel
salarial y el desempleo a largo plazo.

16
Al igual que Hamill y Gilbert (2016) se simulan 200 periodos, aunque, para la obtención de
indicadores válidos sólo se tomaron en cuenta los últimos 100; el resto se considera parte de la
experimentación necesaria para que la simulación se estabilice.
17
Se analizó también el efecto en el desempleo de tasas de renuncia de 6% y superiores. La prueba
arrojó niveles de desempleo mayores a los máximos observados en Guildford, por lo que estas tasas
fueron descartadas del análisis.

122
Figura 2. Tasa de desempleo trimestral para distintas tasas de renuncia en el MBA-AMP
8 (a) Tasa de renuncia del 1% 8 (b) Tasa de renuncia del 2%
7 7

6 6

5 5

Tasa de desempleo (%)


Tasa de desempleo (%)
4 4
100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200 100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200
Trimestres Trimestres

8 (c) Tasa de renuncia del 3% 8 (d) Tasa de renuncia del 4%


7 7

6 6

5 5

Tasa de desempleo (%)

Tasa de desempleo (%)


4 4
100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200 100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200
Trimestres Trimestres
8
(e) Tasa de renuncia del 5%
7 Tasa de desempleo MBA-AMP
6 Tasa de desempleo mínima observada

5 Tasa de desempleo promedio observada

Tasa de desempleo (%)


Tasa máxima de desempleo observada
4
100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200
Trimestres
Fuente: elaboración propia con NetLogo.
José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

Efectos de la incorporación del


autoempleo en los flujos laborales

En la figura 3a se presentan los FED en ambos modelos, los que parecen oscilar
en un valor medio; sin embargo, el MBA-AMP muestra mayor volatilidad que
el MBA-REF. Estos flujos están conformados por las personas que renuncian a
sus empleos y aquellas que pierden su empleo por shocks externos, respecto del
total de trabajadores en la economía.
Se aprecia en la figura que los FED de los modelos no presentan grandes
diferencias. Esto se debe a que los parámetros de salida son los mismos en am-
bos: 5% de los trabajadores renuncia a su empleo para posteriormente buscar
uno nuevo, y 2% de las empresas pequeñas de hasta dos empleados (incluido
el autoempleo, cuando corresponda) cierra cada trimestre. Esto podría cam-
biar si al modelo se agrega la posibilidad de búsqueda de empleo mientras
se tiene un empleo, en cuyo caso se esperaría una disminución en el flujo de
entrada al desempleo, pero también un aumento del desempleo a largo plazo,
dada la competencia que habría por parte de los trabajadores en desempleo.
Aunque la diferencia no es visualmente evidente (véase figura 3b), el FDE
medio en el MBA-AMP es dos puntos porcentuales menor al presentado en el
MBA-REF. Esto se debe a que, no obstante que la mecánica de emparejamiento
fue la misma en ambos modelos (aunque con un número de vacantes distin-
to), los desempleados en el MBA-AMP tuvieron una alternativa al empareja-
miento, lo que redujo la salida hacia el empleo asalariado.
En la figura 4 se observa que el número de trabajadores que busca empren-
der se mantiene en torno a 87 por trimestre como resultado de la ausencia
de tendencia de los principales indicadores del mercado de trabajo. Por lo
anterior, se infiere que la estabilidad del MBA-AMP incide en el número de tra-
bajadores que buscan emprender y, además que, para algunos desempleados,
la oferta de vacantes no cumple con los estándares que hacen que el costo de
oportunidad de buscar emprender sea menor al de buscar un empleo, dando
como resultado una propensión a emprender elevada . En línea con
lo propuesto por Berkhout et al. (2016), lo anterior podría representar situa-
ciones de sectores económicos con baja oferta de vacantes o bajos salarios,
donde se hace más propensa la búsqueda de emprendimiento que de empleo.
Por otra parte, la figura 5 muestra que hay una correspondencia en el tiem-
po entre los trabajadores que transitan entre autoempleo y desempleo. Lo
anterior se confirma con el índice de correlación entre ambos flujos, que es de
76%. Esto se debe al límite de 130 oportunidades de trabajo, impuesto con

124
Figura 3. Comparativo de los flujos entre desempleo y empleo
(a) FED (a) FDE
5.4 40
5.3 35
5.2
30
5.1
25

FED (%)
FDE (%)
5.0
20
4.9
4.8 15
4.7 10
100 120 140 160 180 200 100 120 140 160 180 200
Trimestres Trimestres

Modelo ampliado Modelo original Modelo ampliado Modelo original

Fuente: elaboración propia con NetLogo.


José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

Figura 4. Trabajadores en busca de emprender


110
Trabajadores 100
90
80
70
100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200
Trimestres
Media
Fuente: elaboración propia.

