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ESTRUCTURA ANALITICA DE LA LEY 483 SOBRE VENTA CONDICIONAL

Principales disposiciones

La Ley 483 de 1964 dispone esencialmente y en un orden lógico una definición de la


venta condicional, establece el registro de ventas condicionales y dispone la facultad
para reivindicar la cosa vendida y su entrega. De esta forma, establece un privilegio a
favor del vendedor, que incapacita al comprador para disponer libremente de la cosa
comprada y pone a su cargo los riesgos que puedan dañar el objeto adquirido. Además,
la Ley 483 regula todo lo relativo al derecho de persecución del vendedor, la garantía de
la suma adeudada, la opción de perseguir el pago de las obligaciones y la incautación
del inmueble y castiga con las penas del abuso de confianza la defraudación del
comprador.

Obligaciones del Vendedor

En sentido amplio, y siguiendo las prescripciones del Código Civil en sus artículos 1602
y 1603, el vendedor tiene el deber de explicar con claridad a lo que se obliga, y
cualquier pacto oscuro o ambiguo se interpreta en su contra. Asimismo, el vendedor
debe entregar la cosa y garantizarla.

De acuerdo a las disposiciones del párrafo uno del artículo 1ro de la Ley No. 483, la
primera obligación del vendedor radica en la necesidad de proveerse, antes de iniciar el
ejercicio de sus actividades, de una autorización especial expedida por la Dirección
General de Impuestos Internos. Esa autorización es comunicada al Director del Registro
Central de Ventas Condicionales de Muebles, para que sea este registro quien
compruebe la legalidad de la autorización, y en consecuencia inscriba o no en sus
archivos los contratos de esta naturaleza.

¿Por qué es necesario inscribirse en el Registro?

Porque la única forma de proteger la venta condicional es que el vendedor haya


registrado esa venta y haya pagado los impuestos correspondientes, obligación que la
ley pone a cargo, en forma imperativa, de dicho vendedor, pues tales requisitos le dan la
autoridad y la publicidad requeridas para que el vendedor pueda prevalecerse de todas
las prerrogativas excepcionales que ella establece. (Septiembre de 1971, B.J. 730, Pág.
2697).

En otras palabras; queda a cargo del vendedor una doble obligación:

1ro.- Debe inscribirse en el Registro Central de Ventas Condicionales de Muebles,


proveyéndose así de la autorización legal especial para cubrir sus operaciones
comerciales.
2do.- El vendedor debe registrar el contrato de venta condicional en un plazo de 30 días
desde su suscripción, en la Oficina del Registro Civil de su jurisdicción.
Sólo entonces puede el vendedor iniciar el proceso de la incautación, en caso de
incumplimiento por parte del comprador. (De acuerdo al texto del artículo 3 de la citada
Ley 483, el vendedor condicional de muebles está en la obligación de solicitar dentro
del plazo de 30 días de la fecha del contrato, mediante un formulario que será vendido
en las Colecturías de Rentas Internas el cual firmará conjuntamente con el comprador, la
inscripción del contrato en el Registro, ya sea directamente o por mediación del Director
del Registro Civil del Municipio en que la venta es realizada).

Las disposiciones del artículo 3 se combinan con las del artículo 9 de la citada Ley 483,
artículo éste que dispone que la oponibilidad de los contratos de venta condicional
depende de su registro, facultando así al propietario o a sus causahabientes para
emprender la reivindicación de las cosas vendidas en manos de terceros. Textualmente,
el artículo 9 prescribe: Los contratos de ventas condicionales sólo serán oponibles a
terceros cuando hayan sido registrados de conformidad con esta ley en el plazo de
treinta días establecido en el artículo tercero, pudiendo entonces el propietario o sus
causahabientes reivindicar las cosas vendidas en manos de dichos terceros en los
mismos casos en que según se dispone más adelante, pueden reivindicarlas en manos
del comprador. Las enajenaciones y cargas reales consentidas por el comprador u
obtenidas judicialmente, así como los embargos y secuestros hechos por deudas del
comprador, se reputarán nulos respecto del propietario y de todo otro interesado. Asi-
mismo es nula toda cesión o traspaso que haga el comprador sin el consentimiento del
vendedor, incluso los contratos de empeño y pactados con los Montes de Piedad.

