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Universidad de la República

Facultad de Psicología

Trabajo Final de Grado

Particularidades de la entrevista de
recepción: una mirada desde la
perspectiva psicoanalítica

Nombre: Sara Virginia GUZMÁN GÓMEZ

C. I.: 3.277.561-9

Tutor: Mag. Lic. Roberto Julio GARCÍA PODESTÁ

Revisora: Mag. Lic. Silvana Beatriz CONTINO NIGRO

Montevideo, 30 de octubre de 2017


Índice
RESUMEN ...................................................................................................................... 2
1. INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 3
2. DESARROLLO ............................................................................................................. 5
2.1. Contextualización: el nacimiento y el origen del psicoanálisis ........................... 5
2.2. Transferencia .................................................................................................... 6
2.3. Neurosis de transferencia o artificial .................................................................. 7
2.4. «El hombre de los lobos» .................................................................................. 8
2.5. Relación entre transferencia y contratransferencia .......................................... 11
3. NOCIÓN DE INTERVENCIÓN ....................................................................................... 12
3.1. ¿Qué tipo de impacto tiene la intervención en la persona? .............................. 13
3.2. Los motivos de consulta .................................................................................. 14
3.3. Intervenciones diagnósticas ............................................................................. 16
3.4. Recepción y consulta ....................................................................................... 16
3.5. Empleo diagnóstico e investigación de la entrevista ........................................ 17
4. ¿POR QUÉ VIENE EL PACIENTE A CONSULTAR? ........................................................... 19
4.1. Los beneficios de la entrevista de recepción en la sociedad contemporánea:
¿vale la pena?, ¿por qué? ...................................................................................... 19
4.2. Tres casos presenciados en el Hospital de Clínicas ........................................ 20
4.2.1. Primer caso ............................................................................................... 20
4.2.2. Segundo caso ........................................................................................... 23
4.2.3. Tercer caso ............................................................................................... 26
5. BREVES PREGUNTAS ACERCA DE LA ENTREVISTA DE RECEPCIÓN EN COMPARACIÓN CON
LOS APORTES DE FIORINI .............................................................................................. 32
5.1. ¿La entrevista de recepción sirve para que el paciente vea cosas de sí
mismo ..................................................................................................................... 32
5.2. ¿Hasta dónde conviene ser arriesgado? ¿Conviene ser arriesgado? .............. 32
5.3. ¿Todos los pacientes o casos son para la entrevista de recepción? ................ 33
5.4. ¿En qué casos se podría pensar que la entrevista de recepción se cierra y que
no es necesario derivarlos a otros especialistas? ................................................... 33
5.5. ¿Es dudoso que la entrevista de recepción se pueda dar por fuera de los
servicios de salud? ................................................................................................. 34
6. ¿CÓMO DEBERÍA FUNCIONAR EL PSICOANÁLISIS EN LA ACTUALIDAD? ........................... 35
7. REFLEXIONES FINALES .............................................................................................. 37
7.1. ¿Qué rédito me dio el poder varios casos? ...................................................... 37
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................. 38

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Resumen
En el presente trabajo final de grado se pretende hacer un recorrido por las
diferentes situaciones que se viven en el contexto de la entrevista de recepción. Para
poder visualizar dichos aspectos, se considerarán postulados de autores clásicos y
contemporáneos, de forma de obtener una visión general del tema, además de
exponer y de clasificar dichos aportes.
Asimismo, se tomarán las experiencias clínicas presentadas dentro del vínculo
entre el que asiste a la consulta buscando una respuesta y el que lo acompaña (dichas
experiencias son el resultado de la práctica pre-profesional). De esta manera se logra
una perspectiva global de esta situación y una comprensión de los problemas y de los
conflictos, de las vulnerabilidades y de los recursos existentes en la persona, además
de sus vínculos y de las razones que hacen preferible un abordaje mediante la
entrevista de recepción.

Palabras clave: recepción, entrevista, clínica psicológica.

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1. Introducción
A partir del tránsito llevado a cabo en el año 2016 en la policlínica psicológica de la
Facultad de Psicología (Universidad de la República) en el Hospital de Clínicas
pudimos tomar contacto clínico con una variada población y ver diferentes casos,
hecho que generó interés por comenzar a investigar más a fondo esta temática.
Para ver cómo se lleva adelante la entrevista de recepción en nuestros días, se
realizará un recorrido histórico por diferentes autores, considerando siempre que el
trabajo del psicólogo actual no solo surge de la trasmisión académica sino también del
entramado de múltiples factores como la experiencia clínica, los modelos
identificatorios, las vivencias personales, los procesos internos y el aprendizaje que se
obtiene de la labor clínica. Dicha tarea se concibe dentro de la situación de encuentro
con quien consulta, siendo este el lugar de consolidación del intercambio dialéctico
con el otro que demanda. Como puede verse, se trata de un proceso en contínuo
movimiento, siempre y cuando seamos capaces de interrogar al otro y a nosotros
mismos, de cuestionar la realidad y la teoría. Se ha puesto un mayor énfasis en el
aspecto situacional y dinámico a nivel del diagnóstico, pues creemos que ello permite
estudiar el contexto en el que surge el pedido de ayuda, el contenido actual del
sufrimiento psíquico y las múltiples interacciones de la organización funcional del
sujeto.
El método clínico se caracteriza por centrar la investigación en los
comportamientos relatados por el sujeto, en su historia: son reacciones observables en
el curso de la relación establecida por él y otras específicamente provocadas en
condiciones sistemáticas y constantes con el fin de comprenderlas y explicarlas en sus
particularidades. Por lo tanto, «Nos apoyamos en el método clínico y en la entrevista
como principal herramienta, jerarquizando la escucha clínica para transitar el proceso
de la resolución de la consulta» (Bañales, López y Martínez, 2015, p. 36). Desde esta
concepción se entiende que la entrevista clínica psicológica es la herramienta que
opera en el encuentro con el consultante y su demanda, lo que a su vez da lugar a un
proceso íntimo de configuración de la identidad profesional y del ejercicio del rol que
nos permite movernos en la diversidad. La entrevista es la herramienta por excelencia
para el abordaje de una situación clínica, pues tanto el entrevistador como el
entrevistado interactúan. Por este motivo, es tarea fundamental del psicólogo indagar,
escuchar y decodificar el discurso de quien consulta.

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La entrevista de recepción es una instancia de intervención en la que se recibe al
paciente y se resuelve la consulta en un único encuentro; el objetivo principal es
atender su sufrimiento psíquico. Las razones del sufrimiento psíquico son descifrables,
entonces, al «esclarecer», al «averiguar» y al «aclarar», y recién a partir de allí pueden
plantearse posibles soluciones (Tortorella, 2007). En este sentido, no debemos olvidar
que «Nuestra disciplina nació con los pacientes (con el padecer humano) y a ellos nos
debemos» (Viñar, 2009, p. 18). En esta cita es claro el despliegue de los planteos de
Freud (s./f.), que han influenciado a Viñar (2009), quien continúa y concuerda con la
perspectiva freudiana.
Por otro lado, la entrevista es un instrumento de suma importancia dentro del
método clínico: en ella se fusionan los desempeños del psicólogo como investigador y
como profesional. Análogamente, la entrevista es utilizada con una gran variedad de
finalidades, como las laborales, las periodísticas y las judiciales, además de sobresalir
en el ámbito de la educación y en cualquier área que se pretenda investigar. En este
trabajo es relevante aquella entrevista psicológica en la que se persiguen propósitos
de investigación, de diagnóstico y de terapia, entre otros (Bleger, 1985). Quienes
asisten a una entrevista tienen un asunto por tratar: por lo tanto, es un instrumento
fundamental dentro del abordaje clínico. En el encuentro se produce un diálogo que da
lugar a que el consultante plantee su conflicto al psicólogo, generando un proceso en
el que se pretende provocar un cambio en el demandante (Valazza, 2007).
Para Fernández-Ballesteros (2011), «Entrevistar es una clase particular de
interacción verbal y no verbal entre entrevistador y entrevistado» (p. 271). Por esta
razón, entrevistar implica reconocer que en cada encuentro se dan diferentes
condiciones que se analizarán en relación a tres componentes principales: el
entrevistador, el entrevistado y la información que se obtenga, que a su vez se
ajustará, en primer lugar, al tipo de demanda y, en segundo, a las características del
paciente.
Aunque en este trabajo se toma como marco referencial el psicoanálisis, es
necesario comentar que la entrevista de recepción puede ser llevada a cabo mediante
el enfoque de cualquiera de las otras corrientes de pensamiento.

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2. Desarrollo

2.1. Contextualización: el nacimiento y el origen del psicoanálisis


El psicoanálisis surgió de la colaboración entre Sigmund Freud y el célebre
neorólogo vienés Josef Breuer, quien practicaba el método hipnótico: «Josef Breuer
(1842-1925) llevó a cabo su tratamiento de la señorita Anna O.» (Freud, 1893-
95/1985, p. 5). A partir de aquí, Freud tiene la certidumbre de la existencia de una
relación causal entre la ignorancia de ciertos recuerdos y la presencia de síntomas
histéricos, por lo que «Suele considerarse a los estudios sobre la histeria como el
punto de partida del psicoanálisis» (Freud, 1893-95/1985, p. 10). Desde antes de su
«nacimiento científico», la psicología estuvo vinculada al mundo de la salud, al
diagnóstico y al tratamiento de las enfermedades mentales. Por ello, «[…] quizás el
más importante de los logros de Freud fue su invención del primer instrumento para el
examen científico de la mente humana» (Freud, 1893-95/1985, p. 11).
En el origen del psicoanálisis encontramos la primera tópica del aparato psíquico.
Como topos es una expresión del griego que significa ‘lugar’, esta sería una
representación figurada del aparato psíquico, cuyos contenidos no son accesibles
directamente a la conciencia: Breuer utilizaba la hipnosis para acceder al inconsciente.
Así, «Con Anna O. apenas se hizo necesario recurrir a este medio: ella producía
torrentes de material de su inconsciente y todo lo que Breuer tenía que hacer era
sentarse a su lado y escucharla sin interrumpirla» (Freud, 1893-95/1985, p. 11). El
sentido de lo inconsciente tiene que ver con una cadena de significación ligada a una
existencia, a una historia o a una situación de instalación de lo vivido y de la
subjetivación. Por otro lado, dicho sentido no se capta directamente, pues está
disfrazado y se insinúa detrás de una apariencia de sinsentido. La condición de
posibilidad del psicoanálisis es también la de la posibilidad de restitución de dichas
cadenas de sentido disfrazado, que se dan dentro del determinismo psíquico. Este
determinismo no es absoluto, ya que sufre remodelaciones a lo largo de la elaboración
de la teoría y con autores posteriores.
El psicoanálisis se apoya en la suposición de que dichas cadenas están
disfrazadas pero permanecen en un lugar del psiquismo: por lo tanto, no se han
perdido. A su vez, se supone que la restitución del sentido tiene efectos beneficiosos
para el psiquismo y, en particular, para la disolución de síntomas que acarrean
sufrimiento. En esta línea, la existencia de una técnica que apoye estos
procedimientos es fundamental para los postulados psicoanalíticos.

