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Egipto:

Parra Ortiz, José Miguel: El Antiguo Egipto.


-PARRA ORTIZ, José Miguel, 2009, introducción, En: Parra Ortiz, J.M. El Antiguo Egipto, sociedad,
economía y política. Madrid. Marcial Pons, pp 15 – 36
Introducción:
“Egipto es un don del Nilo”
Las peculiaridades del caudal fluvial del Nilo fueron muy importantes a la hora de definir la técnica agrícola de los
egipcios. Estos comprendieron que el modo más fácil para cultivar la tierra era reforzando diques naturales y
complementarlos con otros, para crear así estanques artificiales de poca profundidad, que se llenaban por si solos con
las crecidas del Nilo. De esta forma los campesinos se apresuraban a labrar la tierra y sembrarla antes que el calor la
endureciera.
La inundación coincidía de forma aproximada con un suceso astronómico importante (el orto heliaco de la estrella
sirio). A partir de este fenómeno y de la crecida que llegaba, los egipcios crearon un calendario solar llamado “civil”.
El año administrativo para ellos comenzaba con la estación de akhet (la inundación), a la que seguía la de peret (la
salida, época de siembra) y la de shemu (la sequía, época de cosecha). Cada estación estaba compuesta por cuatro
meses de 30 días cada uno. Este total de 360 días, generaba un desfase de 5 días, y a pesar de se conscientes del
mismo, durante la época faraónica no hicieron nada para corregirlo.
Conscientes de su propia historia los egipcios recogían en sus archivos listados con los nombres, años, meses y días de
reinado de cada soberano, en ocasiones con alguna referencia a algún acontecimiento destacado de cada año, además
de la mención a la crecida del Nilo.
Manetón fue un sacerdote egipcio durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo (309-246 a.c.), que escribió un texto
acerca de las dinastías egipcias.
La principal influencia de Manetón en la egiptología moderna es su división de los soberanos del valle del Nilo en
dinastías numeradas que, aun siendo un sistema ajeno al modo de pensar egipcio, se ha convertido en estándar para
todos los egiptólogos. a pesar de falsear partes de la historia egipcia, las dinastías resultan cómodas de manejar.
Siguiendo la división cronológica de Manetón, el desarrollo del Egipto Faraónico se divide en 30 dinastías, desde
Menes, fundador del estado y primer faraón, hasta Nectanebo, ultimo soberano egipcio.
Los especialistas modernos han agrupado el conjunto en periodos: Tinta (I y II Dinastías), Reino Antiguo (III y IV
Dinastías), Primer Periodo Intermedio (VIII-X Dinastías), Reino Medio (XI-XIII Dinastías), Segundo Periodo
Intermedio (XIV-XVII Dinastías), Reino Nuevo (XVIII-XX Dinastías), Tercer Periodo Intermedio (XXI-XXIV
Dinastías), Baja Época (XXV-XXX Dinastías).
De este modo la historiografía occidental considera a la Historia faraónica como formada por tres periodos durante los
cuales el poder del estado se dejaba sentir a todo lo largo del Valle del Nilo (Reino Antiguo, Medio y Nuevo), entre
los que se intercalaban tres periodos intermedios de decadencia generalizada, originada por la ausencia del faraón. En
la actualidad, esta imagen esta cambiando, y los periodos intermedios se ven mas como momentos de cambio, y no de
hundimiento económico y cultural. El texto de Manetón contiene datos históricamente correctos, aun así, tiene
deficiencias al plantear un desarrollo histórico lineal, con las dinastías sucediéndose una tras otras, cuando realmente
durante periodos intermedios hubo dinastías contemporáneas.
La cuestión de los nombres de los faraones tiene su importancia, porque los soberanos egipcios terminarían teniendo
una titulatura compuesta por cinco diferentes. En la titulatura el monarca expresaba los elementos que conformarían
su política o las cualidades que deseaba demostrar le adoraban. Por este motivo era anunciada a sus súbditos durante la
ceremonia de la coronación y luego comunicada a los funcionarios mediante despachos oficiales.
Diferentes estudios, a partir del interés europeo por Egipto, brindo conocimientos tales como que la lengua egipcia
forma parte del tronco lingüístico afroasiático (camito-semita) y que durante mas de cinco mil años de historia
documentada sufrió diversos cambios. En principio se pueden distinguir dos grandes divisiones: el egipcio temprano
(3000-1300 A.C., pero que continúo usándose en textos religiosos formales hasta el siglo III D.C.) y el egipcio tardío
(1300 A.C. 1300 D.C.). El egipcio temprano se divide en egipcio antiguo (lengua del Reino Antiguo y el Primer
Periodo Intermedio), egipcio medio (la lengua del Reino Medio y hasta finales de la XVIII Dinastía) y egipcio medio
tardío o egipcio de tradición (la lengua de los textos religiosos desde el Reino Nuevo hasta el final de la época
faraónica). La lengua es algo vivo que evoluciona, pero en una sociedad sin alfabetizar la capacidad de escribir es un
elemento de poder y, como tal, muy conservador. En consecuencia, a finales del Reino Medio, la lengua escrita y la
lengua hablada eran distintas.
El Jeroglífico era utilizado para los monumentos, el Jeroglífico Cursivo para textos formales y religiosos en papiros,
el Hierático era la escritura cursiva con muchas ligaduras utilizada en para los textos cotidianos en ostraca y papiro, el
Demótico era una escritura muy cursiva utilizada para todo y casi por completo alejada de los jeroglíficos, su origen
esta relacionado con el hierático, y el Copto era una lengua egipcia con caracteres alfabéticos y vocablos.
Parte del interés en la historia por el antiguo Egipto a contribuido a que se conozca con cierta profundidad y con ella la
importancia que tuvo en el desarrollo histórico de la cultura occidental, aunque solo sea por su influencia sobre los
comienzos de la cultura griega y la que posteriormente tuvo esta sobre la romana. Las visitas de los griegos a Egipto
para formarse fueron frecuentes, destacan Platón y Heródoto.
Asimismo hay una gran impronta del judeocristianismo en occidente y, por medio de su influencia en el mundo sirio-
cananeo, también en ella dejaron su impronta los egipcios, como sabemos desde siempre por la biblia, así como
también por los registros arqueológicos. La religión Judía siempre ha sido considerada la precursora del monoteísmo,
hasta que egiptólogos descubrieron la reforma religiosa llevada a cabo por el Faraón Akhenaton, quien prohibió el
culto a todos los dioses egipcios excepto Atón, el disco solar.
Muchas son las influencias que perduran de Egipto, lingüísticas, religiosas, culturales, etc.

-NAVAJAS JIMENEZ, Ana Isabel, 2009. La prehistoria. Del paleolítico a la época de Nagada II. En:
Parra Ortiz, J.M. El Antiguo Egipto, sociedad, economía y política. Madrid. Marcial Pons, pp 37 -63.
Capitulo 1: La Prehistoria del Paleolítico a la época de Nagada II:
El Paleolítico:
Los primeros hallazgos arqueológicos demuestran movimientos de poblaciones en territorio egipcios desde la época
paleolítica. A partir del 10.000 A.C. el Nilo se fue haciendo mas regular, lo cual permitió que la superficie inundada
cada año fuera retrocediendo y el desierto se fuera extendiendo.
Según estos indicios ambientales los humanos se vincularon a dos elementos fundamentales: los puntos de agua (los
cuales atraían igualmente a los animales) y lugares de fácil acceso a materias primas para la fabricación de sus
herramientas de piedra. Los principales asentamientos de la época responden a estas características.
Durante el Paleolítico Superior (17.000 A.C.) se produjeron cambios sustanciales en el aprovechamiento del entorno.
Los grupos pequeños de unas veinte personas aprovechaban los recursos que proporcionaban los ríos, Vivian a
expensas de las especies de peces del Nilo. El pescado, en algunos casos, se lo ahumaba para poder almacenar y
consumir en otro momento. Los enterratorios eran individuales y colectivos, y se colocaban a los cuerpos en posición
fetal. Una buena parte de los cadáveres tenían señales de muertes violenta.
A partir del 10.000 A.C. las lluvias en el verano aumentaron, lo que dio inicio al Holoceno en el Sahara Oriental. En
esta época la presencia de humanos se concentro en el Sahara, de hecho, entre el 9.000 y 7.000 A.C. no se encontraron
restos de ocupación en las orillas del Nilo. Los asentamientos saharianos tienen cronologías de entre los 8.300 y 5.000
A.C., hasta que el aumento de temperaturas desertifico el territorio. En esta época los grupos vivían en torno a las
playas, en asentamientos de ocupación regular o semi permanentes, y algunas plantas empezaron a desempeñar un
papel importante en la alimentación (Sorgo). Por otra parte, la producción cerámica distinta a la previa hace especular
el contacto con Próximo Oriente, así como la introducción de animales domesticados propios del suroeste asiático (La
oveja y la Cabra).

El Neolítico:
La llegada del sistema productivo Neolítico a Egipto no se tradujo en una sedentarización completa de las poblaciones
ni en la aparición de núcleos de población comparables a los que se desarrollaron en Mesopotamia por esas mismas
fechas. La agricultura se convirtió en una práctica económica complementaria de la ganadería y el aprovechamiento de
recursos del rio. La ganadería imprimió un carácter nómada a estas poblaciones, que durante el año se iban
desplazando en busca de los mejores pastos. Los asentamientos Neolíticos que se han constatados eran sobre todo
estacionales, algunos utilizados durante largas temporadas a lo largo del año y reutilizados a lo largo del tiempo.
En los estratos de ocupación mas modernos aparecieron las primeras estatuillas de arcillas con forma de bóvido y
antropomorfas, además de un rostro humano modelado también en arcilla. La escasez de ajuar funerario es una
constante a lo largo de todo el periodo predinástico en las tumbas del Delta del Egipto (norte), opuestas a las tumbas
del Alto Egipto (Sur).
Poco se sabe del sistema de organización y de creencias de estas poblaciones neolíticas. Desde el punto de vista social,
es posible que estuvieran agrupadas en bandas y grupos familiares relacionados por lazos de sangre que, a juzgar por
los restos arqueológicos conservados, compartían los recursos de la comunidad.

El Calcolítico: las culturas Badariense y Tasiense.


Hacia el 4.500 A.C. aparece en Egipto Medio la cultura Badariense, se extiende en el tiempo hasta el 3.900 A.C.,
coetánea con el inicio de Nagada I.
Se desconoce la procedencia de esta población, porque sus conexiones con grupos del desierto occidental no están
claras y parece probable que procedieran del Próximo Oriente. Los principales yacimientos Badariense se encuentran
en la orilla oriental del Nilo, extendidos a lo largo de 30km, y su cultura se conoce gracias a su necrópolis, en donde
los muertos parecen haber tenido un mayor cuidado que en el Neolítico, y se puede divisar una diferencia en calidad y
cantidad entre los diferentes restos, lo que demostraría un cierto grado de jerarquización. La cultura material
Badariense refleja que se había llegado a alcanzar una técnica de trabajo muy elaborada. La cultura Tasiense también
aparece muy extendida en la zona, aunque en un inicio se creyó que le precedía a la Badariense, aunque se descubrió
que la Tasiense es un fenómeno propio del del desierto, a diferencia de la Badariense.

El Periodo Predinástico:
En el Norte surgió la cultura del Bajo Egipto mientras que en el sur la cultura del Alto Egipto conocida como Nagada.
Aunque ambas regiones tenían formas de vida similares, un hecho característico y diferenciador entre ambas son las
necrópolis. La riqueza desplegada en las tumbas del sur no se encuentra en el norte, o son mas escazas y similares a
los enterramientos del neolítico. Con los lugares de hábitat ocurre lo opuesto.

La cultura del Bajo Egipto (3.900- 3.400 A.C.)


Maadi se extiende en el tiempo desde el 3.900 A.C. al 3.400 A.C. aproximadamente, fecha que coincide con el fin de
Nagada II en el Alto Egipto. Las estructuras típicas en Maadi son de tres tipos: Chozas ovaladas con muros de madera
recubiertos, y techos soportados por postes de madera. Por otro lado, estructuras rectangulares, en cuyo interior hay
hogares rodeados de piedras y jarras de almacenamiento parcialmente enterradas en la tierra. Por último, en el sector
este de Maadi se descubrieron cuatro estructuras subterráneas excavadas en la roca.
En los asentamientos se descubrieron una gran cantidad de granos correspondientes a especies domesticadas (Trigo,
espelta, cebada, etc.), y huesos de vacuno, cabra, ovejas y cerdo, al igual que diversos peces del Nilo.
Destaca la industria lítica con la elaboración de cuchillos bífidos de entre 8 y 15 cm. Las producciones cerámicas se
hacían con fines domésticos.
En esta época los enterramientos de individuos adultos en los lugares de hábitat son un hecho excepcional. Los bebes
recién nacidos y fetos se enterraban bajo las casas, o en vasijas de cerámica. Los individuos enterrados en los
cementerios se enterraban en fosas ovales sin ningún tipo de acondicionamiento y en posición fetal. Estas tumbas
destacan por no tener ajuar funerario, o muy escaso.
El lugar de hábitat arroja más información acerca de una comunidad agro pastoril que mantenía contacto con el
Levante, más que con el Alto Egipto. La relevancia de estos contactos se deja ver en las cerámicas de importación, así
como otros productos de madera y producciones líticas.

