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CELEBRACIÓN

XXX Aniversario de la
VENERABILIDAD
del Padre Luis Amigó y Ferrer
13 de junio de 2022

Monición
1
María Ofelia: El misterio de la Iglesia Comunión se manifiesta,
expresa y realiza en la sinodalidad, caminar juntos como Pueblo de
Dios. El fundamento de la sinodalidad brota de la común
consagración bautismal que nos introduce en la vida nueva, en la
comunión eclesial y nos hace partícipes de la misión de Cristo en la
Iglesia.

Pilar: El Venerable Padre Luis Amigó y Ferrer durante su vida fue


profundamente sinodal ya desde
el ámbito familiar, como nos
cuenta en la autobiografía; en el
compromiso social siendo
adolescente que desarrollaba
siempre unido a otros grupos; en
su vocación consagrada siendo
además en el carisma franciscano
que tiene como centro la
fraternidad; en su preocupación
misericordiosa por los más
desfavorecidos; en su tarea
apostólica de animación de la fe
en comunidades franciscanas y,
como no, en su episcopado
animando las diócesis que se le
confiaron1.

María Ramona: Hoy, llegadas al


XXX Aniversario de su Venerabilidad, y animadas por la llamada de la
Iglesia a caminar en comunión con la humanidad, en una actitud
abierta y dispuesta para acoger, acompañar y animar a todos los
hermanos y hermanas, especialmente a los más desfavorecidos,
celebremos la respuesta que a lo largo de su historia Él supo dar, y
abramos nuestro corazón a la llamada recibida en nuestro bautismo y
confirmada a través de la consagración religiosa, para servir a Dios y
1
Monseñor Bartolomé Buigues Oller, tc. “Los Amigonianos en camino de
Sinodalidad”.

2
a la humanidad en el hoy de la historia.

Todas: Que esta celebración sea un compromiso con el legado


espiritual del “Hombre que supo fiarse de Dios” y quien supo
responder a los signos de los tiempos desde lo concreto de la vida; el
Venerable Luis Amigó.

Canto
Lector 1: (Hch 8, 29-39) Yalile:
El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate a ese carro y quédate pegado a su
lado.» Y mientras Felipe corría, le oía leer al profeta Isaías. Le
preguntó: «¿Entiendes lo que estás leyendo?» El etíope contestó:
«¿Cómo lo voy a entender si no tengo quien me lo explique?» En
seguida invitó a Felipe a que subiera y se sentara a su lado.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: Fue llevado
como oveja al matadero, como
cordero mudo ante el que lo
trasquila, no abrió su boca. Fue
humillado y privado de sus derechos.
¿Quién podrá hablar de su
descendencia? Porque su vida fue
arrancada de la tierra.
El etíope preguntó a Felipe: «Dime,
por favor, ¿a quién se refiere el
profeta? ¿A sí mismo o a
otro?» Felipe empezó entonces a
hablar y a anunciarle a Jesús,
partiendo de este texto de la
Escritura. Siguiendo el camino
llegaron a un lugar donde había
agua. El etíope dijo: «Aquí hay agua.
¿Qué impide que yo sea bautizado?»

3
Felipe respondió: «Puedes ser bautizado si crees con todo tu
corazón.» El etíope replicó: «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.»
Entonces hizo parar su carro. Bajaron ambos al agua y Felipe bautizó
al eunuco. Apenas salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a
Felipe y el etíope no volvió a verlo. Prosiguió, pues, su camino con el
corazón lleno de gozo.

Lector 2: (OCLA 1831) - Esther:


“Tened grande estima, queridos hijos e hijas, de vuestra madre la
Congregación, en la que tan vasto campo os presenta el Señor para
trabajar por su gloria en la educación de la juventud, haciendo que
conozcan al Señor para que conociéndole le amen y le sirvan e
infundiéndoles el temor santo de Dios, principio de la sabiduría y
freno que contenga sus desordenadas pasiones. Y si acontece que,
dando oídos al espíritu infernal, se apartan del redil del Buen Pastor,
también vosotros, mis amados hijos e hijas, a quienes Él ha
constituido zagales de su rebaño, sois los que habéis de ir en pos de
la oveja descarriada hasta devolverla al aprisco del Buen Pastor. Y no
temáis perecer en los despeñaderos y precipicios en que muchas
veces os habréis de poner para salvar la oveja perdida; ni os arredren
los zarzales y emboscadas con que tratará de envolveros el enemigo,
pues podéis estar seguros de que si lográis salvar un alma, con ello
predestináis la vuestra”.