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2.2. Transferencia
Durante la transferencia, que es un pilar del tratamiento psicoanalítico al tratarse
de un elemento constante y regular en la terapia, se produce una relación entre el
psicólogo y el paciente en la que hay un desplazamiento del afecto de una
representación a otra. El paciente no recuerda, pero sí hace una representación del
pasado en el presente, tal como puede verse en el epílogo del caso Dora: «Me vi
obligado a hablar de la trasferencia porque sólo este factor permitió esclarecer las
particularidades del análisis de Dora» (Freud, 1905[1901]/1983, p. 103).
Gracias a esa experiencia, Freud (1905[1901]/1983) percibió que los pacientes se
interesaban por la vida del terapeuta y que la transferencia generaba también
opiniones sobre el paciente. Mediante estos descubrimientos se llegó a la hipótesis de
que el paciente transfiere a la figura del psicólogo sentimientos intensos que pueden
ser tanto de rechazo como de ternura, y que reflejan los deseos, los miedos y las
formas de vinculación del paciente.
Para definir más comprensiva y ampliamente lo que es la transferencia,
señalamos que

Son reediciones, recreaciones de las emociones y fantasías que a medida que el


análisis avanza no pueden menos que despertarse y hacerse conscientes, pero lo
característico de todo el género es la sustitución de una persona anterior por la persona
del médico. (Freud, 1905[1901]/1983, p. 101)

En este punto apreciamos cómo emerge el conflicto inconsciente, ya que la


transferencia existe fuera y dentro del tratamiento, pero es en él cuando se hace
consciente: por esta razón es una herramienta fundamental para la cura. Además,
«Cuando uno se adentra en la teoría de la técnica analítica, llega a la intelección de
que la trasferencia es algo necesario» (Freud, 1905[1901]/1983, p. 102). Esta idea fue
explicitada por Freud (1912/1986), quien sostiene que la transferencia es
imprescindible «[…] a fin de que se comprenda cómo ella se produce necesariamente
en una cura psicoanalítica y alcanza su consabido papel durante el tratamiento» (p.
97).
En la misma línea, Laplanche y Pontalis (1971) afirman que «La transferencia se
reconoce clásicamente como el terreno en el que se desarrolla la problemática de una
cura psicoanalítica, caracterizándose esta por la instauración, modalidades,
interpretación y resolución de la transferencia» (p. 459). Estos autores también hacen
referencia a dos tipos de transferencia: una positiva, que implica sentimientos de
ternura, y otra negativa, que refleja sentimientos hostiles. Con esto se constata que el
mecanismo de la transferencia sobre la persona del médico se desencadena en el

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mismo momento en que están a punto de ser develados algunos contenidos
reprimidos importantes. En este sentido, la transferencia aparece como una forma de
resistencia.
Finalmente, en cuanto al origen y a la función de la transferencia podemos
mencionar que es un fenómeno en el que se ve una influencia del descubrimiento del
complejo de Edipo: «Por efecto conjugado de sus disposiciones innatas y de los
influjos que recibe en su infancia, adquiere una especifidad determinada para el
ejercicio de su vida amorosa […]» (Freud, 1912/1986, p. 97). Hay modelos
estereotipados y clisés, ya que surgen de la disposición innata y de las experiencias
de los primeros años, que se repiten en el curso de la vida.

2.3. Neurosis de transferencia o artificial


En esta modalidad, que fue denominada por Freud (1912/1986) como «neurosis
de transferencia»,. Este autor establece que la relación analítica implica un vínculo
entre dos personas, que son el paciente y el analista, y que dentro de ese vínculo
tendrá lugar un origen, una direccionalidad y una temporalidad, producto de que el
paciente deposita en el analista un objeto de su mundo interno infantil. El término
origen debe entenderse como el comienzo exclusivo de la variedad de experiencias
infantiles o tempranas del paciente, que implica necesariamente una direccionalidad
que va del interior del paciente al interior del analista. La temporalidad, por su parte,
remite a una reedición y regresión de experiencias infantiles en la consulta.
Por otra parte, «[…] puede decirse que la anterior neurosis ha sido sustituida por
una nueva, una neurosis de transferencia» (Freud, 1920/1984, pp. 18-19). Aquí se
observa un avance en la concepción freudiana del fenómeno, pues se pone de
manifiesto que la transferencia es la mejor herramienta para el psicólogo durante la
cura. En los casos de histeria y de neurosis, el psicólogo ve crecer desde el comienzo
una nueva neurosis en el paciente, neurosis que sustituye a la anterior y en la que el
psicólogo se convertirá en el centro. Esto configura una vía rápida para que el
psicoanalista identifique aquellos deseos reprimidos de la sexualidad infantil del
consultante. Entonces, al exponérselas, es decir, al hacer consciente lo inconsciente,
se facilita que el paciente confíe en las intervenciones del analista.

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2.4. «El hombre de los lobos»
Este es un ejemplo de trabajo psicoanalítico donde Freud (1918[1914]/1979)
expone el análisis de una neurosis infantil que nos lleva a entender las neurosis de los
adultos, pues «Se trata de un joven que sufrió un quebranto psicológico a los
dieciocho años» (Freud, 1918[1914]/1979, p. 9). De este modo, comprendemos que
este quebranto psicológico es el resultado de una neurosis infantil que persistía en el
tiempo, por lo que Freud señala:

Pero en su primera infancia estuvo dominado por grave perturbación neurótica que se
inició poco antes de cumplir los cuatro años, como una histeria de angustia (zoofobia). Mi
descripción tratará entonces de una neurosis infantil que no fue objeto de análisis mientras
persistía, sino solo quince años después de pasada. (Freud, 1918[1914]/1979, pp. 9-10).

Para el psicoanálisis, todos tenemos conflictos y diferentes maneras de


resolverlos, hecho que complejiza la dialéctica y la frontera entre lo normal y lo
patológico: el límite lo da el propio sujeto en función del precio que pagará por sus
síntomas y de su grado de sufrimiento, que lo hará acudir a una demanda de análisis.
Los sucesos aquí no tienen mucho que ver con lo patológico, sino con el sentido
etimológico que surge como resultado de un sufrimiento derivado del conflicto
inherente a la condición humana. Por esta razón: «Había cierto libro ilustrado donde se
figuraba a un lobo erguido y en posición de avanzar. Cuando veía esa figura
empezaba a gritar como enfurecido […]» (Freud, 1918[1914]/1979, p. 16). En relación
a esto último, no se comprende qué es lo que le sucede al niño, pues el sentido está
disfrazado, se esconde detrás de una apariencia de sinsentido. El inconsciente está
ligado a la búsqueda de un sentido allí donde no parece haberlo: se trata de
fenómenos que aparecen inicialmente desprovistos de sentido.
Además, «En el sueño la única acción fue la de abrirse la ventana, pues los lobos
estaban sentados totalmente tranquilos y sin hacer movimiento alguno sobre las ramas
del árbol, a derecha e izquierda del tronco, y me miraban» (Freud, 1918[1914]/1979, p.
29). El sueño es un como un modelo o un paradigma que nos lleva a la explicación del
síntoma; así, Freud (1918[1914]/1979) refiere al relato de un sueño del joven: «Creo
que este fue mi primer sueño de angustia. Tenía tres, cuatro, a lo sumo cinco años.
Desde entonces y hasta los once o doce años, siempre tuve angustia de ver algo
terrible en sueños […]» (Freud, 1918[1914]/1979, p. 29). El sentido de este sueño
proviene de una cadena de sucesos ligadas a una existencia, a una historia, a una
situación del orden de lo vivido y a la subjetividad.
De esta manera, «Si cabía suponer tras el contenido del sueño una escena
ignorada, o sea, ya olvidada en el momento en que se lo soñó, por fuerza tenía que

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haber ocurrido a edad muy temprana» (Freud, 1918[1914]/1979, p. 33). Mientras estos
sucesos no se expongan mediante palabras, diremos que son situaciones que se
tornan psíquicamente casi inteligibles. En consecuencia, «[…] un lugar de inmovilidad
(los lobos estaban ahí sentados, sin moverse, lo miraban, pero no se maneaban)
querría decir: violentísimo movimiento. Él despierta, pues, de repente, y ve ante sí una
escena de intensa movilidad, que mira tensa atención» (Freud, 1918[1914]/1979, p.
34). Estos aspectos se vinculan con la captación de una imagen, se dieron de una
manera entrecortada, sustituida por la imagen de los lobos. Por consiguiente, Freud
(1918[1914]/1979) establece que el sueño de este joven fue en las vísperas de
Navidad y de su cumpleaños, pues el árbol que él ve es el de Navidad. El primer
ataque de furia se dio por no quedar satisfecho con los regalos de Navidad. « ¿Cómo
llegan los lobos a subirse al árbol? Sobre esto se le ocurre una historia que escuchó
contar al abuelo. » (p.30)
Esa noche, señala Freud (1918[1914]/1979), se activaron impresiones
inconscientes al ver «[…] la imagen de un coito entre los padres bajo circunstancias no
del todo habituales y particularmente favorables a la observación» (p. 36). El niño
estaba indefenso y dependía de sus padres: el mismo objeto que tenía que permitir su
desarrollo le generó una impronta conflictiva. Para Freud (1918[1914]/1979), los
avatares, los sucesos que jalonan el desarrollo del niño y su estructuración mental
pueden ser conflictos accidentados: «Los padres comieron uvas verdes y los que se
arruinaron los dientes fueron los hijos» (Mannoni, 1987, p. 32). El niño, entonces,
relacionó su sueño con un recuerdo que en aquellos años de su infancia le inspiraba
un intenso miedo.
En función de los aportes de Freud (1918[1914]/1979), es posible apreciar que la
causa de la neurosis que este joven estaba viviendo en su vida presente se debía a
«[…] un espejismo que nos provoca en el análisis la tendencia de los neuróticos a
expresar sus intereses del presente en reminiscencias y símbolos del lejano pasado»
(Freud, 1918[1914]/1979, p. 48). En este sentido, en el sueño se dramatiza, es decir,
se pone en una escena algo que tiene que ver con el psiquismo del sujeto: es la
representación de un contenido manifiesto que tiene un significado inconsciente.
Además, también hay un contenido latente, con sus afectos y con sus conflictos. La
deformación en los sueños es similar a la de los síntomas neuróticos porque los
conflictos se abren paso través de la represión y se manifiestan bajo una forma
disfrazada.
Según Freud (1918[1914]/1979), «[…] el soñar es también un recordar, si bien
sometido a las condiciones nocturnas y de la formación del sueño» (p. 50). Esto
supone que las cadenas están disfrazadas pero permanecen en un lugar del

