Está en la página 1de 5

Tema 3: Clases sociales y otras formas de

desigualdad social

Objetivos

 Analizar la teoría de las clases sociales.

 Establecer la diferencia de abordajes, entre el funcionalismo y marxismo, en relación a las


clases sociales.

Clases sociales y otras formas de desigualdad social

Las desigualdades han existido siempre en todo tipo de sociedades. Sin duda que algunas
sociedades han sido más desiguales que otras. Las desigualdades las encontramos en todos los
espacios de la vida, en lo económico, lo social, lo cultural y, también, en lo político. Las
desigualdades son, en definitiva, diferencias.

Se dice que todos nacemos iguales y, eso, no es tan cierto. De entrada, unas nacen mujeres y
otros nacen hombres. Y, sin duda, esa ya es una diferencia. A eso podemos agregarle que unas
son negras y otros son blancos. O, que unos nacen en cunas de oro y otras nacen con muchas
limitaciones económicas. Todas esas diferencias o, desigualdades, ya van agregando elementos
que complican la situación. Así que, en sociología, cuando se hace referencia a la categoría
de desigualdad social, se está hablando de desigualdades que se dan por razones de sexo, de
raza y de clase.

El concepto de clase social ha servido a la sociología para intentar explicar gran parte de esas
desigualdades en las sociedades modernas, o sea, en sociedades capitalistas. En otros sistemas
socioeconómicos, como el esclavismo y el feudalismo, existían otras formas de estratificación
social como por ejemplo amos y esclavos en la sociedad esclavista y, siervos y señores, en la
sociedad feudal.
Desde luego, como ya se dejó claro anteriormente, no sólo a través de la teoría de las clases
sociales se pueden explicar las desigualdades sociales. Aunque, para muchos cientistas sociales,
sigue siendo la forma más importante.

Existen otras teorías que, también, permiten estudiar las desigualdades sociales. Por ejemplo,
analizar las desigualdades desde la perspectiva de género, etnia y raza. Eso significa entender las
particularidades que viven las mujeres por la única condición de ser mujeres. O, los pueblos
originarios, por pertenecer a diferentes grupos étnicos. El análisis de las desigualdades, entonces,
tiene que ver con condiciones de sexo, cultura y rasgos poblacionales que, muchas veces, se
convierten en factores de exclusión social y de conflictos humanos.

Cuando las desigualdades se cruzan, las condiciones de mujeres y hombres, se magnifican. Por
ejemplo, para una mujer, indígena y pobre o, para un hombre, negro y pobre. O, tampoco hay
similitud pese a pertenecer al mismo sexo, entre una mujer con formación académica y que
pertenece a la clase burguesa, que una mujer analfabeta y empleada doméstica. O, entre un
hombre obrero y un burgués. Las desigualdades entre todos ellos se perciben muy claramente. La
falta de oportunidades en unos y, para otros, la posibilidad real de satisfacer todas sus
necesidades vitales.

Hay que recordar que en sociología hay dos grandes paradigmas que permiten entender los
fenómenos sociales de forma totalmente antagónica. Así, para abordar el tema de las clases
sociales, también, encontraremos dos maneras de conceptualizarla. Una desde la perspectiva
funcionalista y, otra, desde el marxismo. De ahí, que tampoco encontraremos una sola definición
de clases sociales. Este tema es pertinente porque ayuda a los estudiantes, mujeres y hombres, a
conocer los intereses y motivaciones de los diversos grupos y personas de una sociedad.
Justamente, desde las desigualdades sociales que vive, por su clase, raza/etnia y sexo.

Las clases sociales

La referencia al concepto de clases sociales se da a partir del sistema capitalista de producción,


precisamente, porque es en este sistema donde las clases sociales constituyen la forma en que se
evidencian las desigualdades sociales. Estudiar a las clases sociales es determinante no solo para
conocer los intereses de las personas. También, por ejemplo, ayuda a entender cómo
la pertenencia de mujeres y hombres a una clase social determinada, termina no solo definiendo
sus preferencias y gustos, sino que, hasta sus opciones políticas.

Como ya se apuntó, no encontraremos una sola definición de clases sociales porque en sociología
los abordajes para entender a las clases sociales son diferentes. Por ejemplo, el funcionalismo
parte de premisas diferentes que las del marxismo para ubicar a las personas en clase. También,
ambas corrientes de pensamiento definen a las clases de manera diferente y, finalmente, hablan
de clases diferentes en el capitalismo. A continuación, intentaremos acercarnos a todo eso.

