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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

UAPA

ESCUELA DE PSICOLOGÍA:

PSICOLOGÍA GENERAL.

Tema:
El empoderamiento y el Apoyo social
Asignatura:

Psicología Social y Comunitaria


Facilitador / a:

Annery M. Hiraldo
Actividad: lll.

Elaborado: por
Braulio Domingo Perez
MATRÍCULA:

17-2802

Santiago de los Caballeros República Dominicana 26 de julio del, 2019


INTRODUCCIÓN

En una empresa tradicional solamente se reciben mandatos, los gerentes no


siempre saben si los empleados están trabajando bien, usualmente los horarios
son confusos, los trabajadores siempre deben quedarse callados, tienen poco o
ningún control sobre su trabajo, no hay motivación por las cosas relacionadas con
su oficio (lo ven más como por obligación que como algo que les agrada hacer)
sino por las cosas que están fuera del trabajo –y cuando existe motivación es de
poca duración–, el personal sólo le da importancia a su salario, sus vacaciones y
sus pensiones, el paradigma que tiene la mayoría de las personas que trabajan en
la empresa es "No hagas algo que no tengas que hacer. Luego, haz lo menos
posible", durante todo el día la gente se mueve con parsimonia hasta el momento
de marchar a casa, casi nadie está interesado por el prójimo, no prometen lo que
cumple cuando se trata de hacer un mejor trabajo, todos asumen sólo la
responsabilidad necesaria y existe un gran temor al cambio.
Este tipo de actitudes en las compañías trae consecuencias como realizar un
trabajo monótono y de baja calidad, confusión en las personas que trabajan en la
empresa, falta de comunicación, no existe confianza entre ellos mismo, no
contribuyen en las decisiones, se desconoce si trabajan bien, nadie sabe lo que
está pasando, no tienen el tiempo suficiente como para resolver los problemas,
personas resuelven los problemas de terceros, no dan prestigio a los demás por
sus ideas o esfuerzos y escasez de recursos, conocimientos y entrenamiento.
Para solucionar estos conflictos, muchas compañías han empleados programas
como pláticas motivacionales, círculos de calidad, sueldos más altos, calidad de
vida en el trabajo, organización aplanada, equipos de trabajo, sistemas de
sugerencias, más entrenamiento, mejores comunicaciones, relaciones más
cercanas y seguridad en el trabajo; cuyos resultados no han sido los esperados.
Como consecuencia, se ha creado una serie de técnicas como el Just in Time,
Total Quality Control, Management Requirement Production, Total Production
Management, entre otros. Sin embargo, esta vez se ha a profundizar un método
que ha garantizado el éxito las empresas como es el empowerment.
Como idea, el empowerment se remonta probablemente a los comienzos del
management moderno, específicamente en 1988 gracias a los expertos Kenneth
Blanchard y Paul Hersey. Sin embargo, se consolidó a principios de la década de
los 90 con el propósito de mejorar la práctica de la delegación y liberar el potencial
disponible en las personas.
1) Cómo y porque se desarrollan las actitudes que hacen
influencia en el empoderamiento.

La palabra empoderamiento viene del término inglés “Empowerment” que significa


“conceder poder”, pero más que un término con una única conceptualización,
podemos definirlo como un proceso a través del cual, se analizan y detectan las
necesidades de un colectivo desfavorecido socioeconómicamente, con el objetivo
de dotarlos con las herramientas necesarias para que puedan conseguir más
autonomía y disminuya así, su vulnerabilidad.

De esta forma, el empoderamiento busca que las personas auto gestionen sus
propias necesidades, lo que en lo que respecta a la cooperación y ayuda
humanitaria dio una nueva visión a los proyectos sociales, que más que prestar
ayuda y cubrir necesidades básica, busca que las poblaciones con carencias o
dificultades, a través de sus propias capacidades impulsen cambios positivos
sobre las situaciones en la que viven.
Así, podemos consensuar que el concepto de empoderamiento se relaciona con
apropiación o reapropiación del poder individual, lo que corresponde al análisis de
la situación actual (adaptación, dependencia y/o sumisión) y a liberarse de ella. Se
trata del reconocimiento personal de la posibilidad de influir en la propia existencia
para cambiarla. Para ello tiene que darse:

• Reconocimiento del poder comunitario y de la posibilidad de interactuar en el


contexto social como parte de un grupo que puede cambiar una situación.

• Reducción del poder ejercido por los grupos dominantes a partir del cambio de
las relaciones de poder en la sociedad.