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psiquismo: no han sido olvidadas. Por otro lado, si bien el Edipo en cierto sentido hoy
en día es cuestionado por las nuevas configuraciones familiares, por ejemplo, la
familias homoparentales, en las que han variado las figuras del padre y de la madre,
hay funciones que siguen apareciendo y los adultos continúan imprimiendo su marca
en el psiquismo del niño, de una manera armónica unas veces y otras más traumática
y conflictiva.

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2.5. Relación entre transferencia y contratransferencia

Históricamente, el desarrollo de Freud sobre la importancia de tomar en cuenta en


todo momento la presencia de una dinámica transferencial estableció lineamientos
técnicos de amplia vigencia hasta nuestros días. En esa dirección estudios posteriores
ahondan la comprensión de la díada paciente-terapeuta en términos de un interjuego
constante, transferencial y contratransferencial. (Fiorini et al.,1996, p. 133)

Tenemos que tener en cuenta que dentro de la relación que se establece en la


entrevista ocurrirán dos fenómenos muy significativos: la transferencia, que es la
manifestación de «[…] sentimientos, actitudes y conductas inconscientes por parte del
entrevistado […]» (Bleger, 1985, p. 24), cuya aparición está muy relacionada con la
historia personal del paciente, y la contratransferencia, donde «[…] se incluyen todos
los fenómenos que aparecen en el entrevistador […]» (Bleger, 1985, p. 25). La
contratransferencia debe comprenderse como las respuestas proporcionadas por el
entrevistador, exteriorizadas como una reacción a los estímulos que muestra el
entrevistado. El entrevistador debe registrar estos fenómenos como una de las
variables del campo de investigación.

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3. Noción de intervención
Según Cristóforo (2015), el término intervención proviene de la conjunción de inter
y venire, cuyo significado es ‘venir entre’: «Venir significa moverse hacia el lugar
donde está el que habla» (p. 29). La intervención se da dentro de la consulta
psicológica en una instancia en la que se piensa conjuntamente con el que consulta,
sea un sujeto, una pareja o una familia. Bañales, López y Martínez (2015) plantean
que la «[…] intervención (del latín interventio) remite etimológicamente a la acción y
efecto de intervenir, lo cual entre numerosos significados nos estaría indicando: tomar
parte de un asunto, mediar, interceder por alguien» (p. 35). Es así que se produce un
vínculo entre quien viene a la consulta buscando una respuesta y quien lo acompaña,
que es el que interviene.
Análogamente, otro aspecto a destacar es que siempre hay intervención «en
todo» (Bañales, López y Martínez, 2015), por lo que el psicólogo, cuando interviene,
debe estar atento al discurso verbal y no verbal del paciente, esto es, a su lenguaje
corporal, a la escenificación, a la transferencia que se produce dentro de la consulta
psicológica, además de a su propia contratransferencia. Estas autoras afirman que el
término refiere «[…] a la acción y efecto de intervenir» (Bañales, López y Martínez,
2015, p. 35). El psicólogo clínico tiene que ser competente a la hora de impartir una
nueva mirada, en el aumento de la conciencia y como facilitador del insight. Esto
dependerá de su capacidad para expresar con palabras los pensamientos, las
fantasías y los sentimientos de los que el paciente no tiene completa conciencia, de
modo de presentárselos para que le sean útiles en la comprensión del conflicto o
motivo de consulta. Así, pues, se podría decir que la intervención es concebida como
«[…] la posibilidad de una transformación intrapsíquica del sujeto en situación»
(Bañales, López y Martínez, 2015, p. 35).
La intervención repercute en un suceso intersubjetivo y puede cambiarlo, ya que el
arte de hablar de un paciente es muy diferente a la conversación que se da
comúnmente en sociedad, en un interrogatorio o en una conferencia. Uno de los
elementos principales es poder tener una actitud profunda en el accionar terapéutico:
este compromiso de ayudar al consultante deberá ser manifiesto o estar latente en
todas las interacciones con el paciente desde el comienzo de la entrevista hasta su
culminación. Por esta razón, se debe traducir durante el proceso de entrevista nuestro
propio vocabulario al lenguaje vivo del paciente.
Como dijimos, «[…] intervenir proviene del venir-entre. Esto involucra al menos
dos sujetos, los que inauguran una novedosa forma de encuentro para subjetivarse
[…]» (Muniz, 2005, p. 17). Para Muniz (2005), la intervención, desde una perspectiva

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vincular, es una novedosa manera de acercarnos a rol del psicólogo, puesto que
fomenta un espacio de encuentro con otro para darle sentido al motivo de consulta que
moviliza al paciente a pedir ayuda.
Por otro lado, «La intervención es entonces una modalidad de práctica psicológica
que favorece cambios en el consultante a partir del uso de una estrategia que se va
construyendo en un tiempo acotado» (Muniz, 2005, p. 18). Así, dentro de las
estrategias de intervención, podemos destacar la escucha clínica, que es la capacidad
que presenta el psicólogo para escuchar lo manifiesto y lo latente del discurso del
paciente. La escucha activa también implica la observación del tono del paciente, de la
emocionalidad, de su posición corporal y de la escenificación; por este motivo, la
destreza en la comunicación verbal depende también del empleo del silencio, ya que
el paciente lo necesita para seguir en detalle sus propias fantasías, sus sentimientos y
sus pensamientos: es necesario que el psicólogo sea capaz de tener una actitud
paciente. Por medio de la comunicación comprendemos qué significa el material que
nos proporciona el paciente, mediante la empatía, el conocimiento teórico, nuestra
propia experiencia y las supervisiones. A su vez, es importante, a la hora de comunicar
algo al consultante, tener cuidado con lo que se dice, cómo se lo dice, cuándo y para
qué.

3.1. ¿Qué tipo de impacto tiene la intervención en la persona?


Según los planteos de Rodríguez Nebot (2010), hay dos tipos de dispositivos de
intervención: uno abierto, que tiene la cualidad de «[…] no presuponer un espacio
diagramado de antemano» (p. 27), y otro cerrado, en el que hay un tipo de estrategia
prediseñada. Además, «Lo importante en este primer encuentro es lo que sería el
discernimiento con qué tipo de dispositivo diagramado el sujeto cuenta en su decir y
en su hacer» (Rodríguez Nebot, 2010, p. 27).
Unos de los principios metodológicos es poseer una actitud abierta que nos
permita entender los conflictos de la persona que consulta, aparte de una actitud
activa en el acompañamiento empático y en la escucha flotante. Para Rodríguez Nebot
(2010), toda intervención puede ser verbal o de acción. Dentro de la primera
encontramos la de señalamiento, que «[…] es cuando el analista puntúa o acentúa
algún aspecto del discurso del paciente […]» (Rodríguez Nebot, 2010, p. 28). El
señalamiento consiste en observar, mostrar, llamar la atención del paciente con el
objetivo de que ofrezca más información. Por otro lado, dentro de la segunda está la
interpretación, que «[…] intenta significaciones posibles contemplando los significantes
aportados y que permita la continuidad de la asociación libre, es por eso que se

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plantea como una interrogación al paciente […]» (Rodríguez Nebot, 2010, p. 29). En
este sentido, interpretar significa hacer consciente un fenómeno inconsciente o
preconsciente, o, más exactamente, hacer consciente el significado, el origen, la
historia, el modo o la causa inconsciente de un suceso psíquico dado; se pretende que
el yo razonable y consciente se dé cuenta de algo que tenía olvidado.
La construcción, por su parte, «[…] es una hipótesis del analista sobre el relato en
la sesión, y tiene un sentido de reconstrucción histórica o de la fantasía inconsciente
del o los pacientes» (Rodríguez Nebot, 2010, p. 29), es decir, se busca un enfoque
nítido de los fenómenos psíquicos que se están tratando, por lo que se extraen los
detalles significantes y se los separa cuidadosamente. Esto se ve en el ya citado
“hombre de los lobos”.
Por último, la escansión es la «[…] suspensión de la sesión por parte del analista.
Implica lo que se denomina una interpretación de acto analítico» (Rodríguez Nebot,
2010, p. 29). Interpretando vamos más allá de lo fácilmente comprensible y observable
por el pensamiento lógico y consciente ordinario, al tiempo que las reacciones que
tenga el paciente son necesarias para determinar si la interpretación es válida o no.
Esta es una condición previa para que lo que ha de ser interpretado sea primero
mostrado y aclarado, de forma de hacer entrar al yo del paciente efectivamente en
esta labor psicológica.

