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Facultad de Psicología
Particularidades de la entrevista de
recepción: una mirada desde la
perspectiva psicoanalítica
C. I.: 3.277.561-9
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Resumen
En el presente trabajo final de grado se pretende hacer un recorrido por las
diferentes situaciones que se viven en el contexto de la entrevista de recepción. Para
poder visualizar dichos aspectos, se considerarán postulados de autores clásicos y
contemporáneos, de forma de obtener una visión general del tema, además de
exponer y de clasificar dichos aportes.
Asimismo, se tomarán las experiencias clínicas presentadas dentro del vínculo
entre el que asiste a la consulta buscando una respuesta y el que lo acompaña (dichas
experiencias son el resultado de la práctica pre-profesional). De esta manera se logra
una perspectiva global de esta situación y una comprensión de los problemas y de los
conflictos, de las vulnerabilidades y de los recursos existentes en la persona, además
de sus vínculos y de las razones que hacen preferible un abordaje mediante la
entrevista de recepción.
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1. Introducción
A partir del tránsito llevado a cabo en el año 2016 en la policlínica psicológica de la
Facultad de Psicología (Universidad de la República) en el Hospital de Clínicas
pudimos tomar contacto clínico con una variada población y ver diferentes casos,
hecho que generó interés por comenzar a investigar más a fondo esta temática.
Para ver cómo se lleva adelante la entrevista de recepción en nuestros días, se
realizará un recorrido histórico por diferentes autores, considerando siempre que el
trabajo del psicólogo actual no solo surge de la trasmisión académica sino también del
entramado de múltiples factores como la experiencia clínica, los modelos
identificatorios, las vivencias personales, los procesos internos y el aprendizaje que se
obtiene de la labor clínica. Dicha tarea se concibe dentro de la situación de encuentro
con quien consulta, siendo este el lugar de consolidación del intercambio dialéctico
con el otro que demanda. Como puede verse, se trata de un proceso en contínuo
movimiento, siempre y cuando seamos capaces de interrogar al otro y a nosotros
mismos, de cuestionar la realidad y la teoría. Se ha puesto un mayor énfasis en el
aspecto situacional y dinámico a nivel del diagnóstico, pues creemos que ello permite
estudiar el contexto en el que surge el pedido de ayuda, el contenido actual del
sufrimiento psíquico y las múltiples interacciones de la organización funcional del
sujeto.
El método clínico se caracteriza por centrar la investigación en los
comportamientos relatados por el sujeto, en su historia: son reacciones observables en
el curso de la relación establecida por él y otras específicamente provocadas en
condiciones sistemáticas y constantes con el fin de comprenderlas y explicarlas en sus
particularidades. Por lo tanto, «Nos apoyamos en el método clínico y en la entrevista
como principal herramienta, jerarquizando la escucha clínica para transitar el proceso
de la resolución de la consulta» (Bañales, López y Martínez, 2015, p. 36). Desde esta
concepción se entiende que la entrevista clínica psicológica es la herramienta que
opera en el encuentro con el consultante y su demanda, lo que a su vez da lugar a un
proceso íntimo de configuración de la identidad profesional y del ejercicio del rol que
nos permite movernos en la diversidad. La entrevista es la herramienta por excelencia
para el abordaje de una situación clínica, pues tanto el entrevistador como el
entrevistado interactúan. Por este motivo, es tarea fundamental del psicólogo indagar,
escuchar y decodificar el discurso de quien consulta.
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La entrevista de recepción es una instancia de intervención en la que se recibe al
paciente y se resuelve la consulta en un único encuentro; el objetivo principal es
atender su sufrimiento psíquico. Las razones del sufrimiento psíquico son descifrables,
entonces, al «esclarecer», al «averiguar» y al «aclarar», y recién a partir de allí pueden
plantearse posibles soluciones (Tortorella, 2007). En este sentido, no debemos olvidar
que «Nuestra disciplina nació con los pacientes (con el padecer humano) y a ellos nos
debemos» (Viñar, 2009, p. 18). En esta cita es claro el despliegue de los planteos de
Freud (s./f.), que han influenciado a Viñar (2009), quien continúa y concuerda con la
perspectiva freudiana.
Por otro lado, la entrevista es un instrumento de suma importancia dentro del
método clínico: en ella se fusionan los desempeños del psicólogo como investigador y
como profesional. Análogamente, la entrevista es utilizada con una gran variedad de
finalidades, como las laborales, las periodísticas y las judiciales, además de sobresalir
en el ámbito de la educación y en cualquier área que se pretenda investigar. En este
trabajo es relevante aquella entrevista psicológica en la que se persiguen propósitos
de investigación, de diagnóstico y de terapia, entre otros (Bleger, 1985). Quienes
asisten a una entrevista tienen un asunto por tratar: por lo tanto, es un instrumento
fundamental dentro del abordaje clínico. En el encuentro se produce un diálogo que da
lugar a que el consultante plantee su conflicto al psicólogo, generando un proceso en
el que se pretende provocar un cambio en el demandante (Valazza, 2007).