El funcionalismo y las clases sociales

Inician definiendo a las clases sociales como grupos de personas que ocupan una posición o
estatus diferente la sociedad. Para ubicar a las personas en clases sociales, los funcionalistas
precisan algunos criterios que les permiten posicionar a mujeres y a hombres en clases sociales.
Esos criterios son: ingreso, ocupación, educación y  estilo o forma de vida. 

A partir de esos cuatro criterios ubican a las personas en tres clases sociales: alta, media y baja.
Además, los funcionalistas, hacen tres subdivisiones más al interior de cada una de las clases.
Esas subdivisiones son también: alta, media y baja. Por lo que se hablaría de un sector de clase
alta-alta, otro de alta-media y, finalmente otro de alta-baja. Obviamente, esas mismas
subdivisiones se hacen para las clases media y baja.

En la visión funcionalista de las clases sociales hay un concepto que adquiere relevancia y es el
de movilidad social, que se define como el paso de una posición social a otra, bajo el entendido
que las sociedades modernas son sociedades abiertas y democráticas que permiten el ascenso
social.
El marxismo y clases sociales

Para los marxistas (sociología del conflicto), las clases sociales se definen como grandes grupos
de personas que se diferencian por el lugar que ocupan en un modo de producción históricamente
determinado, por la relación que tienen con respecto a los medios de producción (propietarios y no
propietarios), por el papel que desempeñan en la organización del trabajo y, finalmente, por la
forma de apropiarse de la riqueza de la cual dispone una sociedad.

Para Marx en todos los sistemas sociales que han existido a lo largo de la historia han existido dos
clases fundamentales, una clase dominante y una clase dominada. ¿Qué ha caracterizado a cada
una de ellas?, pues que la clase dominante siempre ha sido la dueña de los medios de producción
y, la dominada, ha sido dueña de su fuerza de trabajo. Apuntó, también Marx, que esas dos clases
han cambiado de nombre dependiendo del sistema social al que se haga referencia.

En las sociedades esclavistas, por ejemplo, la clase dominante eran los esclavistas y la dominada
los esclavos. En el feudalismo la clase dominante eran los señores feudales y la dominada los
siervos. Y, en el sistema capitalista, la clase dominante es la burguesía y la dominada los obreros o
proletarios.

En el sistema capitalista, para el caso, la burguesía es dueña de los medios de producción


(fábricas) y del capital. Y, los obreros, son dueños de su fuerza de trabajo que se la venden al
burgués a cambio del salario. En ese proceso es que la burguesía se apropia de la fuerza de
trabajo de los obreros o proletarios quedándose con el excedente que no les paga. A esa
apropiación, apuntamos antes, es que Marx llamó plusvalía, que es el trabajo no pagado al
trabajador. Ese dinero se lo queda el burgués incrementando sus ganancias.

A través del concepto marxista de plusvalía fue que Marx descubrió la naturaleza explotadora de la
sociedad capitalista.

Es preciso señalar que en capitalismo, la burguesía y los obreros son las dos
clases fundamentales, pero no las únicas que hay. Además, existen otras clases: terratenientes,
campesinos y pequeña burguesía. Estas tres clases, también se apropian de la riqueza social por
diferentes vías. La burguesía se apropia de la riqueza a través de la plusvalía, los obreros por
medio del salario, los terratenientes mediante la renta, los campesinos a través de la reproducción
mercantil simple y, finalmente, la pequeña burguesía lo hace por dos vías, salario y reproducción
mercantil simple.

También Marx planteó que dentro de la burguesía hay varias fracciones que están determinadas
por el rubro en que invierten su dinero, por ejemplo, están la burguesía industrial, burguesía
comercial, burguesía agraria y burguesía financiera. En el marxismo también hay criterios para
ubicar a las personas, mujeres y hombres, en clases sociales. Esos criterios se desprenden del
concepto marxista de clases sociales, escrito por V.I. Lenin: “Las clases son grandes grupos de
hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social
históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de
producción (relaciones que las leyes refrendan y formulan en su mayor parte), por el papel que
desempeñan en la organización social del trabajo, y, consiguientemente, por el modo y la
proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen”. (Osorio, 2012)

Es, entonces, a partir de este concepto de clases sociales que hay cuatro criterios para ubicar a las
personas en las cinco clases que, según esta teoría, existen en el sistema capitalista.
Otras formas de desigualdad social

Los otros conceptos que expresan formas de desigualdad social son: género, raza y etnia.
Género, es un concepto construido que expresa la desigualdad entre mujeres y hombres. Muestra
cómo a partir de una diferencia física se construye una desigualdad social. Es la sociedad y la
cultura la que define papeles para mujeres y hombres y, a la vez, les obliga a comportarse de una
manera determinada y, socialmente, aceptada.