Según este enfoque, el individuo tiene un rol activo y puede actuar en cualquier
programa de cooperación gracias a la actitud crítica que ha desarrollado. Esta
noción rompe con la idea de que el individuo es un ser pasivo de la cooperación y
pasa a convertirse en un actor legítimo.
El Empoderamiento Como Valor
Como orientación valórica, el empoderamiento implica un tipo de intervención
comunitaria y de cambio social que se basa en las fortalezas, competencias y
sistemas de apoyo social que promueven el cambio en las comunidades. Parte de
su atractivo como concepto nace de su énfasis en los aspectos positivos del
comportamiento humano, como son la identificación y fomento de las capacidades
y la promoción del bienestar más que la curación de problemas o la identificación
de factores de riesgo. Es un enfoque que analiza las influencias del contexto en
vez de culpabilizar a las víctimas (Zimmerman, 2000). Por tanto, dentro de esta
perspectiva, el profesional tiene un rol de colaborador, de facilitador y de
proporcionador de recursos, más que de un experto y consultor para la
comunidad. De esta manera, la comunidad se convierte en una participante activa
en el proceso de su propio desarrollo (Zimmerman, 2000).
Para Rappaport, el empoderamiento implica que no concebimos a las personas
como niños con necesidades o simples ciudadanos con derechos que deben ser
defendidos por un agente externo, sino como seres humanos integrales que tienen
necesidades y derechos, que son capaces de tomar el control sobre sus propias
vidas. Una ideología del empoderamiento implica la creencia de que personas y
grupos locales son capaces de resolver problemas paradojales y multifacéticos en
mayor medida que los expertos externos que aplican políticas y programas en
forma centralizada, ya que una variedad de personas encuentra una variedad de
soluciones. En este escenario, los expertos actúan como colaboradores, quienes,
entre otras cosas, aprenden de las experiencias de las comunidades, aportan en
la creación de entornos de encuentro entre las personas, apoyan la habilitación de
éstas para encontrar sus propias soluciones y difunden estas experiencias
(Rappaport, 1981).
El Empoderamiento Como Proceso
Como se señaló anteriormente, el empoderamiento es también concebido como
un proceso cognitivo, afectivo y conductual. Rappaport (1984) refiere que el
empoderamiento implica un proceso y mecanismos mediante los cuales las
personas, las organizaciones y las comunidades ganan control sobre sus vidas.
En su formulación del empoderamiento los procesos y los resultados están
íntimamente ligados. Por su parte, Cornell Empowerment Group (1989) define el
empoderamiento como un proceso intencional, continuo, centrado en la
comunidad local, que implica respeto mutuo, reflexión crítica, cuidado y
participación grupal, a través del cual personas carentes de un compartir equitativo
de recursos valorados ganan mayor acceso a, y control sobre esos recursos.
Para Mechanic (1991) el empoderamiento es un proceso en el que los individuos
aprenden a ver una mayor correspondencia entre sus metas, un sentido de cómo
lograrlas y una relación entre sus esfuerzos y resultados de vida.
Por su parte, Montero (2003) prescinde del neologismo empowerment para
referirse a su significado con el término "fortalecimiento", propio de la lengua
castellana y de uso anterior a la aparición del concepto empowerment. Señala que
existe una correspondencia casi total entre ambos términos. Lo define como:
"El proceso mediante el cual los miembros de una comunidad (individuos
interesados y grupos organizados) desarrollan conjuntamente capacidades y
recursos para controlar su situación de vida, actuando de manera comprometida,
consciente y crítica, para lograr la transformación de su entorno según sus
necesidades y aspiraciones, transformándose al mismo tiempo a sí mismos"
Zimmerman (2000) y Rappaport (1988) coinciden en que el empoderamiento es un
constructo que relaciona fortalezas individuales y capacidades (competencias),
sistemas naturales de ayuda y conductas proactivas con asuntos del cambio social
y de política social
Cambio de papeles: Asignar al colaborador una ampliación de actividades
funcionales, que contribuyan a fortalecer su desempeño laboral.
Dirigir Pensando: El empoderamiento florece en una atmósfera de apertura, buena
comunicación y confianza, por lo que recomendamos acortar las líneas de
comunicación entre los niveles de la empresa, romper las barreras de los puestos
y desarrollar una mejor comprensión y cohesión en la organización.
Delegar: La delegación es quizás el mecanismo más importante para promover el
empoderamiento, ya que implica involucrar a otros en la tarea, permitiéndoles
aportar desde su visión, dándoles un espacio en la toma de decisiones y en la
responsabilidad de los resultados. Se pueden utilizar dos formas de delegar tareas
o actividades:
Delegar por tareas: Consiste en indicarle a un colaborador que realice alguna
tarea, generalmente sencilla y no periódica, la cual puede requerir supervisión de
parte de quien delega.
Delegar responsabilidades: Consiste asignar una responsabilidad a las actividades
funcionales del colaborador. Esta nueva responsabilidad requiere de elegir al
colaborador más indicado por su capacidad y confianza. Es importante habilitar o
capacitar al subordinado. No requiere de supervisión, pero es necesario que el
subordinado entregue resultados.
Rotación de puestos de trabajo: desempeño laboral.
Capacitación: Identificar las brechas entre lo que debe hacer un colaborador y lo
que hace actualmente y una vez identificadas las brechas, capacitar a los
colaboradores bajo una orientación hacia un cambio en los conocimientos,
habilidades y actitudes.
Evaluación de desempeño: El Empoderamiento requiere desarrollo de cada uno
de los empleados de la empresa. La evaluación de los colaboradores es un
proceso de retroalimentación integral sobre el desempeño de sus funciones o
responsabilidades con la finalidad de desarrollarlos o promoverlos a otras
responsabilidades, otros niveles de jerarquía o áreas de la empresa. (esto está
sujeto a puestos vacantes y políticas de empresa, entre otras).
Autodirección: La autodirección es consecuencia inmediata del empoderamiento,
pero no tiene lugar a menos que los directivos liberen el control que ejercen sobre
los individuos y los equipos de trabajo. Es preciso establecer en las primeras
discusiones sobre el tema de la autodirección y que grado de libertad tendrá la
persona o equipo a la hora de tomar decisiones. Toda organización debe buscar el
equilibrio justo de la libertad otorgada a sus colaboradores y el seguimiento a
políticas o normativa de la misma.

