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Normalización

La normalización tiene como objetivo proporcionar una estructura uniforme y de grano fino al acero.
El proceso se utiliza para obtener una microestructura predecible y una garantía de las propiedades
mecánicas del acero.

Beneficios

Tras el forjado, la laminación en caliente o la fundición, la microestructura de un acero es a menudo


poco homogénea y formada por granos de gran tamaño y componentes estructurales indeseables,
como bainita y carburos. Dicha microestructura tiene un impacto negativo en las propiedades
mecánicas del acero, así como en la maquinabilidad. La normalización permite que el acero obtenga
una estructura homogénea de grano más fino con propiedades predecibles y maquinabilidad.

Aplicaciones y materiales

La normalización se utiliza principalmente en aceros al carbono y aceros de baja aleación, para


normalizar la estructura tras el forjado, la laminación en caliente o la fundición. La dureza obtenida
tras la normalización depende del análisis dimensional del acero y la velocidad de enfriamiento
utilizada (aproximadamente, 100-250 HB).

Detalles del proceso

Durante la normalización el material se calienta a una temperatura aproximadamente equivalente a


la temperatura de endurecimiento (800-920 °C). A esta temperatura se forman nuevos granos
austeníticos. Los granos austeníticos son mucho más pequeños que los granos ferríticos anteriores.
Tras el calentamiento y un tiempo de inmersión breve, los componentes se enfrían libremente en el
aire (gas). Durante el enfriamiento se forman nuevos granos ferríticos, con un tamaño de grano
refinado. En algunos casos, tanto el calentamiento como el enfriamiento tienen lugar bajo un gas
protector, para evitar la oxidación y descarburación.

Las calderas industriales aparecen por primera vez a finales del siglo XIX y fueron, sin duda alguna,
uno de los descubrimientos más relevantes de nuestra historia reciente. Saber cómo funcionan es
muy importante ya que éstas son máquinas ampliamente utilizadas en la mayoría de procesos
industriales. Si te gustaría conocer cuántos tipos existen a día de hoy en el mercado, no te pierdas
nuestro post de hoy. Además, recuerda que en escuela ELBS puedes especializarte en el montaje de
calderas industriales con nuestro Máster en Diseño de Calderería y Estructuras Metálicas. Una
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Partes y funcionamiento

Las calderas industriales o generadores de calor son equipos complejos capaces de producir calor al
quemar combustible. Dicho de otro modo, se trata de instrumentos térmicos que tienen cómo
propósito convertir el agua o fluido caloportador en vapor mediante la quema de cualquier tipo de
combustible. En la actualidad, se utilizan en numerosos procesos industriales que requieren altas
temperaturas como en la industria química o petroquímica, entre otras.

Ahora qué ya sabemos que son, veamos las diferentes partes que conforman una caldera industrial:

Quemador:

Es el único responsable de la quema de combustible. Y puede ser combustible líquido, gas o sólido
produciendo una llama.

Cámara de combustión:

Es dónde se quema el combustible y dónde se alcanzan las temperaturas más altas y que en
ocasiones puede llegar a los 2.000ºC.

Circuito de humos:

En él se produce un intercambio de calor entre los gases y el agua. Por un lado, conduce el humo
producido en la combustión hacia la caja de humos y por otro lado, se encarga de arrebatar la mayor
cantidad posible de calor para luego cederla al agua.

Caja de humos:

Es donde confluye el humo para ser enviado posteriormente hacia el exterior

Salida de agua:

Una vez el agua entra en la caldera y ha absorbido el calor es enviada de nuevo hacia la instalación

Circuito de agua:

Es donde circula el agua que se calienta al absorber el calor de las paredes que la contienen

Tipos de calderas industriales


Aunque existen diferentes prototipos y diseños de fabricación, las calderas industriales se pueden
clasificar en tres grandes grupos:

Calderas industriales pirotubulares:

Son aquellas cuyos gases proceden de la combustión del propio combustible y circulan por el interior
de los tubos. El combustible se quema en la cámara de combustión, en donde tiene lugar la
transmisión de calor por radiación. Los gases resultantes circulan a través de los tubos que forman el
haz tubular donde tiene lugar el intercambio de calor. Una vez realizado el intercambio térmico, los
humos se expulsan al exterior a través de la chimenea.

Calderas industriales acuotubulares:

A diferencia de la anterior, es el agua el que circula por el interior de los tubos de agua formando un
circuito cerrado. Este tipo de calderas industriales, pueden estar dotadas de otros elementos de
intercambio de calor como: el recalentador o el economizador. Y su composición consta de una
cámara de combustión, tubos de agua y el refractario, lugar donde se produce la combustión. En
este caso, los gases resultantes de la combustión son conducidos a través del circuito de la caldera y
expulsados a la atmósfera a través de la chimenea.

Calderas industriales de vaporización instantánea:

Se trata de una variedad de las anteriores. El volumen de agua utilizado es menor en relación a la
cantidad de calor que se inyecta. Esto favorece que se produzca una vaporización instantánea.

