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LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA Y SUS IMPACTOS EN EL MEDIO AMBIENTE

El desarrollo de la ciencia y el uso de la tecnología le han permitido al hombre transformar el medio ambiente. La
explotación desmedida e irracional de los recursos naturales, el empleo de los mismos en la satisfacción de sus
necesidades materiales y espirituales, la demanda sin precedentes a la que el rápido crecimiento de la población
humana y el desarrollo tecnológico someten al medio ambiente, está produciendo un declive cada vez más acelerado
en la calidad de éste y en su capacidad para sustentar la vida. La protección del medio ambiente se ha convertido en
una prioridad, en una necesidad de primer orden para garantizar el desarrollo económico y social y, sobre todo, para la
salud y la supervivencia de la especie humana en todo el planeta.

Nadie, en su sano juicio, podría poner en duda que tanto la ciencia como la tecnología constituyen dos de las más
grandes conquistas de la especie humana. Las revoluciones industriales que tuvieron lugar entre los siglos XVIII y XIX
y la Revolución Científico Tecnológica de la segunda mitad del siglo XX han transformado, radicalmente, no sólo las
condiciones de vida y la actividad práctica de los seres humanos sino también la manera y el modo de entender el
mundo con toda su riqueza y complejidad y la manera y el modo de entendernos a nosotros mismos, en un continúo
proceso de interacción y transformación creciente de toda la realidad en la que estamos inmersos.

No existe campo o esfera de la vida humana en que no sean evidentes los múltiples beneficios que el desarrollo de la
ciencia y la tecnología han traído consigo. Saltan a la vista los grandes logros alcanzados en las comunicaciones, la
medicina, la construcción, la economía, la educación, por solo citar algunos, los cuales, indudablemente, redundan de
modo inmediato y eficaz en una mayor y mejor calidad de vida de una buena parte de los seres que habitamos este
planeta. Sin embargo, desde hace ya algunas décadas, importantes personalidades del mundo de la política, la ciencia,
la educación, la filosofía y otras ramas del saber, vienen alertando sobre los peligros reales y potenciales que un mal
uso de los logros de la ciencia y la tecnología acarrean y pueden acarrear sobre el medioambiente. Basta recordar el
uso de la energía nuclear en la construcción y detonación de las dos bombas atómicas que arrasaron en 1945 con las
ciudades de Hiroshima y Nagasaki, provocando una espantosa secuela de muerte y destrucción cuyos efectos aún
llegan hasta nuestros días o la utilización de las investigaciones médicas, por parte del régimen nazi, sobre los
prisioneros de los llamados campos de concentración a lo largo de la segunda guerra mundial, por sólo citar dos
ejemplos entre otros muchos que pudieran citarse.

Por otro lado, la explotación desmedida e irracional de los recursos naturales, por parte, fundamentalmente, de las
grandes empresas y transnacionales de los países capitalistas más desarrollados, haciendo un uso eficaz de los
avances tecnológicos, y en cuya base se encuentra la filosofía del consumismo y la maximización de la ganancia a
toda costa sin importar daños y prejuicios de ninguna índole al medioambiente, ha provocado un profundo desequilibrio
y deterioro de los múltiples ecosistemas y del ecosistema global del planeta tierra que amenaza, seriamente, la propia
supervivencia de la especie humana y de las demás especies que habitan esta “Casa Común”.

Es necesario, dejar sentado qué se entiende por medioambiente y por ciencia y tecnología.

Existe la idea, en muchas personas y entre ellas algunas con un determinado nivel de preparación y educación
superior, que medioambiente es “todo aquello que se refiere a la naturaleza, a lo que está fuera de nosotros”, limitando
y empobreciendo grandemente, de esta manera, el verdadero concepto y la esencia de lo que este vocablo implica.