ACTITUDES DEL EMPODERAMIENTO:

Conversaciones genuinas con los colaboradores


A mayor autonomía, mayor es el compromiso
Entrenar a los colaboradores para tomar decisiones
Confiar en los colaboradores
Olvidar el control, elegir el Mentoring
2) Defina Disonancia Cognitiva y como puede influir en el
proceso de ayudar a las formaciones de grupos sociales, de
apoyo.
La disonancia cognitiva es la sensación de incomodidad que se produce cuando
aparece un conflicto entre lo que pienso y lo que hago. Para remediar ese estrés
producido por dicha sensación podemos hacer tres cosas:
Cambiar nuestro comportamiento.
Justificar nuestro comportamiento alterando el pensamiento o creencia.
Justificar nuestro comportamiento añadiendo nuevas ideas al pensamiento o
creencia en cuestión.
A modo de ejemplo, imaginemos una persona fumadora que sabe que el fumar
tabaco conlleva un riesgo elevado de contraer cáncer de pulmón y está intentando
dejarlo. Como sabemos, este hábito es difícil de cambiar sin un plan de
tratamiento, así que supongamos que esta persona sucumbe a la tentación y se
fuma un cigarro. En ese momento, o quizás más tarde, aparecerá la disonancia
cognitiva: quiero dejar de fumar y me he comprometido a ello pero he fumado.
¿Qué es más fácil para esa persona en ese momento? Cambiar su
comportamiento pasado no es posible y cambiar el hábito nada saludable de
fumar le está resultando complicado, por lo tanto decide cambiar sus ideas para
poder justificar su conducta y aliviar el estrés producido por dicho conflicto de
intereses.

A todos nos sonarán excusas como “mi abuelo ha fumado toda su vida y está
como un roble”, “un cigarro más, un cigarro menos no me va a hacer nada”, “fumo
hasta que se acabe esta cajetilla y ya no fumo más”, etc. Lo mismo ocurre en el
caso de querer ir al gimnasio, empezar una dieta o estudiar un idioma nuevo.
El experimento de Festinger reveló que los participantes que habían recibido
veinte dólares por su participación en el estudio y aquellos a los que no se les
había pagado nada expresaron su descontento con la tarea realizada.
Comentaron que la tarea les había parecido poco agradable, y que no querrían
volver a realizar ninguna similar.
Por el contrario, los participantes del grupo que había recibido tan solo un dólar
expresaron niveles de satisfacción mucho mayores con la tarea, con los
experimentadores y con el proceso en general.

Festinger y sus colaboradores extrajeron dos conclusiones de este estudio. La


primera es que cuando nos vemos obligados a hacer algo en contra de nuestra
voluntad, podemos llegar a cambiar nuestras opiniones para evitar sentir que
hemos perdido el tiempo.

Por otro lado, añadir una recompensa externa puede hacer que el cambio de
opinión sea más notable; pero esto solo ocurre cuando la recompensa es muy
pequeña, y no puede justificar por sí misma el hecho de que la persona haya
actuado de una manera en la que en realidad no quería hacerlo.
Ejemplos
La disonancia cognitiva puede aparecer en prácticamente cualquier ámbito de la
vida. Sin embargo, es especialmente frecuente cuando una persona actúa por su
propia voluntad de una manera que va en contra de alguna de sus creencias.

Cuanto más choque el comportamiento de la persona con sus creencias, y más


importantes sean estas para el individuo, más fuerte será la disonancia cognitiva
que se produzca. Algunos ejemplos frecuentes de este fenómeno son los
siguientes:

– Una persona que está a dieta pero decide comerse un trozo de pastel sentirá
disonancia cognitiva. Frente a esta situación, puede por ejemplo decirse a sí
misma que en realidad el pastel no es tan calórico, o pensar que tiene derecho a
comer mal de vez en cuando.