Calderas industriales más eficientes y ecológicas

Desde antiguas calderas de vapor hasta calderas de gas, carbón o de condensación. Una evolución
que se ha producido a lo largo de los años y que nos ha acompañado tanto en nuestros hogares
como en las diferentes industrial del planeta. ¿Cuál es el reto ahora? Reducir las emisiones de gas
durante los próximos 5 años y diseñar nuevos prototipos y sistemas como las calderas de biomasa.
Fuentes de calor mucho más sostenibles y eficientes.

Historia

En 1769, Dionisio Papin (Denis Papin) creó una pequeña caldera llamada marmita. Se usó vapor para
mover la primera máquina homónima, la cual no funcionaba durante mucho tiempo, ya que utilizaba
vapor húmedo (de baja temperatura) y al calentarse, ésta dejaba de producir trabajo útil.
En 1776, James Watt completó una máquina de vapor de funcionamiento continuo, que usó en su
propia fábrica. Con ello se empezó a desarrollar la fabricación de calderas. Inicialmente, las calderas
fueron empleadas para accionar bombas de agua, de cilindros verticales; fueron las impulsoras de la
revolución industrial.

Las primeras, las calderas de olla, tuvieron el inconveniente de que los gases calientes estaban en
contacto solamente con su base, y en consecuencia se desaprovechaba el calor del combustible.
Debido a esto, se introdujo el uso de uno o dos tubos adentro de la caldera para aumentar la
superficie de calefacción, calderas de ductos. Luego, se comienza a utilizar calderas en locomotoras
para trenes, tanto de carga como de pasajeros; y se prueba su uso en automóviles.

Se mejoran las calderas con la introducción de las calderas pirotubulares, que tienen varios tubos
por los que pasan los gases de la combustión. Empiezan a utilizarse en embarcaciones con motores
alternativos de vapor. Una mejora de las calderas estacionarias, es implementado en buques de
guerra, las calderas acuotubulares, que tienen tubos por los que pasa agua. La ventaja de está, es la
velocidad de reacción, es más fácil y rápido evaporar poca agua en unos tubos que mucha agua en
una olla. Esta favoreció su uso en buques de guerra.

Para medir la potencia de la caldera, y como dato anecdótico, Watt recurrió a medir la potencia
promedio de muchos caballos, y obtuvo unos 33 000 libras-pie/minuto o sea 550 libras-pie/s, valor
que denominó Horse Power. Posteriormente, al transferirlo al sistema métrico de unidades, daba
algo más de 76 kgm/s. La Oficina Internacional de Pesos y Medidas de París, resolvió redondear ese
valor a 75 más fácil de simplificar, llamándolo caballo de vapor en homenaje a Watt.

Calderas de gasoil

Este es uno de los sistemas que se desarrollaron desde el inicio, especialmente para lugares alejados
como granjas, pues la combustión tiende a ser contaminante. De igual manera, se usan actualmente
para aquellos lugares donde no se tiene acceso a los sistemas de gas natural o propano.

El sistema de las calderas de gasoil funciona calentando el agua que pasa por las tuberías a través de
la combustión del gasoil. Estas calderas se caracterizan por ser muy económicas por su fuente de
energía, sin embargo, son más contaminantes que las calderas de gas, su eficiencia es muy alta y se
usa especialmente en lugares amplios.

Tipos de Calderas de gas o gas natural


Pata mantener la temperatura del ambiente y del agua, especialmente en invierno, las calderas de
gas son una excelente opción. Inicialmente, en los primeros desarrollos de este tipo de caldera, la
contaminación era mucho más alta porque el sistema de gas estaba en la parte exterior de la
caldera. Ahora, con las innovaciones que se habían desarrollado, los efectos contaminantes del gas
se han disminuido.

Las calderas a gas son las más usadas especialmente en los edificios de apartamentos ya que ofrecen
una eficiencia superior al 80% y el desperdicio de recursos es mínimo. Debido a la gran aplicación de
este tipo de calderas, se han desarrollado diferentes aplicaciones:

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Caldera atmosférica

Las calderas atmosféricas son aquellas que usan oxígeno para poder generar la combustión sin la
necesidad de sistemas adicionales. La manera en la que estas calderas funcionan correctamente es a
través de su sistema de ventilación. Estas calderas están diseñadas para que de acuerdo con el tipo
de ventilación, se genere la potencia de combustión.

Calderas estanca

Debido a que la mayoría de las calderas no tienen una efectividad suficiente para aprovechar toda la
energía (normalmente llegan hasta el 85%), la caldera de estanca fue diseñada para aprovechar el
calor que se escapa al exterior y de una un otra forma reutilizarlo, de esta manera, se incrementa el
% de eficiencia y elimina de cierta manera los riesgos de contaminación. La combustión de estas
calderas se genera desde su interior por lo que también es una ventaja frente a la contaminación.

