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SAN IGNACIO

UNIVERSITY
MIAMI,FL

AMERICAN LITERATURE
Material de lectura

Dirección de Doble Grado Dirección de Estudios Generales


AMERICAN LITERATURE
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Dirección de Doble Grado Dirección de Estudios Generales


EDGAR LEE MASTERS

Antología de Spoon River


Edición de Jesús López Pacheco
LETRAS UNIVERSALES
Traducción de Jesús López Pacheco y Fabio L'Lázaro

CATEDRA
LETRASUNIVERSALES
Título original de la obra:
Spoon River Anthology

INTRODUCCIÓN

«l stirrcd certain vibrations in Spoon River which


Diseño de cubierta: Diego Lara are my true epitaph, more lasting than stone.»
Ilustración de cubierta: Dionisia Simón
E. L. MAsrnas,
PercivalSha,p,
SpoonRiver Anthology.

Reseivados todos los derechos. De confo1midad con lo dispuesto


en el art. 534-bis del Código Penal vigente, podrán ser castigados
con penas de multa y privación de libertad quienes reprodujeren
o plagiaren, ·en todo o en paite, una obra literaria, artística
o científica fijada en cualquier tipo de soporte
sin la preceptiva autorización.

© Herederos de Edgar Lee Masters


MacMillan Publishing Company
Ediciones Cátedra, S. A., 1993
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid
Depósito legal, M. 27.499-1993
I.S.B.N., 84-376-1187-3
Printed in Spain
Impreso en Gráficas Rógar, S. A.
C/ León, 44. Fuenlabrada (Madrid)
ANTOLOGÍA DE SPOON RIVER
i LA COLINA
·--4 j BQbylon ¿Dónde están Elmer, Herman, Bert, Tom y Charley,
el débil de voluntad, el de fuerte brazo, el payaso, el bo-
i' [rracho, el de las peleas?

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1
Todos, todos están durmiendo en la colina.

Uno murió de una fiebre,


otro se quemó en una mina,
a otro le mataron en una riña,
otro murió en la cárcel,
,

1
otro cayó de un puente donde trabajaba para mantener a
Ma,onCity 1 [su mujer y sus hijos ...
Todos, todos duermen, todos están durmiendo en la co-
[lina.

¿Dónde están Ella, Kate, Mag, Lizzie y Edith,


la de tierno corazón, la ingenua, la recia, la orgullosa, la
[feliz?
Todas, todas están durmiendo en la colina.

Una murió de parto vergonzoso,


otra por un amor desgraciado,
·¡ Springfield lj 1~ otra a manos de un bestia en un burdel,
~'<ii'rl
J,>sk,onvill~ otra con el orgullo roto por haberse dejado llevar del co-
• [razón,
l otra, que buscaba su vida lejos, en Londres y París,
.
Winchtsrer1
-, __J fue traída a su palmo de tierra por Ella, Kate y Mag ...
Todas, todas duermen, todas están durmiendo en la co-
[lina.

¿Dónde están tío Isaac y tía Emily,


y el tío Towny Kincaid* y Sevigne Hougton,
y el Mayor Walker, que había hablado
La zona donde Ed!?r Lee Masters pasó su infancia y juventud, tal como
era en ~ 900; esta m1~mazona es donde el poeta sitúa el pueblo ficticio de * el tío Tow'!)Kincaid:en el original, «old Towny Kincaid)); ((Viejo)),
Anto/og,ade SpoonRm:r (~daptado del mapa de la edición de Hallwas, en este caso, como en varios otros, es un tratamiento rural aplicado a
Umversity of Illinois Press.)
[nl
TRAINOR EL BOTICARIO DAISY FRASER