Reflexión – Cecilia:
Tras una lectura atenta a los textos citados descubrimos por una
parte la misión inherente del bautismo: acercarnos, conocer,
escuchar como preámbulo para luego anunciar a Jesucristo y llevar a
los hermanos y hermanas a un encuentro íntimo y personal con Él,
encuentro íntimo que cada uno al igual que Felipe, Luis Amigó o cada
una de nosotras con nombre propio ya hemos tenido con Jesús,
porque no podemos anunciar a quien no conocemos.

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En el texto carismático atendemos a la misión que hemos recibido
por carácter de nuestra consagración religiosa y que de boca de
nuestro Padre Fundador ayer y hoy nos continúa induciendo a dar la
vida para llevar la salvación que Cristo nos ofrece a todos sin
distinción, poniéndonos en camino con el otro, con los otros, no
delante, sino al lado de los otros, llevando la misericordia y la
compasión que el mundo necesita. ¿No es acaso esa misericordia la
que llevó el P. Luis cuando de niño, joven, adulto y anciano, siendo
laico, consagrado, sacerdote y obispo, llevó a aquellos que estaban
ávidos de la Buena Nueva de Jesús?

Tiempo de Meditación y Silencio

Canto: Quisiera ser como tú (Ecos pg. 227)


Salmo para dar la Vida (recitado a dos
coros)

Señor, dame la valentía


de arriesgar la vida por ti,
el gozo desbordante
de gastarme en tu servicio.
Dame, Señor, alas para volar
y pies para caminar
al paso de los hombres.
Entrega, Señor, entrega
para «dar la vida»
desde la vida, la de cada día.
Infúndenos, Señor,
el deseo de darnos y entregarnos,
de dejar la vida
en el servicio a los débiles.

5
Señor, haznos constructoras de tu vida,
propagadoras de tu reino,
ayúdanos a poner la tienda
en medio de los hombres para llevarles el tesoro
de tu amor que salva.
Haznos, Señor, dóciles a tu Espíritu
para ser conducidas
a dar la vida desde la cruz,
desde la vida que brota
cuando el grano muere en el surco.

Exclamaciones Comunitarias -
compartidas:

Todo lo que somos, podemos y valemos lo hemos de poner, amados


hijos, al servicio del Señor, de quien lo hemos recibido. Exclamemos
con alegría al Señor: Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad. R: Aquí
estoy Señor para hacer tu voluntad.

 Que nuestros ojos descubran al Señor en la contemplación de sus


criaturas.

 Que nuestra lengua proclame las alabanzas del Señor

 Que nuestros oídos estén


atentos para escuchar su
Palabra y hacerla vida
construyendo su Reino.

 Que nuestros pies sean


prontos para correr los
caminos que llevan la Buena
Nueva de Jesús entre los
pobres.

 Que nuestras manos estén


dispuestas a realizar las obras

6
de piedad y misericordia que Él realizó.

 Y tengamos un corazón dispuesto a amar a Dios y con él a


nuestros hermanos y hermanas.

Lector 3: todas:
POEMA (Padre Cándido Martin Lizarraga, RTC)

Inaudito que Dios me ame.


Inaudito que Él me llame.
Pero a Dios que me ama y me llama,
Tendré que decirle,
Mejor hoy que mañana:
¡Señor!, ¿qué quieres que haga?
Y Él me responderá así: “Mira…
Déjame abrir tu corazón,
Déjame entrar en tu vida
Déjate atrapar por mi amor.
Lo demás…, es cosa mía”2.

Peticiones - compartidas:
Animadas por la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”,
dirijamos al Señor nuestras oraciones a Dios, confiadas en que Jesús
nos ha pedido orar sin desfallecer. A cada petición respondemos:
Envíanos tu Espíritu santificador.
 Te pedimos Señor que en todos los bautizados, actúe la fuerza
santificadora del Espíritu que nos impulse a evangelizar.
 Rogamos que en virtud del bautismo que hemos recibido, cada
miembro del Pueblo de Dios se convierta en discípulo misionero
de Jesús, agente evangelizador de los valores del Reino.
2
P. Cándido Martín Lizarraga. “Amados por Él con locura y envueltos en su
ternura”.

7
 Regálanos la gracia de dejarnos evangelizar constantemente,
especialmente por los pobres, humildes y sencillos.
 Que seamos capaces de ofrecer a los demás el testimonio
explícito del amor salvífico del
Señor.
 Que siguiendo el modelo
trazado por el P. Luis llevemos
el anuncio del amor y la
misericordia a todos con
quienes compartimos la vida
en nuestras fraternidades y
obras.

Oración Final
Que María, la mujer del sí sin
fronteras y nuestro Venerable
Padre Fundador nos acompañen
con la bendición del Señor, para que continuemos siendo en el
mundo, pizca de levadura, fermento de santidad y fuerza sinodal en
este camino hacia la santidad3.

Canto: Gracias (Ecos pg. 226)

3
Hna. Tulia López Bedoya. Circular #18/22 del 11 mayo 2022.

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