Está en la página 1de 35

G uía

d e

E studio

Tema 1
La Constitución Española
1.1 Principios generales
1.2 Las libertades y los derechos de los ciudadanos
1.3 Organización política y territorial del estado

Convocatoria acceso a la escala básica categoría agente


Edición 2016
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

1.1 PRINCIPIOS GENERALES


En el Título Preliminar se contienen los principios generales en los nueve primeros artículos
del texto constitucional. Realizaremos a continuación una labor de síntesis, a cada uno de
de ellos, destacando sus puntos básicos.
Antes de referirnos a cada uno, debemos considerar, que tales principios forman parte del
Título Preliminar que no debe confundirse con el Preámbulo. De esta forma, así como el
Título Preliminar está compuesto de nueve artículos, el Preámbulo no está integrado por
artículos, por lo que no forma parte de su articulado, teniendo un valor puramente decla-
rativo, si bien es el frontispicio a partir del cual debe ser interpretada la Constitución. Así
pues, procedamos a efectuar la transcripción literal de los citados preceptos, para pasar
posteriormente a analizar cada uno de ellos.

CLASE DE ESTADO (Art. 1)

El artículo 1, que es uno de los preceptos de mayor relevancia de nuestra Constitución,


distingue, en los tres párrafos que lo integra, la clase de Estado (social y democrático de
derecho) los valores superiores del ordenamiento jurídico (a los cuales haremos referencia
seguidamente), el dogma de la soberanía popular (al especificar que la soberanía reside en
el pueblo) y la forma política del Estado (que es la monarquía parlamentaria). Así, el citado
artículo dispone que:
«1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la
igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del
Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria».
Pues bien analizando más ampliamente los citados apartados debemos destacar lo
siguiente:
En el primer párrafo del artículo primero de la Constitución, al decir que «España se
constituye en un Estado social y democrático de derecho, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo
político», se destacan dos principios esenciales: la clase de Estado y los valores superiores
que lo informan.
Como hemos observado se trata de un Estado que se califica como de social y democrático
de derecho. Es un Estado social, en el sentido de que, a través de él, se propugna la
protección social y económica de todos los españoles; es democrático, por cuanto que
todos los poderes del Estado emanan del pueblo; y por último, es un Estado de derecho,
debido a la sujeción, tanto de los poderes públicos, como de los ciudadanos, a la
Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.
En cuanto a los valores superiores se destacan la justicia, la igualdad, la libertad y el
pluralismo político, que inspirarán todo el ordenamiento jurídico. Estos valores, como dice
Lucas Verdú, no son principios abstractos, sino que se concretan a largo del articulado del
texto constitucional.

Oscar Castellón Ruz


Página 1
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

La justicia se cimenta en la independencia de los jueces, en la inamovilidad de los mismos,


en la responsabilidad y en su sometimiento al imperio de la ley, expresándose su sentido
democrático al manifestarse que la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del
Rey.

La igualdad se patentiza al decir el artículo 14 de La Constitución que todos los españoles


son iguales ante la ley, reiterándose dicho principio a lo largo del articulado. Sírvanos de
ejemplo, el artículo 23.2 en cuanto al acceso a las funciones y cargos públicos en
condiciones de igualdad, el artículo 31.1 en lo que concierne al sistema tributario basado en
los principios de igualdad y progresividad o el artículo 39.2 en lo que respecta a la igualdad
de todos los hijos, cualquiera que sea su filiación.
La libertad se plasma reiteradamente entre las libertades públicas y derechos reconocidos
en la Sección 1ª del Capítulo Segundo del Título Primero. Así, libertad ideológica y
religiosa, libertad personal, libertad de residencia y circulación, o libertad de expresión.
El pluralismo político, se manifiesta a través de las diferentes opciones políticas y se
instrumentaliza por medio de los partidos políticos, tal como determina el artículo 6 de la
Constitución.
El segundo párrafo del artículo primero alude a la soberanía nacional que se residencia en
el pueblo, de donde emanan los poderes del Estado. Con ello se destaca el dogma de la
soberanía popular, y por ende, la elección de los representantes del pueblo, por medio de
los partidos políticos, a través del sufragio universal.
El tercer párrafo del artículo primero define la forma política del Estado español como
Monarquía parlamentaria, la cual se personifica en la institución de la Corona, como
símbolo de la unidad y permanencia. Por Monarquía parlamentaria debemos entender
aquella forma política en la que el Rey reina pero no gobierna, ocupando el poder
legislativo un papel predominante por cuanto que las Cortes representan al pueblo español.
Sobre la forma y clase de Estado y sobre el derecho a la autonomía nos remitimos al
epígrafe 2 de este mismo Tema donde se han tratado pormenorizadamente estas
cuestiones.

UNIDAD DE LA NACIÓN ESPAÑOLA Y RECONOCIMIENTO DEL DERECHO DE


AUTONOMÍA (Art. 2)

De acuerdo con el artículo 2 «la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la


nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza
el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad
entre todas ellas».
En este artículo se destaca el Estado de las autonomías, compaginándolo con la existencia
de un Estado unitario, que se reconoce asimismo como plural. La indisoluble unidad de la
nación española se armoniza con el derecho a la autonomía de las nacionalidades y
regiones, que se van constituyendo de una forma gradual, a partir de las Comunidades
Autónomas históricas, como son la catalana, la vasca y la gallega, que plebiscitaron sus
Estatutos de Autonomía con anterioridad a la promulgación de la Constitución para
alcanzar actualmente un total de diecisiete Comunidades Autónomas, de diferente carácter
y contenido, ya que además de las históricas, debemos tener en cuenta aquellas que
accedieron por la vía especial, es decir, las del artículo 151 de la Constitución, como es el
caso de Andalucía o Canarias, y aquellas otras que alcanzaron su autonomía por la vía del
Oscar Castellón Ruz
Página 2
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

artículo 143 de la Constitución, es decir, las de iniciativa ordinaria, cerrándose, en la


actualidad el ciclo, con la constitución de las dos ciudades autónomas: Ceuta y Melilla.

LENGUAS Y MODALIDADES LINGÜÍSTICAS (Art. 3)

El artículo 3 se refiere a las lenguas y modalidades lingüísticas disponiendo que:


«1. El castellano es la lengua española oficial del estado. Todos los españoles tienen el
deber de conocerla y el derecho a usarla.
2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas
Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio
cultural que será objeto de especial respeto y protección».
El primer párrafo de este artículo alude a la oficialidad de la lengua española como lengua
oficial del estado. Aunque los senadores Camilo José Cela y Julián Marías, ambos
académicos de la Lengua, propusieron como lengua oficial «el castellano o el español», en
el Congreso se revisó la decisión del Senado, eliminando tal sinonímia de forma que en la
redacción final se utilizó para la designación de la lengua oficial solamente la palabra
«castellano».
El alcance de la oficialidad del castellano viene determinado en la Constitución por dos
parámetros: uno subjetivo («todos los españoles...») y otro institucional y territorial («el
castellano es la lengua oficial del Estado...») por el que es la lengua oficial del conjunto
entero de las instituciones que comprende el Estado. El Estado es aquí el Estado global, no
el Estado aparato central, En consecuencia, la oficialidad de la lengua española común
alcanza al «conjunto de los poderes públicos españoles, con inclusión de los autonómicos y
de los locales» (STC 82/1986, de 26 de julio), es decir, a la totalidad de los entes e
instituciones públicas, cualquiera sea el lugar en el que se encuentren radicados
La Constitución Española, como la mayoría de las constituciones de países de nuestro
entorno, se limita a hablar de oficialidad, pero sin definirla ni hacer mención alguna a los
derechos o libertades lingüísticos que conlleva. La definición de lengua oficial se contiene
en la citada STC 82/1986, de 26 de junio, en su fundamento jurídico segundo, donde esta-
bleció: «...Aunque la Constitución no define, sino que da por supuesto lo que sea una
lengua oficial, la regulación que hace de la materia permite afirmar que es oficial una
lengua, independientemente de su realidad y peso como fenómeno social, cuando es
reconocida por los poderes públicos como medio normal de comunicación en y entre ellos y
en su relación son los sujetos privados, con plena validez y efectos jurídicos».

El Tribunal Constitucional, en la citada Sentencia 82/1986, de 26 de junio, ha interpretado


el artículo 3 de la Constitución afirmando lo siguiente: «La Constitución española de 1978
reconoce la realidad plurilingüe de la Nación española y, viendo en ella un valor cultural no
sólo asumible, sino también digno de ser promovido, obtiene de dicha realidad una serie de
consecuencias jurídicas en orden a la posible atribución de carácter oficial a las diversas
lenguas españolas, a la protección efectiva de todas ellas y a la configuración de derechos
y deberes en materia lingüística».
Asimismo, respecto del apartado 2 del artículo 3 de la Constitución, se afirma que «…al
añadir el número 2 del mismo art. 3 que las demás lenguas españolas serán también
oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas, se sigue asimismo que la
consecuente cooficialidad lo es con respecto a todos los poderes públicos radicados en el

Oscar Castellón Ruz


Página 3
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

territorio autonómico, sin exclusión de los órganos dependientes de la Administración


central y de otras instituciones estatales en sentido estricto, siendo, por tanto, el criterio
delimitador de la oficialidad del castellano y de la cooficialidad de otras lenguas españolas
el territorio, independientemente del carácter estatal (en sentido estricto), autonómico o
local de los distintos poderes públicos».
El último párrafo de este artículo 3 se refiere a las modalidades lingüísticas de España
considerándose como formas específicas de hablas que no tendrán carácter de lenguas
oficiales, pero que serán objeto de «respeto y protección». Se trata, fundamentalmente, del
aranés, la fabla aragonesa de los Pirineos, el bable de Asturias, el panocho murciano, etc.
Sobre el término «modalidad lingüística» es necesario señalar que es un concepto menos
consolidado en la sociolingüística que el de «variedad» o «registro» para designar las
varias formas distinguibles en la lengua. Las variedades expresan diferencias histórico-
geográficas (los dialectos), sociales (las jergas o lenguas de grupos) y técnicas (las lenguas
técnicas) presentes en una lengua. Los registros sirven para distinguir los diferentes niveles
de enunciación de una lengua: culto, común o popular. La falta de solución léxica respecto
del término «modalidad» obliga a interpretarlo según la postura mantenida en el debate
constitucional: «…la sistemática de este artículo no supone una gradación jerárquica de
tres realidades distintas de tal manera que el párrafo primero se refiriese al castellano, el
segundo, jerárquicamente establecido, se refiriese a las otras lenguas de España, como
pueden ser el catalán, el euskera o el gallego, y en el tercero metiésemos esas otras
manifestaciones de la riqueza lingüística de España, como pudieran ser el bable, el
panocho o el fragatino. Entendemos que el párrafo 3 no tiene por qué reducirse a estas
otras manifestaciones lingüísticas de España, sino que debe tener una aplicación que
puede armonizar en su interpretación a los dos párrafos anteriores».
Por consiguiente, la interpretación más recta de este precepto constitucional es que la
expresión «la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas» comprende la total realidad
lingüística de España.