3.2. Los motivos de consulta


Los motivos de consulta dentro de la entrevista de recepción suelen ser muy
variados; sin embargo, desde las problemáticas observables encontramos la depresión
y la angustia, además de algunos casos familiares complejos, problemáticas
relacionadas a violencia doméstica, duelos, abandonos, enfermedades orgánicas,
fobia social, problemas de integración, conflictos vinculares, por sólo citar algunas
situaciones conflictivas. Para referirnos a las razones que motivan la consulta,
tomaremos los planteos Rodríguez Nebot (2010), para quien «[…] la psicoterapia es el
estudio, investigación y acción terapéutica sobre subjetividades […]» (p. 72). Con esto
se entiende que hay un tipo de relación profesional y humana entre uno o varios
pacientes con uno o varios psicólogos, que están de acuerdo en trabajar juntos

[…] sobre sus formas de producción, su sufrimiento, el intercambio en el ámbito social,


sus vínculos, su conformaciones, sus leyes propias y modus operandi de los sujetos que
sufren y de los agentes de cambio cuya intención es transformar el sufrimiento. (Rodríguez
Nebot, 2010, p. 72)

14
Es entonces que se promueve el cambio psíquico para aliviar un sufrimiento o
favorecer el desarrollo de la persona y de sus vínculos. Dicho cambio que se intenta
lograr puede ponerse de manifiesto en las distintas áreas de la conducta, como la
mente, el cuerpo y el mundo externo.
Por otra parte, Fiorini et al. (1996) sostiene que:

Mi idea es, a partir de esos datos iniciales, mostrar cómo podemos pensar todo caso
clínico en términos de «situación». ¿Qué quiere decir situación? ¿Cómo entender una
situación? ¿Qué tipo de aportes podemos articular actualmente para pensar una situación
en términos teóricos? Y a la vez: ¿qué derivaciones clínicas? ¿Qué derivaciones
estratégicas, qué consecuencias técnicas se extraen de esa comprensión teórica y clínica
del paciente en situación? (p. 1)

Con la consulta psicológica, al abordar un tema, se lo explora por medio de


preguntas introductorias y de profundización. Las preguntas introductorias son las
típicas: ¿por qué consulta?, ¿cuáles son sus problemas? Si bien estas preguntas son
introductorias, pueden tener lugar en cualquier momento de la intervención: así ocurre,
por ejemplo, cuando iniciamos la exploración de otros aspectos del paciente, como sus
vínculos, sus estilos vinculares, su regulación afectiva o su emocionalidad, entre otros.
Por su parte, las preguntas de profundización se implementan luego de que se situó el
tema o el área a explorar. Ejemplos de este tipo de preguntas pueden ser: ¿cuánto lo
limita esto que le pasa?, ¿cómo vive ciertos acontecimientos?, entre muchas otras.
A partir de aquí se logra una visión general de la situación de la persona, una
comprensión de los problemas y de los conflictos, de las vulnerabilidades y de los
recursos con los que cuenta, más allá de sus vínculos, de sus posibilidades de éxito y
de las razones que hacen preferible un abordaje psicoterapéutico determinado y no
otro. En este sentido, se proponen algunos modelos de psicoterapia acorde a los
problemas, que pueden ser de índole familiar, de adaptación a cambios en la vida, de
enfermedades, de pérdidas, de estrés o de ansiedades situacionales. Su severidad
puede manifestarse por una marcada ansiedad en situaciones de depresión, lo que en
muchas ocasiones conduce a pensamientos negativos y a problemas
comportamentales, como los alimenticios y los del sueño.
Por cronicidad debemos entender la persistencia de los motivos en el tiempo: si
son recientes o si hace meses que persisten. Asimismo, las características del
paciente incluyen su motivación, es decir, si tiene interés por la autoexploración o si
tiene capacidad para tolerar la frustración y el dolor psíquico. Una vez que se
indagaron estos múltiples factores, se elaboran las diferentes modalidades de acción:
así, si la gravedad de la situación es de baja a moderada, como algunos casos de
estrés, enfermedades, cambios en la vida o pérdidas, y si la cronicidad es de tiempo

15
breve (menos de un año), se deriva al paciente a tratamientos focalizados, que son de
seis a doce sesiones y que están dirigidos a afrontar crisis, a comprender los
sentimientos, a identificar los problemas y a explorar y a tomar decisiones para poder
disminuir el estrés. En caso de que la cronicidad persistiera en el tiempo, como
problemas en la alimentación o trastornos del sueño, se recomiendan tratamientos
estructurados que se centren en el cambio sintomático o en objetivos concretos y
prácticos, establecidos en acuerdo entre el paciente y el terapeuta. Por otro lado, si
hay problemas de personalidad o dificultades interpersonales que persisten en el
tiempo y el paciente tiene deseo de un autoconocimiento, se le recomiendan
tratamientos dirigidos a la comprensión de sí mismo y que promueven el cambio
interior. Estos tratamientos son comúnmente de larga duración.

3.3. Intervenciones diagnósticas


Para Bonomo, Domínguez y Tortorella (2015), «[…] toda intervención supone una
aproximación diagnóstica, así como todo proceso diagnóstico implica una modalidad
de intervención» (p. 44). Las intervenciones diagnósticas tienen como característica la
aplicación de estrategias particulares y, por medio de la escucha clínica, se intenta dar
respuestas a los motivos de la consulta; a su vez, mediante una aproximación
diagnóstica se pretende comprender qué le ocurre y por qué consulta. De estas
cuantificaciones se diferencian tres clases de intervenciones, que son: la entrevista de
recepción, los procesos diagnósticos y las intervenciones psicológicas con objetivos y
tiempos limitados.

3.4. Recepción y consulta


«Se entiende a la recepción como la acción de recibir, salir al encuentro del otro
[…]» (Bonomo, Domínguez y Tortorella, 2015, p. 45). Con esto se puede vislumbrar
una actitud receptiva con el paciente que consulta: poder escuchar implica prestar
atención a lo que se oye, aprehender signos, procesarlos y registrar tanto las voces
como los silencios. Escuchar intencionalmente, dando una orientación hacia una
dirección diferente a la aparente, es interpretar lo aprehendido, ya que detrás de lo
escuchado existe otra significación. El discurso se constituye en correspondencia con
la escucha del otro: el psicólogo es quien decodifica y enriquece el discurso, pero no
se debe olvidar que la persona también se escucha y capta su propio discurso.

16
3.5. Empleo diagnóstico e investigación de la entrevista
«Desde un punto de vista semántico la entrevista es un encuentro, reunión o cita
de dos o más personas en un lugar determinado, para tratar de resolver algún asunto
o negocio» (Albajari, 1996, p. 13). De acuerdo a Albajari (1996), la entrevista es una
técnica de investigación muy utilizada en el psicodiagnóstico porque se aproxima con
mayor exactitud al estudio del comportamiento humano: los datos que se obtienen son
muy ricos y amplios en relación a otras técnicas evaluativas.
Asimismo, como sostiene Bleger (1985), hay dos tipos principales de entrevistas:
la entrevista abierta y la entrevista cerrada. En la entrevista abierta, el entrevistador
tiene una profunda libertad para efectuar las preguntas, permitiendo una gran
elasticidad para desarrollar la intervención, lo que es necesario para tener una
intervención eficaz en cada caso particular. Por el contrario, la entrevista cerrada tiene
la característica de ser más ordenada, dado que las preguntas ya están previstas de
antemano y hay que respetar un orden; ni la forma de plantear las preguntas ni la
persona que las realiza puede alterar su disposición.
En todos los casos la entrevista es un fenómeno grupal, porque, aunque
interactúen solo el entrevistador y el entrevistado, estos son considerados miembros
de grupos mayores. Por otro lado, la entrevista es una herramienta que se emplea
cuando hay un pedido de ayuda profesional; esta no es sinónimo de consulta, ya que
la consulta es la solicitud de asistencia profesional, ni tampoco de anamnesis, es decir,
una simple recopilación de datos. Como dice Bleger (1985), «La entrevista es un
campo de trabajo en el cual se investiga la conducta y la personalidad de seres
humanos […]» (p. 21). Otro aspecto importante a destacar es que la entrevista es un
método científico que estudia un segmento de la personalidad del paciente, siendo
para cada caso de una manera especial y única. Según Bleger (1985), tanto el sujeto
observador como el observado son variables que se tienen que tener en cuenta dentro
de la investigación.
A su vez, como señala Albajari (1996), «Al mencionar a la entrevista como campo,
debemos incluir el concepto de encuadre, que significa transformar una cierta cantidad
de variables en constantes […]» (p. 17). Para esta autora, los factores que dan la
estabilización del encuadre son el lugar, el tiempo, los roles y la actitud técnica. Estos
factores son fijos y constantes, y el modo como el entrevistado ejerce la libertad de
llevar adelante su situación es un proceso dinámico, que puede tener cambios. En
este sentido, «[…] el encuadre como institución es así el depositario de la parte
psicótica de la personalidad del sujeto» (Mannoni, 1977, p. 69). Tanto en la situación
psicoanalítica como institucional se dan siempre una interacción entre el individuo y la

17
institución, y por consiguiente el individuo se convierte en el generador principal que
mantiene dicha relación con la institución.
Las características del encuadre en un contexto de entrevista son el lugar físico,
su estimación de tiempo o la frecuencia de la entrevista. Además, se deben evitar
interrupciones de cualquier tipo, y se aconseja que la entrevista inicial dure alrededor
de una hora o una hora y media. Así, «Cuanto más explícito es el encuadre mayor es
la posibilidad de investigar la variable dependiente y la adaptabilidad del consultante al
mismo» (Veccia, 2002, p. 25). En una entrevista de recepción se le debe comunicar al
paciente, por medio del consentimiento informado, que se resguardarán su identidad y
sus datos personales; asimismo, también se le notificará que dicha entrevista constará
de un solo encuentro, que será seguido de forma simultánea por un grupo de
estudiantes avanzados a través de una cámara Gessell.
Finalmente, Alizade (2002) divide el encuadre en externo y en interno. El primero
se corresponde con el tiempo, con los horarios o con el lugar, entre otros, mientras
que el segundo «[…] al depender de factores intrapsíquicos y comunicacionales, es
más difícil de mensurar» (Alizade, 2002, p. 115). Además, Alizade (2002) agrega que
el encuadre interno es una conquista psíquica que todo psicólogo clínico organiza en
su psiquismo a medida que avanza su quehacer como tal.

