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El agua es la sustancia más abundante en los sistemas vivos, constituye un 70% o más
del peso de la mayoría de los organismos. Está presente en todos los lugares de la célula,
es el medio de transporte de los nutrientes celulares y el medio de reacción en el que
tiene lugar la inmensa mayoría de las reacciones químicas del metabolismo. En definitiva,
es el medio en el que se mueven e interactúan las demás biomoléculas.
Cuando se compara con moléculas de similar peso molecular y composición, el agua
tiene propiedades físicas únicas, consecuencia de su naturaleza polar y de su capacidad
para formar enlaces por puente de hidrógeno con otras moléculas.
O H
Sus cargas la hacen unirse con moléculas de agua vecinas mediante un enlace químico
que resulta de excepcional importancia para la vida y que explica el amplio abanico de
sus propiedades físicas y químicas: el puente de hidrógeno. El enlace sólo requiere que el
átomo electronegativo (el oxígeno en el caso del agua) que atrae al hidrógeno. Cada
molécula de agua puede potencialmente formar 4 puentes de hidrógeno con otras tantas
moléculas de agua dando lugar a una estructura tetraédrica reticular relativamente
ordenada, responsable de sus peculiares propiedades fisicoquímicas. Esta atracción es
fuerte porque las moléculas de agua, siendo pequeñas, pueden acercarse mucho más
que moléculas mayores y quedan firmemente atraídas por su gran polaridad.
El comportamiento térmico del agua es único y gracias a ello el agua es el principal
responsable del sistema termorregulador. Tiene una alta conductividad lo que permite la
distribución rápida y regular del calor corporal. Participa en la digestión y procesado de
nutrientes. Para la contracción muscular es altamente endergónico.
EL AGUA COMO DISOLVENTE.
Capacidad que presenta para disolver una amplia gama de sustancias. Su naturaleza dipolar, que le
permite establecer interacciones electrostáticas con 4 determinados tipos de solutos. Podemos
considerar tres tipos de sustancias en lo que se refiere a su solubilidad en agua: sustancias
hidrofílicas, sustancias hidrofóbicas, y sustancias anfipáticas.
a) Sustancias hidrofílicas: Son netamente solubles en agua. Entre ellas están las
sustancias iónicas, que poseen carga eléctrica neta, y las sustancias polares, que
presentan en su molécula cargas parciales. Muchas biomoléculas son sustancias
iónicas o polares, como las sales minerales o el azúcar
b) Sustancias hidrofóbicas: Son totalmente insolubles en agua. Se caracterizan por
no poseer cargas eléctricas netas ni parciales, es decir, son totalmente apolares.
Este carácter apolar les impide establecer interacciones energéticamente
favorables con las moléculas de agua. Algunas biomoléculas como las grasas
neutras y las ceras son de naturaleza hidrofóbica; también lo son los gases
biológicamente importantes, como el O2, el CO2 y el N2, que son muy poco
solubles en agua.
c) Sustancias anfipáticas: - Son sustancias que presentan en su molécula una parte
polar (o cargada) y otra no polar. Cuando estas sustancias se mezclan con el agua
las dos zonas de su molécula experimentan tendencias contrapuestas. Las zonas
polares tienden a establecer interacciones electrostáticas con las moléculas de
agua mientras que las zonas no polares tienden a agregarse para ofrecer la mínima
superficie de contacto con ella. El resultado de estas dos tendencias contrapuestas
es que las moléculas anfipáticas se asocian para constituir unas estructuras
estables denominadas micelas. Entre las anfipáticas se encuentran los ácidos
grasos, las proteínas globulares y una amplia categoría de lípidos llamados lípidos
de membrana.
El interés biológico en la ósmosis reside en que las membranas celulares son membranas
semipermeables, es decir, permiten el libre paso de moléculas de agua pero ejercen una
permeabilidad selectiva sobre la mayoría de las biomoléculas disueltas en ella. Como
consecuencia, existe un intercambio de agua a razón de la concentración de solutos.
3) Osmosis inversa
Los requisitos de laboratorio suelen indicar el grado reactivo que según el National committe
for clinical laboratory standars (NCCLS) pertenece a uno de tres tipos (I, II, III) Siendo la tipo
grado reactivo I, la de más alta pureza debido al procedimiento previo de ultrafiltración para
eliminar partículas menores de 0.02 mm, calidad del agua obtenida de la pureza del pozo, y al
proceso de destilación posterior. El tipo de agua grado II también es aceptable para los usos
de laboratorio clínico y el agua grado III solo es aceptada para el lavado de material de vidrio
pero no para análisis o preparación. Los procedimientos de prueba para determinar la calidad
del agua grado reactivo I incluyen mediciones de resistencia, pH, recuentos de colonias
bacterianas (evaluación de contaminación bacteriana) en medios selectivos y no selectivos
para la detección de coliformes, cloro, amoniaco, silicio, detección de metales pesados, etc.
La resistencia se mide porque si se incrementa la pureza se incrementa la resistencia ya que
el agua pura desprovista de iones es un mal conductor de la electricidad.