Figura 5. Flujos de entrada y salida del autoempleo (MBA-AMP)


(a) FDA (b) FAD
20 15
15 FAD (%) 10
FDA (%)

10
5
5
0 0
100 120 140 160 180 200 100 120 140 160 180 200
Trimestres Trimestres
Nota: el FDA está referido a los trabajadores que pasan del desempleo al autoempleo entre los trabajadores en desempleo,
mientras que el FAD son los trabajadores que pasan del autoempleo al desempleo como proporción de los trabajadores en
autoempleo.
Fuente: elaboración propia.

el objetivo de mantener semejanza con el número de emprendimientos obser-


vado en Guildford, y al alto nivel de ocupación de estas oportunidades, que
condiciona la posibilitad nuevos ingresos a la liberación de espacios.
En la figura 5b se muestra la evolución del FAD que ocurre cuando el in-
greso asociado al autoempleo es menor al salario de reserva del trabajador. Por
lo tanto, se puede conjeturar que en el MBA-AMP siempre hay desempleados
buscando autoemplearse y aprovechar las oportunidades de emprendimiento.
Así, de no haber restricciones de entrada al autoempleo, una parte significativa
del mercado laboral podría estar dispuesta a ocupar un lugar en este campo
ocupacional.

126
Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

Efectos del autoempleo en los salarios


y el desempleo a largo plazo

La figura 6 presenta la evolución de las estadísticas de desempleo a largo plazo


y el nivel salarial de los trabajadores ocupados, tanto para el MBA-REF como
para el MBA-AMP. En la figura 6a se aprecia que la proporción de desempleo a
largo plazo en ambos modelos oscila alrededor de un valor medio de 18.3%
en el caso del MBA-AMP y 24.1% para el MBA-REF, por lo que la media del MBA-
AMP es menor (24%) a la del MBA-REF, tal como se esperaba. Esto se debe a que
a largo plazo los trabajadores en desempleo tienen la posibilidad de transitar al
autoempleo y desarrollar una actividad económica al menos por un trimestre.
En la figura 6b se muestra la evolución del salario promedio trimestral
percibido por los trabajadores empleados. Cabe destacar que el MBA-REF sólo
muestra el efecto de la flexibilidad salarial en el mercado laboral, mientras que
en el caso de la ampliación se incluye el efecto de la oportunidad de autoem-
pleo en la oferta de trabajo.
Se observa que el salario promedio es mayor en el escenario ampliado para
la mayoría de los trimestres. En general, los salarios del MBA-REF son 1.9%
menores a los del MBA-AMP. Esto ocurre porque el autoempleo atrae a trabaja-
dores con salarios bajos, mientras que los que deciden participar en el mercado
laboral, por lo general, son trabajadores con una referencia salarial más alta.
Como resultado, al incorporar en la economía la opción de emprendimiento,
el salario promedio se eleva. No obstante, entre los trimestres 155 y 176, la
media salarial del MBA-REF fue mayor, quizá por la entrada tanto de empresas
con vacantes de altos salarios en el modelo de referencia, como de empresas de
salarios bajos en el MBA-AMP.

Figura 6. Comparativo del desempleo a largo plazo y el salario promedio


(a) Proporción de desempleo a largo plazo (b) Salario promedio
40 101
Unidad Monetaria ($)

99
30
Proporción (%)

97
20
95
10 93
100 120 140 160 180 200 100 120 140 160 180 200
Trimestres Trimestres

Modelo ampliado Modelo original Modelo ampliado Modelo original


Fuente: elaboración propia.

127
José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

Implicaciones para economías en desarrollo

En el ejercicio de simulación con datos de un país desarrollado (Inglaterra) se


encuentra que agregar la opción de autoempleo mantiene la consistencia ló-
gica entre el MBA-AMP y el MBA-REF. No obstante, el ejercicio aquí presentado
es de tal generalidad que permite inferir lo que ocurriría de incorporarse in-
formación relativa a países en desarrollo.18 Por ejemplo, la incorporación de la
mecánica de Berkhout et al. (2016) no particulariza el contraste de los salarios
observados en la economía contra los que se podrían ganar en autoempleo por
parte del trabajador. Estos salarios podrían incluir tanto los de la economía
formal como los de la informal. Por lo tanto, los resultados serían consistentes
con los que se obtienen en el MBA-REF.
Asimismo, el MBA-AMP no impone barreras de entrada al autoempleo que
se puedan equiparar con un costo de operación.19 En consecuencia, al igual
que en el resultado obtenido en el MBA-REF, para una economía en desarrollo
se esperaría encontrar que el nivel de autoempleo estuviera ligado a las condi-
ciones de demanda laboral y los sueldos ofertados por las empresas.
Entonces, ampliar el MBA-REF para considerar datos de informalidad no
contribuye a un mejor entendimiento de una economía en vías de desarrollo,
a menos que se incluyan reglas específicas; por ejemplo, sobre ingresos mí-
nimos o incentivos de las empresas para contratar a trabajadores con ciertas
características.

