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Principales disposiciones
En sentido amplio, y siguiendo las prescripciones del Código Civil en sus artículos 1602
y 1603, el vendedor tiene el deber de explicar con claridad a lo que se obliga, y
cualquier pacto oscuro o ambiguo se interpreta en su contra. Asimismo, el vendedor
debe entregar la cosa y garantizarla.
De acuerdo a las disposiciones del párrafo uno del artículo 1ro de la Ley No. 483, la
primera obligación del vendedor radica en la necesidad de proveerse, antes de iniciar el
ejercicio de sus actividades, de una autorización especial expedida por la Dirección
General de Impuestos Internos. Esa autorización es comunicada al Director del Registro
Central de Ventas Condicionales de Muebles, para que sea este registro quien
compruebe la legalidad de la autorización, y en consecuencia inscriba o no en sus
archivos los contratos de esta naturaleza.
Las disposiciones del artículo 3 se combinan con las del artículo 9 de la citada Ley 483,
artículo éste que dispone que la oponibilidad de los contratos de venta condicional
depende de su registro, facultando así al propietario o a sus causahabientes para
emprender la reivindicación de las cosas vendidas en manos de terceros. Textualmente,
el artículo 9 prescribe: Los contratos de ventas condicionales sólo serán oponibles a
terceros cuando hayan sido registrados de conformidad con esta ley en el plazo de
treinta días establecido en el artículo tercero, pudiendo entonces el propietario o sus
causahabientes reivindicar las cosas vendidas en manos de dichos terceros en los
mismos casos en que según se dispone más adelante, pueden reivindicarlas en manos
del comprador. Las enajenaciones y cargas reales consentidas por el comprador u
obtenidas judicialmente, así como los embargos y secuestros hechos por deudas del
comprador, se reputarán nulos respecto del propietario y de todo otro interesado. Asi-
mismo es nula toda cesión o traspaso que haga el comprador sin el consentimiento del
vendedor, incluso los contratos de empeño y pactados con los Montes de Piedad.
Asimismo, la empresa que gestiona la venta y recibe el pago inicial del precio en un
contrato de venta condicional asume, para la Corte de Casación, el compromiso
implícito pero formal, de cumplir frente a los otros la deuda contratada: que, en la
especie, como se advierte por lo antes transcrito, la recurrente obtuvo un provecho
personal y directo del contrato de venta; que en esas condiciones se encuentra obligada
a cumplir con los términos del mismo, por lo cual el medio que se examina carece de
fundamento y debe ser desestimado (19 de marzo de 1986, B.J. 904, Pág. 153), de
donde se colige que el vendedor puede tener, y tiene, obligaciones contractuales frente
al comprador.
Una tercera obligación de los vendedores condicionales de muebles es que deben llevar
un Libro en el cual se asienta de forma cronológica y numérica cada una de las ventas
efectuadas, con los siguientes datos: nombre del comprador, clase de artículo y su
numeración u otro signo que lo individualice; fecha del contrato y su vencimiento y
número de inscripción en el registro; todo de acuerdo a las disposiciones del artículo 3,
párrafo 3 de la citada Ley 483 sobre Ventas Condicionales de Muebles.
Los contribuyentes se encuentran obligados, a los fines de cumplir con este impuesto, a
lo siguiente:
1. Inscribir la Venta de los Bienes Muebles en el Registro Control de Ventas Condi-
cional de Muebles (Form. VC-01).
2. Anotar en el Registro de Control de Ventas Condicionales de Muebles el contrato
de venta.
3. Llevar un libro de ventas efectuadas, en orden cronológico y numeración
sucesiva.
Inscripción en el Registro de Venta Condicional de Muebles
Si lo hace por primera vez, el contribuyente deberá depositar los siguientes documentos
Si ya lo había hecho antes de 1998, deberá pasar o actualizar sus datos en la Administra-
ción o Agencia Local correspondiente con copia de la autorización anterior y de la
Tarjeta de la Identificación Tributaria, una vez recibida la autorización de la Dirección
General, el contribuyente deberá comprar el formulario (VC-01) en la Administración
Local o Colecturía correspondiente.
En atención a los términos dispuestos por la ley, una vez que se haya inscrito el contri-
buyente deberá presentar el pago de este impuesto dentro de los treinta (30) días
después de efectuada la venta del mueble.
Es usual creer que las obligaciones del comprador incautado terminan con el hecho
mismo de la incautación. La Suprema Corte de Justicia ha admitido desde 1972 que en
materia de ventas condicionales de muebles es erróneo razonar que, una vez incautado
el automóvil vendido, se opera la rescisión del contrato, de modo que el comprador está
liberado del pago del saldo. (B.J. 742, pág. 2140). Este aspecto lo trataremos a fondo
más adelante.
Para realizar el traspaso, que permite a los endosatarios ejercer las mismas vías legales y
procedimientos que al vendedor original, es necesario que ese traspaso por endoso sea
mencionado en el registro original donde figure la inscripción de la venta condicional
(artículo 3, párrafo II; Ley 483).
