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Curso a distancia/online.

“ESPECIALISTA EN PSICOLOGÍA PSICOSOMÁTICA”

TEMA IX. ENFERMEDADES METABÓLICAS

INUPSI
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28006-Madrid
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www.inupsi.com

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TEMA IX ENFERMEDADES METABÓLICAS

INTRODUCCIÓN

En este tema nos centraremos en la Diabetes Mellitus, como enfermedad crónica más
importante dentro de los cuadros de tipo metabólico.

La diabetes es hoy en día uno de los problemas de salud más frecuentes en nuestra
sociedad. Se calcula que se encuentra presente en un 1-3 por cada 100 de la población y
de un 5-10 por 100 de las personas que lo padecen cuenta con menos de 40 años.
Aunque es complicado saber con certeza las tasas de prevalencia e incidencia, es
conocido su notable aumento en las sociedades desarrolladas.

La diabetes constituye un problema muy importante de salud ya que tiene repercusiones


personales, económicas y sanitarias asociadas a su tratamiento y de las propias
consecuencias degenerativas responsables directas de un alto porcentaje de muertes.

Comparados con la población general, los/as diabéticos/as tienen 25 veces más


probabilidad de sufrir ceguera, 20 veces de gangrena, 17 veces nefropatías y 12 veces
cardiopatías.

En los últimos años se han realizado numerosas investigaciones sobre las variables
psicológicas que pueden influir en la diabetes, tanto en el surgimiento como en el curso de
la enfermedad. Hoy en día es de todos conocida la necesidad de abordar las
enfermedades crónicas, como la diabetes, desde una perspectiva global, sin perder de
vista ninguna de las variables que puedan estar incidiendo en el cuadro médico en sí.

En este tema veremos las características de la diabetes y trataremos de explicar que


componentes psíquicos se encuentran jugando un papel relevante en esta enfermedad,
así como las consecuencias psicosociales que tiene el diagnóstico de dicho cuadro para
la persona y la manera que tenemos de abordarlo psicoterapéuticamente.

DESCRIPCIÓN

Antecedentes históricos

En los últimos 15 años se han llevado a cabo números estudios empleando un enfoque
científico y una metodología rigurosa para tratar de determinar los factores psicológicos
que pueden estar influyendo en esta enfermedad crónica.

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Se han llevado a cabo tres importantes líneas de investigación, las cuales son:

− La detección de psicopatología en los/as pacientes diabéticos/as y su influencia


sobre el origen y la evolución de la enfermedad.

− La influencia de la personalidad sobre el control metabólico.

− La intervención psicológica centrada en mejorar la adaptación a la enfermedad, la


calidad de vida de estos/as pacientes y el control metabólico.

A continuación, expondremos algunas de las aportaciones que realizaron diversos autores


sobre la concepción psicodinámica de la diabetes.

Ya en 1684 T. Willis y Maudsley en1899 señalaron el papel facilitador de la depresión y la


angustia en el surgimiento de la diabetes. Así mismo, tras la segunda guerra mundial
surgió gran cantidad de documentación que afirmaba la existencia de variaciones en los
niveles de glucemia en situaciones donde se producía intensa tensión psíquica.

Dunbar llevó a cabo entrevistas de corte psicodinámico con 90 pacientes ingresados/as


en el hospital, lo que le llevo a hablar posteriormente de la “personalidad diabética”. Estas
personas que presentaban diabetes fueron definidos/as como asténicos/as, irritables, con
frecuentes cambios de humor, hipocondríacos/as, indecisos/as, reservados/as,
suspicaces en las relaciones sociales, con problemas de identidad sexual y con trastornos
alternantes entre la dependencia y la rebelión explosiva. Para este autor, estas
características de personalidad podían preceder y predisponer al padecimiento de la
diabetes.

En la actualidad, se han llevado a cabo estudios mediante el empleo de cuestionarios


estandarizados de personalidad, como el MMPI, pero no han podido establecer las
mismas características de personalidad que afirmaba Dunbar, por lo que cabría esperar
que no exista un patrón tan especifico de personalidad para padecer diabetes como el que
él conceptualizó.

