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Por otra parte, otra de las características típicas del funcionamiento de los centros de
rehabilitación es que existen muchos tipos de equipos que pueden ser utilizados por las
personas. Los centros más completos cuentan con campos deportivos y gimnasios, terrazas,
bibliotecas, piscinas, espacios de trabajo y más. El objetivo es que las personas puedan vivir
cómodamente en este lugar, para que sea más fácil manejar y controlar la recaída.
Otra herramienta muy utilizada es el RxPense® que puede acceder al perfil de cada paciente,
por usuarios autorizados, y establecer los ciclos de dispensación, los detalles de los
medicamentos y el proceso de elaboración de informes. Los contactos son notificados cuando
se toman los medicamentos o cuando no se toman. Los medicamentos permanecen seguros y
cerrados, y sólo se dispensan al paciente según un horario estricto. Se mantiene un historial
completo y una pista de auditoría en la nube, accesible sólo a las personas autorizadas. Es
posible la comunicación directa por vídeo, desde cualquier lugar. Los informes se generan para
un paciente, grupo, organización o ubicación específicos.
Es así como, por ejemplo, John sólo puede tomar un medicamento una vez, cada 4 horas. En
todos los demás momentos, permanecen cerrados y no están disponibles. María, sin embargo,
puede tomar un medicamento cada 2 horas. Cuando Mary se autentica con el RxPense con su
identificación única o su voz, se captura su imagen y se dispensa el medicamento.
Los centros de tratamiento y rehabilitación ayudan a las personas que luchan contra la droga,
el alcohol o el abuso o la adicción a las sustancias. El enfoque del centro de rehabilitación es
proporcionar ayuda para que estas personas reduzcan y luego eliminen su dependencia de
manera segura. Obtener ayuda puede significar diferentes cosas para diferentes personas y
puede tomar muchas formas diferentes. El éxito del tratamiento no está determinado por la
abstinencia inmediata y a largo plazo, sino cuando la persona realmente entiende su trastorno
de consumo de sustancias y se siente cómoda buscando ayuda en caso de que ocurra una
recaída.
Para aquellos con dependencias, la recuperación de los trastornos por uso de sustancias es
posible. Las personas pueden, y lo hacen, superar el uso problemático de sustancias. Una
persona en recuperación está pasando por un proceso individual para mejorar su salud física,
psicológica y social, lo cual puede tomar tiempo. El aspecto de esta recuperación podría incluir
la abstinencia completa (es decir, evitar las drogas o el alcohol por completo) o un tratamiento
asistido por medicamentos, como la prescripción de metadona o buprenorfina para tratar el
trastorno por consumo de opiáceos.
Ninguna persona puede estar privada de su libertad sin disposición de autoridad competente y
previo un estricto análisis, valoración y criterio médico. La creación, regulación, control y
funcionamiento de estos centros de tratamientos es una obligación estatal como garantía del
derecho a la salud, la vida digna y de prestación de un servicio público eficaz y eficiente, e
igualmente, bajo los mismos términos, se deben garantizar los servicios de las entidades
privadas o comunitarias.
Por otro lado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, estableció que las autoridades
tienen la obligación de garantizar que las condiciones de los centros de privación de libertad o
rehabilitación sean adecuadas para evitar situaciones adversas, proscribiendo el encierro
nocturno en celdas o habitaciones que pueden generar muertes en contextos de intoxicación o
incendio.
Estos son los aspectos fundamentales que definen el funcionamiento de los centros de
adicciones y rehabilitación, asumiendo que prestan todos los servicios relacionados con el tipo
de pericia que acompaña al paciente.