Para Fernández-Ballesteros (2011), «Entrevistar es una clase particular de
interacción verbal y no verbal entre entrevistador y entrevistado» (p. 271). Por esta
razón, entrevistar implica reconocer que en cada encuentro se dan diferentes
condiciones que se analizarán en relación a tres componentes principales: el
entrevistador, el entrevistado y la información que se obtenga, que a su vez se
ajustará, en primer lugar, al tipo de demanda y, en segundo, a las características del
paciente.
Aunque en este trabajo se toma como marco referencial el psicoanálisis, es
necesario comentar que la entrevista de recepción puede ser llevada a cabo mediante
el enfoque de cualquiera de las otras corrientes de pensamiento.
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2. Desarrollo
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2.2. Transferencia
Durante la transferencia, que es un pilar del tratamiento psicoanalítico al tratarse
de un elemento constante y regular en la terapia, se produce una relación entre el
psicólogo y el paciente en la que hay un desplazamiento del afecto de una
representación a otra. El paciente no recuerda, pero sí hace una representación del
pasado en el presente, tal como puede verse en el epílogo del caso Dora: «Me vi
obligado a hablar de la trasferencia porque sólo este factor permitió esclarecer las
particularidades del análisis de Dora» (Freud, 1905[1901]/1983, p. 103).
Gracias a esa experiencia, Freud (1905[1901]/1983) percibió que los pacientes se
interesaban por la vida del terapeuta y que la transferencia generaba también
opiniones sobre el paciente. Mediante estos descubrimientos se llegó a la hipótesis de
que el paciente transfiere a la figura del psicólogo sentimientos intensos que pueden
ser tanto de rechazo como de ternura, y que reflejan los deseos, los miedos y las
formas de vinculación del paciente.
Para definir más comprensiva y ampliamente lo que es la transferencia,
señalamos que
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mismo momento en que están a punto de ser develados algunos contenidos
reprimidos importantes. En este sentido, la transferencia aparece como una forma de
resistencia.
Finalmente, en cuanto al origen y a la función de la transferencia podemos
mencionar que es un fenómeno en el que se ve una influencia del descubrimiento del
complejo de Edipo: «Por efecto conjugado de sus disposiciones innatas y de los
influjos que recibe en su infancia, adquiere una especifidad determinada para el
ejercicio de su vida amorosa […]» (Freud, 1912/1986, p. 97). Hay modelos
estereotipados y clisés, ya que surgen de la disposición innata y de las experiencias
de los primeros años, que se repiten en el curso de la vida.
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2.4. «El hombre de los lobos»
Este es un ejemplo de trabajo psicoanalítico donde Freud (1918[1914]/1979)
expone el análisis de una neurosis infantil que nos lleva a entender las neurosis de los
adultos, pues «Se trata de un joven que sufrió un quebranto psicológico a los
dieciocho años» (Freud, 1918[1914]/1979, p. 9). De este modo, comprendemos que
este quebranto psicológico es el resultado de una neurosis infantil que persistía en el
tiempo, por lo que Freud señala:
Pero en su primera infancia estuvo dominado por grave perturbación neurótica que se
inició poco antes de cumplir los cuatro años, como una histeria de angustia (zoofobia). Mi
descripción tratará entonces de una neurosis infantil que no fue objeto de análisis mientras
persistía, sino solo quince años después de pasada. (Freud, 1918[1914]/1979, pp. 9-10).
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haber ocurrido a edad muy temprana» (Freud, 1918[1914]/1979, p. 33). Mientras estos
sucesos no se expongan mediante palabras, diremos que son situaciones que se
tornan psíquicamente casi inteligibles. En consecuencia, «[…] un lugar de inmovilidad
(los lobos estaban ahí sentados, sin moverse, lo miraban, pero no se maneaban)
querría decir: violentísimo movimiento. Él despierta, pues, de repente, y ve ante sí una
escena de intensa movilidad, que mira tensa atención» (Freud, 1918[1914]/1979, p.
34). Estos aspectos se vinculan con la captación de una imagen, se dieron de una
manera entrecortada, sustituida por la imagen de los lobos. Por consiguiente, Freud
(1918[1914]/1979) establece que el sueño de este joven fue en las vísperas de
Navidad y de su cumpleaños, pues el árbol que él ve es el de Navidad. El primer
ataque de furia se dio por no quedar satisfecho con los regalos de Navidad. « ¿Cómo
llegan los lobos a subirse al árbol? Sobre esto se le ocurre una historia que escuchó
contar al abuelo. » (p.30)
Esa noche, señala Freud (1918[1914]/1979), se activaron impresiones
inconscientes al ver «[…] la imagen de un coito entre los padres bajo circunstancias no
del todo habituales y particularmente favorables a la observación» (p. 36). El niño
estaba indefenso y dependía de sus padres: el mismo objeto que tenía que permitir su
desarrollo le generó una impronta conflictiva. Para Freud (1918[1914]/1979), los
avatares, los sucesos que jalonan el desarrollo del niño y su estructuración mental
pueden ser conflictos accidentados: «Los padres comieron uvas verdes y los que se
arruinaron los dientes fueron los hijos» (Mannoni, 1987, p. 32). El niño, entonces,
relacionó su sueño con un recuerdo que en aquellos años de su infancia le inspiraba
un intenso miedo.