Hinkle y Wolf en 1972 consideraron que la diabetes aparecía como consecuencia de


períodos de estrés intensos que podían ser consecuencia de la pérdida o separación
significativa para el sujeto.

Stein y Treutin encontraron similitudes con los estudios de Hinkle y Wolf, en los que vieron
que con una amplia muestra de pacientes adolescentes un importante número había
perdido a uno de sus padres al comienzo de la enfermedad. No se nos puede olvidar lo
relevante que son las figuras paterna y materna a lo largo de la vida y en especial en
momentos tan críticos como la adolescencia, por lo que no es extraño que a nivel corporal
exista una afectación metabólica.

Dejours por su parte, considera que la diabetes es la regresión a un estado psicorgánico


arcaico como respuesta a una situación emocional particularmente intensa y grave para la
persona. Esta respuesta del organismo nos hace regresar a la angustia de separación y

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de muerte muy intensa. Estos dos elementos parecen encontrarse en los estados
psicóticos. Podemos entonces decir, que la persona diabética, trata de manera
inconsciente de proteger su estructura psíquica de las tensiones que le abordan que son
demasiado intensas y corre el riesgo de ruptura con la realidad.

Dunbar con relación a este aspecto, señalo que si las defensas contra la angustia del
paciente son insuficientes puede aparecer sintomatología psicótica.

Desde un punto de vista más biológico, se ha comprobado con diversos estudios la


participación de las catecolaminas en las emociones, lo cual parece influir también en las
variaciones de glucosa en estados fuertemente tensionales para nuestro psiquismo.

Podemos por tanto concluir que a lo largo de muchos años se ha ido comprobando
empíricamente la relevancia de los factores psicológicos en el surgimiento y curso de la
diabetes mellitus, sin embargo aún queda un largo camino para descubrir el resto de
factores implicados en el proceso de la enfermedad e interacción.

Vamos ahora a ver un poco más de cerca las características de la diabetes.

DIABETES

Características generales

La diabetes mellitus es una enfermedad endocrina y metabólica que se caracteriza por


una deficiencia en la secreción o acción de la insulina. La insulina es una hormona que se
produce en las células beta del páncreas y es fundamental para el correcto
funcionamiento de nuestro cuerpo, ya que su principal acción consiste en aumentar la
captación de glucosa en los músculos y tejido adiposo,

Si la insulina no está presente, bien de forma total o parcial, la glucosa resultante de la


transformación de alimentos y que no es eliminada por la orina es acumulada en la
sangre. Los músculos han de obtener energía de las reservas almacenadas,
principalmente grasas y proteínas.

Este proceso provoca un estado que podríamos comparar con la desnutrición y que
puede provocar el coma del paciente, por ello es fundamental una rápida intervención y
tratamiento.

Clasificación

Existen dos tipos de diabetes.

− Diabetes tipo 1 insulino-.dependiente (DID) o diabetes juvenil

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Este tipo de diabetes afecta fundamentalmente a niños y adultos jóvenes. Las personas
aquejadas por este tipo de diabetes, necesitan un aporte diario de insulina exógena. Sus
células beta no secretan insulina o lo hacen de manera insuficiente.

− Diabetes tipo 2 no insulino-dependiente o diabetes de adulto (DNID)

Este tipo de diabetes se caracteriza por presentarse después de los 30 años y estar
asociado a la obesidad, ya que entre el 60-90 % de las personas que presentan esta
enfermedad son obesos/as. A diferencia de la diabetes tipo 1, estas personas si
conservan la capacidad para producir correctamente insulina pero presentan una
resistencia celular a los efectos de ésta.

Para estos/as enfermos/as su tratamiento ira destinado a perder peso, control dietético y
nutricional, y en ocasiones, medicación hipoglucemiante y/o insulina.

