Academia de Obreros - NIVEL 3 Portada

ACADEMIA
DE
OBREROS
NIVEL 3
La Visión
ACADEMIA
DE
OBREROS
INDICE
- 1era Clase – El poder de la visión. 5
- 2da Clase – Pasión por las almas. 13
- 3era Clase – Valores. 21
- 4ta Clase – Eventos y procesos. 29
- 5ta Clase – Misión global. 39
- 6ta Clase – Ajustándonos al modelo. 47
- 7ma Clase – Razones para ser una iglesia con: Casas de Esperanza. 53
- 8va Clase – ¿Cómo presentarle a Cristo a otros? 61

Academia de Obreros Nivel 3 - La Visión
CLASE 1
EL PODER DE LA VISIÓN
Pasaje bíblico: Habacuc 2:2.
“Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas,

para que corra el que leyere en ella”.
INTRODUCCIÓN:
Una vez iniciado tu transitar en el Señor, debes procurar ser transformado en un

discípulo de Jesús y ser un hacedor de su palabra. Así tu corazón y tu mente serán impactados
por los grandes propósitos de Dios, adquiriendo una nueva visión de vida.
El camino del éxito está determinado por una visión. Las escrituras nos revelan que para
Dios llevar a cabo sus propósitos se valió de hombres, que fueron dotados de la capacidad de
discernir su voluntad. A cada uno reveló sus planes, rodeándolos a su vez de personas que se
identificaron con ellos, convirtiéndose así en la fuerza impulsora de la visión.
El tema de hoy te permitirá conocer en detalle los aspectos relacionados con la visión
de la iglesia. Permite al Espíritu Santo ministrar a tu vida y súmate a la gran comisión para
alcanzar las multitudes.
1. ¿QUÉ ES LA VISIÓN?
Es la que nos dice a dónde vamos y lo que queremos ser.
Es la clave para abrir las puertas de lo que fue y de lo que es. Nos puede llevar a la
zona de lo que se puede hacer y llegar a ser pero que todavía no existe. La visión nos libera de
las limitaciones que ven nuestros ojos y nos permite entrar en libertad a todo aquello que el
corazón puede sentir.
La visión hace que lo invisible se vuelva visible y que lo desconocido se convierta en una
posibilidad. Ella nos lleva a pensar en propósito, en razón de ser, en dirección o rumbo a tomar.
La visión es el plan de Dios revelado al hombre para que éste lo ponga por obra. Todo
lo que vemos, todo lo que somos, es el producto de la visión de Dios en la creación. A su vez, el
hombre heredó esta misma capacidad por haber sido hecho a su imagen y semejanza: “… y dijo:
Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces
del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y
sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo” (Génesis 1:26) (NVI) y es la razón por la
cual Dios espera que ejecutemos su plan.
5
Una visión es lo que ha motorizado a grandes líderes que han afectado a naciones por
encima de todo tipo de dificultades.
En tal sentido la visión radica en tener claridad en cuanto a lo que Dios quiere que yo
haga, y es por medio de la fe que logramos trasladar de lo sobrenatural a lo natural los propósitos
de Dios a través de la revelación impartida por su Espíritu Santo.

Para concebirla debemos conocer el corazón de Dios, de modo que podamos saber que
la visión viene de Él. Si no nos esforzamos por conocerle, difícilmente sabremos reconocer si la
visión es de Él o no.
La visión hace que lo invisible se vuelva visible y que

lo desconocido se convierta en una posibilidad.
2. PRINCIPIOS DE UNA VISIÓN
La visión:
• Es el producto o fruto del propósito.

• Es la fuente del verdadero liderazgo.
• Es el propósito documentado.
• Es detallada, hecha a la medida de las necesidades, distinta, única y razonable.
• Nunca mantiene un mismo “status quo”.
• Siempre requiere cambios.
• Siempre se enfoca en el futuro.
• Crea disciplina personal.
• Es resultado de inspiración divina.
• Es generacional.
• Manifiesta fases o etapas.
• Siempre significa dar a individuos.
• Siempre es más grande que el visionario.
• Es más poderosa que la muerte.
• Capacita a la gente para que tome acciones.
3. CARACTERÍSTICAS DE LA VISIÓN
➢ Potencia impulsora de grandes líderes:
• Te permite enfocarte y alcanzar el éxito.

• Te impone descubrir cuál es el propósito de Dios para tu vida.
• Te permite disponer de todos sus recursos para desarrollarla.
• Si la mente de Cristo te es revelada, el éxito es una garantía.
(Filipenses 4:8)
6
➢ Potencia que produce vida:
• Te exige permanecer en una dimensión espiritual y desde allí proyectar lo que deseas
desarrollar en lo natural, no a la inversa.
• Como consecuencia indefectible crea en ti la capacidad de llamar las cosas que no son
como si fuesen.
➢ Capaz de ser materializada por un líder de éxito:
• Redimir a la humanidad de una condenación garantizada fue la visión de nuestro

Salvador, y sabemos que no existe otro medio posible para ello.
• Nuestra visión (El modelo de Jesús) nos impone compartirle a otros el plan de
salvación y de esta forma darle continuidad a lo que Dios diseñó para el hombre.
4. DEFINIENDO E IDENTIFICANDO NUESTRA VISIÓN
Tú has comprendido hasta este momento lo que es una visión y lo que la identifica como
proveniente de Dios. A su vez, que la misma está asociada a un ministerio y a un liderazgo.
Para llevarla a cabo se necesitan dos cosas importantes:
1. Vida, espíritu o la motivación correcta.

2. Estructura y cómo se debe hacer.
Como miembro de nuestra iglesia Centro de Esperanza, estás involucrado en

nuestra visión:
“ALCANZAR LAS MULTITUDES A TRAVÉS DEL MODELO DE
JESÚS, HACIENDO DE CADA MIEMBRO DE NUESTRA IGLESIA,
UN LÍDER CAPACITADO PARA REPRODUCIR LA OBRA DE DIOS,
POR MEDIO DEL PODER DEL ESPÍRITU SANTO”.
Este modelo presenta las siguientes características:
• No es una estrategia más, es el modelo que Jesús aplicó. Es la aplicación

de sus principios.
• No es un evento, es un proceso.
• No es un modelo de persuasión, es un modelo de relación.
• No es un modelo de “iglecrecimiento”, es un modelo de vida y cuidado pastoral que
busca la bendición de cada persona.
• El modelo no es la visión, es una estrategia.
7
5. EL PROCESO INTERIOR DE NUESTRA VISIÓN
La visión de Centro de Esperanza es desarrollada mediante el proceso de EL MODELO

DE JESÚS el cual se define por los siguientes pasos:
• Ganar: Es el estilo de vida por medio del cual llevamos a los pies de Cristo
a las personas.
“Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado

toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan
y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
(Mateo 28:18-19) NVI.
Para ello todas las actividades y esfuerzos deben ir encaminadas a engrandecer el Reino
de Dios a través de nuevos convertidos con:
• Evangelismo personal.
• En el templo.
• En las Casas de Esperanza.
• Eventos masivos y mini masivos como: conciertos, campañas, convivencias, cursos,
talleres, día de la madre o del padre, etc.
• Consolidar: Es el proceso mediante el cual se afirma la decisión del nuevo creyente,

cuidándolo y atendiéndolo con el fin de reproducir el carácter de Cristo en él, de manera
que su vida cumpla con el propósito de Dios: Dar fruto que perdure (Juan 15:16). El
propósito de todo cuanto se hace en consolidación, apunta a lograr que los convertidos
permanezcan en el Señor hasta que maduren y lleguen a ser discípulos fieles.
• Discipular: Es el proceso de vida en el cual la persona es formada para llegar a ser

obrero, teniendo como objetivo fundamental el hacer de cada creyente un líder, es decir,
alguien capaz de reproducir el carácter de Cristo en él mismo y en otras personas.
Para tener un discipulado sano se deben seguir los principios de Jesucristo:
a) Yo escojo a los que yo quiero: “Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso;
y vinieron a él”. (Marcos 3:13)
• Deben saber para qué y por qué son llamados.

• Escojo a los que sé que voy a poder enseñar: “Y los discípulos de Juan y los de los
fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de
los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?”. (Marcos 2:18)
8
b) Pasar tiempo con ellos/relación: “Y estableció a doce, para que estuviesen con él…”.
(Marcos 3:14)
• Por sus frutos: ¿Cuáles son?

• Debo escoger y darles tiempo.
c) Servicio: “…y para enviarlos a predicar”. (Marcos 3:14)
• Jesús luego que conoció a sus discípulos los envió.
d) Reconocer autoridad: “y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para

echar fuera demonios”. (Marcos 3:15)
• Autoridad espiritual.
• Deben reconocer quién es su autoridad.
El discipulado nos habilita para ejercer un liderazgo de influencia:
“Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo

estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. (Mateo 28:20)
“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que
sean idóneos para enseñar también a otros”. (2 Timoteo 2:2)
¿De qué manera podemos formar a las personas que llevamos a los pies de Cristo?

• Formar: Este proceso se realiza a través de:
1. Academia de Obreros (4 niveles con 2 meses de duración cada uno).

2. Seminarios o estudios.
3. Escuela de Ministerios.
• Enviar: Cuando hayas cumplido estas tres (3) fases del modelo de Jesús, estarás listo
para iniciar la cuarta fase, donde se te enviará con otra persona como pareja ministerial a
abrir una Casa de Esperanza.
Antes de que esto suceda debes asistir a un “retiro de lanzamiento”, para ser
ministrado en temas de liderazgo y se te darán instrucciones específicas de cómo iniciar una
Casa de Esperanza.
En el “retiro de lanzamiento” se te delegará poder y autoridad para ser testigo de Cristo.
En esta etapa tenemos la oportunidad de poner a funcionar los talentos con los que Dios
nos ha dotado y que han sido perfeccionados durante la capacitación.
9
6. COMPRENDIENDO EL ALCANCE DE DIOS
• ¿Hasta dónde llega?
La visión de Dios es discipular naciones enteras:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el

nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. (Mateo 28:19)
Si no mira lo que el Señor nos dice en el libro de los Salmos 2:8:
“Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines
de la tierra”.
• Lo que Dios desea.
Dios quiere esta nación para Él. Tengamos la convicción que Dios nos dará esta
ciudad y esta nación para su gloria. Él nos capacitará en esta tarea:
• Con el poder del Espíritu Santo para testificar.
“… pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último
de la tierra…”. (Hechos 1:8)
• Con la Palabra de Dios.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia…”. (2 Timoteo 3:16)
• Con la estrategia: El modelo de Jesús.
• Lo que no nos puede pasar.
La unción no nos puede gustar más que la visión, ya que la primera nos capacita para
que cumplamos la segunda.
La unción nos lleva a desear desarrollar la visión de Dios.
Nuestro lema de la visión es “Alcanzar Las Multitudes”

a través de: Casas de Esperanza, discipulado, liderazgo
efectivo, consolidación y ganar en los distintos
métodos evangelísticos.
10
Conclusión:
La visión es el plan de Dios revelado al hombre para que éste lo ponga por obra. Es la
potencia motriz que nos impulsa a alcanzar los más grandes propósitos de la vida.
Nuestro lema de la visión es “Alcanzar las multitudes” a través de:

Casas de Esperanza, discipulado, liderazgo efectivo, consolidación y ganar en los
distintos métodos evangelísticos. Recuerda, todos hemos sido llamados a hacer realidad
la visión y a desarrollar el propósito de Dios en la tierra.
Aplicación:
• Tienes que ser alguien cuyos sueños estén guiados por el Señor, y cuando inviertas en
los sueños de Dios, vas a cosechar en los tuyos.
• Establece metas de corto, mediano y largo alcance (espirituales, personales, familiares,

ministeriales y seculares) y proponte alcanzarlas.
• Determínate a comprometerte con la visión sin alternativas posibles y esto

te dará enfoque.
NOTAS IMPORTANTES
11
Clase 2
PASIÓN POR LAS ALMAS

Pasaje bíblico: Proverbios 24:11.
“Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte”.
Textos clave:
• Marcos 7:34–44.
• Mateo 9:35–38.
• Mateo 28:19.
INTRODUCCIÓN:
Cuando recordamos hechos como: el atentado a las Torres Gemelas en EE.UU (11 de
Septiembre de 2001), la tragedia de Vargas en Venezuela (Diciembre de 1999),
o cualquier otro que haya dejado huella a escala mundial, es muy posible que a nosotros como
cristianos nos hubiese gustado tener en ese momento el ingenio o el poder para salvar a esas
miles de personas que murieron en esas circunstancias. No obstante, ¿Qué hay de las personas
que en este preciso momento están perdidos al borde del infierno? ¿Cuántas personas de las que
se encuentran en la calle, están ya por morir y no se dan cuenta? ¿Qué estamos haciendo por
eso? La realidad es que no es con tu ingenio o poder que vas a salvar vidas, lo que necesitas es
pasión por las almas.
DEFINICIÓN DE LA PALABRA PASIÓN
• Se deriva del latín y significa: sufrimiento.
• La pasión es una inclinación hacia alguien o algo excesivo y exclusivo. A esta emoción
le acompañan siempre: sufrimientos, desengaños y tormentos. Con la pasión el equilibrio
mental se trastoca y uno se implica en cualquier decisión que incluya el objeto pasional.
• “Inclinación o preferencia muy vivas de alguien hacia otra persona”. (D.R.A.E)
• “Apetito o afición vehemente a algo”. (D.R.A.E)
NADA GRANDE SE HA HECHO EN EL MUNDO SIN UNA GRAN PASIÓN
Los grandes hombres, deportistas, científicos y exploradores, han alcanzado grandes

cosas y logros para sus vidas por la pasión que han puesto en lograr lo que soñaban.
Con mayor razón nosotros como cristianos, debemos movernos en esa pasión por ganar
almas para el reino y evitar que éstas se pierdan.
13
En cierta ocasión el evangelista Dwight L. Moody fue a Inglaterra a predicar. Unos

pastores se reunieron para ir a verlo y descubrir cómo era posible que este predicador que
no tenía mayor educación, pudiera reunir multitudes y lograr que recibieran el mensaje
de salvación.
D. L. Moody los llevó a una ventana de la habitación del hotel donde estaba
hospedado y le pidió a cada pastor que dijera qué veía desde esa ventana, a lo que ellos mencionaron:
“Gente… Caballos circulando por la calle… Personas que se mueven en sus obligaciones
cotidianas…” y tantas otras respuestas similares.
Finalmente, los pastores le preguntaron a él qué veía desde esa ventana y él les
respondió: “Una multitud que está camino al infierno”. ¡Ésa era su motivación! Ese era su secreto:
pasión por las almas.
¿Qué ves desde tu ventana? ¿Tu vida, tu lugar en la iglesia de Cristo, tus amigos, tus
familiares, tus vecinos, tus clientes? ¿Ves acaso lo que veía Cristo? ¿Qué te motiva? ¿O acaso
no sientes dolor por saber lo que les espera? ¿Por qué estás aquí hoy? ¿Quieres prepararte para
ganarlos a ellos, o sólo por cumplir con un requisito más de la iglesia o graduarte en la
Academia de Obreros?
JESÚS: UN EJEMPLO DE PASIÓN POR LAS ALMAS
En nuestro diario vivir debemos imitar al maestro en su gran enseñanza, contemplada en

el libro de Mateo 9:35-38:
“Recorría Jesús todas las ciudades y las aldeas, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda
dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque
estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros
pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.
El versículo 35 de Mateo 9 nos habla de que: “Recorría Jesús todas las ciudades
y aldeas...”. Él fue a todas las ciudades y aldeas, no se estableció en una comunidad,
continuamente estaba moviéndose.
Luego el versículo 36 describe lo que sintió Jesús al ver las multitudes, y ¿Qué hay de
nosotros? ¿Qué pasa cuando vemos las multitudes? ¿También tenemos compasión?

En el versículo 37 Jesús devela una gran verdad: “A la verdad la mies es mucha, mas los
obreros pocos”. En sus días había el mismo problema que en nuestros días: una gran cosecha,
pero pocos obreros. La solución a esto es: “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros
a su mies”.
14
Debemos manifestar tener pasión aferrada por las almas que no han recibido a Cristo.
Por ello tenemos que estar conscientes de las personas que no tienen oportunidad, las que están
destinadas a la condenación eterna por los siglos de los siglos. De allí que nosotros debemos
sentir angustia y dolor, por todos aquellos que se mueven en el mundo de pecado y que
diariamente parten al morir sin tener una luz de esperanza para su vida eterna.
Es hora de que como creyentes dejemos de estar cómodamente sentados en nuestros

templos, recibiendo domingo a domingo las prédicas y engordando espiritualmente, sin dar
lana ni leche. Ya es tiempo que como obreros del Señor cambiemos esa actitud para que otros
conozcan y lleguen a alcanzar la salvación.
EL APÓSTOL PABLO: EJEMPLO DE PASIÓN POR LAS ALMAS
Cuando leemos 2 Corintios, capítulo 5 y 6; vemos que Pablo era un hombre vehemente
porque era:
a) Apasionado: colocaba empeño en su ministerio y en el papel que se le había otorgado.
b) Consumido en pasión por Dios.
c) Entusiasta por ganar a las almas perdidas.
d) Dispuesto a lo que fuera con tal de poder compartir la verdad del evangelio con el
perdido.
No podemos entender la vida de Pablo a menos que nos demos cuenta de su motivación
y esa pasión que lo movía.
En Hechos 14 leemos que Pablo estaba predicando en la ciudad de Listra. Alguien fue
sanado y eso produjo un escándalo. La gente se agolpó y entre los que estaban viendo el milagro
había personas que no estaban de acuerdo con Pablo. De hecho, no lo querían para nada.
En este camino, hay de los que van por la vida con una piel tan delgada que cualquier
situación negativa les causa tal ofensa, que no sólo dejan la iglesia, sino que también dejan al
Señor.
¿Cómo puede alguien parar a un hombre como Pablo que nada ni nadie
lo amedrentaba? ¿Cómo puede uno derrotar a alguien tan motivado y tan apasionado?
En Romanos 9:3 Pablo escribió sobre su pasión por las almas: “Porque deseara yo
mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos…”. Esto lo que dice es:
Estoy dispuesto a ir al infierno si eso significa que mi pueblo Israel es salvo. Pablo estaba
dispuesto a ser maldecido con tal que la nación pudiera ser salva.
15
La vida de Pablo es un vivo ejemplo de pasión por almas, comprendiendo que la pasión
que debemos desarrollar no tiene nada que ver con:
a) La educación secular o social que uno pueda tener o no tener.
b) La condición social o herencia.
c) El lugar que ocupes en la iglesia o ministerio.
d) El tiempo que tengas de estar visitando tu congregación.
e) Lo influyente que seas para hablar de la palabra de Dios.
Todo lo anterior no tiene importancia si se tiene una genuina pasión para que la obra de
Dios y su reino sea establecido y consolidado en la vida de los semejantes.
Si no hay pasión no importa lo que se enseñe desde el púlpito. No importa cuántos libros
leas o cuántas horas de televisión cristiana veas. Pablo como primera motivación tenía: el cielo.
No tenía temor a morir en esta vida porque sabía exactamente lo que le esperaba al otro lado del
sepulcro. Cuando uno tiene ese conocimiento, pierde el temor a lo demás.
Pablo tenía también una segunda motivación: un gran deseo de agradar a Dios,
sabiendo que iba a presentarse delante de él para ser juzgado y por lo tanto añoraba alcanzar su
corona, misma que también está preparada para todos nosotros.
SI NO HAY PASIÓN NO IMPORTA LO QUE
SE ENSEÑE DESDE EL PÚLPITO.
¿PODEMOS QUEDARNOS TRANQUILOS?
Estar cómodos asistiendo a la iglesia los días de servicio, nunca llevar las buenas nuevas
del Señor a otros y aun así cumplir sus mandamientos… ¿Crees que Dios estaría satisfecho con
esto?

En la Biblia podemos encontrar expresiones como: toda nación; todo el mundo; toda
criatura; cada lengua, pueblo y nación, lo último de la tierra… y un ejemplo de ello es el siguiente
versículo:
“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el

nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. (Mateo 28:19)

En otras palabras, el evangelio fue dado para ser predicado a todo el mundo y cada
nación, lengua y pueblo debe escucharlo. ¿Qué estás haciendo al respecto? ¿Qué vas a hacer? Las
órdenes de Dios deben obedecerse, sus mandamientos deben ser cumplidos, y no hay forma de
evadir el asunto.
16
NO HAY EXCUSAS
El libro de Marcos (capítulo 6) hace mención de cuando el Señor estaba con los
discípulos y había una gran multitud. Él se vuelve a los discípulos y les dice (versículo 37):
“… Dadles vosotros de comer…”. Vean los tres personajes ahí: las multitudes, los discípulos
y el Señor.
Fue allí donde ellos se tambalearon, sacaron sus excusas y salió a florecer su incredulidad
y temores. En una situación similar es muy posible que a nosotros nos pasarían muchas cosas
por la cabeza, como por ejemplo: “Es que no sé hablarle a nadie...”, “¡Es que me da temor!...”, “Es
que yo estoy muy nuevo en el Señor...”, “Es que no conozco mucho de la palabra de Dios...”, “Es que
no conozco a nadie...”, “Es que no estoy preparado...”, “Es que...”, tantas cosas; pero el Señor sigue
diciendo: “… Dadles vosotros de comer…”.
El libro de Juan capítulo 6 versículo 31 al 35 dice:
“Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del
cielo les dio a comer. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio
Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque
el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron:
Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí
viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”.
¿Quién es el que tiene el pan que descendió del cielo? Tú que recibiste a Jesucristo, porque
él es el pan que descendió del cielo. No es propiedad exclusiva del pastor o de sus líderes.
La responsabilidad está directamente comisionada a nosotros. La palabra “dadles” no

indica que sea algo opcional, ni tampoco una sugerencia que el Señor les daba a los discípulos.
Él hace uso de un verbo imperativo: “Dadles”. De igual forma, a nosotros nos compete esta tarea;
no es para que lo pensemos, es para que lo hagamos.
La gente necesita comer y quienes tenemos el pan somos nosotros. Por ello, tenemos que
tomar una decisión y hacer caso a lo que Dios dice. Si seguimos como vamos, vendrá el Señor y
no encontrará la cosecha que él quiere salvar.
Hoy estamos viviendo una vida en donde nos alimentamos de la palabra, pedimos que
oren por nosotros, que el Señor nos sane, nos bendiga, nos prospere, pero si nos encontramos
con alguien que necesita que le hablemos de Jesús, no nos animamos a hacerlo. Muchas veces ésa
es nuestra perspectiva de vida en el Señor.
Quizás el estado más pobre en que alguien pueda estar sea el no tener como meta
compartir al Señor. La visión, el compromiso y la responsabilidad se han perdido. Es por ello que
lo primero que debe haber en nuestro corazón (según lo que el Señor nos dice en su Palabra)
debe ser una pasión genuina por hacer lo que Dios quiere que nosotros hagamos.
17
DEBEMOS LIBRARNOS DE LA SANGRE DE LOS QUE SE CONDENEN
“Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le

hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva,
el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.
Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su
mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma”.
(Ezequiel 3:18-19)
Estas palabras pueden sonar fuertes a nuestros oídos, pero ni tú ni yo

podemos escapar de esta advertencia que nos hace el Señor. Dios dijo en su palabra que la paga del
pecado es muerte.
Cuando vinimos a este mundo traíamos con nosotros esta naturaleza pecaminosa,
estábamos perdidos y con una sentencia de muerte. Sin embargo, hubo alguien que se
atrevió a mostrarnos nuestra condición y nos ayudó a encontrar la libertad en Cristo Jesús.
Entonces, ¿Cómo es que conociendo la verdad no compartimos el regalo de salvación como
deberíamos hacerlo?
no es con tu ingenio o poder que vas a salvar

vidas, lo que necesitas es pasión por las almas.
Conclusión:
1. La pasión por las almas debe ser una continua motivación en nosotros como creyentes.
2. Debemos buscar compartir con otras personas el don de la salvación. Atrevernos a