En función de los aportes de Freud (1918[1914]/1979), es posible apreciar que la
causa de la neurosis que este joven estaba viviendo en su vida presente se debía a
«[…] un espejismo que nos provoca en el análisis la tendencia de los neuróticos a
expresar sus intereses del presente en reminiscencias y símbolos del lejano pasado»
(Freud, 1918[1914]/1979, p. 48). En este sentido, en el sueño se dramatiza, es decir,
se pone en una escena algo que tiene que ver con el psiquismo del sujeto: es la
representación de un contenido manifiesto que tiene un significado inconsciente.
Además, también hay un contenido latente, con sus afectos y con sus conflictos. La
deformación en los sueños es similar a la de los síntomas neuróticos porque los
conflictos se abren paso través de la represión y se manifiestan bajo una forma
disfrazada.
Según Freud (1918[1914]/1979), «[…] el soñar es también un recordar, si bien
sometido a las condiciones nocturnas y de la formación del sueño» (p. 50). Esto
supone que las cadenas están disfrazadas pero permanecen en un lugar del
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psiquismo: no han sido olvidadas. Por otro lado, si bien el Edipo en cierto sentido hoy
en día es cuestionado por las nuevas configuraciones familiares, por ejemplo, la
familias homoparentales, en las que han variado las figuras del padre y de la madre,
hay funciones que siguen apareciendo y los adultos continúan imprimiendo su marca
en el psiquismo del niño, de una manera armónica unas veces y otras más traumática
y conflictiva.
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2.5. Relación entre transferencia y contratransferencia
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3. Noción de intervención
Según Cristóforo (2015), el término intervención proviene de la conjunción de inter
y venire, cuyo significado es ‘venir entre’: «Venir significa moverse hacia el lugar
donde está el que habla» (p. 29). La intervención se da dentro de la consulta
psicológica en una instancia en la que se piensa conjuntamente con el que consulta,
sea un sujeto, una pareja o una familia. Bañales, López y Martínez (2015) plantean
que la «[…] intervención (del latín interventio) remite etimológicamente a la acción y
efecto de intervenir, lo cual entre numerosos significados nos estaría indicando: tomar
parte de un asunto, mediar, interceder por alguien» (p. 35). Es así que se produce un
vínculo entre quien viene a la consulta buscando una respuesta y quien lo acompaña,
que es el que interviene.
Análogamente, otro aspecto a destacar es que siempre hay intervención «en
todo» (Bañales, López y Martínez, 2015), por lo que el psicólogo, cuando interviene,
debe estar atento al discurso verbal y no verbal del paciente, esto es, a su lenguaje
corporal, a la escenificación, a la transferencia que se produce dentro de la consulta
psicológica, además de a su propia contratransferencia. Estas autoras afirman que el
término refiere «[…] a la acción y efecto de intervenir» (Bañales, López y Martínez,
2015, p. 35). El psicólogo clínico tiene que ser competente a la hora de impartir una
nueva mirada, en el aumento de la conciencia y como facilitador del insight. Esto
dependerá de su capacidad para expresar con palabras los pensamientos, las
fantasías y los sentimientos de los que el paciente no tiene completa conciencia, de
modo de presentárselos para que le sean útiles en la comprensión del conflicto o
motivo de consulta. Así, pues, se podría decir que la intervención es concebida como
«[…] la posibilidad de una transformación intrapsíquica del sujeto en situación»
(Bañales, López y Martínez, 2015, p. 35).
La intervención repercute en un suceso intersubjetivo y puede cambiarlo, ya que el
arte de hablar de un paciente es muy diferente a la conversación que se da
comúnmente en sociedad, en un interrogatorio o en una conferencia. Uno de los
elementos principales es poder tener una actitud profunda en el accionar terapéutico:
este compromiso de ayudar al consultante deberá ser manifiesto o estar latente en
todas las interacciones con el paciente desde el comienzo de la entrevista hasta su
culminación. Por esta razón, se debe traducir durante el proceso de entrevista nuestro
propio vocabulario al lenguaje vivo del paciente.
Como dijimos, «[…] intervenir proviene del venir-entre. Esto involucra al menos
dos sujetos, los que inauguran una novedosa forma de encuentro para subjetivarse
[…]» (Muniz, 2005, p. 17). Para Muniz (2005), la intervención, desde una perspectiva
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vincular, es una novedosa manera de acercarnos a rol del psicólogo, puesto que
fomenta un espacio de encuentro con otro para darle sentido al motivo de consulta que
moviliza al paciente a pedir ayuda.