Desde hace varios años numerosos investigadores provenientes de diferentes ramas del saber científico y
organizaciones e instituciones políticas y educativas han ido, progresivamente, perfilando los diferentes aspectos y
dimensiones que conforman el concepto de medioambiente. Así podemos mencionar, entre los numerosos conceptos
que se han elaborado sobre medioambiente, uno que, a nuestro juicio, integra de modo amplio, abarcador y profundo,
las diferentes dimensiones y aspectos de este vocablo. Tomando en cuenta el concepto dado por la Dra. Margarita
McPherson Sayú, en su tesis doctoral en el año 2005: “Podemos entender por medioambiente un sistema complejo y
continuo, donde se manifiestan interrelaciones dinámicas entre lo biótico, abiótico y lo sociocultural, en el que se centra
la visión de un mundo interconectado en una compleja trama de relaciones, que van desde la propia existencia del
hombre hasta su cultura y relaciones sociales”.

En esta definición se puede ver que cuando nos referimos a medioambiente estamos hablando de una realidad
extensiva, compleja e inclusiva que abarca no solo lo físico o material del mundo inanimado sino todo tipo de vida en
cualquiera de los planos en que esta se manifiesta llegando hasta la misma sociedad y las creaciones culturales de
toda índole generadas por el ser humano.

En cuanto a ciencia y tecnología igualmente han sido abordadas desde diferentes enfoques y perspectivas, que van
desde concepciones con marcado acento positivista hasta visiones que tienen un carácter más crítico y menos
cientificista, lo cual, como acertadamente señala el destacado investigador y profesor Núñez Jover (2007) “…resulta
difícil ofrecer una caracterización breve y precisa de lo que entendemos por ciencia. Se le puede analizar como sistema
de conocimientos que modifica nuestra visión del mundo real y enriquece nuestra imaginación y nuestra cultura; se le
puede comprender como proceso de investigación que permite obtener nuevos conocimientos, los que a su vez
ofrecen mayores posibilidades de manipulación de los fenómenos; es posible atender a sus impactos prácticos y
productivos, caracterizándola como fuerza productiva que propicia la transformación del mundo y es fuente de riqueza;
la ciencia también se nos presenta como una profesión debidamente institucionalizada portadora de su propia cultura y
con funciones sociales bien identificadas” y concluye “La razón por la cual es posible apreciar tantas facetas diferentes
de la ciencia es porque ella constituye un fenómeno complejo cuyas expresiones históricas han variado
considerablemente. Por eso las definiciones de ciencia resultan escurridizas y a veces inalcanzables”.

Hasta los años cincuenta del pasado siglo fue dominante, en la comunidad científica, un enfoque lógico-positivista de
la ciencia, el cual, como bien expresa el profesor Núñez Jover (2007) “…centra su atención en el sistema de
conocimientos formado, se interesa por la verdad y la búsqueda de la coherencia lógica del lenguaje científico; este
lenguaje se considera sólo si se refiere a hechos comprobables. De esta opción- empirista, fenomenalista y
descripitivista- se deriva un campo de análisis filosófico reducido: estudio del procedimiento de comprobación de los
fenómenos, formalización de las teorías científicas mediante la lógica matemática y delimitación del lenguaje científico
de otras expresiones lingüísticas.”

Sin lugar a dudas ésta resulta ser una definición reduccionista y empobrecedora de lo que es la ciencia pues como,
acertadamente, expresara el profesor Mario Otero, esta postura realiza una “operación ideológica de ocultamiento que
presenta a la ciencia como autónoma, universal, extrahistórica”. (Núñez Jover, 2007)

Es a partir de los años 60 del pasado siglo que comienza a abrirse paso un enfoque más social de la ciencia, el cual
concibe a la misma como un proceso social estrechamente interrelacionado con la economía, la política, la educación,
la cultura, etc., donde el científico no es un ente encerrado en sí mismo y aislado de lo social sino un individuo con una
determinada posición ideológica y crítica respecto a los diferentes objetos, fenómenos y procesos que le circundan y
situado en un amplio universo axiológico que le permite emitir determinados juicios de valor sobre las múltiples
realidades en las que está inmerso y de las cuales forma parte.

