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Emerson
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COMUNICACIÓN
HUARAZ, 2022
I. INTRODUCCION
La alimentación, es una acción que las personas realizan con el fin de proporcionar
sustancias que tengan nutrientes necesarios para el desarrollo del organismo humano. Por
ello, las personas tenemos la capacidad de decidir y poder tomar las decisiones más
convenientes para nuestra vida y futuro. Pero hay decisiones que se toman en el día a día,
y una de estas es la alimentación, es decir que comemos. Es claro que sea por
desconocimiento o costumbre, algunos o muchos de los alimentos que la población
ingiere diariamente hacen daño. En los últimos tiempos, la población ha optado
progresivamente por alimentos sin procesar sustituyéndolos por alimentos
procesados de fácil preparación, no obstante, otra parte de la población asume la
alimentación “vegana” aunque aún en la población no es significativa.
Nos resulta muy favorable consumir los productos de origen vegetal. Ello debe
considerarse como una gran ventaja en un momento en que existe un gran consenso
mundial en promocionar algunos productos vegetales para una mayor sostenibilidad
medioambiental. Consumo nutriente como azúcares, grasa saturada y sal. En este punto,
merece destacarse que la ingesta de sal (sodio) es uno de los principales determinantes de
mortalidad tanto global como cardiovascular, por lo que la penalización del consumo de
sal debe considerarse como un aspecto muy positivo. Así mismo es importante valorar
como negativo la cantidad de energía que puede aportar cada alimento. Dada la epidemia
de obesidad que vivimos actualmente, aunque en este sentido resaltaría que cada vez
disponemos de más evidencias de que el efecto de una caloría de un alimento no siempre
es igual a una caloría de otro.
Los alimentos que no entran en esta clasificación, son los productos frescos (fruta,
verdura, carne y pescado), alimentos con un solo ingrediente (vinagre, miel), café, té,
infusiones y bebidas alcohólicas, por lo que se ha llegado a afirmar que algunos de los
productos más saludables. No tener en cuenta la calidad de proteínas, hidratos de
carbono y grasa de los alimentos. Al valorar las proteínas, debería valorarse su calidad y
procedencia, animal o vegetal, ya que el valor nutricional de las proteínas de origen
animal es mayor al proporcionar un mayor número de aminoácidos esenciales. Así mismo
no tener en cuenta el efecto negativo del procesamiento de algunos alimentos envasados.
Entre productos funcionales y hedónicos, se espera que la actitud hacia la marca sea más
positiva en los hedónicos, esto es por la percepción que se tiene de los productos
hedónicos, de ser productos perjudiciales para la salud.
Murias, M., Murias S., Cutipa R (2020) INTRODUCCIÓN DEL SISTEMA DE ADVERTENCIAS AL