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La jeringa fue desarrollada originalmente para administrar medicamentos de forma segura y efectiva. Alexander Wood inventó la primera jeringa moderna en 1853 usando una aguja hueca para inyectar morfina a su esposa enferma. Las jeringas fueron inicialmente de vidrio pero luego se desarrollaron versiones desechables de plástico para prevenir la transmisión de enfermedades. La jeringa ha tenido un gran impacto positivo en la medicina al permitir la administración de vacunas y tratamientos, pero también negativo al generar residuos pelig
La jeringa fue desarrollada originalmente para administrar medicamentos de forma segura y efectiva. Alexander Wood inventó la primera jeringa moderna en 1853 usando una aguja hueca para inyectar morfina a su esposa enferma. Las jeringas fueron inicialmente de vidrio pero luego se desarrollaron versiones desechables de plástico para prevenir la transmisión de enfermedades. La jeringa ha tenido un gran impacto positivo en la medicina al permitir la administración de vacunas y tratamientos, pero también negativo al generar residuos pelig
La jeringa fue desarrollada originalmente para administrar medicamentos de forma segura y efectiva. Alexander Wood inventó la primera jeringa moderna en 1853 usando una aguja hueca para inyectar morfina a su esposa enferma. Las jeringas fueron inicialmente de vidrio pero luego se desarrollaron versiones desechables de plástico para prevenir la transmisión de enfermedades. La jeringa ha tenido un gran impacto positivo en la medicina al permitir la administración de vacunas y tratamientos, pero también negativo al generar residuos pelig
Integrantes: Alex Bustos, Catalina Chaparro Curso: 4to Medio
Claudia Sousa, Martin Vázquez
Avances científicos-tecnológicos: La jeringa
La jeringa, consiste en un émbolo insertado en un tubo que tiene una
pequeña apertura en uno de sus extremos por donde se expulsa el contenido de dicho tubo y existen de dos y tres cuerpos. Es un instrumento muy utilizado no solo para aplicar medicamentos y contrastes radiológicos a pacientes sino para obtener muestras de sangre en los laboratorios, manipular y dosificar sustancias en el campo de la investigación y posee innumerables usos en otras ramas de las ciencias.
Las jeringas de 2 cuerpos constan
de: el cuerpo, compartimento diseñado para el depósito de la medicación o la solución que será inyectada, y del émbolo, parte que se introduce dentro del tubo para llenar o vaciar de sustancia el cuerpo de la jeringa. Este tipo de jeringas generalmente se emplean para la preparación y administración oral de medicamentos, como es el caso de los fármacos infantiles.
Por otro lado, las jeringas de 3 cuerpos
incluyen además de las partes anteriormente mencionadas de un pistón de goma en el final del émbolo para retener correctamente el líquido y que éste no salga al presionar. Este tipo de materiales son más precisos y garantizan un procedimiento más riguroso ya que reducen al mínimo las posibilidades de pérdida de producto.
La jeringa trata de un instrumento el cual se buscó desarrollar durante un
tiempo prolongado de tiempo en el área de la medicina en un inicio se investigaba una manera de introducir en el organismo sustancias para evitar o curar el dolor, por eso el origen de la jeringuilla está muy ligada al de la anestesia y los distintos métodos con los cuales se experimentó el suministro de estas. En este afán los griegos inventaron un instrumento que consistía en una vejiga con una caña que utilizaban para introducir sustancias por debajo de la piel que a finales del siglo XV se transformó en una forma de tratamiento conocida como lavativas. En el siglo XVII, se empleó un instrumento similar a las jeringuillas para inocular medicamentos analgésicos en los lugares afectados y en 1844, el médico irlandés Frances Rynd introdujo el uso de una aguja metálica de coser para calmar el dolor de una paciente de manera intradermal.
A quien se le atribuye el invento de esta tecnología fue a Alexander Wood
quien diseñó este instrumento en 1853, Wood era secretario del Real Colegio de Médicos de Edimburgo, en el Reino Unido y había estado experimentando con una aguja hueca para la administración de drogas en el torrente sanguíneo guiándose con lo realizado por Francis Rynd usando una aguja metálica. Durante algún tiempo el Dr. Wood se la pasó obsesivamente experimentando la administración de drogas terapéuticas mediante el uso de una aguja de coser modificada. Su invento le permitió inyectarle morfina a su esposa, que padecía de un cáncer incurable y aunque por su descubrimiento obtuvo el aplauso del mundo entero su esposa murió por una sobredosis de morfina.
Antes de que se inventaran
las primeras jeringas desechables, éstas estaban hechas de vidrio y tenían agujas separadas. Las agujas anteriores tenían que hervir, y sumergirse en alcohol después de cada uso para evitar el contagio de múltiples enfermedades de contagio sanguíneo, además se tenían que afilar frecuentemente.
Así fue como en 1954 la primera
jeringa descartable salió al mercado hecha a base de polipropileno y en 1955, los Productos Roehr introdujeron una jeringa hipodérmica desechable de plástico llamada Monoject. Al año siguiente, el farmacéutico Colin Murdoch de Nueva Zelanda patentó otra jeringa plástica desechable. Murdoch también inventó las jeringas automáticas para vacunar animales y la pistola tranquilizadora. Entre los avances más recientes están la micro aguja, que permite aplicar inyecciones indoloras. El impacto que tuvo este nuevo elemento en las ciencias fue mayormente positivo ya que es una herramienta esencial con la que se pudo realizar distintos procesos como: Inyección y muestreo clínico de sangre u otros líquidos, dispensación de líquidos, transmisión de medios o cultivos celulares, entre otros. Un evento donde pudimos presenciar a la jeringa como principal artificie, fue en la pandemia del COVID-19 en el 2020, ya que gracias a estas se pudo proporcionar vacunas de alcance mundial a la humanidad, pero a su vez tuvo un impacto negativo en el ambiente, debido a que estas generaron 144.00 toneladas de residuos peligrosos en el mundo creando un peligro sanitario y ambiental. Un mal uso que se le ha dado a este instrumento en la sociedad lo podemos ver reflejado en el mundo de las drogas, el uso compartido de agujas, jeringas u otros implementos de inyección pone en riesgo a las personas a contraer distintas hepatitis virales o incluso el VIH, además del posible riesgo de generar lesiones en el cuerpo debido a este objeto punzante.