LA BANDERA (Art. 4)

La bandera constituye, por tradición, uno de los elementos más significativos del Estado
español. Su regulación constitucional se contiene en el artículo 4 de la Constitución según
el cual:
«1. La bandera de España esta formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y
roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.
2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades
Autónomas. Estas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios
públicos y en sus actos oficiales».
La bandera de España que consagra la Constitución de 1978, es la bicolor, roja y amarilla,
instaurada para la Marina por Carlos III en 1785, convertida en bandera nacional en 1843 y
que se ha mantenido desde entonces (con el paréntesis 1931-1939 de la Segunda
República, cuando se incluyó la franja morada).
El conjunto normativo regulador de la bandera nacional está integrado, — además de por el
citado artículo 4 de la Constitución —, por la Ley 39/1981, de 28 de octubre, por la que se
regula el uso de la bandera de España y el de otras banderas y enseñas — conocida como
Ley de Banderas — y el Real Decreto 441/1981, de 27 de febrero, por el que se establecen

Oscar Castellón Ruz


Página 4
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

los colores de la Bandera de España, que serían sus normas de cabecera. Y también por la
Orden Ministerial 1276/1980, de 26 de abril, sobre concesión de la Enseña Nacional a
unidades de las Fuerzas Armadas, el Real Decreto 2335/1980, de 10 de octubre, por el que
se regula el uso de la Bandera de España y otras banderas y enseñas a bordo de los
buques nacionales, la Orden DEF/1445/2004, de 16 de mayo, por la que se establece el
procedimiento para que los españoles puedan solicitar y realizar el juramento o promesa
ante la Bandera de España, la Disposición final décima de la Ley 39/2007, de 19 de
noviembre, de la Carrera Militar, que regula el juramento o promesa de los españoles ante
la bandera de España, el art. 6 de las Reales Ordenanzas para las FF. AA. de 2009 y los
arts. 4 a 7 del Real Decreto 684/2010, de 20 de mayo, por el que se aprueba el
Reglamento de Honores Militares, que son disposiciones de carácter más técnico o
sectorial.
La Ley 39/1981, de 28 de octubre, regula el uso de la bandera de España y el de otras
banderas y enseñas. Su artículo 1 dice literalmente: «La bandera de España simboliza la
nación; es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y
representa los valores superiores expresados en la Constitución».
A continuación, en su artículo 2, se recuerdan los colores constitucionales y se regula el
tratamiento preferente o único de la bandera, según los casos, en los organismos oficiales.
Así el citado artículo establece que «la bandera de España, de acuerdo con lo preceptuado
en el artículo cuarto de la Constitución española, está formada por tres franjas horizontales,
roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas» y que
«en la franja amarilla se podrá incorporar, en la forma que reglamentariamente se señale,
el escudo de España».
En el artículo 3, se establece que la bandera de España «deberá ondear en el exterior y
ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la
Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal. La
bandera española será la única presente en los edificios, acuartelamientos, buques,
aeronaves y cualesquiera otros establecimientos militares».
El tono imperativo con el que ha sido redactado este precepto ha permitido al Tribunal
Supremo pronunciarse en su Sentencia de 14 de abril de 1988 sobre la cuestión nuclear de
cuándo y cómo debe ondear la bandera nacional en los edificios y establecimientos de las
Administraciones Públicas estatales conforme a la Ley de Banderas: «La expresión “deberá
ondear” que utiliza el legislador, formulada en imperativo categórico, viene a poner de
relieve la exigencia legal de que la bandera de España ondee todos los días y en los
lugares que expresa, como símbolo de que los edificios o establecimientos de las
Administraciones Públicas del Estado son lugares en donde se ejerce directa, o
delegadamente, la soberanía y en ellos se desarrolla la función pública en toda su amplitud
e integridad, sea del orden que fuere, de acuerdo con los valores, principios, derechos y
deberes constitucionales que la propia bandera representa, junto con la unidad,
independencia y soberanía e integridad del Estado Español. Por ello, la utilización de la
Bandera de España en dichos edificios o establecimientos debe de serlo diariamente como
manifestación, frente a los ciudadanos, del contenido que simboliza y representa…».
Continúa precisando el fundamento jurídico 2º de la citada Sentencia: «La Ley distingue y
regula dos diferentes situaciones en las cuales debe ondear la Bandera de España. La
primera en el exterior de los edificios y establecimientos de las Administraciones del
Estado, en los que la bandera debe ondear diariamente con carácter de permanencia, no
de coyuntura, no de excepcionalidad sino de generalidad y en todo momento. Por ello, el
legislador a lo largo del art. 3 utiliza siempre las expresiones gramaticales en sentido
Oscar Castellón Ruz
Página 5
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

imperativo «será la única que ondee» (párrafos 2 y 3) «se colocará» (punto 4) «se
enarbolará» (punto 5) para expresar una idea o un contenido normativo de naturaleza
permanente y no esporádica, frente a la regulación que efectúa en los artículos 6º y 7º que
es coyuntural, accidental o eventual. Por ello regula el lugar que debe ocupar cuando
concurra con otras, especificando le corresponde el lugar destacado, visible y de honor, y
preeminente respecto de las otras, así como que el lugar preeminente y de máximo honor
será la posición central cuando el número de banderas sea impar y siendo par, de las dos
posiciones que ocupan las del centro la del lado izquierdo del observador».

El artículo 4 preceptúa que «en las Comunidades Autónomas, cuyos Estatutos reconozcan
una bandera propia, ésta se utilizará juntamente con la bandera de España en todos los
edificios públicos civiles del ámbito territorial de aquélla». Dicho tratamiento se amplía
también a los Ayuntamientos y Diputaciones provinciales, sin hacer mención alguna a su
ámbito territorial (art. 5), lo que denota la especial sensibilidad que provoca el uso de las
banderas y enseñas autonómicas, a las que se pretende encerrar en los territorios
autonómicos. En todo caso, la bandera de España ocupará siempre un lugar destacado,
visible y de honor, no pudiendo tener un tamaño inferior a las demás banderas utilizadas
(art. 6).
La atribución competencial a la Comunidad Autónoma de la potestad para determinar sus
banderas implica la imposibilidad de disposición de las mismas por otra Comunidad
Autónoma, de manera que dicho símbolo no puede ser utilizado sin el consentimiento de la
comunidad a que corresponden.
El artículo 7 se refiere a la colocación de la bandera junto a otras enseñas internacionales
especificando que «cuando la bandera de España deba ondear junto a la de otros Estados
o naciones lo hará de acuerdo con las normas y usos internacionales que rigen esta
materia en las relaciones entre Estados, así como con las disposiciones y reglamentos
internos de las organizaciones intergubernamentales y las conferencias internacionales».
El artículo 8 persigue que partidos políticos, sindicatos, asociaciones y entidades privadas
no utilicen la bandera española como parte integrante de sus símbolos identificativos, a fin
de evitar la apropiación de la bandera por aquéllos, como ha estado sucediendo con los
partidos ultraderechistas. Obsérvese que, a pesar de la existencia de partidos nacionalistas
o regionalistas, no se extiende este precepto a las banderas autonómicas, quizá porque no
se ha hecho un uso abusivo y excluyente por los partidos presentes en las Comunidades
históricas.
El artículo 9 de la citada Ley 39/1981 dispone que «las autoridades corregirán en el acto las
infracciones de esta Ley, restableciendo la legalidad que haya sido conculcada». En este
sentido, no cabe cuestionar el carácter de autoridad del Delegado del Gobierno, cuya
legitimación para actuar, por otro lado, aparece reconocida, en relación con la materia que
ahora nos ocupa, en la jurisprudencia del Tribunal Supremo.
Finalmente hay que destacar lo ordenado en el artículo 10 de la Ley 39/1981 al referirse a
las ofensas referidas a las banderas del Estado (la de España y las autonómicas). El citado
artículo 10.1 dispone: «Los ultrajes y ofensa a la bandera de España y a las contempladas
en el artículo 4 del presente texto [las autonómicas] se castigarán conforme lo dispuesto en
las leyes».

Así, el ultraje y la ofensa a la bandera se castiga en el artículo 543 del Código Penal, el
cual establece que «las ofensas o ultrajes de palabra, por escrito o de hecho a España, a

Oscar Castellón Ruz


Página 6
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

sus Comunidades Autónomas o a sus símbolos o emblemas, efectuados con publicidad, se


castigarán con la pena de multa de siete a doce meses». Como símbolos o emblemas
deben ser entendidos la bandera de España, el escudo y las banderas y enseñas propias
de las Comunidades Autónomas, sin embargo no se incluyen los himnos nacionales o
regionales.

LA CAPITAL DEL ESTADO (Art. 5)

Según dispone el artículo 5 de la Constitución «la capital del Estado es la villa de Madrid».
Con esta escueta formulación se reconoce una realidad que data de más de cuatro siglos
desde que en 1561 Felipe II eligiera su capital permanente y que más recientemente
confirmó la Constitución republicana de 1931 en su artículo 5 al decir que «la capitalidad de
la República se fija en Madrid».
La fijación de la capitalidad del Estado en un punto determinado del territorio nacional
supone la ubicación en él de todas las instituciones fundamentales: Corona, Cortes
Generales, Gobierno, Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas y de
los órganos y dependencias correspondientes. Es, por tanto, una exigencia del Estado
contemporáneo, la concentración de las instituciones y órganos dada su estructura y
funcionamiento y las características de su correspondiente burocracia en un punto concreto
del territorio estatal.
El artículo 5 dice «la capital del Estado...», no habla de capital de España y tampoco ha
empleado la expresión «la capital del Reino o de la Monarquía» como réplica al artículo 5
de la Constitución de 1931 que declaraba: «La capital de la República...» , en ello ha
influido sin duda la organización territorial del Estado configurado con fuertes elementos au-
tonómicos: Estado Autonómico, Estado de las Autonomías, para preferir la expresión: «La
capital del Estado...».
El citado artículo 5 ha elegido la identificación de la capital utilizando «es» antes que «se
fija» como hizo la Constitución de 1931, lo que parece impedir, más rotundamente, el
cambio de la sede de los poderes públicos.
Algunos autores contemplan la posibilidad de desplazar provisionalmente la capitalidad en
circunstancias especialísimas (guerra, invasión extranjera, rebelión, etc.). Se han dado
dichas circunstancias en nuestra historia nacional pasada y reciente: Cádiz cuando la
guerra de la Independencia; Valencia y Burgos como capitales de la España republicana y
de la franquista en la Guerra Civil.
Por último cabe observar que el citado artículo 5 llama «villa» a Madrid, expresión castiza,
costumbrista y/o con raigambre histórica en el sentido de población que goza de algunos
privilegios.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS (Art. 6)

El artículo 6 de la Constitución se dedica a los partidos políticos expresando que «los


partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación
de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su
creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la
Ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos».