– Alguien que esté preocupado por el medio ambiente pero se decante por un
coche nuevo de gasolina en vez de eléctrico podría decirse a sí mismo que su
impacto sobre el bienestar del planeta en realidad no es tan alto, o convencerse
de que en realidad un vehículo moderno no es tan contaminante.
3) Observe la película: “De la Calle a Harvard”: Analiza las
necesidades de los personajes dentro de la comunidad.
Luego, redacta un ensayo académico corto, sobre la
importancia del apoyo en la comunidad.
Homeless to Harvard (De la calle a Harvard) es una película basada en la historia
de Elizabeth Murray (Liz), una niña que vivía con su hermana y sus padres, estos
últimos alcohólicos y drogadictos, en un pequeño y deteriorado departamento. Liz
no se preocupaba mucho por sus estudios, y por eso asistía a la escuela solo para
dar los exámenes finales; sin embargo, los aprobaba con buenos puntajes porque
leía una enciclopedia que encontró en la basura. Un tiempo después, la madre de
Liz se contagia de SIDA y por eso se muda a casa de su padre, mientras que Liz
se queda con su papá, pero por las pésimas condiciones en las que vivían, es
llevada a un orfanato. Tras un largo tiempo viviendo violencia y abusos, sale del
orfanato y se muda a la casa de su abuelo con su hermana y su madre: su madre
aún es alcohólica y drogadicta, y el SIDA ha empeorado. Liz decide volver a la
escuela, donde conoce a Chris, quien se convierte en su mejor amiga. No
obstante, pronto comienza a tener problemas con su abuelo, por lo que se va de la
casa y decide vivir en la calle con Chris. Pasa un tiempo hasta que Liz se entera
de la muerte de su madre, quedando devastada. En este punto, desolada y
solitaria, decide comenzar a estudiar. Es así, con mucho esfuerzo y dedicación,
que logra volverse la mejor estudiante en la clase y logra terminar la escuela en
dos años. Tras culminar sus estudios básicos, logra obtener un beca en la
Universidad de Harvard, fruto de su perseverancia y genialidad. ¿Qué otros
caminos pudo haber tomado la protagonista y que otras actitudes pudo haber
asumido?

Siempre hay por lo menos dos opciones para elegir. Liz tuvo, a lo largo de su vida,
varias ‘oportunidades’ para llevar una vida más fácil, más nunca se rindió y
persistió en sus estudios. Por ejemplo, pudo nunca leer la enciclopedia que tenía o
quedarse con Chris en la calle por siempre y dedicarse a delinquir o sumergirse en
el alcohol y las drogas por la desesperación. A pesar de toda adversidad, supo
afrontar la realidad y triunfar.

¿Cuál fue la parte que más te impacto?


Me sorprendió bastante la parte en la que Liz asiste a la escuela y, sin siquiera
esforzarse demasiado, rinde su examen y obtiene buenas calificaciones,
demostrando gran capacidad intelectual desde muy pequeña.
¿Cuáles son las enseñanzas de está impactante historia?
Considero que tiene como mensaje principal la superación personal. Sucede que
las condiciones económicas, sociales o familiares no deben ser un impedimento
para lograr nuestros objetivos, dado que todo depende del esfuerzo y voluntad que
uno ponga. Elizabeth Murray es un vivo ejemplo de cómo las situaciones adversas
no impidieron que se convierta en una profesional, egresada de una prestigiosa
universidad.

Reflexiona y escribe la importancia que tiene la familia para alcanzar tus


propósitos en la vida y tú proyecto de vida.

La familia es el soporte de cada uno de sus miembros. Uno siempre puede confiar
en sus seres queridos, obteniendo afecto recíproco, formándose y reforzándose
lazos emocionales de por vida. De este modo, cada persona puede encontrar en
su familia constante soporte para sus planes y proyectos. La familia, de este
modo, es importante para el desempeño y crecimiento personal, pero esto no
significa que uno dependa totalmente de ellos. Si bien es de gran ayuda, uno debe
mantener cierta autonomía, porque de lo contrario sería dependencia y no amor lo
que prime.
Definición y conceptos Teórica.
Niveles de Empoderamiento.
El Empoderamiento y la Diversidad Cultural.
La compleja realidad actual afecta los procesos de interacción, desarrollo y
cohesión social de las comunidades, evidenciándose la necesidad de personal
humano y profesional que cuente con competencias necesarias para hacer un
acercamiento proactivo de las situaciones y problemáticas, capaces de desarrollar
acciones y procesos orientados a favorecer la convivencia, fomentando relaciones
sociales interculturales, el respeto mutuo entre culturas y la construcción de un
espacio común de intercambio y fortalecimiento comunitario.
Este curso pretende aproximarse a los retos que se nos plantean a las sociedades
actuales, conflictos generados por el creciente multiculturalismo que afecta a la
convivencia social en todos sus niveles.