mirar no sólo con los ojos físicos, sino también con los ojos del espíritu mientras que el
mundo anda desordenado y en aparente desconocimiento del destino que le espera.
3. Dios nos llama a dejar todo tipo de excusas que (a la verdad) no son válidas al
momento de atender el mandato que Él nos hizo: “Id, y haced discípulos a
todas las naciones”.
4. Como creyentes no debemos permitir que las personas mueran sin haber escuchado
y recibido a Cristo, de lo contrario, esa sangre pesará sobre nuestras cabezas, como lo
menciona Ezequiel 33:7-9:
“A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás
la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al
impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío
de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré
de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él
no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida”.
18
NOTAS Importantes
19
Clase 3
VALORES
INTRODUCCIÓN:
Hay una historia de dos personas que llegaron a la vejez y cada una había elegido
sus valores.
El primero, era un hombre que toda su vida buscó nuevas maneras de hacer dinero. En
sus últimos años vivía muy cómodamente, pero sólo hablaba del dinero que había hecho.
Este hombre eligió cuáles serían sus valores y los fue cultivando día tras día de maneras
diferentes. Su pasión lo convirtió en un ser codicioso. Cuando él eligió sus valores, eligió qué
clase de persona sería. Cuando su tiempo terminaba, él era codicia pura, aún sin moverse de su
cama en el hospital el seguía queriendo más para sí mismo.
La otra persona, era una mujer que había elegido que sus valores serían amar a Jesús y
amar a las personas. Ella no recordaba los nombres de las personas, pero se acercaba a ellas y
les daba una palmada en la espalda. Cuando su tiempo terminaba, ella era amor puro, y seguía
amando a Dios y a las personas.
Un pastor que recorría el hospital donde se encontraba esta mujer, se acercó a su cama y
le dijo: “Voy a orar por usted”, a lo que ella le contestó: “No, yo voy a orar por usted”. Aún sin
moverse de su cama, ella seguía amando a Dios y a las personas.
Cada una de estas personas se había convertido en lo que ellos valoraban.
Todos tenemos valores. Jesús dijo en Mateo 6:21: “Porque donde esté tu tesoro, allí
estará también tu corazón”. NVI.
Donde esté lo que tú valoras, allí se va a concentrar tu vida. De una manera u otra lo que
valoramos va ganando terreno en nuestras acciones y nos lleva a darle nuestro tiempo, entrega,
esfuerzo, habilidades y dinero por completo.
Algunos de nuestros valores pueden ser: la familia, los amigos, el deporte, el trabajo, la
iglesia, los entretenimientos, entre otros. Éstos, de manera consciente o no, se van imponiendo
en nuestro horario semanal.
Cuando una persona define sus valores; define sus acciones, su pasión y su forma de vida.
Lo mismo ocurre con la iglesia. Los valores que elegimos determinan lo que vamos a hacer y en
definitiva lo que vamos a ser como tal.
21
¿QUÉ SON LOS VALORES?
Es el grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades

o proporcionar bienestar o deleite. (D.R.A.E).
Los valores son las prioridades interiores que se expresan en nuestras acciones.
Todos nosotros dedicamos nuestro tiempo, energía y

dinero a aquellas cosas que valoramos; las iglesias
también lo hacen. Sin embargo, los valores que creemos,
no son a menudo los valores que practicamos.

Podrías hacerte la siguiente pregunta: ¿Creo en hacer evangelismo? O bien: ¿Compartiste
el evangelio con otra persona durante esta semana? Con estas preguntas descubrimos una de las
razones por las cuales nuestras iglesias no crecen; por la enorme confusión que los cristianos
tenemos al considerar que estamos viviendo los valores que sólo creemos intelectualmente y a
los cuales asentimos emocionalmente, pero que lamentablemente no ponemos en práctica.
Otra pregunta que nos dará tanto resultado como las anteriores, es la siguiente: ¿Crees en
hacer discipulado? ¿Discipulas por lo menos a una persona?
Este ejercicio muestra la enorme distancia que generalmente existe entre CREER y
PRACTICAR. Tengamos en cuenta que estamos solamente hablando de los valores básicos de
nuestra fe, como lo son: PREDICAR y DISCIPULAR.

La palabra de Dios declara que sólo decir que creemos no es suficiente y son nuestros
actos los que demuestran si nuestra fe es verdadera.
“Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras?
¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana
no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les
dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da
lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola,
si no tiene obras, está muerta. Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo
tengo obras.» Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré
la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los
demonios lo creen, y tiemblan. ¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que
la fe sin obras es estéril? ¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por
lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac? Ya lo ves: Su fe y sus
obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la *perfección por las obras que
hizo. Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se
le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios. Como pueden
ver, a una persona se le declara justa por las obras, y no sólo por la fe. De igual
manera, ¿no fue declarada justa por las obras aun la prostituta Rajab, cuando
22
hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino? Pues como el cuerpo
sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”.
(Santiago 2:14-26) NVI.
Esta cita afirma que una creencia que no está acompañada de acciones está muerta.
En este momento analiza qué hiciste la semana pasada. ¿Qué valores manifestaste? Es
muy posible que sean los que rigen tu diario andar ya que tus acciones muestran tus valores.
Para que Cristo sea el centro de nuestras vidas, debemos empezar a valorar lo que él
valora y de esa manera vivir como él vive. Si nosotros vamos a vivir como el cuerpo de Cristo,
debemos identificar los valores que caracterizan el corazón de Dios y hacerlos nuestros valores
como iglesia.
¿CUÁLES SON LOS VALORES DE DIOS?
Jesús los definió con exactitud, no dejó este tema librado a nuestra elección.
En Mateo 22:37-39, él dice: “… Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, y con toda
tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. (NVI)
De estas palabras se derivan dos valores esenciales que debemos aplicar en nuestras
vidas, a través de todas nuestras acciones:
Valor Nº 1: Amar a Dios.

Valor Nº 2: Amar a las personas.
¿Están estos valores presentes en nuestras acciones de la semana que pasó?
Veamos primero qué significa amar a Dios y amar a las personas, porque sobre este
punto también hay una gran confusión.
Las preguntas que pueden ayudarnos a aclarar este asunto son las siguientes:
¿Cómo demostramos el amor a Dios y a las personas?
• ¿A través de nuestros pensamientos? Considerar, reflexionar, meditar, entre otros.

• ¿A través de nuestros sentimientos? Expresar, hablar, cantar, alabar, adorar, entre otros.
• ¿A través de nuestras acciones? Hacer, responder, obrar, hechos, entre otros.
Para que Cristo sea el centro de nuestras vidas, debemos

empezar a valorar lo que él valora y de esa manera vivir
como él vive.
23
Una vez más esta pregunta ha sido contestada por Jesús en Juan 14:21: “El que tiene mis
mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo
le amaré, y me manifestaré a él”.
La palabra guardar, significa:
• Obedecer.
• Hacer.
• Practicar.
Podríamos definir estas palabras como acciones.
En cuanto al tema del amor, Jesús es nuestro mejor ejemplo de cómo funciona el
verdadero y completo amor. El libro de Filipenses 2:5 nos alienta a que: “Haya, pues, en vosotros
este sentir que hubo también en Cristo Jesús”, lo que indica que el plano de los sentimientos es
vital para una experiencia de obediencia.
Jesús es nuestro mejor ejemplo de cómo funciona

el verdadero y completo amor.

Después se nos dice en el versículo 6 que él “… no estimó el ser igual a Dios como cosa a
que aferrarse…”. Estimar es un ejercicio de nuestro pensamiento por el cual evaluamos si algo
merece ser realizado o no. Esto resalta la importancia de la reflexión en el proceso de obedecer.
Esta acción de obedecer, que era una demostración del amor de Jesús hacia su
Padre y hacia nosotros, culmina con la entrega de su voluntad como lo vemos en el
versículo 8: “… haciéndose obediente hasta la muerte…”.
Si Jesús no hubiese alcanzado ese escalón en su obediencia, nosotros hoy no

seríamos salvos. Su amor por nosotros llegó al nivel de la acción y eso es lo que él afirmó cuando
dijo: “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos”. (Juan 14:15) (NVI).
De la misma manera nuestro amor a Dios, no debe quedar limitado a los aspectos del
sentimiento o pensamiento, sino que debe alcanzar su clímax en la acción.
Las palabras de Jesús a sus discípulos fueron “Síganme”, y ésta expresión está dirigida
a nuestra voluntad.
LA OBEDIENCIA FUE UNA ACCIÓN DEL AMOR DE JESÚS

HACIA SU PADRE Y HACIA NOSOTROS. SIN ESE NIVEL
DE OBEDIENCIA HOY NO SERÍAMOS SALVOS.
24
¿Qué pasos debemos dar? Obedecer sus mandatos.
AMOR A DIOS
La expresión básica del amor es el diálogo, porque no podemos amar a alguien,

si primero no estamos dispuestos a relacionarnos con él.
Imagínate que le digas a tu esposa: “Querida, te amo pero no quiero escucharte”, o bien ella
te exprese: “Querido, yo también te amo, pero no pienso hablarte”.
La actitud de desear hablar y escuchar a alguien, es decir, el deseo de mantener un

fluido y rico diálogo es la primera forma de amar a Dios. Por lo tanto, las dos premisas básicas de
nuestro amor a Dios, no pasan por nuestra adoración a través de las canciones, ni siquiera por
los esfuerzos de nuestro servicio a él, sino por la disposición interna de:
1. Escuchar lo que él nos quiere decir a través de su palabra. De esto depende nuestra vida
espiritual.
“Jesús le respondió: —Escrito está: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios’”. (Mateo 4:4) NVI.
2. Hablar con él por medio de la oración.

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu
Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público”. (Mateo 6:6)
Este diálogo permanente es la demostración de nuestro amor hacia él y del valor que su
persona tiene para nuestra vida.
Amar a Dios (como primer valor) nos lleva a poner sus valores en primer lugar.
¿Qué es lo que Dios más valora? Sin duda alguna: las personas.
AMOR A LAS PERSONAS
Todos tenemos a nuestro lado dos clases de personas:
• Las que están perdidas, ajenas a Dios y sin Cristo.

• Las que son salvas, reconciliadas con Dios y viviendo en Cristo.
A las primeras, Dios nos manda a amarlas, predicándoles el evangelio.
“Les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a
toda criatura”. (Marcos 16:15) NVI.
25
A las segundas, Dios nos manda amarlas a través de la tarea de hacer de ellas discípulos
de Jesús.
“Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: — Se me ha dado toda autoridad en

el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro
que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. (Mateo 28:18-20) NVI.
Si la persona no es cristiana le haremos una presentación clara, completa y amorosa del

evangelio, y si es cristiana tendremos la oportunidad de continuar con su formación (a través de
la enseñanza) para que sea un mejor seguidor de Cristo.
Por supuesto, todas estas formas de amar a Dios y a las personas, únicamente pueden ser
desarrolladas estando en unidad con Cristo y su iglesia.
“Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de

ese cuerpo”. (1 Corintios 12:27) NVI.
Finalmente, para resumir algunas prácticas que demuestran nuestro amor a Dios y a las
personas, considera estos valores:
• Vida devocional.
• Consolidar.
• Discipulado personal.
• Evangelismo personal.
• Vida en el cuerpo de Cristo.
¿Lo hemos practicado esta semana? Si están las acciones es porque están los valores
en nuestra vida. Si no están las acciones eso significa que estos valores no están gobernando
nuestra vida.
Como creyentes, hagámonos las siguientes preguntas:
• ¿Estamos viviendo de acuerdo a los valores de Jesús?

• ¿Dios está invitándonos a revisar nuestros valores?
• ¿Estoy incorporando a mi vida personal, los mandatos que Jesús nos dejó?
EL CAMBIO DE VALORES EN LA IGLESIA
a) El cambio de valores es posible: Miremos a Jesús y sus discípulos, él logró cambiar los
valores de vida de ellos.
• Pedro pasó de estar dedicado a la pesca de peces a ser un pescador de hombres.

• Mateo pasó de estar ocupado en cobrar los impuestos a ocuparse de los asuntos
del Reino.
26
Y así ocurrió con cada uno de los que siguieron a Jesús.
b) Cambiar valores lleva tiempo: Jesús dedicó tres años a cambiar los valores de sus
discípulos.
c) Cambiar los valores comienza con cada uno de nosotros: Debemos mirarnos a
nosotros mismos y propiciar un cambio en nuestra propia vida.
d) Cambiar nuestros valores (prioridades internas) es más difícil y costoso que preparar
reuniones, programas y eventos.
Lo único que Dios necesita para edificar una iglesia que crece, es un pequeño grupo
de personas que estén dispuestas a alinear sus valores con los de Él y a cambiar sus acciones.
Cuando se cumple este requisito, Él hace el resto.
¿ENCONTRARÁ DIOS ESAS PERSONAS EN NUESTRA IGLESIA?
De la respuesta a esta pregunta depende mucho el futuro de nuestras iglesias.
Es una realidad que la iglesia está formada por personas, y hasta que no ocurra un
cambio real en la forma en que éstas viven su fe, no estaremos modificando en nada la esencia
de la iglesia.
A todos nos gustaría que la iglesia empezara a crecer sin que nosotros tengamos que
realizar ningún cambio en nuestras vidas y nuestras agendas, pero la realidad es que los
cambios en la iglesia comienzan solamente cuando nosotros iniciamos un cambio de valores que se
reflejan en nuestras acciones, en el uso de nuestro tiempo, en nuestras fuerzas y
nuestros recursos.
Podemos variar programas, actividades y métodos, pero sólo veremos un cambio en las
vidas de nuestras iglesias cuando nosotros (sus miembros) hagamos un cambio profundo de raíz
acerca de cómo vivimos la fe.
NOTAS IMPORTANTES
27
Clase 4
EVENTOS Y PROCESOS
INTRODUCCIÓN:
Una de las maneras más simples de intentar romper la inercia (ser siempre los mismos),
es entregarnos a participar fielmente y de manera constante en algunos procesos que el Señor
Jesús nos ordenó practicar.
Nos inclinamos a pensar que el crecimiento está ligado a grandes acciones, momentos
cumbres y engorrosos gastos, sin embargo, la experiencia propia nos ha demostrado que esto no
siempre ocurre.
El crecimiento está ligado a pequeñas acciones constantes, donde pueden o no existir