El Alto Egipto: La cultura Nagada I (o amratiense)


Contemporáneas a la cultura del bajo Egipto, hacia el 4000 A.C. empezaron a surgir en el sur diversas poblaciones que
tenían muchos rasgos en común con los Badariense del norte hasta el sur, es decir en una extensión considerable. LA
uniformidad cultural que presentan los asentamientos es la mas antigua de la historia de Egipto, que desde ese
momento mostrara una continuidad en el tiempo hasta la unificación de su territorio.
La época de Nagada I se caracteriza por una gran expansión de los asentamientos al largo del Alto Egipto, que de
hecho aumentan con respecto a épocas anteriores. La cultura de Nagada I ha dejado pocos rastros de lugares de
hábitat, conociéndose lo fundamental de la cultura gracias a las necrópolis. Esto se cree a que los poblados tenían un
carácter estacional.
Las estructuras mas comunes que se han encontrado han sido las chozas circulares con muros sustentados a base de
postes de madera y de juncos revestidos con arcilla, estiércol y escombros de adobe.
La actividad económica fundamental de estas poblaciones era la ganadería. Los huesos de bóvidos, cabras, ovejas y
cerdo aumentan, mientras que los de las especies salvajes disminuyen en numero (el aporte de la caza a la dieta diaria
es ya meramente ocasional). La actividad ganadera debió generar la necesidad de desplazarse en busca de pastos para
el ganado, mientras que la agricultura y la pesca se podrían haber practicado de forma estacional, como complemento
a la primera actividad.
En las necrópolis de Nagada I predominan los enterramientos individuales, aunque aparecen algunos colectivos. En
esta época aparecen ataúdes de madera. Y los cuerpos aparecen en posición fetal. Las practicas de los enterramientos
son mas elaboradas, aunque aun no se puede hablar de un cambio sustancial.
Es posible que parte del ajuar funerario que se introducía en la tumba hubiese pertenecido al difunto en vida y el resto
se fabricase una vez muerto para ese acontecimiento. Entre los ajuares aparecen los primeros vasos realizados en
piedra, además de figuras antropomorfas realizada en terracota, tanto femeninas como masculinas. El significado de
las figuras de terracota no esta claro. Tradicionalmente se suele considerar que estas figuras femeninas tienen que ver
con la fecundidad y con la capacidad de procreación.
Según se desprende del estudio de los ajuares funerarios, parece existir un cierto grado de jerarquización social, con
tendencia al acaparamiento de bienes de prestigio en manos de ciertos miembros del grupo, con independencia de su
sexo o edad. Como es el caso de un tipo de cerámica especial, realizado con arcilla aluvial de una calidad excelente.
Sobre estas cerámicas se realizaron las primeras representaciones figuradas de Egipto.
Otro grupo menos números es el compuesto por escenas mas complejas, en donde se observan imagen de animales
salvajes y figuras humanas.
En la época de Nagada I el sistema de jefatura ya estaba plenamente asentado, siendo el parentesco el criterio que
prevalecía para todo tipo de relaciones, tanto en el interior de la comunidad como en el exterior de la misma. En esas
sociedades el líder sería un pariente más, aunque con prerrogativas mayores. Además seria el encargado de garantizar
la cobertura de todo tipo de necesidades para la comunidad, algo que se traduciría tanto en la redistribución de
alimentos como de los bienes de prestigio.

El Alto Egipto: La Cultura de Nagada II (gerzense)

En esta época se observan cambios importantes, tanto tecnológicos como económicos, que supusieron un paso mas
hacia una mayor complejidad en las estructuras sociales, proceso que se empieza a observar sobre todo dese Nagada
IIC.
Desde principios de Nagada II la cultura gerzense se fue extendiendo hacia el norte. En la zona próxima a El Fayum,
surgieron importantes localidades que se conocen sobre todo por sus cementerios. En el Delta también se observa un
importante desarrollo. Se observa en todas estas estructuras rectangulares realizadas con adobes. Además, se ha
encontrado en uno de los sitios una instalación circular realizada en arcilla en donde se fabricaba cerveza.
En este periodo se produjeron cambios importantes, en primer lugar, en las estructuras urbanas, las cuales estuvieron
ligada a la sedentarización definitiva de la población. Lo mas interesante de este complejo se encontraba en la
multitud de huesos de cabras y ovejas jóvenes, así como de diversos animales salvajes y peces. Es posible que estos
animales fueran el centro de determinados rituales, puesto que su caza ya no tenia un significado alimenticio desde
hacia tiempo.
Un hecho común a todos los lugares habitados en este periodo es el cambio con respecto a la principal actividad
económica desarrollada, que en Nagada II fue la agricultura. Y así se demuestra no solamente por la gran cantidad de
semillas y frutos que se han encontrado en los yacimientos, sino también por la aparición de lugares donde se
procesaban alimentos, como cervecerías y algunos hornos, que servían para tostar granos y así manipularlos más
fácilmente, además de la fabricación de recipientes cerámicos de gran tamaño.
La Población no tuvo que volverse más sedentaria vinculándose mucho mas al rio. No es de extrañar que los
asentamientos que aparecen en ente periodo estén todos próximos al Nilo. A partir de Nagada II es que la población
egipcia comenzó a basar su economía plenamente en las actividades agrarias, complementándolas con las actividades
ganaderas, invirtiéndose los términos vigentes hasta entonces.
Es posible que el excedente de producción agrícola pueda explicar el surgimiento de un grupo de población
especializado en funciones ajenas a la producción de alimentos, es así como surgen diferentes grupos de artesanos
especializados que trabajan a tiempo completo en la fabricación de cerámicas, sílex, vasos de piedra, etc. Se daba un
paso a la diversificación social.
En las necrópolis de esta época se han comprobado cambios interesantes y manifestaciones funerarias nuevas. En este
periodo desaparece por completo la costumbre de envolver al muerto con piel de animal, y se frecuenta el uso de
ataúdes de madera. También aparecen distintos ritos como el degollamiento del cuerpo, y la mutilación del mismo.
Durante Nagada II se diversifican las practicas funerarias. Existió además una tendencia a la distribución de los
enterramientos por sectores. Así, las tumbas mas ricas se agruparon no solo en el interior de los conjuntos funerarios
mas grandes sino también en lugares específicos, como capillas, u otras edificaciones que demostraban estatus y
diferenciación social. En esta etapa aumenta la producción de recipientes de cerámica de pasta blanca, la cual es de
mayor calidad. Otra Industria que tuvo un auge importante fueron los recipientes de piedra de diversas clases, como la
caliza, el mármol, etc. En sílex continuo la fabricación de cuchillos con mangos mas elaborados como de marfil o
madera, así como también el uso del cobre se va a extender en la fabricación de cuchillos, hachas y accesorios como
brazaletes. Los productos en oro y plata se hacen presente en esta época, y los ajuares funerarios empiezan a incluir
objetos de mayor calidad.
Puede decirse que hacia Nagada IIcd el panorama sociopolítico egipcio consistía en comunidades estructuradas en
forma de jefaturas poderosas, que contaban con una elite importante y una diversificación social importante. Esto va a
ser fundamental en la posterior creación de un Estado unificado, algo que va a ocurrir en Nagada III.

Capítulo 2
La Aparición del Estado y la Época Tinta
La Aparición del Estado en Egipto y la “Unificación”
Nagada IIc-d: El contexto arqueológico de la aparición del Estado en Egipto.
Se acelera el proceso de jerarquización social, formación de elites y jefaturas locales, además de la
especialización del trabajo, y con ello una sociedad mas compleja. Son la antesala cultural de los rasgos del
mundo faraónico, además de la emergencia del Estado.
Van a destacar tres centros a las orillas del Nilo:
- Hieracompolis:(El más meridional de los tres): Es en un inicio el centro mas activo. Va a tener una gran
riqueza en recursos minerales (valles wadis), así como también van a poseer el control del flujo de materias
primas procedentes del corazón de África (marfil, ébano, oro, pieles, etc.). Las tumbas de la elite de este
centro van a poseer bienes de prestigios de diferentes regiones. Por otra parte, se caracteriza por la
producción de cerámica, pan y cerveza. Hay en el sitio un importante recinto cultural, el más antiguo del
valle del Nilo. Los restos en el sitio sugieren que se celebraron sacrificios de animales (domésticos y
salvajes) con distintas significaciones.
En el sitio se encuentran tres lugares de enterramiento, dos para la elite, y uno para la gente común.
Aparecen aquí las primeras momificaciones, preludio estructural de la época dinástica. En las distintas
tumbas aparecen diferentes pinturas que hacen alusión a la caza, la guerra, el dominio y el ritual.
- Nagada: (En el centro): El proceso de jerarquización también se acelera, lo cual se deja ver por los
templos o palacios de gran planta rectangular. En los enterratorios se encuentran diferencias en los ajuares,
así como en las estructuras, la gente común tenia fosas circulares y menos equipadas, a diferencia de las de
la elite que tenían una gran dimensión y riqueza en los ajuares.
- Abydos: (El más septentrional): En este sitio aparecen zonas de hábitat, necrópolis y zonas industriales.
Aparecen una gran necrópolis situada 2km dentro del desierto, que abarca todo el IV milenio,
cronológicamente hablando, y su importancia está en que aquí se pasó de sepultar a las elites locales a los
primeros Faraones de Egipto unificado (I y II Dinastía). En los enterratorios se han encontrados diferentes
ajuares funerarios, como vasos pintados con signos jeroglíficos, que indican no solo la diferenciación social,
sino la presencia de un Estado incipiente, gobernado por una Elite poderosa y un “Rey”.

Desde finales de Nagada II e inicios de Nagada III todo el valle del Nilo presenta patrones de asentamiento y
de enterramientos y una cultura material y simbólica homogénea, de tradición alto egipcia. Esta unificación
cultural precede y prepara la posterior “unificación política”.

La aparición del estado en Egipto: aspectos sociopolíticos.


Campagno parte del registro etnográfico y etnohistórico. Allí donde no hay estado, las sociedades se
estructuran y rigen por el parentesco como elemento definidor y vertebrador de las relaciones sociopolíticas.
Los vínculos entre parientes se rigen en todos los aspectos de la vida de la comunidad, debe haber una
reciprocidad y no deben perjudicarse, la practica del parentesco implica, pues, un deber de generosidad, de
solidaridad, de ayuda mutua ente los integrantes de la situación social cuya existencia regula. Implica
también un interminable juego de dones y contradones en el que el receptor siempre se halla en deuda
respecto del dador.
En estas sociedades parentales, el jefe es el primero de los parientes y debe cumplir con sus obligaciones de
solidaridad y generosidad, de ayuda y reciprocidad con el resto de la comunidad y la buena marcha del
mundo. Es el prestigio el que confiere el cumplimiento de estos preceptos y obligaciones lo que lo legitima
como jefe.
Parentesco y Estado son incompatibles. El estado no puede surgir de manera natural a partir de una jefatura
no-estatal. Para que surja el estado se debe romper con la realidad parental, puesto que el estado es el
ejercicio legitimo de la violencia, esa ruptura debe buscarse en el ámbito de la guerra. Por lo tanto, la guerra
entre distintas comunidades puede dar lugar a los primeros comportamientos propios del estado.
Los conflictos que surgen en Nagada II dan lugar a practicas de tipo estatal, ya que la elite no solo elimina a
un competidor y se apodera de sus recursos, sino que somete a esa otra comunidad a una tributación
permanente, por lo cual cuenta con mas medios para seguir expandiéndose y reforzando su posición. Con el
tiempo se sumará a este incipiente estado la burocracia, la función judicial, entre otros aspectos propios del
estado. El parentesco lejos de desaparecer, seguirá articulando las relaciones en el interior de las
comunidades aldeanas, ahora sometidas al estado. El antiguo jefe comunal da paso al rey estatal.
Estos procesos se van a dar en Nagada IIc-d en los “proto-reinos” de Hieracompolis, Nagada y Abydos.
Estos tres centros habrían vencido y anexionado las aldeas mas próximas. Estos posteriormente entrarían en
una dinámica de relación o conflicto entre ellos. El primero en desaparecer, al ser anexionado por
Hieracompolis fue Nagada. Este y Abydos se mantuvieron mas en el tiempo, y no hay prueba de que
entrasen en conflicto, incluso tenían una cierta conexión cultural. Posteriormente van a anexionarse a
comienzos de Nagada III, en el llamado “proto-reino del Alto Egipto, lo que llevaría a un proceso de
expansión que conduciría al Estado Faraónico.
Nagada IIIa-b: La Unificación: (3.300-3100 A.C.)
En el área de Hieracompolis se concentra la población en un único hábitat, y surge la ciudad de Nekhen. Los
cementerios de la elite se trasladan al cementerio de sus antepasados. Estas tumbas se caracterizaban por
sarcófagos de cerámica, con diferentes amuletos de plata, oro, hojas de obsidiana, etc. Algunos de los
productos que se colocaban eran importados de Palestina.
En Abydos por otro lado se pasa a tumbas de adobe rectangulares, con sarcófagos de madera, con losa para
la base de los mismos, así como vasos de piedra, cobre, lapislázuli, cerámica importada de palestina, etc.
en Abydos aparece la tumba U-j, la cual tiene unas grandes dimensiones, y su importancia radica no solo en
su tamaño, sino que ahí se encuentran los testimonios mas antiguos de escritura egipcia encontrados.
Durante este periodo los contactos del reino del Alto Egipto con Elam y la Baja Mesopotamia experimentan
su momento de mayor esplendor, para luego interrumpirse.