Sólo un químico puede decir, y no siempre, ¿Alguna vez oísteis que Whedon, el director de perió-
lo que resultará de la mezcla [dico,
de fluidos o sólidos. entregara al Tesoro Público algo del dinero que recibía
¿Y quién puede decir por apoyar a candidatos a los puestos oficiales?
cuál será la reacción recíproca del hombre y la mujer, ¿O por escribir en favor de la fábrica de conservas
y qué hijos resultarán? para hacer que la gente invirtiera?
Ahí tenéis a Benjamin Pantier y su mujer, ¿O por ocultar los datos del banco
buenos los dos, pero malos el uno para el otro: cuando estaba con problemas y a punto de quebrar?
oxígeno él, ella hidrógeno, ¿Alguna vez oísteis que el Juez del Distrito
y su hijo, un fuego devastador. ayudara a alguien que no fuera los Ferrocarriles «Q»*
Yo, Trainor, el boticario, mezclador de sustancias quí- o los banqueros? ¿O que el Reverendo Peet o el Reveren-
[micas, [do Sibley
muerto cuando hacía un experimento, dieran alguna parte de su sueldo, ganado a base de si-
viví soltero. [lencio
o de hablar como los capitostes deseaban que hablaran,
para las obras de la traída de aguas?
Pues yo, Daisy Fraser, que siempre pasaba
por la calle entre gestos y sonrisitas,
entre carraspeos y frases como «Ahí va esa»,
cada vez que me llevaron ante el Juez Arnett
contribuía con diez dólares más las costas
al fondo escolar de Spoon River.

* Fe"ocarriles<rQJx«The Chicago, Burlington, and Quincey Rail-


road)), era la compañía de los ferrocarriles que pasaban por Lewistown,
popularmente llamados "los Q" [Hallwas}.

[74] [75]
LA SEÑORA DE MEYERS WELDY «EL DURO»
Toda la vida se quejó Tras volver a la religión y sentar la cabeza,
de que le calumniaron vilmente los periódicos; me dieron un trabajo en la fábrica de conservas,
decía que él no tuvo la culpa de cómo acabó Minerva, y todas las mañanas tenía que llenar
que sólo intentó ayudarla. de gasolina el depósito del recinto
¡Pobre alma tan hundida en el pecado que no podía del que se alimentaban los fuegos de los barracones
[ver en los que calentaban los soldadores.
que, aun intentando ayudarla, como él decía Y para hacerlo me subía en una escalera desvencijada
había violado las leyes humanas y divinas! ' llevando los cubos llenos.
Caminantes, oíd esta antigua advertencia: Una mañana, cuando estaba en lo alto echándola,
Si queréis que vuestros caminos* sean caminos de deli- el aire se quedó en calina y pareció hincharse,
[cias, y yo volé con la explosión del depósito,
y todos vuestros senderos sean paz, y al caer quedé con las piernas rotas
amad a Dios y guardad sus mandamientos. y los ojos quemados como dos huevos fritos.
Y es que alguien había dejado encendido un fuego
y la llama había sido absorbida hasta el depósito.
El Juez del Distrito dijo que quien lo hiciera
tenía que ser un compañero de trabajo y, por lo tanto,
el hijo del tío Rhodes* no tenía que pagarme nada.
Y yo estaba sentado en el banco de los testigos, tan
[ciego
como Jack el Violinero**, diciendo una vez y otra vez
«No, no le reconozco.»

* del tío Rhodes:en el texto, «Old Rhodes». En este caso, la equivalen-


cia old= «tírn>(',_'éasela nota correspondiente en las páginas 55-56) puede
producir cierta extrañeza en el lector español; quien llama con esa apa-
rente familiaridad a Thomas Rhodes, banquero y uno de los hombres
más ricos e influyentes de Spoon River, es obrero en una fábrica propie-
dad del hijo de aquel: el tratamiento de old (y lo mismo pasaba, dentro de
ciertos límites, con el «tío» en español) se aplica (o aplicaba) sin tener en
cuenta las diferencias de clase y económicas. Es una muestra más de esa
importante componente de la cultura angloamericana a la que se podría
llamar ((democratismo rurah) o ((turalismo democrático», cuyo símbolo
más conocido quizá sea el coWbf!Y.
* Si q11eréüq11e
vuestroscaminos.,,senderos
seanpaz: Proverbios,
3, 17. Se dice ** _fack el Violinero:véase <qones el Violinero», y la nota correspon-
sobre la Sabiduría personificada. [Hollandcr.] diente en la Qá~ 117.