El autor de la presente investigación asume plenamente la definición de ciencia que presenta Krober, quien, situado
explícitamente en la tradición de Marx, plantea: “…entendemos la ciencia no sólo como un sistema de conceptos,
teorías, proposiciones, hipótesis, etc. sino también, simultáneamente, como una forma específica de la actividad social
dirigida a la producción, distribución y aplicación de los conocimientos acerca de las leyes objetivas de la naturaleza y
la sociedad. Aún más, la ciencia se nos presenta como una institución social, como un sistema de organizaciones
científicas, cuya estructura y desarrollo se encuentran estrechamente vinculados con la economía, la política, los
fenómenos culturales, con las necesidades y posibilidades de la sociedad dada”. (Núñez Jover, 2007)

Respecto al concepto de tecnología igualmente han surgido enfoques y perspectivas que tienden a oscurecer y crear
confusión en torno a su verdadera naturaleza. El profesor Núñez Jover (20074) plantea que “Hay por lo menos un par
de imágenes de la tecnología que limitan su comprensión: la imagen intelectualista y la imagen artefactual.

En la primera, la tecnología se entiende apenas como ciencia aplicada: la tecnología es un conocimiento práctico
que se deriva directamente de la ciencia, entendida ésta como conocimiento teórico. De las teorías científicas se
derivan las tecnologías, aunque por supuesto, pueden existir teorías que no generen tecnologías. Una de las
consecuencias de este enfoque es desestimular el estudio de la tecnología; en tanto la clave de su comprensión está
en la ciencia, con estudiar ésta última será suficiente”

“Mientras tanto la imagen artefactual o instrumentalista aprecia las tecnologías como simples herramientas o
artefactos. Como tales están a disposición de todos, y serán sus usos y no ellas mismas susceptibles de un debate
social o ético, pero resulta obvio que esta imagen reduce considerablemente el ámbito de la evaluación de tecnologías.
En el caso más extremo nos priva de la capacidad de discutir los fines sociales y humanos que deben modelar el
desarrollo tecnológico, impidiendo su análisis crítico e ignorando los intereses sociales, económicos y políticos de
aquellos que diseñan, desarrollan, financian y controlan la tecnología”.

El autor de la presente investigación asume la perspectiva de J. Pacey cuando sugiere que “el fenómeno tecnológico
debe ser estudiado y gestionado en su conjunto, como una práctica social, haciendo evidentes siempre los valores
culturales que le subyacen. Las soluciones técnicas deben ser consideradas siempre en relación con los aspectos
organizativos y culturales. En otros términos, las soluciones técnicas son sólo una parte del problema; hay que
observar también los aspectos organizativos y los valores implicados en los procesos de innovación, difusión de la
innovación y transferencia de tecnologías”. (Núñez Jover, 2007)

Una vez dilucidada esta problemática creemos necesario dedicar unas breves reflexiones a la cuestión de la relación
entre Ciencia y Tecnología. Lo primero que debemos decir es que ambas están muy estrechamente relacionadas pues
las necesidades técnicas repercuten en el desarrollo científico, proponiéndole exigencia cognoscitiva a la ciencia para
la investigación, y, recíprocamente, los proyectos o programas de investigación involucran tecnologías. Tal y como
expresó el investigador norteamericano Hottois en 1991 “La nueva ciencia es, por su esencia, tecnológica”.

