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CONTRATOS INTERNACIONALES

“EL ARBITRAJE INTERNACIONAL”

PROFESOR: SILVIO DEL CARMEN MARTÍNEZ

ALUMNA: ROSA MARÍA VILLEDA MALDONADO

GRUPO: 5NX31

BOLETA: 20160AF435

11 de ENERO de 2023

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INTRODUCCIÓN
En el comercio internacional ha tomado auge el uso del arbitraje para resolver los
litigios que combinan partes con diferencias en sus nacionalidades o domicilios,
tradiciones normativas, idiomas y culturas, entre quienes desean una solución
equitativa ante una controversia, de una forma ágil, eficaz y confidencial. Por este
motivo se ha promovido un procedimiento especial que responde a las
particularidades de la Litis y a las necesidades de cada uno de los justiciables, a
efectos de ofrecer seguridad jurídica con validez universal en cuanto a la decisión
que resulte del mismo, y además, acorde con el dinamismo de la actividad mercantil
internacional.

Por ello se afirma que el Arbitraje Comercial Internacional responde a estas


determinaciones y se caracteriza por ser uno de los métodos de solución de
conflictos con mayor aceptación a nivel mundial. Al respecto, la Comisión de las
Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI) ha creado la
Ley Modelo de Arbitraje Comercial Internacional con la finalidad de que sea
observada por los ordenamientos jurídicos de los estados cuando legislen sobre esta
materia.

DESARROLLO
El arbitraje comercial internacional es un medio alterno para la solución de
controversias, presentes o futuras, que surjan en las relaciones privadas entre las
personas físicas o jurídicas. Se fundamenta en la autonomía de la voluntad de las
partes y en el derecho-deber que tienen de someterse a un tribunal arbitral que
dirima el conflicto, el cual al final del curso de un proceso dicta el laudo con carácter
vinculante para las partes involucrada.
En cuanto a la naturaleza jurídica del arbitraje comercial existen dos posturas, una
privatista y otra de carácter procesal. La primera afirma que el arbitraje es un
contrato por cuanto en su inicio se requiere el acuerdo de voluntad de las partes,
además del carácter patrimonial de las materias delegadas a los árbitros; por el
contrario, la postura procesal considera que es un procedimiento cuasijudicial,
aunque exista el acuerdo de la voluntad de las partes, pues concluye con un acto
jurídico o laudo equiparable a las decisiones judiciales. Actualmente no es polémica
la naturaleza de tal institución, por cuanto se acepta una postura ecléctica que
afirma la unión de las dos tesis, argumentando su origen contractual, gracias al
acuerdo de voluntad de las partes, y sus efectos jurisdiccionales, puesto que el
laudo tiene carácter de cosa juzgada.

En cuanto a las características del arbitraje comercial internacional, se indican las


siguientes:

Es un método rápido para la solución de los conflictos que se suscitan en la esfera


del tráfico comercial internacional, a diferencia de la lentitud que predomina en los
sistemas de administración de justicia estatales. Esto se debe a que el
procedimiento arbitral tiene plazos máximos en los cuales los árbitros están en la
obligación de decidir la controversia.

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Su aplicación es voluntaria, pues para que se aplique un procedimiento de arbitraje
debe existir el acuerdo entre las partes de querer someter una o varias disputas a la
decisión de un tercero. Este acuerdo puede ser anterior al nacimiento del litigio o
pactado luego de nacida la controversia.
Los árbitros pueden decidir acerca de su propia competencia y la validez del
acuerdo arbitral, gracias al principio kompetenz-kompetenz ( En su origen, dicho
principio significó que el tribunal arbitral era el único juez de su competencia) . Ahora
bien, la potestad del árbitro no se extiende a la ejecución del laudo arbitral, por
cuanto tal función corresponde al poder judicial y sus órganos competentes.
El laudo arbitral tiene carácter ejecutivo y firme, ya que es de naturaleza vinculante
para las partes, contra lo cual sólo cabe la solicitud de su nulidad.

El «Acuerdo de Arbitraje» es un acuerdo por el cual las partes deciden someter a


arbitraje ciertas o todas las controversias que hayan o puedan surgir entre ellas,
respecto de una determinada relación jurídica, contractual o no contractual. El
Acuerdo de Arbitraje podrá adoptar la forma de una cláusula arbitral incluida en un
contrato o la forma de un acuerdo independiente.