Los documentos de la unificación:

Durante Nagada IIIb (3.200-3.100 A.C.), el reino del Alto Egipto emprende su camino a la unificación
político militar de las “Dos Tierras”, expandiéndose por el sur hasta Elefantina y la primera catarata, y por el
norte hasta el Mediterráneo. El Delta era de especial interés para los reyes del sur por su contacto con el
Próximo Oriente, además de por su tierra fértil.
Los registros que indican esta unificación se encontraron en los mangos de unos cuchillos, y en una paleta,
que hacían mención, simbólicamente a este periodo. Los documentos de la unificación tratan
fundamentalmente cuatro temas, la dialéctica orden-caos, la caza, la guerra y el ritual. En los más antiguos,
la realiza no esta presente de forma explícita, los más recientes, por otro lado, muestran al rey como el eje de
acción y composición.
La paleta de Narmer es considerada como el documento que simboliza la culminación de la unificación
política de Egipto y la instauración de la monarquía dual histórica. Esta paleta simboliza un punto y aparte
en la historia antiguo Egipto. Representa el final de una larga tradición simbólico-iconográfica, luego de esta
las paletas decoradas o mangos de cuchillos dejan de ser usadas como medios de expresión de la ideología
real. Por otro lado, la paleta representa también el punto de partida de una realidad nueva. El motivo de la
masacre del enemigo, central en la ideología faraónica como símbolo de eliminación del caos, adquiere aquí
su forma canónica y el rey aparece tocado por primera vez en el mismo monumento con la corona blanca del
Alto Egipto y la corona Roja del Bajo Egipto. Esto significa que se están poniendo las bases del estado
unificado dual.

La Época Tinita (I y II Dinastías)


Estado dual, titulatura y listas reales.
El Rey Narmer fue quien completo la unificación política de Egipto. La culminación de la unificación y el
reinado de Narmer fueron sentidos por los egipcios como hechos importantes en la constitución cultural,
propias de un orden predestinado.
La monarquía dual dio expresión política a la tendencia egipcia de entender el mundo como un conjunto de
dualidades equilibradas. El principio dual fue proyectado por sobre el territorio, y se concibió un estado
formado por dos mitades complementarias, el Alto y el Bajo Egipto. A cada una de las mitades se les
asociaron dioses y símbolos, muchos de estos eran propios del Alto, pero fueron repartidos.
Los registros comienzan a aparecer en etiquetas analíticas de marfil o madera, y son encontradas en las
tumbas. Por lo general reflejan “hechos1” particulares de un año. Estas etiquetas son propias de la Época
Tinta, y desaparecen a principios del Reino Antiguo. Otra forma de documentación son las listas reales, que
reúnen los diferentes nombres y reyes. Esta tradición continua hasta la II Dinastía.
Menfis y los Complejos Funerarios Regios de la Época Tinita:
Las dos primeras dinastías son conocidas con el nombre de “tinitas” por su lugar de origen, pero gobernaron
el país desde Menfis. Paralelamente a la construcción de complejos funerarios en Abydos, durante la I
Dinastía, se construyó una necrópolis en Menfis.
La razón principal de la expansión del reino del Alto Egipto a fines del Predinástico tanto hacia el sur, como
al norte, fue la voluntad de controlar directamente las vías de llegada de materias primas y bienes de
prestigio procedentes de África y el próximo oriente. Así también en lo que refiere al control del Delta
Occidental, este permitió la incorporación de tierras nuevas y fértiles bajo el mando del Rey y de la elite.
Una vez asegurado el control, gracias a la unificación, la noción cultural de prestigio fue trasladándose del
ámbito de los bienes muebles al de los complejos funerarios regios, que, por su nuevo tamaño y
complejidad, los remplazaron en su carácter de marcadores sociales de la realeza. El mantenimiento de los
cultos funerarios y las tumbas reales, implicaba una gran movilización de recursos agropecuarios, lo cual
llevo a una creación, por parte de la monarquía, de fincas agrícolas, ganaderas e industriales en el interior
del nuevo estado unificado.
El excedente de la producción de estas fincas se destinaria al abastecimiento de la corte y el estado. Aun así,
la fuente fundamental de recursos del estado era la tributación. Las comunidades aledañas dentro del reino
trabajaban para abastecerse a sí mismos, y para hacer frente a las exigencias tributarias. Aun así, el estado
interfería poco en las relaciones internas de la aldea, que seguían con la lógica parental para organizarse. El
tributo era comunal. Había un subdepartamento del tesoro encargado del almacenamiento de recursos
recaudados, una parte de estos se redistribuía, y otra parte se llevaba a centros de procesamientos de
materias secundarias, como aceites, vino, cerveza, pan, etc. En la cima del aparato administrativo del estado,
debajo del rey, se encontraba el visir, que tenia tres poderes, ejecutivo y administrativo, judicial, y simbólico

1
No necesariamente son hechos históricos, sino acciones o rituales protagonizados por el rey. Hay que ser cautos en estas
suposiciones.
(referido al cuidado de la persona sagrada del rey). Los títulos de mas poder eran ostentados por miembros
de la familia, o clan real, ya que la elite seguía esta lógica parental.

Capitulo III: El Reino Antiguo.


La III Dinastía.
Nuevo faraón de las dos tierras, Netjerkhet. Cuando recibió la corona, Egipto ya era un estado unificado,
aunque dependía del viaje bianual del monarca por todo el país para recaudar impuestos. Para cuando su
propio sucesor lo sustituyo como soberano, la monarquía egipcia ya se había asentado en Menfis, y había
puesto las bases para la construcción de los monumentos más increíbles del Reino Antiguo, Las Pirámides.
“La historia de las pirámides es la historia del Reino Antiguo”. Cuando Netjerkhet comenzó a gobernar
Egipto lo hizo con la intención de continuar con la tradición recibida, lo cual se refleja en las primeras etapas
de su complejo funerario, con tumbas discretas (mastaba cuadrada de pocos metros de altura acompañada
por el recinto ceremonial rectangular del palacio funerario). Pero una vez establecido el asentamiento en la
capital, planeo un recinto fúnebre propio del poderío estatal egipcio (pirámide escalonada). Se cambiaron los
materiales de construcción, del adobe se paso a la piedra caliza, la cual requería más artesanos en la
extracción de la piedra. Esto implico un aumento en el numero de empleados de la corona, todo esto sumado
a los gastos administrativos para el mantenimiento de la corte, que centralizo su recaudación en la capital.
Además, a cargo del faraón estaba un reducido grupo familiar, y personas de la elite (miembros del Pat), y el
primer cargo administrativo en importancia era el del “Visir”, quien controlaba los cuerpos administrativos.
El mas distinguido de los personajes en relación a este faraón era Imhotep, arquitecto de la pirámide, y
canciller del rey. Los cambios administrativos de Netjerkhet supusieron un cambio notable en la escritura
egipcia. Siempre restringida a la elite, la escritura se hizo más evidente y comenzó a aparecer en las estelas
biográficas de miembros destacados de la administración. Los distintos avances en la administración, y
control de recursos fueron quizás los responsables de que se pudieran organizar expediciones mineras a
regiones lejanas. La pirámide es un elemento que busca conseguir la vida eterna del faraón mediante el
acceso a las estrellas, todo esto por la relación entre el Dios Horus (deidad estelar) y el soberano egipcio. La
pirámide escalonada es entonces un dispositivo de ascenso, donde subiendo los escalones, el soberano llega
al firmamento. El sucesor de Netjerkhet, Sekhemkhet, continuo la tradición del su predecesor, y comenzó la
construcción de la pirámide cerca de él, aunque quedo inconclusa. Khaba, su sucesor, abandono la
necrópolis de Saqqara (donde se encontraban los dos anteriores), y decidido trasladar su complejo funerario
a Zawiet el-Aryan, aunque mantuvo la idea del primero, este tampoco pudo concluir su pirámide, el
posterior sucesor ni siquiera dejo tumba y el reinado está muy poco documentado. Huni fue el predecesor de
este momento, del cual hay mas registros, entre los que se encuentran seis pequeñas pirámides de igual
tamaño, construidas en el sur de Menfis, una en el Egipto Medio y las otras cinco en el Alto Egipto, la
ultima de ellas en Elefantina, ciudad donde construyo varios edificios administrativos. La elección de una
necrópolis alejada de la capital puede ser con fines económicos (nuevos recursos, tierras fértiles).
La IV Dinastía
El nuevo faraón va a ser Esnefru, quien continua la explotación de las minas del Wadi Maghara, y además
hay incursiones a Nubia y Libia, por otra parte, se construyen grandes barcos y se importa madera de cedro
desde el Líbano. Su política va a buscar incrementar los recursos del estado. Hay una gran explotación
agrícola en el Delta. Abandono el lugar donde se encontraban los restos funerarios de su predecesor, y
comenzó la realización de pirámides de cara lisa. Las innovaciones ideológicas de la IV dinastía se reflejan
en la propia pirámide romboidal de Esnefru, que no solo es de paredes lisas, sino que también posee un
perfil con ángulos.
Se dan diferentes cambios ideológicos, como la aparición del Dios Ra, del cual el soberano depende para
alcanzar el mas allá, a su vez la sociedad depende del rey para alcanzar lo mismo. Durante la IV dinastía las
tumbas de la elite se aproximan a las del faraón, como buscando cobijo, demostrando la dependencia al
mismo.
El hijo de Esnefru, Khufu, decidió acercar su tumba a la capital, en Guiza. Esta decisión se da en buena
medida con su culto al dios solar (Ra). Las grandes pirámides, de revestimiento de piedra caliza debía brillar
con la luz del sol al amanecer y al anochecer. La principal característica de la administración de la IV
dinastía es que el cargo del Visir queda reservado para hijos reales. Los constructores de las pirámides de
Guiza se encontraban en las cercanías, al sur de la necrópolis, los restos humanos denotan gran desgaste
físico, sobre todo en la columna y rodillas, por otra parte, los restos indican la presencia de un cuerpo
médico que atendía las necesidades de los mismos. Los recursos para la construcción del complejo funerario
procedían del circuito económico general del país. A lo largo del valle del Nilo, los campesinos cultivaban
terrenos cuyas cosechas eran sometidas a tasación. Los enviados del faraón recogían la parte que les
correspondía de las cosechas y los productos se acumulaban en los almacenes del soberano distribuidos por
todo Egipto. Tras el largo reinado de Khufu, su hijo Djedefre se encarga de ocupar su puesto como soberano
de las Dos Tierras. Duro ocho años, aun así, pudo construir su tumba en Abu Rowash, alejado de la de su
padre. El sucesor de Djedefre no fue su hijo, sino su hermano Khaefre, quien estuvo poco tiempo
gobernando, hasta su muerte. Tras la muerte de este último, el hijo de Djedefre continuo con el poder, Baka,
quien estuvo pocos años hasta que lo sucedió el hijo de Khaefre, Menkauere. Este retorno la necrópolis a
Guiza, construyendo una pirámide pequeña. Shepseskaf, sucesor de este va a echar por tierra el culto a Ra, y
además va a construir una mastaba y no una pirámide, lo que va a diferenciarlo de sus predecesores. En esta
dinastía compleja, destaca hacia el final la figura de una mujer, la reina Khentkaus, la cual pudo haber sido
una regente casada con el primer faraón de la V dinastía, esta fue una mujer sin duda tuvo gran relevancia
política.
La V Dinastía
La V Dinastía egipcia quedo señalada como un momento de gran importancia del culto solar. Userkaf va a
ser el primer monarca de esta dinastía, el cual busco legitimidad (su origen es confuso) posicionando su
complejo funerario cerca de Netjerkhet (III Dinastía). También construyo un templo solar a su lado, lo cual
va a ser replicado por los sucesivos faraones de la V Dinastía. Durante el reinado de Userkaf, y sus
sucesores, la administración y la económica del país sufrieron importantes cambios, con el fin de aumentar
el control del país por parte del soberano. Si durante la IV Dinastía se incorporó el Delta como región
productora, ahora se ocuparon del Medio Egipto. Su lejanía implico que el soberano enviase administradores
permanentes a las distintas provincias, para tener un mejor control. Esto llevo a un crecimiento en la
administración. Así mismo los príncipes (hijos del rey), perdieron importancia en los cargos políticos, y
cobraron mas relevancia en el ámbito ideológico y religioso. En la construcción de las pirámides también se
va a diferenciar de la IV Dinastía, donde van a abaratarse los costos en construcción, ya que había más
edificios institucionales que construir, como el templo solar. Además, se tenían que instalar a los nomarcas
en sus capitales, y debían ostentar lujo, ya que representaban al soberano. La mayoría de los faraones de la V
dinastía se instalaron en Abusir, unos kilómetros al norte de Saqqara, el lugar era importante para unos
faraones que hicieron del culto solar un elemento destacado en su ideología, por que se trata del punto mas
meridional desde el que se puede ver Heliópolis.
No se sabe donde se emplazo el templo solar de Sahure, aun así, su complejo funerario es de los mejores
conservados. Sahure realizo el complejo funerario que serviría como modelo para los posteriores.
En este momento es innegable que los templos bajos son puertos cuyas rampas de atraque penetran en una
masa de agua que los rodea. En el templo se observa una característica común del complejo, el juego de
colores con los materiales constructivos: el suelo es de basalto negro (símbolo de la tierra negra, húmeda y
fértil, de la que renace la vida), el zócalo de las paredes es de granito rojo (color del sol) y el resto de los
elementos parietales de amarillenta caliza de calidad. También destaca la decoración del techo, estrellas
amarillas de cinco puntas pintadas sobre un fondo azul oscuro. El objetivo del templo bajo y el de la calzada
de acceso es acoger y hacer llegar al templo alto, asegurándose que nada malo podría penetrar en él, de ahí
las imágenes de la derrota de los enemigos. Además de la pirámide, el otro elemento del complejo funerario
de Sahure es la pirámide satélite. Un muro rodeaba la pirámide principal, la pirámide satélite y el templo
interior, aislando la tumba del soberano del resto del mundo, pero sin impedir verla.
En el antiguo Egipto solo existía un sacerdote: el faraón. Era el único capacitado para poner en contacto y
hacer de intermediario entre el mundo de los dioses y el de los hombres.: Por lo tanto, nadie más podía
oficiar en los cultos de todos los templos de todo el país. Aun así, el monarca delegaba tareas de culto a
funcionarios, esto era posible porque la religión egipcia no era una religión revelada, además no se trataba
de sacerdotes a tiempo completo, que aparecerán en el Reino Nuevo.
Los miembros de la administración que trabajaban oficiando de sacerdotes estaban organizados en cinco
filés, donde cada parte de las mismas servía en los templos durante un mes de cada diez. El salario que
recibían los que trabajaban en los templos provenían de las ofrendas. El objetivo del sistema de filés era
repartir la generosidad del faraón lo mas ampliamente posible, de tal modo que el mayor numero de
personas recibiera una muestra de ella. Esto era importante, no solo ideológicamente sino también
físicamente, por que las ofrendas eran de abundante carne, algo a lo que la mayoría de la población egipcia
no tenia acceso, o muy escaso. Durante este periodo aumentan considerablemente el número de
autobiografías y referencias a los faraones, a diferencia de la dinastía previa. El soberano es el eje entorno al
que se articula todo en Egipto y su yo administrativo (la Residencia, el Palacio) ha de aparecer en todos los
organigramas, por mas que ello suponga en ocasiones una perdida de efectividad. Lo importante de todo esto
es la razón ideológica, pues de esta forma, todos los que reciben bienes lo hacen directamente del monarca.
Menkauhor Ikauhor, fue el hijo de Niuserre, y faraón sucesor del mismo. En el gobierno de este destaca el
cambio en el teóforo (Nombre de un dios que forma parte del nombre del faraón) de Ra, por el de Horus,
indicando el inicio de un cambio en la relevancia del Dios Ra.
Los textos de las pirámides contienen gran cantidad de menciones y referencias teológicas, religiosas y
mitológicas. El origen del contenido particular de cada formula o recitación se escalona a lo largo del
tiempo, e incluso aparecen antes del surgimiento de las pirámides. Son textos para ser leídos y el encargado
de hacerlo es el sucesor del soberano, Horus, el príncipe heredero, quien tiene como oyente principal al
monarca difunto, Osiris.
La historia de estos dioses trata de que Osiris, rey de Egipto, es asesinado por su hermano Seth, quien lo
descuartiza y reparte sus pedazos. Isis, esposa y hermana de Osiris, recoge los fragmentos, los embalsama y
consigue resucitar su cuerpo lo suficiente como para quedarse preñada de su esposo y dar a luz a Horus.
Este, heredero al trono, se enfrentará a su tío Seth, y lo vencerá. Esta historia se convertirá en el sostén
ideológico de la monarquía egipcia, en donde el rey se identifica con Horus. El rey difunto se convertiría en
Osiris al ser momificado.