La OMS considera como característico de la diabetes mellitus un valor de glucemia


plasmática de 11,1 mmol/l (200 mg/dl) o superior dos horas después de una dosis normal
de glucosa oral. Un valor por debajo de 7,8 mmol/l (140 mg/dl) excluye el diagnóstico y
entre 7,8-11,1 mmol/dl indica una tolerancia disminuida a la glucosa.

Después del diagnóstico

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica en el tiempo, que puede causar


importantes complicaciones médicas en diferentes órganos tan vitales como el corazón,
los riñones, los ojos, etc, por lo que no es de extrañar que la persona que lo sufre tenga
un alto nivel de sufrimiento.

La noticia del diagnóstico de una enfermedad podríamos equipararla a un duelo ya que


cuando alguien recibe la noticia se produce un cambio radical en su vida, una auténtica
perdida, especialmente si esa persona presenta diabetes tipo 1, ya que es insulino
dependiente y su tratamiento condicionara sin duda su vida en distintos niveles.

Las reacciones emocionales que pueden surgir en los/as pacientes ante la diabetes se
relacionan con:

− La capacidad de la persona para enfrentarse a situaciones complicadas y tolerar


así mismo la frustración que le pueda producir.

− La captación del papel de enfermo.

− El apoyo social recibido por parte de personas importantes.

Cada persona es diferente a la hora de reaccionar ante los diagnósticos de las


enfermedades, por eso este momento es de vital importancia en nuestro campo.
Hay personas que pueden reaccionar de manera defensiva y negar la enfermedad, lo que
rápidamente le causara importantes consecuencias pues no se producirá una correcta
adhesión al tratamiento. Otras personas mostraran intensos sentimientos de enfado,

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rabia, frustración e impotencia, que tendremos que contener y trabajar adecuadamente.

Estaremos pendientes a esas personas que muestran sentimientos muy extremos, tanto
de ira como de negación, pues con seguridad serán los que más dificultad tenga a la hora
de aceptar su enfermedad. En gran parte la presentación de alteraciones emocionales
posteriores tras el surgimiento de la enfermedad, dependerá de que la adaptación a ésta
sea buena o no, lo que a su vez tendrá que ver con aspectos psicodinámicos propios que
estaban presentes antes del diagnóstico.

No podemos ignorar que el surgimiento de una enfermedad pone en juego nuestro propio
narcisismo junto con la idea de nuestra propia caducidad física, enfermedad, dolor, y por
último la muerte con el final de nuestra existencia. Todos estos aspectos debemos
tenerlos presentes cuando nos dediquemos a trabajar con personas diabéticas, aunque
también lo podemos trasladar a cualquier enfermedad, especialmente las presentan un
curso crónico.

A partir del surgimiento de la diabetes, la enfermedad se convierte en el centro de la vida


del/la paciente. A partir de ese momento comenzará un cambio de rutinas, nada
agradables para la persona, como son la restricción de alimentos que antes podía tomar
con normalidad (lo que sin duda podrá condicionarle a nivel social), la insulinoterapia, las
revisiones médicas periódicas, etc.

Es frecuente que los/as amigos/as y familiares, desde su preocupación, cambio el trato


que antes tenían hacia el/la recién diagnosticado/a y que en los primeros momentos, las
conversaciones tengan la diabetes como tema principal.

Manifestaciones psicológicas

Es importante saber que a veces la diabetes debuta manifestándose mediante síntomas


psicológicos, tales como cambios de humor, agresividad, sueños extraños, etc.

Ante cualquier manifestación psicológica y comportamental que muestre el paciente


diabético/a es necesario que descartemos primero si éstas se pueden estar ocasionando
por hipoglucemia.

La hipoglucemia se caracteriza por una muy baja concentración de glucosa en la sangre,


inferior a 50-60 mg por 100 ml, a la que se suele denominar shock insulínico y
normalmente se asocia a pérdidas de conocimiento.