Actualmente el término Tecnociencia se utiliza para designar este vínculo. Este término es precisamente un recurso
del lenguaje para denotar la íntima conexión entre ciencia y tecnología y el desdibujamiento de sus límites. Como
señala el profesor Núñez Jover (2007): “Esta denominación no necesariamente conduce a cancelar las identidades de
la ciencia y la tecnología, pero sí nos alerta que la investigación sobre ellas y las políticas prácticas que respecto a las
mismas implementemos tienen que partir del tipo de conexión que el vocablo tecnociencia desea subrayar. Se trata de
tomar conciencia de la naturaleza tecnocientífica de la actividad científica y tecnológica contemporánea. La
biotecnología, la Farmacología, la Química sintética serían algunos ejemplos, entre muchos, que ilustran la naturaleza
de la Tecnociencia”.

Crisis Global Medioambiental

Cada día se hace más intensa, en muchas personas e instituciones de todo el mundo, la conciencia acerca de los
muchos y complejos problemas que hoy afectan al medioambiente, los cuales no solo inciden negativamente en la
salud de las personas y en el desarrollo de los pueblos sino que amenazan y ponen en riesgo la propia supervivencia
de la especie humana y de las demás especies vivas del planeta.

Fenómenos tales como el calentamiento global, la emisión de grandes cantidades de dióxido de carbono a la
atmósfera por parte, fundamentalmente, de las grandes potencias y países desarrollados, la erosión de los suelos, la
tala indiscriminada de árboles, la contaminación de los océanos, ríos y mares, las guerras y la desertificación, entre
otras muchas calamidades, hacen casi imposible la existencia sobre el que una vez se llamó “Planeta Azul”.

Desde hace ya varias décadas, numerosas voces se vienen alzando para denunciar los grandes y graves peligros
que un mal uso de los avances de la ciencia y la tecnología tienden sobre nuestro planeta. Se hace cada vez más
intenso, a todos los niveles, el debate sobre la necesaria relación entre la ciencia y la ética, entre ciencia y conciencia y
se propone un nuevo modelo de desarrollo que no tenga como norma y fundamento el consumo irracional e intensivo
de los limitados y finitos recursos naturales sino que tenga como fin la satisfacción de las necesidades de las actuales
generaciones pero sin amenazar la satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones. A este modelo de
desarrollo se le ha denominado Desarrollo sostenible.

Cada día es mayor el uso que de la ciencia y la tecnología, en función de sus propios intereses de consumo y
dominación mundial. Unido a este fenómeno está también lo que tiene que ver con el monopolio científico y tecnológico
por parte de las grandes potencias industrializadas, las cuales excluyen de los avances y beneficios en este campo a la
mayor parte de los países del orbe. La tan publicitada ”Transferencia tecnológica hacia el Tercer Mundo” por parte de
las potencias mundiales no pasa de ser, en la práctica, más que un juego del lenguaje, demagógico y retórico, carente
de toda significación real.

Cuando hacemos estas observaciones críticas, por supuesto que también reconocemos que una parte importante de
la humanidad se ha beneficiado, de alguna u otra manera, de los indiscutibles logros de la ciencia y la tecnología. Ya
hemos indicado en otro momento que son incontables los beneficios que en disímiles esferas de la vida pública y
privada han traído ambas. No cabe ninguna duda que la humanidad se ha transformado más rápidamente en los dos
últimos siglos que en todos los siglos anteriores de historia, y esto, en una muy buena medida, gracias al vertiginoso
desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Ante esta situación se hace impostergable y urgente diseñar propuestas de acción y buscar alternativas, tanto a nivel
local como global, que ayuden a revertir, progresivamente, esta difícil y compleja situación.

En la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano (Estocolmo, 1972) se plateó la
necesidad de una Educación ambiental y se recomendó que se adoptaran las disposiciones necesarias a fin de
establecer un programa internacional de educación sobre el Medio Ambiente que abarcara todos los niveles de
enseñanza.

