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.1 . d .
en s1 enc1O cuan o vio llegar a su heraldo~ con
. ,, b ,,
expre s1on som na.
-Ma las notic ias, seño r-dij o el heraldo-
Uno de tus guerr eros dejó el palacio anoche. Hemos bus~
cado en todas parte s. Nadi e sabe qué pasó.
Era una mala notic ia, en verda d, pero también una
extra ña sorpr esa para el rey, pues sus hombres vivían
allí con fama y rique zas, y nada )es faltaba. Jamás había
1 El nombr e de lli· suced ido algo así. Adem ás, no era época de viajes: la nieve
11:rn 1:..iI"G l proced e de y el vient o, por las noch es, calab an los huesos y helaban
Danmark , 'la marca de
el coraz ón.
los daneses'. Duran te
los siglos v111 y 1x fue
Y sin emba rgo, tres días más tarde , volvió a ocurrirlo
la zona fronter iza entre mism o. Ahor a eran cinco los guerreros desaparecidos.
el Imperi o Caroli ngio -Est a vez halla mos manc has de sangre en el piso del
francé s y los reinos Hero t-inf ormó el hera ldo-. Pero no hay testigos.
daneses situad os en la
El Hero t era la sala más grand e, rica y hermosa del palaci?.
peníns ula de Jutlan dia
Su fama exced ía las tierra s dane sas. Hrothgar la habia
1
(actua l Dinam arca).
hech o cons truir para celeb rar los triunfos de su ejércit o.
.1. Los lw1 :-,icto.:; eran
Teas
1
mensa jeros que anun- El techo era dorad o ' y en los muro s colgaban magm / II'1
ciaban noveda des y tapic es. Al caer el sol, el Rey y sus hombres se reum~n ª ,
. h d / ahí rn1srno
noticia s.
para beb er, canta r y baila r. Mue os qrm1an .
1 En la época, las tie-
tendi dos en el suelo sobre mant as y d gruesas pieles. .
rras ,1:1n1 1 <;.:1 '., incluía n, · • / del palaCI0
·ademá s de Dinam arca, Hrot hgar orden ó que se revis ara ca a nnco n
toda la región de la y cada cueva del bosqu e que lo rodeaba. . la
peníns ula escand inava Los homb res se divid ieron en grupos Y cumphero:na
(actua les territo rios
orden con minu ciosi dad. •i La búsqu eda duró una sern
de Finland ia, Suecia
y Escandinavia), enter a. Pero no enco ntrar on nada . ,, a Hrothgar
rd0 habían
habita da por vikingo s, Enton ces Weal htheo w, la Reina, le reco
fuertes navega ntes y una antig ua leyen da de la zona , a la que nunca
guerreros.
prest ado much a atenc ión. ru·el de
q Mi11ui:i,F:i, 1.1d srruo e fuer- '
signific a con detalle,
La gente del pueb lo habla ba de ui: mon de :más
detenié ndose en las aspecto semi huma no, pero much o mas gran ! renía un
/ la bestia
más pequeñas cosas. te que un homb re norm al. Dec1an que
oído prodigioso, capaz de escuchar a metros de distancia.
Decían que era descendie nte de Caín, 5 que despreciaba a
los humanos y que se retorcía de odio en su caverna cuando
los oía tocar el arpa, cantar y celebrar a Di0s. Decían que
habitaba en la zona de los pantanos, allende<' el bosque.
-Lo llaman Grendel-r ecordó la Reina.
Esa noche, tras un banquete en el Herot, el Rey se
retiró temprano a su alcoba. Sus hombres continuar on
el festín y luego trancaron las puertas, alimentar on el
fuego con grandes leños y se echaron a descansar sobre
sus mantas.
5 Según el Génesis,
Tres guerreros montaron guardia fuera, pero la gruesa
Cün es el mayor de los
nevada impedía ver a la distancia. Era imposible distin- hijos de Adán y Eva,
guir a Grendel, que se había arrastrado hacia allí como castigado por Dios
las noches anteriores y observaba el palacio con rencor/ por haber matado a su
oculto entre los árboles . La música y el canto que tanto hermano Abel.
6 Con el térm ino allf~n
lo atormentaban habían cesado, pero su furioso apetito d\~, se designa lo que
estaba abierto. está 'más al lá de'.
Cuando los gritos de los guardias despertaro n a los hom- -, El rencm es un
bres que dormían en el Herot, ya era tarde. resenti miento m uy
arraigado y persistente
Grendel abrió de un golpe las puertas del salón y una
hacia otra persona .
ráfaga helada apagó el fuego que ardía en el hogar. Todo 8 Agazaparse significa
quedó a oscuras. Algunos guerreros intentaro n huir, otros esco nderse y estar al
se agazaparon8 en la penumbra , otros quisieron luchar acecho.
contra la bestia. Grendel tornó a uno de ellos, lo partió !l una zanc.:.id<1 es
un paso largo que se
como una rama y se lo comió. A otro lo aplastó contra el da con movimiento
suelo Ylo clavó allí con su propia lanza. Luego atrapó a acelerado o por tener
media vuelta y escapó
cuatro
h . más entre sus garras , dio las piernas largas.
acia el bosque a grandes zancadas. 9 ,o Se llama pavor a un
sent imiento de temor,
Al _día siguiente, en la puerta del Herot, el rey Hrothgar
espant o o sobresalto;
confirmó con pavor10 que la vieja leyenda era real. .11 según las mit olog ,as
Esa noche ordenó redoblar la guardia en el salón. Pero de los pueblos del nor-
edl ogro 11 volvió a atacar y a matar, y no hubo manera de te de Eu ropa, el oqro
etener1º· Hab"1a probado la carne humana y ya n1ngun · ,, era un monstruo enor-
me que se alimentaba
otro alimento lo colmaba.
de carne humana.