Oscar Castellón Ruz


Página 7
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Nuestra jurisprudencia constitucional ha destacado en diversas ocasiones la importancia y


el significado de este artículo como reconocimiento del protagonismo de los partidos en
nuestro sistema constitucional, Así por ejemplo, y en fecha tan temprana como 1981, el
Tribunal Constitucional afirmó que, en virtud del art. 6, los partidos adquieren «relevancia
constitucional», y que ésta «...viene justificada por la importancia decisiva que esas
organizaciones tienen en las modernas democracias pluralistas...» (STC 3/1981). Más
extensamente, en la STC 85/1986 se dispone que «la colocación sistemática de este
precepto (art. 6) expresa la importancia que se reconoce a los partidos políticos dentro del
sistema constitucional, y la protección que de su existencia, y de sus funciones, se hace, no
sólo desde la dimensión individual del derecho a constituirlos y a participar activamente en
ellos, sino también en función de la existencia del sistema de partidos como base esencial
para la actuación del pluralismo político».

El artículo 6 de la Constitución comienza su segunda parte refiriéndose a los criterios de


constitucionalidad de los partidos, afirmando el principio de libertad en su constitución y
actividad y mencionando expresamente dos criterios de constitucionalidad: el respeto a la
Constitución y la Ley y la estructura interna y funcionamiento democráticos.
Sobre el respeto a la Constitución y a la Ley, el Tribunal Constitucional se refiere por
primera vez a ese deber de «acatamiento positivo» en la STC 101/1983, en donde se
establece que la sujeción a la Constitución «se traduce en un deber de distinto signo para
los ciudadanos y los poderes públicos (...) los titulares de los poderes públicos tienen,
además un deber general positivo de realizar sus funciones de acuerdo con la Constitución,
es decir, que el acceso al cargo implica un deber positivo de acatamiento entendido como
respeto a la misma, lo que no supone necesariamente una adhesión ideológica ni una
conformidad a su total contenido (...)». De esta manera, el derecho de participación por
medio de representantes del art. 23 CE «no comprende el de participar en los asuntos
públicos por medio de representantes que no acaten formalmente la Constitución».
Sobre la exigencia de un cierto grado de democracia interna en los partidos, hay que
señalar que ello supone una «invasión» por parte del Estado en el ámbito de su libertad de
autoorganización, es decir, si entendemos que estamos ante una limitación del derecho
fundamental de asociación política, entonces nos tenemos que plantear la cuestión de
hasta dónde puede llegar dicha limitación.

En la regulación de esta exigencia de democracia interna, podemos distinguir tres aspectos


de la vida partidaria a los que puede alcanzar:
a) En primer lugar, la exigencia puede alcanzar a su estructura orgánica y los
procedimientos establecidos para la elección de sus órganos de dirección.
b) En segundo lugar, la exigencia puede alcanzar también, en diferente medida, a los
procedimientos para la elaboración de las candidaturas a los cargos públicos
electivos.
c) Finalmente, en tercer lugar, puede alcanzar al reconocimiento de una serie de
derechos subjetivos a los afiliados, empezando por los propios derechos de
participación política –básicamente, los derechos de sufragio activo y pasivo en los
procesos electorales internos, pero alcanzando también a otros derechos sin los cuales
la participación democrática en el seno de una organización partidista deviene
imposible, como son el derecho a la información, la libertad de opinión y las garantías
en los procedimientos disciplinarios internos.
Oscar Castellón Ruz
Página 8
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

SINDICATOS Y ASOCIACIONES EMPRESARIALES (Art. 7)

El artículo 7 de la Constitución destaca el papel de los sindicatos de trabajadores y de las


asociaciones empresariales en la defensa de sus intereses propios, teniendo de común
todas estas instituciones el hecho de que su estructura interna y funcionamiento deberán
ser democráticas. Así, dicho artículo 6 dispone que «los sindicatos de trabajadores y las
asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses
económicos y sociales que les son propios. Su creación y el ejercicio de su actividad son
libres dentro del respeto a la Constitución y a la Ley. Su estructura interna y funcionamiento
deberán ser democráticos».
La importancia que nuestra Constitución confiere a los sindicatos y a las asociaciones
empresariales en el marco del Estado social y democrático de derecho, hace que la misma
se refiera a dichas instituciones a lo largo de la misma en varias ocasiones. Así, además
del citado artículo 7 en el que consagra su papel como organizaciones básicas para la
defensa y promoción de los intereses económicos y sociales, en conexión con el anterior, el
art. 28.1 de la Constitución formula el derecho de libertad sindical como un derecho
fundamental (situado en la Sección 1ª del Capítulo II del Título I), recogiendo en su párrafo
segundo el derecho de huelga.

No terminan ahí, sin embargo, las referencias que a lo largo del Texto constitucional se van
sucediendo en torno a la participación de los sindicatos y las asociaciones empresariales
en la vida económica y social. Algunas de las numerosas alusiones que efectúa la Norma
Fundamental sobre la materia tratada son las contenidas en el art. 37.1 CE sobre el
derecho de autonomía colectiva; la participación en la Seguridad Social y en los
organismos públicos cuya función afecte a la calidad de vida o bienestar general (art. 129.1
CE); la participación en la empresa (art. 129.2 CE); el derecho a adoptar medidas de
conflicto colectivo (art. 37.2 CE), y la participación de los sindicatos y de las asociaciones
empresariales en la planificación económica (art. 131.2 CE).

LAS FUERZAS ARMADAS (Art. 8)

El artículo 8 de la Constitución alude a la existencia de las Fuerzas Armadas, a su


composición y a sus misiones, precisando además, que las bases de la organización militar
deberán ser desarrolladas mediante Ley Orgánica, ley que en la actualidad es la Ley
Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional. Así, el citado artículo
dispone literalmente que:
«1. Las fuerzas armadas, constituidas por el ejército de tierra, la armada y el ejército
del aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España,
defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
2. Una ley orgánica regulara las bases de la organización militar conforme a los
principios de la presente constitución».
Las Fuerzas Armadas, de acuerdo con el citado artículo 8 de la Constitución, están
compuestas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire. Por otra parte, dice el
artículo 10 de la Ley Orgánica 5/2005 que «las Fuerzas Armadas son el elemento esencial
de la defensa y constituyen una entidad única que se concibe como un conjunto integrador
de las formas de acción específicas de cada uno de sus componentes: el Ejército de Tierra,
la Armada y el Ejército del Aire».

Oscar Castellón Ruz


Página 9
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Para saber qué misiones tienen encomendadas las Fuerzas Armadas, debemos seguir el
tenor literal del artículo 8.1 de la Constitución y el de la citada Ley Orgánica 5/2005, de 17
de noviembre, de la Defensa Nacional.
En suma cabría hablar de tres misiones declaradas por la Constitución en su artículo 8.1.
Estas funciones son: garantizar la soberanía e independencia de la patria, defender la
integridad territorial y defender el ordenamiento constitucional.

a) Garantizar la soberanía e independencia de España: Es la misión clásica de


defender con las armas a la comunidad frente a las agresiones externas. Dicho de
otro modo se trata de una misión vinculada a la residencia de la soberanía en el
pueblo español y a la independencia o autonomía de decisión del pueblo español en
el orden internacional. No obstante, la fuerza siempre será la última ratio y por tanto,
las Fuerzas Armadas se deben emplear como disuasión y de acuerdo con un
principio defensivo. De hecho, el Preámbulo de la Constitución dispone que es
misión de la Nación española «colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones
pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra».
b) Defender la integridad territorial: Esta misión tiene a su vez, dos dimensiones una
externa consistente en impedir cualquier amago de violar nuestra integridad
territorial desde fuera de nuestras fronteras y otra interna que consiste en impedir
secesiones por parte de sujetos políticos internos (como ocurriría en el caso de una
eventual declaración de independencia por parte de una región española). Esta
dimensión se fundamenta en la declaración que hace el artículo 2 de la
Constitución, según el cuál, ésta «se fundamenta en la indisoluble unidad de la
Nación española».
C) Defender el ordenamiento constitucional: Esta misión, es habitual en las
constituciones de aquéllos países en cuya historia política ha sido frecuente la
incursión del estamento armado, o en que se manifiesta el ánimo temeroso de tal
posibilidad. Esta misión está relacionada con la defensa interior del Estado y
consistiría en la defensa del conjunto formado por el sistema institucional y el
normativo. Esta misión está sometida a los siguientes parámetros: Sólo procede en
el caso de declaración del Estado de sitio (art. 116. 4 CE), por lo que las Fuerzas
Armadas, por sí mismas, no pueden llevarla a cabo. Es una función de carácter
extraordinario y disuasorio y además, será bajo las directrices del poder civil como
se ejercerá tal cometido pues, de acuerdo con el artículo 33.2 de la Ley Orgánica
4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio «el Gobierno
designará la autoridad militar que deba ejercer las medidas que procedan». Es, por
último, una defensa política, material, no jurídica pues para ello ya está el Tribunal
Constitucional.

PRINCIPIOS GARANTIZADOS POR LA CONSTITUCIÓN (Art. 9)

El artículo 9 de la Constitución se subdivide en tres párrafos. En el primero se alude al


deber de observar las previsiones de la Constitución, disponiendo que tanto los ciudadanos
como los poderes públicos estarán sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento
jurídico. El párrafo segundo atribuye a tales poderes públicos la facultad de promover las
condiciones necesarias para que la libertad y la igualdad de los individuos y de los grupos
sean efectivas, removiendo los obstáculos que pudiesen impedir su desarrollo, facilitando la
participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social. Por
Oscar Castellón Ruz
Página 10
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

último, el tercer párrafo enumera los principios que caracterizan al Estado de Derecho,
como son los de legalidad, jerarquía normativa, publicidad de las normas, irretroactividad
de las normas no favorables o restrictivas de la libertad, la seguridad jurídica, la
responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos. Todos estos
principios son los verdaderos soportes de toda la estructura constitucional y no son simples
principios programáticos, sino que tienen un especial valor normativo. El citado artículo
dispone literalmente lo siguiente:
«1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico.
2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y
la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas;
remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación
de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la
publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no
favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la
responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos».
Al ordenar el artículo 9.1 la sujeción de los poderes públicos a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico, se hace una clara alusión a que la actuación administrativa debe
estar amparada en una cobertura legal previa.
El artículo 9.2 tiene un contenido más amplio siendo uno de sus aspectos esenciales el
reconocimiento de la igualdad material. Así, la configuración del Estado como social exige
la intervención de los poderes públicos para que la igualdad de los individuos sea real y
efectiva. De esta forma, el Estado social de Derecho reinterpreta la igualdad formal propia
del Estado liberal de Derecho e incorpora el principio de igualdad material con la finalidad
de conseguir una equiparación real y efectiva de los derechos sociales de los ciudadanos.
Pues bien, junto con el principio de igualdad formal proclamado en el artículo 14, la
Constitución española recoge esta concepción del principio de igualdad material en el
artículo 9.2.
El artículo 9.3 recoge los principios del ordenamiento jurídico, principios que como ha
señalado el Tribunal Constitucional en diversas Sentencias (por ejemplo, en la STC
27/1981, de 20 de julio), no son compartimentos estancos sino que, al contrario, cada uno
de ellos cobra valor en función de los demás y en tanto sirva para promover los valores
superiores del ordenamiento jurídico que propugna el Estado social y democrático de
Derecho.

