El exhibicionismo hace referencia a la necesidad de mostrar a
otra persona sus genitales, cuyo objetivo radica en captar la atención de un público que no espera tal desarropada actuación. Por lo general, el individuo exhibicionista no pretende tener un encuentro sexual con la persona sorprendida, si no que el mero hecho de exhibirse constituye para él la propia acción sexual, que podrá ser complementada con una masturbación durante o después de la misma.
Exhibicionismo
Parafilias sexuales > Exposición de sus genitales a mujeres
desconocidas con el fin de obtener placer sexual.
Exhibicionismo: Es una de las parafilias más frecuentes y
constituye un delito. El trastorno es básicamente masculino, y quien lo sufre padece además un deterioro significativo en su vida.
No suelen ser individuos peligrosos, ni intentan abusar de sus
víctimas, al contrario la mayoría reaccionan de forma insegura y se dan a la fuga si su oferta es correspondida. Su deseo radica en sorprender a la víctima, provocando en ella reacciones de miedo, asco o curiosidad, lo que le da al exhibicionista una sensación de dominio. La reacción que más detestan es la de burla o indiferencia.
Suelen ser individuos tímidos y que no les es fácil relacionarse con
mujeres. En algunos exhibicionistas el deseo ocurre cuando tienen crisis emocionales. Suelen mostrar una inteligencia normal y un nivel sociocultural también normal.
El inicio del trastorno suele ser antes de los 18 años, aunque no
siempre es así, ya que puede comenzar más tarde. En general, los exhibicionistas que son detenidos tienen menos de 40 años.
La mayoría de ellos son condenados solamente una vez,
seguramente porque el proceso judicial parece tener efectos disuasorios para ellos.
Los síntomas principales se basan en la existencia durante al
menos durante seis meses de fantasías recurrentes y muy excitantes de exposición de los genitales a un extraño que no se lo espere, teniéndose además que haberse llevada a cabo y/o producir un malestar clínicamente significativo en el sujeto o su funcionamiento en áreas relevantes de su vida. Es posible que el sujeto se masturbe durante su exposición, o bien después de esta al reimaginar las reacciones de sus víctimas. Generalmente no pretenden en realidad mantener ninguna actividad sexual con su víctima, no siendo la persona per se el motivo de excitación sino el hecho de sorprenderla. De hecho, no es infrecuente el escape del exhibicionista si la víctima corresponde de manera positiva a su reacción. Sin embargo, reacciones de indiferencia o burla pueden serles extremadamente dolorosas para estos sujetos, debido a su bajo nivel de autoestima.