Asimismo, la empresa que gestiona la venta y recibe el pago inicial del precio en un
contrato de venta condicional asume, para la Corte de Casación, el compromiso
implícito pero formal, de cumplir frente a los otros la deuda contratada: que, en la
especie, como se advierte por lo antes transcrito, la recurrente obtuvo un provecho
personal y directo del contrato de venta; que en esas condiciones se encuentra obligada
a cumplir con los términos del mismo, por lo cual el medio que se examina carece de
fundamento y debe ser desestimado (19 de marzo de 1986, B.J. 904, Pág. 153), de
donde se colige que el vendedor puede tener, y tiene, obligaciones contractuales frente
al comprador.

Una tercera obligación de los vendedores condicionales de muebles es que deben llevar
un Libro en el cual se asienta de forma cronológica y numérica cada una de las ventas
efectuadas, con los siguientes datos: nombre del comprador, clase de artículo y su
numeración u otro signo que lo individualice; fecha del contrato y su vencimiento y
número de inscripción en el registro; todo de acuerdo a las disposiciones del artículo 3,
párrafo 3 de la citada Ley 483 sobre Ventas Condicionales de Muebles.

Impuesto sobre Venta Condicional de Muebles

La Dirección General de Impuestos Internos ha dispuesto un gravamen de 0.5% sobre el


valor de las ventas realizadas en forma condicional de bienes muebles, según lo
establecido en la Ley 483 y sus modificaciones. Las informaciones que incluimos a
continuación pueden encontrarse en la dirección electrónica (internet) de la DGII.

Los contribuyentes se encuentran obligados, a los fines de cumplir con este impuesto, a
lo siguiente:
1.       Inscribir la Venta de los Bienes Muebles en el Registro Control de Ventas Condi-
cional de Muebles (Form. VC-01).
2.       Anotar en el Registro de Control de Ventas Condicionales de Muebles el contrato
de venta.
3.       Llevar un libro de ventas efectuadas, en orden cronológico y numeración
sucesiva.
Inscripción en el Registro de Venta Condicional de Muebles

Para aquellos vendedores o comerciantes que se inscriben por primera vez en el


Registro de

Venta Condicional de Muebles, se les exige el depósito de los siguientes documentos:

Si lo hace por primera vez, el contribuyente deberá depositar los siguientes documentos

1.       Copia de la Tarjeta de Identificación Tributaria o Copia del formulario 3267 en


caso de que aún no tenga la Tarjeta de Identificación Tributaria;
2.       Solicitar mediante comunicación escrita a la Dirección General, la autorización
para realizar Venta Condicional de Muebles, a través de la Administración o Agencia
Local correspondiente.

Si ya lo había hecho antes de 1998, deberá pasar o actualizar sus datos en la Administra-
ción o Agencia Local correspondiente con copia de la autorización anterior y de la
Tarjeta de la Identificación Tributaria, una vez recibida la autorización de la Dirección
General, el contribuyente deberá comprar el formulario (VC-01) en la Administración
Local o Colecturía correspondiente.

Fecha de Presentación y Pago del Impuesto

En atención a los términos dispuestos por la ley, una vez que se haya inscrito el contri-
buyente deberá presentar el pago de este impuesto dentro de los treinta (30) días
después de efectuada la venta del mueble.

Obligaciones del Comprador

En sentido general, el comprador está obligado a mantener la cosa en buen estado, es


decir, a usarla de buena fe, con miras a su conservación.

Específicamente, la ley prohíbe al comprador, bajo acusación de abuso de confianza


(Artículos 406 y 408 del Código Penal), realizar los siguientes actos: vender, ceder,
empeñar, o en cualquier forma ejercer actos de disposición de la cosa, antes de haber
adquirido el derecho de propiedad, salvo con el consentimiento expreso del vendedor;
transportar o permitir que se transporte la cosa vendida fuera de la localidad donde se ha
indicado en el contrato, (exceptuando los vehículos de motor en tráfico normal que por
su naturaleza no se puede circunscribir su permanencia en una jurisdicción específica);
destruir o deteriorar la cosa por descuido o negligencia culpable, ocultarla o llevarla a
un sitio distinto de donde le fue instalada; cambiar, alterar o en cualquier forma
modificar los números que individualizan la cosa vendida.
Asimismo, la ley dispone que el comprador debe entregar la cosa vendida al serle
requerido por el alguacil.