Por otro lado, «La intervención es entonces una modalidad de práctica psicológica
que favorece cambios en el consultante a partir del uso de una estrategia que se va
construyendo en un tiempo acotado» (Muniz, 2005, p. 18). Así, dentro de las
estrategias de intervención, podemos destacar la escucha clínica, que es la capacidad
que presenta el psicólogo para escuchar lo manifiesto y lo latente del discurso del
paciente. La escucha activa también implica la observación del tono del paciente, de la
emocionalidad, de su posición corporal y de la escenificación; por este motivo, la
destreza en la comunicación verbal depende también del empleo del silencio, ya que
el paciente lo necesita para seguir en detalle sus propias fantasías, sus sentimientos y
sus pensamientos: es necesario que el psicólogo sea capaz de tener una actitud
paciente. Por medio de la comunicación comprendemos qué significa el material que
nos proporciona el paciente, mediante la empatía, el conocimiento teórico, nuestra
propia experiencia y las supervisiones. A su vez, es importante, a la hora de comunicar
algo al consultante, tener cuidado con lo que se dice, cómo se lo dice, cuándo y para
qué.
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plantea como una interrogación al paciente […]» (Rodríguez Nebot, 2010, p. 29). En
este sentido, interpretar significa hacer consciente un fenómeno inconsciente o
preconsciente, o, más exactamente, hacer consciente el significado, el origen, la
historia, el modo o la causa inconsciente de un suceso psíquico dado; se pretende que
el yo razonable y consciente se dé cuenta de algo que tenía olvidado.
La construcción, por su parte, «[…] es una hipótesis del analista sobre el relato en
la sesión, y tiene un sentido de reconstrucción histórica o de la fantasía inconsciente
del o los pacientes» (Rodríguez Nebot, 2010, p. 29), es decir, se busca un enfoque
nítido de los fenómenos psíquicos que se están tratando, por lo que se extraen los
detalles significantes y se los separa cuidadosamente. Esto se ve en el ya citado
“hombre de los lobos”.
Por último, la escansión es la «[…] suspensión de la sesión por parte del analista.
Implica lo que se denomina una interpretación de acto analítico» (Rodríguez Nebot,
2010, p. 29). Interpretando vamos más allá de lo fácilmente comprensible y observable
por el pensamiento lógico y consciente ordinario, al tiempo que las reacciones que
tenga el paciente son necesarias para determinar si la interpretación es válida o no.
Esta es una condición previa para que lo que ha de ser interpretado sea primero
mostrado y aclarado, de forma de hacer entrar al yo del paciente efectivamente en
esta labor psicológica.
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Es entonces que se promueve el cambio psíquico para aliviar un sufrimiento o
favorecer el desarrollo de la persona y de sus vínculos. Dicho cambio que se intenta
lograr puede ponerse de manifiesto en las distintas áreas de la conducta, como la
mente, el cuerpo y el mundo externo.
Por otra parte, Fiorini et al. (1996) sostiene que:
Mi idea es, a partir de esos datos iniciales, mostrar cómo podemos pensar todo caso
clínico en términos de «situación». ¿Qué quiere decir situación? ¿Cómo entender una
situación? ¿Qué tipo de aportes podemos articular actualmente para pensar una situación
en términos teóricos? Y a la vez: ¿qué derivaciones clínicas? ¿Qué derivaciones
estratégicas, qué consecuencias técnicas se extraen de esa comprensión teórica y clínica
del paciente en situación? (p. 1)
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breve (menos de un año), se deriva al paciente a tratamientos focalizados, que son de
seis a doce sesiones y que están dirigidos a afrontar crisis, a comprender los
sentimientos, a identificar los problemas y a explorar y a tomar decisiones para poder
disminuir el estrés. En caso de que la cronicidad persistiera en el tiempo, como
problemas en la alimentación o trastornos del sueño, se recomiendan tratamientos
estructurados que se centren en el cambio sintomático o en objetivos concretos y
prácticos, establecidos en acuerdo entre el paciente y el terapeuta. Por otro lado, si
hay problemas de personalidad o dificultades interpersonales que persisten en el
tiempo y el paciente tiene deseo de un autoconocimiento, se le recomiendan
tratamientos dirigidos a la comprensión de sí mismo y que promueven el cambio
interior. Estos tratamientos son comúnmente de larga duración.
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3.5. Empleo diagnóstico e investigación de la entrevista
«Desde un punto de vista semántico la entrevista es un encuentro, reunión o cita
de dos o más personas en un lugar determinado, para tratar de resolver algún asunto
o negocio» (Albajari, 1996, p. 13). De acuerdo a Albajari (1996), la entrevista es una
técnica de investigación muy utilizada en el psicodiagnóstico porque se aproxima con
mayor exactitud al estudio del comportamiento humano: los datos que se obtienen son
muy ricos y amplios en relación a otras técnicas evaluativas.
Asimismo, como sostiene Bleger (1985), hay dos tipos principales de entrevistas:
la entrevista abierta y la entrevista cerrada. En la entrevista abierta, el entrevistador
tiene una profunda libertad para efectuar las preguntas, permitiendo una gran
elasticidad para desarrollar la intervención, lo que es necesario para tener una
intervención eficaz en cada caso particular. Por el contrario, la entrevista cerrada tiene
la característica de ser más ordenada, dado que las preguntas ya están previstas de
antemano y hay que respetar un orden; ni la forma de plantear las preguntas ni la
persona que las realiza puede alterar su disposición.