Calderas de bajo nox

Debido a la emisión de gases de óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NOx), las calderas bajo
este sistema reducen considerablemente la emisión de estos gases que son altamente
contaminantes y generan efecto invernadero. Su sistema se basa en el sistema de calderas de
estanca por lo que su combustión se genera desde el interior y de esta manera aumenta su
efectividad aprovechando los gases y el vapor del exterior.

Calderas mixtas

Como hemos mencionado en anteriores oportunidades, las calderas aportan excelentes beneficios
en las necesidades de calefacción del ambiente y del agua. Las calderas mixtas contienen sistemas
que permiten a través del gas, calentar el agua para uso sanitario y adicionalmente, calentar el
ambiente. Una de las desventajas de estas calderas es que no logra la suficiente potencia y
generación de energía, por lo que al darle la prioridad a calentar el agua, pierde potencia en la
calefacción del ambiente.

Calderas con microacumulación

Otra de las clasificaciones de calderas a gas es a través de la microacumulación, este tipo de calderas
se ha convertido en el sistema más eficiente para calentar el agua, pues su sistema ha resultado ser
uno de los más potentes ya que logra calentar el agua de manera instantánea, ofreciendo un mayor
confort a sus usuarios.

Calderas de condensación

Las calderas de condensación se convirtieron en uno de los artefactos más eficientes en la necesidad
de mejorar la temperatura del ambiente. Estas calderas funcionan mediante el aprovechamiento del
calor presente en el humo de la combustión, por lo que genera una eficiencia superior al 80%. Este
beneficio es el más evidente ya que al reutilizar toda la energía que se desaprovecha, la eficiencia
aumenta y por lo tanto genera una muy buena potencia para asegurar la energía suficiente que se
requiere en la calefacción de los espacios.

Calderas eléctricas

Las calderas eléctricas, como su nombre lo indica, son calderas que emiten calor para mejorar la
temperatura del ambiente y del agua, estas calderas en un gran porcentaje se usan en hogares y
reemplazan las calderas a gas. El funcionamiento de esta caldera se basa en un termostato que se
programa y emite el calor suficiente para calentar el ambiente y el agua. Aunque se ha generado
controversia respecto al consumo de energía eléctrica, los proveedores de este servicio incluyen el
consumo de la caldera en la facturación mensual y los análisis han demostrado que el consumo no se
incrementa sustancialmente.

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Calderas de biomasa

Con la evolución de los sistemas de las calderas y la necesidad de generar la menor cantidad posible
de contaminación, surgieron las calderas de biomasa, estas calderas usan como combustible
elementos como madera, huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, etc. A través de radiadores,
se genera la calefacción del ambiente. Es una alternativa totalmente amigable con el ambiente que
se ha tomado la mayoría de los hogares y de algunas industrias.

Aunque inicialmente se usaban para lugares rurales, se han implementado en las zonas urbanas y se
han convertido en una excelente fuente de calefacción. Su base de combustible generalmente se
alimenta con elementos como:
Astillas de madera

Pellets (madera granulada)

Policombustible: usan varias fuentes de combustible de biomasa para generar la energía suficiente

Hueso de aceituna

Este tipo de biomasa como lo mencionamos, es una excelente fuente de energía la cual aporta
grandes beneficios sin contaminar el ambiente

Calderas de carbón

Como su nombre lo indica, las calderas de carbón usan este combustible como medio para generar
energía, su uso se ha venido disminuyendo de acuerdo con la emisión de gases y contaminantes que
pueda generar, sin embargo, muchas empresas han desarrollado sistemas que asegurar la
disminución de la contaminación de acuerdo con la reglamentación ambiental de cada país. Las
calderas de carbón se usan especialmente en las industrias ya que su eficiencia es muy alta y la
generación de energía es totalmente óptima.

Calderas de vapor

Ya sea con combustibles, biomasa o cualquier otro tipo de generador de energía como el carbón, las
calderas de vapor siempre van a ser el motor de la industria. Este vapor se genera calentando el
agua a través del combustible y generando la energía suficiente para calefacción o movimiento de
elementos. Su eficiencia es muy alta y dependiendo del combustible, los niveles de contaminación
varían.

Calderas pirotubulares y acuotubulares

Las calderas pirotubulares contienen un sistema de tubos que calientan el agua y el combustible y
generan la energía suficiente para la necesidad de calefacción. Para el caso de las calderas
acuotubulares, es el mismo sistema, sin embargo, por los tubos pasa agua para generar una mayor
cantidad de energía y combustión.

Cada caldera está adaptada para una necesidad diferente, hay múltiples desarrollos que se enfocan
en industrias diferentes y en hogares. Para nosotros es muy importante tener la mayor claridad en la
aplicación de cada una para de esa misma manera ofrecer a nuestros clientes la caldera más
adecuada a sus requerimientos, asegurando eficiencia energética y calidad

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