Es usual creer que las obligaciones del comprador incautado terminan con el hecho
mismo de la incautación. La Suprema Corte de Justicia ha admitido desde 1972 que en
materia de ventas condicionales de muebles es erróneo razonar que, una vez incautado
el automóvil vendido, se opera la rescisión del contrato, de modo que el comprador está
liberado del pago del saldo. (B.J. 742, pág. 2140). Este aspecto lo trataremos a fondo
más adelante.

El Traspaso Del Contrato

Es posible traspasar los contratos de venta condicional, es decir, son contratos


negociables por el vendedor o sus causahabientes, y dicho traspaso puede realizarse por
simple endoso, una o más veces, sin importar que la ejecución (o incautación del bien)
esté iniciada o ya haya terminado.

Para realizar el traspaso, que permite a los endosatarios ejercer las mismas vías legales y
procedimientos que al vendedor original, es necesario que ese traspaso por endoso sea
mencionado en el registro original donde figure la inscripción de la venta condicional
(artículo 3, párrafo II; Ley 483).

La Incautación En La Venta Condicional De Muebles

Sin importar en manos de quien se encuentre la cosa condicionalmente vendida, ante el


incumplimiento del comprador, el vendedor puede pedir y obtener un Auto de
incautación al Juez de Paz correspondiente (Suprema Corte de Justicia, B.J. 550, pág.
945, 1975).

La incautación misma ha sido definida por la Suprema Corte de Justicia en los


siguientes términos: De conformidad con la ley, la incautación no es más que un
procedimiento tendente a colocar al poseedor de un mueble en la imposibilidad de
disponer y disfrutar de la cosa incautada (B.J. 766, Pág. 2424, 1976).

Condiciones Bajo las Cuales Procede la Incautación por Venta Condicional

Es posible incautar por venta condicional cuando estén presente las siguientes
condiciones:
a) Cuando el comprador haya dejado de pagar una o más porciones del precio;
b) Cuando el comprador ha incumplido cualquiera de las prohibiciones que exige el
contrato;
c) Cuando viole cualquiera de las prohibiciones contenidas en el mismo, a los cuales
está subordinado el derecho de adquirir la propiedad del mueble.

Ante la comisión de cualquiera de estas situaciones, el vendedor o sus causahabientes


pueden proceder a notificar un acto de intimación que puede pretender una de dos cosas:
o la obtención del pago de las obligaciones adeudadas o requerirle al comprador que
cumpla las obligaciones y prohibiciones violadas en un plazo de 10 días francos,
advirtiéndole que si no paga o cumple la estipulación violada la venta quedará resuelta
de pleno derecho a la expiración del plazo, sin intervención judicial ni procedimiento al-
guno.

