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FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE LETRAS
Literatura Argentina II
Prof. Adjunta: Dra. María Alejandra Minelli
Prof. Asistente de docencia: Esp. Rayén Daiana Pozzi
Prof. Ayudante de docencia: Esp. Rocío Fit
“A cien años de Veinte poemas para ser leídos en el tranvía de Oliverio Girondo”
Escriban un ensayo en el que trabajen el poemario Veinte poemas para ser leídos en el
tranvía de Oliverio Girondo a partir del abordaje de uno de los siguientes temas:
● El yo poético
● La ciudad
● El erotismo
● El humor
● El viaje cosmopolita
● Los usos del lenguaje
Desarrollen una hipótesis de lectura sobre el tema seleccionado a partir del análisis de
algunos de los poemas de la obra.
LICENCIATURA EN LETRAS.
LITERATURA ARGENTINA II.
Ensayo sobre Veinte poemas para ser leídos en el tranvía de Oliverio Girondo.
El sujeto absorbido por una ciudad repulsivamente atractiva
Un yo que se pierde, una metrópolis que siente.
En Veinte poemas, es posible notar que la ciudad que nos presenta Girondo se aleja
del modelo urbano que habían planteado hasta ese momento otros poetas argentinos, tal como
ocurre en Fervor de Buenos Aires de Borges, el primero poemario del autor, publicado en
1923. Este se centra -los poemas se ubican principalmente- en el arrabal porteño y, con un
tono cargado de nostalgia y desde la simpleza, describe los espacios de la ciudad. Veinte
poemas, en cambio, da cuenta de una ciudad completamente distinta, en la que lugares tales
como la milonga, la plaza, el café-concierto y el casino ocupan un rol central. En dicha obra,
entonces, se nos presenta una perspectiva cosmopolita de la Buenos Aires de los años veinte,
una ciudad moderna cargada de los avances tecnológicos tales como “Automóviles afónicos”
(p.53), “Un tranvía que es colegio sobre ruedas” (p.57) “…la llave de la electricidad” (p.37).
Es una ciudad que se construye de modo tal que los objetos adoptan características de lo
humanos “El casino sorbe las últimas gotas de crepúsculo” (p.53), “¡Los patios fabrican
azares y noviazgos!” (p51) “Ventanas con aliento y labios de mujer” (p.51) y el sujeto se
deshumaniza “Una señora que hace gestos de semáforo a un vigilante...” (p.61)
Pienso dónde guardaré los quioscos, los faroles, los transeúntes, que se me
entran por las pupilas. Me siento tal lleno que tengo miedo de estallar… Necesitaría
dejar algún lastre sobre la vereda.
Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de ponto, se arroja entre
las ruedas de un tranvía. (Girondo, O. 2014:41)
Por otro lado, a través del recurso poético denominado personificación, en el que el
poeta les otorga sentidos humanos a los objetos, se pone en evidencia la convulsión, la
agitación y la estruendosa sonoridad propia de la ciudad en proceso de cambios, de avances
tecnológicos. Una urbanización que no es cálida, que no es vista desde una perspectiva
nostálgica o afectuosa, sino que más bien es descripta desde un punto de vista totalmente
alejado y desprendido de emoción, explicitando el caos urbano, tal como ocurre Pedestre,
poema en el que se menciona que “un edificio púbico aspira el mal olor de la cuidad” (p.56) o
donde “Con un brazo prendido a la pared, un farol apagado tiene la visión convexa de la
gente que pasa en automóvil” (p.56). Esta ciudad es una que estremece (p.57), en la cual las
casas se despiertan y ven a los transeúntes pasar (p.55), en la que las sombras se acuestan a
fornicar en la vereda (p.56)
hombre=ciudad
hombre=objeto
Hay viejos árboles pederastas, florecidos en rosas té; y viejos árboles se tragan los
chicos que juegan al arco en los paseos (…) negro que tienen cutis de tabaco, las
palmas de las manos hechas de coral y sonrisas desfachatadas de sandía (Girondo, O.
2014:40)
Los árboles degluten a los niños, quienes son tragados y pasan a formar parte de la
entidad urbana, a estar en su interior. Los hombres, además, poseen piel de tabaco y manos de
coral, siendo sus atributos corporales descriptos como objetos, es decir, que la descripción
realizada en Río de Janeiro no marca diferencia alguna entre los rasgos propios de un sujeto y
los que son pertenecientes al mundo de los objetos. Del mismo modo en que las diferencias
de sujeto-objeto se pierden, así también, en Nocturno, por ejemplo, son los objetos quienes
pasan a un plano central en el poema, la ciudad es lo que destaca y domina la obra. Los
objetos sienten incluso más que los humanos, como es posible observar en la siguiente
metáfora: “Hora en que los muebles viejos aprovechan a sacarse las mentiras, y en que las
cañerías tienen gritos estrangulados, como si se asfixiaran dentro de las paredes” (p.37) o “A
veces se piensa, al dar vuelta la llave de la electricidad, en el espanto que sentirán las
sombras, y quisiéramos avisarles para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones”
(p.37). Es una ciudad donde los sujetos y los objetos se desdibujan. La cosificación y
personificación, como hemos intentado dar cuenta, es constante a lo largo de la obra,
formando parte de una estructura que caracteriza al poemarioa Veinte poemas.
Para concluir, entonces, podemos decir que, en Veinte poemas para ser leídos en el
tranvía de Oliverio Girondo, a través de la metáfora y la personificación, da cuenta de una
ciudad moderna caótica, una ciudad en la que el sujeto y la urbe se funden, porque esta última
lo absorbe. El sujeto es consumido, tragado. La ciudad que representa e intenta plasmar el
autor, por medio de poemas en versos y en prosa, es una que se muestra como un ente que
siente, absorbe y condensa el ser-sentir moderno, un sentir cuestionable, sucio, muchas veces
inmoral, desacralizante, fragmentario, pero, aun así, aun poseyendo estas características,
resulta repulsivamente atractiva.
Bibliografía:
Girondo, Oliverio (2014). Veinte poemas para ser leídos en el tranvía. Losada, Buenos Aires.
Muschietti, D. (1988). El sujeto como cuerpo en dos poetas de vanguardia (César Vallejo y
Oliverio Girondo), en Filología, U.B.A., Bs. As.
Sarlo, B. (1988). Oliverio, una mirada de la modernidad. En Una modernidad periférica:
Buenos Aires 1920 y 1930, Buenos Aires, Nueva Visión.
El trabajo está muy bien, está aprobado para la instancia práctica del cursado. Si desearas
presentarlo a las Jornadas de Lectura Crítica, deberías incorporar las correcciones señaladas y
colocar en diálogo el estudio de Schwartz con el de Muschietti, en particular en torno a la
fragmentación del sujeto poético. Recibiríamos la nueva versión hasta el 24 de octubre para
realizar otra corrección previa a la presentación a las Jornadas.