Los síntomas debido a la hipoglucemia, que son fácilmente confundibles con síntomas
psicológicos son:

− Nerviosismo
− Temblores
− Sudoración
− Polifagia (hambre excesiva)
− Confusión

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− Cansancio
− Pérdidas de memoria

La manera que se tiene actualmente de abordar el tratamiento de la diabetes es que el/la


propio/a paciente se responsabilice de su enfermedad desde el primer momento, lo que
significa que cumpla con una dieta adecuada, que mida sus niveles de glucosa en sangre
y se administre la insulina cuando sea necesario.

Si se lleva a cabo un correcto cumplimiento de las indicaciones médicas que deben llevar
a cabo, se evitaran complicaciones futuras. Sin embargo, adaptarse a esta enfermedad no
es tarea sencilla y lleva tiempo por todo el cambio que el/la paciente debe realizar en su
vida cotidiana. En el caso de que se presenten descompensaciones hiperglucémicas en
el/la paciente, éste puede llegar a sentirse culpable por no haber podido controlar la
situación.

En el campo de la medicina a veces no le damos la importancia que se merece a la


relación terapéutica que se establece entre el/la paciente y el facultativo, siendo ésta de
vital relevancia en enfermedades como la que estamos viendo.

Con bastante frecuencia nos encontramos pacientes que a la vez que rechazan su
enfermedad y hacen un activo rechazo de su médico, como figura de autoridad. Los
estudios realizados sobre este aspecto, afirman que una buena adhesión al tratamiento
de la diabetes y por consiguiente con el/la médico/a de referencia supone el mejor índice
para la aceptación y adaptación a la diabetes.

Es importante conocer aquí la relación que han mantenido estos/as pacientes con sus
figuras de autoridad, si ha sido un vínculo sano basado en la aceptación, confianza y la
autonomía de ambas partes o por el contrario ha sido un vínculo dañino en el que no se
ha favorecido el apoyo mutuo ni la confianza.

Con las personas afectadas de diabetes la principal sintomatología psíquica que nos
encontramos es que presentan un gran nivel de sufrimiento y es común que se sientan
solos/as, vulnerables e incomprendidos/as con relación a su enfermedad, con la que
tienen que lidiar todos los días de su vida.

Se dan con mucha asiduidad “olvidos y transgresiones” a la hora de seguir correctamente


el tratamiento pautado por el personal médico, rechazos de controles clínicos, etc. Lo
podemos entender como una manera de boicotearse a sí mismo como resultado de la
intensa angustia y depresión que deben sentir, llegando hasta el punto extremo de llegar a
realizar auténticos suicidios.

La depresión es posiblemente el trastorno emocional más presente en estas personas. La


autoestima, tanto en jóvenes como en personas más mayores, tiende a estar muy
mermado. Algunos/as enfermos/as de diabetes intentar superar el estado anímico
deprimido con la sensación placentera que les dan los episodios hipoglucémicos que
tienden a provocarse como consecuencia del aumento de la dosis de insulina,
produciéndose en algunos/as pacientes una auténtica dependencia, ya que puede
conseguir un estado de activación y euforia que le permita evadirse de los conflictos

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presentes y activados por la diabetes.

Otro aspecto de interés directamente relacionado con las manifestaciones psicológicas de


estos/as pacientes son las disfunciones sexuales que pueden presentarse como
consecuencia de la diabetes pero que a su vez tiene consecuencias importantes en el
funcionamiento psíquico de la persona.

En un estudio que se llevó a cabo, los investigadores encontraron que el 49% de una
muestra total de 175 pacientes varones diabéticos eran impotentes sexualmente y el 2%
padecía eyaculación precoz, lo que puede complicar aún más sus relaciones sexuales y
afectivas y ser un factor más que contribuya a su estado de ánimo deprimido.

Esta complicación reactiva a toda la base orgánica que conforma la enfermedad de


diabetes, puede generar una intensa angustia de castración en el paciente y atacar
directamente a su narcisismo, lo que hará aumentar la depresión junto con idea de
enfermedad, invalidez y vulnerabilidad.