La Intimación de Pago por Pagareses Vencidos

La intimación de pago es un acto de alguacil contentivo de una notificación o


declaración de un mandamiento que debe ser especialmente cumplido. En el contexto de
la Ley 483 del 1964 existen dos intimaciones de pagos, clasificadas según el
cumplimiento o incumplimiento del Párrafo I del artículo 10 de dicha ley por parte del
persiguiente, que en este caso como es lógico es el vendedor. Una intimación bajo la
denominación procesal de simple y la otra con secuestro.
I) La Intimación de Pago Simple. También se le podría llamar intimación de pago sin
secuestro, que no es más que aquella intimación que se realiza por medio del Ministerio
de Alguacil simplemente intimando a pagar la suma adeudada, dejando en manos del
perseguido el mueble objeto de la Venta Condicional, dando el plazo que la ley acuerda.
Además de todos los enunciados que comúnmente contienen todos los actos de
alguaciles de esa naturaleza, también deberá contener:
a) Elección de domicilio en el lugar donde reside el comprador o donde se encuentre el
bien mueble;
b) Enunciación del cobro (intimación de pago) describiendo la suma en números y
letras;
c) Enumeración de los pagos (pagarés) vencidos hasta la fecha del acto;
d) Enunciación del plazo que posee el vendedor para proceder al pago, que debe ser no
menor de diez días francos.
II) La Intimación de Pago con Secuestro: Es aquella que además de intimar a pagar,
deja, como su nombre lo indica, el bien mueble objeto de la venta condicional en manos
de un guardián, el cual guardará y cuidará la cosa entregada hasta que transcurra el
plazo dado en dicha intimación y se haya procedido a la incautación del bien mueble.
Además de todos los enunciados que comúnmente contienen todos los actos de
alguaciles de esa naturaleza, también deberá contener:
a) Elección de domicilio en el lugar donde reside el comprador o donde se encuentre el
bien mueble;
b) Enunciación del cobro (intimación de pago) describiendo la suma en números y
letras;
c) Enumeración de los pagos (pagarés) vencidos hasta la fecha del acto;
d) Enunciación del plazo que posee el vendedor para proceder al pago, que debe de ser
no menor de diez días francos;
e) Nombre y generales de ley del guardián de la cosa;
f) La condición en la cual se encuentre el mueble;
g) El guardián deberá firmar el acto junto al alguacil actuante;
h) Así como también la firma de dos testigos.

Formas de la Intimación Cuando el Bien Mueble está en Poder de un Tercero

En caso de que el bien mueble se encuentre en manos de un tercero, el alguacil actuante


deberá, en el mismo acto o por acto separado, notificarle de dicho secuestro al Compra-
dor, ya sea en persona o en el domicilio elegido en dicho contrato de venta condicional.
En el estado actual de la Ley 483 sobre Ventas Condicionales de Muebles, el vendedor
puede utilizar; el mecanismo de la incautación de los objetos vendidos, a causa del
incumplimiento del comprador. Es el arma por excelencia de los vendedores de muebles
y vehículos de motor, ya que le permite en un tiempo relativamente corto y con un
proceso muy simple, recuperar su inversión.

Como figura jurídica usual en nuestro derecho, se sostiene que la incautación es una
figura jurídica que viene desde su aceptación por la Ley 1608 de 1947, la cual fue
sustituida y derogada por la actual Ley 483.

PROCEDIMIENTO DE INCAUTACION POR VENTA CONDICIONAL

En resumen, la incautación se produce de la siguiente forma:

Al vencimiento del plazo otorgado en la intimación (10 días francos) y ante la falta de
cumplimiento por parte del deudor, la venta quedará resuelta de pleno derecho. No es
necesaria la intervención judicial ni la realización de ningún procedimiento.

Competencia.- Es competente para conocer de la solicitud de Auto de Incautación el


Juez de Paz del domicilio del vendedor o de aquel donde se encuentre la cosa.

Al Juez de Paz por vía de la Secretaría, se le solicita la evacuación de un auto que


ordene la incautación de la cosa en manos de quien se encuentre y este la conoce
administrativamente y otorga un auto al que se le llama Auto de Incautación.

La solicitud del auto de incautación deberá hacerse acompañar de los documentos


justificativos que dan origen al contrato de venta condicional y el incumplimiento del
mismo. En tal sentido dicho contrato tendrá que haber cumplido previamente con el
registro que en los primeros treinta días, después de la suscripción del mismo debe
hacerse por ante la oficina de registro civil de la jurisdicción que corresponda. Así como
la autorización especial que emite la dirección general de impuestos internos avalando a
la compañía actuante a vender bajo el régimen especial de venta condicional de bienes
muebles en virtud de la ley 483.

Otros documentos que también deberán estar presente en la precitada solicitud de auto
lo serán:
a) La copia de los pagareses vencidos;
b) Copia del acto de alguacil contentivo de la intimación de pago, debidamente
registrado.

Hemos visto que no es imprescindible determinar con exactitud quién detenta la cosa a
reivindicar, pues al alguacil le basta con notificar la incautación al comprador, en su
domicilio real o de elección.

