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La Resurrección de Jesucristo.

- Victoria sobre la muerte

La Resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra Fe. La Resurrección de Cristo es la


primera, la más importante y la más grande Verdad, con la proclamación de la cual los apóstoles
empezaron su evangelización. Así como la muerte de Cristo en la Cruz limpió nuestros pecados,
así su Resurrección nos da la Vida Eterna. Por esa razón la Resurrección de Cristo es un fuente
de alegría, de inagotable regocijo que llega a su punto más alto durante la celebración de la
Pascua Cristiana.
En este artículo, vamos a contarles cómo sucedió la Resurrección de Jesucristo, les mostraremos
la relación entre la Pascua del Antiguo Testamento y la Pascua del Nuevo Testamento; les
traeremos las profecías del Antiguo Testamento acerca de la Resurrección del Salvador; les
contaremos acerca del significado que tiene la Resurrección de Cristo para nuestra vida y para la
vida de la Humanidad entera. Al final les traeremos los principales momentos de la Liturgia
Divina de Pascua y el Canon Pascual.
· Los Eventos de La Resurrección
Probablemente, no hay hombre sobre la tierra que no haya oído acerca de la Muerte y
Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, pero al mismo tiempo, aun y cuando los hechos de su
muerte y Resurrección sean tan ampliamente conocidos, su esencia espiritual, su sentido
intrínseco es un misterio de la Sabiduría de Dios, de Su Justicia y de Su infinito Amor. Las
mentes humanas más brillantes se han inclinado impotentes ante este incomprensible misterio
de la Salvación. Sin embargo, los frutos espirituales de la muerte y Resurrección del Salvador
son accesibles a nuestra fe y palpables al corazón. Y gracias a la capacidad dada a nosotros de
percibir la Luz espiritual de la Verdad Divina, nosotros estamos seguros que el Hijo de Dios
Encarnado voluntariamente murió en la Cruz para limpiar nuestros pecados y resucitó para
darnos la Vida Eterna. En esta convicción se fundamentan nuestras creencias religiosas.
Ahora brevemente recordaremos los principales eventos relacionados con la Resurrección del
Salvador. Como narran los Evangelistas, Nuestro Señor Jesucristo murió en la Cruz el viernes,
cerca de las tres de la tarde, la víspera de la Pascua Hebrea. Aquel mismo día, una vez llegada la
noche José de Arimatea, hombre rico y devoto, junto con Nicodemo bajaron de la Cruz el
cuerpo de Jesús, lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según era costumbre
sepultar entre los judíos y lo pusieron en un sepulcro de piedra. Este sepulcro José de Arimatea
lo labró en una peña para su propio funeral, pero por su amor a Jesús se lo cedió a El. Este
sepulcro está en el huerto de José junto al Gólgota donde crucificaron a Cristo.
José de Arimatea y Nicodemo eran miembros nobles del Concilio o Corte Suprema Judía y al
mismo tiempo eran secretamente discípulos de Jesús. En la entrada al sepulcro donde pusieron a
Jesús ellos colocaron una gran piedra. Jesús fue sepultado presurosamente y no siguiendo todas
las reglas, porque esa misma noche empezaba la celebración de la Pascua judía.
Aún y cuando era el día de reposo el sábado por la mañana, los principales sacerdotes fueron a
Pilatos y le pidieron permiso para poner a la entrada del sepulcro soldados romanos para
resguardar la tumba. Entonces ellos fueron y asegurando la piedra, la sellaron. Todo esto fue
hecho por prevención, ya que ellos recordaban lo que había dicho Jesucristo que resucitaría al
tercer día después de su muerte. De esta manera las autoridades judías sin siquiera sospecharlo
prepararon las pruebas irrefutables de la resurrección de Cristo que vendría al día siguiente.
¿Dónde estuvo el Señor con su Alma después de su Muerte? Según la creencia de la Iglesia, El
bajó al Infierno con su mensaje evangelizador de Salvación y sacó de ahí a las almas que en El
creyeron (1 Pedro 3:19).
Al tercer día después de su muerte, el día Domingo, temprano por la mañana, cuando aún estaba
oscuro y los soldados cuidaban en sus puestos la tumba sellada, nuestro Señor Jesucristo
resucitó de entre los muertos. El misterio de la Resurrección, así como el misterio de la
Encarnación son incomprensibles. Nosotros con nuestra débil inteligencia entendemos este
suceso como que en el momento de la Resurrección el alma de Dios Hombre regresó a su
cuerpo, después de lo cual el cuerpo tomó vida y se transfiguró haciéndose incorruptible y
espiritual. Después de esto Cristo Resucitado abandonó la tumba sin quitar la piedra y sin
romper el sello. Los soldados no vieron lo que sucedió en la tumba y después de la Resurrección
continuaban cuidando el sepulcro vacío. Luego sucedió un terremoto cuando un Angel de Dios
bajó del Cielo, removió la piedra de la puerta y se sentó en ella. Su aspecto era como un
relámpago y su vestido era blanco como la nieve. Los soldados al ver al Angel se asustaron y
huyeron.
Ni los discípulos de Jesús, ni las mujeres miróforas sabían algo acerca de lo ocurrido. Porque
como el funeral de Jesucristo fue realizado presurosamente, entonces las mujeres quedaron de
acuerdo que al día siguiente después de la celebración de la Pascua, o sea el domingo, irían al
sepulcro y terminarían de ungir el cuerpo del Salvador con especias aromáticas. Ellas no sabían
nada acerca de la guardia romana que resguardaba el sepulcro, ni tampoco acerca de que la
tumba estaba sellada. Cuando empezó a amanecer, María Magdalena, María la madre de Jacobo
y Salomé y otras mujeres devotas, salieron hacia el sepulcro con especias aromáticas. De
camino al sepulcro pensaban: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? ya que
como explica el evangelista la piedra era enorme. De primera llegó al sepulcro María
Magdalena. Ella al ver la tumba vacía corrió a los discípulos Pedro y Juan y les dijo que había
desaparecido el cuerpo del Maestro. Un poco después llegaron al sepulcro las demás mujeres.
Ellas vieron en la tumba a un joven sentado al lado derecho y vestido de ropa blanca. El
misterioso joven les dijo a ellas: "No se asusten, pues yo sé que ustedes buscan a Jesús, el que
fue crucificado, El resucitó. Vayan y díganle a los discípulos que ellos lo verán a El en
Galilea." Con gran emoción por la inesperada noticia, ellas salieron rápidamente hacia donde
estaban los discípulos.
Entre tanto los apóstoles Pedro y Juan al escuchar de María lo sucedido, corrieron al sepulcro,
pero al encontrar allí solamente los lienzos y el sudario que había estado sobre la cabeza de
Jesús, regresaron a casa en una gran incertidumbre. Después de ellos María Magdalena regresó
a la tumba de Cristo y rompió en llanto. Al mismo tiempo ella vio en la tumba dos ángeles con
vestiduras blancas que estaban sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde el cuerpo de
Jesús había sido puesto. Y los ángeles le preguntaron a ella por qué lloras? Ella les dijo: Porque
se han llevado a mi Señor y no sé dónde le han puesto. Cuando había dicho esto vio a Jesús que
estaba allí, pero no lo reconoció. Jesús le dijo: Mujer y por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella
pensando que era el hortelano le dijo: Si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo
llevaré. Entonces le dijo a ella: '¡María!' Ella habiendo escuchado esa voz conocida se volvió
hacia Jesús y, reconociéndolo, exclamó: '¡Maestro!' Y se inclinó a sus pies. Pero el Señor no le
permitió que lo tocara, sino más bien le ordenó que fuera a donde estaban los discípulos y le
contara acerca del milagro de la Resurrección.
Esa misma mañana los soldados fueron a los principales sacerdotes y les comunicaron acerca de
la aparición del Ángel y de la tumba vacía. Esa noticia preocupó mucho a los líderes judíos: se
habían cumplido sus angustiosos presentimientos. Ahora ellos debían preocuparse de que el
pueblo no creyera que Jesús resucitó. Se reunió el concilio y le dieron mucho dinero a los
soldados que cuidaban el sepulcro ordenándoles difundir el rumor de que los discípulos de Jesús
se robaron el cuerpo durante la noche cuando los soldados dormían. Así lo hicieron los soldados
y así el rumor acerca del robo del cuerpo del Salvador se mantuvo largo tiempo en el pueblo.
Durante el primer día de su Resurrección, El Señor varias veces apareció ante sus discípulos, los
cuales huían de persecución solos o en grupos por distintas partes de Jerusalén. Según la
tradición de la Iglesia Jesús primeramente se le apareció a Su Madre para consolar su dolor
materno. Luego El Señor apareció a las mujeres miróforas diciéndoles, "Alégrense!" Y estas
mujeres se apresuraron a compartir esta alegre noticia con los demás apóstoles. Ese mismo día
El Señor se les apareció también al apóstol Pedro y a dos discípulos Lucas y Cleopas en el
camino a Emaús. Por la noche El Señor se les apareció a todos los apóstoles, los cuales se
reunieron para hablar acerca del rumor de su Resurrección. Por temor a los judíos, los apóstoles
se encerraron en una casa en Jerusalén, según la tradición en el aposento alto de Sión que fue
donde se llevó a cabo la Ultima Cena y donde siete semanas después de la Pascua durante el
Pentecostés el Espíritu Santo descendió a los Apóstoles.
