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ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS

Permita que el estudiante tenga a la mano un objeto que lo tranquilice o fotos de


su familia, por ejemplo, una pelota anti estrés.

Autorice que el estudiante se tome un descanso para caminar por el pasillo, ir a


tomar agua o salir del aula cuando lo necesite, esto se lo puede realizar cuando
sea el cambio de hora, antes de iniciar alguna actividad que va a requerir de
esfuerzo, o cuando el maestro lo crea pertinente.

Confirme a menudo si hubo entendimiento y el estado emocional.

Permita que el estudiante presente sus proyectos al maestro, además de exima al


estudiante de leer en voz alta o mostrar su trabajo en lugar de a toda la clase,
dado que puede estar expuesto a críticas por parte de sus compañeros y generar
frustración y rabia en el alumno.

En cuanto a la baja tolerancia a la frustración se pueden realizar técnicas de


relajación como:

 Respiración 1,2 3 

 Alejarse de la situación conflictiva

 Mi lugar tranquilo (cerrar los ojos y pensar en un lugar relajante donde solo

estés tu)

 Pensar en algo que genere un pensamiento positivo inmediato (pensar en mi

mascota, recordar que el fin de semana iré a un cumpleaños….

Los trabajos grupales:

Antes de realizar los trabajos grupales se puede realizar una técnica de relajación

para bajar la intensidad de la emoción, en caso de haber rechazo o frustración:

Ejemplo orientativo para exponer al alumnado

Situación: estoy haciendo un trabajo grupal y no nos ponemos de acuerdo sobre

cómo llevarlo a cabo. “Siento impotencia y rabia porque quiero hacerlo a mi manera,

es la forma más adecuada”.


 Como ante esta situación empiezo a hablar un poco mal a mis compañeros,

reconozco que siento rabia.

 Creo que debo bajar la intensidad de mi rabia para que la frustración (y la

situación) no me controle. Pongo en práctica una técnica de relajación: pido a

mi profesor si puedo ir un momento al baño, alejándome así por un segundo

de la situación y calmándome tomando un poco de agua. 

Usar un lenguaje positivo

Es necesario que el profesorado utilice un lenguaje positivo, que sirva de modelo

para sus alumnos. Hay que tener en cuenta que la habilidad para aprender es

cambiante y depende de nuestro esfuerzo (neuroplasticidad cerebral) y que por

consiguiente si un alumno fracasa en alguna tarea no significa que esté todo perdido.

Siempre se puede mejorar con esfuerzo, motivación y un lenguaje positivo que haga

ver a los estudiantes que son capaces de superarse.

 Crear rutinas que posibiliten una mejor organización de las sesiones y que

permitan al alumno anticipar lo que viene a continuación.

 Reducir el tiempo dedicado a las explicaciones verbales, buscando una mayor

implicación del alumnado.

 Favorecer la participación.

 Explicar con detalle, de forma individual si es necesario, los procedimientos

de resolución de las actividades o tareas que se plantean.

 Enseñar y aplicar de forma práctica técnicas de estudio en el día a día del aula:

realizar esquemas, incentivar el subrayado, etc.

 Transmitir conocimientos por medio de la asociación y las vivencias,

partiendo de conocimientos previos y acercando los contenidos o su

presentación a los intereses del alumnado.

 Fomentar la realización de ejercicios prácticos.


 Fomentar la buena conducta y la utilización del elogio, buscando y resaltando

el éxito tanto como sea posible.

 Ofrecer algún tipo de incentivo que ayude al alumno o alumna a interesarse

por conseguir una meta, partiendo de una búsqueda previa de sus intereses.

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