Oscar Castellón Ruz


Página 11
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

1.2 LAS LIBERTADES Y LOS DERECHOS DE LOS CIUDADANOS

La Constitución de 1978 desarrolla el catalogo de derechos fundamentales más amplia del


constitucionalismo histórico español. La doctrina coincide en que se trata de una
enumeración abierta, que permite la posible inclusión de nuevos derechos fundamentales,
siempre que sean inherentes a la dignidad de la persona.

La jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha venido a reconocer la naturaleza dualista


de los derechos fundamentales, ya que en una primera vertiente son derechos subjetivos a
favor de las personas que tienen como sujeto pasivo a los poderes públicos, pero que, por
otro lado, también son valores que configuran el sistema político, legitimándolo frente al
ciudadano.

Por su parte, la Constitución hace de los Derechos Fundamentales un cuerpo constitucional


con rasgos muy concretos:

• Tiene proyección sobre el resto del ordenamiento y fundamentan el orden político, y


por lo tanto de eficacia no discutible.

• Recoge derechos subjetivos beneficiados de una especial y enérgica protección, y


que son directamente aplicables.

• Aportan un criterio especial de interpretación de conformidad con la Declaración


Universal de Derechos Humanos y los Tratados y acuerdos internacionales sobre la
materia, ratificados por España.

Los derechos fundamentales y libertades públicas recogido en el Título I, “de los derechos
y deberes fundamentales”, están regulados en la Sección Primera, del Capítulo II, que
comprende los artículos 15 a 29 del texto constitucional, y constituyen el núcleo central
de la declaración constitucional de derechos, que gozan del máximo nivel de protección
jurídica, y para los cuales existe un garantía añadida de reserva de Ley Orgánica para el
desarrollo normativo de los mismos. Por su vulneración se puede acudir al recurso de
amparo ante el Tribunal Constitucional.

Pero esta sección viene precedida del anuncio expreso del principio de igualdad de todos
los españoles (Art. 14 “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social.”) con que se inicia el Capítulo, con las mismas
garantías anteriormente indicadas.

DERECHOS DE ÁMBITO PERSONAL

Tienen tal consideración todos aquellos que resultan consustánciales con la esencia misma
la persona, y constituyen una protección directa de los componentes físicos y morales de
esta.

Derecho a la vida (Art., 15) “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral,
sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o
degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las Leyes
penales militares para tiempos de guerra”.
Oscar Castellón Ruz
Página 12
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

El derecho a la vida y a la integridad personal son pues, no sólo los primeros derechos
desde un punto de vista lógico, sino también los primeros desde la perspectiva de su
enunciado y tratamiento constitucional. Este derecho a la vida del Art. 15, se proyecta
sobre cuestiones tan controvertidas y polémicas, como la pena de muerte, el aborto, la
eutanasia y el suicidio.

La ley Orgánica 11/1995, de 27 de noviembre, sobre la abolición de la pena de muerte en


tiempos de guerra, ha venido a erradicar totalmente de nuestro derecho, las referencias
que aun quedaban sobre el tema en el Código Penal Militar.

La interrupción voluntaria del embarazo quedó despenalizada a través de la Ley Orgánica


9/1985, en tres supuestos (grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la
embarazada, en caso de violación previamente denunciada, o graves taras físicas o
psíquicas del feto.

Actualmente, la interrupción voluntaria del embarazo está regulada en la Ley Orgánica


2/2010, de 2 de marzo, de “salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del
embarazo”

En cuanto a la disponibilidad sobre la propia vida, pese a corrientes de opinión y doctrinales


contrapuestas, el Tribunal Constitucional ha venido a declarar que hay que entenderla
dentro del derecho positivo a la vida, lo que impide pueda configurarse como un derecho a
la libertad que incluya el derecho a la propia muerte, sin perjuicio de reconocer que “siendo
la vida un bien de la persona que se integra en el circulo de su libertad, pueda aquélla
fácticamente disponer sobre su propia muerte”.

La sentencia 120/1990, de 28 junio, sobre la huelga de hambre los presos del Grapo, ha
venido a marcar esa declaración y la posición del Tribunal Constitucional en la materia.

Por otra parte, dentro del derecho a la vida se incluye el derecho a la integridad física y
moral que garantiza el Art. 15 mediante la “prohibición al sometimiento de torturas…”. La
protección de este derecho tiene un antecedente remoto en la Constitución de 1812, y es
materia de especial relevancia en acuerdos internacionales, unos de ámbito global como la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. y otros de ámbito europeo como el
Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Públicas de 1950, y el “Convenio Europeo para la prevención de la tortura y de las penas o
tratos inhumanos o degradantes” de 1987.

Derecho a la libertad de ideología y de religión. (Art. 16) Se garantiza la libertad


ideológica, religiosa y de culto de los individuos y de las comunidades sin más limitación,
en sus manifestaciones, que las necesarias para el mantenimiento del orden público
protegido por la Ley. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o
creencias. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en
cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrá las consiguientes
relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y demás confesiones.

Esta libertad ideológica desde el punto de vista constitucional exige la máxima


amplitud en su ejercicio y no debe considerarse como una mera libertad interior sino que
debe ser considera como la proyección externa de esa libertad.

Oscar Castellón Ruz


Página 13
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

La Constitución proclama el Estado laico (Art. 16.3) y al mismo tiempo la libertad


religiosa (Art. 16.1). Esto entraña la proclamación de dos principios, de un lado de libertad
religiosa entendida como un derecho subjetivo de carácter fundamental, y de otra, de
igualdad entre todos los ciudadanos con independencia de su religión, cuya consecuencia
es la no confesionalidad del Estado, y el mandato de cooperación con todas las
confesiones con arraigo en la sociedad.

Derecho a la libertad y seguridad (Art. 17). Toda persona tiene derecho a la libertad y a
la seguridad. La detención preventiva no podrá durar más tiempo que el estrictamente
necesario para la realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los
hechos, y en todo caso, en el plazo máximo de 72 horas, el detenido deberá ser puesto en
libertad o a disposición de la autoridad judicial. Toda persona detenida debe ser informada
de forma inmediata, y de modo que le sea comprensible, de sus derechos y de las razones
de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza la asistencia de
abogado al detenido en las diligencias policiales y judiciales, en los términos que la Ley
establezca. La ley regulará un procedimiento de habeas corpus para producir la inmediata
puesta a disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Así mismo, por ley, se
determinará el plazo máximo de duración de la prisión provisional.

Esta seguridad personal no se debe confundir con la seguridad jurídica garantizada en el


Art. 9.3, ni los derechos del detenido con el supuesto previsto en el Art. 24, de tutela judicial
efectiva.

Una de las técnicas de protección de los derechos fundamentales, y mas concretamente el


derecho a la libertad personal, es la institución del Habeas Corpus.

El <habeas corpus> es una institución propia del derecho anglosajón, de antigua tradición,
pero que tampoco es extraño al derecho histórico español, donde también gozaba de cierta
raigambre y cuyo procedimiento se encuentra reguladlo en España por Ley Orgánica
6/1984, de 24 de mayo.

DERECHOS DE LA ESFERA PRIVADA

Mantienen una estrecha relación con los derechos de ámbito personal, formando un
conjunto en el que el individuo se mueve libremente.

Art. 18.1 Derecho al honor a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

Art. 18.2 Derecho a la inviolabilidad del domicilio.- Ninguna entrada o registro se podrá
hacer sin consentimiento o resolución judicial, salvo caso de flagrante delito.

Este derecho, de amplia tradición en el constitucionalismo español, es básicamente un


derecho que corresponde al individuo, es decir, a las personas físicas, pero que ha ido
derivando y actualmente se otorga también a las personas jurídicas.

La idea de domicilio que se recoge en este artículo hay que entenderla en sentido amplio y,
la prohibición de entrar en sentido estricto, con independencia de que esto produzca o no
consecuencias o daños.

Oscar Castellón Ruz


Página 14
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Art.18.3 Secreto de las comunicaciones.- Salvo resolución judicial se garantiza el secreto


a las comunicaciones, y en especial las postales, telegráficas y telefónicas.

Art. 18.4 La Ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad
personal y familiar de los ciudadanos, garantizando el pleno ejercicio de sus derechos.

La protección de este tipo de materias se produce en doble vertiente, en el ámbito penal


(injurias, calumnias, etc.), pero básicamente en el ámbito civil, donde se contemplan en la
Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, la intimidad y
la propia imagen.

A tenor de lo que se deduce de ello, se podrían conceptuar estos derechos, como derechos
relativos ya que, su protección viene delimitada por las leyes y los usos sociales y será el
juzgador el que acabará determinando la esfera de protección de cada uno de ellos.

Art. 19 Libertad de residencia y desplazamiento, Los españoles tienen libertad de elegir


su residencia y a circular por el territorio nacional, así como a salir y entrar libremente de
España en los términos que la Ley establezca, y que no podrá ser limitado por motivos
políticos o ideológicos.

Este derecho cuenta con una restricción que afecta a la libre circulación, en los
desplazamientos de extranjeros por España, que se encuentra básicamente regulada por la
Ley de Extranjería, pero que ha sido ampliamente justificada por el Tribunal Constitucional
al entender que este derecho “no es imprescindible para garantizar la dignidad humana.

DERECHOS DE ÁMBITO POLÍTICO O DE PARTICIPACIÓN

Se incluyen aquí una serie de derechos que el individuo posee por su condición de una
determinada comunidad política.

Libertad de expresión (Art. 20), Se reconocen y protegen los derechos a:

• A expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y opiniones, mediante la


palabra el escrito o cualquier otro medio de reproducción. (20.1.a) En este apartado
tenemos que indicar que se trata de ideas y opiniones, por lo que quedan incluidas
las creencias y juicios de valor.