Una semana después de esto, el Señor de nuevo apareció ante los apóstoles y entre ellos al
apóstol Tomás, que no había estado durante la primera aparición del Salvador. Para disipar las
dudas de Tomás acerca de su resurrección, el Señor le permitió tocar sus heridas y habiendo
creído Tomás cayó a sus pies exclamando: "¡Señor Mío y Dios Mío!" Como narran los
Evangelistas, después de su Resurrección durante un periodo de cuarenta días varias veces más
se apareció ante sus apóstoles, conversaba con ellos y les daba las últimas exhortaciones. Un
poco antes de su Ascensión, el Señor se les apareció a mas de quinientos creyentes.
En el cuadragésimo día después de su Resurrección, el Señor Jesucristo en presencia de sus
apósto1es ascendió al Cielo y desde entonces "El permanece a la derecha del Padre." Los
apóstoles por su parte, animados por la Resurrección del Salvador y por su gloriosa ascensión,
regresaron a Jerusalén, esperando el momento cuando el Espíritu Santo descendería sobre ellos
como se los había prometido a ellos el Señor.
· Las dos Pascuas
Como nosotros sabemos, los tiempos del Antiguo Testamento fueron un período de preparación
del pueblo hebreo para la venida del Mesías. Por esta razón algunos sucesos de la vida del
pueblo hebreo, principalmente las predicciones de los profetas tenían relación con La Venida de
Jesucristo y el comienzo de los tiempos del Nuevo Testamento. La Ley del Antiguo
Testamento, según palabras del Santo Apóstol Pablo, "fue ayo para llevarnos a Cristo"
(ayo=persona encargada de la custodia o crianza de un niño) y "sombra de los bienes
venideros" (Galatas 3:24; Hebreos 10:1).
El más importante evento en la historia del pueblo hebreo, fue su liberación de la esclavitud
Egipcia en la época del profeta Moisés 1500 años antes de nacimiento del Cristo. Este evento
quedó grabado en la celebración nacional hebrea de la pascua, en la cual se conmemoraban
también otros eventos relacionados con la liberación de la esclavitud en Egipto. La derrota por
un Ángel de los primogénitos egipcios y el perdón para los hebreos en cuyas casas habían sido
hechas marcas con sangre de cordero; (de allí la palabra Pascua que significa pasa de largo,
Éxodo 12:11-13).
El milagro de cruzar el Mar Rojo y la muerte de las tropas egipcias que perseguían a los
hebreos. Después el pueblo hebreo recibió la ley en el Monte Sinaí y el establecimiento de un
Nuevo Pacto con Dios, después de lo cual el pueblo hebreo se considera El Pueblo de Dios.
Desde entonces los hebreos al celebrar la Pascua y siguiendo las costumbres de sus antepasados,
con oración, ritos y ceremonias simbólicas, comen cordero pascual.
En la significante coincidencia de la muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo con la
celebración de la Pascua del Antiguo Testamento, debemos ver la indicación divina de la
profunda relación interna entre estos dos eventos acerca de lo cual detalladamente escribe el
Santo Apóstol Pablo en su epístola a los Hebreos.
Comparemos paralelamente los eventos de ambas Pascuas

Pascua del Pascua del


Antiguo Testamento Nuevo Testamento

Inmolación de un cordero pascual puro, y Muerte en la Cruz del Cordero de Dios con la
salvación de los primogénitos hebreos con su sangre del cual se salvan los primogénitos del
sangre (Éxodo 12). Nuevo Testamento: los cristianos (1 Pedro
Travesía milagrosa de los hebreos a través del 1:19).
Mar Rojo para liberarse de la esclavitud Bautismo en agua para liberarse del poder del
egipcia (Éxodo 14:22). Diablo (1 Cor.10:1-2 y véase también Rom.
Establecimiento de la Ley de Dios, en el cap 6 y 7).
Monte Sinaí, día 50 desde que salieron de La venida del Espíritu Santo sobre los
Egipto y conclusión de la Unión (Pacto) con Apóstoles al día 50 después de la Pascua, y
Dios (Éxodo 19). conclusión del Nuevo Pacto (Hechos 2).
Se alimentaron comiendo Maná Tomar y comer El Pan del Cielo: El Cuerpo y
milagrosamente mandado por Dios (Éxodo la Sangre de Jesús (Juan cap. 6).
16:15). Las pruebas que cada cristiano debe soportar
Cuarenta años de vida errante por el desierto y durante su vida.
distintas pruebas que fortalecieron al pueblo Liberación de mordeduras de la serpiente
hebreo en la fe de Dios. espiritual: el diablo con la fuerza de la Cruz
Colocación de una serpiente de cobre para que (Juan 3:14).
los hebreos que la miraron se salvaran de ser Promesa de un Nuevo cielo y una Nueva
mordidos por serpientes venenosas (Números Tierra en la que va a habitar la Justicia (2
21:9). Pedro 3:13).
Entrada de los hebreos a la Tierra Prometida a
los padres de ellos (Josué 4).

De esta confrontación de eventos pascuales, nosotros vemos cómo los eventos de la Pascua del
Antiguo Testamento sirvieron de prototipo a la Pascua del Nuevo Testamento, y anunciaron
acerca de grandes cambios espirituales que deberían de acontecer en la vida de la Humanidad
entera después de la Resurrección del Mesías. Por esa razón los apóstoles cuando celebraban la
Pascua de Nuevo Testamento afirmaban: "porque nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue
sacrificada por nosotros" (1 Cor. 5:17).
· Profecías Acerca de la Resurrección de Cristo
Acerca de la Resurrección de Mesías testifican muchas profecías. Entre ellas hay que recordar
aquellas que predecían que El Mesías va a ser no solo Hombre sino también Dios y por
consiguiente va a ser inmortal por su naturaleza divina. Véase por ejemplo: Salmos 2, Salmos
45 y Salmos 110, Isaías 9:6; Jeremías 23:5; Miqueas 5:2; Malaquías 3:1. Acerca de la
Resurrección del Mesías también indirectamente atestiguan los profetas que hablan acerca de su
Reino Eterno, por ejemplo: Génesis 49:10; 2 Samuel 7:13; Salmos 2; Salmos 132:11; Ezequiel;
Daniel 7:13, porque un Reino Espiritual Eterno supone un Rey Inmortal.
Dentro de las predicciones que directamente hablan de la Resurrección de Cristo, la más clara
predicción la constituye la profecía de Isaías, que ocupa el capítulo 53 de su libro. El profeta
Isaías que vivió más de 700 años antes del nacimiento de Cristo, describió los sufrimientos de
Jesús con tantos detalles, como si estuviera parado al pie de la cruz, termina su narración de la
siguiente manera: "Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte,
aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso Jehová quiso
quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el
pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano
prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho; por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto Dios le dará
parte entre los grandes y con los poderosos participará del triunfo."
Las palabras finales de esta profecía hablan directamente de que el Mesías, después de sus
sufrimientos de Salvación y después de su muerte vivirá otra vez y será glorificado por Dios
Padre.
Acerca de la Resurrección de Cristo predijo también el Rey David, en el Salmo 16, en el cual
David, como en el nombre de Cristo dice: "A Jehová he puesto siempre delante de mí, porque
está a mi diestra no seré conmovido, se alegró por tanto mi corazón y se gozó mi alma, mi
carne también reposará confiadamente porque no dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás
que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida, en tu presencia hay plenitud de
gozo, delicia a tu diestra para siempre" (Salmos 16:8-11; véase también Hechos 2:25 y Hechos
13:35).
De esta manera los profetas sentaron las bases en su pueblo de la fe en la venida y Resurrección
del Mesías. Es por eso que los apóstoles con mucho éxito extendían la fe dentro del pueblo
hebreo, la fe en Cristo Resucitado, sin importar los obstáculos de parte de los líderes religiosos
del pueblo hebreo.
· El Oficio Pascual
No hay oficio más resplandeciente y alegre que La Pascua Ortodoxa. La Liturgia Pascual se
inicia con una procesión con la cruz de los que se han reunido para celebrar. Esta procesión va
alrededor del templo, con velas encendidas y cantando: "En los cielos los ángeles cantan Tu
Resurrección, Cristo Salvador y a nosotros en la Tierra haznos dignos de glorificarte con
corazones puros."