En conclusión, podemos considerar que los/as pacientes diabéticos/as pueden llevar a


cabo alguna de estas actitudes hacia la enfermedad:

− Actitud regresiva

Cuando se produce este tipo de postura en el/la paciente, éste/ésta comienza a delegar
en los/as demás su propio cuidado. Se vuelven dependientes de los otros de su entorno y
podríamos decir que establecen una relación muy parecida a la que surge en los primeros
años de nuestras vidas, donde somos vulnerables y necesitamos de nuestros padres para
que nos aporten alimentación, cariño y cuidados.

Estos/as pacientes esperan de los/as demás que les cuiden y les protejan, temiendo a su
vez ser abandonados/as teniendo en cuenta la postura tan frágil y vulnerable en que se
encuentran.

Son personas que en definitiva han optado por asumir un rol de enfermo/a con una serie
de ganancias inconscientes secundarias (ver beneficio secundario) lo que a su vez
impedirá el poder relacionarse con los otros desde la madurez, ya que su crecimiento
psíquico se ha quedado bloqueado.

− Actitud de rechazo

Trabajar con este tipo de pacientes es muy complicados, pues no han llegado a aceptar el
diagnóstico de diabetes y por tanto presentan comportamientos sustentados en la
negación y la rebeldía que pueden llegar a ser graves y poner en peligro su vida al no
seguir correctamente su tratamiento médico.

Es muy frecuente esta actitud de rechazo hacia la enfermedad en pacientes con una
estructura de personalidad narcisista para los cuales la diabetes supone una ruptura con
respecto a su mundo del cual no se pueden reponer y desarrollar una actitud negadora

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ante ella (lo que no veo, no existe).

También puede aparecer en personas con trastornos psicóticos, a su vez muy difíciles de
tratar tanto en la esfera física como en la psicológica.

− Actitud meticulosa

Este tipo de pacientes a diferencia de los/as que presentan una postura clara de rechazo
a la enfermedad, se adhieren de manera muy rígida a todo lo que plantea su médico.

Son personas que buscan todo tipo de información sobre la enfermedad y sus
tratamientos, controlando su enfermedad de manera muy firme.

Estas personas se caracterizan por tener una estructura de personalidad obsesiva que les
defiende de los sentimientos depresivos. En general, los obsesivos tienen una clara
incapacidad para expresar sus sentimientos de manera que los controlan teniéndolos a
raya y de esa manera evitan la desinhibición propia del descontrol, algo que sin duda
temen.

Si estas personas lograran mantenerse en ese estado de contención y de aparente


adaptación a la enfermedad, todo marcharía más o menos bien, sin embargo los
conflictos psíquicos acabaran por expresarse pues esa contención dejará de ser eficaz y
se producirá una ruptura de los mecanismos defensivos, pues pese a los esfuerzos que
estos/as pacientes realizan, la diabetes puede no cursar de manera favorable y darse
cuenta que no pueden controlar a la enfermedad.

La diabetes en la infancia y adolescencia

Cuando se produce el diagnóstico de diabetes tipo 1 en un niño/a u adolescente, se


produce una crisis no solamente en el/la enfermo/a sino en todo su nivel familiar. La
diabetes mellitus condiciona psicológicamente a todo el núcleo familiar.

Parece ser que la diabetes tipo 1 tiene un componente de tipo hereditario, lo que
provocara en los padres del niño/a reacciones de culpa e incluso vergüenza, por sentirse
responsables de ello y no poder hacer nada para remediarlo.

Es frecuente que los padres tras el diagnóstico de esta enfermedad metabólica cambien
su manera de comportarse con el/la niño/a, favoreciéndolo más que al resto de sus
hermanos si los hubiera y tratándolo como alguien especial. Los progenitores
permanecerán largos periodos de tiempo junto al niño/a anclándose en la excusa de que
está enfermo y provocando un ambiente de sobreprotección y falta de autonomía que sin
duda condicionara la vida y el psiquismo de éste/a.

Los/as niños/as van aprendiendo y captando cosas de sus mayores y les gustará disfrutar
de esa postura caracterizada por exceso de privilegios debido a su enfermedad. En un
primer momento, el niño/a aceptara de una manera sumisa la actitud de protección de sus

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padres hacia él, cumpliendo respetuosa y correctamente con las normas que éstos
marcan en cuanto a la dieta y tratamiento de la diabetes.

