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Hoy en día se entiende así, pero desde la era industrial, se ha dado un significado diferente
al factor humano:
• Personal: La idea del hombre económico que busca maximizar sus propios intereses
y no tiene autocontrol de su persona, por eso las empresas al controlar la recompensa
que obtiene también controlan su comportamiento. Su posición ante la autoridad es
pasiva y se le ejerce fuerte control al realizar tareas, en la mayoría de los casos
monótonas y repetitivas.
• Recurso humano: La concepción del hombre social, motivado por sus necesidades
que se satisfacen a través de las relaciones interpersonales y responde a los estímulos
de su grupo. Se le supervisa con un enfoque más orientado a su persona y el poder
ejercido por él dista de ser muy formal.
• Capital humano: La idea del hombre que se autorrealiza y busca plasmar en su
trabajo sus capacidades, las cuales son más especializadas pues está en aprendizaje
permanente. En este punto se entiende que las personas son el fin y la razón de las
empresas y se cambió la concepción de que el hombre es un recurso fácilmente
sustituible a que este es parte de su organización
• Factor humano: La representación del hombre complejo, que posee un carácter
dinámico y cuyo comportamiento no cabe en una teoría. No es propiedad de la
organización, actúa por voluntad, su experiencia y conocimientos son intangibles y
se intercambian no sólo por lo económico sino también por lo afectivo.
¿Qué aprendí?
Con base en la lectura, comprendí que las relaciones en el ambiente laboral han sido tratadas
de manera diferente de acuerdo con la época y con el conocimiento que se tenía entonces de
su importancia en la vida del individuo. Fue lento el proceso de comprender que las
capacidades de los seres humanos son el recurso principal de una organización y que era un
error tratar a las personas como máquinas pues nunca se conseguiría dar ordenes y esperar el
mismo resultado, porque los humanos somos susceptibles a muchos factores del entorno y
por lo tanto impredecibles.
Hoy en día hay más interés por parte de algunas organizaciones en fomentar un entorno de
respeto y profesionalismo, justamente este tipo de enfoques son propios de grandes líderes,
los cuales deben invertir tiempo y dedicación en las personas para que estas actúen en pro de
los objetivos del lugar donde trabajan
Laborar bajo presión probablemente es efectivo en contadas ocasiones, pero a largo plazo
trae mayores beneficios (en ambas partes) un ambiente donde las personas se sientan capaces
y motivadas a sacar lo mejor de sí mismas. Al final, el trabajo que realizamos debería
dignificarnos y ser un área llena de oportunidades para formarnos como seres humanos, con
ello contribuimos a hacer más grande la red de relaciones y servicios que necesita una
sociedad como la nuestra para funcionar y desarrollarse.