momentos cumbres, y donde debe existir el momento de cosechar el fruto sin necesidad de
endeudarse para lograrlo.
Los mandatos simples que recibimos de Jesús y a los cuales debemos dar prioridad son:
• Vida devocional.
• Consolidar.
• Evangelizar.
• Discipulado personal.
• Casas de Esperanza.
Seguramente estas ideas son conocidas, pero te pregunto: ¿Alguna vez te has dedicado a
practicarlos cada semana?
Por lo general hemos ocupado nuestro tiempo en reuniones de todo tipo, en

planificaciones eternas, en encuentros de comisiones infinitas, en ministerios de todo tipo y en
unas cuantas cosas más que Jesús nunca nos mandó hacer.
La clave de todo se encuentra en la simple obediencia a los mandatos de Jesús. Justo en

este punto, parece radicar nuestro mayor problema, pues aquí es donde la iglesia se da cuenta de
que el crecimiento no tiene que ver con campañas, reuniones o dinero, sino con algo que para
nosotros es mucho más costoso: nuestra disponibilidad personal para obedecer a Jesús.
Esto nos enfrentará para experimentar un cambio, ser humildes, obedecer y dejar a
un costado el conducirnos bajo nuestra propia voluntad. Esto nos llevará a confiar en que si
obedecemos sus mandatos, Él será fiel y enviará el crecimiento prometido.
“Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el
que hace crecer”. (1 Corintios 3:7) NVI.
29
UN DATO CURIOSO
Desde que nos hemos orientado a seguir el Modelo de Jesús y dimos prioridad a los
procesos que conlleva a esta visión, no hemos tenido una sola campaña evangelística, no
hemos dedicado tiempo a eventos, ni programas, no hemos formado comisiones, ni nombrado
encargados de ministerios.
Eso no es todo, creemos que lo mejor está por venir. Si Jesús nos dio estos mandatos es
porque los podríamos cumplir y así Él promete dar crecimiento.
¿CÓMO CRECE EL REINO DE DIOS?
Las plantas crecen, los animales crecen, las personas crecen. Si todo lo creado por Dios
crece, ¿por qué razón la iglesia no crece?
¿Qué fenómeno particular afecta a la iglesia para que no crezca naturalmente como el
resto de las creaciones de Dios?
Siempre la mejor respuesta a nuestras preguntas, es volver a escuchar a Dios y lo que Él

nos enseñó a través de Jesucristo.
Él nos dice en Mateo 6:28: “… Observen cómo crecen los lirios del campo...”. (NVI)
Observen (consideren): Con ello, nos exhorta a examinar con exactitud, aprender
cuidadosamente, y a investigar con dedicación.
Cómo crecen: Cuando entendamos cómo crecen las cosas que Dios ha creado, podremos
aplicar ese conocimiento a la iglesia, puesto que la misma es también una creación de Dios.
Los lirios: Ellos encierran el secreto de la vida dada por Dios, el hombre no ha creado
nada con ésas características.
¿CUÁL ES LA TAREA?
En el libro de Marcos 4:26-29, Jesús amplia el tema del crecimiento del reino de Dios
para mostrarnos cuál es la parte del hombre y cuál es la parte de Dios.
“Jesús continuó: «El reino de Dios se parece a quien esparce semilla en la

tierra. Sin que éste sepa cómo, y ya sea que duerma o esté despierto, día y
noche brota y crece la semilla. La tierra da fruto por sí sola; primero el tallo,
luego la espiga, y después el grano lleno en la espiga. Tan pronto como el grano
está maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha”. (NVI).

30
Según este pasaje, el hombre puede y debe:
• Echar la semilla (sembrar). Al sembrar regularmente la semilla de la palabra de

Dios en las personas, podemos empezar a soñar con participar del trabajo del reino
de Dios.
• Dormir (descansar). Nuestro tiempo de descanso regular, nos brindará la

renovación natural que nuestro cuerpo, mente y espíritu necesitan para realizar un
trabajo serio, constante y a largo plazo.
• Levantarse (ser constante). Debemos agregar constancia a nuestros trabajos. Si

seguimos cambiando de tarea y visión continuamente, no podremos alcanzar los
logros productos de la perseverancia y la constancia.
• Meter la hoz (cosechar). La cosecha marca el tiempo adecuado donde serán

necesarias formas directas de recoger el resultado de todo el trabajo realizado.
¿CUÁL NO ES LA TAREA DEL HOMBRE?
Que la semilla de fruto, ya que esto es un resultado que le concierne totalmente a Dios.
“Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios”. (1 Corintios 3:6)
Tenemos la siembra, el descanso, la constancia y la cosecha como elementos de un

proceso que, según las palabras de Jesús, ejemplificarán el funcionamiento simple y natural del
reino de Dios.
LA SIEMBRA, EL DESCANSO, LA CONSTANCIA Y LA COSECHA

EJEMPLIFICAN EL PROCESO DE CÓMO FUNCIONA
EL REINO DE DIOS.
EVENTOS
Cuando hablamos de evento nos referimos a un suceso específico en tiempo y lugar.

Teniendo claro este concepto podríamos preguntarnos: ¿En qué se ha concentrado la iglesia? Y
quizás la respuesta sea; en eventos como: campañas, películas, recitales, conciertos, programas y
reuniones públicas.
¿ESTÁ LA IGLESIA ACTUAL CONCENTRADA EN EVENTOS?
31
¿Cuáles son las características de estos eventos?
• Fechas determinadas.
• Corta duración.
• Exigen mucha preparación e inversión de dinero.
• Generan controversias.
• Involucran a pocos.
• No generan crecimiento numérico.
• No generan crecimiento de calidad.
• Llaman la atención.
• Son personalistas.
• Exponen nuestro ego.
• No desarrollan actitudes personales.
• La mayoría es espectador.
• Generan muchos ruidos.
• El evento apunta a lo visible.
• No hay reproducción.
Si los eventos fueran una forma por la cual Dios da crecimiento, todas las iglesias estarían
creciendo debido a que el 90% han elegido este enfoque.
A su vez, los eventos requieren la realización de un programa (proyecto ordenado de

actividades) pero éstos:
• Absorben la mayoría del tiempo de los miembros.
• Se vuelven más importantes que ir a buscar al perdido y hacer discípulos.
• No han traído crecimiento a la iglesia.
LOS EVENTOS NO SON EL ENFOQUE PRINCIPAL PARA EL

CRECIMIENTO DE LA IGLESIA.
PROCESOS
Un proceso es un conjunto de actividades o eventos que se realizan o suceden

(alternativa o simultáneamente) con un determinado fin.
Los procesos presentan las siguientes características:
• Son diarios y regulares.

• Son lentos y por momentos aburridos.
32
• No llaman la atención.
• Son silenciosos.
• Están enfocados en lo que no se ve.
• Por sus características nos orientan a depender de Dios.
• Requieren disciplina, constancia y responsabilidad.
• La mayoría pueden ser productivos.
• Ayudan a desarrollar aspectos saludables del carácter.
• Ayudan a no desarrollar actitudes personalistas.
• Pueden generar crecimiento en cantidad.
• Pueden generar crecimiento en calidad.
• Sus características normales son: el fruto y la reproducción.
Curiosamente, las características de los procesos son lo opuesto a las características

de los eventos.
Es importante aclarar que los eventos no son malos, pero si detrás de ellos no están
funcionando los procesos que Dios nos invita a implementar, difícilmente podamos ver
crecimiento en su reino.
LOS PROCESOS AUNQUE SILENCIOSOS, SON EL MEDIO POR

EL CUAL SE DA CRECIMIENTO SOSTENIDO A LA IGLESIA.
PRINCIPIOS
Entendemos como principio aquello que se acepta como esencia, origen o

fundamento. También es una norma o idea fundamental de carácter general y universal, que rige
el pensamiento, la acción o la conducta.
Es así como, la iglesia no puede eludir las consecuencias que se generan cuando no se
toman en cuenta los principios que Dios ha establecido para el crecimiento de todo aquello que
Él ha creado.
Cuando nos detenemos a analizar cada una de las características de los procesos,
podemos llegar a establecer dos principios simples que determinan el crecimiento de todas las
cosas creadas por Dios, incluida la iglesia.
PRINCIPIO I
“El crecimiento se produce por los procesos diarios y no por lo eventual”.
Si deseamos ver un cambio en el crecimiento de la iglesia, debemos enfocarnos en

procesos basados en los mandatos de Jesús para su iglesia, los cuales procuramos ejecutar de la
manera más simple posible, a fin de que todos se puedan involucrar.
33
PRINCIPIO II
“El crecimiento de todos los seres vivos creados por Dios, se produce a través de
pequeñas unidades de materia viva llamadas células, las cuales son capaces de realizar
todas las funciones que permiten la vida como; alimentarse, crecer y reproducirse”.
Si deseamos que este principio se incorpore a la iglesia debemos iniciar una transición
adecuada para incorporar los grupos pequeños (Casas de Esperanza) como una herramienta
que genere en la iglesia, el mismo resultado que las células generan en el cuerpo humano.
DESDE ABAJO
Hay muchos ejemplos que muestran que el crecimiento comienza desde abajo. También
hay muchas formas de demostrar que a Dios le agradan los procesos lentos y organizados, pero
firmes, que traigan como consecuencia un resultado real.
Por supuesto que el Señor puede manifestarse en otras formas, por las cuales el
hombre “intenta” llevar adelante el evangelio. Pero Marcos 4:26-29: “Decía además: Así es
el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de
noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra,
primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro,
en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado”, aquí Jesús nos indica que la forma de
trabajar de Dios en su reino, comienza desde abajo, desde lo cotidiano y desde uno mismo.
Desde abajo implica reconocer los pequeños aportes de cada miembro, cada
anciano y cada Casa de Esperanza, que construye en el anonimato vidas de fe, e incluyen
acciones concretas hacia Dios y hacia el prójimo demostrando así, que su fe está viva.
“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. (Santiago 2:17)
Desde abajo significa empezar a reconocer que el reino de Dios sólo se extenderá a través
de la acción voluntaria de cada cristiano y no a través de las grandes reuniones que realicemos.
El medio elegido por Dios para extender su reino es el cristiano, y nada hará
madurar más a nuestro pueblo evangélico que volver a reconocer el hecho de que fuimos salvados
para anunciar sus obras.
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha
llamado de las tinieblas a su luz admirable”. (1 Pedro 2:9)
Desde abajo significa empezar a confiar en cada miembro de nuestra iglesia como el
medio elegido por Dios para la realización lenta pero segura de su visión.
34
Estadísticamente se ha demostrado que los hombres que hacen las cosas más rápido que
Dios e inician los trabajos desde arriba (eventos y programas espectaculares), no han producido
crecimiento en el 80% de sus iglesias.
Desde abajo quiere decir, que cada uno aprenda a trabajar silenciosamente para formar a
hombres y mujeres que continúen la tarea, así como lo hizo Jesús.
Desde abajo también significa reconocer que muchas cosas avanzarán, crecerán y se
formarán sin nuestro aporte. Eso demostrará que no es una obra de hombres.