Conforme el/la niño/a vaya haciéndose más mayor y entrando en la preadolescencia,


empezará a compararse con el resto de sus compañeros/as del colegio y a darse cuenta
que es diferente. Esta actitud puede sumirle en una depresión junto con un intenso
sentimiento de injusticia que podrá desplazarse al tratamiento y por extensión a su
enfermedad, rechazándola.

Es en este momento cuando puede surgir en el niño/a la psicopatología más grave, desde
la hostilidad manifiesta hacia la enfermedad y todo cuanto le rodea, la rebelión, el
negativismo, actitudes provocadoras, auto y heteroagresividad, etc.

La adolescencia es un período de la vital de enorme trascendencia, es el paso de nuestra


infancia a la edad adulta y supone la ruptura con muchos elementos. Para un/a
adolescente sin enfermedad es muy complicado, para un/a adolescente que además
tenga diabetes mellitus, será mucho más complejo el proceso, por lo que nuestra
intervención desde el punto de vista psicodinámico será sumamente decisiva en estos
momentos.

Otra postura de los progenitores que hemos apreciado en la práctica clínica cuando se
produce el diagnóstico de diabetes en un/a hijo/a es la de rechazo ante la enfermedad,
descuidando la atención de esté/a.

Ninguna de las dos posturas que acabamos de mencionar, sobreprotección y falta de


atención, son adecuadas para los/as niños. Ambas posturas pueden considerarse
negligentes y traerán consecuencias a medio y largo plazo en la manera de relacionarse y
vincularse de estos/as niños/as, pudiendo expresar más adelante conflictos intrapsíquicos
como consecuencia de los años vividos bajo la sobreprotección o ignorancia de sus
progenitores.

Es nuestra labor como profesionales de la salud, saber responder adecuadamente ante


un colectivo tan vulnerable como son los/as niños/as. Es en estos primeros años donde se
asentaran las bases para la personalidad que se manifestara más adelante y de unos
buenos cimientos depende que no existan conflictos psíquicos latentes.

Patrones de personalidad y Diabetes

Como ya hemos visto a largo de los temas de este curso, existe un debate abierto a la
hora de abordar la relación entre las variables psicológicas y la expresión mediante
cuadros médicos y una gran necesidad de seguir estudiando para conocer con exactitud
la génesis de las enfermedades que surgen en la sociedad actual y que condicionan la
vida de las personas.

Las investigaciones que se han llevado a cabo en los últimos años relacionando variables
de personalidad junto con la adaptación a la enfermedad y el control metabólico,
consideran que los factores implicados en la diabetes son:

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− Inestabilidad emocional
− Baja autoestima
− Relaciones interpersonales caracterizadas por la dependencia
− Descontrol de impulsos
− No tolerancia a la frustración

Este tipo de variables podemos identificarlas fácilmente en algunos trastornos de


personalidad como son el límite, histriónico, narcisista y dependiente, todos ellos
caracterizados por dificultad en la manera de relacionarse con los/as demás.

Según los autores, la correlación positiva entre las variables psicológicas que acabamos
de citar y la descompensación metabólica propia de la diabetes, podría deberse a:

− La dificultad que presentan estos/as pacientes a la hora de vincularse con los


demás de una manera autónoma y sana.

− El uso de las transgresiones hacia el tratamiento de manera autopunitiva.

− La necesidad de depender de los/as demás, contando con su apoyo y cuidado,


tratando de que los otros sean los responsables de su cuidado médico.

Como cabría esperar, algunos de los rasgos de personalidad que acabamos de citar junto
con la inestabilidad emocional característica de los trastornos de personalidad, dificultan
enormemente la correcta adaptación a la enfermedad, ya que ésta necesita un control y
responsabilidad directa por parte del paciente.