Se han definido dos espacios claramente delimitados: público y privado.

 En el espacio público se hace lo que se valora, lo que se reconoce y lo que se paga. Ese
es el espacio para los hombres.

 El espacio privado es donde se hace lo que no se valora, lo que no se reconoce y lo que


no se paga. Ese es el espacio asignado a las mujeres. Ese espacio es el hogar y,
específicamente, la cocina.
Esas desigualdades son socialmente creadas y, por lo tanto, pueden ser transformadas.
Podrá entender el tema de la desigualdad de género.

Las mujeres han estado presentes siempre, aunque se les invisibiliza. No se les ve. No se les
reconoce. Pero han sido muchas las mujeres que desde siempre han venido luchando por sus
derechos. Desde la revolución francesa encontramos a muchas mujeres, que se conocen como
feministas, por sus luchas en lo social y político (también en lo económico).

A partir del siglo XIX existe un fuerte movimiento feminista orientado a la lucha por el
reconocimiento de los derechos civiles y políticos de las mujeres. Las mujeres no luchan por la
igualdad con los hombres, porque reconocen que no son iguales. Mujeres y hombres somos
diferentes, por lo tanto, tenemos necesidades e intereses diferentes. Entender eso, hace que la
lucha de las mujeres sea, entonces, por igualdad en derechos y oportunidades.

Cada vez son más las mujeres que están participando activamente en los asuntos económicos,
sociales, culturales y políticos.
En el capitalismo actual no se puede dejar de reconocer uno de los sectores más vulnerables son
las mujeres. Les afecta de diferentes maneras: desempleo, actividades de baja remuneración,
dificultad de acceder a educación salud, seguridad, además de maltrato doméstico (físico,
psicológico, económico y sexual).

No hay duda, ninguna sociedad no podrá ser libre mientras no se reconozca la condición humana
de las mujeres.

Raza y etnia. Las desigualdades se dan cuando una persona es excluida y ubicada como minoría
por el hecho de tener características físicas, idioma y, también, culturales, que difieren del resto de
la sociedad.

Las desigualdades y los conflictos originados por el color de la piel u otras diferencias étnicas, van
adquiriendo fuerza y, con frecuencia, esas diferencias se convierten en conflictos violentos que
involucran a sociedades enteras. En América Latina, las diferencias raciales no han generado
conflictos como en otros continentes, sin embargo, son motivo desigualdad y exclusión social.
No es lo mismo ser blanco, negro o mestizo en la distribución de los recursos de los cuales dispone
la sociedad. El derecho de propiedad por ejemplo es un tema que por lo general está reservado
para blancos. Los indígenas y afro-descendientes viven en las peores condiciones en países como:
México, Guatemala, Perú, Ecuador, Chile, Colombia y, sin duda, lo mismo podemos decir de
nuestro país, Honduras, donde muchas comunidades indígenas y afro-descendientes, son
continuamente amenazadas y despojadas de sus tierras.

Fuentes de Información Obligatoria

 Posas, M., & Navarro, J. C. (2013). Introducción de Sociología. Tegucigalpa: Rubén Dario


Paz.
 Mogollon, G. R. (s.f.). Apuntes sobre Marxismo. Teoría marxista. Recuperado el 03 de 09
de 2014,
de http://www.monografias.com/trabajos52/apuntes-marxistas/apuntes-
marxistas2.shtml?monosearch

Bibliografía Utilizada

 Giddens, Anthony. Sociología (2006), Madrid, Alianza Editorial.


 Osorio, Jaime. (2013). Fundamentos del análisis social. La realidad social y su
conocimiento. Fondo de Cultura Económica. Cuarta reimpresión. México.
 Ritzer, George (1994). Teoría Sociológica Contemporánea.  México, ed. McGraw Hill.

También podría gustarte