En todos los casos la entrevista es un fenómeno grupal, porque, aunque
interactúen solo el entrevistador y el entrevistado, estos son considerados miembros
de grupos mayores. Por otro lado, la entrevista es una herramienta que se emplea
cuando hay un pedido de ayuda profesional; esta no es sinónimo de consulta, ya que
la consulta es la solicitud de asistencia profesional, ni tampoco de anamnesis, es decir,
una simple recopilación de datos. Como dice Bleger (1985), «La entrevista es un
campo de trabajo en el cual se investiga la conducta y la personalidad de seres
humanos […]» (p. 21). Otro aspecto importante a destacar es que la entrevista es un
método científico que estudia un segmento de la personalidad del paciente, siendo
para cada caso de una manera especial y única. Según Bleger (1985), tanto el sujeto
observador como el observado son variables que se tienen que tener en cuenta dentro
de la investigación.
A su vez, como señala Albajari (1996), «Al mencionar a la entrevista como campo,
debemos incluir el concepto de encuadre, que significa transformar una cierta cantidad
de variables en constantes […]» (p. 17). Para esta autora, los factores que dan la
estabilización del encuadre son el lugar, el tiempo, los roles y la actitud técnica. Estos
factores son fijos y constantes, y el modo como el entrevistado ejerce la libertad de
llevar adelante su situación es un proceso dinámico, que puede tener cambios. En
este sentido, «[…] el encuadre como institución es así el depositario de la parte
psicótica de la personalidad del sujeto» (Mannoni, 1977, p. 69). Tanto en la situación
psicoanalítica como institucional se dan siempre una interacción entre el individuo y la
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institución, y por consiguiente el individuo se convierte en el generador principal que
mantiene dicha relación con la institución.
Las características del encuadre en un contexto de entrevista son el lugar físico,
su estimación de tiempo o la frecuencia de la entrevista. Además, se deben evitar
interrupciones de cualquier tipo, y se aconseja que la entrevista inicial dure alrededor
de una hora o una hora y media. Así, «Cuanto más explícito es el encuadre mayor es
la posibilidad de investigar la variable dependiente y la adaptabilidad del consultante al
mismo» (Veccia, 2002, p. 25). En una entrevista de recepción se le debe comunicar al
paciente, por medio del consentimiento informado, que se resguardarán su identidad y
sus datos personales; asimismo, también se le notificará que dicha entrevista constará
de un solo encuentro, que será seguido de forma simultánea por un grupo de
estudiantes avanzados a través de una cámara Gessell.
Finalmente, Alizade (2002) divide el encuadre en externo y en interno. El primero
se corresponde con el tiempo, con los horarios o con el lugar, entre otros, mientras
que el segundo «[…] al depender de factores intrapsíquicos y comunicacionales, es
más difícil de mensurar» (Alizade, 2002, p. 115). Además, Alizade (2002) agrega que
el encuadre interno es una conquista psíquica que todo psicólogo clínico organiza en
su psiquismo a medida que avanza su quehacer como tal.
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4. ¿Por qué viene el paciente a consultar?
En primer lugar, hay que considerar cuál es el motivo o la razón que lleva a que el
paciente consulte; asimismo, también resulta fundamental tener en cuenta qué es lo
que se dice en la consulta en el marco de un sentido explícito, esto es, desde un nivel
consciente, solicitando ayuda frente a aquello que lo aqueja, y también lo expresado
en relación a su situación de necesidad.
Para Bonomo, Domínguez y Tortorella (2015), «[…] se considera la noción de
consulta al parecer dictamen que se pide o se da acerca de algo» (p. 45). Dicho
dictamen cuenta con un sentido que debe ser develado entre dos, y tiene un nivel
preconsciente e inconsciente, hecho efectuado a través de la interpretación. Los
motivos de consulta más frecuentes para una entrevista de recepción son la angustia
y la depresión. En el caso de los adolescentes, se destacan los episodios de
ansiedad, las pérdidas-duelos, la depresión, la violencia, la agresividad, los problemas
vinculares en relación a lo educacional-vocacional, lo sentimental y también lo afectivo.
Si se considera que a partir de las experiencias presentadas se va a intervenir
desde una visión de la realidad de la sociedad contemporánea y cómo esta se ve
confrontada por diferentes problemáticas sociales, vemos que sobresale la
constitución de la familia y la relación padres e hijos como eje de trabajo. En este
sentido, entendemos que el abordaje propio de la entrevista de recepción es esencial
para el cuidado de la salud.
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También agrega que conduce a la promoción de salud sean cuales sean los casos,
incluso aunque se entienda que cada situación es específica, las tácticas y las
técnicas serán adecuadas para cada situación. Ulloa (1964, citado en Bohoslavsky,
1979) establece que «En síntesis: la psicología clínica se caracteriza por una
estrategia que incluye tres momentos: ver, pensar y actuar» (p. 27).