La ciencia y la tecnología son dos de las más grandes conquistas del ser humano, las cuales han traído incontables
beneficios en múltiples campos de la actividad humana, no obstante, un uso inadecuado de las mismas puede acarrear
negativas consecuencias sobre el medioambiente y por ende, sobre la salud de las personas y la propia supervivencia
de la especie humana. Ante esta situación le corresponde a la familia, a la escuela y la sociedad, pero de modo
especial a la Universidad, la formación de un ciudadano y un profesional con una alta sensibilidad por la cuestión
medioambiental, comprometido con el desarrollo integral de su territorio y enraizado en los valores del respeto, el
desinterés y la solidaridad

CÓMO AFECTA LA TECNOLOGÍA AL MEDIO AMBIENTe

Los cambios en las condiciones de vida, el aumento de la población, el aumento del gasto energético, la necesidad de
aumentar la producción de alimentos o de bienes de consumo han propiciado los grandes avances tecnológicos en las
sociedades actuales. Las consecuencias de esto son grandes problemas ambientales como la contaminación
ambiental, tala de árboles o urbanización de los terrenos.

Todos nos lo podemos imaginar pero, ¿sabemos realmente cómo afecta la tecnología al medio ambiente?

Tecnología y medio ambiente


La gran mayoría de las actividades habituales en nuestro día a día producen contaminación, ya sea acústica, lumínica
o atmosférica, cuyo receptor final es el medio ambiente. Cada vez que utilizamos electricidad, medios de transporte,
medicamentos, productos para limpieza, calefacción o calentamos alimentos, producimos, aunque no sea de forma
directa, desechos contaminantes.

La contaminación varía según una serie de factores como son el crecimiento de la población, el grado de urbanización,
el desarrollo industrial, la mecanización de la agricultura o la utilización de los recursos naturales. Y entre todos sus
tipos, es particularmente importante la contaminación del aire. Esta contaminación suele proceder de los medios de
transporte, emisiones industriales o emisiones procedentes de la ciudad o el campo.

Estos factores impactan en el medio ambiente de muchas maneras, entre las cuales destacan:

Salinización, acidificación, compactación, erosión o desertificación de los suelos.

Contribución al cambio climático y producción de la niebla contaminante sobre las ciudades (smog).

Afectación a la biodiversidad, causando una disminución de la variabilidad genética.

Contaminación y sedimentación de aguas.

Deforestación de los bosques.

Vertederos de deshechos: en ocasiones, los que manejan las industrias no saben cómo deshacerse de estos residuos,
de manera que los vierten en los países más pobres, lo cual afecta negativamente a la flora, la fauna y el medio
ambiente.

ALGUNOS DATOS SOBRE LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

Se ha comprobado que la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero ha aumentado en gran parte
desde la revolución industrial. Así, se ha visto que la concentración media de dióxido de carbono se ha incrementado
desde los 275 ppm antes de la revolución industrial, hasta los 361 ppm en 1996. Los niveles de metano también se han
duplicado en el último siglo, desde 1,8 ppm hasta 17 ppm en 1992.

Una fuente importante de dióxido de carbono es la quema de grandes masas de vegetación para ampliar las tierras de
cultivo o el gran uso de los combustibles fósiles para obtener energía, aunque la fuente principal del dióxido de
carbono, monóxido de nitrógeno o hidrocarburos emitidos son los medios de transporte. Estos y otros gases clorados,
además de contribuir al calentamiento global, también incrementan el agujero (adelgazamiento) de la capa de ozono.

El nivel de ozono presente sobre continentes como la Antártida ya ha alcanzado sus niveles más bajos, lo que hace
que gran parte de los glaciares de nuestro planeta se estén derritiendo, causando cambios en el clima a nivel global.
Estos cambios suponen que se tengan que hacer frente a obras de contención del mar, migraciones de personas o de
especies, cambios en los cultivos, huracanes, fuertes lluvias o temperaturas extremas.

Beneficios de la tecnología sobre el medio ambiente

Pero la tecnología no solo afecta negativamente al medio ambiente, sino que también puede contribuir a su mejora y
bien utilizada puede ser una herramienta importantísima para la conservación del medio ambiente. Algunos ejemplos
pueden ser:

El reciclaje: el avance de la tecnología ha permitido incrementar los procesos reciclaje de residuos generados en
distintas actividades y aún es posible innovar más en este campo

La tecnología permite mayores conocimientos técnicos y científicos del medio ambiente, contribuyendo a diseñar y
crear bienes o servicios que favorezcan la conservación del medio.