A todos nos gusta ver el edificio terminado con sus luces y todos los detalles, pero
pocos encuentran el valor de trabajar para colocar una hilada de ladrillos, anónima,
silenciosa y sacrificadamente.
EL RESULTADO DE LOS PROCESOS ES: FRUTO
Todo lo que tiene vida en la creación de Dios se caracteriza por llevar fruto de alguna
manera. Ese fruto contribuye a la reproducción de su especie. Donde no se aporta fruto, la vida
queda expuesta a la extinción.
Jesús enseña que todo lo creado por Dios tiene vida y está orientado a llevar fruto, por lo
que donde éste no se da, se puede decir que algo no está bien.
Juan 15:16 dice: “… os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro
fruto permanezca...”.
Dios está buscando personas dispuestas a entregarse a sus procesos a fin de ver, en su
iglesia, el crecimiento que Él promete.
Trabajar en procesos nos coloca frente al desafío del ejemplo personal, la planificación,
asumir responsabilidades, practicar la constancia y depender de Dios.
Como cristiano:
• Es más fácil asistir a eventos, que involucrarme a trabajar en un proceso silencioso

y anónimo como lo es una vida devocional seria.
• Me cuesta el proceso de relacionarme regularmente con cada vecino, con el objetivo

de evangelizarlo, pero me encanta asistir a los recitales.
• Me cuesta trabajar semana tras semana con un discípulo y enseñarle que guarde lo
que Jesús nos mandó, pero anhelo escuchar a un buen predicador.
• Me cuesta involucrarme en una “Casa de Esperanza” donde cada vez me conocen

más y están descubriendo como soy en realidad, pero me gusta pasar desapercibido
entre la multitud.
35
Si Jesús me invita a trabajar en procesos diarios o semanales, tales como

una vida devocional, consolidar, discipular, evangelizar o experimentar la dinámica de una
“Casa de Esperanza”, es porque detrás de esos procesos descansan los resultados que deseamos.
Conclusión:
El plan de trabajar en procesos regulares está delante de nosotros. Es menos atractivo que
un evento, pero según la Biblia, produce “a ciento por uno”.
El desafío que cada sembrador tiene, es no negociar el trabajo anónimo, esforzado,

silencioso, constante y responsable, por el atractivo de lo instantáneo y publicitario.
El sembrador vive con la convicción de que su entrega al trabajo diario y la bendición de

Dios van de la mano.
36
NOTAS IMPORTANTES
37
Clase 5
MISIÓN GLOBAL
INTRODUCCIÓN:
El Señor Jesús incluyó la palabra mundo en su mandato de predicar y hacer discípulos,

indicando de esta manera, cuál era el objetivo hacia donde sus seguidores deberían enfocar la
tarea.
Jesús hizo una declaración en Hechos 1:8 que definió la misión para el grupo de personas
que él lideraba.
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último
de la tierra”.
Si tomamos esta clara orden del Señor de manera parcial, no podemos evitar tomar en
cuenta lo siguiente:
1) No estamos haciendo lo que Él nos mandó (esto es falta de fe).

2) Hemos decidido modificar su estrategia y propósito de alcance, por la de nosotros.
3) No hay obediencia total a sus palabras.
Jesús delineó, en Hechos 1:8 la misión de la iglesia, de tal manera que el evangelio se
pueda extender desde el punto donde se encuentre, hasta lo último de la tierra. Él declaró que su
iglesia tendría un alcance mundial.
Las causas por las cuales la mayoría de nosotros esquivamos realizar la misión, tal como
Jesús nos indicó en Hechos 1:8, puede ser por falta de fe, egoísmo o porque priorizamos la tarea
local, personal o de un departamento de la iglesia, antes que la obediencia a lo que Él nos mandó
a hacer.
El egoísmo basa su funcionamiento en una premisa básica que dice: “primero yo y

después los demás”. Si Jesús hubiera pensado de esa manera, nosotros hoy no seriamos salvos,
por lo tanto tal premisa egoísta, no es compatible con un seguidor de Cristo.
DEFINICIONES SOBRE MISIÓN GLOBAL
Hay algunas ideas que pueden ayudarnos a intentar trabajar de acuerdo a la misión que
Jesús nos encomendó:
• La misión fue realizada: La iglesia primitiva concretó en su tiempo la misión. En

ocasiones trabajó intencionalmente; “A quienes también, después de haber
padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles
39
durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios” (Hechos 1:3); en otras
Dios capacitó “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros
el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria
y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8). Todos sabemos que los resultados fueron
asombrosos. Su ejemplo debe guiarnos a intentarlo.
• La misión es posible: Dios ha dado a nuestra iglesia el potencial necesario para realizar
esta misión. Él nos está levantando para crecer localmente, plantar iglesias hijas y enviar
misioneros “hasta lo último de la tierra”.
• La misión es simultánea: La iglesia de Jesucristo fue capacitada, por Jesús mismo, para
trabajar simultáneamente en sus áreas de influencia impactando en un mismo tiempo los
barrios de alrededor, barrios más alejados y “hasta lo último de la tierra”.
Siempre es posible estar haciendo algo simultáneamente, como iglesia, en las diferentes
zonas que Jesús definió:
a) El crecimiento de la iglesia local.
b) Plantar nuevas iglesias.
c) Plantar misioneros hasta lo último de la tierra.
La visión que Jesús nos dejó define claramente nuestro futuro como iglesia en
varios aspectos:
• En nuestro barrio o urbanización: Nuestro testimonio (ser testigos) debe ser

claro y creciente en nuestro lugar (nuestra Jerusalén). Las “Casas de Esperanza” son la
herramienta adecuada para relacionarnos con cada vecino y, a través del evangelismo
personal, alcanzarlos para Cristo.
Los medios que utilizaremos para conservar los resultados son: El discipulado personal
y el cuidado de “unos a otros” en las “Casas de Esperanza”.
Resultado: Crecimiento local a través de las “Casas de Esperanza”.
• En los barrios o urbanizaciones a nuestro alrededor: Nuestro testimonio

naturalmente irá alcanzando personas fuera de los límites de nuestra zona, en
barrios o urbanizaciones donde no hay una iglesia cristiana. El hecho de dar testimonio
(ser testigos), continuamente nos llevará (a veces intencionalmente, otras
veces no), a ponernos en contacto con personas que viven lejos de nuestra iglesia. Este
proceder está dentro del plan natural que Jesús ideó para extender su obra. Lo que nos falta
es reconocer que éste es un medio por el cual Dios permite que su obra penetre
en otros sectores.
40
Debemos asumir nuestra responsabilidad y el liderazgo de “Casas de Esperanza”,

estableciendo nuevos lugares que permitan la formación de grupos base de 20 a 30 adultos
(o jóvenes) que con el tiempo se transformen en iglesias hijas.
A esto le llamamos plantar iglesias de manera natural, a través del crecimiento de las
“Casas de Esperanza”. En esta etapa estaremos logrando lo que Jesús esperaba de nosotros
cuando dijo: “En Judea y Samaria”.
Resultado: Plantación natural de iglesias a través de las “Casas de Esperanza”.
• Hasta lo último de la tierra: Nuestra iglesia se debe sumar día a día al mandato de Jesús
de “ir hasta lo último de la tierra”. Para alcanzar ésta etapa, necesitamos volcarnos a la
visión con obediencia y determinación. Cada pastor o líder es responsable de no recortar
la misión que Jesús dejó para su iglesia.
Cualquier iglesia que se desafíe a sí misma a obedecer a Jesús y hacer realidad

ésta tercera etapa, descubrirá que Dios es fiel a aquellos que son fieles a la “Misión Global”
que Jesucristo estableció.
Resultado: Envío de misioneros desde la iglesia local hasta “lo último de la tierra”.
JESÚS CONFIÓ LA MISIÓN GLOBAL PARA QUE, ASÍ COMO

LA IGLESIA PRIMITIVA, NOSOTROS IMPACTEMOS
NUESTRA SOCIEDAD.
¿CÓMO SUMARNOS A LA MISIÓN GLOBAL?
A través de:
1. Concientización:
• ¿Qué habló, hizo y enseñó Jesús a sus discípulos durante los últimos cuarenta días
que compartió con ellos?
• ¿Cuál fue el tema que llenó su corazón?
Indudablemente, fue la gran comisión. Con ella definió claramente cuál sería el enfoque
central que tendrían sus seguidores y cómo llevarlo a la práctica. Si ellos hubieran fallado en el
enfoque, nosotros no estaríamos hoy hablando de Jesús.
Jesús dedicó este tiempo, que era crucial en la vida y mente de sus seguidores, para dejar
en claro cuál era la misión que ellos debían cumplir.
41
2. Visión:
La visión correcta de una iglesia está determinada por su respuesta a los mandatos que
Jesús nos dejó.
Los mandatos de Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura”, y Mateo 28:18-20 que dice: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo:
Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén”, son nuestra base si queremos continuar la tarea de Jesús de
rescatar a los perdidos y edificar su iglesia.
El otro aspecto resaltante de la visión de Jesús, se encuentra en su amplia visión donde

incluye “hasta lo último de la tierra”.
3. Estrategia:
La estrategia de Jesús se enfoca en tres palabras simples: Orar, ir y dar.
a) Orar:
“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros
pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.
(Mateo 9:37–38)
La oración es el motor de todo nuestro accionar, si deseamos llevar a nuestras iglesias

a hacer la obra de acuerdo a las instrucciones de Dios. También nos sirve como enlace con
aquel que quiere darnos una dirección adecuada de cómo avanzar. Además, es el medio para
pedir y recibir los recursos que necesitamos para realizar la obra, pues Dios es el gran dador y
responsable de la misma.
b) Ir:
“Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. Y les dijo:
— No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni
llevéis dos túnicas”. (Lucas 9:2-3)
“Y saliendo, pasaban de aldea en aldea, anunciando el evangelio y sanando

por todas partes”. (Lucas 9:6)
“Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así
también yo os envío”. (Juan 20:21)
42
La movilización no puede ser reemplazada por nada. En cualquiera de los tres planos de
la evangelización, ya sea local, a barrios, urbanizaciones alejadas o “hasta lo último de la tierra”,
necesitaremos personas dispuestas a ir. Gran parte de lo que podamos alcanzar como iglesia,
dependerá de la formación de personas que tengan ésta disposición.
c) Dar:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
(Juan 3:16)
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como
Cristo también nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante”. (Efesios 5:1-2)
Para que algunos puedan ir muchos deben estar dispuestos a dar, incluso hasta de sus
propias vidas.
DOCE PALABRAS
En cierta ocasión, Jesús resumió para sus seguidores (para aquellos que quieren obedecer
más y hablar menos) el propósito de su iglesia en doce palabras.
En Marcos 16:15 él dijo: “… Id por todo el mundo y predicad el evangelio a

toda criatura”.
• ID: Remedio de la inacción y la apatía.

• POR TODO EL MUNDO: Remedio al egocentrismo y a atendernos a nosotros
mismos.
• Y PREDICAD: Remedio a la falta de objetivos de nuestra misión.
• EL EVANGELIO: Remedio a errar la temática.
• A TODA CRIATURA: Remedio a la discriminación.
¿Cuáles han sido las actitudes o respuestas de la iglesia a cada una de estas
palabras de Jesús?

En vez de ir, esperamos. Ir, es la simple acción de movilizarse hasta el lugar donde está la
otra persona. Ir, también es una actitud que elegimos, entendiendo que la responsabilidad está de
nuestro lado. Ir, requiere salir de un lugar donde hoy estoy (mis pensamientos, mi comodidad,
mi vida, mi hogar, mi templo, mi barrio, etc.), para acercarme a la necesidad del otro.
En vez de mirar “todo el mundo”, miramos nuestra iglesia. La iglesia que no mira
desde un principio hacia fuera (otros barrios, urbanizaciones, otros países y el mundo), ha
empezado a caminar el peligroso camino del egoísmo.
43
En vez de predicar, buscamos opciones. (Ayudar, enseñar, orar). Que quede claro que
ayudar, enseñar y orar son valores claramente bíblicos y mandatos de Jesús para nosotros. El
error se comete cuando reemplazan las tareas de predicación, salir, hablar e ir a la gente. Por
algo Jesús recalcó la actividad de predicar y fue porque con mucha facilidad, la reemplazamos
por otras actividades (vigilias, recitales, adoración, caminatas, etc.), que no tienen nada de malo,
pero que no pueden ocupar el lugar de la acción clara y directa de exponer el evangelio a otras
personas. El objetivo central de Jesús, Pedro y Pablo, era predicar y enseñar el evangelio, y a su
alrededor giraban el resto de las actividades. Ellos tenían una claridad de objetivos que los llevó
a ser efectivos.
En vez de hablar del evangelio, hablamos de otros temas. El evangelio es la buena

noticia que debemos comunicar, ninguna otra cosa va a satisfacer el hambre espiritual de las
personas.
En vez de ir a toda criatura, discriminamos el evangelio y a las personas. Según estas

palabras la idea de Jesús era que nadie debía quedar, bajo ningún motivo, fuera del alcance del
propósito de su iglesia.
Debemos abrazar el simple propósito de Jesús para su iglesia, y al obedecerlo, verificar

que cuando sus mandatos se vuelvan nuestras prácticas, todo será más simple de lo que parecía.
¿QUÉ PODEMOS LOGRAR?
• Ver crecimiento en calidad y cantidad.
• Plantar iglesias en barrios o urbanizaciones cercanas y alejadas.
• Fundar más iglesias hijas en el interior del país.
• Sostener misioneros en pueblos no alcanzados.
Si lo intentamos estaremos menos expuestos a la constante pregunta que Dios nos hace
en Lucas 6:46 “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?”.
Jesús ha declarado que su iglesia tendría un alcance mundial. ¡Es tiempo que empecemos
a creerle! ¿Qué harás?
DEBEMOS ABRAZAR EL SIMPLE PROPÓSITO DE JESÚS