El Acuerdo de Arbitraje deberá constar por escrito. Se entenderá que el acuerdo es


escrito cuando esté consignado en un documento firmado por las partes o en un
intercambio de cartas, faxes, telegramas, correos electrónicos u otros medios de
telecomunicación que dejen constancia del acuerdo y sea accesible para su ulterior
consulta en soporte electrónico, óptico o de otro tipo.

Se considera incorporado al acuerdo entre las partes el convenio arbitral que conste
en un documento al que éstas se hayan remitido en cualquiera de las formas
establecidas en el apartado anterior.

Se considerará que hay convenio escrito cuando esté consignado en un intercambio


de escritos de demanda y defensa dentro del proceso arbitral en los cuales la
existencia del acuerdo sea afirmada por una parte y no negada por la otra.

Cuando el arbitraje fuere internacional, el convenio arbitral será válido y la


controversia será susceptible de arbitraje si cumplen los requisitos establecidos por
las normas jurídicas elegidas por las partes para regir el convenio arbitral, o por las
normas jurídicas aplicables al fondo de la controversia, o por el derecho dominicano.

Los árbitros pueden decidir libremente sobre la controversia sometida a su


pronunciamiento, la que puede versar, inclusive, sobre los vicios que afecten el
contrato o acto jurídico que contenga el convenio arbitral. Sin perjuicio de lo anterior,
cuando la nulidad completa de un contrato procede de una sentencia judicial con
autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada, el convenio arbitral no subsistirá.

Acuerdo de Arbitraje y Adopción de Medidas Provisionales por un Tribunal Judicial.


No será incompatible con un acuerdo de arbitraje que una parte, ya sea con
anterioridad a las actuaciones arbitrales o durante su transcurso, solicite de un
tribunal del orden judicial, la adopción de medidas cautelares ni que el tribunal
conceda esas medidas, sin perjuicio de la facultad reconocida al tribunal arbitral de
ordenar tales medidas de conformidad con las reglas establecidas en el Artículo 21.
En caso de que el tribunal del orden judicial las acuerde, debe requerir del solicitante

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la presentación de la demanda por ante la jurisdicción arbitral, en un plazo no mayor
de sesenta (60) días de la fecha en que emita la autorización correspondiente. El
tribunal del orden judicial podrá requerir la prestación de fianza. En caso de que una
decisión del tribunal arbitral ya constituido ordene la suspensión o levantamiento de
las medidas ordenadas por el tribunal del orden judicial, la decisión del tribunal
arbitral deberá ser reconocida e imponerse.
Una recusación, por lo tanto, es el acto a través del cual se pide que un juez, un
integrante de un tribunal o un fiscal no intervengan en un determinado proceso
judicial por considerar que su imparcialidad no está garantizada.
Cuando un árbitro cesa en su cargo, el nombramiento de un sustituto será de
acuerdo al mismo procedimiento por el que se designó a un árbitro que se ha de
sustituir.
Las medidas cautelares son aquéllas medidas que prevén lo que pueda impedir una
acción o procedimiento. Por ejemplo: La orden de someterse al cuidado de una
persona o institución determinada, La prohibición de ir a ciertos lugares, la
prohibición de tener contacto con ciertas personas, ser retirado de su domicilio etc.
El tribunal arbitral podrá condenarle en cualquier momento de las actuaciones al
pago de las costas y de los daños y perjuicios; cuando menos, al 40% del precio de
venta al público de cada producto o de cada prestación de servicios que impliquen
dicha violación. Este será en cualesquiera que sea el Estado en donde haya sido
ordenada por el tribunal y a reserva en lo dispuesto en el Art. 17 I y en el idioma del
mismo lugar.
En materia de arbitraje comercial internacional existe evidentemente la necesidad de
elección de árbitros con ´determinadas cualidades específicas y diferenciables de
un árbitro en materia de derecho interno o nacional. En primera instancia porque
dicho árbitro debe conocer y saber aplicar el derecho amén la existencia de diversos
ordenamientos jurídicos y diferentes normas aplicables en la materia. En segunda
instancia, debe poseer la capacidad técnica y emocional para poder acoplarse a un
Tribunal Arbitral que seguramente será conformado por personas de distintas
nacionalidades con distintas idiosincrasias y seguramente con distintas formaciones
por la educación recibida según un el sistema jurídico de donde provengan.
En tercera instancia, habrá que sumar la capacidad no solamente profesional para
dirimir el conflicto en cuestión sino que así también poseer las habilidades de
lenguaje oral y escrito que el arbitraje en si le requiera sumando a ello la capacidad
de comunicación con sus pares y/o partes.
Laudos y sentencias, llamados a finiquitar una controversia, poseen carácter formal,
deben constar por escrito y ser firmados por los falladores que participaron en su
adopción, constando si se registran aclaraciones o salvamentos de voto. Tanto los
laudos como las sentencias, siempre tendrán que estar motivados, ello a pesar,
incluso, de que el arbitraje sea en equidad, por cuanto lo que se exonera en tal caso
es a tener fundamentación jurídica, mas no a librarse de la justificación teleológica
que condujo a la decisión.