La IV Dinastía
Unis fue el ultimo faraón de la V Dinastía, y muchos lo consideran parte de la VI. Teti fue el primer faraón
de esta dinastía, aunque se desconoce su filiación con Unis, se cree que es su relación con Iput, hija de Unis,
la que le da legitimidad dinástica. El complejo funerario de Teti además de encontrarse en la cercanía de los
últimos faraones de la V Dinastía (Como buscando legitimidad), va a ser el modelo de que seguirán el resto
de los soberanos de la dinastía (amontonamiento de piedras recubiertos de una capa de caliza de calidad, con
unas dimensiones de 150 codos de base cuadrada por 100 codos de altura.
Ideológicamente, que los cuatro complejos funerarios construidos durante la IV dinastía tengan pirámides de
idénticas dimensiones y la misma distribución de elementos en su templo de culto es muy importante. Nos
esta hablando de que el Estado ésta ya plenamente asentada en Egipto, hasta el punto de que los soberanos
no tienen necesidad de lucirse en sus complejos funerarios, cuya construcción ha dejado ya de ser el
principal eje económico del país. Es como si la ideología de la monarquía hubiera quedado establecida.
Durante este periodo, los monarcas ordenan construir capillas destinadas a su culto por toda la extensión de
sus dominios. El objetivo de esto era hacer mas visibles a sus súbditos la existencia del soberano, hacerlos
mas conscientes de su existencia, pues no olvidemos que muy pocos era los egipcios que llegaban a ver el
complejo funerario del faraón. Al participar de este modo en el culto al monarca, los altos funcionarios
provinciales dejaban ver a sus administrados su estrecha relación con el soberano y extendían el control del
monarca y su administración. Todo formaba parte de la política de la corona destinada a controlar
finalmente todos los recursos del país.
La explotación del sur y resto del país se realizo mediante el uso de los hwt y los templos provinciales. Los
hwt eran centros administrativos de la corona, que los dotaba de tierras, ganado y personal propios. Por otro
lado, se encargaban de almacenar la producción de sus terrenos agropecuarios. Los hwt están por todo
Egipto. Otro elemento básico propio del mundo rural egipcio eran los niwt, que eran localidades que no
dependían directamente de la corona, pues sus alcaldes no eran funcionarios nombrados por el faraón.
Teti fue asesinado por sus guardias. Pepi I fue el sucesor, que previo estos intentos de asesinatos, y ningún
funcionario de él se enterró cerca. Así mismo sufrió dos intentos de asesinato.
En la VI Dinastía el Estado llegara a estar plenamente consolidado, manteniendo siempre el faraón el control
del país.
Merenre fue el hijo mayor de Pepi I, y su sucesor, de este se sabe muy poco, su complejo funeral se
encuentra al lado del de su padre. Pepi II lo sucedió siendo un niño y estuvo supuestamente noventa y seis
años de reinado. El de Pepi II fue el ultimo complejo funeral con pirámide construido en el Reino Antiguo.
Tras su longevo reinado, las fuentes se vuelven opacas y sus sucesores no se reconocen con certeza.
El punto final del Reino Antiguo lo puso una oscura dinastía, que en las listas manetonianas aparece
duplicada de forma errónea como la VII y VIII Dinastías. Esta compuesta por un numero impreciso de
soberanos, que fueron el preludio del Primer Periodo Intermedio.
El Reino Antiguo fue un periodo de constante cambio, con una sociedad relativamente estática.
Desencadenando el proceso evolutivo debido a la construcción de primer complejo funerario real con
pirámide, con el paso de las diferentes dinastías los recursos del país fueron explotados de forma cada vez
mas eficiente, comenzando por la región del Delta (IV Dinastía), la zona del Medio Egipto (V Dinastía), y el
Alto Egipto y los oasis (VI Dinastía). Así mismo, el control aumento el tamaño de la administración y
durante el reinado de Pepi II la corona poseía y controlaba los centros de poder distribuidos a todo lo largo
de Egipto. La desaparición del Reino Antiguo es llamativa, pues se produjo en momento en que la
monarquía se encontraba mas asentada. En el proceso tuvieron que ver tanto el cambio climático como las
tensiones internas inherentes a cualquier sociedad, en este caso, la mengua en las crecidas y las subsiguiente
disminución de las cosechas, sometidas pese a ello al afán recaudador del Estado, terminaron por
incrementar hasta el punto de ruptura las tensiones sociales existentes y fragmentar el país, convirtiendo en
políticamente autónomas algunas divisiones provinciales creadas por la corona para controlar mejor el valle
del Nilo.

Capitulo 4:
El Primer Periodo Intermedio. Juan Carlos Moreno García.
Egipto atravesó casi todo el tercer milenio como un estado unitario donde sus soberanos no parecen haber
encontrado graves problemas para recaudar los tributos con el que realizaron grandes obras arquitectónicas.
Aun así, a finales del milenio el Estado se descompone en un breve espacio de tiempo y es sustituido por
varios poderes regionales enfrentados entre sí, de los que surgirán dos reinos con base en Hieracompolis
Magna y Tebas. Del combate entre ambos surgirá victoriosa Tebas, lo cual dará lugar al Reino Medio.
Inicialmente la teoría predilecta era que el cambio climático arruino los canales de irrigación del estado, y
con esto su poder de recaudación. Nuevos estudios han comprobado que esto no fue así.
Nuevas interpretaciones concluyen que las causas de la crisis del estado egipcio hay que buscarlas en el
interior del país, o en comprender que las causas del colapso no fueron repentinas, sino que el fin del estado
se debió a un colapso estructural.
Las Raíces del Auge Provincial:
Los centros provinciales cobran gran importancia, con la aparición de múltiples poderes locales que, si bien
algunos tenían data previa, en ningún momento las provincias parecen haber actuado como poderes políticos
independientes o disfrutado de una gran autonomía con respecto al poder central.
Durante la VI Dinastía, se vivió gran inestabilidad, lo que llevo a que los faraones tuvieran que recurrir a
ciertas familias de la elite (casándose por ejemplo con sus hijas), e incorporando a estas familias del Alto
Egipto en las altas magistraturas del reino. La función de intendente del Alto Egipto también cobro gran
importancia en esta época, encargado de recaudar tributos para la corona y de organizar las prestaciones en
trabajo de los habitantes de los nomos.
Se puede evidenciar que había una elite jerarquizada internamente, pero que de cara al exterior expresaba su
posición dominante gracias a que compartía y exclusiva la misma necrópolis y a que participaba del culto a
Heqaib, el antepasado de la familia local de gobernadores y titular de un santuario donde generaciones de
potentados locales presentaron ofrendas.
El elemento militar en la sociedad egipcia del Primer Periodo Intermedio tuvo gran importancia, la fuerza y
no las intrigas políticas entre facciones palatinas permitían imponer la voluntad de un individuo frente a sus
rivales. El carácter provincial de estos combates también sugiera que el final del Reino Antiguo no se
produjo en un contexto de guerra civil general impulsada por bandos palaciegos, sino de luchas ente señores
locales, cuyo poder no parece haber trascendido más allá de los limites de sus provincias respectivas. Estas
guerras revelan el poder de los potentados locales a finales del Reino Antiguo, al ser capaces de movilizar
hombres y recursos suficientes como para desafiar a los faraones. La política deja de ser “nacional” para
volverse local, prueba clara de que los faraones perdieron su tradicional poder central.
Familia Extensa y Nuevos Valores Sociales:
La ideología real pierde la hegemonía, y afloran nuevos valores, propios del ámbito privado, o doméstico.
Las inscripciones de finales del Reino Antiguo y del Primer Periodo Intermedio indican que el propietario
del monumento se preocupo por su familia extensa (abet). Antes en los monumentos se expresaba solamente
menciones sobre acciones de los faraones. La crisis de la realeza en el PPI afecto también a la esfera
ideológica.
Los cambios en la sociedad se ven reflejados en la construcción de las mastabas, las cuales antes eran un
importante símbolo de poder de los faraones, los cuales eran enterrados solos en estos importantes sitios. En
el PPI se va a modificar esto, las mastabas se harán de una calidad inferior, y albergaran a familias de la
elite, y en algunos casos ni siquiera se construían, sino que se enterraban los cuerpos en sitios comunes,
salvo algunas personalidades importantes, y de relevancia a quienes muchas familias de la elite le rendian
culto. Aun asi el difunto pierde esa entidad sobrenatural, como intermediario entre el mundo de los muertos.
Las autoridades del PPI buscaron legitimar su papel dominante en ausencia de la realeza, incluso adaptaron
ciertos elementos de la ideología faraónica al nuevo contexto local, provinciano, en el que se desenvolvían
sus actividades.
Los ajuares funerarios que eran propios de la realeza empezaron a expandirse al resto de la sociedad, hay
una difusión de los valores de la alta sociedad egipcia. Así mismo, como consecuencia de esto la producción
de bienes suntuarios aumenta.
Hay cierta prosperidad material, que coincide con la expansión de algunos centros urbanos (Edfú), o auge de
otros (Siut). Aun así, la hambruna es moneda corriente, contrario a lo que pasaba bajo el mando de los
faraones. Esto era usado como parámetro acerca de una buena administración. Por otro lado, y con motivos
ideológicos, algunos funcionarios indican que actuaban por mandato de los dioses.
Autoridades Locales y Jerarquía de la Sociedad Provincial
El PPI fue una época donde la sociedad provincial es mas visible en las fuentes. Las principales autoridades
provinciales en el Reino Antiguo parecen haber sido los grandes jefes de nomo. Esta denominación continua
hasta el Reino Medio.
El individuo diligente aumenta su relevancia, gracias a decisiones acertadas, y de esta forma conserva y
engrandece la casa paterna, o la importancia de la familia extensa como medio de protección del individuo
en un mundo donde el orden dominado por la realeza ha desaparecido.
Sin la figura del rey, los abusos de la elite poderosa son la base sobre las cuales se sustentaba su predominio,
y as rede de clientelismo.
Luchas políticas y consolidación de los reinos Tebano y Heraclepolitano
El tebano se fragmento en varios centros de poder, con la existencia de numerosos jefes locales, y de una
gran inestabilidad en la dirección de sus asuntos.
El viejo sistema de jefes provinciales, cuya autoridad no iba más allá de los limites de su nomo respectivo,
cedió paso a otro sistema donde unos pocos magnates controlaban varias provincias, y donde algunos de
ellos, como Khuu, dejaron una fuerte impronta personal, incluso en la toponimia, mientras que otros, como
Ankhtifi, exhibieron una independencia que anunciaba la tendencia de las décadas siguientes.
Los tebanos buscaron obtener apoyos de las autoridades locales como vía de expansión. Una victoria tebana
en el norte seguida de actos destinados a ganarse el apoyo de las autoridades locales. Estos conflictos en
busca del poder tebano aparecen en ocho provincias meridionales de Egipto, desde Elefantina a Abydos. Al
norte de esta región el poder Heraclepolitano contaba con el solido apoyo de varios gobernadores locales
poderosos, lo que dificulto el avance tebano. Del origen del reino Heraclepolitano se sabe muy poco, su
necrópolis fue destruida, probablemente, tras la conquista tebana.
Los soberanos tebanos dedicaron grandes esfuerzos a reorganizar administrativamente su reino,
desmantelada durante el PPI. En el terreno ideológico, los reyes tebanos desplegaron un verdadero programa
legitimador destinado a dotarles de un pasado “respetable” con que justificar su llegada al poder y conferir
prestigio a una dinastía surgida en provincias2
Los cambios producidos en el transcurso del PPI parecen ser la consecuencia de un proceso iniciado mucho
antes, a raíz de las reformas fiscales y administrativas introducidas a comienzos de la VI Dinastía. Hay que
buscar en los factores internos, donde la política y los mecanismos de incorporación a la estructurad del
estado de unas elites provinciales en expansión desde la VI Dinastía desempeñaron un papel fundamental

Capítulo 5: El Reino Medio. ESPINEL, Andrés.


