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Código: 6658
Ashok, M., Biswajit, S., & Jibitesh, M. (2011). Structured Approach to Project Execution,
Monitoring and Control at Operational Level. Management Science and Engineering. Vol c, No.
1. https://qrgo.page.link/1nVqA
El proceso de ejecución, seguimiento y control del proyecto consta de tres pasos esenciales.
▪ Identificación de las actividades críticas para que se pueda dar mayor atención o
prioridad a estas actividades.
▪ Pre-revisión para comprobar si se cumplen o se pueden cumplir las condiciones y
prerrequisitos requeridos para ejecutar una actividad.
▪ Ejecución de actividades y revisión. Esto implica organizar todas las entradas, hacer el
trabajo y resolver los problemas que surgen durante la ejecución.
Las actividades son generalmente planificadas y programadas sobre una base diaria o semanal.
Los informes de progreso periódicos y el uso del concepto de valor ganado son herramientas
útiles de monitoreo de proyectos para los gerentes senior. Pero el seguimiento también es
necesario a nivel operativo, para lo cual se debe controlar un gran número de actividades.
El índice para determinar el nivel de preparación para ejecutar una actividad se puede expresar
como: R = r1w1+ r2w2+ r3w3+ r4w4
Donde R es el índice de preparación para ejecutar una actividad, r1r2r3yr4 son la calificación del
nivel de preparación actual para ejecutar una actividad en diferentes parámetros y w1, w2, w3y
W4 son los pesos correspondientes asignados a estos parámetros.
Un plan es factible si el diseño está técnicamente bien, la metodología es apropiada, todas las
entradas de los atributos deseados están disponibles o pueden estar disponibles y la duración
especificada en el cronograma es adecuada. El éxito de la ejecución del proyecto depende de su
plan. Si un plan es realmente bueno, no debería surgir ningún problema durante su ejecución.
Pero tales planes ideales generalmente no existen.
Según el modelo de Simon (1960), el proceso de toma de decisiones consta de tres fases de la
siguiente manera.
La ejecución cumple con las actividades que permiten el logro de los objetivos, mientras que el
monitoreo o seguimiento mide y, de alguna manera, controla, la forma cómo se están
gestionando las actividades, para determinar las anomalías que puedan estar surgiendo y
corregirlas a tiempo. Si el Project Manager hizo una buena planificación, el equipo de proyecto
hará una buena ejecución. Si la ejecución va acorde con la planificación es porque hemos hecho
una buena labor de seguimiento. Tendremos menos cambios que implementar.