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las guacamayas

El origen del nombre de Gualaceo proviene de las tradiciones y leyendas


cañaris, que manifiestan que luego del gran diluvio universal de 40 días y
40 noches, lograron salvarse dos hermanos, subiendo a lo más alto de
las faldas de un monte llamado Gusano según Sarmiento y Guasaynar
según Albornoz. Otras versiones dicen que fue Guacayñan, Fasañan,
Guaraynac, que quiere decir "camino de llanto". El mayor de los
hermanos, llamado Antaorrupangui y el menor Cusicayo, cuando las
aguas se retiraron, salieron en busca de alimentos, sin poder
encontrarlos, volvieron a sus chozas improvisadas donde encontraron
maíz y un sabroso licor que se denomina chicha.
Deseosos de saber quien les ayudaba, acordaron elaborar un plan, el
cual consistía en esconderse y espiar. De pronto se escucho un aletear y
aparecieron dos hermosas cañaris, con apariencia de guacamayas y por
la divina providencia de Viracocha se convirtieron en dos bellas jóvenes.
De los dos hermanos el mayor pereció ahogado y el menor sobrevivió.
Este tomó a una Guacamaya como su esposa, pero no tuvo
descendencia, por lo que tomó a la otra como manceba y tuvo varios
hijos, su primera esposa imploró ayuda a su madre Kahan, la serpiente
madre del humano linaje, quien la cura de su esterilidad y engendra a su
primer hijo, al cual le puso el nombre de Gualaco o Gualaca, "GUAL" que
en chibcha significa Guacamaya y "ACA" que en chibcha quiere decir
"CHACRA O MAIZAL". CUSICAYO Y Guacamaya tuvieron varios hijos y
sus nombres comenzaban con la sílaba Gual, como Gual-a-Kisa, Gual-
Mincay, Gual-a-Shi, Gual-Paire, Gual-a-Deleg, etc. De este tronco
bicéfalo se propagó en clan Cañari, los hurisaya o tanda de abajo (Sur), y
los hanasayas o bando de arriba (Norte).Los cañaris vivían en paz, pero
luego vinieron hombres guerreros del Sur, por lo que Gualaceo, cacique
del lugar, formo filas con sus hombres para defender su suelo natal, pero
murió en una de esas batallas, convirtiéndose su alma en el río Santa
Bárbara, por lo que los curacas y sacerdotes veneraban este río y
votaban en él oro en polvo y piedras preciosas. Su mujer Axiu, murió de
pena y se convirtió en el río San Francisco que desemboca en el río
Santa Bárbara.
El duende
Cuenta la leyenda que este ser, es como un hombre pequeño que lleva
un sombrero enorme. Al Duende tiene el gusto de perseguir a los niños
bonitos y en especial, los de cabello rubio.

Cuando este peculiar ser hace uso de sus artimañas, una de las más
infalibles es el uso de regalos o juguetes que, les ofrece a los Niños que
sin mucha demora, caen encantados y atraídos a estos. Cuando el
Duende ya los tiene muy distraídos, en un instante tomará a su víctima y
se lo llevará muy en lo profundo de los bosques o Selva donde jamás los
volverán a ver sus padres.
Se dice que si se logra rescatar a tiempo a los Niños del rapto de los
Duendes, estos deben ser bañados con Agua Bendita para protegerlos;
de lo contrario, ellos se convertirán en niños salvajes. Una manera de
evitar que "el Duende" se robe a un Niño presa de este, es cortar su
cabello y así, él perderá interés en su víctima.
Existen gran variedad de Duendes, Desde los Pixies, Goblin o Koblod,
hasta aquellos que pueden ser inquietos o trabajadores (Te
recomendamos leer los Tipos de los Duendes). Además, hay relatos que
explican su origen y pese que aún no es concreto o certero, hay
afirmaciones que ellos son oriundos de la mitología nórdica o germánica
la llorona
Cuenta la historia de la Llorona que, hace mucho vivía una Mujer junto a sus
tres hijos, ellos vivían bien y eran felices, hasta que en una noche de invierno,
ocurrió algo terrible. El padre de los niños, regresó después de muchos años
de haberlos abandonado.
Ellos habían vivido muy feliz sin él sin este mal hombre, siempre paraba gritando
y en borracheras, sin olvidar que siempre los castigaba sin sentido, así como
también se metía con la Madre. La Mujer siempre rezaba para que este hombre
no regrese, pero lastimosamente regresó.
Cuando llegó este hombre, de una patada tiró la puerta y gritó por qué no lo habían
recibido. Los niños muy espantados se escondieron. La Madre se enfrentó a
su Esposo con tal de defender a sus hijos pero lamentablemente, ella fue golpeada y
se desmayó por varias horas. Cuando ella despertó, lo primero que hizo fue buscar a
sus hijos, pero al buscarlos por toda la casa, no los encontró ni a su Esposo. Muy
desesperada, salió fuera de la casa y corrió bajo la tormenta llorando y gritando el
nombre de sus hijos por varios días, meses, años, pero nunca los encontró. Un día,
tras buscarlos por mucho tiempo, la Madre murió de tristeza. Tampoco se supo
nada de los niños, ni mucho menos de aquel hombre que se los llevó. Desde
ese entonces, el espíritu de esta Madre no descansa y todas las noches se le
oye llorar y lamentar por los alrededores de los pueblos buscando a sus hijos.

Las mujeres que logran oír los lamentos y gritos de la Llorona, corren asustadas
rápidamente tras sus hijos para esconderlos de ella, por qué si los encuentra,
se los puede llevar para siempre .
C
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