Esta procesión recuerda el recorrido que hicieron las mujeres miróforas a la tumba de Jesús,
muy temprano en la mañana para ungir Su Cuerpo Purísimo. Una vez que completan el
recorrido alrededor del templo se estacionan ante las puertas principales, que deberán estar
cerradas, y el Sacerdote empieza el Matutino con la exclamación: "Gloria a la santa,
Consubstancial, Vivificadora e Indivisible Trinidad ahora y siempre..." Luego, al igual que lo
hizo el Angel que dió la noticia a las mujeres que venían a ungir al Señor, de que El ya había
resucitado, el sacerdote canta tres veces junto con otros Sacerdotes concelebrantes el tropario de
la Pascua: "Cristo Resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con Su Muerte, y
otorgando La Vida a los que yacían en los sepulcros. El canto de los Sacerdotes es seguido por
el coro. Después el principal Sacerdote proclama los versos proféticos del Salmo: "Levántese
Dios, Sean dispersados sus enemigos y huyan de Su Presencia los que le aborrecen;
desaparezcan como el humo, como se derrite la cera al calor del fuego así perezcan los
enemigos de los que aman a Dios!" A cada verso se contesta cantando: "Cristo Resucitó! Luego
el Sacerdote repite el inicio del Tropario: "Cristo Resucitó de los muertos, pisoteando a la
muerte con su muerte," y el coro responde "y otorgando la vida a los que yacían en los
sepulcros." Entonces las puertas del templo se abren, todos entran y empieza la gran ektenia
(letanía de la súplica ardiente, con cortas peticiones, a las que se contesta: "Señor, ten piedad,"
después de lo cual empieza el solemne canto del Canon Pascual "Día de la Gloriosa
Resurrección" compuesto por San Juan Damasceno.
A la hora de cantar el Canon los Sacerdotes celebrantes inciensan totalmente el templo y
saludan a los fieles con las palabras: "Cristo Resucitó," a lo cual los fieles responden: "En
verdad Resucitó!" Al final del Matutino se lee el inspirado Sermón de San Juan Crisóstomo que
empieza con las palabras: "Si alguien es piadoso..." El oficio usual de Las Horas no se lee y se
sustituye por cantos de himnos de Pascua. La Liturgia se oficia a continuación del Matutino. En
lugar de los usuales Salmos se cantan antifonías especiales; cortas oraciones con versos; en
lugar de la oración: "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal," se canta: "Aquellos bautizados
en el Nombre de Cristo."
En el Evangelio se lee acerca, del Verbo hecho cuerpo (Juan 1:1-7), del nacimiento de El Hijo
de Dios, del Dios Padre y de la Divinidad de Jesucristo, El Verbo de Dios y Divinidad que El
demostró con Su Gloriosa Resurrección. Cuando concelebran varios Sacerdotes, entonces el
Evangelio se lee en distintos idiomas, como señal de que acerca de Su Resurrección los
Apóstoles evangelizaron distintos pueblos en sus propios idiomas. En lugar de:
"Verdaderamente es digno bendecirte, Madre de Dios, siempre bienaventurada, exenta de
pecado..." se canta lo siguiente: "El ángel exclamó a la llena de Gracia, Virgen María: Virgen
pura, Alégrate! y otra vez te digo, Alégrate! Tu Hijo se levantó de la tumba, al tercer día
después de su muerte y Resucitó a los muertos. Gente Alégrense! Resplandece nueva Jerusalén!
(Iglesia), porque sobre Ti ha brillado la Gloria de Dios. Alborózate ahora y alégrate Sión y Tú,
oh Purísima madre de Dios, Regocíjate en la Resurrección de Tu Hijo!
Después de La Oración detrás del ambon se realiza la bendición de Artos: Pan especial con
representación en el de La Resurrección de Cristo. En uno de los siguientes oficios litúrgicos el
Artos se parte y se entrega a los creyentes en memoria de la aparición de Jesús Resucitado a los
Apóstoles Lucas y Cleopas, los cuales lo reconocieron después de partir el pan para ellos.
Durante el primer día de La Pascua se bendicen huevos, queso y kulichi, con los cuales
terminan el ayuno los creyentes.
· Oficio Pascual. Troparión y Versículos de la Pascua
El sacerdote canta tres veces, muy solemnemente el Troparion Pascual.
Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con su muerte, y otorgando la vida a
los que yacían en los sepulcros (3 veces).
Luego el coro lo repite seis veces, alternando con los versículos (stijis) que canta el sacerdote a
la que hace la incensación.
Sacerdote: Vers. (5. 67). Levántese Dios, sean dispersados sus enemigos, huyan de su presencia
los que le aborrecen.
Coro: Cristo resucitó...
Sacerdote: Como se desvanece el humo, así se disipan y como se derrite la cera en presencia del
fuego. Coro: Cristo Resucitó...
Sacerdote: Así perecerán los pecadores ante el Rostro de Dios, mas los justos se regocijarán.
Coro: Cristo resucitó...
Sacerdote: Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos. Coro: Cristo
resucitó...
Sacerdote: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Coro: Cristo resucitó...
Sacerdote: Ahora y siempre... Coro: Cristo resucitó...
Sacerdote: Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con su muerte.
Coro: Otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros.
La procesión retorna al Templo, cantando el Canon (compuesto por San Juan Damasceno). El
Sacerdote prior (o el Obispo) lo inicia cantando el 1-er Hirmos y lo continúan el coro.
· Canon de la Gloriosa Resurrección
1 Oda
Hirmos (Tono 1). Hoy es el día de la resurrección, resplandezcamos de alegría, oh naciones,
porque la Pascua es la Pascua del Señor. Porque Cristo, nuestro Dios, nos ha hecho pasar de la
muerte a la vida, y de la tierra al cielo; ¡nosotros que Le cantamos el cántico de victoria y de
triunfo!
Vers.: ¡Cristo resusitó de entre los muertos!
Coro: Troparion. ¡Purifiquemos nuestros sentidos para ver a Cristo resplandeciente como el
rayo, con la luz inaccesible de la Resurrección, y oírle diciendo: ¡Regocijaos! mientras le
cantamos el cántico de la victoria y del triunfo.
Vers.: ¡Cristo resusitó de entre los muertos!
Purifiquemos nuestros sentidos. . .
Alégrense los cielos y regocíjese la tierra dignamente, y que festeje el mundo entero, visible e
invisible; porque Cristo resucitó al gozo eterno.
Katabasia: Hoy es el día de la Resurrección ... Cristo Resucitó... (3 veces).
¡Resucitó del Sepulcro Jesús, el Señor, como había predicho concediéndonos la Vida Eterna y la
gran misericordia.
3 Oda
Hirmos. Venid, bebamos una nueva bebida, no extraído milagrosamente de la roca muda, sino
de la Fuente de incorruptibilidad, que emana del sepulcro de Cristo en quien nos hemos
fortalecido.
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Troparion: Ahora todo el universo ha sido lleno de Luz; el cielo, la tierra, y lo que está debajo
de la tierra: que la creación entera festeje la Resurrección de Cristo en quien somos fortalecidos.
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Ahora todo el Universo ha sido lleno de Luz...
Ayer me sepulté contigo, oh Cristo, y hoy resucito contigo, con Tu Resurrección. Ayer me
habré crucificado contigo; glorifícame Tú en Tu reino, oh Salvador.
Venid bebamos una nueva bebida... Cristo resucitó... (3 veces).
4 Oda
Hirmos: Haciendo la divina guardia, Habakum, divinamente inspirado, esté con nosotros y nos
muestre el Angel envuelto en luz diciendo claramente: ¡Hoy es la salvación del mundo, porque
Cristo resucitó, siendo Omnipotente!
Vers.: ¡Cristo resusitó de entre los muertos!
Troparion: Cristo nuestra Pascua, dejando intacto el seno Virginal, se reveló hombre, y como
sustento se llamó Cordero; y siendo exento de pecado se llamó Inmaculado, y siendo Dios ha
sido declarado perfecto.
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Cristo que es la Corona del año, bendecido Por nosotros, fue voluntariamente sacrificado por
todos nosotros como tierno Cordero. ¡Pascua de purificación.. de la cual resplandeció por
nosotros el Sol de Justicia en forma luminosa!
David, el antecesor de Dios, saltó de gozo ante la simbólica Arca Santa; nosotros, el pueblo
santificado para Dios, regocijémonos, viendo el cumplimiento de estos símbolos.
David, el antecesor...
Katabasia: Haciendo la Divina guardia...
Cristo resucitó (3 veces).
5 Oda
Himnos: Madruguemos con el alba y ofrezcamos al Señor las alabanzas puras, en vez del
bálsamo; y contemplemos a Cristo, el Sol de Justicia, otorgando la vida a todos.
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Troparion: Oh Cristo, los que estaban encadenados en el infierno al contemplar la grandeza de
Tu inapreciable misericordia, se apresuraron alborozados hacia la luz, celebrando la Pascua
Eterna! (3 veces).
Llevando lámparas, vayamos a recibir a Cristo resucitado del Sepulcro como a un Esposo; y
celebremos con las multitudes que festejan la Pascua salvadora de nuestro Dios.
Ahora y siempre... Llevando lámparas...
Katabasia: Madruguemos con el alba... (se repite). Cristo resucitó... (3 veces).
6 Oda
Hirmos: Descendiste hasta las profundidades de la tierra, oh Cristo, y aniquilaste las fuerzas que
sujetaban los cautivos. Y al tercer día resucitaste del Sepulcro como Jonás salió de la ballena.