Definición, Objetivos y Problemas:
Esta etapa histórica, de unos cuatro siglos, comprende a “grosso modo” las XI, XII y XIII Dinastías
Manetonianas. Su inicio tiene como hito la unión de Egipto por parte de Mentuhetep II, el cuarto rey de la
XI Dinastía, su final sigue siendo objeto de debate. Los investigadores no se han puesto de acuerdo en qué
momento se dividió el Estado unificado del Reino Medio en dos reinos, uno “egipcio” (la XIII Dinastía) y
otro “asiático” la (XIV Dinastía). Esta división dio lugar al Segundo Periodo Intermedio (SPI).
Los Reinados de Mentuhetep II y de Mentuhetep III:
La XI Dinastía incluye indistintamente a los faraones que solo gobernaron el reino tebano, que comprendía
el Alto Egipto, y a sus sucesores que terminaron gobernando todo el país. Las fuentes indican que el
2
Esculpieron listas de reyes en ciertos lugares en la frontera de Egipto, prepararon listas de faraones que son conocidos por
documentos más tardíos, etc.
acontecimiento que marca el inicio del Reino Medio fue la victoria del faraón tebano Mentuhetep II sobre el
Reino Heraclepolitano y la consiguiente unificación del país tras mas de un siglo de división. Esta victoria
supuso la implantación por todo Egipto de las estructuras administrativas del Reino Tebano, diferentes a las
del Reino Antiguo. El principal cargo en la organización del Reino Medio fue el de “visir”, tras el estaba el
tesorero o “supervisor del sello, encargado de la obtención y reparto de los recursos estatales, y el
mayordomo o “supervisor de la casa”, dedicado a sus registros. La mayoría de las personas que ocupaban
estos puestos eran de origen tebano, aunque hay registro de personas provenientes de Hieracompolis que
ejercieron estos cargos, tal vez en busca de una política de integración.
Luego de la unificación se vivieron momentos de tensión, no solo por parte de los habitantes de
Hieracompolis, sino también por parte de los pueblos aliados a estos. Durante el gobierno de Mentuhetep se
mantuvo cierta política en busca de la unidad, y la integración, con represalias. Aun así, se continuo con una
política similar a la previa la unificación, con un estado que estaba compuesto por una serie de provincias
dirigidas por unos gobernadores con gran poder y libertad de acción. El Nomarca de Tebas, Intef, es un
ejemplo de cuanta libertad de acción e iniciativa propia tenían estos potentados frente a la corona. Entre los
nomarcas era muy común, a lo largo del Reino Medio, la manipulación del pasado con fines legitimadores.
La razón de estas acciones, además de buscar legitimarse, era buscar una forma de emparentarse con los
personajes mas importantes del pasado. Por parte del faraón esta búsqueda de legitimación también era
fundamental, ya que la derrota de Hieracompolis era reciente.
La corona era la institución que más necesitaba el reconocimiento de su poder como legítimo. El bando
derrotado era el que mas cuestionaba el poder del rey. Mentuhetep II tomo diferentes medidas para reafirmar
su legitimidad, como dejar en claro en monumentos su estrecha relación con el Reino Antiguo, como
sucesor del mismo, por otro lado, busco un acercamiento a tradiciones menfitas y heracleopolitanas, como
arquitectura, dioses, ritos, etc. Este faraón como los siguientes parece que buscaron hacer de Tebas un
importante Centro Cultural, con la construcción de diferentes suntuarios, así como la creación de un
santuario a Amón. Se mantiene una cierta continuidad con la forma de vida en el PPI, con pocos cambios
culturales, y pese a practicas funerarias heterogéneas o de tradiciones artísticas o cerámicas variadas, no se
puede habla de una divergencia cultural en el país. Durante el reinado de Mentuhetep III hubo una gran
continuidad con respecto a su predecesor, aunque hay una aparente prosperidad y creciente autoridad que se
ve reflejada en la creciente actividad constructiva. Aunque las actividades de los reyes de la XI dinastía
están acotadas al Alto Egipto había vida en el Bajo Egipto, aun así, es muy difícil conoce sus condiciones y
su grado de integración en el Egipto Unificado.

Una Larga Transición: desde el reinado de Mentuhetep IV hasta el de Senusert I.