En virtud del principio dispositivo, igualmente, tanto el laudo como la sentencia


deben honrar la identidad entre lo resuelto y lo controvertido o pedido en el proceso.
En función de su contenido, ambos actos tienen como fin declarar la preexistencia
de un derecho o de una situación jurídica; crear, modificar o extinguir una relación
jurídica determinada, y/o imponer una condena.

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Empero, la resolutiva arbitral también presenta algunas sutilezas o especificidades.
Por ejemplo, en ella constará el pronunciamiento sobre la porción restante de los
honorarios de los árbitros y el secretario, y la orden del informe sobre todos los
gastos originados en el procedimiento arbitral que deberá rendir el presidente.
Paralelo a ello, se torna en necesario que en el acta donde se consigne la audiencia
para fallo, se registre el término corrido del tribunal arbitral, a efectos de cumplir con
el mandato normativo que lo obliga para constatar que dicha emisión sea en tiempo
y que el laudo no resulte extemporáneo.

Luego de la entrega a cada una de las partes de un ejemplar firmado del laudo,
dentro del término legal de cinco días, cualquiera de ellas podrá instar a su
aclaración, corrección o complementación, y luego de agotada esta etapa, lo que
hace de la eventual interposición del recurso de anulación. Y precisamente en virtud
de la ejecutoria del laudo o, en su caso, de la providencia que resuelva sobre la
aclaración, corrección o adición, se genera por antonomasia la cesación de
funciones del tribunal arbitral, sin menoscabo de la limitada y restringida
competencia para la sustentación y la oposición del recurso de anulación que
eventualmente fuera promovido por alguna de las partes.

En todo caso, retornando las similitudes y diferencias del devenir de los laudos y las
sentencias, se anota que el primero únicamente puede ser objeto de un recurso
extraordinario de extensión limitada, y ajeno al ámbito de acción de la segunda
instancia, como lo es el recurso de anulación; mientras que el régimen jurídico del
recurso de revisión frente a los laudos es el mismo que el contemplado para las
sentencias.

En cuanto al cumplimiento de los laudos, se contempla también su ejecución


forzosa, similar a lo que se establece para las sentencias. Aunque es importante
precisar que el laudo es exigible aun cuando contra él se haya ejercitado la
anulación, con la única excepción normativa que quien hubiere resultado condenada
fuera una entidad pública y ella solicite su suspensión.

CONCLUSIÓN
Hemos visto la importancia de la normatividad sobre el Arbitraje comercial
internacional, los términos y condiciones que surgen cuando existen controversias
entre las partes que tendrán contratos de importación de mercancías o servicios en
distancias e idiomas distintos a los de su nacionalidad de cada parte. Es esencial
que se tome en cuenta ya sea para asesorar, o para contratar un servicio de ésta
magnitud, que no cause ningún malestar, tanto para la empresa que vende o para la
está comprando y se lleguen desde un inicio, por medio de contratos, a los acuerdos
que convengan a todas las partes involucradas.

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BIBLIOGRAFÍA
Secretaría de la CNUDMI. (07/01/2023). Ley modelo de la CNUDMI sobre Arbitraje Comercial
Internacional 1985. Con las enmiendas aprobadas en 2006. Modalidad de Educación a distancia en
el IPN y en la ESCA. 2022-diciembre-07, Recuperado De la form“1. Existencia y validez de los
contratos” Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM,, 2000 pp. (19).
https://www.nsyp.aulapolivirtual.ipn.mx/pluginfile.php/21111/mod_assign/intro/recursos/unidad_5/
CI_U5_act1_ley_cnudmi.pdf

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