PARA SU IGLESIA, Y OBEDECERLO.
44
NOTAS IMPORTANTES
45
Clase 6
AJUSTÁNDONOS AL MODELO
INTRODUCCIÓN:
Cuando analizamos la historia del cristianismo, podemos observar que Dios conmovió
y transformó naciones enteras utilizando hombres llenos del Espíritu Santo, que tenían como
cualidad en sus vidas; la oración, el evangelismo y el discipulado. Se ha observado que las
iglesias locales con un avivamiento continuo, son las que tienen un estilo de vida enfocado a la
oración, evangelismo y discipulado.
En nuestros tiempos, las iglesias se han caracterizado por un alto nivel de

activismo, quizás por el énfasis que le han dado a la palabra “ir”, lo que se traduce en mucha
actividad en reuniones y actividades de diversas índoles, con pocos o ningún resultado en la
obra transformadora que Dios desea hacer en las personas, lo que nos lleva a girar en un mismo
círculo produciendo pocos resultados.
Por esta razón, debemos examinar cuidadosamente los métodos de evangelización que
utilizamos, para asegurarnos si se apoyan en la tradición o en los principios practicados por la
iglesia primitiva.
Estudios sobre crecimiento demuestran que todas las iglesias estarían creciendo si
pudieran retener a las personas que ganan en la fe. Todas reciben anualmente la cantidad de
personas suficientes para crecer y multiplicarse, pero muy pocas pueden integrar a “los nuevos”
a la vida estable de la iglesia.
Entonces, ¿Cuál es uno de los problemas que hay que resolver para que la iglesia crezca?
LA GRAN COMISIÓN COMO FUERZA IMPULSORA DE LA IGLESIA
La gran comisión (Mateo 28:19-20) es la invitación que Dios nos hace para que seamos
parte del proyecto más grande de la historia.
Quien se compromete, experimenta toda la fuerza de Dios para ser diferente y marcar
una diferencia en el mundo. La gran comisión es como un río poderoso sobre el cual estamos
desafiados a navegar.
Para que las iglesias eviten la rutina y la parálisis, éstas deben tener un claro
propósito del “para qué” y “por qué” existe. Los fundamentos de las iglesias fuertes no están sobre
los programas o personalidades existentes en ellas.
La orden que Jesús dejó a sus discípulos en la gran comisión no fue solo “ir”, sino “haced
discípulos”. Una traducción directa del griego al español del versículo 19 en el evangelio de
47
Mateo capítulo 28 dice así: “Mientras estén yendo por el mundo, estén haciendo discípulos”.
Esta interpretación nos enseña que para un discípulo de Jesús el “hacer discípulos” no debería ser
una actividad especial o extra en su vida, sino una prioridad.
LA INTEGRACIÓN ESTABLE DE LAS PERSONAS QUE INGRESAN
Mientras los eventos evangelísticos se realizan uno tras otro, dejamos de mirar (con la
misma atención y seriedad) el proceso lento y trabajoso de formar, cuidar y criar a los nuevos
nacidos en Cristo.
Tampoco vemos la misma vitalidad, entrega de energía y entusiasmo en las personas

cuando les invitamos a participar de una actividad evangelística, que cuando les presentamos la
posibilidad de visitar semanalmente a un recién convertido, que necesita ser enseñado durante
varios meses hasta volverse un cristiano firme.
¿No estamos haciendo sólo la parte que nos gusta y satisface nuestro ego? ¿No estamos
dejando a un lado el claro mandato de hacer discípulos enseñándoles que guarden todo lo que Jesús
mandó, porque no es una tarea pública, con carteles y luces?
Lo cierto es que si no miramos con honestidad cómo solucionar este problema,

seguiremos distraídos con los programas, viendo poco o ningún fruto permanente. Si antes de
evangelizar, no hemos tomado la decisión de afrontar con responsabilidad las vidas engendradas
en Cristo, estaremos llenando este mundo de “huérfanos espirituales”.
Si esto ocurre, la evangelización estaría produciendo el resultado inverso que se desea

alcanzar. En vez de generar una masa de personas saludables en Cristo, estaremos generando una
masa de personas resentidas con Cristo, y su iglesia, por la falta de atención.
Por ello, debemos integrarnos a un movimiento continúo, progresivo y efectivo de

oración que implica evangelizar, consolidar y discipular. El propósito es impactar integralmente
a las personas con las buenas nuevas de Cristo, la familia, la comunidad adyacente, la ciudad, la
nación y al mundo entero, para la gloria de Dios y la extensión de su reino.
El Dr. Herschel H. Hobbs, ha dicho: “El trabajo de evangelización nunca estará completo
hasta que el evangelizado se convierta en evangelizador”. A partir de este principio, podríamos
decir que para que el proceso de hacer discípulos se complete, todos los nuevos cristianos deben
ser entrenados con el fin de que participen activamente en el esfuerzo evangelístico de nuestra
iglesia. Este proceso va a requerir tiempo, disciplina e instrucción personal.
El desafío que hay que asumir es darle a cada nuevo cristiano las mismas oportunidades
que Dios nos dio a nosotros el día que nacimos de nuevo. El punto donde debemos iniciar
cambio si deseamos ver resultados es en cómo estamos cuidando a las personas que ingresan.
HACER DISCÍPULOS NO ES UNA ACTIVIDAD ESPECIAL O

EXTRA EN NUESTRA VIDA, ES UNA PRIORIDAD.
48
¿QUÉ CREÓ DIOS PARA CUIDAR A LAS PERSONAS?
En primer lugar, Dios creó la figura de los padres y en un sentido más amplio, la figura
de la familia.
Tenemos entonces aquí dos elementos que debemos incorporar a la vida de la iglesia.
La función de los padres es enseñar a sus hijos durante el desarrollo y hasta la

madurez, por lo que podemos relacionar adecuadamente esta función de ser padres con la
tarea del discipulado.
Así como un padre enseña a su hijo a comer, hablar, caminar, dar, entre otras
cosas, el padre espiritual enseñará a su hijo espiritual a alimentarse de la palabra de Dios,
orar, obedecer y a testificar.
En un segundo lugar, tenemos la función de la familia como un espacio natural y sano

para el crecimiento de todo ser humano.
Así como una familia debe brindar a sus hijos cuidados, diálogo, intimidad, valores,
participación, responsabilidad y contacto personal, la iglesia debe brindar un sitio semejante
donde los cristianos reciban todos estos elementos.
Es aquí donde las “Casas de Esperanza” ocupan un lugar trascendental en la vida de la

iglesia, ya que proveen este espacio necesario para que cada cristiano pueda desarrollarse hacia
la madurez.
Dios creó estas dos funciones para cuidar a las personas y nosotros debemos
incorporarlas como cuidado básico para los que ingresan a la iglesia, a fin de verlos integrados,
creciendo y madurando espiritualmente.
49
Esto concuerda exactamente con lo que Jesús hizo para formar la iglesia más grande del
mundo. Jesús colocó a las personas en un grupo:
• Pequeño.
• Informal.
• Participativo.
• Casero.
• Personal.
En un grupo pequeño, cada aspecto de la vida y de la iglesia, se puede vivir de una

manera participativa, personal, informal y responsable.
VALORES BÍBLICOS A RESCATAR CON LA VISIÓN
1. Los perdidos: son el motivo por el que Cristo vino. Es por esto que debemos hacer
tiempo para buscarlos y hacernos amigos de ellos.
“No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”.

(Lucas 5:32)
2. El amor a Dios: demostrado en la obediencia a sus mandatos de predicar, hacer

discípulos y el amor al prójimo. Ya no se hace nuestra principal actividad ir a los servicios
y ser un “calienta bancas”.
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el
segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
(Mateo 22:37–39)
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que
me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”.
(Juan 14:21)
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda autoridad me es dada en el cielo y

en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
(Mateo 28:18–20)
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

(Marcos 16:15)
50
3. La edificación del cuerpo de Cristo: a través de la ayuda mutua para que así todos los
miembros de la iglesia tengan la oportunidad de utilizar sus dones.
“… todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro,
recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”. (Efesios 4:16)
4. La participación de cada uno y de todos: es vital para el desarrollo de cada miembro

y del cuerpo de Cristo. Descubrirás este principio establecido en la reunión de la iglesia
descrita en 1 Corintios 14:23–31. Con ello, todos y cada uno tendrán la oportunidad
de vivir la fe de una manera íntima, informal, participativa y más cercana con nuestros
vecinos no cristianos.
“Si pues, toda la iglesia se reúne en un lugar, y todos hablan en lenguas, y

entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si todos
profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por
todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así,
postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente
Dios está entre vosotros. ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada
uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación,
tiene interpretación. Hágase todo para la edificación. Si habla alguno en
lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y si algo le fuere
revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. Porque podéis
profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos
sean exhortados”.
5. Dios despliega su obra en este mundo a través de su cuerpo que es la iglesia (grupo de
personas), dejando de ser la edificación o templo, nuestro eje principal.
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del
cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas”.
(Hechos 17:24)
6. Las personas son lo más importante para Dios, por encima de los programas.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
(Juan 3:16)
Conclusión:
Colocar los valores que Jesús nos mandó a vivir por encima de los programas y eventos,
nos guía a una vida cristiana más natural, informal y efectiva.
51
Clase 7
RAZONES PARA SER UNA IGLESIA

CON: CASAS DE ESPERANZA
INTRODUCCIÓN:
En el tema de los procesos analizamos la relevancia que tiene el funcionamiento de las

“Casas de Esperanza” en el crecimiento de la iglesia.
Las Casas de Esperanza son reuniones que se realizan en hogares, sitios de trabajo,
centros de estudios o en cualquier otro lugar, con el fin de ganar almas para Cristo.
Nuestras iglesias necesitan y merecen identificar las razones de este movimiento

y relacionarlo adecuadamente con bases bíblicas, históricas y teológicas que fundamenten
y promuevan un cambio en su forma de vivir la fe.
Es por ello que a través de esta clase analizaremos tres tipos de razones para convertirnos
en una iglesia con “Casas de Esperanza”.
RAZONES DE EJEMPLOS BÍBLICOS
• EL EJEMPLO DE MOISÉS:
“Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y

declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes. Entonces el suegro de Moisés le dijo:
No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que
está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo
tú solo. Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por
el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Y enseña a ellos las
ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que
han de hacer. Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud,
temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos
sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos
juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos
juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga sobre ti, y la llevarán
ellos contigo. Si esto hicieres, y Dios así te lo mandare, tú podrás sostenerte,
y también todo este pueblo irá en paz a su lugar. Y oyó Moisés la voz de su
suegro, e hizo todo lo que dijo”. (Éxodo 18:16-24)
En este pasaje Dios da un modelo simple para que cada miembro de su pueblo sea
atendido personalmente, de esta manera Moisés cambia su estrategia para atender al pueblo y
construir su ministerio.
53
Los principales aspectos de este cambio son:
1. El juzgar asuntos pequeños y declarar lo que Dios quiere del pueblo deja de ser un
ejercicio personal de Moisés para ser la tarea de un grupo de siervos elegidos de entre el
pueblo. “Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro
las ordenanzas de Dios y sus leyes”. (V.16)
2. Continuar con el modelo viejo implicaba varios riesgos: “Desfallecerás del todo, tú, y
también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no
podrás hacerlo tú solo”. (V.18)
3. “Desfallecerás del todo”. Moisés se iba a debilitar totalmente y no iba a poder

continuar con el trabajo que Dios le indicó que realizara.
4. El pueblo que está contigo también desfallecerá. El pueblo también iba a desfallecer
como consecuencia de la mala atención personal que recibía.
5. “El trabajo es demasiado pesado para ti”. El trabajo era demasiado pesado. El
estrés genera consecuencias físicas, psicológicas, emocionales y psíquicas en quien
lo padece. Esta es una de las causas más comunes por las cuales las personas
abandonan el ministerio.
6. “No podrás hacerlo tu sólo”. Estaba comprobado que Moisés bajo esa estrategia, no
iba a poder cumplir con el trabajo que Dios le había encomendado.
Es evidente que el modelo que estaba utilizando Moisés hacía peligrar toda la obra que
Dios quería realizar con su pueblo. Pasando por la salud de su líder, la del pueblo, la realización
de la obra y la eficiencia en la tarea, todo esto estaba en peligro como consecuencia del modelo
que estaban utilizando.
APLICAR EL MODELO EQUIVOCADO PUEDE PONER EN RIESGO

AL LÍDER, AL PUEBLO Y LA REALIZACIÓN DE LA OBRA.
En el libro de Números vemos que la idea de delegar tareas viene de Dios mismo:
“Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme a setenta varones de los ancianos de

Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a
la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y
hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y lo pondré en ellos; y
llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo”.
(Números 11:16-17)
54
Este pasaje también nos da las pautas acerca de cómo debemos delegar:
1. Debemos formar a aquellos en quienes vamos a delegar.
• Con el conocimiento de lo que hay que hacer. “Y enseña a ellos las ordenanzas
y las leyes…”. (Éxodo 18:20a)
• Con directivas claras acerca del trabajo que se espera de ellos. “… y muéstrales el
camino por donde deben andar…”. (Éxodo 18:20b)
• Ser para ellos un ejemplo de cómo se ejecuta el trabajo. “… y lo que han de hacer…”.
(Éxodo 18:20c)
2. Debemos seleccionar de acuerdo a requisitos previos que consideremos vitales.
“Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de

Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia…”. (Éxodo 18:21a)
3. Asignarle a cada uno responsabilidad sobre un grupo de personas.
“… y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y

de diez”. (Éxodo 18:21b)
4. Debemos aplicar la rendición de cuentas sobre asuntos importantes.
“Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti”
(Éxodo 18:22a)
Los resultados de estos puntos lo vemos en el resto del versículo 22 y el 23:
• “… Así aliviarás la carga de sobre ti…” (Éxodo 18:22b)
• Sienten su responsabilidad dentro de la obra de Dios. “… y la llevarán ellos

contigo...” (Éxodo 18:22c)
• Tú podrás sostenerte. “Si esto hicieres, y Dios así te lo mandare, tú podrás

sostenerte…”. (Éxodo 18:23a)
• “… y también todo este pueblo irá en paz a su lugar”. (Éxodo 18:23b)
Estás citas bíblicas nos muestran que el incorporar “Casas de Esperanza” es un

modelo simple que hace posible que todo el pueblo de Dios (líderes y miembros), camine hacia
el objetivo que Dios ha soñado.
55
• EL EJEMPLO DE JESÚS:
“Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y

estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar”.
(Marcos 3:13-14)
Jesús eligió esta estrategia para iniciar el reino más poderoso y numeroso de este mundo.
Su plan comenzó con un grupo pequeño (doce hombres), con quienes se comprometió a estar y
a enviar.
A TRAVÉS DE LAS CASAS DE ESPERANZA HACEMOS POSIBLE

EL CUMPLIMIENTO DEL SUEÑO DE DIOS AQUÍ EN LA TIERRA.
Este plan consistió en modelar para ellos la forma de realizar el ministerio que,
básicamente, implicaba vivir los valores de Dios.
Estos valores tenían que ver con:
• Una vida devocional estable. “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy
oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”. (Marcos 1:35)
• La predicación del evangelio tanto pública; “Después que Juan fue encarcelado,
Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios”. (Marcos 1:14); como
personal; (Leer: Juan 3, 4 y 5).
• La formación de discípulos por medio de su ejemplo. “Porque ejemplo os he dado,

para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. (Juan 13:15)
• La formación de un grupo pequeño que cumplía los objetivos primarios de:

estar juntos y de misión. “Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso;
y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a
predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera
demonios”. (Marcos 3:13-15)
• La concientización misionera por alcanzar los lugares que no conocían a Dios, a fin
de cumplir su propósito mundial, porque para esto ha venido. “Él les dijo: Vamos a
los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido”.
(Marcos 1:38)
Esta forma de vivir el ministerio puede proveernos resultados similares y sobre todo
coherencia, obediencia y dependencia de Dios para hacer su obra.
56
• EL EJEMPLO DE LA PRIMERA IGLESIA:
El Nuevo Testamento nos presenta numerosos ejemplos de iglesias funcionando

en hogares: Hechos 5:42; Romanos 16:5; 1 Corintios 16:5; Colosenses 4:15; Filemón 2, etc.
Es evidente que la práctica natural de esa época, era utilizar el hogar como medio para
relacionarse con sus semejantes a fin de compartirles el evangelio.
El hogar sigue siendo actualmente el más natural para relacionarnos con nuestros
semejantes. La iglesia puede y debe volver a los hogares como el más apropiado para
relacionarnos y guiar a la fe a nuestros familiares, amigos y vecinos.
• EL EJEMPLO DE PABLO:
“Nunca he dejado de anunciarles a ustedes todas las cosas que les ayudarían a
vivir mejor, ni de enseñarles en las calles y en sus casas”. (Hechos 20:20) TLA.
El apóstol Pablo quien tiene el privilegio de ser autor de un amplio porcentaje del
contenido del Nuevo Testamento, dejó claro un ejemplo de ministerio fundamentado en grupos
pequeños, utilizando las casas como la herramienta básica de su trabajo ministerial. Aún al llegar
al final de sus días, él seguía utilizando la modalidad de pequeños grupos en su casa, siendo de
ejemplo a los que venían detrás de él.
“Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos
los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor
Jesucristo, abiertamente y sin impedimento”. (Hechos 28:30-31)
PABLO DEJÓ CLARO UN EJEMPLO DE MINISTERIO

FUNDAMENTADO EN GRUPOS PEQUEÑOS.
RAZONES HISTÓRICAS
Durante los primeros 300 años, la iglesia mantuvo un equilibrio entre el trabajo
público (en el templo) y el trabajo en los hogares (en las casas). Este equilibrio, entre lo grupal y
lo personal, dio un resultado asombroso.
¿Cuál fue el resultado de este ministerio balanceado? Crecimiento en calidad

y cantidad.
“Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número

cada día”. (Hechos 16:5)
57
En el año 312 se produce un cambio político que afectaría a la iglesia hasta el día de
hoy. Constantino asciende al poder y adopta una posición que lo lleva a intentar favorecer a los
cristianos. Toda la vida de la iglesia debía ahora volcarse a los edificios. Los sacerdotes desde
ese entonces eran los que daban la palabra (no los cristianos). Se instauran las vestimentas para
diferenciar a los miembros de los sacerdotes; las reuniones en los hogares se reemplazan por
cultos organizados, la enseñanza ya no es persona a persona sino de un maestro a grupos de
alumnos. La santa cena deja de ser un encuentro íntimo en un hogar para convertirse en una
ceremonia. Además, se dieron otros cambios que les quitaron su protagonismo a los miembros
de la iglesia.
¿Cuál fue el resultado de este ministerio?
• Las personas van a un lugar: edificación.

• En un día especial de la semana: domingo.
• Y alguien: sacerdote o ministro.
• Hace algo por ellos: predica o enseña.
• Y se aplica el principio establecido por Dios de: diezmos y ofrendas.
Tenemos el desafío de recuperar ese protagonismo que los primeros cristianos

tuvieron. Los que están dispuestos a vivir de acuerdo a los valores de Dios encontrarán en el
ámbito del hogar, un espacio más apropiado para hacerlo que el hecho de solamente acudir a
nuestro edificio.
NUESTRA TAREA ES RECUPERAR EL PROTAGONISMO QUE

LA IGLESIA PRIMITIVA TUVO EN LA SOCIEDAD.
RAZONES TEOLÓGICAS
La idea de trabajar en grupos pequeños o en “Casas de Esperanza” encuentra sus bases

teológicas en dos ideas muy simples.
1. En Génesis 1:26 encontramos la palabra “hagamos” la cual Dios utiliza para

referirse a Él mismo, no como una individualidad sino, como un grupo de tres personas
que trabajan juntas para un fin. Vemos demostrado nuevamente que ésta es la forma en
que la trinidad ha elegido funcionar.
Este funcionamiento en grupo en el que conviven la unidad y la diversidad, potenciando

tanto la individualidad de cada participante así como la eficacia del grupo, evidentemente está
en la esencia de Dios mismo.
2. Los grupos pequeños están en el corazón de Dios y deberían estar en el corazón de su

iglesia. En Isaías 57:15 descubrimos la naturaleza de Dios mismo.
58
“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es
el Santo: Yo habito en la altura y en la santidad, y con el quebrantado y
humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para
vivificar el corazón de los quebrantados”.

En este pasaje Él se muestra como un Dios:
Trascendente Cercano
Alto Presente
Sublime Personal
Eterno Intimo
Santo Vivo

Cuando Dios se manifiesta a este mundo, también quiere hacerlo de estas dos maneras
porque ambas muestran su naturaleza.
Generalmente, nuestras iglesias muestran el aspecto de su trascendencia a través del

culto o servicio donde celebramos a ese Dios omnipotente, omnipresente y omnisciente.
La iglesia puede a través de las “Casas de Esperanza” mostrar el aspecto en el cual Dios es
cercano, está presente, es personal, pone su mano en nuestro hombro y nos vivifica.
“La iglesia debe ser lo más grande posible para afectar a su comunidad, y lo
más pequeña posible para atender cara a cara a cada persona”.
59
Clase 8
¿CÓMO PRESENTARLE A CRISTO

A OTROS?
INTRODUCCIÓN:
¿Cómo hablarle acerca del evangelio transformador de Jesucristo a quien viaja a mi lado?
¿Te has formulado alguna vez esa pregunta? Sin duda, no eres el primero ni serás el último que
ha enfrentado la incertidumbre, el temor, o probablemente la ansiedad cuando está cerca del
momento de hablarle a alguien acerca de las maravillosas enseñanzas que encierra el evangelio
transformador de Jesucristo.
La evangelización es la base fundamental para que las personas vengan al conocimiento

de Jesucristo. Por eso es necesario que entendamos los pasos que Dios ha trazado para ello.
Evangelizar es compartir el mensaje de salvación de persona a persona, en el amor de

Dios y bajo el poder del Espíritu Santo, con el fin de ganar almas para Cristo.
Cristo dijo: “… Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar”. (Lucas 5:4).
Con este relato podemos ver que todo aquel que desee pescar no espera que el pez llegue al
sartén, el pescador va al encuentro para su captura. Así también, el pescador de almas va a
cualquier lugar al hallazgo de los perdidos y reconoce que ésta no es sólo una tarea para el pastor,
los líderes o los evangelistas.
Tú como pastor, obrero o líder no podrás ganar jamás tu ciudad para Cristo en tus
propias fuerzas, pero sí podrás hacerlo si dependes del Señor y dispones de un buen grupo de
colaboradores a quienes les transmitas las metas y se comprometan.
La evangelización es la base fundamental para que las

personas vengan al conocimiento de Jesucristo.
CUATRO PASOS ESENCIALES ANTES DE COMPARTIR EL EVANGELIO
Dar pasos concretos y de significación en el proceso de alcanzar nuestra ciudad para

Cristo no es ni costoso ni difícil. Basta que tú como iglesia te comprometas en por lo menos
cuatro cosas:
• La primera: oración permanente a Dios. No podemos lograr resultados efectivos si no

tenemos una adecuada vida devocional.
• La segunda: el estudio sistemático de las escrituras. Esta práctica nos permitirá

obtener enseñanzas enriquecedoras que compartiremos con los evangelizados.
61
• La tercera: no desaprovechar las oportunidades. Piensa por un instante cuántas

oportunidades has desaprovechado en tu vida. Cualquier espacio puede representar la
transformación de un ser humano.
• La cuarta: un testimonio de vida cristiana que corrobore con hechos lo

que predicamos.
Estos cuatro sencillos elementos llevarán a la transformación de urbanizaciones, barrios,

veredas y calles. Abrirán sendas para que vayamos a lugares donde los demás fracasaron por
falta de persistencia o quizás no han querido ir por considerar que no se obtendrán resultados
fácilmente.
LA ORACIÓN, LA LECTURA DE LA PALABRA, APROVECHAR
CADA OPORTUNIDAD Y SU TESTIMONIO, SON EL
INGREDIENTE DE UN GANADOR DE ALMAS.
¿CÓMO INICIAR UNA CONVERSACIÓN CON DESCONOCIDOS?
Toda persona tiene intereses y presenta necesidades de acuerdo a su edad, vocación,

trabajos y anhelos. A menos que la conversación toque estos aspectos, las palabras serán
rutinarias y despertarán muy poca atención en el oyente.
Una conversación se puede volver interesante cuando el que evangeliza apela a una serie
de situaciones propias del oyente y que tienen que considerar para realizar una evangelización
dinámica. Por eso:
A. Inicialmente aborda un tema neutral.
Hay muchas formas de abrir un diálogo. Lo más aconsejable es acudiendo a un tema

neutral. Algo que no asocie de inmediato al interlocutor con el evangelio, de lo contrario,
aquellos que tienen algún grado de prevención podrían levantar una barrera que impida
la comunicación.
Es una habilidad que adquirimos con el paso del tiempo. Quizás al principio tengamos
tropiezos, pero progresivamente será fácil lograrlo. Además, Dios nos ayuda en este propósito.
Es primordial aprender a establecer un canal de comunicación de manera neutral. Esto

genera un terreno de confianza que podemos aprovechar adecuadamente.
B. Apela al interés personal.
Jesucristo era conocedor del punto de interés de las personas a quienes les hablaba.
Por ejemplo:
62

• A la Samaritana le habló acerca del agua que ella buscaba en el pozo.
(Juan 4:7-10, 13-41). Hizo la comparación del evangelio con el agua.
• Al enfermo del estanque le habló de la salud física y luego de la salud espiritual.