Las políticas de los primeros Mentuhetep en relación con la regio debieron limitarse a eliminar nomarcas
poco fieles. Aunque los líderes locales no perdieron la autoridad que poseían desde el PPI, lo que
posteriormente va a traer crisis política entre los reinados de Mentuhetep IV y Senusert I. Tras el reinado de
Mentuhetep III, hay una laguna de siete años donde se cree que gobernó el sucesor de Mentuhetep III,
Mentuhetep IV. Seguido a este periodo seguiría el reinado de Amenemhat I, el cual llego al poder por la
posible falta de descendientes de Mentuhetep. La llegada al poder de este desemboco en una crisis política,
que se prolongo hasta el reinado de Senusert I. uno de los hechos que provoco esta inestabilidad fue el
repentino abandono de Tebas como capital, y creando una nueva (Amenemhat-Itji-Tawy donde se encuentra
la pirámide de Lisht). Con esta decisión el rey debió tomar distancia de la corte tebana, y buscar un lugar
más idóneo para establecer un gobierno mas solido y centralizado sobre Egipto. Lisht esta en un lugar ideal
para los objetivos de el monarca, ya que esta próximo al lugar donde se unen el Alto y el Bajo Egipto, a la
depresión fértil y rica en caza de El Fayum y también a Heliópolis y Menfis, que fueron los centros
religiosos y políticos más importantes del país durante el Reino Antiguo. El rey busco emular los logros de
esa etapa histórica, a través de una titulatura real, y también en la construcción de un complejo mortuorio
real que imitaba la arquitectura y decoración de los reyes del periodo menfita. Así mismo la intención del
monarca era la de entrar en una nueva era, que no se diferenciaba solo por el cambio en la titulatura, de
linaje o de capital, sino también por un giro en la forma de gobernar el país.
La ausencia de expediciones al extranjero, y la escasez de edificios erguidos por Amenemhat I, son indicios
de problemas políticos. El asesinato de este monarca es un reflejo de la vulnerabilidad de este. El regicidio
indica que había varios herederos que reclamaban la corona. Se van a disputar la misma en un
enfrentamiento, donde los gobernadores estaban del lado del hijo de Amenemhat I, Senusert I. El reinado de
Senusert I fue uno de los mas largos e importantes de la XII Dinastía, teniendo en cuenta además que asume
en un momento de total inestabilidad, a la cual logra imponerse derrotando tempranamente a sus enemigos.
Su victoria debió ser contundente, porque le permitió continuar con las medidas centralizadoras de su padre.
En el plano político, decidió colocar en el cargo de Nomarca a personas fieles al Rey. En el ámbito cultura,
se propuso la creación de una nueva tradición artística y literaria que buscaba recuperar la tradición del
Reino Antiguo, y la formación de una nueva. El objetivo de esto era potenciar la lealtad de los nobles y
funcionarios del Rey.
Las políticas de los reyes de la XII Dinastía no solo buscaban la fidelidad de las elites, también buscaron la
integración de del resto de la población al aparato del estado. Esto se llevo a cabo en la construcción de
monumentos, expediciones mineras con gran numero de efectivos, así como diferentes proyectos en
distintos puntos del país. Aunque hay una aparente prosperidad en esta época, la sociedad egipcia es muy
vulnerables a los cambios climáticos, al tener una economía básicamente agrícola. El papel de los nomarcas
en estas crisis era fundamental en la distribución de recursos a la población. Aun así, durante este periodo no
parece haber habido cambios sustanciales en las distintas clases sociales, ya que los más ricos seguían
siendo los mismos, así como los mas pobres. Los que quizás vivieron un periodo de bonanza fueron las
clases intermedias. En el ámbito cotidiano, según atestiguan algunas fuentes, la sombra de un estado todo
poderoso no tenia tanta injerencia en el plano sociopolítico y económico. La familia era uno de los núcleos
fundamentales de la sociedad egipcia. El peso de la familia y de las redes de clientelismo, entre otros
factores, hacían de la sociedad egipcia del Reino Medio una entidad inmovilista. Aun así, pese a ello, la
promoción social existió, sobre todo en los cargos mas elevados del estado (Mentuhetep, el huérfano, es un
buen ejemplo). La clase mas compleja y difícil de definir es la media, por la gran variedad en este sector
social, y por las interpretaciones de cada uno de los investigadores a la hora de clasificar. La sociedad
egipcia era muy sexista, tal es así que, por cada representación de una mujer, aparecen 13 hombres, lo que
da una representatividad muy baja. Los documentos suelen limitar a la mujer a su papel de madre, esposa,
hija o sirvienta, ocultando el importante papel socioeconómico, y posiblemente cultural, de la mujer en la
sociedad egipcia.
El Estado en su Madurez: desde Amenemhat II hasta Amenemhat III
Hay una continuidad y finalización en las políticas iniciadas durante los mandatos previos. Sobre todo, el
periodo en el que reino Amenemhat II, donde se evidencia gracias a unos de los documentos mas
importantes hallados en este periodo. En el mismo se relatan diferentes acciones de su gobierno, como el
culto a Senusert I y Amenemhat I, donaciones a ciertas festividades y cultos divinos en el Delta, en Tebas y
en el Medio Egipto.
El reinado de Senusert II por otro lado, junto con el de Senusert III, parece haber sido un momento de
inflexión en el desarrollo sociocultural egipcio del Reino Medio, lo que significaría un cambio importante en
la sociedad egipcia de esta época, y la posterior (Segundo Periodo Intermedio). Uno de estos cambios se dio
en la titulatura real y consistió en el empleo de una denominación diferente para los
nombres Horus (quien guía a las dos tierras) y de las Dos Señoras (quien hace aparecer
la maat), hasta ese momento iguales. Esta medida debió ser importante para la ideología
real. También se dieron cambios arquitectónicos en los complejos funerarios,
diferenciándose de las tradiciones constructivas del Reino Antiguo. Las
trasformaciones mas grandes se dieron en diferentes aspectos culturales de la vida y de
la muerte de la población egipcia. A partir de este momento, la orientación de los
muertos cambio y la decoración de los ataúdes evoluciono, incorporando fachada de
palacio o suprimiendo la decoración interior. También aparecieron los ataúdes antropomorfos y ciertas
figuras de función mágica (los ushebtis), al tiempo que desaparecían los modelos o maquetas funerarios.
Estos cambios no se debieron a ordenes reales, sino más bien a emulación de las prácticas de la corte y de la
administración central, que se difundieron por la población que podía permitirse un enterratorio suntuoso.
A Senusert II lo sucedió Senusert III, el “divino en creación” según su nombre de Horus. Durante este
periodo hubo gran actividad militar en el exterior, así como también se llevaron a cabo diferentes proyectos
constructivos a lo largo del país. Se estableció una nueva administración con nuevas responsabilidades y
cargos burocráticos con el fin de convertir al estado en un organismo mas centralizado, cuya estructura se
mantendría hasta el Reino Nuevo. El Estado, dirigido por un único Visir y un único supervisor del tesoro,
quedaba dividido en dos administraciones diferentes, por un lado, la dirigida desde Itji-Tawy (Norte de
Egipto, cerca del Delta) gobernaba el Delta y el Medio Egipto, y “el distrito de la cabeza del sur” que, desde
Tebas (Sur de Egipto), se encargaba de la gestión del sur de Egipto desde Akhmin hasta Elefantina,
incluyendo los dominios de la Baja Nubia. Otra medida importante fue la eliminación del cargo de Nomarca,
salvo algunos casos particulares, lo que supuso la culminación de un largo proceso de centralización de las
provincias. Desaparecen también algunos títulos de gobernadores locales. En este proceso de centralización
destaca la profunda homogeneización de la cultura material por todo el país, y también la redacción de
distintas obras que promovían la lealtad de las elites para con le faraón y el respeto a sus leyes. La elite era
fuertemente influenciada, sobre todo en lo cultural, desde la medida de Senusert I, lo cual, esta apropiación
en cuanto al lenguaje, expresiones entre otras cuestiones, va a ser propio de la elite a lo largo de todo el
Reino Medio.
A lo largo del Reino Medio, y profundizado durante Senusert III, hay una preocupación contante por
construir y mejorar los santuarios divinos, así como realzar a los predecesores de este periodo. Aun así, hay
cierta divergencia entre el culto oficial, y lo que profesaban en privados. Por ejemplo, el culto a varios
potentados locales en Elefantina y Edfú es una prueba de como la iniciativa privada suplió la falta de
respaldo de la corina en determinadas prácticas religiosas. Por otro lado, los misterios de Osiris de Abydos
son una muestra de que a veces coincidía el culto que profesaba el rey y su población.
El culto a Osiris durante este periodo se incrementó considerablemente, volviéndose popular, en gran
medida gracias a que la corona busco potenciarlo. Senusert III busco profundizar en esto a través de
diferentes disposiciones. El culto a Heqaib termino por eclipsare completamente, luego de ser tan popular
durante el PPI y a inicios del Reino Medio, quedando al margen del interés real. En Egipto crecieron cultos
que poco o nada tenían que ver con las iniciativas religiosas reales. Su función religiosa, probablemente
ligada a otras de tipo económico, debió polarizar las creencias locales y quizás también respaldar practicas
económicas al margen de las iniciativas y regulaciones gubernamentales. Amenemhat III, sucesor de
Senusert III, fue uno de los mas largos y prósperos de todo el Reino Medio. Momento libre de conflictos
externos, las medidas económicas y administrativas iniciadas mas de un siglo antes estaban rindiendo frutos.
La intensa actividad de su política exterior probablemente sea el reflejo de esta circunstancia. Aun así, pese
al éxito de este faraón, se sabe muy poco de su reinado. La importancia política y económica de la capital
como núcleo del estado durante la segunda mitad de la XII Dinastía se observa de forma clara en primer
lugar en que en este periodo se concentra el numero de construcciones reales en torno a la capital y El
Fayum. En segundo lugar, la decadencia o abandono de algunas necrópolis provinciales del Medio Egipto
hasta entonces muy importantes como Meir, Beni Hasan, el-Bersheh o Siut. La vida egipcia no parece haber
estado bajo un estado real asfixiante y omnipresente sino por una autoridad lejana. Pese a esa distancia el
estado tenia la capacidad de hacerse presente si era necesario. El poder de la corona era inmenso, esto se ve
reflejado, por ejemplo, en la capacidad de movilización de miles de trabajadores a diferentes puntos de
Egipto. El autor plantea que, aunque las fuentes demuestran el poderío egipcio, hay que tener cuidado con
esto, ya que la ausencia de fuentes puede indicar cuestiones que no son tomadas en consideración por el
investigador
El Final de la XII Dinastía y la XIII Dinastía.
La XII Dinastía termino con los reinados de Amenemhat IV y de la reina Sobeknefru, que gobernaron nueve
y tres años. Los reinados de estos fueron de muy corta duración, en contraposición de los cuarenta y seis
años de su antecesor. Otra característica anómala en este periodo es que una mujer llega al poder por
primera vez al trono egipcio, lo que parece indicar la falta de herederos varones para el trono. El reinado de
Amenemhat IV, conocido sobre todo por sus actividades en el exterior, no parece tener crisis política o
económica. Durante el reinado de Sobeknefru, se da una interrupción de las expediciones a el Sinaí, el Punt
o el Wadi el-Hudi, lo cual muestra una debilidad en su gobierno, o quizás es por su corta duración. La XIII
Dinastía es muy distinta a su predecesora, en cuanto a los mecanismos de transmisión real, que se volvieron
complejos e incluso confusos para los propios egipcios (ni en la argentina del 2001). La lista de faraones de
la XIII y XIV Dinastía se agruparon sin distinción. La XIII Dinastía fue un momento excepcional en la
historia de Egipto, en cuanto a la cantidad de reyes (¡¡¡¡¡¡Hubo más de 60!!!!!!), y en cuanto a la corta
duración de sus reinados (en un periodo de un poco más de 150 años).
La XIII Dinastía no muestra indicios de crisis económicas o sociopolítica, pese a los continuos cambios en el
trono y la falta de capacidad del Estado para llevar grandes obras o expediciones. Varios visires mantuvieron
su puesto pese al cambio de monarca, lo que indica una política continuista. El estado debió mantener una
gran autoridad, en donde la eficiencia, el alcance y la respetabilidad de las instituciones centrales era
importante en la vida cotidiana. Durante la XII Dinastía, por un lado, el estado egipcio logro centralizar todo
el país, minimizando el poder local de los monarcas, y por otro se iba llegando al final del Reino Medio.
Durante la XII y XIII Dinastía se aumentan los extranjeros en Egipto. La partición del país en dos estados
independientes debió provocar una profunda crisis. Este nuevo paisaje va a contar con grandes vacíos de
poder.
La Política Exterior
La política exterior de un país es un reflejo o consecuencia de la política interior. El historiador suele
reconstruir la política exterior a
través de documentos concretos,
como por ejemplo la Aegyptiaca
(Libro de Manetón), lo cual es un
riesgo, pero estos documentos
presentan cuestiones como campañas
militares, entre otros aspectos, aun
así, conviene constatar esta
información con el registro
arqueológico.
Política exterior en Egipto:
Nubia:
La política egipcia en la Baja Nubia
durante el Reino Medio, puede
resumirse en tres etapas: Conquista,
ocupación y abandono. Recién en
los últimos años de Amenemhat I, y
durante el reinado de Senusert I
tuvieron éxito las iniciativas egipcias
de conquista, en donde los egipcios
lograron apoderarse de la región en
dos campañas militares, donde
posteriormente se construirán
diferentes fortalezas en el territorio,
para asegurar su control de lo que era
un sitio estratégico en lo económico como oro, y minerales, por otro lado significo la puerta de acceso a las
riquezas exóticas africanas como el marfil, el ébano (madera), y otros animales salvajes.
Sumados a los objetivos económicos, en el plano político y militar también se hicieron presentes, que con
castillos protegían a Egipto y sus conquistas de las poblaciones de la Alta Nubia. Kush era un estado en
donde se encuentra hoy Kerma, y significo un gran rival a partir de esta época para Egipto, hasta mediados
de la XVIII Dinastía. Los egipcios tenían bien estudiados y controlados a estos enemigos. Tras la muerte de
Senusert I, los sucesores incrementaron las fortalezas debido a la amenaza kushita. Con Senusert III, esto se
transformaría en una guerra abierta. La centralidad del estado para esta campaña fue fundamental para
concentrar recursos para anular la amenaza.
El establecimiento en esta región fue un choque cultural importante, donde las poblaciones de la región de la
Baja Nubia, rechazaban a los invasores. Lo cierto es que a partir de este contacto se empieza a conocer más
a esta gente “Pan-Grave” y “medjaiu”, que fueron importantes intermediarios de los egipcios con el resto de
África. Los egipcios mantuvieron un gran control sobre estas gentes, y la población nubia en general. Los
contactos con Kush durante la parte final de la XII Dinastía, pese a estar marcados por la guerra y el
conflicto, debieron basarse en gran medida en la diplomacia y el comercio.
Asia
Con el termino “Asia” se entiende el sitio ente el extremo oriental del Delta del Nilo y el norte de Siria. Los
contactos egipcios con este territorio fueron variando. El único lugar donde pudo haber habido una
ocupación permanente fue en el Sinaí, que era el área donde los faraones tenían mas contacto. Se cree que
durante el reinado de Mentuhetep II se retomó la explotación de las minas de Turquesa y Cobre de la región.
A partir de la XII Dinastía se encuentran
claras evidencias de las actividades egipcias
en la zona, especialmente Sherabit el-
Khadim y Wadi Maghara. Bajo Amenemhat
III y IV las visitas a la península aumentaron,
y posterior a este ultimo la intensidad de
actividades egipcias en la zona, caen
drásticamente. Los contactos con zonas mas
al norte son escasos.
En el Delta (Norte) como en Nubia (Sur), una
de las principales preocupaciones de los
egipcios debió ser regular y evitar la entrada
masiva de población extranjera dentro de sus
fronteras. Inicialmente se llevaron diferentes
campañas de militares a la zona además de
controles. Aunque esto parece no haber
tenido efecto, por que el aumento de asiáticos
en el Valle del Nilo en la segunda mitad de la
XII Dinastía creció.
Así mismo la entrada de asiáticos a Egipto
llevo a una suerte de egiptizacion de la
cultura del levante, que se puede ver
reflejada por ejemplo en la aparición de la
“Escritura Protosinaítica”, una apropiación
local de signos jeroglíficos egipcios. Por otra
parte, también se dieron sincretismos
religiosos, donde las diosas locales se identificaron con la egipcia Hathor.
Los contactos egipcios con el Levante durante la XII Dinastía, exceptuando Sinaí, se centraron
principalmente en la zona Libanesa, y no en Palestina (que lógicamente estaba mas cerca). Esta preferencia
por el Líbano puede estar asociada al deseo egipcio de contactar con determinadas redes comerciales y
acceder a productos (como aceites, madera, lapislázuli o plata) que los centros urbanos de Palestina quizás
no eran capaces de ofrecer en grandes cantidades. Tampoco que fue ignorada, sino que no fue la más
importante. La presencia egipcia en los puertos libaneses fue importante. Los objetos egipcios parecen haber
sido muy valorados, ya que los reyes del área siro-palestina adoptaron con frecuencia motivos de la
iconografía real y religiosa egipcias.
Durante la XIII Dinastía los contactos con Levante aumentan aún más. La creciente apropiación asiática del
lugar no solo permitió la entrada en Egipto de un amplio numero de extranjeros, sino también de sus
productos. Esto se ve reflejado en la gran cantidad de cerámicas cananeas.
Los Desiertos y las Poblaciones “Libias”
De los dos desiertos el que acaparo más interés fue el oriental. La explotación de esa región, rica en recursos
minerales (grauvaca, amatista, cobre, galena u oro) e importante estratégicamente para el envió de
expediciones al Sinaí o a Punt, parece hacer sido iniciada a partir del reinado de Mentuhetep III, tal como
indica la inscripción ya mencionada de Henu en el Wadi Hammamat. Uno de los momentos de mayor
actividad en esta zona fue durante el reinado de Senusert (XII Dinastía), cuando se enviaron expediciones
con muchos participantes (hasta 18.000 individuos). Esta gran capacidad de movilización refleja no solo la
gran autoridad del Estado sobre sus súbitos, sino que también aparece la búsqueda de la participación de
buena parte de la población en los proyectos estatales dirigidos por y para el rey. La presencia egipcia en el
desierto occidental a lo largo de todo el Reino Medio es peor conocida. En esta región aparecen actividades
de vigilancia y en la zona de la Tebaida probablemente también religiosas. La información más importante
es proporcionada por los oasis. Estos oasis, cerca del delta, debieron ser importantes áreas agrícolas
relacionadas al menos con la producción vitivinícola. La documentación acerca de los “Libios” es reducida,
y esta escasez de datos lleva a hacer suposiciones sobres u localización. Las poblaciones libias no
constituyeron una amenaza seria para los egipcios salvo momentos muy concretos.
Punt
El conocimiento de los contactos entre Egipto y Punt es limitado. Se sabe que comercializaban productos
exóticos. Los contactos comerciales entre Egipto y este sitio dependieron en gran medida de la capacidad del
Estado egipcio para transportar naces desmontadas, volver a ensamblarlas y fletarlas. Lo que es una
operación costosa, solo ejecutada en momentos de prosperidad. A partir de Senusert I y a lo largo de toda la
XII Dinastía hay constancia del envió desde la rada de Mersa Gawasis de misiones a Punt y al Sinaí. Punt
era un importante actor comercial en el ámbito afro-árabe. Las relaciones entre Egipto y Punt son
marginales, aunque influyeron en la cultura de la elite egipcia. Punt fue un lugar de fascinación y de
atracción para el imaginario egipcio de este periodo.
El Espacio Egeo, Chipre y Anatolia.
Los contactos de Egipto con el egeo son muy poco conocidos, aunque se sabe que durante la segunda mitad
del Reino medio estos contactos crecieron. Lo mismo sucede con los intercambios con Chipre y Anatolia, en
esas dos regiones se encontraron objetos egipcios del Reino Medio, así como en Egipto aparecieron
cerámicas de esas regiones.