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Oh Cristo Tú que no rompiste las puertas de la Virginidad al nacer, Te levantaste del Sepulcro
dejando intacto los sellos, y nos abriste las puertas del Paraíso
¡Oh Salvador mío! Tú eres el sacrificio vivo y eterno: Como Dios Te ofreciste voluntariamente
al Padre y cuando resucitaste del Sepulcro, levantaste a Adán y a toda su descendencia.
Descendiste hasta las profundidades... (se repite el Hirmos).
Cristo resucitó... (3 veces). Resucitó del Sepulcro Jesús el Señor...
Kontakion: (Tono VIII). Aunque descendiste al Sepulcro, Tu eres Inmortal; destruiste el poder
del infierno y resucitaste como vencedor;oh Cristo Dios! Y dijiste a las mujeres miróforas:
¡Regocijaos! y a Tus apóstoles otorgaste la paz. ¡Tú que concedes la resurrección a los caídos!
Ikos: Las doncellas portadoras de bálsamo anticipándose al alba, fueron en busca, como al día,
al Sol anterior al sol: que se había ocultado temporalmente en un sepulcro; se decían entre ellas:
vamos amigas, a ungir con aromas al Cuerpo Vivificador, que ha sido sepultado, el Cuerpo que
levantó Adán el caído y ahora yace en el sepulcro. Vamos, apresurémonos como los Magos,
adorémosle y ofrescámosle bálsamo en vez de regalos; al que no está envuelto en pañales sino
en mortaja; lamentémonos llorando y clamemos diciendo: ¡Señor, levántate! ¡Tú que concedes
la resurrección a los caídos!
7 Oda
Hirmos: El que libró a los varones del horno ardiente, cuando se hizo hombre, padeció como
mortal; y por su Pasión revistió al mortal con la belleza de la incorrupción; el Dios de nuestros
padres, ¡sea bendito y glorificado El solo!
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Troparion: Oh Cristo, las mujeres dotadas de divina sabiduría fueron con bálsamo en pos de Ti;
y los que Te llevaban, llorándote como muerto, se prosternaron ante Ti, como Dios vivo. ¡Y con
alegría anunciaron a Tus discípulos la Pascua Mística!
Vers.: Cristo resucitó de entre los muertos!
Las mujeres dotadas de divina Sabiduría...
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Celebramos la destrucción de la muerte y la aniquilación del Infierno, las primicias de una
nueva vida eterna. Regocijémonos y alabemos al Autor de estos bienes, al Dios de nuestros
padres bendito y glorificado sea E1 solo!
En verdad,qué noble es esta noche de salvación resplandeciente, y debemos festejarla porque
procede a la proclamación del brillante día de la Resurrección, en el cual resplandeció
corporalmente del Sepulcro, la Luz Eterna.
En verdad, que noble... El que liberó a los varones... Cristo resucitó... (3 veces).
8 Oda
Hirmos: En este día llamado Santo, el primero entre los sábados, su rey y su señor, la fiesta de
las fiestas, en el cual bendecimos al Señor por los siglos.
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Troparion: Venid en este insigne día de la Resurrección, participemos del Reino de Cristo, del
nuevo fruto de la vida de gozo divino; ¡alabándolo porque es Dios por los siglos!
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Venid en este insigne día...
Oh Sión alza tus ojos en derredor de ti y ved: he aquí que tus hijos vienen hacia Ti del
occidente, del norte, del mar y del oriente, ¡bendiciendo en ti a Cristo por los siglos!
Oh Padre Omnipotente, Verbo de Dios y Espíritu Santo, una sola naturaleza en tres Personas.
¡Divinidad suprema; y Esencia Suprema; en Ti hemos sido bautizados y a Ti bendecimos por
los siglos!
Oh Padre Omnipotente... Este día llamado santo...
Cristo resucitó... (3 veces).
9 Oda
Megalinaria: Tono 1. Magnifica alma mía, a Cristo el Dador de vida, que resucitó del Sepulcro
en el tercer día!
¡Resplandece; resplandece, nueva Jerusalén, pues la gloria del Señor ha brillado sobre ti,
alborózate ahora y alégrate Sión; y tú, oh Purísima Madre de Dios, regocíjate por la resurrección
de Tu Hijo!
Engrandece alma mía a Aquel que sufrió voluntariamente y fue sepultado, y resucitó al tercer
día!
Resplandece, resplandece...
¡Cristo es la Pascua nueva, la Víctima sacrificada, el Cordero de Dios que quita los pecados del
mundo!
Oh divina, oh amada, oh dulcísima palabra tuya, pues Tú, oh Cristo verbalmente prometiste
estar con nosotros hasta el fin de los siglos, y nosotros los fieles, teniendo esta promesa cual
áncora de esperanza nos regocijamos.
María Magdalena se apresuró al Sepulcro y vio a Cristo, hablándole como si fuera el hortelano.
El Ángel radiante clamó a las mujeres. ¡Cesad vuestras lágrimas, Porque Cristo resucitó!
¡Cuando dormiste, levantaste a los muertos desde los siglos, y los despertaste del sueño, como
León Real de Judá!
¡Cristo Resucitó, pisoteando la muerte, levantando los muertos; oh pueblos, regocijaos!
¡Hoy la creación toda, se alegra y regocija, porque Cristo resucitó y al infierno venció!
¡Hoy el Señor destruyó el Infierno y levantó a los cautivos, que estaban allí ligados desde los
siglos!
Engrandece alma mía el poder de la Divinidad Trina en Personas e indivisible.
Oh Pascua grande y sacratísima, Cristo sabiduría, Verbo y poder de Dios. ¡Concédenos
participar de Ti en forma más clara en el día sin ocaso de Tu Reino!
¡Regocíjate oh Virgen, regocíjate oh bendita, regocíjate oh gloriosa, porque Tu Hijo resucitó del
Sepulcro al tercer día!
Oh Pascua grande y sacratísima...
El Angel clamó a la llena de gracia: Virgen pura; regocíjate, y de nuevo diré regocíjate, porque
tu Hijo resucitó del Sepulcro al tercer día.
Resplandece, resplandece... Cristo resucitó... (3 veces).
· Las Alabanzas
Lec.: ¡Todo lo que respira que, alabe al Señor!
Alabad al Señor del cielo, alabadle en las alturas, a Ti pertenece la alabanza, ¡oh Dios!
Alabadle todos sus ángeles, alabadle todos sus ejércitos, ¡a Ti pertenece la alabanza, oh Dios!
¡Esta gloria es para todos sus santos!
Alabadle. en su santuario, alabadle en la extensión de su fortaleza.
¡Alabadle por sus proezas, alabadle conforme a la magnitud de sus grandezas!
¡Oh Cristo, alabamos Tu Pasión salvadora y glorificamos Tu resurrección!
Vers.: ¡Alabadle al son de la trompeta, alabadle con salterio y cítara!
Tú que soportaste la Cruz y aniquilaste la muerte, resucitaste de entre los muertos, salva
nuestras vidas, oh Señor, porque eres el único Omnipotente.
Vers.: ¡Alabadle con tímpanos y flauta; alabadle con instrumentos de cuerda y con órgano!
Oh Cristo, Tú que venciste al infierno y levantaste al hombre con Tu resurrección, concédenos
de alabarte con corazones puros y de glorificarte.
Vers.: ¡Alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos de júbilo!
¡Todo lo que respira, que alabe al Señor!
Oh Cristo, Te alabamos glorificando Tu condescendencia, que pertenece a Dios. Tú que naciste
de la Virgen sin separarte del Seno del Padre, padeciste como hombre, y soportaste la Cruz
voluntariamente, y resucitaste del Sepulcro como salido de bodas, para salvar al mundo; ¡Señor
gloria a Ti
El lector y el coro alternan los versículos de la Pascua con los himnos siguientes:
Vers.: Salmo 68 (Tono V). Levántese Dios, sean dispersados sus enemigos, y huyan de su
presencia los que le aborrecen.
Coro: Nuestra Pascua, Cristo, el Vencedor nos ha concedido hoy una Pascua noble, nueva
bendita, Pascua mística, Pascua augusta, Pascua sin mancilla, Pascua para les fieles. Pascua que
nos abrió las puertas del Paraíso, Pascua que santifica a todos los fieles.
Vers.: (S. 68). Como se desvanece el humo, así se disipan, así como se derrite la cera en
presencia del fuego.
Venid de la visión, oh mujeres heraldas de buenas nuevas, y decidle a Sión, recibid de nosotros
la noticia gozosa de la resurrección de Cristo. ¡Oh Jerusalén, embriágate de gozo, y alborózate
de alegría, viendo a Cristo tu Rey, saliendo del Sepulcro como un Esposo!
Vers.: (S. 68). Así perezcan los impíos ante el Rostro de Dios, mas los justos se regocijarán,
Cuando las mujeres, portadoras de bálsamo, fueron al alba al Sepulcro Vivificador, encontraron
un ángel sentado sobre la piedra que les dijo así: ¿Porqué buscáis al Vivo entre los muertos?