(Juan 5:6-14).
• A los pescadores les habló de ser “pescadores de hombres”. (Marcos 1:16-17).
• Tú también puedes hacer lo mismo. Anota a continuación un posible ejemplo:

________________________________________________________________
C. Di algo que pueda sorprender.
Toda persona está ocupada en sus propios problemas, preocupaciones y algo

sorprendente puede arrebatar su atención hacia el evangelio.
Entre las muchas preguntas que se pueden usar están las siguientes:
• ¿Le han contado a usted la historia más maravillosa?
• ¿Le han explicado cuáles son los planes de Dios para usted?
• ¿Está usted preparado para encontrarse con Dios?

Trata de ser creativo a la hora de realizar una pregunta o decirle algo de entrada
a alguien. Pídale inspiración al Señor, ya que lo que le digas o preguntes tiene que causar impacto
en la persona con quien te comuniques.
D. Aprovecha algún objeto o situación.
A menudo Cristo usó la analogía del entorno, al hacer milagros, para dar lecciones
espirituales. Las parábolas son una clara demostración de esto. Por ejemplo:
• Cristo le habló al anciano Nicodemo sobre la necesidad de nacer otra vez. (Juan 3:3)
• Pablo usó como referencia un altar donde había una inscripción que decía “Al dios no
conocido”, para decirles a quienes no conocían a Dios que de ése Dios les iba a hablar y
después pasó a hablar de Cristo. (Hechos 17:16-34).
E. Presta una Biblia.
Al vecino, a un pariente o cuando vamos de viaje; prestemos la Biblia a nuestro

acompañante señalando un pasaje bien conocido.
63
Después de un rato de leerlo, podemos hacerle algunas preguntas como la que Felipe le
hizo al etíope en Hechos 8:28-30: “¿Entiendes lo que lees?”.
F. Con una pregunta.
Indaga algo relacionado con la persona entrevistada y luego de despertar el interés,

introduce el evangelio en la conversación.
G. Obsequiando un folleto o tratado.
La gente regularmente pregunta “¿qué es esto?”, y si no lo hacen, después de entregar el

tratado le puedes decir, por ejemplo: “Aquí encontrará el mensaje de Dios para su vida” o “Este es
un regalo para usted”.
Un folleto o tratado puede servirte de punto de contacto, éste debe ser sencillo, atractivo
y que explique con claridad el mensaje señalado. Es importante que tenga la dirección y números
telefónicos de la iglesia.
H. No es prudente abrir polémicas religiosas.
Con frecuencia en nuestro propósito de llegar a una persona, encontramos a quienes

prevenidos por experiencias similares (quizás desagradables) nos reciben con preguntas que
contrarrestan el propósito de establecer un diálogo equilibrado.
Es probable que te formulen interrogantes como: ¿Ustedes qué opinan de la virgen

María? ¿Por qué pagan los diezmos? ¿Por qué los evangélicos no tienen Papa como nosotros los
católicos, al que reconocemos como máximo jerarca? … Y una serie de cuestionamientos que
no vienen al caso consignar aquí y que probablemente haya experimentado en alguna ocasión.
Frente a una situación así, lo más aconsejable es no entrar en el terreno de la polémica, ya

que no conduce a ningún lado, por el contrario, pueden desencadenar enfrentamientos que no
aportan nada a la evangelización.
Con mucho tacto, elude esas preguntas comprometedoras que pretenden estimular un
enfrentamiento de carácter teológico.
Tarea: Evangeliza aplicando cualquiera de estos principios y elabora por escrito un

reporte de lo sucedido.
NO ES PRUDENTE CAER EN EL TERRENO DE LA POLÉMICA

ABORDANDO TEMAS QUE NO APORTAN A LA EVANGELIZACIÓN.
64
¿CÓMO DIRIGIRSE A UNA PERSONA?
El abordar a alguien viene acompañado de actitudes que son fundamentales

para dar solidez al diálogo.
En primera instancia, es necesario mirar a los ojos a aquella persona que abordamos. No
existe nada más desagradable que alguien que habla sin siquiera mirar a su interlocutor.
Igualmente, demuestra serenidad y compostura. Así el interlocutor quiera llevar

la conversación al terreno del debate, no permitas que estas circunstancias le conduzcan a perder
la calma.

Maneja la situación. Si consideras que estás incursionando en una polémica (con
prudencia) evade el asunto.
Para terminar este punto inicial, no olvides jamás que es necesario evidenciar seguridad
no solo en lo que creemos, sino también en lo que decimos.
MIRAR A LOS OJOS A LA PERSONA Y EVIDENCIAR SEGURIDAD

EN LO QUE CREEMOS Y DECIMOS SOLIDIFICA NUESTRO MENSAJE.
ORIENTANDO LA CONVERSACIÓN HACIA EL EVANGELIO
Cuando hemos agotado la etapa previa de abordar un tema neutro, ingresamos a

una segunda fase: orientar la conversación hacia el tema específico de Jesucristo y su mensaje de
salvación.
Se requiere un elemento que conecte el asunto de interés que venimos tratando con la
palabra de Dios. A este punto le denominamos transición.
LA TRANSICIÓN
¿Cómo se realiza la transición? Esencialmente con prudencia, evitando ser bruscos.
Imagina por un instante que llegas de la calle en donde una dulce sensación de calor te
ha acompañado y de pronto entras en una oficina con aire acondicionado. El cambio se percibe
inmediatamente. Igualmente con una conversación. La nueva orientación del diálogo se puede
tornar evidente y eventualmente puede llevar a que nuestro interlocutor decida romper la comu-
nicación.
Un buen ejemplo de transición es enfocar el asunto al plano de la realidad actual.

Es probable que al comienzo cometas errores en el proceso de la transición, pero con ayuda de
Dios podrás lograrlo exitosamente.
65
NO PERMITAS QUE TE DESVÍEN DEL TEMA
Durante la transición es posible que tu interlocutor quiera desviarte del tema. Una forma
común de hacerlo es formulándote una pregunta que te distraiga de tu enfoque inicial. En tal
caso, dile con amabilidad que se la contestarás al final, a menos que la interrogante tenga estrecha
relación con el tema que venían tratando.
• Se amable, cortés y claro.
Es fundamental demostrar prudencia, no dar lugar a la intemperancia y algo ineludible:

utilizar términos sencillos, fáciles de entender, exentos de todo revestimiento teológico.
• Presenta todos los temas.
Cuando llegue el momento oportuno, presenta todos los temas, no eludas ninguno.
Recuerda que el mensaje de salvación se debe presentar completo, así sea con rapidez, de manera
de lograr la comprensión del interlocutor.
• ¿Qué hacer si la persona no quiere recibir el mensaje?
Una decisión desacertada es presionar a las personas para que reciban el mensaje
transformador del evangelio ya que antes que contribuir a la obra de Cristo, despertamos
rechazo. Lo aconsejable en tales casos es decir algo como: “Está bien, sé que será en otra ocasión
que podamos abordar el tema… pero quiero decirle por último, que Jesucristo le ama y siempre
estará atento a ayudarle en cualquier dificultad que pudiera enfrentar”.
Recuerda lo que dice el Señor en su palabra: “... si tu amonestares al impío, y él no se

convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás
librado tu alma”. (Ezequiel 3:19)
El mensaje que tú sembraste es una semilla que germinará en el momento oportuno:

“... así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo
quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”. (Isaías 55:11)

Al compartir el evangelio, tú no has perdido el tiempo. Por el contrario, has dado un paso
de significación en la tarea de extender el reino de Dios.
Además de lo antes expuesto, hay una recomendación práctica que jamás debes olvidar:
lleva siempre contigo (en la medida de lo posible) un “Nuevo Testamento”. No ocupa mucho
espacio y puede ser de mucha utilidad cuando estés evangelizando.
CADA VEZ QUE COMPARTES EL EVANGELIO ESTÁS SEMBRANDO

UNA SEMILLA Y CON ÉSTA EXPANDIENDO EL REINO DE DIOS.
66
¿CÓMO HACER DE LA EVANGELIZACIÓN UNA FORMA DE VIDA?
Analicémoslo a través de estos seis principios básicos:
1. Comparte a Cristo en el poder del Espíritu Santo. (Hechos 1:8 / 4:8).
2. Ve en amor. (1 Corintios 13:2-8; 2 Corintios 5:14-15).
3. Toma la iniciativa para compartir a Cristo con otros. (Romanos 10:14-15 / Hechos
8:4; 11:19-21; 16:13-14).
4. Presenta el mensaje de una manera sencilla. (1 Corintios 1:17-18; 2:1-5 /

Romanos 1:16).
5. Dale la oportunidad a otros de recibir a Cristo. (Juan 1:12 / Romanos 10:8-13 /

Hechos 16:29-32).
6. Deje los resultados a Dios (Juan 6:44; 16:8 / 1 Tesalonicenses 1:5).
NOTAS IMPORTANTES
67
¡Felicitaciones!
Has culminado tu tercer nivel
de la Academia de Obreros.
¡Lo mejor está por venir!

Academia de Obreros - NIVEL 3 Portada

Cargado por

Información del documento

Descripción original:

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Academia de Obreros - NIVEL 3 Portada

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

ACADEMIA

- 1era Clase – El poder de la visión. 5

- 2da Clase – Pasión por las almas. 13

- 3era Clase – Valores. 21

- 4ta Clase – Eventos y procesos. 29

- 5ta Clase – Misión global. 39

- 6ta Clase – Ajustándonos al modelo. 47

- 8va Clase – ¿Cómo presentarle a Cristo a otros? 61

“Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas,

Una vez iniciado tu transitar en el Señor, debes procurar ser transformado en un

Es la que nos dice a dónde vamos y lo que queremos ser.

La visión hace que lo invisible se vuelva visible y que

2. PRINCIPIOS DE UNA VISIÓN

• Es el producto o fruto del propósito.

➢ Potencia impulsora de grandes líderes:

• Te permite enfocarte y alcanzar el éxito.

➢ Potencia que produce vida:

➢ Capaz de ser materializada por un líder de éxito:

• Redimir a la humanidad de una condenación garantizada fue la visión de nuestro

4. DEFINIENDO E IDENTIFICANDO NUESTRA VISIÓN

Para llevarla a cabo se necesitan dos cosas importantes:

1. Vida, espíritu o la motivación correcta.

Como miembro de nuestra iglesia Centro de Esperanza, estás involucrado en

Este modelo presenta las siguientes características:

• No es una estrategia más, es el modelo que Jesús aplicó. Es la aplicación

5. EL PROCESO INTERIOR DE NUESTRA VISIÓN

La visión de Centro de Esperanza es desarrollada mediante el proceso de EL MODELO

“Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado

• Consolidar: Es el proceso mediante el cual se afirma la decisión del nuevo creyente,

• Discipular: Es el proceso de vida en el cual la persona es formada para llegar a ser

Para tener un discipulado sano se deben seguir los principios de Jesucristo:

• Deben saber para qué y por qué son llamados.

• Por sus frutos: ¿Cuáles son?

c) Servicio: “…y para enviarlos a predicar”. (Marcos 3:14)

• Jesús luego que conoció a sus discípulos los envió.

d) Reconocer autoridad: “y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para

El discipulado nos habilita para ejercer un liderazgo de influencia:

“Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo

1. Academia de Obreros (4 niveles con 2 meses de duración cada uno).

En el “retiro de lanzamiento” se te delegará poder y autoridad para ser testigo de Cristo.

6. COMPRENDIENDO EL ALCANCE DE DIOS

• ¿Hasta dónde llega?

La visión de Dios es discipular naciones enteras:

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el

Si no mira lo que el Señor nos dice en el libro de los Salmos 2:8:

• Lo que Dios desea.

• Con el poder del Espíritu Santo para testificar.

• Con la Palabra de Dios.

• Con la estrategia: El modelo de Jesús.

• Lo que no nos puede pasar.

La unción nos lleva a desear desarrollar la visión de Dios.

Nuestro lema de la visión es “Alcanzar Las Multitudes”

Nuestro lema de la visión es “Alcanzar las multitudes” a través de:

• Establece metas de corto, mediano y largo alcance (espirituales, personales, familiares,

• Determínate a comprometerte con la visión sin alternativas posibles y esto

PASIÓN POR LAS ALMAS

DEFINICIÓN DE LA PALABRA PASIÓN

• Se deriva del latín y significa: sufrimiento.

• “Inclinación o preferencia muy vivas de alguien hacia otra persona”. (D.R.A.E)

• “Apetito o afición vehemente a algo”. (D.R.A.E)

NADA GRANDE SE HA HECHO EN EL MUNDO SIN UNA GRAN PASIÓN

Los grandes hombres, deportistas, científicos y exploradores, han alcanzado grandes

En cierta ocasión el evangelista Dwight L. Moody fue a Inglaterra a predicar. Unos