Nuestra labor ira destinada a abordar y trabajar con el/paciente el foco de la


dependencia, probablemente muy dañado en sus primeros años de vida. Mediante la
relación terapéutica con nosotros y la transferencia, podremos ir ayudando al paciente a
que se relacione con los demás y su enfermedad de un modo más adulto y deje de
depender de los cuidados activos de su entorno.

EVALUACIÓN

Como ya hemos mencionado con anterioridad, existe evidencia de que los/as pacientes
diabéticos/as no reconocen de manera uniforme las hipoglucemias, pudiendo confundirse
con síntomas psicológicos y manteniendo por tanto una excesiva confianza en el control
de los estados hipoglucémicos.

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Los episodios hipoglucémicos son altamente aversivos y por tanto creemos necesario
entrenar a los/as pacientes a controlar sus reacciones ante las hipoglucemias, evitando
que éstas se conviertan en situaciones temidas y puedan ser evitadas y actuar en
consecuencia para compensar su estado fisiológico.

Esta prueba sirve tanto para la diabetes tipo 1 como la para tipo 2, pero posiblemente
serán los tipo 1 los que más de beneficien de su aplicación.

A continuación se muestra el cuestionario:

Registro de hipoglucemia (Gil Roales-Nieto, J., y Vilchez, R.,1993)

SÍNTOMAS o SENSACIONES ¿Presente? Intensidad (1, 2 o 3)

1. Siento mi boca muy seca

2. Me siento cansado/a o débil

3. Siento algo de dolor o malestar en el


estomago

4. Me siento lento/a o perezoso/a

5. Me siento mareado/a o aturdido/a

6. Tengo mal sabor de boca, como si estuviera


dulce o pastosa

7. Me siento muy despierto/a o lleno/a de


energía

8. Me duele la cabeza

9. Siento mi nariz muy seca

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10. Me siento nervioso/a o intranquilo/a

11. Estoy sediento/a

12. Siento mis piernas o brazos como si


estuvieran entumecidos o dormidos

13. Tengo temblores

14. Me siento angustiado/a o frustrado/a

15. Siento que mi corazón late más deprisa

16. Siento hormigueo en mis piernas o brazos

17. Se me nubla la vista

18. Me cuesta hablar, me noto atolondrado al


hablar, me cuesta encontrar palabras

19. Siento calor en la cara

20. Noto que sudo demasiado

21. Tengo deseo de orinar

22. Siento que tengo hambre

23. Noto mucha saliva en la boca

24. Tengo dificultades para concentrarme y


pensar

25. Me cuesta trabajo respirar

26. Me encuentro enfadado/a o irritado/a

27. Tengo sueño o me siendo adormilado/a

28. Indique otras sensaciones o síntomas que


esté teniendo en este preciso momento y que no
estén recogidas en la lista anterior.

…..........................................................................
.............................................................................
.............................................................................

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Otros cuestionarios o pruebas que pueden resultarnos útiles en este campo son:

− Escala de lugar de control de Wallston, K.A y Strudler, B (1981)

− Inventario de estrategias de afrontamiento de Tolbing, D. L (1983)

− Inventario de estrés percibido para padres de niños con diabetes (Mendez, F;


López-Pina, J.A; Hidalgo, M.D; Ros, M.C; Bermejo, R.M y Beléndez, M (1996)

ABORDAJE TERAPÉUTICO

La diabetes debido a la complejidad de su tratamiento y al cambio de estilo de vida que


supone para el/la paciente, es posiblemente una de las enfermedades crónicas que más
necesita de la colaboración de los/as psicólogos/as para tratar de garantizar el bienestar
de éstos/as.

El tratamiento comienza a ser fructífero desde el momento en que podemos identificar y


relacionar ciertas variables psicológicas con el inicio y curso de esta enfermedad. Las
variables de personalidad mayormente implicadas en la diabetes son las que hemos
mencionado con anterioridad, en especial la personalidad (concretamente los rasgos de
inestabilidad emocional y trastornos graves de personalidad), las atribuciones del paciente
sobre la propia enfermedad, el nivel de ansiedad y angustia asociado a la diabetes y la
manera de enfrentarse a los conflictos.