La tragedia se repitió una y otra vez.
26 · La gesta de Beowulf
Un fert h gua rdó sile nci o, sati sfe cho al not ar que
los
presentes comenzaban aho ra a ~ud ar de ~eowulf.
-Am igo -co nte stó con astu cia y sere ni~ ad el gau ta-
,
desconozco el motivo de tus pal abr as. Es cierto que Brec
a
y yo nos jugamos la vida ent re las ola s. Nadamos cinc
o
días codo a codo, sin descanso, has ta que se desató
una
terrible tempestad. Entonces una bes tia ma rin a me arra
s-
tró has ta las heladas pro fun did ade s. El combate fue
muy
duro, pero triunfó mi cuchillo. A ese mo nst ruo le sigu
ió
otro, del que tam bié n me libr é. Al am ane cer , las agu
as
se cal ma ron , brilló el sol y pud e div isar las rocas
de la
costa, pero Breca se hab ía ade lan tad o y llegó antes.
Esó
fue lo que ocurrió.
Ahora, el auditorio no sab ía a qui én creer.
-Ad em ás, amigo mío -ag reg ó Beo wu lf-, ¿por qué tú,
que eres tan valiente, nun ca enf ren tast e a Grendel?
Un fert h no res pon dió . Volvió a su asie nto y guardó
silencio, aceptando por el mo me nto la derrota.
-Pr ont o sabrás si nue stra fuerza y coraje son suficientes
-pr osi gui ó el gau ta- . Y ma ñan a por la noche, todos pod
rán
volver a usa r este salón, que par a eso fue concebido.
Zanjado el terna, 17 se celebró un ban que te para honrar
a los bravos guerreros ext ran jero s.
En los ojos del rey Hrothgar, velados18 por la tristeza, por
primera vez en mucho tiempo, brilló una luz de esperanz
a.
Ante~ de retirarse, le dijo al líde r gau ta:
-Si amaneces con vida, Beowulf, ten drá s por siempre
cualquier cosa que necesites.
r¡ L;-1;1j:u· un tema
es resolver de mod o {!_~ 111 ~
expe ditivo un conf licto
o asunto.
1sol bajó y las som bra s gan aro n los carnin~s.
1.:: Aquí , ltf.!h do•;
signi fica cubi ertos por
Una niebla den sa y hel ada envolvió el palano.
la triste za. Sólo los gau tas per ma nec iero n en el Herot,
~~~~~I a la luz del hog ar.
'
Beowulf, enterad o de que el monstr uo atacaba sin ar-
mas, pidió que lo ayudara n a quitarse la cota de malla ,1Y
el yelmo 2 º y la espada. Quería enfrent ar a Grende l sin
ventajas, de igual a igual. ·
El ejemplar valor de su líder infundi ó confian za al resto
de los hombres y todos se acostar on a descans ar, inquieto s,
en espera de la bestia. Muchos pensab an en su patria y
en sus seres queridos.
Grendel, mientra s tanto, surgía del pantano , cruzaba los
grises acantila dos azotados por el viento y se interna ba en
el bosque, envuelto en brumas , con dirección a la morada
que ya conocía bien.
Era pasada la median oche cuando llegó a las puertas del
Herot. Sin ningún esfuerzo, con un solo golpe, quebró los
grandes cerrojos de la entrada y avanzó.
Los gautas despert aron al instant e, corrieron a buscar
sus armas y se agrupa ron para enfrent ar a la criatura .
Formaban un bloque compacto, protegidos por sus escudos
y con sus lanzas que apunta ban hacia arriba, como un
gran animal con púas.
Al verlos, Grendel esbozó una mueca macabr a.u y satis-
fecha. Hacía mucho que no probaba carne human a y esa
noche tendría la oportun idad de comer hasta hartarse .
Enseguida, sin ningun a dificult ad, atrapó a un guerre-
ro, le quebró los huesos y se lo llevó a la boca. Sus ojos se 19 La cotr1 de mafia
encendieron de placer al mastica r, y la sangre le chorreó era una protección me-
por el mentón . tál ica para el cuerpo
Los gautas, estreme cidos de espanto , se dispers aron formada por un tejido
por el salón. de ani llas de hierro o
acero.
Sólo Beowulf había pérman ecido inmóvi l, recostad o 20 El yelmo es la parte
sobre un largo banco de madera ; en aparien cia, dormido, de la armadu ra que
pero muy alerta. resg uardaba la cabeza
Cuando Grendel lo vio, se inclinó sobre él con curiosidad y el rostro.
..,..-1 Lo 111 ,,c.,1bro parti-
Y estiró un brazo para tocarlo. El guerrer o esperab a ese cipa de la fealdad de la
momento: en un segundo, se incorporó y se aferró con muerte y del rechazo
toda el alma a la inmund a garra de la bestia. que esta provoca.
30 -~ La gesta de Beow ulf
art es Yotros
el guerrero halló piezas de oro, ant igu os est and 37
ros , mu cho s de ello s her rum bra dos por la
increíbles teso
acumulado
humedad y el tiempo. Era el bot ín de los ogros,
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