• A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica, es decir, e los


soportes o medios a través de los cuales se ejerce la libertad de expresión (20.1.b)

• A la libertad de cátedra, como proyección de la libertad de expresión a través de la


cátedra. Es una libertad individual y su manifestación institucional esta recogida en
el Art. 27, que reconoce la autonomía de las Universidades, en los términos que la
Ley establezca.

• A la libertad de información (20.1.d), que consiste en el derecho a obtener y difundir


ideas, opiniones y hechos noticiables, en una doble vertiente, de un lado, el derecho
a informar al público, y de otro, el derecho a recibir información.

Oscar Castellón Ruz


Página 15
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Estos derechos no son ilimitados, tiene los límites referidos al derecho al honor, intimidad,
propia imagen y protección de la juventud y la infancia.

No obstante el Tribunal Constitucional subraya que el derecho a la libertad de expresión y a


la información, tienen una especial fuerza expansiva, que obliga a realizar una
interpretación restrictiva de los límites, y será el órgano judicial quien debe ponderar cual es
el derecho prevalente de los dos en conflicto.

A la hora de ponderar, el juzgador, debe tener en cuenta que se observen unas reglas
mínimas, moderación en las expresiones, buena fe, veracidad entendida como contraste de
la información, carácter público o no de los personajes, relevancia de los hechos, etc.

La jurisprudencia constitucional ha ampliado este derecho fundamental, en determinados


casos, a las personas jurídicas.

Derecho de reunión pacífica y sin armas (art. 21), El ejercicio de este derecho no
necesitará autorización previa. Cuando se trate de reuniones en lugares públicos o
manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá
prohibirla cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, o peligro
para personas o bienes.

El derecho de reunión está regulada por la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, y a través
de ella podemos saber cuales son sus características, (mas de 20 personas, con una
finalidad determinada, etc.), y que tipo de actos quedan fuera de la misma, (en el propio
domicilio, por razones familiares, la de partidos políticos, sindicatos, etc.)

Derechos de asociación (Art. 22).

• Se reconoce el derecho de asociación.(Art. 22.1)

• Son ilegales las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados
como delitos.(Art. 22.2)

• Las que se constituyan al amparo de este artículo deberán inscribirse en un


registro, a los solos efectos e publicidad.(Art. 22.3)

• Las asociaciones solo podrán ser disueltas o suspendidas en virtud de


resolución judicial motivada (.Art. 22.4)

• Se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar. (Art. 22.5)

La Ley 1/2002, de 22 de marzo, regula la constitución de las asociaciones y, en este caso


también, reiterada jurisprudencia constitucional amplía este derecho a las personas
jurídicas.

Derecho de participación política (Art. 23)

• Los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos directamente o por
medio de representante, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio
universal. (Art. 23.1)

Oscar Castellón Ruz


Página 16
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

La participación directa que recoge este artículo es la que se refiere al ejercicio de la


iniciativa popular, regulada en el Art. 87.3 y desarrollada por la Ley Orgánica 3/1984,
(proposición de ley ante las Cortes con el aval de 500.000 firmas), la que afecta al ámbito
de participación local, en determinados supuestos, mediante la elección de Consejos
Abiertos que se menciona en el Art. 140, así como en las leyes de régimen electoral
general y de bases del régimen local, y por último, a la figura del referéndum regulado por
Ley Orgánica de 18 de Enero de 1980.

La participación indirecta es aquellas que se lleva a cabo mediante la representación


política, a través de representantes elegidos por sufragio universal, libre, directo y secreto.
Esta materia se encuentra regulada en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, de Régimen
Electoral Central.

Los derechos de participación contenidos en este artículo, en un principio, sólo se atribuía a


los españoles, situación incompatible con el ordenamiento jurídico de la Unión Europea que
propició la reforma constitucional de 27 de agosto de 1992, donde se añadió una excepción
referente al derecho de sufragio activo y pasivo de los extranjeros en las elecciones
municipales.

• Asimismo tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y


cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes (Art.23.2)

• Derecho de petición (Art. 29).Todos los españoles tendrán el derecho de petición


individual y colectiva por escrito, en la forma y con los efectos que determine la ley.

• Los miembros de las Fuerzas o Institutos Armados o de los Cuerpos sometidos a


disciplina militar podrán ejercer este derecho sólo individualmente y con arreglo a lo
dispuesto en su legislación específica. (Art. 29.2)

El desarrollo del derecho de petición se encuentra regulado básicamente en la Ley 4/01, de


12 de noviembre.

DERECHOS JURISDICCIONALES

Tutela Judicial efectiva (Art. 24).- Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela
efectiva de jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que
en ningún caso pueda producirse indefensión. (Art. 24.1)

Del Art. 24.2 se deducen dos ideas, derecho a la tutela efectiva y a la no indefensión.

La tutela efectiva comprende los siguientes derechos, derecho al juez ordinario


predeterminado por ley; (pudiendo ser recusado en caso de no idoneidad) derecho de
defensa y a la asistencia letrada (debiendo ser gratuita y de oficio en aquellos casos en que
siendo obligatoria la asistencia letrada, dentro del ámbito penal, el acusado no la haya
designado); derecho a un proceso público, (con luz y taquígrafo) y derecho a un proceso
sin dilaciones ni demoras, (El Tribunal Constitucional ha sentenciado que la justicia tardía
equivale a una falta de tutela judicial efectiva).

Los derechos de garantía y no indefensión recogen el derecho a utilizar medios de prueba


necesarios para su defensa; derecho a no declarar contra si mismo y a no declararse

Oscar Castellón Ruz


Página 17
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

culpable, (la culpabilidad o inocencia de un acusado debe deducirse del propio proceso) y
el derecho a la presunción de inocencia, (la carga de la prueba debe de pesar sobre la
acusación, sin que nadie tenga que probar su propia inocencia)

La ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional no se
estará obligado a declarar sobre hechos presuntamente delictivos.

• Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones y omisiones que en el


momento de producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa,
según la legislación vigente en aquel momento.(Art. 25).

Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la
reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados, El condenado a
pena de prisión tendrá derechos, entre otros, al acceso a la cultura y al desarrollo integral
de su personalidad.

• Se prohíben los Tribunales de Honor en el ámbito de la Administración Civil y


de las organizaciones profesionales (Art. 26).

DERECHOS EN EL ÁMBITO SOCIOECONÓMICO

Se recogen en este apartado una serie de derechos que tienen por objeto reequilibrar las
situaciones de desequilibrio que se producen en el marco de la sociedad de cualquier
Estado.

Libertad de enseñanza (Art. 27) Todos tienen derecho a la educación. La educación


tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respecto a los
principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales

La enseñanza básica es obligatoria y gratuita. Los poderes públicos garantizan el derecho


de todos a la educación (27.1), mediante una programación general de la enseñanza
(27.5), con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros
docentes (27.6), Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el
control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos,
en los términos que la ley establezca.

Se reconoce la autonomía de las Universidades en los términos que la ley establezca


(27.10)

Este genérico derecho a la educación tiene además un componente concreto de


prestación, al menos para los niveles básicos, en cuanto a obligatoriedad y gratuidad.

Libertad de sindicación (Art. 28.1) Todos tienen derecho a sindicarse libremente. La Ley
podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este derecho a las Fuerzas o Institutos armados o a
los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar y regulará las peculiaridades de su
ejercicio para los funcionarios públicos. La libertad sindical comprende el derecho a fundar
sindicatos y a afiliarse al de su elección, así como el derecho de los sindicatos a formar
confederaciones y a fundar organizaciones sindicales internacionales o afiliarse a las
mismas. Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato.

Oscar Castellón Ruz


Página 18
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

La libertad sindical está regulada en la Ley Orgánica de Libertad Sindical.

A tenor de lo dispuesto en la propia Constitución y en la Ley Orgánica que la desarrolla, la


libertad sindical hay que contemplarla desde una doble vertiente, de un lado, como el
reconocimiento de derechos que corresponde a los trabajadores individualmente
considerados, y de otro, el reconocimiento de derechos colectivos que no corresponden al
trabajador individual, sino al sindicato ya creado.

Derecho a la huelga (Art. 28.2) Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores


para la defensa de sus intereses. La Ley que regule el ejercicio de este derecho
establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios
esenciales de la comunidad.

La Constitución Española reconoce el derecho de huelga individualmente a los


trabajadores, pero su ejercicio no es individual sino colectivo. La consideración de un
servicio como esencial no puede suponer la supresión del derecho de huelga de los
trabajadores.

La huelga se presenta por tanto como un instrumento de presión de los trabajadores contra
la patronal y no contra la sociedad en su conjunto, por lo que no tiene cobertura legal la
huelga política.

GARANTÍA DE LAS LIBERTADES Y DERECHOS FUNDAMENTALES

Nuestra constitución de 1978, consagra el capítulo IV del Título I a la regulación de las


principales garantías de los derechos y libertades que había definido en los capítulos
anteriores, a través de lo dispuesto en los Art. 53 y 54.

No obstante, tales garantías no se agotan en lo dispuesto en este capítulo, sino que


también se encuentran recogidas en otras partes del texto constitucional. La doctrina
distingue tres tipos de garantías:

• Garantías normativas de reserva de Ley el desarrollo de los derechos


fundamentales, agravada por una reserva de ley orgánica, para los recogidos en la
Sección I.

• Garantías institucionales, Defensor del Pueblo y Ministerio Fiscal.

• Garantías jurisdiccionales, de la jurisdicción constitucional (recurso de


inconstitucionalidad, recurso de amparo) y de la jurisdicción ordinaria.

GARANTÍAS DE LOS DERECHOS DEL CAPÍTULO 2

Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo Segundo vinculan a todos los


poderes públicos. Solo por ley, que en todo caso debe respetar su contenido
esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades que se tutelaran
de acuerdo con lo previsto en el Art. 161.1. (Art. 53.1) En base a ello, todos los poderes

Oscar Castellón Ruz


Página 19
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

públicos, no solo en funciones legislativas o reglamentarias, sino a la hora de realizar actos


de cualquier tipo, quedan obligados a respectar los citados derechos.

La constitución establece una “reserva de ley” para cualquier regulación que se pretenda
sobre la materia. No obstante estos derechos, sin necesidad de desarrollo legislativo, son
inmediatamente exigibles ante jueces y tribunales, y esto es así porque su regulación
constitucional le confiere unas notas características que los definen, los identifican frente a
otros derechos, y establece sus elementos esenciales aun cuando no hayan tenido
desarrollo reglamentario alguno.