¿Porqué lloráis al Incorruptible en medio de la corrupción? ¡id, Y anunciadle a sus discípulos!
Vers.: (S. 68). ¡Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos!
La Pascua alegre, la Pascua del Señor! Ha brillado para nosotros una Pascua toda augusta,
Pascua en que nos perdonamos unos a otros con alegría. Pascua exenta de tristeza, y esto porque
Cristo salió del Sepulcro como se sale de bodas y llenó de alegría a las mujeres diciéndoles: ¡Id
anunciadle a los Apóstoles!
Gloria... (Tono V) ahora y siempre...
¡Hoy es el día de la Resurrección:! ¡Resplandezcamos con la fiesta! Abracémonos unos a otros;
oh hermanos! Y a causa de la Resurrección perdonemos en todo a los que nos odian. Y
clamemos así: Cristo resucitó de entre los muertos, destruyendo la muerte con su muerte; y
otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros.
Cristo resucitó... (3 veces).
· Homilía de San Juan Crisóstomo
"Aquél que es devoto y amante de Dios, que disfrute de esta magnífica y brillante fiesta.
Aquél que es un siervo agradecido, que entre alegremente en el gozo del Señor. Aquél que
está cansado en ayuno, que reciba ahora el denario de recompensa. Si alguien ha trabajado
desde la primera hora, que reciba su gratificación correspondiente. Si alguien ha llegado
después de la tercera hora, que participe en la fiesta agradecido. Aquél que llega después de
la sexta hora, que no dude: él nada pierde. Si alguien ha demorado hasta la novena hora, que
se aproxime, sin vacilación. Aquél que llega en la undécima hora, que no tema a causa de su
demora, porque el Señor es de gracia y de generosidad. El recibe tanto a los últimos como a
los primeros. El concede descanso al que viene en la undécima hora, igual como aquél que
ha trabajado desde la primera hora. El tiene misericordia del último, y satisface al primero.
A aquél da, y a éste regala. El recibe las obras y acepta la intención. Honra los hechos, y
alaba el empeño.
Por lo tanto, entrad vosotros todos al gozo de vuestro Señor. Los primeros y los últimos,
tomad vuestra recompensa. Ricos y pobres, regocijaos y alegraos juntos. Porque la mesa
está llena, deleitaos de ella todos. El ternero está cebado entero; que nadie se retire con
hambre. Regocijáos todos del banquete de la fe. Disfrutad de todas las riquezas de la
bondad. Que nadie se queje de su pobreza, porque el Reino Universal se ha manifestado.
Que nadie se lamente a causa de los pecados, porque el perdón ha surgido resplandeciente
del Sepulcro. Que nadie tema la muerte, porque la muerte del Salvador nos ha librado.
Porque destruyó la muerte cuando ésta se apoderó de El. Aquél que descendió al infierno
aniquiló al infierno; y lo hizo experimentar la amargura; cuando éste tomó su Cuerpo. Esto
predijo Isaías cuando exclamó diciendo: "El infierno fue amargado, cuando Te encontró
abajo. Ha sido amargado, funestamente, porque ha sido destruido. Ha sido amargado porque
ha sido encadenado. Recibió un Cuerpo, y he aquí que era Dios. Tomó tierra, y encontró
Cielo. Tomó lo visible, y fue vencido invisiblemente. ¿Oh muerte dónde está tu poder? ¿Oh
infierno dónde está tu victoria? Cristo resucitó, y fuiste aniquilado. Cristo resucitó, y fueron
arrojados los demonios, Cristo resucitó y los ángeles se regocijaron. Cristo resucitó y reinó
la Vida. Cristo resucitó, y los sepulcros se vaciaron de los muertos. Porque Cristo habiendo
resucitado de entre los muertos, fue el Primogénito de entre los muertos, a El sea la gloria y
el poder por los siglos de los siglos, amén."
Inmediatamente se canta el Troparion de San Juan Crisóstomo (Tono VIII).
La gracia de tu boca brillante como fuego. iluminó el Universo, y descubrió para el mundo los
tesoros del desprecio por el dinero; y nos ha mostrado la excelencia de la humildad. Mas tú, oh
Padre Juan Crisóstomo, que nos instruyes con tus palabras, ruega a Cristo Dios, que salve
nuestras almas.
Mientras se canta: "Hoy es el día de la Resurrección." El sacerdote prior aparece ante la Puerta
Real teniendo en su mano el Evangelio; todo el clero y los fieles vienen a besar el Santo
Evangelio. Los fieles se saludan diciendo: "Cristo resucitó" y se contesta: "En verdad resucitó."
Así terminan los Matutinos y luego se da comienzo a la Divina Liturgia (La santa Misa).
· La Divina Liturgia
El sacerdote comienza la Liturgia de los Catecúmenos con la Doxología:
Sacerdote: Bendito sea el Reino del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por
los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Sacerdote: Cristo resucitó de entre los muertos...
El coro repite dos veces este Troparion. Luego el sacerdote procede a incensar el altar,
alternando los versículos como al comienzo del Matutino. Sigue el texto usual de la Liturgia,
pero con las siguientes variaciones:
· Primera Antífona
1) ¡Cantad al Señor con gozo toda la tierra!
Por las oraciones de la Madre de Dios, Sálvanos oh Salvador.
2) ¡Cantad un salmo a Su Nombre, dad gloria a su alabanza! Por las oraciones...
3) Decidle a Dios: ¡Qué temibles son Tus obras! Coro: Por las oraciones. . .
4) Que toda la tierra Te adore y Te celebre, que cante un salmo a Tu Nombre ¡oh Altísimo! Por
las oraciones.. .
Gloria... ahora y siempre...
· Segunda Antífona
1) Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.
Sálvanos oh Hijo de Dios, resucitado de entre los muertos, Te cantamos aleluya.
2) Que la Luz de su rostro resplandezca sobre nosotros, y tenga misericordia de nosotros. Coro:
Sálvanos, oh Hijo de Dios...
3) Para conocer Tu camino sobre la tierra; Tu salvación en todas las naciones. Coro: Sálvanos,
oh Hijo de Dios...
4) Que el pueblo Te confiese, oh Dios; que todo el pueblo Te alabe. Coro: Sálvanos, oh Hijo de
Dios. Ahora y siempre... Hijo Unigénito, Verbo de Dios...
· Tercera Antífona
Levántese Dios, sean dispersados Sus enemigos, y huyan de Su presencia los que le aborrecen.
Cristo resucitó...
Como se disipa el humo, disípense, como se derrite la cera ante el fuego.
Cristo Resucitó...
Así perecen los impíos ante el Rostro de Dios, más los justos se regocijarán. Cristo resucitó...
Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos. Cristo
· Troparion y Kontakion
Cristo resucitó... (3 veces).
Ipakoi: Fueron al alba las mujeres que estaban con María...
Aunque descendiste al Sepulcro...
· Trisagion
Coro: Vosotros que fuisteis bautizados en Cristo, os revestísteis de Cristo, Aleluya. (3 veces).
Gloria... ahora y siempre.. . Os revestísteis de Cristo aleluya.
Vosotros que fuisteis bautizados...
· Epístola
Prokimenon: Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos.
Vers.: Confesad al Señor porque es bueno; porque su misericordia permanece para siempre.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles (1:1-8).
"Hice mi primer tratado, oh Teófilo, acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a
hacer y enseñar hasta el día, en que habiendo dado Sus instrucciones por el Espíritu
Santo a los Apóstoles, que había elegido, fue llevado a lo alto, a los cuales también
después de su Pasión se había presentado vivo con muchas pruebas evidentes,
dejándose ver de ellos por cuarenta días y diciéndoles las cosas referentes al Reino de
Dios. Y estando en la mesa con ellos les ordenó que no se marchasen de Jerusalén, sino
que guardasen la promesa del Padre, la cual oísteis de mí; porque así como Juan bautizó
en agua, vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo de aquí a no muchos días. Así
pues, los que se habían reunido le preguntaban diciendo: Señor, vas a restablecer en este
tiempo el reino de Israel? Pero Él les dijo: no os toca a vosotros conocer los tiempos u
ocasiones que el Padre fijó con Su propia potestad; pero recibiréis un poder cuando
venga sobre vosotros el Espíritu Santo, y seréis mis testigos no sólo en Jerusalén y en
toda Judea y Samaria, sino hasta los confines de la tierra."
Coro: Aleluya, aleluya, aleluya.
Vers.: Tú, Señor, cuando Te hayas levantado, tendrás piedad de Sión, pues es tiempo de que
tengas piedad de ella.
Vers.: El Señor ha mirado desde el cielo y vio a todos los hijos de los hombres.
· Evangelio
Sacerdote: Lectura del Santo Evangelio según San Juan (1:1-17).
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el
principio con Dios. Todas las cosas por El fueron hechas, y sin El nada de lo que es hecho,
fue hecho.