Por otra parte, según Bohoslavsky (1984), las crisis tienen una gran relación con
algo que muere y algo que nace, por lo que «Todo adolescente es una persona en
crisis en la medida en que está desestructurando y reestructurando tanto su mundo
interno como sus relaciones con el mundo exterior» (Bohoslavsky, 1979, p. 50).
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Viñeta
Madre de Lorena: Está haciendo cuarto año y vive como un tipo de bullying. Ella, para
la edad que tiene, es muy madura. Los chiquilines hacen cosas fuera de lugar.
Psicólogo: ¿Qué es lo que hacen tus compañeros que tú te sentís que te molestan?
Lorena: Me molestan mucho. (Se pone a llorar; está angustiada). Siempre tienen algo
para decirme, por cómo soy…, soy callada.
Psicólogo: Si tú intentaras hablar con ellos, ¿no sería mejor…? ¡O sea que cuando
entrás al liceo ya te sentís mal!
Viñeta
Lorena: Hay otros problemas: por ejemplo, cuando mi madre se pelea con el
compañero.
Psicólogo: Tu padre es cerrado… ¿Cerrado como tú?
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Lorena: Sí. Mi padre dice que él pasó muchas cosas. Como él tuvo que trabajar de
chico, me dice: «Vos tenés todo, no te quejes». Hay cosas que no puedo controlar. Por
más que yo no quiera, no las puedo controlar.
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Tortorella (2007), en esta línea, plantea que «[…] la orientación se vincula a la
acción» (p. 73), mientras que la devolución se vincularía con la noción de apertura al
abrirse el espacio a otras posibles instancias de trabajo. Estas instancias pueden ser
la psicoterapia, la derivación a psiquiatra u otras especialidades, la intervención
diagnóstica, el proceso diagnóstico, entre otros; dependiendo de cada caso se busca
la mejor estrategia de acción (Tortorella, 2007). En el caso particular de Lorena, se la
derivó para que su problemática fuera abordada dentro de una intervención
psicoanalítica.
Viñeta
Como Elizalde (1992), quien afirma que hay diversas situaciones de la vida
cotidiana, Freire de Garbarino (1992) sostiene que «Una de estas situaciones, de gran
significación en el desarrollo y la vida misma de los seres humanos, es la situación de
duelo» (p. 143). En estos casos se deben desarrollar abordajes terapéuticos que traten
esta problemática, ya sea por medio de una escucha clínica activa o guiando al
paciente en la superación de su adversidad.
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Viñeta
Santiago: Sí, éramos mi madre y yo. También, cuando mi madre falleció, como era
menor, estuve en el INAU.
Psicólogo: ¿Tenías algún familiar cercano?
Santiago: Estuve un tiempo con mi tía, pero como me pegó… y hubo una denuncia…
Santiago: Sí.
Psicólogo: ¿Tú estás trabajando?
Santiago: Estoy buscando.
Psicólogo: ¿De dónde estás esperando que te llamen?
Santiago: Operario Textil.
Psicólogo: Como es tan reciente lo de tu madre…
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Como señalan Siquier de Ocampo y García de Arzeno (1987), «Una actitud
recomendable para el psicólogo es la de escuchar al paciente pero no quedarse
ingenuamente con la versión que él le trasmite. El paciente cuenta su historia como
puede» (p. 35).
En este caso, Santiago vino a la consulta psicológica acompañado por Marcela,
una educadora social que trabaja en la ONG que lo está ayudando.
Bertalanffy (1976, citado en Cohen, 2009) plantea que
Marcela: Santiago ingresa a la ONG que trabaja con jóvenes de 17 a 21 años. Llega
derivado del INAU después que fallece su abuela paterna.
Psicólogo: Ahh…, él siempre nos dijo que era la madre.
Marcela: Se hicieron algunas gestiones que hicieron que Santiago se integre con su
tía. La tía decía hacerse cargo hasta…, no sé…, un poco más de un mes. Hasta que
sucede un incidente de violencia muy fuerte en el que se restringieron a Santiago y a
la tía. Nosotros le pagamos una pensión en la que se está quedando. La idea es poder
trabajar con él hasta que se consiga un empleo. Se trabaja para que él pueda tener
una vida autónoma. Santiago tiene muchas habilidades, pero en realidad le faltan un
montón de cosas. En realidad, los gurises van a estar en el proyecto mientras ellos
quieran. La idea es que de acá a diciembre consiga trabajo y logre administrarse.
John Urry (2002, citado en Bauman, 2003) afirma que «Las relaciones de
copresencia implican siempre cercanía y lejanía, proximidad y distancia, solidez e
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imaginación» (p. 86). Con esto entramos al registro del mundo electrónico, donde las
conexiones se determinan por la «superficialidad» y la «brevedad», que limitan el
vínculo sólido. Estar conectado de esta manera nos lleva a estar lejos y cerca a la vez:
de esta forma, desaparecen las relaciones de tiempo completo y que queda a un lado
el compromiso de «[…] estar allí cada vez que me necesiten» (Bauman, 2003, p. 92),
lo que se entiende como un requisito indispensable para una relación sólida.