Desarrollo de nuevas formas energéticas que sean amigables con el medio ambiente como la energía solar o la eólica

Desarrollar medios de transporte que utilicen combustibles más respetuosos con el medio ambiente

Desarrollar sistemas que permitan la eliminación respetuosa con el medio ambiente de los desechos químicos

Desarrollar sistemas que permitan controlar el uso de energía en el hogar o en el lugar de trabajo

Muchas de estas propuestas aun deben desarrollarse e investigarse, pero la tecnología también puede ser una aliada
para reducir los riesgos asociados a la disminución de la capa de ozono o a la huella de carbono.

Inventos Ecológicos para la Preservación del Ambiente


La tecnología como aliada: algunos inventos ecológicos

Bien empleada, la tecnología puede convertirse en el gran aliado de la conservación del medioambiente. De hecho,
cada vez son más los y las profesionales de diversos campos de la ciencia que se especializan en el diseño de
soluciones específicas. Pero eso... ¿en qué se traduce?

Esencialmente, el objetivo de estos proyectos es mitigar el impacto de la acción humana en el entorno. Se trata de
inventos creativos y de fácil aplicación.

5 sorprendentes inventos ecológicos

Impresiones con café

En Corea del Sur, un ingeniero comprometido con la reducción de la contaminación global ideó un singular método de
impresión de documentos. En vez de emplear los químicos y tintes tradicionales, su impresora utiliza los restos del café
para fijar los contenidos en el papel. Esta iniciativa puede ser de gran ayuda para disminuir la fabricación de químicos
de este tipo y, al mismo tiempo, el uso de cartuchos de impresora tradicionales. ¡Lo que no sabemos es si el café que
utilizó era de Comercio Justo!

Muebles hechos con periódicos viejos

La técnica, bautizada como "Kranthout", ha sido desarrollada por una marca de muebles holandesa que procesa el
papel de periódico viejo hasta convertirlo en un material compacto ideal para la construcción de piezas, que vistas
desde lejos no se diferencian en nada de la madera tradicional. De llegar a popularizarse, sería una alternativa viable
para frenar la deforestación y sus efectos. ¡Eso sería una gran noticia!

Bolsa convertida en aceite

Se trata de una máquina que convierte las bolsas plásticas en aceite, el cual, a su vez, puede ser reutilizado como
combustible. El aparato genera un litro de aceite por cada kilo de bolsas plásticas y, pese a su alto coste, espera
proyectarse como una alternativa para disminuir la contaminación por carburantes en el mundo. La idea ha sido
desarrollada por una empresa japonesa. Recordemos que el plástico es uno de los materiales que más tarda en
descomponerse, ¡así que deseamos que esta iniciativa prospere!

Teléfonos móviles solares

Los teléfonos móviles, especialmente los smartphones, consumen gran cantidad de energía eléctrica al recargarse casi
a diario. Para romper esta tendencia, el instituto alemán Fraunhofer ha desarrollado un teléfono con paneles solares
incorporados, lo cual significa que puede recargarse exponiéndose dos o tres horas a la luz del sol. Si la iniciativa se
extiende, el reto será modificar los hábitos de las personas usuarias, que por lo general recargan su móvil por la noche.
Esto contribuirá al ahorro de energía eléctrica y al empleo de menores recursos en su producción. ¿Lo conseguiremos?