En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las tinieblas
resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron. Fue un hombre enviado de Dios el cual
se llamaba Juan. Este vino para que diese testimonio de la luz, para que todos creyesen por
él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquél era la Luz verdadera, que
alumbraba a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue
hecho por El; y el mundo no le conoció. A los suyos vino y los suyos no le recibieron. Mas
a todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en
su Nombre; los cuales son engendrados, no de sangre ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, mas de Dios. Y el Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros; y
vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan dio testimonio de El, y clamó diciendo: "Este es del que yo decía: El que viene tras de
mí es antes de mí, porque es primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos y gracia
por gracia. Porque la ley por Moisés fue dada; mas la gracia y la verdad, por Jesucristo
fue hecha."
Megalinaria: En vez de "Verdaderamente es digno" se canta el siguiente himno de la Novena
Oda del Matutino: "El ángel clamó a la llena de gracia Virgen pura, regocíjate, y de nuevo digo
regocíjate, porque tu Hijo resucitó del Sepulcro al tercer día."
Resplandece, resplandece...
Kinonikon: El Cuerpo de Cristo, tomad; de la Fuente de Vida, bebed. Aleluya.
En vez de: Hemos visto la verdadera luz... se canta: Cristo, resucitó de entre los muertos...
· Los Frutos Espirituales de la Resurrección de Cristo
"Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados" (1 Cor.
15:22). Estas palabras del Apóstol no solo hablan de la Resurrección física de la gente, sino más
bien, en primer lugar de la Resurrección Espiritual. Así como existe muerte física y muerte
espiritual, asimismo la Resurrección existe física y espiritual. La muerte espiritual de Adán que
consistió en la pérdida de contacto con Dios, fue anterior a la muerte física. De Adán, la muerte
como resultado del daño moral, pasó a todas las personas. La Resurrección de Cristo constituye
el comienzo de nuestra Resurrección espiritual, el despertar en nosotros de aspiraciones
espirituales, y también de un renacimiento moral. Acerca de esta resurrección espiritual de los
creyentes, El Señor dijo: "Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo
de Dios; y los que la oyeren, vivirán" (Juan 5:25). Esta es la "primera" resurrección acerca de la
cual se habla en el libro de Apocalipsis 20:5. Esta resurrección consiste en que la gente que
creyó en el Hijo de Dios, y que creyó en el misterio del bautismo, nacen para la vida espiritual y
se hacen capaces de vivir de acuerdo a los más altos intereses y recibir los más altos
sentimientos. La gracia de Dios ayuda a los cristianos a perfeccionarse en virtud, y a crecer
espiritualmente. Por eso los apóstoles consolaban a los cristianos recordándoles que ellos en
contraposición con los incrédulos paganos "ya resucitaron con Cristo" (Col.3:1).
La resurrección espiritual en esta vida, sirve de fundamento para la resurrección física, la cual
por la fuerza de Dios todopoderoso sucederá el último día de existencia de este mundo.
Entonces las almas de todos los muertos regresarán a sus cuerpos y todas las personas revivirán,
independientemente de dónde y como murieron. Pero el aspecto de los resucitados va a reflejar
su situación interior: unos van a aparecer brillantes y alegres y otros parecerán espantosos como
muertos andantes. Acerca de la Resurrección de todos El Señor predijo de la siguiente manera:
"Porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz y los que
hicieron lo bueno saldrán a Resurrección de vida, más los que hicieron lo malo a Resurrección
de condenación" (Juan 5:28-29.).
Entretanto la Resurrección de todos que tendrá lugar hay que diferenciarla de las resucitaciones
temporales de muertos que Nuestro Señor Jesucristo y sus discípulos llevaron a cabo según Los
Evangelios y el Libro de los Hechos de Los Apóstoles. Por ejemplo la resucitación de la hija de
Jairo (Marcos 5:41), la resucitación del hijo de una viuda en el pueblo llamado Nain (Lucas
7:14), y la resucitación de Lázaro (Juan 11:43), que estuvo en la tumba cuatro días y otros, eso
fue un despertar temporal de la muerte, ya que luego de determinado tiempo murieron como
toda la gente. Pero la Resurrección de todos los muertos va a ser una resurrección eterna, en la
cual las almas de la gente se unirán por siempre con sus cuerpos sin corrupción. En la
Resurrección de todos, los justos se levantarán transfigurados, espirituales e inmortales. El
primer resucitado con este cuerpo espiritual fue Nuestro Señor Jesucristo al cual el Apóstol
Pablo lo llama el primogénito de los que murieron (1 Cor. 15:20). Entonces en la Resurrección
de todos "los justos resplandecerán como el sol en el reino de Su Padre" (Mateo 13:43).
La Fiesta le la Pascua Cristiana, los cristianos ortodoxos la celebramos alegremente, porque
nosotros en los días de Pascua más fuerte que en otro tiempo, sentimos la renaciente fuerza de
La Resurrección de Cristo; esa fuerza que dominó el poder de las tinieblas, que libero a las
almas del infierno, que abrió las puertas del Cielo, que venció los lazos de la muerte y que llenó
de vida y luz las almas de los creyentes. Es de destacar que la alegría de Pascua además se
expande a una gran cantidad de gente: No solo a los profundamente creyentes sino también a
tibios y a los alejados de Dios. Durante La Pascua todo el mundo e incluso, parece que la
naturaleza, que no tiene alma, se alegra de la victoria de la Vida sobre la Muerte.
El día de la Santa Pascua los fieles se saludan unos a otros con besos fraternales diciendo las
palabras: !"Cristo Resucitó!" y la otra persona responde: "En Verdad Resucitó!" y se
intercambian huevos coloreados que sirven como símbolo de La Resurrección. Durante todos
los días de la semana de la Pascua, la puerta de entrada al Santuario, llamada Puerta Real,
permanece abierta simbolizando que con la Resurrección de Cristo todas las personas tienen
abierto el acceso al Cielo. Desde el primer día de La Santa Pascua hasta la celebración de la
Liturgia de La Santa Trinidad (durante 50 días)no se deben hacer reverencias inclinando la
cabeza hasta el nivel del suelo.
· Comentarios
1. Acerca del milagroso evento de La Resurrección de Cristo de entre los muertos, testifica El
Fuego de Gracia que cada año la noche de Resurrección, baja y arde en el Templo de La
Resurrección de Cristo en Jerusalén. Este Templo fue construido en el lugar del Sepulcro y
Resurrección del Salvador. El origen de este fuego es inexplicable. Desde que aparece el fuego
de Gracia no se consume y con su llama es posible tocarse el rostro. Solamente después de
algún tiempo el fuego adquiere su temperatura normal. El Patriarca Ortodoxo de Jerusalén (o su
suplente),una vez que recibe el fuego de Gracia enciende con él las velas, las cuales son dadas
por el Patriarca a los numerosos peregrinos que han venido al Templo. El milagroso fuego
produce en los peregrinos presentes en el Templo una gran impresión y provoca una gran
Alegría. Es de hacer notar que el fuego de Gracia, desciende sólo para los ortodoxos y siempre
en tiempo de la Pascua Ortodoxa. Los representantes de otras confesiones de Fe, que también
ofician en este Templo no reciben el fuego de Gracia.
La pascua hebrea se celebra al día número 14 del mes lunar Nisan. Este día siempre llega en
primavera durante la luna llena. La Pascua Cristiana está íntimamente relacionada con la Pascua
hebrea. El Primer Concilio Universal que se reunió en el año 325 estableció celebrar La Pascua
Cristiana el día Domingo en el período de equinoccio de primavera y siempre después de La
Pascua Hebrea. Siguiendo estas resoluciones de Concilio y cálculos astronómicos de los
científicos de Alejandría, se ideó un sistema para calcular el día de La Pascua Ortodoxa para
cada año. Así fue como apareció la Tabla de los días de Pascua para muchos años por venir. La
secuencia de los Días de Pascua se repite cada 532 años. Según la Tabla de los días de Pascua la
mas tempranera Pascua llega el día 22 de Marzo según el antiguo estilo (4 de Abril según el
nuevo Estilo). Y la más tardía el 25 de abril según el antiguo estilo (8 de Mayo según el nuevo
Estilo). Con el movimiento de los días de Pascua también se mueven el periodo de Cuaresma y
las fiestas que celebran la entrada del Señor a Jerusalén (una semana antes de la pascua), la
ascensión del Señor (al día 40 después de la Pascua y Pentecostés (al día 50 después de la
Pascua). Según la tabla de los días de Pascua, en 1999 la pascua será el 11 de Abril según el
Nuevo estilo; y en el año 2000 será el día 1 de Mayo según el Nuevo estilo.
La Resurrección de Jesucristo fue atestiguada por los ángeles (Mateo 28:5-7, 1, Marcos 16:5-7,
Lucas 24:4-7, Lucas 23); por los apóstoles (Hechos 1:22; 2:32; 3:15; 4:10 y 33; 5:30-2; 10:29-
41; 13:31; 1 Corintios 15:15); por sus enemigos (Mateo 28:11-15) y más que todo por el mar de
milagros que se realizaron y que se continúan realizando en el nombre de Nuestro Señor
Jesucristo.