Este núcleo irreductible y diferenciado de cada derecho es lo que la Constitución Española


denomina como “contenido esencial”

Por tanto, aunque no requieran normas de desarrollo para hacerlos inmediatamente


ejecutivos, cualquier normativa que pretenda regularlos con mayor profundidad, como
decíamos anteriormente, no sólo debe tener rango de ley, sino que dicha ley deberá
respectar ese denominado “contenido esencial”. Su incumplimiento podría dar lugar a la su
declaración de inconstitucionalidad por el Tribunal Constitucional, a la intervención de la
institución del Defensor del Pueblo (Art. 54), como elemento de garantía, y su posible
impugnación ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.

GARANTÍAS APLICABLES A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y LIBERTADES


PÚBLICAS

Además de las garantías que, con carácter general se recogen para todo lo dispuesto en el
Capítulo Segundo, las libertades y derechos recogidos en la sección primera, y lo dispuesto
en el Art. 14, gozan de un sistema de garantías privilegiado, por el que “cualquier
ciudadano podrá reclamar ante los tribunales la tutela de sus derechos y libertades,
por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad, o en su
caso a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Este recurso
será aplicable también a la objeción de conciencia reconocida en el artículo 30 (Art.
53.2)

Para el desarrollo o regulación de este tipo de derechos, existe una reserva de ley, en este
caso agravada, solo puede salir del Parlamento, mediante reserva de Ley Orgánica.

SUSPENSIÓN DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES

Por último, la Constitución Española, en el Capítulo V, artículo 55, regula lo dos supuesto
en que se puede producir la suspensión de los derechos y libertades. En el apartado 1º, la
suspensión general, en los supuestos relacionados con el estado de excepción, en
situaciones de crisis que ponen en peligro la seguridad interior o exterior del propio Estado,
y que no pueden ser solventadas por procedimientos ordinarios de policía o defensa.

En el apartado 2º, la suspensión individual en relación a investigación o actividades de


bandas armadas o elementos terroristas, cuya extensión y límites los marca la propia
constitución, en concordancia con lo establecido en Convenio Europeo de Derechos
Humanos.

Oscar Castellón Ruz


Página 20
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Aunque pueda sorprender, el fin último de esta suspensión de derechos está en la defensa
de la propia constitución, evitando la imposición de la fuerza y facilitando la vuelta a la
normalidad democrática, y por que no podemos olvidar que, el propio estado de excepción,
constituye una situación jurídica excepcional, ya que es a través del derecho como se entra
en ese estado.

1.3 ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y TERRITORIAL DEL ESTADO


La regulación constitucional de la organización territorial del Estado se regula en el Título
VIII, artículos 137 a 158, ambos incluidos.

El artículo 137 establece que el Estado se organiza territorialmente en municipios, en


provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan. Señala asimismo que
todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses.

En relación con la autonomía, hemos de establecer también el principio general derivado


del artículo 2 de la Constitución. Este artículo establece que:

“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria


común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la
autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas
ellas”.

Partiendo de esta afirmación, en la que aparecen los principios de unidad nacional,


autonomía y solidaridad territoriales, el Título VIII construye lo que se ha dado en llamar “
Estado de las Autonomías”, una fórmula intermedia entre el denominado “ Estado
centralizado” y el “Estado federal”. La explicación de esta opción realizada por el
constituyente tiene principalmente, las siguientes causas.

a) Históricas. A raíz de la aprobación de la Constitución española de 1931 se estableció un


sistema autonómico que no pudo desarrollarse como consecuencia de la Guerra Civil
española de 1936, pero que dio sus frutos en la aprobación de los Estatutos de Autonomía
de las actualmente denominadas “comunidades históricas”, Cataluña, País Vasco y Galicia.
Por tanto, en la Constitución de 1978 se trató de recuperar ese proceso abortado.

b) Políticas. Si es cierto que España fue el primer Reino unificado de Europa, no es menos
cierto que las diferencias entre los pueblos que la integran crearon, a lo largo de la historia,
profundas e importantes divergencias en torno al grado de poder que conservaban éstos
frente al poder central. La solución vino por la creación de esta formula mixta donde se
establece el principio de unidad, pero al mismo tiempo, se reconoce el principio de
autonomía de nacionalidades y regiones.

En relación con la Administración Local, como veremos, el grado de autonomía se aplica


solo en lo referente a la gestión de sus propios intereses, pero no participa del grado
analizado anteriormente al citar el artículo 2 de la Constitución.

El Título VIII de la Constitución establece además los principios básicos de la organización


territorial reiterando en su artículo 138 el principio de solidaridad y lo matiza en relación con
Oscar Castellón Ruz
Página 21
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

los ciudadanos, en su artículo 139 al establecer el principio de igualdad en materia de


derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio. El contenido exacto de estos
artículos es el siguiente:

Artículo 138 –
• El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad consagrado en
el Art. 2 de la Constitución, velando por el establecimiento de un equilibrio
económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español y
atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular.

• Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no


podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales.

Artículo 139
• Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte
del territorio del Estado.
• Ninguna autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen
la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación de
bienes en todo el territorio español.

De todo lo anterior, extraemos las siguientes consecuencias sobre el estado de las


autonomías:

1. Se trata de un reconocimiento constitucional, es decir recogido en la Constitución.

2. Los sujetos autonómicos son múltiples.

3. Las entidades que son sujeto de autonomía no se hallan relacionadas entre sí en


base al principio de jerarquía o subordinación, sino que están estructuradas en base
a los principios de independencia, coordinación y competencia.

4. El proceso autonómico español se caracteriza por ser de naturaleza abierta.

Hemos de entender que las diferencias entre las Comunidades Autónomas y los Municipios
y las Provincias, a pesar de estar enunciados todos ellos como sujetos de la autonomía son
profundamente divergentes. A modo de resumen diremos que:

Las Comunidades Autónomas tienen personalidad jurídica propia independiente del Estado
siendo auténticas entidades de derecho público y no simples órganos del estado o de su
administración.

Ello se concreta en:

• Autonomía política. Pueden asumir y ejecutar decisiones políticas propias y


diferentes a las del Estado. Es una autonomía superior a la de las entidades
provinciales y municipales, va más allá de una autonomía meramente administrativa,
con potestades legislativas y de gobierno.

Oscar Castellón Ruz


Página 22
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

• Autonomía normativa. Tienen potestad normativa, es decir capacidad legislativa.

• Autonomía institucional y de gobierno. Tienen competencias para configurar y


estructuras de ordenación institucional y de gobierno.

• Autonomía administrativa. Además de aprobar sus propias normas de ordenación


normativa sobre materias de su competencia, están habilitadas para proceder a su
ejecución.

• Autonomía financiera. Gozan de esta autonomía para satisfacer sus competencias,


asignándoles la constitución los recursos necesarios para la gestión de sus
intereses, en coordinación con la hacienda estatal y con la aplicación del principio de
solidaridad con el resto de los españoles.

Los municipios y provincias también tienen autonomía para la satisfacción de sus fines,
pero diferencia de las comunidades autónomas tan sólo se trata de autonomía
administrativa y financiera.

LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS. PROCESO DE CREACIÓN, ESTATUTOS DE


AUTONOMÍA.

PRINCIPIOS GENERALES

El estado autonómico se caracteriza en nuestro Derecho por una serie de principios. Como
hemos señalado, el artículo 2 de la Constitución establece los principios de unidad,
autonomía y solidaridad. Otros han sido formulados por la doctrina en la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional.

Destacamos los siguientes:

Principio de constitucionalidad

La Constitución, artículo 9.1, establece que “los ciudadanos y los poderes públicos están
sujetos a la Constitución y al ordenamiento jurídico”.

Las autonomías por tanto también están sujetas a la Constitución. Sus normas que
respetar el principio de jerarquía normativa debido a la constitución, las relaciones entre
Estado y las comunidades autónomas también deben someterse a la ordenación de la
constitución, quedando derogadas todas aquellas disposiciones que se opongan a ella. De
este modo, como veremos, cuando una comunidad autónoma incumpla las obligaciones
que la Constitución y otras normas les impongan, el gobierno podrá acordar las medidas
necesarias para el cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del
interés general.

Principio de unidad
Es el principio más básico de los que informan el estado autonómico. Nuestro constituyente
enunció una única soberanía, la indisoluble unidad de la Nación, que se atribuye sólo al
pueblo español.
Oscar Castellón Ruz
Página 23
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Principio de autonomía
La autonomía supone la atribución de una serie de competencias a favor de ciertos entes,
con carácter general, para la gestión de sus respectivos intereses. El Tribunal
Constitucional reitera que “la autonomía es una potestad dentro del Estado, de naturaleza
política y no simplemente administrativa, pero diferente a la noción de soberanía”.

Principio de solidaridad
Se articula entre las distintas nacionalidades y regiones, así como entre éstas y la Nación
española. El principio de solidaridad va unido al de unidad y de autonomía. Es un factor de
equilibrio entre las nacionalidades y regiones y la unidad de la nación española y tiene por
finalidad evitar los desequilibrios en el desarrollo autonómico.

Principio de igualdad r
Recogido en el artículo 1.1 y 14 de la Constitución y reiterado por la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional, es uno de los principios esenciales de nuestro sistema autonómico.

Se traduce en:
• Igualdad jurídica básica de los ciudadanos
• Igualdad jurídica básica de las Comunidades Autónomas

Principio de cooperación
A diferencia del principio de solidaridad con el que se halla íntimamente relacionado, el de
cooperación no se menciona expresamente en la Constitución, ni se recoge tampoco de
forma unánime por toda la doctrina. El Tribunal Constitucional argumenta que se encuentra
implícito en la misma esencia de la organización territorial del Estado.

Principio de no federabilidad
El artículo 145.1 de la Constitución establece que “en ningún caso se admitirá la federación
de Comunidades Autónomas”. Si se permite lógicamente la potestad de suscribir convenios
entre ellas. Pueden ser de dos tipos:

• Los convenios para la gestión y prestación de servicios propios de las comunidades


autónomas, que deben ser comunicados a las Cortes Generales.

• Los convenios específicos de cooperación, más relevantes, que imponen una previa
autorización de las Cortes.

Principios predicables de las Comunidades Autónomas

• Las comunidades autónomas son corporaciones públicas de base territorial y de


naturaleza política
• Tienen personalidad jurídica propia
• Son entidades territoriales que gozan de autonomía política mayor que la que gozan
los municipios y provincias
• Gozan de potestad legislativa y ejecutiva
• Son órganos constitucionales

Oscar Castellón Ruz


Página 24
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

PROCESO DE CREACIÓN

Características del proceso autonómico

Los caracteres del proceso autonómico son:

• Proceso general y voluntario: tiene naturaleza general porque la constitución en su


artículo 143. 1 de la Constitución, asigna a toda las provincias con características
históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias
con entidad regional histórica, su posible configuración en comunidades autónomas.
El carácter voluntario viene dado porque a la constitución entiende la autonomía no
como una obligación sino por el contrario, como un auténtico derecho dejándolo a la
disponibilidad de los sujetos implicados.

