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Queísmo y Dequeísmo
Queísmo
DE QUE
Según la RAE, es la supresión indebida de una preposición antes de la conjunción que, cuando la
preposición es exigida por alguna palabra del enunciado. Es decir, incurrimos en queísmos cuando
eliminamos preposiciones como de, a o en que necesariamente deben estar dentro de la
formulación.
1. Sustantivos
No hay una regla establecida que nos permita identificar cuáles sustantivos exigen una preposición
antes del que, por lo que tendremos que apelar a nuestra memoria para recordar en qué casos la
preposición es demandada:
La noticia de que se comieron los perros calientes no llegó. En este caso decimos que había una
noticia (ellos se comieron los perros calientes), y decimos de esta noticia que nunca llegó. Sabemos
entonces que noticia es un sustantivo que exige de la preposición de.
Pero como solemos pensar que la expresión “de que” es incorrecta, el queísmo nos lleva a eliminar
la preposición “de”:
La noticia que se comieron los perros calientes no llegó. En este caso, eliminando la preposición,
decimos que la noticia no llegó porque se la comieron los perros. Este error nos lleva a alterar por
completo el sentido de la oración.
A pesar que el texto deja la sensación que todo está dicho y no hay mucho por tratar, lo cierto es
que hay varios aspectos problemáticos por resaltar.
A pesar de que el texto deja la sensación de que todo está dicho y no hay mucho por tratar, lo cierto
es que hay varios aspectos problemáticos por resaltar.
En este caso, la expresión correcta e inalterable es a pesar de que, no a pesar que. Asimismo,
debemos fijarnos en que la palabra sensación es uno de los sustantivos que exigen de la preposición
de.
2. Adjetivos
Al igual que los sustantivos, tampoco hay una regla que nos permita identificar cuáles adjetivos
exigen una preposición antes del que. Por ello, lo más sencillo es tratar de recordar cuáles son
aquellos que tienen esta característica: convencido y condenado son unos de los casos más usuales.
Estamos convencidos de que la tesis se sostiene, siempre y cuando se consideren los límites
teóricos mencionados.
El marco legal de este país deja la economía agraria condenada a que se dé una explotación infinita
y poco responsable de los recursos.
Otros adjetivos que exigen la preposición de son: ansioso, asombrado, ávido, capaz, celoso,
contento, culpable, deseoso, diferente, difícil, digno, distinto, imposible, satisfecho, orgulloso,
partidario, pendiente, preocupado, proveniente, rápido, representativo, seguro, separado.
Otros adjetivos que exigen la preposición a son: acostumbrado, adicto, aficionado, alérgico, atento,
atribuible, condenado, decidido, equivalente, fiel, insensible, propenso, propicio, relativo, reticente.
Los verbos intransitivos son aquellos que no tienen un complemento directo pues por sí mismos
dan sentido a la oración. Por ejemplo: vivir, jugar, nadar, dormir, hablar.
Por otro lado, los verbos pronominales son aquellos que distinguimos porque siempre los
encontramos en el diccionario con la terminación –se. Por ejemplo: alegrarse, acordarse,
arrepentirse, olvidarse.
Algunos de estos verbos pueden tener un complemento, el cual se conoce como objeto prepositivo
y, como es de esperarse, a un objeto prepositivo no se le puede quitar la preposición:
En la introducción, el autor habló de que su trabajo académico aún tenía muchas variables
pendientes por investigar. (Verbo de intransitivo)
Restrepo insiste en que son las acciones de los movimientos juveniles las nuevas formas de
participar en la política. (Verbo pronominal)
Según lo dicho por el sociólogo, es importante darse cuenta de que no siempre las condiciones
geográficas explican estos fenómenos económicos. (Verbo pronominal)
Fíjese en que esta coma está separando el sujeto del predicado. (Verbo pronominal)
Otros verbos que exigen esta preposición –tanto intransitivos como pronominales– son: acordarse,
acusar, asombrarse, avergonzarse, cansarse, cesar, cuidar, darse cuenta, dejar, despedirse, dudar,
enamorarse, enterarse, hartarse, maravillarse, pasar, preocuparse, quejarse, tener ganas, tratar. En
todos estos casos, la preposición de debe ir después del verbo y antes del que.
Dequeísmo
1. Locuciones conjuntivas
Las locuciones son un conjunto de palabras que funcionan como si fuesen una sola. Este conjunto
no debe ser alterado de ninguna forma, pues son expresiones que han sido aceptadas de manera
excepcional dada su particularidad. En este caso, tal como su nombre lo dice, este conjunto de
palabras funciona como una conjunción, es decir, como un elemento que une palabras.
Las locuciones conjuntivas más usuales en las que se comente dequeísmo son:
2. Oraciones subordinadas
Las subordinadas son aquellas oraciones secundarias que dependen estructuralmente de una oración
principal, para tener sentido. Usualmente, estas oraciones se introducen con que. Los casos más
comunes del dequeísmo se presentan así:
• Nunca se debe utilizar la preposición de cuando la oración subordinada está precedida por verbos
de «pensamiento» (pensar, opinar, creer, considerar), de «habla» (decir, comunicar, exponer), de
«temor» (temer) y de «percepción» (ver, oír, escuchar, sentir).
Incorrecto: En concordancia con Vargas Callejas, pienso de que la educación ha sido un sistema
instrumentalizado para la conveniencia de unos pocos que están en el poder. (Verbo de
pensamiento)
Correcto: En concordancia con Vargas Callejas, pienso que la educación ha sido un sistema
instrumentalizado para la conveniencia de unos pocos que están en el poder.
Incorrecto: En esta reseña, quiero exponer de que los argumentos presentados por Singer son
fácilmente controvertibles a la luz de teorías más radicales como las de Žižek. [Verbo de habla]
Correcto: En esta reseña, quiero exponer que los argumentos presentados por Singer son
fácilmente controvertibles a la luz de teorías más radicales como las de Žižek.
• Nunca se debe utilizar la preposición de cuando la oración subordinada está funcionando como el
sujeto de la oración, pues las normas de la sintaxis no permiten ninguna preposición antes de un
sujeto.
Incorrecto: Para ello, es necesario de que la estructura del texto sea clara. En este caso, que la
estructura del texto sea clara es la oración subordinada que cumple la función de sujeto y por lo
tanto no debe estar precedida de una preposición como de.
Correcto: Para ello, es necesario que la estructura del texto sea clara.
Incorrecto: A los científicos les preocupa de que la población estudiada no sea representativa. En
este caso, que la población estudiada es la oración subordinada que cumple la función de sujeto y
por lo tanto no debe estar precedida de una preposición como de.
Correcto: A los científicos les preocupa que la población estudiada no sea representativa.
Incorrecto: No es seguro de que el autor logre abarcar todos los temas propuestos. En este caso, la
oración subordinada introducida por que está funcionando como el sujeto de la oración. Por esta
razón, no puede haber una preposición antes del sujeto.
Correcto: No es seguro que el autor logre abarcar todos los temas propuestos.