· Impresiones sobre el Fuego Sagrado
Querido...."¡Cristo resucitó! ... Permítame compartir con ustedes los acontecimientos
extraordinarios ocurridos hace unos días en Jerusalén. El sábado Santo, después de la aparición
del fuego sagrado, a las 4 de la mañana, un obispo griego vio en el cielo, directamente sobre la
cúpula del Sepulcro del Señor, una cruz roja que apareció y desapareció tres veces. El mismo
día de Pascua, una de nuestras Hermanas de Getsemani, fue durante el día a venerar el Sepulcro
del Señor. Tenia un par de velas en la mano. Cuando se prosternó delante del Sepulcro, su mano
con las velas rozó el Sepulcro y repentinamente sus velas se encendieron con un suave fuego
azul al principio, que rápidamente se convirtió en una gran llama. ¡Maravillosas son tus obras,
oh, Señor! ¡En verdad resucitó!"
Abadesa Ana, Betania.
Para aquellos que no sepan qué es el Fuego Sagrado, simplemente diré que es un gran milagro
que ha ocurrido por siglos el Gran Sábado Santo, el sábado anterior a la Pascua Ortodoxa, día de
la Resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Ello ocurre en la Catedral de la
Resurrección del Señor en Jerusalén cuando, en espera de lo que va a ocurrir, todas las llamas
de las lámparas votivas y de las velas se apagan y están frías. Entonces, todos los presentes en el
templo, esperan con espíritu de oración (y excitación) la llegada del Fuego Sagrado. El Patriarca
Ortodoxo de Jerusalén o un Obispo Ortodoxo designado entra al Santo Sepulcro después de
haber sido minuciosamente examinado en busca de material combustible. Cuando Dios lo
establece, el Fuego Sagrado aparece sobre la lápida de mármol que cubre la roca sobre la que
yacía el cuerpo del Señor en el momento de Su Resurrección. A veces el Fuego Sagrado entra
en otra parte de la Catedral, a veces lo hace simultáneamente en varios lugares, en lámparas
votivas o en velas, sobre íconos o simplemente en al aire. Esta llama arde pero no quema, los
fieles se bendicen con él, y aún los que tienen barba o los hombres y mujeres con cabello largo
no se les chamusca instantáneamente como ocurre con el fuego normal. Después de un tiempo
la llama se revierte al estado "normal" del fuego. Este milagro nunca fue encontrado falso por
aquellos que desearían ver a la Iglesia Cristiana Ortodoxa avergonzada delante las naciones no
cristianas y ateas.
Archipreste Stefan Pavlenko.
P.S. Llamé a la Abadesa Ana de Jerusalem y dijo que cuando envió la carta no sabía que lo
mismo (velas que se encendieron por la gracia de Dios) ocurrió varias veces el día de Pascua
como le ocurrió a la monja de Getsemaní.
· El Fuego del Santo Sepulcro
"Una muchedumbre de creyentes se reúne el Sábado Santo en la Iglesia del Santo Sepulcro. En
ese día desciende fuego del cielo y enciende las lámparas en la Iglesia." Así se lee en uno de los
muchos libros del siglo XII con itinerarios pascuales para Tierra Santa.
El Milagro del Fuego Sagrado" es conocido por los cristianos de la Comunidad Ortodoxa como
"el mayor de todos los milagros cristianos." Se manifiesta cada año, a la misma hora, del mismo
modo y en el mismo lugar. No se conoce ningún otro milagro que se haya producido - y se esté
produciendo - tan regularmente y por tan largo tiempo.
Hay fuentes tan antiguas como del siglo VIII d.C. que documentan este milagro. Tiene lugar en
la Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, la cual es, para millones de creyentes, el lugar más
sagrado de la tierra.
Ee puede seguir la traza del milagro a través de los siglos, en los numerosos itinerarios
pascuales para Tierra Santa. El abad ruso Daniel presenta, de manera minuciosa, en su itinerario
escrito entre 1106 y 1107, el "Milagro de la Santa Luz" y la ceremonia relacionada con él. Nos
dice cómo el Patriarca entra en la Capilla del Santo Sepulcro (La Anástasis) con dos velas
apagadas. Se arrodilla frente a la piedra sobre la cual Cristo fue colocado luego de su muerte, y
recita ciertas oraciones, luego de las cuales ocurre el milagro: Se manifiesta una Luz procedente
del corazón de la piedra -una luz azul, indefinible- que luego de cierto tiempo enciende
lámparas cerradas de aceite y las dos velas del Patriarca. Esta luz es el "Fuego Sagrado," y se
difunde a todos aquellos presentes en la Iglesia.
La ceremonia que rodea al "Milagro del Fuego Sagrado" podría ser la más antigua ceremonia
ininterrumpida de la cristiandad en el mundo. Desde el siglo IV d. C. hasta nuestros días,
numerosos documentos mencionan el admirable portento. Los testimonios ponen en evidencia
que el milagro ha sido celebrado en el mismo lugar, en la misma festividad y con el mismo
marco litúrgico a lo largo de los siglos.
Para investigar sobre este tema, viajé a Jerusalén para estar presente en la ceremonia. Y doy
testimonio de que el milagro no sólo ha sucedido en la iglesia primitiva y a lo largo de la Edad
Media, sino también el sábado 29 de abril de 2000.
El Patriarca Ortodoxo Griego de Jerusalén, Diodoro I, es quien todos los años entra en la tumba
para rezar y recibir la Llama Sagrada. Ha sido Patriarca de Jerusalén desde 1982, por lo que
resulta un testigo clave del milagro. Antes de la ceremonia me recibió en audiencia privada, y,
gracias a su intervención, fui admitido en los balcones de la cúpula de la Basílica del Santo
Sepulcro, desde donde tuve una vista privilegiada sobre el gentío que se reunió alrededor de la
tumba, anticipando el "Gran Milagro del Fuego Sagrado."
¿Qué es lo que realmente ocurre en el Santo Sepulcro el Sábado de Pascua? ¿Por qué tiene tanto
impacto en la Tradición Ortodoxa? ¿Por qué pareciera que nadie haya oído acerca de él?
El milagro ocurre cada año en el sábado de Pascua Ortodoxo, y es celebrado conjuntamente por
todas las comunidades ortodoxas. Hay muchas denominaciones de cristianos ortodoxos
presentes: Sirios (de Antioquía), Armenios, Rusos y Griegos, y también Coptos. Sólo en la
Iglesia del Santo Sepulcro hay siete diferentes denominaciones cristianas, y todas, excepto la
Católica, participan en la ceremonia.
"La llama viene milagrosamente de Cristo al Patriarca Griego Ortodoxo dentro de la Tumba.
Este lo entrega a los metropolitanos Armenio y Copto, los que, a su vez, lo entregan a las
restantes comunidades, quienes la difunden a todos sus fieles. Terminada la ceremonia, los
creyentes de todo Israel y territorios Palestinos la llevan a las casas de sus familiares. Peregrinos
que vienen de más lejos hacen abundante provisión de aceite para las lámparas especiales con
las que llevan la llama a sus países."
La compañía aérea Olympic Airways está ayudando a distribuir la llama a numerosos países
donde hay Cristianos Ortodoxos, especialmente a Alejandría, en Egipto, y a Rusia, pero también
a Georgia, Bulgaria y los Estados Unidos de Norteamérica. Todos los años escribimos cartas de
recomendación al Ministro de Asuntos Religiosos de Israel, quien da facilidades a los
peregrinos que llevan lámparas con el Fuego Sagrado, simplificándoles el tránsito por los
puestos de Aduana y hacia sus respectivos aviones. Así de importante es la difusión de la Llama
para nosotros. Es Sagrada y nos recuerda cómo el Único Espíritu Santo está presente en todas
las partes del Cuerpo de Cristo, del mismo modo que la sangre fluye por todos los miembros del
cuerpo humano."
Desde aproximadamente las 11 de la mañana, hasta la una de la tarde, los Cristianos Árabes
cantan en alta voz canciones tradicionales. Estas canciones se remontan al siglo XIII, época de
la ocupación turca de Jerusalén, cuando los cristianos sólo podían cantar sus canciones en las
iglesias. "Somos los Cristianos, lo hemos sido por siglos y lo seremos por siempre. Amen!"
cantan a voz en cuello, acompañados por el sonido de tambores. Los tamborileros van sentados
sobre los hombros de otros, que danzan ardorosamente alrededor de la Capilla del Sepulcro.
A la una de la tarde las canciones se apagan y se hace silencio, un silencio tenso y cargado de
electricidad por la anticipación de la gran manifestación del Poder de Dios que todos están por
presenciar. También a la una de la tarde una delegación de las autoridades locales se abre paso a
golpes de codo entre la multitud. Aunque estos oficiales no son Cristianos, son parte de la
ceremonia. En tiempos de la ocupación turca de Palestina eran Turcos Musulmanes; hoy son
Israelíes. Su función es la de representar a los romanos de los tiempos de Jesús.