18
4. ¿Por qué viene el paciente a consultar?
En primer lugar, hay que considerar cuál es el motivo o la razón que lleva a que el
paciente consulte; asimismo, también resulta fundamental tener en cuenta qué es lo
que se dice en la consulta en el marco de un sentido explícito, esto es, desde un nivel
consciente, solicitando ayuda frente a aquello que lo aqueja, y también lo expresado
en relación a su situación de necesidad.
Para Bonomo, Domínguez y Tortorella (2015), «[…] se considera la noción de
consulta al parecer dictamen que se pide o se da acerca de algo» (p. 45). Dicho
dictamen cuenta con un sentido que debe ser develado entre dos, y tiene un nivel
preconsciente e inconsciente, hecho efectuado a través de la interpretación. Los
motivos de consulta más frecuentes para una entrevista de recepción son la angustia
y la depresión. En el caso de los adolescentes, se destacan los episodios de
ansiedad, las pérdidas-duelos, la depresión, la violencia, la agresividad, los problemas
vinculares en relación a lo educacional-vocacional, lo sentimental y también lo afectivo.
Si se considera que a partir de las experiencias presentadas se va a intervenir
desde una visión de la realidad de la sociedad contemporánea y cómo esta se ve
confrontada por diferentes problemáticas sociales, vemos que sobresale la
constitución de la familia y la relación padres e hijos como eje de trabajo. En este
sentido, entendemos que el abordaje propio de la entrevista de recepción es esencial
para el cuidado de la salud.

4.1. Los beneficios de la entrevista de recepción en la sociedad


contemporánea: ¿vale la pena?, ¿por qué?
Uno de los beneficios que tiene la entrevista de recepción es que responde al
pedido de ayuda de forma inmediata o, al menos, lo más rápido posible. Por ello es
que se cree que vale la pena la aplicación de este tipo de entrevista, ya que disminuye
favorablemente la ansiedad que trae el paciente. Además, la intervención se desarrolla
en un tiempo corto, pues cuando el paciente solicita una consulta se le asigna día y
hora lo más rápido posible.
Por otra parte, en este tipo de consulta se recepciona y orienta al paciente en el
término de un solo encuentro. Para Rodríguez Nebot (2010), «La clínica es entonces
una construcción permanente en movimiento, devenir mutando y transformándose, en
la medida del cambio» (p. 13).
De acuerdo a Bohoslavsky (1979), la psicología clínica se caracteriza por una
estrategia de abordaje dentro del estudio de la conducta de los seres humanos.

19
También agrega que conduce a la promoción de salud sean cuales sean los casos,
incluso aunque se entienda que cada situación es específica, las tácticas y las
técnicas serán adecuadas para cada situación. Ulloa (1964, citado en Bohoslavsky,
1979) establece que «En síntesis: la psicología clínica se caracteriza por una
estrategia que incluye tres momentos: ver, pensar y actuar» (p. 27).

4.2. Tres casos presenciados en el Hospital de Clínicas


Antes de comenzar, creemos oportuno mencionar que optamos por tres casos de
adolescentes porque la práctica se llama, precisamente, «Clínica con adolescentes»;
cabe destacar, también, que los datos personales de los entrevistados fueron
modificados para resguardar su identidad.
Para comprender bien la presentación de cada caso, debemos primero tratar
sucintamente algunas cuestiones. En este sentido, es preciso recordar que para Fiorini
et al. (1996)

La situación de consulta también se puede tomar en esta perspectiva que decíamos


de un corte sincrónico, es decir, actual. Es decir, ¿qué factores intervienen ahora? Tanto la
perspectiva histórica, genética como evolutiva, tienen su enfoque en el pasado. Lo
situacional es actual, sin tener tanto en cuenta cómo se llegó a esa situación. (p. 35)

Por otra parte, según Bohoslavsky (1984), las crisis tienen una gran relación con
algo que muere y algo que nace, por lo que «Todo adolescente es una persona en
crisis en la medida en que está desestructurando y reestructurando tanto su mundo
interno como sus relaciones con el mundo exterior» (Bohoslavsky, 1979, p. 50).

4.2.1. Primer caso

Este primer caso lo presenciamos un grupo de estudiantes de la práctica realizada


en el Hospital de Clínicas, como se dijo. Se trata del caso de Lorena, una adolescente
de 16 años que manifiesta estar viviendo un tipo de bullying en el liceo donde estudia.
En la consulta se presentan la madre con un bebé en brazos, aparentemente su hijo
menor, es decir, el hermano más pequeño de la paciente. Lorena se encuentra
desbordada y hace tres días que no va al liceo.
En este caso, la entrevista fue «[…] semidirigida. Una entrevista es semidirigida
cuando el paciente tiene libertad para exponer sus problemas comenzando por donde
prefiere e incluyendo lo que desee» (Siquier de Ocampo y García Arzeno, 1987, p.
23).

20
Viñeta

Psicólogo: De alguna manera esta entrevista es para ayudarte en lo que a ti te pasa.

Lorena: Me cuesta ir al liceo, me siento incómoda.

Madre de Lorena: Está haciendo cuarto año y vive como un tipo de bullying. Ella, para
la edad que tiene, es muy madura. Los chiquilines hacen cosas fuera de lugar.
Psicólogo: ¿Qué es lo que hacen tus compañeros que tú te sentís que te molestan?

Lorena: Me molestan mucho. (Se pone a llorar; está angustiada). Siempre tienen algo
para decirme, por cómo soy…, soy callada.
Psicólogo: Si tú intentaras hablar con ellos, ¿no sería mejor…? ¡O sea que cuando
entrás al liceo ya te sentís mal!

Según los planteos de Amorín (2013), la adolescencia es una categoría evolutiva


con derecho propio, ya que está atravesada por dinamismos psicosociales muy
específicos. Lorena, en efecto, está atravesando situaciones que se manifiestan dentro
del marco de lo psicológico y de lo sociocultural.
Ahora bien, en este punto surge la necesidad se ver qué es situación. Por
situación debe entenderse la causalidad multideterminada por diversas series de
fenómenos que la configuran; en este sentido, supone la convergencia de series
causales. Asimismo, una serie causal es una clase homogénea de fenómenos que
responden a cierta legalidad, a cierto encadenamiento causal que es propio de esa
clase de fenómenos. Dentro de las series causales encontramos la familiar, la
corporal, la evolutiva, la laboral, la social, la prospectiva o la clínico-psiquiátrica. Cada
caso es individual, como se sabe, induplicable e indivisible, ya que el sujeto se va
produciendo en situaciones: entendemos que la situación es constitutiva, causa y
efecto al mismo tiempo. La clínica es situacional porque la producción de
subjetividades y de sus vicisitudes transcurren dentro de un determinado contexto y en
un devenir en situaciones (Fiorini et al., 1996).
Al investigar un poco más acerca de este caso clínico, pudimos llegar a la
conclusión de que Lorena, además de vivir ciertas problemáticas en el liceo, también
sufre dificultades familiares que la afectan desde que era muy pequeña.

Viñeta

Lorena: Hay otros problemas: por ejemplo, cuando mi madre se pelea con el
compañero.
Psicólogo: Tu padre es cerrado… ¿Cerrado como tú?

21
Lorena: Sí. Mi padre dice que él pasó muchas cosas. Como él tuvo que trabajar de
chico, me dice: «Vos tenés todo, no te quejes». Hay cosas que no puedo controlar. Por
más que yo no quiera, no las puedo controlar.

Psicólogo: Entonces, en tu casa también hay problemas…, ¿no?


Lorena: No siempre, pero sí.

Freire de Garbarino y Maggi de Macedo (1990) establecen que

La elaboración del Edipo en la adolescencia está en parte condicionada a la estructura


que haya adquirido durante la evolución de la sexualidad infantil. Pero esto ocurre solo
parcialmente, ya que no se trata de ningún modo de una simple repetición, sino de una re-
creación, en la cual influyen grandemente los nuevos elementos propios de la situación
presente. (p. 21)

El adolescente vivencia la segunda vuelta edípica, lo que conlleva una


estructuración subjetiva en la que la imagen paternal ocupa un lugar significativo, ya
que se le hace un llamado como función; la misma importancia tiene la entrada que la
madre le da a dicha estructuración. Además, podemos entender que la crisis
adolescente involucra una estructura formada por una serie de acontecimientos
externos que se constituyen en el vínculo. En este sentido, resulta primordial cómo los
padres habilitan dicha salida al mundo en esta segunda vuelta edípica.
Ya desde un punto de vista biológico, la pubertad reaviva la sexualidad infantil y
los diferentes acontecimientos que se dan dentro las tempranas relaciones objetales,
dado que en la adolescencia surgen problemáticas edípicas. Se concluye, entonces,
que en la práctica se verá la aparición psíquica de la naturaleza pre-edípica y edípica,
hecho que el psicólogo tratará de relacionar con la situación actual del paciente (Blos,
2003).
Delgado (2007), por su parte, estipula que el vínculo que se presenta en la
consulta psicológica, además de cómo y de cuándo este se instala, puede enriquecer
la comprensión del paciente. No solo se ve el vínculo como una relación asimétrica,
sino que también se lo ve a partir de un enfoque heterogéneo en el cual ambos lo
producen. Esto resultará fundamental durante una intervención diagnóstica.
En función de lo referido, es posible apreciar que dentro de la entrevista de
recepción está incluida la entrevista propiamente dicha y la instancia posterior de
devolución. Entre ambas instancias se conforma un período de tiempo breve que
permite pensar y elaborar la mejor estrategia de devolución. Esto disminuye la
ansiedad y la angustia de quien consulta, pues en la recepción se contiene al paciente
y se le proporciona una asistencia orientativa y preventiva que le ayudará a promover
su salud mental (Tortorella, 2007).

22
Tortorella (2007), en esta línea, plantea que «[…] la orientación se vincula a la
acción» (p. 73), mientras que la devolución se vincularía con la noción de apertura al
abrirse el espacio a otras posibles instancias de trabajo. Estas instancias pueden ser
la psicoterapia, la derivación a psiquiatra u otras especialidades, la intervención
diagnóstica, el proceso diagnóstico, entre otros; dependiendo de cada caso se busca
la mejor estrategia de acción (Tortorella, 2007). En el caso particular de Lorena, se la
derivó para que su problemática fuera abordada dentro de una intervención
psicoanalítica.