En cuanto a las tarifas en vigor para las actuaciones de los jueces de Paz, insertamos en
la sección de legislación de este ejemplar la resolución número 246-2001, de la Supre-
ma Corte de justicia, en la cual se regulan los honorarios de los Jueces de Paz en los
casos en que de acuerdo con su competencia deben actuar. Esto incluye, naturalmente,
los procesos de incautación previstos por las leyes sobre Fomento Agrícola y Venta
Condicional de Muebles; entre otros aspectos. La razón fundamental de esta resolución
es la de adecuar a una tarifa pre-establecida los honorarios de dichos magistrados,
evitando que se cometan injusticias. A tales fines, la resolución fija para el proceso
verbal de incautación de prenda una tarifa oscilante entre RD$400 y RD$800,
dependiendo de la categoría en que el magistrado actúe. (Ver en legislación Resolución
de la Suprema Corte de Justicia No. 246-2001).

Actuaciones del Alguacil.- A requerimiento del persiguiente, el alguacil se apropia de la


cosa y la coloca bajo custodia de un guardián. Este hecho se produce, de acuerdo a la
ley, desde el momento en que se notifique al comprador la intimación a que se refiere
este artículo, dando constancia de ello en el mismo acto, que deberá ser firmado por el
guardián escogido por el alguacil. En cuanto se refiere a vehículos de motor, la Suprema
Corte de Justicia ha decidido que la incautación no implica necesariamente el traslado
del vehículo (Boletín Judicial 766, pág. 2424, septiembre de 1974).

Qué incluye la incautación.- No solamente la cosa originalmente vendida puede


incautarse, sino que puede comprenderse en ella todas las partes, piezas o accesorios
incorporados después de la venta en calidad de reemplazo de otras de que estuviese
provista, excepto cuando estas piezas o accesorios estén, a su vez, amparadas en
provecho de otros por contratos de venta condicional.

El Ajuste De Cuentas.-

Definición.- El Ajuste de Cuentas es la solución que la ley da a favor del vendedor para
resolver el conflicto suscitado entre el vendedor y el comprador con la pérdida o
destrucción total o parcial de la cosa objeto de la venta condicional.

Las partes proceden a ajustar las cuentas, aunque el contrato haya quedado rescindido,
lo cual hacen de buena fe y común acuerdo. Si no hay acuerdo o precisión contractual al
respecto, es posible que las partes puedan designar peritos para que sean éstos quienes
realicen el ajuste. El interesado intima a la otra parte para que dentro del plazo de la
octava franca, concurra a la designación de los peritos y si tampoco hubiere acuerdo
para nombrarlos los nombrará el Juez de Paz cuando una de las partes lo solicite.

Si se han nombrado peritos, estos se encuentran legalmente intimados a tomar en


consideración la diferencia entre el estado de la cosa al momento de la venta y su estado
actual. Asimismo, las posibilidades de reventa, o, en su caso, el valor en que haya sido
revendida. También, el perito estima las cantidades pagadas a cuenta, la indemnización
correspondiente al goce y uso que ha tenido el comprador mientras tuvo la cosa en su
poder; los gastos y honorarios del procedimiento y cualesquiera otros factores
susceptibles de influir en la tasación.
Luego de realizado el ajuste, el deudor del saldo queda en la obligación de pagarlo
previa notificación de su contraparte, en el término de diez días.

Efectos del Ajuste de Cuentas.- Cuando ha sido visada por el Juez de Paz, la hoja de
ajuste firmada por las partes o los peritos, constituye título ejecutorio, en virtud del cual
se puede proceder al embargo de los bienes del deudor.

Efectos del Proceso de Incautación


El efecto más evidente de la incautación radica en el hecho de que rescinde el contrato
suscrito entre las partes, y justifica una acción a favor del comprador por causa de
lesión, teniendo en cuenta que subsisten obligaciones para el pago del saldo a cargo de
cualquiera de las partes.

La Corte de Casación ha decidido que el hecho de haber recurrido en apelación contra el


Auto de Incautación dictado por el Juez de Paz correspondiente, no constituye una causa
de fuerza mayor susceptible de liberar al prevenido de la obligación que tenía de
entregar la cosa cuando le fuera requerida en la forma prevista por la Ley. (B.J. No. 596,
pág. 555. Septiembre, 1960).

