La actividad bancaria en Panamá se remonta a los inicios de nuestra República con el
establecimiento de dos importantes bancos en 1904. El primer banco establecido en Panamá fue el International Bank Corporation, el cual cambió su nombre a First National City Bank de Nueva York y hoy se conoce como Citibank, parte de Citigroup, el conglomerado financiero más grande del mundo. El segundo banco fue el Banco Nacional de Panamá. En 1970, el gobierno panameño comenzó a promover la banca extraterritorial otorgando el estatus de exención de impuestos a las transacciones internacionales; también eliminó otras formas de regulación. Como resultado, Panamá atrajo grandes cantidades de capital extranjero y para la década de 1980 se había convertido en el centro financiero más grande de América Latina. Varios de los principales bancos latinoamericanos, norteamericanos y europeos tienen sucursales en la ciudad de Panamá. Algunas de estas también operan sucursales en las provincias y otorgan préstamos para emprendimientos industriales, agrícolas y ganaderos. El Banco Nacional de Panamá (1970) supervisa el sistema bancario, que fue parcialmente reformado en 1998 para desalentar los esquemas de lavado de dinero relacionados con el narcotráfico. La moneda nacional, el balboa, se emite únicamente en monedas. El balboa está a la par con el dólar estadounidense y el papel moneda estadounidense circular libremente. La Bolsa de Valores de Panamá (1960) es la principal bolsa de valores. Las principales importaciones de Panamá son maquinaria, combustibles fósiles, equipos de transporte y productos químicos y químicos. Una cuarta parte de las importaciones son de los Estados Unidos. Cantidades menores provienen de China, México y Costa Rica, entre otros países. Las exportaciones incluyen productos alimenticios como bananas, camarones y café, así como ropa. Estados Unidos se lleva la mayor parte de estas exportaciones. Otros destinos principales de exportación son Alemania, Costa Rica, China, Taiwán y los Países Bajos. La Zona Libre de Colón, establecida a mediados del siglo XX en el extremo norte del canal, se ha vuelto cada vez más importante como centro de manufactura, almacenamiento y reexportación similar a los distritos maquiladores de otros países centroamericanos y México. Los varios cientos de fábricas de la Zona Franca producen productos químicos, textiles y prendas de vestir, maquinaria y equipos de transporte. Las materias primas o los productos semielaborados provienen de Hong Kong, Estados Unidos, Japón, Italia, Corea del Sur y otros lugares. Los productos terminados se envían principalmente a Colombia, Ecuador, Brasil y otros países de América Central y del Sur, pero algunos se usan en el país. Desde la era colonial, el comercio de contrabando ha sido importante en Panamá entre aquellos que desean evitar los aranceles u otros controles gubernamentales. A fines del siglo XX, Panamá se convirtió en un importante centro de transbordo para el contrabando de narcóticos como la cocaína y la heroína colombianas. Hasta 1999, el ejército de EE. UU. dirigió un programa regional de interdicción de drogas desde Panamá, pero el tráfico de narcóticos solo se redujo parcialmente y la tasa de consumo de drogas entre los panameños se disparó en la década de 1990. La cocaína y la heroína continúan atravesando Panamá en ruta hacia destinos en América del Norte, Europa y otros lugares. Actualmente la República de Panamá cuenta con un centro bancario robusto y de clase mundial con más de 100 bancos locales y extranjeros que operan bajo diferentes tipos de licencias. Es importante señalar que el sector bancario en Panamá es un negocio regulado, es decir, que por ley debe cumplir con ciertos parámetros para ejercer como tal. La regulación bancaria es algo compleja y ha sido legislada a través de varias leyes aprobadas en diferentes momentos. La Ley 2 de 22 de febrero de 2008 pretende establecer un texto corrido donde reúna todas las modificaciones y/o regulaciones del sector bancario en un solo documento. Nadie podrá ejercer el negocio bancario en o desde la República de Panamá sin la correspondiente licencia bancaria o sin haber sido debidamente autorizado por la ley. Se pueden emitir tres tipos de licencias: licencia general, licencia Internacional, oficina de representación. La licencia de representación tiene que ser solicitada directamente por el banco a ser representado y sólo podrá ser concedida a éste. Una vez otorgado, el banco puede realizar actividades de representación a través de una sucursal o una subsidiaria de propiedad total.