El Evangelio habla de romanos que fueron a sellar la tumba de Jesús para que sus discípulos no
pudiesen robar Su Cuerpo y proclamar que había resucitado. Del mismo modo, las autoridades
israelíes vienen el Sábado de Pascua y sellan la tumba con cera. Es costumbre que antes de
sellar la puerta entren a la tumba, para verificar que no haya fuego escondido con el que pudiese
producirse algún fraude. Así como los romanos estaban para garantizar que no hubiese
manipulación después de la muerte de Jesús, del mismo modo, en nuestros tiempos, las
autoridades israelíes locales están para garantizar que no hayan trucos.
Una vez que la tumba ha sido inspeccionada y sellada, toda la iglesia canta el Kyrie Eleison. A
la una y cuarenta y cinco minutos aparece el Patriarca a la saga de una procesión que recorre el
perímetro de la tumba tres veces, después de lo cual se despoja de sus ornamentos litúrgicos
reales, y queda vestido sólo de su blanca alba, como signo de humildad frente al gran portento
de Dios, del cual está por ser el testigo clave.
Todas las lámparas de aceite han sido apagadas la noche anterior, y ahora se apaga toda luz
artificial, de modo que casi todo el templo se encuentra a oscuras. El Patriarca entra con dos
grandes cirios en la Capilla del Santo Sepulcro, primero en la pequeña antecámara y de allí a la
misma tumba.
No es posible ver lo que ocurre en el ambiente de la tumba, de modo que pregunté al
Patriarca de Jerusalén, Diodoro:
"Su Beatitud, ¿Qué ocurre cuando usted entra en el Santo Sepulcro?"
- "Entro en la tumba y me arrodillo lleno de temor sagrado ante al lugar donde Cristo fue
extendido luego de Su muerte, y de dónde Él resucitó. Rezar en el Santo Sepulcro es siempre
para mí un momento muy sagrado, en un lugar muy sagrado. Es aquí de dónde Él se levantó
nuevamente en gloria, y es desde aquí que Él difundió Su Luz al mundo."
"Creo que no es casualidad que el Fuego Sagrado surja de este lugar preciso. En Mateo 28, 3 se
dice que cuando Cristo se levanto de la muerte, vino un ángel, rodeado de una terrible luz. Creo
que la impresionante luz que envolvió al ángel en la Resurrección del Señor es la misma luz que
aparece milagrosamente cada año el sábado de Pascua. Cristo nos quiere recordar que Su
Resurrección es una realidad, y no simplemente un mito: Él vino realmente al mundo para
ofrecer el necesario sacrificio de Su muerte y resurrección, para que el ser humano pudiese ser
re-unido con su Creador."
Busco mi camino en la oscuridad hacia el interior de la cámara, en la que caigo de rodillas.
Recito aquí ciertas oraciones que nos han sido transmitidas a lo largo de los siglos y, una vez
que las termino, espero. A veces debo esperar algunos minutos, pero habitualmente el milagro
ocurre apenas después de que he pronunciado las oraciones."
Del interior mismo de la piedra sobre la cual fue colocado Jesús se derrama una luz indefinible.
Generalmente tiene un tinte azulado, pero el color puede cambiar y tomar diferentes matices.
No puede ser descrita en términos humanos. La luz se eleva de la piedra como la bruma se eleva
de un lago. Casi parece que la piedra está cubierta por una neblina, pero es luz."
La luz se comporta de manera diferente cada año. Algunas veces cubre únicamente la piedra,
mientras que otras veces ilumina todo el Sepulcro, de modo que quien está afuera de la tumba y
que mira hacia adentro la ve llena de luz. La luz no quema; en los 16 años que he sido Patriarca
de Jerusalén y recibido el Fuego Sagrado nunca me he quemado la barba. La luz es de
consistencia diferente a la del fuego normal que arde en una lámpara de aceite."
A un cierto momento la luz se eleva y forma una columna en la que el fuego es de naturaleza
diferente, por lo que logro encender mis cirios de él. Una vez que he recibido la llama en mis
cirios, salgo y doy fuego, primero al Patriarca Armenio, y luego al Copto. Posteriormente doy
fuego a toda la gente presente en el templo."
Mientras el Patriarca está dentro de la capilla arrodillado frente a la piedra, hay oscuridad, pero
no silencio afuera. Se oye un fuerte murmullo y la atmósfera es muy tensa. Cuando el Patriarca
sale con los dos cirios encendidos, que resplandecen en la oscuridad, un estrépito de júbilo
resuena en el templo, únicamente comparable al que se produce al anotarse un gol en un torneo
de fútbol.
El milagro no se reduce a lo que ocurre dentro de la pequeña tumba donde reza el
Patriarca. Lo que puede ser aún más significativo es que se dice que la luz azul aparece y
actúa fuera de la tumba. Todos los años los fieles afirman que esta luz milagrosa enciende
espontáneamente velas que ellos sostienen en sus manos. Todos en la Iglesia esperan con
velas, en la esperanza de que se enciendan espontáneamente.
Frecuentemente se encienden por sí mismas, ante los ojos de los peregrinos, lámparas de aceite
cerradas. Se ve a la llama azul moverse en diferentes lugares en el templo. Numerosos
testimonios firmados de peregrinos a quienes se les encendieron espontáneamente sus velas
atestigua la veracidad de estos sucesos. La persona que experimenta el milagro de cerca, sea que
se le enciende una vela, o ve la luz azul, usualmente parte cambiado de Jerusalén.
Podría plantearse por qué el Milagro del Fuego Sagrado es poco conocido en Europa occidental.
En los países protestantes puede ser explicado en cierta medida por el hecho de que no hay
tradición de milagros; allá la gente realmente no sabe en qué compartimento colocar los
milagros, y éstos no ocupan mucho espacio en los diarios. Pero en la Tradición Católica hay un
amplio interés por milagros.
Entonces, ¿Por qué no es más conocido? Una sola explicación cabe: política eclesiástica. Sólo
las Iglesias Ortodoxas participan de la ceremonia enmarcando el milagro. Ocurre en la fecha de
la Pascua ortodoxa y sin la presencia de ninguna autoridad Católica. Para algunos ortodoxos
esta es la prueba de que la Iglesia Ortodoxa es la única legítima Iglesia de Cristo en el mundo, y
esta afirmación puede causar obviamente cierta aprehensión en círculos Católicos.
Como sucede con muchos otros milagros, hay gente que cree que se trata de un fraude, de una
obra maestra de la propaganda Ortodoxa. Creen que el Patriarca tiene un encendedor adentro de
la tumba. Estas críticas, sin embargo, enfrentan una serie de problemas. Los fósforos y otros son
descubrimientos recientes. Hasta hace poco encender fuego era una tarea que requería mucho
más tiempo del que el Patriarca pasa dentro de la tumba. Se podría decir que tiene una lámpara
de aceite prendida dentro de la tumba, de la que enciende los cirios, pero las autoridades locales
confirman haber revisado la tumba y no haber encontrado luz alguna en ella.
Los principales argumentos contra el fraude, sin embargo, no son los testimonios de los
Patriarcas, que van pasando uno a uno. El mayor desafío que encuentran las críticas son los
miles de testimonios independientes de peregrinos, cuyas velas se encendieron espontáneamente
delante de sus ojos, sin explicación posible.
De acuerdo a nuestras investigaciones, nunca había sido posible filmar alguna de las velas o
lámparas de aceite mientras se encendían solas. Sin embargo, tengo un video filmado por un
joven ingeniero de Belén, Suhail Thalgieh. El Sr. Thalgieh ha estado presente en la ceremonia
del Fuego Sagrado desde su niñez. En 1996 se le encomendó filmar la ceremonia desde el
balcón de la cúpula del templo. Junto a él, en el balcón, estaban una monja y otros cuatro
creyentes. La monja estaba a la derecha del Sr. Thalgieh.
En el video se puede ver cómo él enfoca hacia la multitud, usando el zoom. A un cierto
momento todas las luces se apagan - es el momento en que el Patriarca entra en la tumba y toma
el Fuego Sagrado. Mientras el Patriarca se encuentra todavía en el interior de la tumba, se oye
un súbito grito de sorpresa y admiración proveniente de la monja que esta junto al Sr. Thalgieh.
La cámara comienza a sacudirse, mientras se escuchan las voces excitadas de las otras personas
presentes en el balcón. La cámara gira hacia la derecha, y es posible ver la causa de la emoción.
Un cirio grande, sostenido por la monja rusa, se enciende frente a la gente presente, antes de que
el Patriarca salga de la tumba. Con mano temblorosa la monja sostiene el cirio mientras se hace
repetidamente la señal de la cruz en acto reverente por el portento del que es testigo.
El milagro, como la mayor parte de los milagros, está rodeado de misterio. Como dijo el
Arzobispo Alexios de Tibenas cuando lo visité en Jerusalén: " El milagro nunca ha sido filmado
y, tal vez, nunca lo sea. Los milagros no pueden ser probados. Se requiere de fe para que un
milagro dé fruto en la vida de una persona, y sin este acto de fe no hay milagro en sentido
estricto. El verdadero milagro en la tradición Cristiana tiene un solo propósito: extender la
Gracia de Dios en la creación; y Dios no puede extender Su Gracia sin la fe de Sus criaturas."

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