4.2.2. Segundo caso

Otro de los casos presenciados fue el de Santiago, un adolescente de 19 años.


Hace meses que Santiago recibe tratamiento psiquiátrico por el fallecimiento de su
madre. Se trata de un joven que se efectúa cortes y agresiones en su cuerpo.
Nasio (2012) manifiesta que «Toda esta crueldad contra uno mismo y contra los
otros encubre muy a menudo ―cosa que muchos ignoran― una depresión muy
particular que no se manifiesta del abatimiento y la tristeza» (pp. 27-28). Esta
depresión condensa situaciones de amargura y de despecho: en lugar de sufrir ese
dolor como algo externo lo conserva internamente como parte de un rencor causado
por una ofensa.

Viñeta

Psicólogo: ¿Por qué piensas que la doctora te diagnosticó? Cuando tú te lastimabas,


¿consideras por qué lo hacías?
Santiago: En vez de lastimar a otro lo haces a ti mismo.

Psicólogo: ¿Cuándo empezó?


Santiago: A los 15 años.

Psicólogo: ¿Qué le pasó a tu madre?


Santiago: Tenía cáncer. La muerte de ella fue muy fuerte porque estuvo 8 meses en
el CTI.

Como Elizalde (1992), quien afirma que hay diversas situaciones de la vida
cotidiana, Freire de Garbarino (1992) sostiene que «Una de estas situaciones, de gran
significación en el desarrollo y la vida misma de los seres humanos, es la situación de
duelo» (p. 143). En estos casos se deben desarrollar abordajes terapéuticos que traten
esta problemática, ya sea por medio de una escucha clínica activa o guiando al
paciente en la superación de su adversidad.

23
Viñeta

Psicólogo: ¿Tú tenías un vínculo muy fuerte con tu madre?

Santiago: Sí, éramos mi madre y yo. También, cuando mi madre falleció, como era
menor, estuve en el INAU.
Psicólogo: ¿Tenías algún familiar cercano?
Santiago: Estuve un tiempo con mi tía, pero como me pegó… y hubo una denuncia…

Psicólogo: ¿Cuánto tiempo estuviste en el INAU?


Santiago: 7 meses.

Psicólogo: ¿En dónde te estás quedando?


Santiago: En una pensión.

Psicólogo: ¿Cómo se llamaba tu madre?


Santiago: Yolanda.
Psicólogo: ¿Trabajaba?

Santiago: Sí.
Psicólogo: ¿Tú estás trabajando?
Santiago: Estoy buscando.
Psicólogo: ¿De dónde estás esperando que te llamen?
Santiago: Operario Textil.
Psicólogo: Como es tan reciente lo de tu madre…

Santiago: Sí, cuando mi mamá se enfermó me puse la casa al hombro.


Psicólogo: ¿En dónde trabajaba tu madre?
Santiago: Mi madre era enfermera. La pensión es pasajera, yo estoy esperando que
en febrero me den mi casa. Mi prima tiene 8 años.

Psicólogo: ¿Qué? ¿Es como una hermana para ti?


Santiago: Sí, porque nos criamos juntos.

Estudiante: Vos…, ¿sos de llorar?


Santiago: Sí, pero no lloro mucho. No siento dolor.
Psicólogo: ¿Cómo fue que llamaron para que te atendieran en este servicio?
Santiago: Por la ONG…

Psicólogo: ¿Así que familiares cercanos no tienes?


Santiago: Sí, tengo, pero como quien dice no están.

24
Como señalan Siquier de Ocampo y García de Arzeno (1987), «Una actitud
recomendable para el psicólogo es la de escuchar al paciente pero no quedarse
ingenuamente con la versión que él le trasmite. El paciente cuenta su historia como
puede» (p. 35).
En este caso, Santiago vino a la consulta psicológica acompañado por Marcela,
una educadora social que trabaja en la ONG que lo está ayudando.
Bertalanffy (1976, citado en Cohen, 2009) plantea que

El cumplimiento de las funciones familiares está en la base de la salud del individuo y


del grupo como un todo, en tanto garantizan el crecimiento, el desarrollo normal y el
equilibrio emocional, que sirven de apoyo para poder afrontar los problemas y crisis de la
vida. De acuerdo con el Código de la Niñez y Adolescencia, de no poder cumplir estas
funciones la familia, debe intervenir la comunidad y el Estado. (p.74)

Entrevista con Marcela

Marcela nos habla de la situación de Santiago:

Marcela: Santiago ingresa a la ONG que trabaja con jóvenes de 17 a 21 años. Llega
derivado del INAU después que fallece su abuela paterna.
Psicólogo: Ahh…, él siempre nos dijo que era la madre.

Marcela: Se hicieron algunas gestiones que hicieron que Santiago se integre con su
tía. La tía decía hacerse cargo hasta…, no sé…, un poco más de un mes. Hasta que
sucede un incidente de violencia muy fuerte en el que se restringieron a Santiago y a
la tía. Nosotros le pagamos una pensión en la que se está quedando. La idea es poder
trabajar con él hasta que se consiga un empleo. Se trabaja para que él pueda tener
una vida autónoma. Santiago tiene muchas habilidades, pero en realidad le faltan un
montón de cosas. En realidad, los gurises van a estar en el proyecto mientras ellos
quieran. La idea es que de acá a diciembre consiga trabajo y logre administrarse.

Psicólogo: En realidad, cuándo ingresa, ¿se le consigue una entrevista con la


psiquiatra? Sobre todo por esto de las agresiones. ¡Tiene un pronóstico bueno para
todo lo que le pasó!
Marcela: A ver…, nosotros entendemos que hay cosas que no se están pudiendo
concretar. La madre biológica de Santiago tenía 17 años cuando lo tuvo y el padre 18
años. El padre fallece y la madre lo deja con la abuela. Después aparece cuando él
tiene 10 años y reaparece ahora. Es un chiquilín que prácticamente no tiene ningún
vínculo familiar. En realidad, ellos han tenido vínculo por Facebook…, la madre se va.

John Urry (2002, citado en Bauman, 2003) afirma que «Las relaciones de
copresencia implican siempre cercanía y lejanía, proximidad y distancia, solidez e

25
imaginación» (p. 86). Con esto entramos al registro del mundo electrónico, donde las
conexiones se determinan por la «superficialidad» y la «brevedad», que limitan el
vínculo sólido. Estar conectado de esta manera nos lleva a estar lejos y cerca a la vez:
de esta forma, desaparecen las relaciones de tiempo completo y que queda a un lado
el compromiso de «[…] estar allí cada vez que me necesiten» (Bauman, 2003, p. 92),
lo que se entiende como un requisito indispensable para una relación sólida.

Entrevista con Marcela

Marcela: En realidad, él hacía tareas de clasificación para poder ayudar a la


abuela. En todo este contexto él empieza a tener un espacio con el psicólogo de la
ONG.

De acuerdo a Rodríguez Nebot (2014), «La idea que mantenemos en el proceso


de trabajo psicoterapéutico y sus consecuencias advienen de los conjuntos subjetivos,
que provocan tanto malestar y sufrimiento» (p. 66). A priori, parece que Santiago es un
adolescente que necesita tener una atención un poco más larga; él pudo concretar
muy pocas entrevistas porque se dormía. Además, tiene vínculos muy frágiles y hacía
muy poco tiempo que había fallecido su abuela (madre).

4.2.3. Tercer caso

A continuación, se presentará otro caso abordado dentro de la práctica: se trata


del de una adolescente de 17 años que se efectuaba cortes desde los 15 años. Ella
tenía un novio y llegaba tarde a la casa, por lo que la madre no la dejaba entrar; por lo
tanto, se quedaban afuera de la casa del novio. La joven vive en un entorno de
muchas discusiones con la madre, con el hermano mellizo y con el padrastro.
Para Nasio (2012), «La adolescencia es un pasaje obligado, el pasaje delicado,
atormentado pero también creativo, que se extiende desde el fin de la infancia hasta
las puertas de la madurez» (p. 15). Según este autor, el adolescente pasa por un
período de metamorfosis hasta que logra adueñarse de sí mismo al afirmar su
personalidad. Los principales síntomas que se manifiestan en la neurosis de
crecimiento son los de «[…] angustia, tristeza y rebeldía […]» (Nasio, 2012, p. 22).

Viñeta

Psicóloga: ¿Por qué no te llevas con tu hermano?

Florencia: Porque dice que soy media loca. Yo le falté el respeto a mi madre.
Psicóloga: ¿Cómo le faltaste el respeto?

26
Florencia: Le pegué.

Carril (2003, citado en Amorín, 2010) expresa que un

Acto violento […] es aquel que se desarrolla basado en el desequilibrio de poder y que
se juega en el cuerpo y en la subjetividad del otro produciendo algún tipo de daño. El acto
violento implica el dominio de un ser humano sobre otro, sustentado sobre una
indiscriminación ilusoria, que reniega de toda diferencia, desconsidera al sujeto y tiende a
anular la singularidad del mismo. (p. 243)

Viñeta

Psicóloga: ¡Ahh…! ¡Le pegaste!

Florencia: Sí.

Esta adolescente se encuentra atravesando una crisis, que se da por un cambio


inesperado de su conducta habitual: «Por ejemplo, un joven habitualmente agresivo y
camorrero que llega a golpear al padre» (Nasio, 2012, p. 70).

Viñeta

Psicóloga: ¿Cómo te fue en la escuela?


Florencia: Bien.
Psicóloga: ¿Pasaste todos los años?

Florencia: En la escuela mi hermano no me dejaba hacer las cosas.


Psicóloga: ¿Por qué?
Florencia: Porque es hiperactivo. No me gusta venir al psicólogo.
Psicóloga: ¿Por qué no te gusta?

Florencia: No me gusta porque pienso que no me van a ayudar. No quiero cortarme


más ni tomar medicamentos. No me gusta estar en el hogar porque los demás tienen
muchos problemas, me gusta estar con mis amigas Betiana, Micaela y Julieta.
(Florencia terminó todo el Ciclo Básico, empezó a hacer belleza pero no le gustó. No le
gustaba peluquería porque implicaba hacer trabajos de depilación y le desagradaba
manipular el cuerpo humano). El año que viene tengo pensado anotarme en una
institución privada para poder llegar a ser maestra preescolar.