Viñeta
Florencia: Porque dice que soy media loca. Yo le falté el respeto a mi madre.
Psicóloga: ¿Cómo le faltaste el respeto?
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Florencia: Le pegué.
Acto violento […] es aquel que se desarrolla basado en el desequilibrio de poder y que
se juega en el cuerpo y en la subjetividad del otro produciendo algún tipo de daño. El acto
violento implica el dominio de un ser humano sobre otro, sustentado sobre una
indiscriminación ilusoria, que reniega de toda diferencia, desconsidera al sujeto y tiende a
anular la singularidad del mismo. (p. 243)
Viñeta
Florencia: Sí.
Viñeta
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Viñeta
Psicóloga: Por lo pronto vos querés estar bien con tu familia, no cortarte más y no ir
más al centro. ¿Por qué vas al centro vos? ¿Quién te mando?
Florencia: La mutualista.
Psicóloga: ¿Vos qué buscabas hacer?
Florencia: Matarme. No quería vivir más.
Viñeta
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expone el adolescente de una manera transparente o auténtica, ya que se piensa que
así aumentarán sus ganas de confiar en el psicólogo: una herramienta fundamental es
el trabajo transferencial.
En la entrevista inicial con los padres del paciente, es importante detectar también
cuál es el vínculo que une a la pareja, el vínculo entre ellos como pareja y el hijo, el de
cada uno de ellos con el hijo, el de este con cada uno de ellos y como pareja, el de la
pareja con el psicólogo. (Siquier de Ocampo y García Arzeno, 1987, p. 27)
Psicóloga: ¿Cómo llegaron ustedes acá? ¿Quién les informó de este servicio?
Laura: Ella no cedía a la terapia y en el Hospital donde se atiende te dan 6 meses
nomás. Ella nunca daba problemas, el que da problemas es el hermano. Ella compite
mucho con el hermano. Si yo no le doy la medicación, él está todo el tiempo
desafiándome y contestándome. Yo no tengo familia, yo me crié en el INAU. La abuela
por parte de padre no me aprecia, me pone a mis hijos en contra y el hermano iba los
fines de semana a la casa de ella. Ella fue muy manipulada por el novio que tuvo y yo
traté de cortar esa relación. El tema es que las consecuencias las tuve yo. Ella estuvo
internada en el INAU una semana.
A su vez, Nasio (2012) plantea que «La efervescencia neurótica del joven
desborda a menudo en la escena social y los padres rápidamente se ven superados
[…]» (p. 25). En este caso, encontramos diferentes comportamientos peligrosos que
expresan el padecer o sufrimiento de esta adolescente.
Viñeta
29
Florencia: Antes estudiaba, ahora no sé si estudia. Iba al liceo.
Viñeta
Psicóloga: Yo las voy a anotar en este cuaderno y las van a llamar y ahí van a tener
una atención semanal. Vuelvo a recalcar que es muy importante que hayan pedido
ayuda.
Al mismo tiempo, los aportes de Roudinesco (2013) apuntan a que «La invención
de la familia edípica tuvo un impacto […] grande sobre la vida familiar del siglo XX, y
30
sobre la aprehensión de las relaciones internas de la familia contemporánea […]» (p.
49).
Esta adolescente aún no ha terminado con la estructuración, por lo que tiene que
pasar por la primera vuelta del Edipo y luego por una segunda vuelta del Edipo: es
clara la falta de una imagen paternal. La estructuración subjetiva para estos mellizos
se ve afectada, ya que hay una competencia acerca de quién es el «rey», porque, al
parecer, el «rey» tiene su lugar. Esto evidencia ciertas faltas a nivel de la
estructuración: «Cuando la represión del Edipo es excesiva, el adolescente entra en
crisis, la relación con los padres se ve seriamente trastornada, así como la adaptación
al mundo externo» (Freire de Garbarino y Maggi de Macedo, 1990, p. 23).
31
5. Breves preguntas acerca de la entrevista de recepción en
comparación con los aportes de Fiorini
5.1. ¿La entrevista de recepción sirve para que el paciente vea cosas de
sí mismo?
Fiorini (2002), al respecto, sostiene que
Méndez (1996, en Fiorini et al., 1996) agrega que nosotros estamos en el lugar de
la prevención secundaria, porque desde el momento que el paciente nos demanda una
atención «[…] tenemos un lugar social que la sociedad nos ha brindado, que nos
confiere la idoneidad y la autoridad como para responder dentro de nuestra profesión,
en el marco específico de nuestros conocimientos» (Méndez, 1996, en Fiorini et al.,
1996, p. 22). Asimismo, «Hay una responsabilidad profesional, por un lado, y, por otra
parte, una situación de participación del objeto de estudio, que no es pasivo» (Méndez,
1996, en Fiorini et al., 1996, p. 22).
32
Por último, para Rivera (1996, en Fiorini et al.,1996), vivimos en «[…] un mundo
incierto, loco y erruptivo […] el hablar de la “terapia psicoanalítica” sería el dar cuenta
de una renovación constante, lo que va a resultar una tarea bastante complicada pero
no imposible» (p. 214).