Capítulo VI
El Segundo Periodo Intermedio
Juan Carlos Moreno García.
El final del Reino Medio es impreciso. Lo que se comienza a ver es el final de una monarquía unitaria, y
Egipto se divide en varios centros de poder, lo que llevara a diferentes enfrentamientos internos.
Dejando de lado las grandes inscripciones que aparecen de la época, y centrándonos en el textos
administrativos o vestigios arqueológicos, se ve una cierta continuidad en lo administrativo y la
organización del reino durante las primeras fases de ambos Periodos Intermedios, lo que complica aun mas
identificar el punto de quiebre. El Segundo Periodo Intermedio tiende a ser contemplado como una época de
cierta continuidad con el Reino Medio, en cuanto a la presencia documentada de y continua de reyes.
(El autor critica que los historiadores y egiptólogos, de manera inconsciente, han aceptado que los factores
de cambio de la sociedad egipcia solo podían llegar del exterior y que la unidad es un rasgo propio de
Egipto, de tal forma que los periodos donde la fragmentación política es evidente solo pueden ser explicada,
según estos, por la intervención externa que interrumpe la “normalidad” de la historia del país. El autor se va
a diferenciar de estos clichés historiográficos, apoyándose en el estudio arqueológico, y nuevas
metodologías mas sofisticadas, para descubrir una realidad variada y compleja)
El Final del Reino Medio
La XII Dinastía es considerada como el periodo clásico (por sus obras de literatura, el arte de gran calidad, y
la expansión a Nubia) de la cultura egipcia y una de sus mas brillantes fases históricas, aunque es breve (200
Años), sobre todo en comparación con el Reino Nuevo y el Reino Antiguo. Tras esta fachada de esplendor,
el Reino Medio fue en realidad una época donde las tensiones estructurales que llevaron a la crisis del
Estado faraónico al final del Reino Antiguo solo fueron resultas en parte y de forma precaria, lo que
precipito la caída del Reino Medio. Tal es así que los faraones del R.M. no establecieron en Menfis la
capitalidad del Estado recién unificado, ni tampoco parecen haber sido capaces de asegurar un control
duradero del Delta oriental. Esto sumado a que les dieron menos importancia a los dioses, y a la
arquitectura, a diferencia del R.A. En el plano social, mientras la ideología oficial expresada en los
monumentos funerarios privados del Reino Antiguo llego a eclipsar por completo el papel de las familias
extensas, durante el Reino Medio, por el contrario, las estelas funerarias indican la existencia de complejas
redes de parentesco cuyo alcance llega mucho más allá de los miembros de la familia nuclear del difunto. Y
en la administración, los faraones del Reino Medio parecen haber perseguido la disolución de las bases de
poder de las grandes familias provinciales, que tanta importancia habían tenido en la historia de Egipto
desde comienzos de la VI dinastía. la forma en que lo hicieron fue integrarla en el aparato del Estado y en
diluir el papel del nomo como unidad administrativa en favor de unidades territoriales mucho mayores (las
Waret) o mas reducidas, como la ciudad y su distrito inmediato, que aparecen como los núcleos básicos de la
organización administrativa en los títulos de los funcionarios o en las instituciones donde se menciona la
movilización de los trabajadores. Es así como una presencia más débil de las instituciones de la realeza en
provincias, auge de los templos como nuevos polos de poder, la multiplicación de niveles en la jerarquía
administrativa territorial, la cooptación de las grandes familias provinciales en el aparato del Estado y el
desarrollo de la corte, pudieron ser factores que llevaron a la multiplicación de micropoderes locales, y
debilitamiento de la cadena de transmisión de las ordenes reales y a una mayor importancia de las facciones
palatinas y de los intereses de las grandes familias del reino en la elaboración de la política real. Sin olvidar
los costes de una política exterior agresiva hacia Nubia y Levante, incluida la creación de una red de
fortalezas en el área de la segunda catarata del Nilo. Aun así, nada indica una ruptura traumática del país
durante la XIII Dinastía, donde los documentos y ordenes reales se siguieron aplicando con normalidad, y se
habla de una continuidad administrativa. Por otra parte, hay cambios que indican la fragilidad del estado tras
el PPI. Una cuestión es la enorme cantidad de faraones durante la XIII Dinastía. Se cree que un grupo de
importantes familias controló la realeza (no los visires como se creía), imponiendo miembros en el trono de
Egipto conforme a criterios políticos, pactos o luchas por el poder. Estos conflictos políticos no implicaron
un deterioro en la calidad de vida de la población. En cuanto a la administración y funcionamiento dentro
del estado había instituciones como la “kheneret”, que era un campo de trabajo, donde la mano de obra era
reclutada periódicamente por el estado para realizar diversas tareas. Además, parte de la mano de obra era
asignada a la condición de “ihuti”, y la mayor parte de estos eran asiáticos, quizás prisioneros de guerra.
Estos eran labradores obligados a entregar parte de su producción al Estado. En algunos casos estos eran de
una condición social elevada, en otros eran personas que se las empleaba forzosamente en las labores
agrícolas, incluso pudiendo ser comprados, vendidos, o transferidos por el estado a altos dignatarios del
reino como recompensa. Otra institución era el “kap”, era el lugar donde eran educados los príncipes e hijos
de los principales dignatarios del país, reforzando los vínculos entre los futuros soberanos. También se hace
mención a las parcelas entregadas a los sacerdotes como pago por sus servicios. Todo parece indicar que la
causa de la ruptura de la unidad no estaba en lo económico o administrativo del estado, sino que las razones
eran más de tipo político.
La Ruptura de la Unidad del País: El Auge de Tebas y de Avaris/Tell el-Daba
Se ha creído que el final del Reino Medio tuvo lugar cuando los faraones de la XIII Dinastía abandonaron
Itji-Tawy y establecieron en Tebas la capital del reino reducido al Alto Egipto, dando lugar así a la XVII
Dinasta, cuyos últimos representantes iniciarían la guerra que culminaría con la reunificación de Egipto y
con la fundación del Reino Nuevo. El final de la XIII Dinastía coincidiría con la aparición de nuevos focos
de poder político independiente de la autoridad de Itji-Tawy, tanto en el Delta como, en el Alto Egipto en
torno a Tebas, lo que precipitaría el final de la monarquía unitaria. Los diversos reyes tebanos aparecen, en
el SPI, como unos reyezuelos locales más, que con el paso del tiempo afirmarían su poder en el sur antes de
terminar enfrentados a reinos que controlan el Delta u el área menfita (con capital en Avaris/Tell el-Daba o
Hieracompolis Magna). La crisis del RM puede ser caracterizada como la implosión de un reino del que se
independizaron personajes que crearon bases territoriales efímeras. El reino tebano pudo contar con algunas
ventajas, como la presencia del templo dinástico de Amón de Karnak, con su potente papel legitimador,
además no existían rivales serios para la autoridad de los reyes de Tebas. En cuanto al origen de los Hyksos,
estos no aparecieron de la nada, o de una supuesta invasión desde Levante, sino que probablemente su
origen se remonte a poblaciones asiáticas asentadas en el Delta Oriental, donde eran especialistas al servicio
de la corona egipcia, parcialmente aculturados, que desempeñaban funciones muy precisas en la estructura
del Estado egipcio. Todo indica que el estado egipcio instalo en Avaris/Tell el-Daba especialistas asiáticos
en la guerra, la navegación y el trasporte y que desarrollaron una cultura propia que con el tiempo daría
lugar a la formación de una tradición nueva, una población que no era ni egipcia ni cananea. La crisis del
estado egipcio y de su administración centralizada a finales del RM afecto a la capacidad de la corona para
financiar y organizar los contactos comerciales con el exterior, de tal modo que las funciones de una parte de
la población de Avaris/Tell el Daba dejaron de tener razón de ser. Mas que considerar a los Hyksos como
invasores llegados de Egipto desde Levante, las excavaciones arqueológicas permiten proponer una
interpretación donde la particular composición étnica de Avaris termino por producir una población con una
cultura original y que terminara también por participar en la vida política del país mediante una nueva
entidad.
Los Templos, Nuevo Elemento Articulador del Reino Tebano
En el Reino Nuevo la importancia de los templos en la economía esta a la par de lo que fueron los “Hwt” en
el Reino Antiguo y las “Kheneret” en el Reino Medio, que se encargaban de la organización del trabajo y la
producción en el valle del Nilo. El origen de esta situación, en donde los templos toman relevancia en el RN,
nace en el Segundo Periodo Intermedio, lo cual permite comprender el poder que tenían los reyes tebanos
para contar con los recursos necesarios para consolidar su reino y terminar conquistando el resto del país.
Los templos hacen su presencia en el escenario Egipto desde el predinástico, e incluso pudiendo haber
limitado el poder de la corona. Los lazos entre los templos, las elites locales y los faraones pudieron salir
reforzados durante los periodos de crisis del poder central, y la autonomía de los suntuarios también. Los
templos del Alto Egipto meridional aparecen como importantes centros de poder económico en el SPI, sin
que la monarquía haya podido refundar instituciones agrícolas como los hwt o las kheneret. El apoyo de los
templos fue fundamental para a consolidar la posición de los reyes tebanos en el Alto Egipto, la permitirles
acceder a los recursos u a las redes de poder controlados por las elites a su frente. Los soberanos por su parte
(ni lentos ni perezoso), contribuyeron a modelar las elites locales y los elementos al frente de los templos.
Horizontes Regionales: La evidencia de la cultura material.
La disgregación territorial del estado egipcio durante el Segundo Periodo Intermedio obliga a investigador a
analizar Egipto en términos de regiones. Estas regiones son: El Delta oriental más el área de Menfis y el
Fayum, El Egipto Medio hasta Siut, el Alto Egipto y la región de Asuán. Avaris/Tell el-Daba se convirtió en
el centro económico y administrativos del Delta Oriental, como consecuencia de la consolidación de una
nueva unidad política, cuyos contactos con el resto de Egipto disminuyeron en gran medida y donde las vías
tradicionales de suministro de materias primas quedaron interrumpidas. Esta interrupción no se debe a
enfrentamientos con los vecinos del sur, nono del resultado de la menor sofisticación del sistema
administrativo en vigor en el Delta Oriental, limitado a Avaris y su entorno inmediato. Durante el SPI se
advierte una continuidad de las estructuras administrativas del Reino Medio tardío hasta, al menos, los
comienzos de la XVII Dinastía en Tebas y la XIV Dinastía o más tarde en el Delta. Así, los títulos que
aparecen en las fuentes (estelas), en el área tebana durante el final de la XIII Dinastía y la XVII Dinastía son
los de “Hijo del Rey”, los de naturaleza militar y los relacionados con el visir, después, ya a finales del
Segundo Periodo Intermedio, se aprecian cambios en el sur, coincidentes con la consolidación del reino
Tebano.
En el Delta la situación es diferentes, las fuentes son escasas, y los títulos predominantes al final del
Segundo Periodo Intermedio son los de “Tesorero” y “Escriba”. La desaparición de las designaciones
departamentales características de finales del Reino Medio dio lugar a dos tradiciones distintas en el Delta y
en el Sur, como consecuencia de los reajustes y de las diferentes necesidades de ambas zonas con motivo de
las guerras que las enfrentaron y que culminaría con el dominio de Tebas. En cuanto a la región menfita, en
el SPI, aparece un nuevo tipo de cerámica cuyos precedentes se hallan en el Alto Egipto y no en Menfis, y
remontan a la XIII Dinastía. La cultura del Reino Medio de la ciudad evoluciono sin cambios importantes
hasta el advenimiento tebano, cuando aparece una nueva tipología cerámica coincidiendo con las guerras
contra los Hyksos. Lo llamativo es que a pesar de que esta zona formo parte del reino hykso, los soberanos
no levantaron ninguna estructura a pesar de su enorme importancia simbólica e ideológica. En el Egipto
Medio, va a estar ligado a lo que sucede en el resto del país, en el Reino Medio tendrán una clara influencia
norteña, a comienzos del SPI y de la XVIII Dinastía, la cerámica muestra afinidades con la producción local,
y las influencias norteñas desaparecen tras la XIII Dinastía, pero aparecen otras originadas en el Alto Egipto,
región que posee una fase cerámica propia.
El Reino de Tebas (XVII Dinastía)
Origen Tebano durante el SPI ha dado discusión. En principio se creía que la aparición de reyezuelos en el
Delta y la llegada de asiáticos en el Delta Oriental habrían agravado la crisis de autoridad de los Faraones
del Reino Medio, por lo que ellos decidieron abandonar Itji-Tawy para refugiarse en Tebas, donde habrían
inaugurado la XVII Dinastía, sucesora directa de la XIII Dinastía, y de la legitimidad Dinástica del Reino
Medio. Aunque esta teoría tradicional suena tentadora, hay varias inconsistencias, por eso diversos autores
plantean una transición mas compleja espacial y temporalmente en las décadas finales del siglo XVIII A.C.
Los faraones de efímeros de finales de la XIII Dinastía están mal documentados, sobre todo en el Alto
Egipto. Sumado a esto esta el hecho de haber sido incapaces de mantener el control administrativo sobre el
conjunto del país, pudo haber entonces varias dinastías locales rivales, una de las cuales pudo ser el reino
tebano, que coexistió unos años con los tebanos al sur y los Hyksos al norte. De esta forma, aunque el reino
rebano no fue el heredero de la XIII Dinastía, si existieron vínculos entre las elites dominantes de ambos
reinos.
(292-294)
El Reino de los Hyksos (XV Dinastía)
Las interpretaciones actuales tienden a abandonar la
imagen tradicional de unos Hyksos considerados como
invasores extranjeros o de un Segundo Periodo Intermedio
interpretado como una época de declive, sometimiento y
liberación “nacional” sucesivos. La crisis de la monarquía
unitaria durante la XIII Dinastía llevo, al parecer, a que
Avaris/Tell el-Daba perdiera su razón de ser en ausencia de
un poder central capaz de organizar las expediciones o las
campañas militares que empleaban a la población local.
Ello pudo llevar a la formación de unas elites
independizadas del poder central. Es en este momento que
se forma un estado hykso. En este estado se produjo la
consolidación y la normalización de una nueva cultura
material que toma elemento egipcios y levantinos. Los
cementerios comenzaron a ser edificados en los tells, y se
comenzó a edificar capillas funerarias para los cultos
clanicos. Aun así, se da un entorno multicultural. Aparecen
nuevas practicas como las inhumaciones en las casas, que
puede responder a un reforzamiento de la conciencia de
pertenencia a un grupo familiar amplio o podría indicar
estatus. Las importaciones de cerámica indican una
reactivación del comercio y una reorientación del mismo.
se difunde desde el levante hasta la baja Nubia un nuevo tipo de jarrita. Con Palestina meridional, los
contactos fueron importantes, donde se importaba Vino y Aceite, y de donde se introdujo el caballo y el
carro de guerra. Los reyes Hyksos asumieron solamente ciertos aspectos de la ideología faraónica y los
adaptaron a sus necesidades, del mismo modo que su administración utilizo solo ciertos títulos de función
heredados del Reino Medio, aunque continuo con el uso de archivos. Los reyes Hyksos fueron incluidos en
la lista de gobernantes de Egipto de el canon real de Turín, aunque de forma significativa, ninguno tiene el
título de “Rey del Alto y el Bajo Egipto”, tradicional de la realeza egipcia. En cuanto a la organización
territorial del Estado Hykso, poco se sabe más allá del yacimiento de Avaris/Tell el-Daba. La zona de Wadi
Tumilat constituyo una zona de paso hacia el Sinaí y Levante, y en el se encontraron rastros de
campamentos nómadas que indican el transito de poblaciones entre Asia y el Valle del Nilo. Por otra parte,
entre el Delta oriental y el Alto Egipto hay escasos contactos.
El Inicio de las Guerras entre Tebanos e Hyksos
Cuando el conflicto inicio, ambos se hallaban en el cenit de su poder en sus ámbitos de gobierno respectivos,
con lo que, si recurrimos al contexto regional en que ambos se combatieron, nos hallaríamos ante un
episodio mas de las luchas endémicas que enfrentaban entes si a los pequeños levantinos, y donde el control
de los accesos a rutas comerciales importantes pudo haber Mapa de Egipto en el Segundo Periodo Intermedio
sido un motivo importante del inicio de las hostilidades.
Todo parece indicar que la conquista exterior constituyo un pilar fundamental en la consolidación del papel
político de los faraones. La conquista pudo ser una vía interesante de ampliación de la base tributaria y de
los recursos propios de los soberanos tebanos. La conquista permita alcanzar una nueva estatura
internacional y participar de igual a igual en las complejas redes diplomáticas de la época, donde los
intercambios de regalos entre soberanos servían igualmente para precisar la condición de señor o de vasallo.
En estas condiciones, la alternancia de periodos de guerra y de paz era habitual ente los contendientes. De
ahí que las luchas ente Hyksos y Tebanos estén marcadas por la alternancia de periodos de conflicto y paz, y
que las guerras tengan mas el aspecto de incursiones en busca de botín que de campañas sostenidas y
planificadas a largo plazo.
El Rey Sequenenre Taa, inicio la lucha contra los Hyksos, pero murió de forma violenta. Su sucesor fue
Kamose, los inicios de su reinado fueron pacíficos, pero a su victoria sobre Teti (un aliado de los Hyksos) en
Nefrusi le siguió la toma de Hardai, en Egipto Medio y una campaña contra Avaris, que termino con la
captura de un gran botín, y el repliegue hacia Egipto Medio. Su sucesor, Ahmose, continuo su campaña,
donde tomo Heliópolis y después la zona mas oriental del Delta, antes de lanzarse a la conquista de Avaris.
Sus conquistas le permitieron dominar los circuitos comerciales que tenían los Hyksos, y la construcción de
su palacio. Con el se inicia el Reino Nuevo.

