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estos pueden generar otros trastornos dolorosos, como ansiedad y depresión. Aunque los
investigadores creen que los recuerdos recuperados pueden ser, al menos a veces, recuerdos
falsos, es posible que puedas recobrar los recuerdos reprimidos yendo a terapia, desencadenando
los recuerdos o deteniendo los hábitos disociativos.[1] Si crees que puedes tener recuerdos
reprimidos, pero no sabes qué hacer, este wikiHow puede ayudarte. Las personas suelen obtener
consejos acertados de organizaciones como la Asociación Americana de Psicología, la Asociación
Americana de Psiquiatría y la Sociedad Internacional para el Estudio del Estrés Traumático.
Recurrir a un psicoterapeuta sin experiencia puede causar más perjuicio que provecho si
has experimentado un trauma. Pregúntale al psicoterapeuta acerca de su educación, su
formación especializada y su historial de trabajo previo para asegurarte de que esté
debidamente calificado.
También puedes revisar la página web del psicoterapeuta potencial para saber más sobre
su experiencia y su ejercicio profesional.
Dile al psicoterapeuta de qué manera crees que los recuerdos te hacen daño. Piensa en la razón
por la que es importante para ti recordar lo que sucedió. Explícale por qué sospechas que tienes
recuerdos reprimidos y qué es lo que crees que pudo haber sucedido. ¿Qué sentimientos o
trastornos de salud mental experimentas que puedan derivarse de estos recuerdos? ¿Por qué has
sido tratado en el pasado?[3]
El psicoterapeuta necesita saber qué es lo que quieres cambiar de tu vida. A medida que
te trata, puede ayudarte a trabajar para lograr estos objetivos, aunque no recuperes todos
los recuerdos.
Por ejemplo, puedes tener una gran ansiedad que creas que esté relacionada a una
experiencia negativa que hayas tenido cuando eras un niño. Puedes decir algo como "La
ansiedad está haciendo que no pueda relajarme. Siempre me siento alterado y nervioso, y
creo que es por algo que me ocurrió durante el verano que pasé con mis abuelos cuando
tenía 7 años".
Usa la terapia de conversación centrada en el trauma para recuperar los recuerdos reprimidos.
Es un proceso lento, pero hablar de tus experiencias y sentimientos puede ayudarte a desentrañar
poco a poco los recuerdos que tienes ocultos en la mente. El psicoterapeuta escuchará a medida
que hables acerca de los problemas que tienes en la actualidad, así como de los que has tenido en
el pasado. También puede hacerte preguntas. Al hacer la terapia de conversación, los recuerdos
pueden salir a la superficie cuando estés listo para recordar. [4]
La terapia de conversación provee un espacio seguro para que recuperes los recuerdos
reprimidos. Además, el psicoterapeuta puede ayudarte a lidiar con cualquier recuerdo
traumático que vuelva.
La terapia de conversación se considera la mejor manera de recuperar los recuerdos. Es la
manera más segura y más efectiva de recobrar los recuerdos reprimidos.
Recuerda que es posible que te recuperes, aunque no recuerdes qué es lo que pasó.
Por ejemplo, el psicoterapeuta puede ayudarte a aprender a calmar la ira extrema o a usar
el diálogo interno positivo para lidiar con la depresión.
Trabaja en los objetivos que establezcas con el psicoterapeuta para que sigas haciendo
progresos.
Haz que la consciencia plena sea parte de tu vida cotidiana para que te mantengas en el
presente.
No especules sobre cuáles pueden ser los recuerdos reprimidos. Esto causará más
perjuicio que beneficio.