Es posible incautar por venta condicional cuando estén presente las siguientes
condiciones:
a) Cuando el comprador haya dejado de pagar una o más porciones del precio;
b) Cuando el comprador ha incumplido cualquiera de las prohibiciones que exige el
contrato;
c) Cuando viole cualquiera de las prohibiciones contenidas en el mismo, a los cuales
está subordinado el derecho de adquirir la propiedad del mueble.
Como figura jurídica usual en nuestro derecho, se sostiene que la incautación es una
figura jurídica que viene desde su aceptación por la Ley 1608 de 1947, la cual fue
sustituida y derogada por la actual Ley 483.
Al vencimiento del plazo otorgado en la intimación (10 días francos) y ante la falta de
cumplimiento por parte del deudor, la venta quedará resuelta de pleno derecho. No es
necesaria la intervención judicial ni la realización de ningún procedimiento.
Otros documentos que también deberán estar presente en la precitada solicitud de auto
lo serán:
a) La copia de los pagareses vencidos;
b) Copia del acto de alguacil contentivo de la intimación de pago, debidamente
registrado.
Hemos visto que no es imprescindible determinar con exactitud quién detenta la cosa a
reivindicar, pues al alguacil le basta con notificar la incautación al comprador, en su
domicilio real o de elección.
En cuanto a las tarifas en vigor para las actuaciones de los jueces de Paz, insertamos en
la sección de legislación de este ejemplar la resolución número 246-2001, de la Supre-
ma Corte de justicia, en la cual se regulan los honorarios de los Jueces de Paz en los
casos en que de acuerdo con su competencia deben actuar. Esto incluye, naturalmente,
los procesos de incautación previstos por las leyes sobre Fomento Agrícola y Venta
Condicional de Muebles; entre otros aspectos. La razón fundamental de esta resolución
es la de adecuar a una tarifa pre-establecida los honorarios de dichos magistrados,
evitando que se cometan injusticias. A tales fines, la resolución fija para el proceso
verbal de incautación de prenda una tarifa oscilante entre RD$400 y RD$800,
dependiendo de la categoría en que el magistrado actúe. (Ver en legislación Resolución
de la Suprema Corte de Justicia No. 246-2001).
El Ajuste De Cuentas.-
Definición.- El Ajuste de Cuentas es la solución que la ley da a favor del vendedor para
resolver el conflicto suscitado entre el vendedor y el comprador con la pérdida o
destrucción total o parcial de la cosa objeto de la venta condicional.
Las partes proceden a ajustar las cuentas, aunque el contrato haya quedado rescindido,
lo cual hacen de buena fe y común acuerdo. Si no hay acuerdo o precisión contractual al
respecto, es posible que las partes puedan designar peritos para que sean éstos quienes
realicen el ajuste. El interesado intima a la otra parte para que dentro del plazo de la
octava franca, concurra a la designación de los peritos y si tampoco hubiere acuerdo
para nombrarlos los nombrará el Juez de Paz cuando una de las partes lo solicite.
Efectos del Ajuste de Cuentas.- Cuando ha sido visada por el Juez de Paz, la hoja de
ajuste firmada por las partes o los peritos, constituye título ejecutorio, en virtud del cual
se puede proceder al embargo de los bienes del deudor.
Las disposiciones del artículo 11 de la citada Ley 483 prescriben que el Auto de
Incautación no es susceptible de ningún recurso, y la Suprema Corte de Justicia en
funciones de Corte de Casación ha aceptado que ni siquiera vale la oposición en esta
materia, en atención a las disposiciones del artículo 18 de la citada ley (Sentencia de
fecha 15 de septiembre de 1983, B.J. 874, pág. 2683).
Sin embargo, se extiende la certeza de que la Suprema Corte de Justicia terminará por
declarar inconstitucionales los textos legales que prohíban, dificulten o siquiera
condicionen el ejercicio de los recursos. Ha sido así, por ejemplo, en materia tributaria
(con el caso del solve et repete), y en cuanto al recurso de apelación (admitido contra la
Providencia Calificativa de la Cámara de Calificación aún cuando está prohibido por el
Código de Procedimiento Criminal).
Por ejemplo, si el auto dado por el Juez de Paz no ha sido avalado plenamente con los
documentos justificativos con lo que es el contrato de venta condicional debidamente
registrado y sus impuestos de ley pagos: podrá entonces dicha decisión ser impugnada
por el recurso de apelación, según casación de septiembre de 1972, boletín judicial 720,
página 2706.
Otra acción posible en contra del auto a nuestro juicio lo sería una demanda en nulidad
del auto, por la vía principal, y de manera accesoria interponer referimiento en contra de
la ejecución del auto de incautación, ambas medidas invocadas por ante la jurisdicción
competente, que en estos casos corresponde al tribunal de primera instancia.
Acciones judiciales por parte del vendedor en caso de que el comprador distraiga,
oculte, venda o impida la ejecución del auto de incautación sobre los bienes o el bien
mueble