Recursos Contra el Auto de Incautación

Las disposiciones del artículo 11 de la citada Ley 483 prescriben que el Auto de
Incautación no es susceptible de ningún recurso, y la Suprema Corte de Justicia en
funciones de Corte de Casación ha aceptado que ni siquiera vale la oposición en esta
materia, en atención a las disposiciones del artículo 18 de la citada ley (Sentencia de
fecha 15 de septiembre de 1983, B.J. 874, pág. 2683).

Posición Jurisprudencial en relación a la inconstitucionalidad de la no admisión de


recursos en materia de la Ley 483.

Se ha opinado que estas disposiciones vulneran la Constitución de la República, teoría


rebatida por la Suprema Corte de Justicia al considerar en su sentencia contenida en el
Boletín Judicial No. 766, pág. 2427, de 1974, que el art. 11 de la Ley No. 483 de 1964,
que dispone que el Auto de Incautación no es susceptible de ningún recurso, no viola el
derecho de defensa ni es inconstitucional, pues el Art. 8 de la Constitución no impide al
legislador declarar que una sentencia o auto cualquiera no será recurrible.

Naturalmente, el armazón jurídico de la Ley 483 está destinado a favorecer al


comerciante, que en uso de sus estrategias de venta entrega bienes usualmente
valiosos a cambio de un avance en dinero por lo común bastante pequeño.

Sin embargo, se extiende la certeza de que la Suprema Corte de Justicia terminará por
declarar inconstitucionales los textos legales que prohíban, dificulten o siquiera
condicionen el ejercicio de los recursos. Ha sido así, por ejemplo, en materia tributaria
(con el caso del solve et repete), y en cuanto al recurso de apelación (admitido contra la
Providencia Calificativa de la Cámara de Calificación aún cuando está prohibido por el
Código de Procedimiento Criminal).

A pesar de consignar innúmeras veces que el Auto de Incautación no es susceptible de


ningún recurso, la Suprema Corte de Justicia consideró en 1971, en su sentencia
contenida en el Boletín Judicial 720, página 2706, que un Auto de Incautación puede
estar viciado si se dicta sin tomar en consideración las prescripciones de registro
impuestas por la Ley 483. En este sentido, al no pagarse los impuestos correspondientes
ni haberse registrado el contrato el auto puede ser impugnado por el recurso de
apelación.

Acciones procesales posibles en contra del auto de incautación


El auto de incautación tiene como finalidad inmediata el dejar sin efecto el contrato de
venta condicional; en consecuencia las acciones a contemplar van a depender de la
forma y requisitos que se observen en el procedimiento de obtención del auto.

Por ejemplo, si el auto dado por el Juez de Paz no ha sido avalado plenamente con los
documentos justificativos con lo que es el contrato de venta condicional debidamente
registrado y sus impuestos de ley pagos: podrá entonces dicha decisión ser impugnada
por el recurso de apelación, según casación de septiembre de 1972, boletín judicial 720,
página 2706.

La interposición de este recurso se da de manera excepcional y bajo condiciones que ya


describimos en relación al no registro del contrato y al no pago de los impuestos, en
razón de que la regla general en los términos del artículo VI de la Ley 483 no admite la
interposición en ningún recurso en contra del auto de incautación.

Otra acción posible en contra del auto a nuestro juicio lo sería una demanda en nulidad
del auto, por la vía principal, y de manera accesoria interponer referimiento en contra de
la ejecución del auto de incautación, ambas medidas invocadas por ante la jurisdicción
competente, que en estos casos corresponde al tribunal de primera instancia.

Acciones judiciales por parte del vendedor en caso de que el comprador distraiga,
oculte, venda o impida la ejecución del auto de incautación sobre los bienes o el bien
mueble

El vendedor podrá querellarse penalmente por distracción en contra del comprador,


asimilando la falta cometida al abuso de confianza, tipificado como un delito
correccional en los artículos 406 y 408 del Código Penal que conlleva una pena
privativa de libertad de

El tribunal competente para conocer de la comisión del delito de abuso de confianza en


materia de venta condicional lo será el juzgado de primera instancia de modo
unipersonal, de conformidad con las prescripciones del art. 72 del Código Procesal
Penal, ya que se trata de una posible pena a imponer de no más cinco años de prisión.

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