• Proceso unánime: el carácter voluntario no ha provocado diferencias ya que todas


las regiones han optado por asumir la autonomía política máxima prevista
constitucionalmente.

• Proceso no uniforme: como consecuencia del principio de voluntariedad, existen


varios modos de acceso a la autonomía

• Proceso periódico: se ha construido de una manera gradual.

• Proceso flexible: las competencias asumidas por las comunidades autónomas no


conforman una lista cerrada

Territorios habilitados
Los territorios que pudieron ejercer el derecho a constituirse en Comunidades Autónomas
se establecen en el artículo 143 de la Constitución. De este modo pudo ser ejercitado por:

• Las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas


comunes

• Los territorios insulares

• Las provincias con entidad regional histórica

Además se establece, en el artículo 144, la posibilidad de que territorios que no cuenten


con ninguna de esas características ( como es el caso de Madrid) se constituyan en
Comunidades Autónomas previa autorización de las Cortes Generales:

Las Cortes Generales, mediante ley orgánica, podrán, por motivos de interés nacional:

- Autorizar la constitución de una comunidad autónoma cuando su ámbito territorial no


supere el de una provincia y no reúna las condiciones del apartado 1 del Art. 143.

- Autorizar o acordar, en su caso, un Estatuto de autonomía para territorios que no estén


integrados en la organización provincial.

Oscar Castellón Ruz


Página 25
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Vías de acceso a la autonomía


La Constitución establece dos vías de acceso denominadas:

- Vía común o lenta

- Vía especial o rápida

La consecuencia final de la opción ejercida por los territorios, es decir, las consecuencias
de optar por una u otra vía, se traducen en el nivel de competencias que pudieron alcanzar
las recién constituidas Comunidades Autónomas. Si la vía de acceso era la vía rápida la
Comunidad podía acceder a las competencias establecidas en el artículo 148 de la
Constitución y también a competencias establecidas en el artículo 149. Si por el contrario la
opción se ejercía sobre la vía lenta, las competencias adoptadas del artículo 148, solo
podrían ampliarse una vez hubieran transcurrido cinco años y previa reforma del Estatuto
de Autonomía.

Vía Común o general


En este caso la iniciativa del proceso autonómico corresponde a todas las Diputaciones
interesadas o al órgano interinsular correspondiente y a las dos terceras partes de los
municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo electoral de cada
provincia o isla.

Estos requisitos deberían ser cumplidos en el plazo de seis meses desde el primer acuerdo
adoptado al respecto por alguna de las Corporaciones locales interesadas.

La iniciativa, en caso de no prosperar, solamente podría reiterarse pasados cinco años.

La Disposición transitoria 1ª de la Constitución permitía que en los territorios dotados de un


régimen provisional de autonomía, sus órganos colegiados superiores, mediante acuerdo
adoptado por la mayoría absoluta de sus miembros, sustituyeran la iniciativa de las
Diputaciones Provinciales o a los órganos interinsulares correspondientes.

En el caso de Navarra, la iniciativa correspondía al órgano Foral competente, el cual


adoptaría su decisión por mayoría de los miembros que lo componían. Para la validez de
dicha iniciativa era preciso, además, que la decisión del órgano Foral competente fuera
ratificada por referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de
los votos válidos emitidos.

Por último, y en relación con Ceuta y Melilla, la Disposición Transitoria 5ª de la Constitución


estableció que podrían constituirse en Comunidades Autónomas si así lo decidían sus
respectivos Ayuntamientos, mediante acuerdo adoptado por la mayoría absoluta de
miembros y así lo autorizaban las Cortes Generales, mediante una ley orgánica.

Una vez ejercida la iniciativa, el siguiente paso era la elaboración de un proyecto de


Estatuto de Autonomía. En este punto, establece el artículo 146 que “el proyecto de
Estatuto será elaborado por una asamblea compuesta por los miembros de la Diputación u
órgano interinsular de las provincias afectadas y por los Diputados y Senadores elegidos en
ellas y será elevado a las Cortes Generales para su tramitación como ley”.

Oscar Castellón Ruz


Página 26
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Por tanto, tras la aprobación del proyecto de Estatuto, debía remitirse éste a las Cortes
Generales para su aprobación como ley orgánica, con lo que quedaba completado el
proceso.

VÍA ESPECIAL

En este caso la iniciativa aparece recogida en el artículo 151 de la Constitución en los


siguientes términos.

La iniciativa del proceso autonómico debe ser adoptada, además de por las Diputaciones o
los órganos interinsulares correspondientes, por las tres cuartas partes de los Municipios
de cada una de las provincias afectadas que representen, al menos, la mayoría del censo
electoral de cada una de ellas y dicha iniciativa sea ratificada mediante referéndum por el
voto afirmativo de la mayoría absoluta de los electores de cada provincia en los términos
que establezca una ley orgánica.

El procedimiento para la elaboración del Estatuto será el siguiente:

1. El Gobierno convocará a todos los Diputados y Senadores elegidos en las


circunscripciones comprendidas en el ámbito territorial que pretenda acceder al
autogobierno, para que se constituyan en Asamblea, a los solos efectos de elaborar el
correspondiente proyecto de Estatuto de autonomía, mediante el acuerdo de la mayoría
absoluta de sus miembros.

2. Aprobado el proyecto de Estatuto por la Asamblea de Parlamentarios, se remitirá a la


Comisión Constitucional del Congreso, la cual, dentro del plazo de dos meses, lo
examinará con el concurso y asistencia de una delegación de la Asamblea proponente
para determinar de común acuerdo su formulación definitiva.

3. Si se alcanzare dicho acuerdo, el texto resultante será sometido a referéndum del


cuerpo electoral de las provincias comprendidas en el ámbito territorial del proyectado
Estatuto.

4. Si el proyecto de Estatuto es aprobado en cada provincia por la mayoría de los votos


válidamente emitidos, será elevado a las Cortes Generales. Los Plenos de ambas
Cámaras decidirán sobre el texto mediante un voto de ratificación. Aprobado el Estatuto,
el Rey lo sancionará y lo promulgará como ley.

5. De no alcanzarse el acuerdo a que se refiere el apartado 2.º de este número, el


proyecto de Estatuto será tramitado como proyecto de ley ante las Cortes Generales. El
texto aprobado por éstas será sometido a referéndum del cuerpo electoral de las
provincias comprendidas en el ámbito territorial del proyectado Estatuto. En caso de ser
aprobado por la mayoría de los votos válidamente emitidos en cada provincia,
procederá su promulgación en los términos del párrafo anterior.

Oscar Castellón Ruz


Página 27
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

ORGANIZACIÓN BÁSICA DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

La Constitución establece, en relación con la organización básica de las Comunidades


Autónomas, en el artículo 152,1 tres clases de órganos:

- Asamblea legislativa, elegida por sufragio universal, con arreglo a un sistema de


representación proporcional, y con funciones legislativas y de control.

- Consejo de Gobierno, con funciones ejecutivas y administrativas.

- Presidente del Consejo, elegido por la Asamblea de entre sus miembros, a quien
incumbe la dirección del Consejo de Gobierno, la representación máxima de la
comunidad autónoma y la ordinaria del Estado en ella.

Aunque en principio esta organización establece para aquellas comunidades de régimen


especial, ha terminado imponiéndose en todas y cada una de nuestras comunidades
autónomas, con independencia de si estamos ante comunidades que han accedido a la
autonomía por la vía especial o por la del artículo 143.

LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
Todas las comunidades autónomas gozan de potestad legislativa y de una Asamblea al
margen de cómo hayan accedido a dicha autonomía, salvo los casos peculiares de Ceuta y
Melilla.

El artículo 152.1 de la Constitución señala una “Asamblea Legislativa” es decir un


parlamento autonómico unicameral. Este modelo a sido adoptado por todas las
comunidades autónomas.

La asamblea legislativa se denomina de diferentes maneras en los respectivos estatutos


autonomía. Así reciben la denominación de “Cortes” en Aragón, Castilla la Mancha, Castilla
León, Navarra y comunidad valenciana. Se denomina “Parlamento” en Cataluña, País
Vasco, Andalucía, Galicia, Baleares y Canarias. En Asturias recibe el nombre de “Junta
general”. En La Rioja se denomina “Diputación general” y por último se denomina
“Asamblea” en Cantabria, Extremadura, Madrid, Murcia, Ceuta y Melilla.

Características comunes

a) El sufragio para la elección de sus miembros es universal. La circunscripción electoral es


la provincial, en aquellas comunidades que sean uniprovinciales. El sistema electoral
vigente en todas ellas es el sistema D´Hondt.

b) Al igual que en el Congreso de los Diputados, se ha establecido en los estatutos una


barrera legal, aunque varía su porcentaje. Murcia en la comunidad valenciana requieren
15%, mientras que en Canarias, se exige un 3% de los votos válidos o un 20% de los votos
en cada una de sus islas.

c) Es una competencia del Presidente de la comunidad autónoma. Desde 1991 se celebran


el último domingo de mayo cada cuatro años, pero Cataluña, País Vasco, Andalucía y
Galicia tienen regulaciones especiales.

Oscar Castellón Ruz


Página 28
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

d) Los escaños se distribuyen según las poblaciones respectivas en sus circunscripciones


electorales. En el País Vasco sus territorios disfrutan de un mismo número de diputados
con independencia de su población.

e) Autonomía reglamentaria.

f) Mandato parlamentario de los diputados autonómicos es de cuatro años.

g) Periodos de sesiones de septiembre a diciembre y de febrero a junio.

h) Los parlamentarios autonómicos disfrutan del denominado fuero especial, donde no


cabe la detención salvo en los casos de flagrante delito; el goce de una asignación
económica que puede ser una cantidad fija y dietas y de inviolabilidad por las opiniones
manifestadas en el ejercicio de sus funciones. Sin embargo no gozan de inmunidad.

i) Las funciones de las asambleas parlamentarias autonómicas son semejantes a las de las
cortes generales y podemos diferenciar las siguientes:

- Función presupuestaria

- Función legislativa

- Función de control del Ejecutivo autonómico

- Función de elección del Gobierno y del Presidente del Ejecutivo autonómico

- Función de participación en la reforma de la Constitución

- Función de participación en el control de constitucionalidad de la ley y sí


disposiciones normativas con fuerza de ley - Función de participación en la
composición del Senado

ÓRGANOS EJECUTIVOS
Como indicábamos, el artículo 152.1 de la Constitución señala que la organización
institucional básica será un consejo de gobierno con funciones ejecutivas, administrativas, y
un presidente, elegido por la asamblea de entre sus miembros y nombrado por el Rey, al
que corresponde la dirección del consejo de gobierno, la suprema representación de la
respectiva comunidad autónoma y la ordinaria del Estado en aquélla. El Presidente y los
miembros del consejo de gobierno serán políticamente responsables ante la Asamblea.