Bohoslavsky (1979) menciona «[…] la entrevista como principal instrumento o


técnica de que se vale el psicólogo para diagnosticar y colaborar con el adolescente
en la resolución de sus problemas vocacionales» (p.115).

27
Viñeta

Psicóloga: Por lo pronto vos querés estar bien con tu familia, no cortarte más y no ir
más al centro. ¿Por qué vas al centro vos? ¿Quién te mando?
Florencia: La mutualista.
Psicóloga: ¿Vos qué buscabas hacer?
Florencia: Matarme. No quería vivir más.

Psicóloga: ¿Por qué?


Florencia: Tenía muchos problemas. Sentía que nadie me quería.

Psicóloga: Y esto que te pasó de estar internada…, ¿por qué fue?


Florencia: El año pasado fue la primera vez que intenté matarme. Tenía 5 bajas,
después las subí a todas. Me fui de mi casa porque no me llevaba bien con mi
padrastro. Yo quería un padre y no quería que él fuera mi padre. Yo quiero que mi
papá se preocupe por mí.

En el marco del resquebrajamiento fraterno, «Las conductas riesgosas que


encontramos con mayor frecuencia en nuestra práctica son los comportamientos
depresivos y el aislamiento ―sobre todo en las adolescentes,― los intentos de
suicidio […]» (Nasio, 2012, p. 26).

Viñeta

Psicóloga: ¿Y él se preocupó por vos cuando hiciste todo esto?


Florencia: Pensaba que él me iba a llamar o algo.
Psicóloga: ¿Y él nunca te llamó? ¿Y a qué se dedica tu padre?

Florencia: Trabaja en una empresa.


Psicóloga: Y tu madre, ¿cómo te recibió cuando volviste?
Florencia: Con los brazos abiertos.
Psicóloga: ¿Y por qué te escapás, de qué te escapás?

Florencia: Y a veces no sé ni por qué hago las cosas.


Psicóloga: ¿Y a vos te gustaría saber por qué hacés las cosas? Porque en la medida
en que hables de lo que hacés, se va a poder saber por qué hacés las cosas.

Ahora bien, «[…] el encuentro con los padres en presencia de su adolescente


debe tener lugar después y no antes de hablar con el joven a solas […]» (Nasio, 2012,
p. 91). Según Nasio (2012), es mejor tomar contacto en primer lugar con lo que

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expone el adolescente de una manera transparente o auténtica, ya que se piensa que
así aumentarán sus ganas de confiar en el psicólogo: una herramienta fundamental es
el trabajo transferencial.

Entrevista con la madre

En la entrevista inicial con los padres del paciente, es importante detectar también
cuál es el vínculo que une a la pareja, el vínculo entre ellos como pareja y el hijo, el de
cada uno de ellos con el hijo, el de este con cada uno de ellos y como pareja, el de la
pareja con el psicólogo. (Siquier de Ocampo y García Arzeno, 1987, p. 27)

Psicóloga: ¿Cómo llegaron ustedes acá? ¿Quién les informó de este servicio?
Laura: Ella no cedía a la terapia y en el Hospital donde se atiende te dan 6 meses
nomás. Ella nunca daba problemas, el que da problemas es el hermano. Ella compite
mucho con el hermano. Si yo no le doy la medicación, él está todo el tiempo
desafiándome y contestándome. Yo no tengo familia, yo me crié en el INAU. La abuela
por parte de padre no me aprecia, me pone a mis hijos en contra y el hermano iba los
fines de semana a la casa de ella. Ella fue muy manipulada por el novio que tuvo y yo
traté de cortar esa relación. El tema es que las consecuencias las tuve yo. Ella estuvo
internada en el INAU una semana.

Según Singly (2000, citado en Roudinesco, 2013),

[…] la llamada familia «contemporánea» ―o «posmoderna»―, que une por un


período de extensión relativa a los individuos en busca de relaciones íntimas o expansión
sexual. La atribución de la autoridad comienza entonces a ser cada vez más problemática,
en correspondencia con el aumento de los divorcios, las separaciones y las
recomposiciones conyugales. (p. 20)

A su vez, Nasio (2012) plantea que «La efervescencia neurótica del joven
desborda a menudo en la escena social y los padres rápidamente se ven superados
[…]» (p. 25). En este caso, encontramos diferentes comportamientos peligrosos que
expresan el padecer o sufrimiento de esta adolescente.

Viñeta

Psicóloga: ¿Qué edad tiene tu novio?


Florencia: 17.
Psicóloga: ¿Con quién vive?

Florencia: Con la madre y el padrastro.


Psicóloga: ¿Y que hace él?

29
Florencia: Antes estudiaba, ahora no sé si estudia. Iba al liceo.

Psicóloga. ¿Cómo es él?


Florencia: Es bueno, pero tiene esa parte que me manipula. Por ejemplo, él me dice
que me cambie de ropa, me decía que fuera a mi casa y me cambiara de ropa. Pero
se quedaba enojado.
Psicóloga: ¿Quién te dijo para ser novios?

Florencia: Fue él. Pero antes fuimos los mejores amigos.


Psicóloga: ¿Por qué te ibas a la casa de él?

Florencia: Porque me peleaba con mi madre.


Psicóloga: O sea, lo que escucho es que tienen problemas muy importantes para
trabajar.

En este sentido, Siquier de Ocampo y García Arzeno (1987) manifiestan que

A lo largo de toda la entrevista es importante captar lo que el paciente nos transfiere y


lo que esto suscita en nosotros. Nos referimos aquí a los aspectos transferenciales y
contratransferenciales del vínculo. Es asimismo importante poder detectar qué tipo de
vínculo trata de establecer el paciente con el psicólogo. (p. 35)

Viñeta

Psicóloga: Yo las voy a anotar en este cuaderno y las van a llamar y ahí van a tener
una atención semanal. Vuelvo a recalcar que es muy importante que hayan pedido
ayuda.

La estructuración psíquica de las crisis adolescentes están dadas por


acontecimientos externos y por tres formas de vivir estos acontecimientos: la
narcisista, la pre-edípica y la edípica. (Freire de Garbarino, 1992). En este caso, la
intervención tendría que apuntar al sujeto de la estructura. Al final de la consulta, la
paciente dio el apellido del padre, pero al principio dio el apellido de la madre. Ella está
haciendo un llamado al padre como función.
Con respecto a lo expuesto, Nasio (2012) agrega que

Estoy convencido de que la formación de la personalidad de un individuo se decide en


su manera de atravesar esas dos pruebas inevitables que son la neurosis sana del
complejo de Edipo y, diez años más tarde, la neurosis sana de la adolescencia […]. (p. 23)

Al mismo tiempo, los aportes de Roudinesco (2013) apuntan a que «La invención
de la familia edípica tuvo un impacto […] grande sobre la vida familiar del siglo XX, y

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sobre la aprehensión de las relaciones internas de la familia contemporánea […]» (p.
49).
Esta adolescente aún no ha terminado con la estructuración, por lo que tiene que
pasar por la primera vuelta del Edipo y luego por una segunda vuelta del Edipo: es
clara la falta de una imagen paternal. La estructuración subjetiva para estos mellizos
se ve afectada, ya que hay una competencia acerca de quién es el «rey», porque, al
parecer, el «rey» tiene su lugar. Esto evidencia ciertas faltas a nivel de la
estructuración: «Cuando la represión del Edipo es excesiva, el adolescente entra en
crisis, la relación con los padres se ve seriamente trastornada, así como la adaptación
al mundo externo» (Freire de Garbarino y Maggi de Macedo, 1990, p. 23).

31
5. Breves preguntas acerca de la entrevista de recepción en
comparación con los aportes de Fiorini

5.1. ¿La entrevista de recepción sirve para que el paciente vea cosas de
sí mismo?
Fiorini (2002), al respecto, sostiene que

La estrategia fundamental consiste en establecer una relación de indagación, centrada


en esclarecer las conexiones significativas entre la bibliografía, la transferencia de vínculos
básicos conflictivos a las relaciones actuales y los síntomas. Se dirige a proporcionar una
imagen global de esas interrelaciones, pero una imagen centrada en focos de
descompensación, destinada a clarificar especialmente la situación de crisis. Se dirige
además a estimular el aprendizaje en la autocomprensión. (p. 51)

Méndez (1996, en Fiorini et al., 1996) agrega que nosotros estamos en el lugar de
la prevención secundaria, porque desde el momento que el paciente nos demanda una
atención «[…] tenemos un lugar social que la sociedad nos ha brindado, que nos
confiere la idoneidad y la autoridad como para responder dentro de nuestra profesión,
en el marco específico de nuestros conocimientos» (Méndez, 1996, en Fiorini et al.,
1996, p. 22). Asimismo, «Hay una responsabilidad profesional, por un lado, y, por otra
parte, una situación de participación del objeto de estudio, que no es pasivo» (Méndez,
1996, en Fiorini et al., 1996, p. 22).

5.2. ¿Hasta dónde conviene ser arriesgado? ¿Conviene ser arriesgado?


Según Méndez (1996, en Fiorini et al., 1996) afirma que «[…] el paciente hace en
su consulta una descarga catártica. Esto en las situaciones de crisis es prevalente» (p.
38). Por lo tanto, de acuerdo a este autor, si la persona que consulta trae lo que le
pasa, como el hecho de que hace ya tres días que no duerme, o si tiene ideas suicidas
o si está agitada, es importante el operar sobre estas circunstancias para que dichas
situaciones no entren en un entorno mucho más grave.
Además, Méndez (1996, en Fiorini et al., 1996) agrega que, cuando nos
encontramos dentro de una situación de crisis, se trata de aludir a las cuestiones que
le son inconscientes al consultante, pero no de una manera causacional, es decir, no
tenemos que decirle por qué le pasan tales o cuales cosas. Lo que sí se puede hacer
es mostrarles algunos aspectos de la situación que le son inconscientes o que el
paciente no ha tenido en cuenta; también se puede describir como una hipótesis
causal.

