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Luis David Bello Rodríguez

Código: 0511720025
Trabajo de ética
¿Tengo claro el sentido de mi vida?
Sí.
¿Qué significa darle sentido a mi vida?
Cuando se habla de sentido, se está hablando del para qué. Aristóteles aludía a la teoría de
las causas. Existen cuatro causas: material, formal, eficiente y final. Cuando se pregunta
por el sentido, se está indagando por el fin de algo, por el “para qué sirve o está esto o este
aquí”. Así pues, otorgar un sentido es ponerle una causa final a algo. En este caso, darle
sentido a la propia vida es establecer conscientemente la meta de la existencia, es saber para
qué se vive, qué se busca, qué se pretende cuando se despierta el organismo cada mañana.
El sentido de la vida ordena el resto de realidades o proyectos de la propia vida, pues todo
se supedita a ese gran fin que se persigue. ¿Y para qué se persigue algo? ¿Para qué buscar
un sentido? Porque precisamente en el sentido, en el fin, se halla la realización personal y la
paz interior. El fin o sentido es algo que se busca por sí mismo, como lo es la felicidad. El
ser humano, al poseer razón y voluntad, necesariamente tendrá que cuestionarse sobre el
sentido de su vida, porque al poseer inteligencia necesariamente está “condenado a ser
libre” (como dice Sartre) y, por tanto, a enfrentarse a la pregunta del para qué. Solo los
seres libres y dotados de razón son capaces de ser felices (estado de la psqiue), y la
felicidad no es más que el usufructo de vivir para el fin último, viviendo el sentido mismo
de la vida.
¿De acuerdo a la respuesta anterior, qué aspectos dotarían de sentido a mi vida?
Todo lo que me contribuya a ser más humano, a desarrollar mi capacidad intelectual y a
crecer en virtud moral para ser más libre le otorga sentido a mi vida. Esto quiere decir que
en cualquier momento, en cualquier lugar, estoy viviendo el sentido de mi vida, que es el
sentido que todo ser humano por esencia ha de descubrir. Por ende, todos los días busco
intelectualmente la verdad a través de la lectura y la contemplación. Diariamente lucho
contra las pasiones o aquellas realidades que entorpecen el camino de la virtud. El sentido
de la vida y de mi vida está en ello. Todo el resto de realidades (trabajo, relaciones
afectivas, proyectos personales) las acomodo a ello, pues es lo único que se puede hacer
hasta el último segundo de vida; todo lo demás necesariamente se ha de dejar y fugazmente
se irá.
Con base en la respuesta anterior, ¿cómo puedo poner en práctica esos elementos o
aspectos para darle sentido a mi vida?
Para poner en práctica lo que he mencionado simplemente necesito vivir. La vida misma es
un bien que se recibe, es un regalo. Nadie se da la vida a sí mismo; nadie se otorga la
esencia o naturaleza. La esencia o el ser de algo es algo que se recibe, no se elige. De
hecho, la palabra naturaleza, viene del latín nascere, que significa nacer. La naturaleza de
algo es con lo que ese algo nace y no puede quitarse. Así pues, para vivir buscando la
verdad, simplemente se necesita ejercitar la inteligencia; por ello, procuro pensar,
contemplar, estudiar y leer diariamente. Asimismo, para ejercer el bien solo necesito
libremente elegirlo; por ello, cotidianamente pretendo y me esfuerzo por hacerlo.
¿Qué importancia tiene para mí, como médico, entender el sentido de la vida?
Si el médico, como profesional de la salud que estudia el cuerpo humano y sus
enfermedades, no entiende el bien de la vida, entonces ¿podrá desempeñar a fondo, con
amor y bien su profesión? Un galeno debe entender el bien de la vida, dado que justamente
su trabajo diario es pretender conservarla de todas las maneras posibles y que se mantenga
la mejor forma. Es decir, es imprescindible que el médico se cuestione: ¿yo para qué salvo
en últimas la vida? ¿yo para qué me preocupo por aliviar el dolor? ¿yo qué busco
conservando el bienestar en la vida de la gente? La medicina en general y la psiquiatría en
particular celebran el día mundial contra el suicidio, favoreciendo la prevención del mismo
con campañas públicas de salud. Si se lucha contra el auto asesinato, es porque se ve la vida
como un bien, se ve el bien de la vida, a pesar de los problemas que la aquejen o la hagan
muy dura. Así pues, entender el sentido de la vida es justamente comprender por qué la
vida es un bien intrínseco. No es lo mismo estar muerto que vivo. La vida es precisamente
aquel bien, es aquel fundamento bajo el cual se asienta la esencia racional en donde se
ejercitará la inteligencia y la voluntad para justamente ser feliz, que es el sentido último de
la vida del hombre sobre este mundo. Esto es algo que cada quien debe descubrir según su
modo particular, según su vida concreta. No obstante el fin es universal, puesto que todos
son en esencia lo mismo: seres humanos. El médico, en su quehacer profesional, tiene
como objetivo eso: conservar y preservar el bien que permite a las personas que busquen el
la verdad y el bien en sí mismos, que los hará felices. Por eso, es tan sagrado el deber que
posee un médico o cualquier profesional de la salud, puesto que protegen aquel bien sin el
cual no se puede acceder a ningún otro, y especialmente los mejores: la verdad y el bien
moral, que provocaran la paz y felicidad en el alma de cada uno.

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