Cigarrillo-semilla

Fumar es una de las acciones más contaminantes que existen. No solo por la cantidad de humo que provoca, sino por
las colillas del cigarrillo, que tardan cerca de quince años en descomponerse. Actualmente, varias empresas trabajan
en el diseño de un cigarrillo hecho con filtros biodegradables y en cuyo interior hay semillas de flores silvestres, lo cual
garantiza su degradación en apenas unas semanas. La contaminación del aire y de los entornos es una de las
principales causas del desplazamiento de miles de personas en el mundo cada año. ¡Vale la pena!

CÓMO IMPACTAN LOS AVANCES TECNOLÓGICOS EN EL MEDIO AMBIENTE

En la actualidad, imaginar un mundo sin dispositivos tecnológicos es muy difícil, sobre todo porque la tecnología está
en todas partes, desde los aparatos con los que nos comunicamos hasta en los que preparamos nuestros alimentos,
pero seguro no te has preguntado cómo impactan los avances tecnológicos en el medio ambiente.

La fabricación de dispositivos

El primer gran impacto en el medio ambiente es el que se produce a partir de la fabricación de los dispositivos
tecnológicos. Para elaborar el dispositivo desde el que estás leyendo esta tiene componentes que necesitaron de la
extracción de cobre, hierro, zinc, oro, plata, aluminio y coltán, considerado como el “oro negro” de la industria.

Estas materias se obtienen de la industria minera que explota recursos de países subdesarrollados, principalmente de
África, que la mayoría de las veces no ofrece condiciones de trabajo adecuadas para sus mineros.

La industria minera actualmente trabaja a marchas forzadas para extraer el coltán que se usa para fabricar las baterías
de los dispositivos móviles. Este oro negro tiene una alta demanda, pero es bastante escaso y sólo está presente en
algunas regiones de África, en donde la explotación minera agrava la inestabilidad política de diversas regiones,
además de la desaparición de hábitats y la sobreexplotación de las tierras.

Calentamiento global

Sí, aunque parezca que poco tiene que ver y que muchos magnates tecnológicos quieren desacelerar el cambio
climático, la tecnología está contribuyendo a este mal. De acuerdo con The Shift Project, las tecnologías digitales en
2019 representaron un 4% de las emisiones de gases de invernadero.

De hecho, ver películas en streaming también es otra de las formas en cómo impactan los avances tecnológicos en el
medio ambiente, ya que tiene un impacto de 1% del total de las emisiones de gases, un nivel sumamente alto por sólo
disfrutar de contenido desde casa. Esto se debe a que los centros de datos (o data centers) cada vez necesitan más
energía para funcionar, lo cual sigue generando emisiones de gases de invernadero.

La basura tecnológica

Además de todo el impacto que tiene la fabricación de los dispositivos tecnológicos, estos siguen siendo un riesgo para
el medio ambiente una vez que los dejamos de usar, pues muchas veces los desechamos aún cuando funcionan para
tener un dispositivo más nuevo o debido a la obsolescencia programada que las marcas tanto han negado.

Según cifras de la ONU, cada año se generan 50 millones de toneladas sólo de desperdicios electrónicos, que incluye
teléfonos, pantallas, electrodomésticos y computadoras, por mencionar algunas cosas. Si se calculara el peso de esta
cantidad anual sería mucho más pesada que sí se logra pesar a todos los aviones comerciales creados en la historia.

La mayor parte de la basura electrónica se deja en vertederos especializados que se encuentran principalmente en
China, donde se pone en riesgo la salud de las personas que trabajan ahí debido al plomo y mercurio, entre otros
químicos aún más peligrosos como el arsénico, que puede llegar a contener esta basura, además de también
contaminar el suelo de los vertederos y así es como impactan los avances tecnológicos en el medio ambiente.

Lo ideal es comenzar a hacer el cambio en nosotros y nuestras familias al tener un consumo más responsable, dando
un uso prolongado a los dispositivos electrónicos hasta que dejen de funcionar y no renovarlos constantemente.
Además, cuando sea momento de deshacerte de ellos lo ideal es no dejarlos en la basura convencional, sino
depositarlos en contenedores especiales para su recolección.

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