6. CONCLUSIONES

El autoempleo es una alternativa real para los trabajadores con inquietudes


emprendedoras o que se encuentran en mercados laborales saturados. En
los últimos años gobiernos y organizaciones internacionales destinaron im-
portantes recursos al impulso del emprendimiento como una opción laboral
de la población, con el objetivo, entre otros, de reducir la rigidez del mercado
laboral y garantizar estabilidad macroeconómica. En el presente trabajo se
analizó el efecto de considerar la alternativa ocupacional del autoempleo en
los flujos de entrada y salida del desempleo a través del MBA propuesto por

18
Dado que el modelo no distingue entre mercados formales e informales, ni considera trámites
(legales o ilegales) asociados al autoempleo o costos de contratación de las empresas.
19
Estos costos podrían ir desde la liquidación de un impuesto hasta el pago a una organización delic-
tiva para poder continuar operando.

128
Inclusión de la propensión al autoempleo en el proceso de emparejamiento del mercado laboral

Hamill y Gilbert (2016). La opción del autoempleo se incorporó por medio


del modelo de Berkhout et al. (2016), que propone un problema de elección
entre la búsqueda de empleo y de emprendimiento que considera el costo
de oportunidad de las alternativas a través del cálculo de la probabilidad de
emprender.
Se observó que la incorporación de la opción de autoempleo reduce la
proporción de trabajadores que participaban en el proceso de emparejamien-
to. Lo anterior se reflejó en la reducción de los flujos de desempleo a empleo.
Asimismo, se incorporó el cálculo de un indicador individual de propensión
a esta actividad, basado en la dispersión de los salarios ofertados en el ámbito
del trabajador. El indicador modificó los flujos de entrada y salida del des-
empleo (con relación al modelo de referencia) de manera consistente con la
teoría económica del mercado laboral, por lo que se puede considerar como
un instrumento eficaz para medir la preferencia por una opción laboral que
pueda sustentarse en medidas de dispersión como se ha propuesto con el au-
toempleo.
De esta forma, se concluye que la iniciativa de emprendimiento es menos
atractiva conforme mayor sea la razón entre el número de vacantes y de tra-
bajadores en desempleo, y en la medida en que exista una mayor oferta de va-
cantes con salarios superiores a la media. La propensión a emprender permite
inferir que aquellos que busquen emprender en el mercado laboral preferirán
hacerlo en emprendimientos que proporcionen un ingreso mayor a la media
salarial de las vacantes disponibles. Por el contrario, en un mercado laboral
con pocas vacantes por trabajador, con alta volatilidad, y donde la mayoría de
los salarios se encuentren por debajo de la media (independientemente de su
nivel), más trabajadores optarán por el autoempleo. Debido al sesgo salarial,
se esperaría un incremento en el número de emprendimientos de bajo valor
agregado, lo cual haría que la búsqueda un ingreso cercano a la media salarial
fuera parte de una decisión racional, ya que los salarios por encima de este
nivel resultarían poco probables y, por ende, más difíciles de conseguir.
Para una economía en desarrollo enfrentando circunstancias como un bajo
nivel salarial en los empleos ofertados y un limitado número de vacantes en
relación con el número de trabajadores, la población tendrá mayor propensión
a buscar el autoempleo como una opción. Lo que significa que en materia de
política pública podría no ser adecuado incentivar sólo el emprendimiento,
puesto que las condiciones precarias del mercado laboral ya son suficiente
incentivo. En ese sentido, se debería apoyar a los negocios ya existentes (aun
siendo de autoempleo) para consolidarse e intenten transitar a formas más
robustas de empresa y aumenten así el número de vacantes disponibles en el

129
José Gabriel Aguilar y René Allet Acuña

mercado. Esto podría implicar, por ejemplo, el poder incrementar los apoyos
en materia de seguridad social, acceso a financiamiento o asesoría fiscal.
Es importante destacar que la ampliación desarrollada se puede utilizar
como base para integrar otras mecánicas que pueden ser consideradas como
esenciales en funcionamiento práctico de un mercado laboral efectivo, tales
como la negociación salarial, el proceso de búsqueda de ocupación, el apren-
dizaje a través del tiempo, el efecto de las habilidades laborales los benefi-
cios del autoempleo, o bien, el papel del espíritu emprendedor en la toma de
decisiones. Lo anterior permitirá obtener una visión más integral del mercado
laboral que incluya los distintos procesos que inciden en los flujos de entrada
y salida del desempleo. Asimismo, en el afán de caracterizar a las economías en
desarrollo, será valioso seguir integrando elementos relativos a la informalidad
laboral y el subempleo al contexto de la propensión a emprender.

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