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Por último, para Rivera (1996, en Fiorini et al.,1996), vivimos en «[…] un mundo
incierto, loco y erruptivo […] el hablar de la “terapia psicoanalítica” sería el dar cuenta
de una renovación constante, lo que va a resultar una tarea bastante complicada pero
no imposible» (p. 214).

5.3. ¿Todos los pacientes o casos son para la entrevista de recepción?


En el transcurso de la entrevista de recepción llegamos a la conclusión de que
todos los pacientes pueden pasar por ella, sean casos de depresión, de angustia, de
ansiedad, de intentos de suicidios, de problemas vinculares, familiares, laborales,
psicopatológicos, de duelos, de violencia, de agresividad, vocacionales,
educacionales, etc. La aspiración es que la técnica no sea una puerta más, sino una
instancia que beneficie a quien consulta:

Desde un punto de vista social existe una situación de hecho: para una gran masa de
población y con la actual organización asistencial, la opción es tratamientos limitados o no
tratamientos, independiente de los trastornos que presente. Ante una falta de opción
asistencial puede una terapia breve, en grado variable, beneficiar prácticamente a todos
los pacientes.(Fiorini, 2002, p. 40)

Tal como señala Fiorini (2002), «Una terapia breve se orienta fundamentalmente
hacia la comprensión psicodinámica de los determinantes actuales de la situación de
enfermedad, crisis o descompensación» (p. 22). Además, «En la psicoterapia breve se
intenta una comprensión psicodinámica de la vida cotidiana del paciente […]» (Fiorini,
2002, p. 23). Por este motivo, consideramos que se abordan temas de relaciones
interpersonales, de vivienda o de trabajo, entre otros, y que, en un conjunto de
factores que operan en la neurosis infantiles, se destacan las situaciones edípicas, la
organización de las relaciones objetales, determinaciones económicas y culturales. Su
fundamento es poder tener un enfoque multidimensional que lleve a una organización
más favorable en la vida cotidiana del paciente.

5.4. ¿En qué casos se podría pensar que la entrevista de recepción se


cierra y que no es necesario derivarlos a otros especialistas?
En la entrevista de recepción se intenta que la persona que consulta salga
autoorientada. De esta manera, todas las entrevistas son importantes y se resuelve
por consenso qué decisión es más favorable: por ejemplo, en el caso de una persona
que se quiere suicidar, se deriva a la emergencia por la complejidad y por la urgencia
de la situación. En otros casos, como el de un duelo, se podría cerrar ahí mismo la
intervención.

33
Fiorini (2002) plantea la hipótesis de que puede haber casos en los que se
produzca una recuperación espontánea: «Es necesario suponer la existencia de estos
encadenamientos autónomos a partir de una variedad de estímulos parciales y
alternativos, tanto para esas recuperaciones espontáneas como para las que
responden a contactos terapéuticos mínimos» (p.137). Hay una sucesión de cambios
que no guardan una magnitud con los estímulos que se aplicaron a la situación, y el
terapeuta cree haber hecho poco para la magnitud de los éxitos ocurridos en el
entorno de la relación psicoterapéutica.

5.5. ¿Es dudoso que la entrevista de recepción se pueda dar por fuera
de los servicios de salud?
Según Fiorini et al. (1996), para evitar posibles confusiones conviene aclarar
ciertas nociones teóricas y técnicas que identifiquen el modelo de psicoterapia focal
que se prefiere dentro del hospital:

Se trata de un tipo de psicoterapia de inspiración psicoanalítica, de cuyas teorías


toma su concepción del comportamiento humano, tanto en lo que hace a su
sobredeterminación inconsciente como a sus leyes de organización y al enfermar como
proceso, pero que en el plano técnico procede de un modo particular, orientada a la
resolución de problemas o situaciones más concretas, generalmente actuales. (p. 169)

Se guarda una consonancia entre el tiempo y los recursos: aunque no haya


intención de que se obtengan logros más rápidos, esto no quiere decir que no pueda
suceder.

34
6. ¿Cómo debería funcionar el psicoanálisis en la actualidad?
El psicoanálisis exige un cambio de acuerdo a Roudinesco (2017), para
introducirnos en este tema es importante traer esta nueva forma de ver el psicoanálisis
a la entrevista de recepción de corte psicoanalítico, ya que este cambio psicoanalítico
trata el gran tema de por qué volver a Freud. Además, existen nuevas formas de
familia, nuevas formas de parentalidad y, frente a los desafíos de los nuevos tiempos,
esta autora destaca la necesidad de repensar, incluso de reinventar, el psicoanálisis,
pero no de cualquier manera, sino a partir de un diálogo fecundo con la filosofía, con la
historia y las ciencias sociales. Ella se ha propuesto exponerlo de manera crítica: se
trata de observar a Freud en la construcción del psicoanálisis y, desde esta
perspectiva, uno se puede atrever a interrogar a Freud, a sus conceptos y a los
conceptos llamados fundamentales.
Sin embargo, desde nuestra época, dentro del contexto de la cultura actual, todos
sabemos que el modelo en torno al cual nació el psicoanálisis era el de la familia
nuclear moderna, monogámica y heterosexual: esa era la norma, con el hombre en un
lugar central y la mujer en uno periférico. Por eso, dentro de las nuevas concepciones
de la familia, a partir de las nuevas parentalidades hay mucho acerca de lo que
interrogar a Freud, ya sea desde nuestra época, desde la teoría, desde la clínica: no
cabe duda de que la técnica psicoanalista ha cambiado a la par de los avances
tecnológicos. Esta manera de plantear los conceptos clásicos con los conceptos
freudianos es necesaria, resulta clave no solo para que el psicoanálisis sobreviva, sino
para que crezca y mejore. Vivimos en una época en la que el psicoanálisis está
llegando a países como China y Rusia: es un marco conceptual que ha progresado en
el mundo a medida que los países se alejan de las dictaduras, después de mucho
tiempo de investigación y de superar todas las batallas anti-freudianas. Freud vivió la
constitución del psiquismo como una conquista.

35
7. Reflexiones finales
A modo de reflexión, se podría mencionar que como estudiantes de la práctica
pudimos ver cómo la entrevista de recepción responde al pedido de ayuda, de forma
inmediata o al menos lo más rápido posible. Como se dijo, esto resulta muy valioso
para que la ansiedad que trae el paciente pueda disminuir. De hecho, la intervención
se desarrolló en un tiempo breve, ya que cuando el paciente solicitó una consulta se le
asignó día y hora tan rápido como fue posible, lo que diferencia a esta modalidad de
otros modelos asistenciales en los que se despliegan largas listas de espera.
De acuerdo a Rodríguez Nebot (2010),

[…] para acceder a la atención en un servicio de asistencia clínica psicológica, pública,


gratuita o con honorarios reducidos, estos usuarios han de esperar su turno en una larga
lista de espera, ya sea por falta de profesionales o de espacios para la atención, aspectos
administrativos-burocráticos u otros obstáculos. (p.193)

Lo positivo de este tipo de consulta es que se recepciona y orienta al paciente en


el término de un solo encuentro; a su vez, se le comunica a cada uno sobre las
características de la asistencia en el ámbito hospitalario. En cuanto a la integración de
estudiantes durante la consulta, también se les informó que el material podría ser
usado para análisis e investigación. Así, pues, al consultante se le garantizó que todos
sus datos personales o experiencias de vida que lo identifiquen serían resguardados;
luego, si estaba de acuerdo, firmaba un consentimiento informado previamente, al
inicio de la consulta.
Por otro lado, logramos observar que cada situación es única: esto requiere de
una comprensión de cada situación de modo de acercarnos a un diagnóstico
situacional de cada conflictiva, también estructural, con el objetivo de poder operar
sobre ella y llegar a la mejor resolución de intervención, que deberá ser dinámica y
eficiente.
Otro punto relevante es el poder ver si es necesario o no la derivación a otros
equipos de atención, si se decide que haya una derivación se tomara en cuenta la
Consulta Psicológica en el mismo Hospital de Clínicas, (propuesta curricular pre-
profesional perteneciente al Ciclo de Graduación) la Clínica Psicoanalítica de adultos,
(Práctica pre-profesional perteneciente al Ciclo de Graduación) o el primer piso del
Hospital de Clínicas, (Clínica Psiquiátrica de la Facultad de Medicina).

36
7.1. ¿Qué rédito me dio el poder varios casos?
Es a partir de Rodríguez Nebot (2010) que comprendimos que

Cuando un sujeto es recibido en la recepción de un servicio público de atención


presentando una angustia difusa, con ciertos niveles de ansiedad, es decir, con un estado
de sufrimiento, se le dice que espere un tiempo para ser atendido: ¿de qué depende que
ello suceda? ¿Cuánto es el tiempo que deberá esperar? Durante la espera, ¿qué hace el
sujeto con su ansiedad y su angustia, si ese servicio no tiene previsto una instancia de
contención, de soporte mientras el sujeto espera?, ¿qué efectos está produciendo ese
dispositivo sobre ese sujeto y su sufrimiento? (p.194)

El objetivo fundamental de la consulta psicológica fue el de dar respuesta a la


situación clínica planteada en términos de orientación, de resolución y de derivación,
disminuyendo los niveles de angustia y de ansiedad: de este modo se logra un espacio
de soporte y de contención mientras el paciente espera. Fue importante tener una
visión amplia de cada consulta, pues ello nos permitió formular interrogantes, líneas de
análisis e hipótesis aproximativas, con el fin de acercarnos a una mejor comprensión
de cada situación; en este proceso, el docente nos motivó a reflexionar frente al
proceso clínico que se nos estaba presentando.
Por otra parte, también nos pudimos posicionar en el rol, como futuros psicólogos,
lo que nos llevó a extender y a profundizar nuestra mirada en la formación clínica.
Análogamente, por medio del material clínico nos posicionamos y nos ejercitamos
dentro del abordaje de las posibles líneas de análisis, y conseguimos apreciar cómo a
la misma vez que se observaba, se iba pensando a la mejor estrategia de resolución.
La devolución brindada a los pacientes requirió de un espacio de contención, y luego
de escucharles se intentó en todos los casos dar respuesta a sus reclamos con la
finalidad de habilitar el proceso de elaboración de su conflictiva.

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8. Referencias bibliográficas
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