Apoyo Social y las Redes Sociales.


Las redes sociales son estructuras constituidas por individuos que interactúan a
través de relaciones basadas en el intercambio emocional y material por medio del
cual se ofrece apoyo social. La investigación sobre redes sociales apunta al
análisis estructural y funcional en condiciones de adversidad o en grupos
socialmente vulnerables identifi cando el impacto de las relaciones en la red sobre
el bienestar, la participación y la integración social de los individuos. En éste
artículo se realiza un análisis de la función social de la red dentro de los contextos
de pobreza así como su relación con la salud y la calidad de vida de las personas.

Grupos Sociales.
Los grupos sociales son conjuntos de personas que se juntan e interactúan debido
a valores, normas, creencias y/o intereses sociales comunes.

Desde los inicios de la humanidad han existido grupos sociales. Para formar un
grupo social es preciso un mínimo de dos personas no teniendo un límite máximo
de integrantes. El sociólogo Georg Simmel (1858-1918) se dedicaba a la
investigación de la dinámica de grupos pequeños clasificándolas en:

Driadas: compuesto por dos integrantes, es extremadamente frágil ya que si uno


de los miembros deja el grupo, el grupo se deshace.
Triadas: grupo social formado por tres personas cuya dinámica es más flexible que
las driadas.
La interacción social entre los miembros de un grupo social se define por la
comunicación que existe entre ellos y no por la proximidad. Las redes sociales, en
este sentido, ha ayudado a ampliar los grupos sociales más allá de las fronteras
físicas.

Tipos de grupos sociales.


La sociología también divide los grupos sociales según la intimidad de la
interacción social entre sus miembros, siendo ellas las siguientes:

Primarios: son aquellos que constituyen el círculo más íntimo, generan, por ende,
mayor interacción y cooperación por parte de la persona como, por ejemplo, la
familia y los amigos cercanos. Se caracterizan por la asociación voluntaria de los
miembros sin necesidad de una formalización.
Secundarios o formales: son grupos sociales que definen normas y reglas para la
generación de dicha relación como, por ejemplo, un sindicato o una asociación
política.
Informales: se forman debido a lazos de amistad, pero sin estructura como los ex
compañeros de la escuela.
De pertenencia: los miembros adhieren a este tipo de grupo social para mostrar el
lugar de pertenencia en la sociedad, como lo puede ser un partido de fútbol o una
tribu urbana.
De referencia: se pertenece como miembro para comparación e imitación de
estilos, normas o formas.
Pares: son grupos homogéneos en edad, intereses y clase social.

Grupo de Apoyo y Grupos de Autoayuda: Diferencias y Similitudes.


“El apoyo social es una información verbal y no verbal, ayuda tangible o
accesible dada por otros o inferida por su presencia y que tiene efectos
conductuales y emocionales beneficiosos en el receptor” (Gottlieb, 1988 )
“El apoyo social son provisiones instrumentales o expresivas, reales o percibidas,
dadas por la comunidad, redes sociales y amigos íntimos” (Lin, Dean y Ensel,
1986)
La explicación de Lin y otros (1986) se sustenta en cuatro pilares. Por un lado se
puede hablar de la objetividad y de la subjetividad del concepto, diferenciando el
apoyo social obtenido y los apoyos sociales experimentados; ambos son
fundamentales para la persona y repercuten sobre su bienestar.

El segundo pilar de la explicación de Lin se centra en la situación contextual del


apoyo social y analiza tres áreas en las que podía darse el apoyo social

Desde el punto de vista comunitario, nos situamos en el macro-nivel, el soporte


social permite al individuo sentir que pertenece y está integrado en un sistema
social.
En un nivel más reducido, de sistemas o redes sociales, el meso-nivel, nos
encontramos en la red de los vínculos personales, en cuyo interior, a menudo
indirectamente, se dan afectos o apegos hacia lo demás.
En el micro-nivel, en el que se dan vinculaciones muy íntimas y de confianza, se
consigue el soporte social no formal, que favorece el nacimiento de una necesidad
de compromiso, puesto que la persona aguarda reciprocidad en la ayuda
sintiéndose en parte responsable por el bienestar de los otros.
El tercer pilar de su explicación se refiere a la labor del soporte social; por norma
se suele hablar de tres formas distintas de soporte o ayuda social.

El soporte emocional se refiere al sentimiento de ser querido y de poder tener


confianza en alguien. Es también saber que hay una persona con la que poder
comunicarse y compartir emociones y vivencias y además saber que eres
valorado.