El Presidente
El presidente es el órgano más relevante del ejecutivo autonómico.

Será elegido por la Asamblea de entre sus miembros, siendo nombrado por el Rey,
pudiendo resaltar las siguientes fases:

a) Propuesta del candidato.

Oscar Castellón Ruz


Página 29
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

b) Presentación del programa de gobierno. Defensa y debate ante la Asamblea.

c) Votación del candidato. Se requiere la obtención en primera votación, de la mayoría


absoluta y en segunda bastará con la mayoría simple. Si no se lograse la investidura de un
candidato en el plazo máximo de dos meses se procederá a la disolución del Parlamento
Autonómico y a la correspondiente convocatoria de elecciones políticas.

d) Nombramiento del candidato por el Rey debidamente refrendado.

Le corresponde la dirección del Consejo de Gobierno, la suprema representación de la


respectiva Comunidad y la ordinaria del Estado en aquella.

El Consejo de Gobierno
Las funciones que desempeña el consejo de gobierno son plurales pudiéndose clasificar en
dos grupos:

- Funciones recogidas en la propia constitución

- Funciones recogidas en sus respectivos estatutos de autonomía y leyes de gobierno.

Los estatutos de autonomía reglamentan la responsabilidad civil y penal de los miembros


del consejo de gobierno que se instrumenta ante el Tribunal Superior de Justicia de cada
Comunidad Autónoma.

En cuanto al control político y mecanismos de exigencia de responsabilidad política todos


los reglamentos parlamentarios de las Comunidades Autónomas pormenorizan los
mecanismos por los que se encauza el control del ejecutivo: preguntas, interpelaciones,
comisiones investigación, al igual que en el sistema establecido en las Cortes Generales
con respecto al control del Gobierno estatal.

Los instrumentos utilizados son los clásicos de cuestión de confianza y moción de censura.

1. Cuestión de confianza. Su legitimación se atribuye al presidente del consejo de gobierno.


Su objeto no es el mismo en todas las comunidades. Su tramitación parlamentaria recoge
varias fases.

2. Moción de censura. Consta de diversas fases: la presentación de un candidato


alternativo, el respaldo de un número mínimo de parlamentarios autonómicos, un periodo
de enfriamiento desde su debate y votación, el respaldo de la mayoría absoluta de los
miembros de la Cámara.

EL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA


Las Comunidades Autónomas no gozan de un poder judicial autónomo y diferenciado. El
poder judicial es un atributo exclusivo del Estado, que se extiende a todo su territorio.

La organización judicial autonómica costa del Tribunal Superior de Justicia de la


Comunidad Autónoma.

Sus características las resumimos del siguiente modo:

Oscar Castellón Ruz


Página 30
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Se estructura en tres salas: de lo civil y penal, de lo contencioso-administrativo y de lo


social.

Sus competencias están delimitadas en el artículo 152.1 de la Constitución, siendo las más
sobresalientes del conocimiento de los recursos de casación, revisión y actos
extraordinarios de supuestos de derecho común en el ámbito de la comunidad.

En cuanto a su composición, tendrá un presidente y tendrá la consideración de magistrado


del Tribunal Supremo mientras desempeña su cargo.

Constará además de los Presidentes de Sala y de los Magistrados que determine la ley
para cada una de las salas y en su caso de las acciones que puedan crearse dentro de
ellas.

LA ADMINISTRACIÓN LOCAL: ENTIDADES. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES Y


REGULACIÓN NORMATIVA.

ENTIDADES
Las Entidades que forman la Administración Local, se clasifican en la Ley 7/ 1985, de 2 de
abril, reguladora de las bases del régimen local en entidades locales territoriales y no
territoriales.

Son Entidades locales territoriales:

1. El Municipio • Los Municipios son entidades básicas de la organización territorial del


Estado y cauces inmediatos de participación ciudadana en los asuntos públicos, que
institucionalizan y gestionan con autonomía los intereses propios de las
correspondientes colectividades.

2. La Provincia.

3. La Isla en los archipiélagos balear y canario.

La Provincia y, en su caso, la Isla gozan, asimismo, de idéntica autonomía para la gestión


de los intereses respectivos.

Gozan, asimismo, de la condición de Entidades locales:

1. Las Entidades de ámbito territorial inferior al municipal, instituidas o reconocidas por


las Comunidades Autónomas

2. Las Comarcas u otras Entidades que agrupen varios Municipios, instituidas por las
Comunidades Autónomas de conformidad con esta Ley y los correspondientes
Estatutos de Autonomía

3. Las Áreas Metropolitanas

4. Las Mancomunidades de Municipios

Oscar Castellón Ruz


Página 31
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES Y REGULACIÓN NORMATIVA


Principios constitucionales

La Administración Local se regula constitucionalmente en el Capítulo II, Título VIII, artículos


140, 141 y 142.

Su contenido en es siguiente.

Artículo 140
La Constitución garantiza la autonomía de los municipios. Estos gozarán de personalidad
jurídica plena. Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos Ayuntamientos,
integrados por los Alcaldes y los Concejales. Los Concejales serán elegidos por los vecinos
del municipio mediante sufragio universal igual, libre, directo y secreto, en la forma
establecida por la ley. Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales o por los vecinos. La
ley regulará las condiciones en las que proceda el régimen del concejo abierto.

Artículo 141
1. La provincia es una entidad local con personalidad jurídica propia, determinada por
la agrupación de municipios y división territorial para el cumplimiento de las
actividades del Estado. Cualquier alteración de los límites provinciales habrá de ser
aprobada por las Cortes Generales mediante ley orgánica.

2. El gobierno y la administración autónoma de las provincias estarán encomendados a


Diputaciones u otras Corporaciones de carácter representativo.

3. Se podrán crear agrupaciones de municipios diferentes de la provincia.

4. En los archipiélagos, las islas tendrán además su administración propia en forma de


Cabildos o Consejos.

Art. 142 Las Haciendas locales deberán disponer de los medios suficientes para el
desempeño de las funciones que la ley atribuye a las Corporaciones respectivas y se
nutrirán fundamentalmente de tributos propios y de participación en los del Estado y de las
Comunidades Autónomas.

Potestades
En su calidad de Administraciones Públicas de carácter territorial, y dentro de la esfera de
sus competencias, corresponden en todo caso a los Municipios, las Provincias y las Islas:
• Las potestades reglamentaria y de autoorganización.
• Las potestades tributaria y financiera.
• La potestad de programación o planificación.
• Las potestades expropiatoria y de investigación, deslinde y recuperación de oficio de sus
bienes.
• La presunción de legitimidad y la ejecutividad de sus actos.
• Las potestades de ejecución forzosa y sancionadora.
• La potestad de revisión de oficio de sus actos y acuerdos.
• La inembargabilidad de sus bienes y derechos en los términos previstos en las leyes; las
prelaciones y preferencias y demás prerrogativas reconocidas a la Hacienda Pública para

Oscar Castellón Ruz


Página 32
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

los créditos de la misma, sin perjuicio de las que correspondan a las Haciendas del Estado
y de las Comunidades Autónomas.

Todo ello, podrá ser de aplicación a las Entidades territoriales de ámbito inferior al
municipal y, asimismo, a las Comarcas, Áreas Metropolitanas y demás Entidades locales,
debiendo las Leyes de las Comunidades Autónomas concretar cuales de aquellas
potestades serán de aplicación.

Capacidad jurídica
Para el cumplimiento de sus fines y en el ámbito de sus respectivas competencias, las
Entidades locales, de acuerdo con la Constitución y las leyes, tendrán plena capacidad
jurídica para adquirir, poseer, reivindicar, permutar, gravar o enajenar toda clase de bienes,
celebrar contratos, establecer y explotar obras o servicios públicos, obligarse, interponer los
recursos establecidos y ejercitar las acciones previstas en las leyes.

Funciones y control
Las Entidades locales sirven con objetividad los intereses públicos que les están
encomendados y actúan de acuerdo con los principios de eficacia, descentralización,
desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.

Los Tribunales ejercen el control de legalidad de los acuerdos y actos de las Entidades
locales.

Competencias
Las competencias de las Entidades locales son propias o atribuidas por delegación.

Las competencias propias de los Municipios, las Provincias, las Islas y demás Entidades
locales territoriales solo podrán ser determinadas por Ley.

Las competencias propias se ejercen en régimen de autonomía y bajo la propia


responsabilidad, atendiendo siempre a la debida coordinación en su programación y
ejecución con las demás Administraciones Públicas.

Las competencias atribuidas se ejercen en los términos de la delegación, que puede prever
técnicas de dirección y control de oportunidad que, en todo caso, habrán de respetar la
potestad de autoorganización de los servicios de la Entidad local.

Las Provincias y las Islas podrán realizar la gestión ordinaria de servicios propios de la
Administración autonómica, de conformidad con los Estatutos de Autonomía y la legislación
de las Comunidades Autónomas.

Principios de relación
La Administración Local y las demás Administraciones Públicas ajustarán sus relaciones
recíprocas a los deberes de información mutua, colaboración, coordinación y respeto a los
ámbitos competenciales respectivos.

Procederá la coordinación de las competencias de las entidades locales entre sí y,


especialmente, con las de las restantes Administraciones Públicas, cuando las actividades
o los servicios locales trasciendan el interés propio de las correspondientes Entidades,

Oscar Castellón Ruz


Página 33
Guía de Estudio
Acceso a la categoría de agentes
TEMA 1
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

incidan o condicionen relevantemente los de dichas Administraciones o sean concurrentes


o complementarios de los de éstas.

Las funciones de coordinación no afectaran en ningún caso a la autonomía de las


entidades locales

Regulación normativa
La normativa principal en materia de Administración Local es la siguiente:

- Ley 7/ 1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local


- Real decreto legislativo 781/1986, de 18 de abril, por el que se aprueba el texto
refundido de las disposiciones legales vigentes en materia de régimen local
- Ley 39/1988, reguladora de las haciendas locales de 28 de diciembre de 1988.
- Real decreto 1372/1986, de 13 de junio, por el que se aprueba el reglamento de
bienes de las entidades locales.
- Real decreto 2568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el reglamento
de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las entidades locales.
- Decreto de 17 de junio de 1955, por el que se aprueba el reglamento de servicios de
las corporaciones locales

El análisis de su contenido principal se recoge en los temas específicos a los que nos
remitimos para su estudio.

Oscar Castellón Ruz


Página 34

También podría gustarte