[80] [Sr]
HAROLD ARNETT MARGARET FULLER SLACK

Me apoyé en la repisa de la chimenea, asqueado, Y o podría haber sido tan grande como George Eliot*
y pensé en mi fracaso, mirando al abismo, si no hubiera sido por el adverso destino. ·
debilitado por el calor de mediodía. Y, si no, mirad la foto que me hizo Penniwit,
Lúgubremente sonó la campana de una iglesia a lo la barbilla en la mano, profundos los ojos,
[lejos, grises también, y penetrantes.
oí el llanto de un bebé, Pero estaba el viejo, el viejísimo problema:
y la tos de John Yarnell, ¿soltera, casada o deshonesta?
que guardaba cama, febril, muy febril, moribundo. Y entonces me cortejó John Slack, el rico farmacéutico,
Y entonces estalló la voz de mi mujer: tentándome con promesas de tiempo libre para mi
«¡cuidado, que se están quemando las patatas!» [novela,
Las olí ... y sentí un asco irresistible. me casé con él, y tuve ocho hijos,
Apreté el gatillo ... oscuridad ... luz ... pero no tiempo para escribir.
indecible remordimiento ... busqué a tientas de nuevo el Todo estaba acabado para mí, en realidad,
[mundo. cuando, lavando las prendas de1 bebé,
¡Demasiado tarde! Así vine aquí, se me clavó una aguja en la mano
con pulmones para respirar ... aquí no se puede respirar y morí con la rígida boca del tétano, irónica muerte ..
[con pulmones, ¡Escuchadme, almas ambiciosas:
aunque hay que respirar ... ¿De qué sirve el sexo es la maldición de la vida!
arrancarse uno mismo del mundo,
si ningún alma puede escapar al eterno destino de la
[vida?

* Ceorge13/iot:seudónimo de la novelista inglesa Mary Ann Evans


(1819-1880).

[m2] [m3]
sin que se parara alguien en la carretera
y me llevara a un baile o una excursión.
Acabé con veinte hectáreas;
acabé con un violín roto ... , NELLIE CLARK
con una risa rota y mil recuerdos,
pero sin un solo pesar. Y o tenía sólo ocho años;
y, sin haber crecido y saber lo que significaba,
no tenía palabras con que decirlo, sólo sabía ,
que estaba aterrorizada, y se lo dije a mamá;
y que mi padre cogió una pistola,
y habría matado a Charlie, que ya era un chico
[grande,
con quince años, de no ser por su madre.
La historia, sin embargo, quedó unida a mí.
Pero el hombre con el que me casé, un viudo de treinta y
[cinco años,
era un recién llegado y no oyó nada
hasta dos años después de casarnos.
Entonces se consideró engañado,
y todo el pueblo estaba de acuerdo en que yo no era vir-
[gen de verdad.
Me abandonó, en fin, y yo morí
al invierno siguiente.

[n8]
JEDUTHAN HA WLEY ABEL MELVENY
Llamaban a la puerta, Me compré casi todas las máquinas conocidas:
y yo me levantaba a medianoche e ib~ al taller, mo!edoras, desgran~doras, plantadoras, segadoras,
donde los viandantes retrasados me 01an martillar y tnturadoras y rastrilladoras, cultivadoras y trilladoras ...
tablas funerarias y clavetear raso. Y todas estaban a la lluvia y al sol,
Y a menudo yo me preguntaba quién iría conmigo oxidándose, deformándose, cayéndose a pedazos,
a la tierra lejana, haciendo de nuestros nombre~ tema pues no tenía cobertizos para ellas,
de conversación, en la misma semana, pues habia obser- ni uso para casi ninguna.
[vado Y hacia el final, cuando pensé que todo estaba acabado
que siempre van dos juntos: , , me asomé a la ventana, y viendo más claro '
Chase Henry se fue empare¡ado con Ed1th Conant; en. ~í mismo, mientras mi pulso se iba parando,
y Jonathan Somers con Willie Metcalf; mue a una de las trituradoras que había comprado
y el Director Hamblin con Francis T_urner -de la que no tenía la más mínima necesidad
aunque rezó para vivir más que el Director Whedon; tal como fueron las cosas, y que nunca usé-, '
y Thomas Rhodes con la viuda de McFarlane; una máquina magnífica, de brillantes colores un tiempo
y Emily Sparks con Barry Holden; y ansiosa de hacer su trabajo,
y Osear Hummel con Davis Matlock;. . y ya con la pintura descascarillada ...
y el Director Whedon con Janes el _V10hnero; Me vi a mí mismo como una buena máquina
y Faith Matheney con Dorcas Gustrne. que la vida nunca había usado.
Y yo, el hombre más serio del pueblo,
salí de la escena con Daisy Fraser.

[220]

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