El apoyo palpable o material es aquél que se recibe en forma de servicios (ayuda


para cuidar a los niños, ayuda particular, dinero). Dar esta forma de ayuda es una
de las metas principales de los Servicios Sociales, facilitando por ejemplo el
acceso a una pensión económica, u ofreciendo amparo en situaciones de crisis.

El soporte de tipo informativo, por último, es el que se obtiene con los


conocimientos, las sugerencias de los demás, que facilitan en cierta manera la
resolución de los problemas. Este apoyo es difícil darlo separadamente del apoyo
emocional a menos que provenga de instituciones oficiales, por lo tanto formales,
en los que la ayuda es facilitada por expertos. El soporte informativo puede ser
buscado en toda persona que pueda aportar información adicional sobre cómo
resolver determinado problema, a quién y dónde dirigirnos, cómo comprenderlo y
valorarlo de forma cognitiva.

El afecto como apoyo social


González y Barrull (1998) entienden que el afecto presenta diversas
manifestaciones o actos de ayuda que pueden darse en cualquier sistema grupal o
social. El afecto, según los autores, se define como el intercambio de ayudas
donadas y recibidas en un proceso de interacción social.
El afecto ... es el esfuerzo o cantidad de trabajo no remunerado que se realiza en
beneficio del otro
El afecto entendido desde este punto de vista es sinónimo del apoyo social, es el
esfuerzo o cantidad de trabajo no remunerado que se realiza en beneficio del otro.
Los tipos de actos que implican dicho esfuerzo por el otro pueden ejemplificarse
en : tiempo, disponibilidad, actos o conductas concretas, orientación, resolución de
problemas, etc. Quedarían identificados en estas formas de afecto las diferentes
formas a la vez de dar y recibir apoyo social.
Según González (1998) cuando una persona carece de apoyo social o ayuda para
sobrevivir de forma adecuada experimenta un déficit afectivo, éste puede
traducirse en diferentes formas de carencias a niveles bio, psico y sociales y de la
persona. Es decir, puede traducirse en posibilidad de padecer enfermedades
físicas, fracasos personales y/o profesionales, frustraciones personales y/o
profesionales, roturas de parejas, fracaso escolar, etc.
Efectos del apoyo social sobre la salud y el bienestar
La falta de apoyo se relaciona con la aparición de enfermedades físicas (Berkman
y Syme, 1979; House et al, 1982; Schwarzer y Leppin, 1992). También se ha
relacionado la carencia de apoyo con la aparición de enfermedades mentales,
como la depresión, la neurosis, se ha visto como las personas que sufren
trastornos de esta índole poseen redes sociales pequeñas, menos intercambios de
recursos y relaciones no recíprocas (Henderson, 1992; Linn, 1986).
El acceso de relaciones sociales positivas se ha asociado a bienestar psicológico
y ausencia de depresión
Garrido y Alvaro (1993) indican la incidencia del apoyo social con el menor estrés
en jóvenes con desempleo o cuando están en proceso de búsqueda de trabajo en
el mercado laboral. Además donde más estudios están desarrollándose es en el
campo de la tercera edad, donde la pérdida de las relaciones sociales está
relacionada con la índices de mayor inactividad y un aceleramiento progresivo de
los síntomas de envejecimiento por tanto una menor calidad de vida. Las personas
que pierden un ser querido y no tienen apoyo social muestran empeoramiento e
incluso pueden llegar a la muerte (Stroebe et al, 1982).
La mayoría de las investigaciones entre apoyo y bienestar son de carácter
correlacional, sin embargo constituyen una buena razón y sólida que queda
reflejada en muchos datos (Cameron, 1990). Las revisiones de (Turner y cols,
1982; Garbarino, 1983; Cameron, 1990), dan cuenta de las relaciones entre
diferentes aspectos de la salud y el bienestar con las diferentes fuentes de apoyo
social ( cit. en Gracia, 1995.pp.28):
Existe una relación positiva entre el apoyo social y la salud física ( menor
incidencia de enfermedades, menos complicaciones en el embarazo, menor
número de ataques de asma,...)
El acceso de relaciones sociales positivas se ha asociado a bienestar psicológico
y ausencia de depresión.
El apoyo social modera los efectos del estrés laboral y el desempleo ( Alvaro y
Garrido, 1993).
El aislamiento social se ha identificado como un factor de riesgo del maltrato
infantil y de la retirada del menor del hogar.
Poseer una red social positiva es un buen predictor del éxito de la integración
comunitaria que otros tratamientos para pacientes mentales.
Las personas que han perdido a su pareja superan mejor la situación de pérdida si
poseen una red social compuesta de personas que han sido capaces de superar
su pérdida.
Las personas de la tercera edad sin apoyo social utilizan más los servicios
formales, disminuye el bienestar personal y tienden a institucionalizarse en mayor
medida.
Gottlieb (1988) describe cómo las intervenciones basadas en el apoyo social han
tenido tanto auge en la última década las razones que enumera se describen a
continuación:

Los efectos positivos que el apoyo social tiene sobre la salud y el bienestar.
Movilizan recursos informales promoviendo la participación.
Promueven la validez ecológica y resultan más accesibles.
Están indicadas para una amplia gama de problemas sociales y factores de riesgo
físico.
Aumenta la capacidad de afrontar situaciones de estrés, aumenta la
autoresponsabilización y competencias personales.
Reciben este tipo de apoyo no sólo las personas directamente implicadas sino que
afecta positivamente a las personas relacionadas con ellas( cuidadores, familiares,
etc).
Los recursos sociales del entorno natural pueden desempeñar un rol fundamental
en el logro de los objetivos de la intervención, dando cuenta de la influencia que
sobre la salud y bienestar posee dicha variable.
Estrategias Grupales en Apoyo Social
El concepto de salud en la actualidad implica tanto lo preventivo como lo curativo,
aplicándose cada vez más el grupo a la prevención.
Se utilizan técnicas grupales para la incidencia sobre hábitos de riesgo mediante
cambio de actitudes, modificación del comportamiento ante la enfermedad, etc.
Así, actuaciones grupales sobre el alcoholismo, drogas, tabaquismo cumplen
también una función preventiva de disfunciones orgánicas importantes, como
puedan ser enfermedad crónica, úlceras, alteraciones neurológicas, cáncer, y su
incidencia social traducida en absentismo laboral, violencia familiar, delincuencia,
etc.
La influencia interpersonal proporciona ayuda mutua y modelos positivos de
comportamiento
En la función de prevención directa, las aplicaciones grupales se dirigen a mejorar
los diversos niveles del sistema sanitario, como las actitudes ante el parto, pre y
post cirugía, actitudes ante la muerte, reorientación ante la larga enfermedad,
rehabilitación, apoyo familiar. Las intervenciones grupales cumplen una importante
función de adaptación psicosocial para personas que por cuestiones de salud
sufren cambios vitales ( mastectomías, laringeotomías, cardiopatías, síndromes
neurológicos). En ellos, la problemática es compartida, los procesos de influencia
social se potencian al máximo y la influencia interpersonal proporciona ayuda
mutua y modelos positivos de comportamiento.
Desde esta perspectiva la utilización del grupo como instrumento de cambio,
socialización, apoyo, acogida se presenta como útil tanto en contextos sociales
como de carácter sanitario u hospitalario. A continuación vamos a mostrar las
diferentes fórmulas de intervención y propiedades específicas que deben
presentar para hacer una intervención psicosocial en el contexto social donde
poder ofrecer una fuente de apoyo psicosocial.
Así, las posibilidades de intervención en el bienestar psicosocial serán facilitadas a
la vez por la colectividad y los individuos que la componen. La importancia del
papel que desempeñan los grupos, como sistemas sociales, en las conductas de
salud y enfermedad ( Huici, 1985; Rodríguez Marín, 1995) les convierten en
instrumentos fundamentales para la promoción, la prevención, el tratamiento, la
recuperación y la intervención en los múltiples ámbitos de la salud psicosocial, así
como en los procesos de interacción e integración de los usuarios en los
programas y unidades asistenciales de las organizaciones sociosanitarias (
Rodríguez y García, 1996).

Tipos de grupos
Los Grupos de Acogida, son un tipo específico de grupo, que varía en el número
de miembros, puede oscilar entre dos personas hasta ocho. El tamaño no es
fundamental pero si la función que cumple, el objetivo básico de este tipo de
grupos es promover la contención y acogida puntual en un momento de máxima
crisis de los participantes que llegan al mismo. Ante una situación de diagnóstico
fatal, o anuncio de una intervención quirúrgica, se hace necesario amortiguar
dicho impacto mediante una estrategia psicosocial, el grupo de acogida permita
contener, y acoger a las personas en dicha situación. La ansiedad, el miedo son
mayoritarios en esta situación por lo que las funciones básicas son escuchar, guiar
y contener, (Mtez-Taboada y Palacín, 1997)
Los Grupos de Apoyo, convocados por el profesional para crear un ambiente
acogedor donde gestionar los recursos de los miembros para afrontar la situación
de cambio conflictiva o amenazante. Suelen estar compuestos por personas que
comparten algún tipo de problema que altera o modifica aspectos de su
funcionamiento normal. La pertenencia a estos grupos proporciona nuevos lazos y
relaciones sociales a sus miembros, de modo que se sustituyen los recursos
naturales o compensan sus deficiencias en provisiones psicosociales mediante la
interacción con personas que tienen problemas, carencias y/o experiencias
comunes (Barrón, 1996).
Socio-afectivamente, estos grupos fomentan directamente la salud y la reducción
del malestar psicológico (Barrón, 1993) y permiten al individuo hacer una mejor
valoración de su propia situación gracias a lo que le ofrecen: recursos de
afrontamiento y de paliar emociones negativas, proporcionar mayor sensación de
control, aumento de la autoestima y del estado de ánimo positivo, y permiten una
oportunidad de interacción social regularizada y de recibir feedback de los demás
miembros, lo que será útil para identificar síntomas y actuar con rapidez ante
cualquier desajuste (Rodríguez Marín, Pastor, y López-Roig, 1993).
Se pueden identificar distintos tipos de grupos de apoyo, Barrón, Lozano y Chacón
(1988) proponen una clasificación integradora basada en dos criterios:
Quién padece el problema
grupos de personas que padecen directamente el problema, por ejemplo, viudos,
diabéticos, divorciados, enfermos de cáncer...
grupos de personas relacionados directamente con los que padecen el problema,
por ejemplo, familiares de toxicómanos, de alcohólicos, de enfermos mentales...
Según el tipo de problema
Grupos de personas que atraviesan situaciones problemáticas semejantes, las
cuales se pueden subdividir en:
situaciones crónicas (por ejemplo diabéticos, asmáticos, diálisis, pérdidas de seres
queridos...)
situaciones puntuales o de crisis vitales (divorcios, trasplantes, intervenciones
quirúrgicas menores...)
Grupos de acción social cuyo objetivo principal es un cambio en la legislación o en
las actitudes públicas, por ejemplo, grupos de vecinos, grupos de defensa de
derechos...
La pertenencia a estos grupos proporciona nuevos lazos y relaciones sociales a
sus miembros