Desde un punto de vista social existe una situación de hecho: para una gran masa de
población y con la actual organización asistencial, la opción es tratamientos limitados o no
tratamientos, independiente de los trastornos que presente. Ante una falta de opción
asistencial puede una terapia breve, en grado variable, beneficiar prácticamente a todos
los pacientes.(Fiorini, 2002, p. 40)
Tal como señala Fiorini (2002), «Una terapia breve se orienta fundamentalmente
hacia la comprensión psicodinámica de los determinantes actuales de la situación de
enfermedad, crisis o descompensación» (p. 22). Además, «En la psicoterapia breve se
intenta una comprensión psicodinámica de la vida cotidiana del paciente […]» (Fiorini,
2002, p. 23). Por este motivo, consideramos que se abordan temas de relaciones
interpersonales, de vivienda o de trabajo, entre otros, y que, en un conjunto de
factores que operan en la neurosis infantiles, se destacan las situaciones edípicas, la
organización de las relaciones objetales, determinaciones económicas y culturales. Su
fundamento es poder tener un enfoque multidimensional que lleve a una organización
más favorable en la vida cotidiana del paciente.
33
Fiorini (2002) plantea la hipótesis de que puede haber casos en los que se
produzca una recuperación espontánea: «Es necesario suponer la existencia de estos
encadenamientos autónomos a partir de una variedad de estímulos parciales y
alternativos, tanto para esas recuperaciones espontáneas como para las que
responden a contactos terapéuticos mínimos» (p.137). Hay una sucesión de cambios
que no guardan una magnitud con los estímulos que se aplicaron a la situación, y el
terapeuta cree haber hecho poco para la magnitud de los éxitos ocurridos en el
entorno de la relación psicoterapéutica.
5.5. ¿Es dudoso que la entrevista de recepción se pueda dar por fuera
de los servicios de salud?
Según Fiorini et al. (1996), para evitar posibles confusiones conviene aclarar
ciertas nociones teóricas y técnicas que identifiquen el modelo de psicoterapia focal
que se prefiere dentro del hospital:
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6. ¿Cómo debería funcionar el psicoanálisis en la actualidad?
El psicoanálisis exige un cambio de acuerdo a Roudinesco (2017), para
introducirnos en este tema es importante traer esta nueva forma de ver el psicoanálisis
a la entrevista de recepción de corte psicoanalítico, ya que este cambio psicoanalítico
trata el gran tema de por qué volver a Freud. Además, existen nuevas formas de
familia, nuevas formas de parentalidad y, frente a los desafíos de los nuevos tiempos,
esta autora destaca la necesidad de repensar, incluso de reinventar, el psicoanálisis,
pero no de cualquier manera, sino a partir de un diálogo fecundo con la filosofía, con la
historia y las ciencias sociales. Ella se ha propuesto exponerlo de manera crítica: se
trata de observar a Freud en la construcción del psicoanálisis y, desde esta
perspectiva, uno se puede atrever a interrogar a Freud, a sus conceptos y a los
conceptos llamados fundamentales.
Sin embargo, desde nuestra época, dentro del contexto de la cultura actual, todos
sabemos que el modelo en torno al cual nació el psicoanálisis era el de la familia
nuclear moderna, monogámica y heterosexual: esa era la norma, con el hombre en un
lugar central y la mujer en uno periférico. Por eso, dentro de las nuevas concepciones
de la familia, a partir de las nuevas parentalidades hay mucho acerca de lo que
interrogar a Freud, ya sea desde nuestra época, desde la teoría, desde la clínica: no
cabe duda de que la técnica psicoanalista ha cambiado a la par de los avances
tecnológicos. Esta manera de plantear los conceptos clásicos con los conceptos
freudianos es necesaria, resulta clave no solo para que el psicoanálisis sobreviva, sino
para que crezca y mejore. Vivimos en una época en la que el psicoanálisis está
llegando a países como China y Rusia: es un marco conceptual que ha progresado en
el mundo a medida que los países se alejan de las dictaduras, después de mucho
tiempo de investigación y de superar todas las batallas anti-freudianas. Freud vivió la
constitución del psiquismo como una conquista.
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7. Reflexiones finales
A modo de reflexión, se podría mencionar que como estudiantes de la práctica
pudimos ver cómo la entrevista de recepción responde al pedido de ayuda, de forma
inmediata o al menos lo más rápido posible. Como se dijo, esto resulta muy valioso
para que la ansiedad que trae el paciente pueda disminuir. De hecho, la intervención
se desarrolló en un tiempo breve, ya que cuando el paciente solicitó una consulta se le
asignó día y hora tan rápido como fue posible, lo que diferencia a esta modalidad de
otros modelos asistenciales en los que se despliegan largas listas de espera.
De acuerdo a Rodríguez Nebot (2010),
36
7.1. ¿Qué rédito me dio el poder varios casos?
Es a partir de Rodríguez Nebot (2010) que comprendimos que
37
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