Es por tanto necesario modificar estos aspectos para que a su vez se produzca un cambio
en la enfermedad, de manera que se controle más eficazmente y se preserve el bienestar
emocional y la calidad de vida del enfermo/a.

En el tratamiento de este cuadro debemos tener muy presente el beneficio secundario


inconsciente que percibe el/la paciente, de tal manera debemos ir desmontando los
mecanismos defensivos que ha ido elaborando a lo largo de su vida y crear otros más
maduros y que le sirvan sanamente para aceptar y adaptarse a su enfermedad.

El foco principal que trabajaremos con estos pacientes es la dependencia. En este punto

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entran en juego intensas angustias que podemos ir desbrozando poco a poco en la
relación terapéutica con nuestro/a paciente.

Comenzaremos marcando los hitos importantes en la vida del/la paciente con relación a
este aspecto, partiendo de sus figuras principales en su infancia, momentos en los que ha
podido sentirse abandonado/a y como ha reaccionado a ese conflicto, que beneficios
tiene el que sean los/as demás los que se ocupen de su bienestar físico, pérdidas
importantes que haya vivenciado, qué le dificulta desprenderse de esa posición de
dependencia externa, etc.

Otro aspecto importante a abordar con el/la paciente es la ansiedad asociada a la


enfermedad, ya que ésta puede influir directa o indirectamente sobre la diabetes. Las
personas con niveles altos de ansiedad tendrán un peor control metabólico, por lo que
ayudar al paciente a relajarse en momentos de intensa activación puede ser una
herramienta muy beneficiosa.

La aparición de una enfermedad crónica en una persona, con frecuencia joven, implica un
duelo que es necesario elaborar. Ya hemos hablado de la frecuencia en que los/as
pacientes diabéticos presentan sentimientos depresivos e incluso pueden llegar a atentar
contra su vida de manera indirecta, de modo que trabajaremos con el origen de esa
depresión y su mantenimiento. Es fundamental que la persona pueda expresar su dolor,
sus angustias con respecto a la enfermedad y el futuro incierto y todo ello dentro de un
contexto seguro, reparador y empático.

Con frecuencia la intervención con este tipo de pacientes resulta dificultosa, pues como ya
hemos comentado pueden existir patrones de personalidad graves que compliquen la
relación terapéutica. Una vez más, te aconsejamos que no te dejes cegar por el síntoma,
por muy llamativo que sea y que rastres más allá para poder ver el conflicto intrapsíquico
real.

BIBLIOGRAFÍA

− Manual de educación terapéutica en diabetes. Figuerola, Daniel. Diaz de santos


(2011)

− Diabetes tipo 1, en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Hanas Ragnar. Editorial


Diaz de santos (2010)

− El beneficio secundario y la necesidad de estar enfermo. Artículo de J. Van Egmon.

Hospital Psiquiátrico Brinkgreven, Holanda (2005)

− Psicoanálisis, medicina y salud mental. Conde, M. Editorial Síntesis (2004)

− Instrumentos de evaluación en Psicología de la Salud. Gutierrez, T. Raich, R.

15
Sánchez D, Deus, J. Alianza Editorial (2003)

− Manual de Psicología de la Salud (2ª edición). Amigo Isaac, Fernández


Concepción, Pérez Marino. Editorial Pirámide (2003)

− El libro de la diabetes. Conesa, Juan. Aran Ediciones (1998)

− La palabra del cuerpo. Onnis L. Psicosomática y perspectiva sistémica. Editorial


Hercer (1997)

− La psicosomática del adulto. P, Marty. Editores Amorrortu (1995)

− Manual de psiquiatría infantil. Ajuriaguerra, J. Editorial Masson (1991)

PREGUNTAS DE EVALUACIÓN

− Respuestas posibles ante el diagnóstico de diabetes Mellitus

− La diabetes en niños/as y adolescentes y relación con el sistema familiar

− Características de personalidad vinculadas a la diabetes

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