Los Grupos de Ayuda Mutua o Autoayuda, se resumiría la diferencia con los


anteriores en que funcionan de forma autónoma, al margen de los profesionales y
sin limitación temporal, aprovechando en mayor medida el potencial y los recursos
de carácter informal procedentes de las fuertes relaciones establecidas entre sus
miembros. Atienden tanto a personas con problemas como a sus personas
relacionadas directamente con los problemas, y que a raíz de un grupo pequeño
suelen derivar en asociaciones que ofrecen además de soporte emocional
información y la posibilidad de compartir un fuerte sentimiento de utilidad social a
todos los niveles, muchas de estas asociaciones consiguen con su tesón
importantes implicaciones institucionales. (Mtez-Taboada y Palacín, 1997)
Los grupos de autoayuda suelen presentar una doble misión y ésta es por un lado
ayudar a afrontar la situación vital crítica, como es el caso de los enfermos
mentales crónicos (Igartúa et al., 1993), y por otro informar, orientar y apoyar a las
familias ofreciendo recursos para soportar la angustia y sobrellevar los prejuicios
vinculados al desconocimiento de determinadas enfermedades.
Un grupo puede comenzar siendo un grupo de apoyo y convertirse con el tiempo
en un grupo de ayuda mutua (Villalba, 1996; Mtez-Taboada, 1996; Barrón, 1993),
que funciona con autonomía, del mismo modo en que, puntualmente, éste puede
necesitar la ayuda de un profesional o de una institución y funcionar durante cierto
tiempo como un grupo de apoyo. Barrón (1996) considera que los grupos de
apoyo y los grupos de ayuda mutua pueden ser contemplados como fases en el
desarrollo de los grupos basados en el apoyo social. Por lo tanto comenzarían con
un profesional que los pondría en marcha para pasar a medida que sus miembros
maduran, a otorgarles autonomía y trasladarles la responsabilidad de solucionar
problemas, de ayudar y ser ayudados, creando una estructura de ayuda mutua
que permita al grupo continuar por sí solo (Mtez-Taboada, 1996, Villalba, 1996).
El logro de una relación positiva y mutuamente beneficiosa es el objetivo tanto
entre fuentes formales como informales (Gracia, 1995).
Conclusión:

El empowerment ha dado resultados sumamente positivos en las empresas como


por ejemplo la persona es la que tiene la responsabilidad, los puestos generan
valor, la gente sabe donde está parada en cada momento y tiene el poder sobre la
forma en que se hacen las cosas, el individuo tiene el control sobre su trabajo, el
aporte del trabajo de cada persona es significativo, cada quien puede desarrollar
una diversidad de asignaciones, el trabajo significa para ellos un reto y no una
carga, el personal tiene autoridad de actuar en nombre de la empresa según sus
responsabilidades, los subordinados participan en la toma de decisiones, las
opiniones del personal son escuchadas y tomada en cuenta, saben participar en
equipo, se reconocen sus contribuciones, desarrollan sus conocimientos y
habilidades, tienen verdadero apoyo, aumenta la satisfacción del cliente final,
mejora cambio de actitud de "tener que hacer" una cosa a "querer hacerla", mayor
compromiso de los trabajadores, mejora comunicación entre subordinados y
superiores, procesos más eficientes de toma de decisiones, costos de operación
reducidos y una organización más rentable.
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