Capitulo VII: El Reino Nuevo I: La Construcción del Imperio.


Ahmose
Tebas a mediados del siglo XVI A.C. es percibida como la capital del sur de Egipto. Una de las claves en la
consolidación de Tebas como centro de poder político y económico fue el desarrollo del clero local, a la par
que la divinidad principal del lugar, Amón, se convertía en divinidad nacional y dios creador universal al
asociarse con el dios solar Ra y formar juntos el hibrido Amón-Ra.
Los nobles que formaban el consejo de Kamose sostienen que, previo a la campaña militar, la influencia de
Tebas va desde Asuán a Hermópolis. Por otra parte, estos nobles buscaron evitar el conflicto armado
argumentado que ellos poseían el verdadero Egipto, y que el rey Hykso solo poseía tierras de los semitas, el
Delta. Kamose creía también que ellos eran los verdaderos egipcios, pero no estaba dispuesto a compartir el
territorio. Lo que va a llevar al enfrentamiento. (¿Kamose el Hitler de Egipto?).
El sentimiento nacionalista de Kamose, supone el punto de partida de una política imperialista en busca de
ampliación territorial y el incremento en la recaudación de ingresos. Esto sumado a su actitud xenófoba. Aun
así, los vínculos con las poblaciones extranjeras aumentarían: Nubios, Libios y los semitas de Palestina y
Siria.
Kamose disfraza su campaña militar de “guerra santa” (si así lo quiso algún dios, así será). Encima era re
terco, ni bola a los nobles del consejo, que le decían que se calme, que nadie lo había atacado. Encima decir
es voluntad de Dios, anula toda discusión.
Fue Ahmose quien triunfo en la capital de los Hyksos y unifico las Dos Tierras bajo su gobierno, haciéndose
llamar, el Rey del Alto y Bajo Egipto (legítimamente esta vez).
Ahmose era hijo de Seqenenra Tao I, y sobrino de Kamose, quien ocupo el cargo de rey tras la muerte
repentina de Seqenenra Tao I. Ahmose nombro a una de sus hermanas como “gran esposa real”, esta se
llamaba Ahmes Nefertari y ejerció un gran poder en influencia sobre Egipto, sobre todo en Tebas. Ella y su
madre Ahhotep, fueron las primeras damas de la realeza en ostentar el titulo de “esposas divinas” o “esposas
del Dios”, lo que les daba un papel esencial en el culto a Amón y en la administración de los recursos
económicos del templo de Karnak. Las reinas desempeñaban un papel importante en la sucesión al trono a la
hora de legitimar al nuevo faraón, circunstancia que aprovecharon en algunos momentos para ejercer de
forma efectiva el poder que la ideología real les otorgaba.
Una vez sometido el norte, habiendo unificado el alto y el bajo Egipto bajo su mandato y habiendo
asegurado la frontera nororiental, el Rey Ahmose estuvo entonces en disposición de llevar a cabo una
incursión al sur, en Nubia. Esta región tenía una gran área de influencia y controlaba importantes recursos
económicos de gran interés para la corona egipcia, como la extracción de minerales (oro) y las rutas
comerciales que comunicaban con áreas mas al sur, en particular con las regiones que los egipcios
englobaban bajo el termino de Punt (actual Eritrea y Yemen).
Amenhotep I
Hijo de Ahmose y su hermana Nefertari. También se caso con su hermana Meritamon.
Su primera accion militar, fuera de los limites del reino, estuvo dirigida a Kush. Aun así, su reinado fue
tranquilo, y mas volcado al desarrollo interno del país que en sus expediciones al exterior. Le dio especial
importancia al templo de Amón en Karnak (ya su nombre indica el “que satisface a Amón). Amenhotep I
reino durante 21 años.

Tutmosis I
Amenhotep I murió sin
descendencia, y le sucedió
Tutmosis I, del cual se sabe muy
poco de su procedencia. Tuvo dos
esposas Mutnofret y Ahmes. El
nombre de este significa “El nacido
de Djehut” es decir, del dios Tot, a
quien se asociaba con la luna.
Tutmosis I fue coronado, y siete
meses después inicio una
expedición a Nubia. El objetivo de
las expediciones en territorio
extranjero era fundamentalmente la
obtención de materias primas y
productos exóticos por medio del
saqueo o de la recaudación de
tributos. El principal objetivo de
Tutmosis I era extender las
fronteras de Egipto, para que
trabajen para el los nómadas, y los
habitantes de las tierras extranjeras.
Habiendo asegurando el sur, el rey
emprendió una campaña por Siria-
Palestina hasta alcanzar la región
de Naharina, cerca del Rio
Éufrates, en la ciudad Siria de
Emar. Los habitantes de Palestina,
según las fuentes, eran calificados como nómadas que traían sus productos como si se tratara del tributo del
Alto y Bajo Egipto, y cada año su Mapa del Imperio Egipcio (Aprox. 1450 A.C.)
majestad lo dirigía a Tebas para si padre Amón. Tutmosis I se va a establecer en la cuarta catarata al norte en
la región de Nahariana, estableciendo el limite del dominio egipcio. Se establecieron así las dimensiones del
Imperio Egipto. Tutmosis reino durante unos 12 o 13 años.
Tutmosis II
Tutmosis II era el hijo de Tutmosis I, adopto como esposa a una de sus hermanastras. Al igual que su padre
envió una campaña militar a Nubia, como respuesta a ciertos levantamientos en el territorio, que
aprovecharon el cambio de monarca y la juventud de este para tratar de revelarse. Fueron aplastados por el
rey.
Tutmosis realizo construcciones de templos en Egipto y Nubia. Este reino como su padre durante 12 Años.
Hatshepsut
El único hijo varón de Tutmosis II, debido a su corta edad,
se estableció que su madrasta ejerciera de regente. Que era a
su vez hija de Tutmosis I y Ahmes (dios que quilombo).
Que la madre fuera regente fue algo común durante la
primera mitad de la XVIII Dinastía.
En el séptimo año del reinado del joven Tutmosis III,
Hatshepsut era la representada como hombre y como el rey
de Egipto. La figura de esta fue representada con la imagen
de su padre Tutmosis I, y se crearon varios mitos a su
alrededor, como que el Dios Atum en persona fue quien la
corono como rey de Egipto delante de Amón. El padre de Hatshepsut, Tutmosis I, es esencia a la hora de la
legitimación del poder de esta. Su esposo Tutmosis II era totalmente relegado a un segundo plano. Ella
construyo un gran templo funerario para remarcar su posición como monarca. La ubicación estaba pensada
como una clara proclamación política al levantar de al lado del templo funerario de Mentuhetep Nebhepetre,
el gran monarca tebano de la XI Dinastía que unifico el país tras el PPI y estableció la capital en Tebas, en
torno al 2030 A.C. Hatshepsut pretendía que la relacionaran con la línea real más tebana y tradicional. Las
distintas victorias egipcias sobre Nubia desde comienzos de Templos Deir el-Bahari.
la XVIII Dinastía, y el consiguiente reordenamiento político
y social de la religión, llevaron a una interiorización de lo egipcio en la región. No se conocen expediciones
por Siria-Palestina en los años de gobierno de Hatshepsut, aun así, los contactos con Egipto no cesaron,
prueba de esto es los distintos artículos de procedencia norteña. Así mismo en las fuentes egipcias
comienzan a aparecer nombrados grupos de gente de Creta. Los cretenses estaban junto con los
representantes de las ciudades de Siria-Palestina, y traían consigo caballos, carros, armas y también vasijas y
productos exóticos. Las inscripciones del templo de Hatshepsut indican una clara sofisticación intelectual
que la corte de Tebas alcanzo bajo su reinado. Este desarrollo intelectual y creativo no solo se hizo patente
en los monumentos reales, niño también los privados, en las tumbas, estatuas e inscripciones de altos
dignatarios de la época. Se conocen diferentes construcciones y reconstrucción de Hatshepsut en diferentes
lugares de Egipto, Nubia y la península del Sinaí. Pero es en Tebas donde se llevaron a cabo las obras
arquitectónicas de mayor importancia, esto con el fin de convertir a Tebas en el principal centro religioso,
económico y político de Egipto. Las procesiones eran un aspecto importante en las prácticas religiosas de la
época, pies acercaban al pueblo con la divinidad, generalmente oculta e inaccesible dentro del templo. La
estatua del dios (Ámon) viajaba en una capilla portátil, que unos hombres purificados o sacerdotes
transportaban. Durante los 15 años de gobierno compartido de Hatshepsut y Tutmosis III no hay prueba de
rivalidades y tensiones. En los monumentos suelen figurar juntos, aunque ella marchando delante de él.
Después de su muerte el nombre inscrito de la reina y la mayoría de sus imágenes, comenzaron a ser
dañados luego de 20 años de gobierno de Tutmosis III, lo cual llama la atención, por que no se trata de una
venganza, el nombre de ella fue borrado incluso de los monumentos de sus súbditos (damnatio memoriae).
El fenómeno “Damnatio” en monumentos privados de esta época no sigue un patrón consistente y
probablemente responda a razones diversas de tipo mas personal, familiar o local.
Tutmosis III
Según los “Anales de Tutmosis III”, nos informa de que dos meses y medio después de la desaparición de
Hatshepsut, Tutmosis III pasaba con su tropa por la fortaleza principal que custodiaba la frontera oriental del
Delta, en dirección a Palestina y Siria en su primera campana de victoria. El objetivo principal de la
campaña era extender las fronteras de Egipto, aunque la motivación que inicio esto fue que unos territorios
de habían revelado. La acción militar se trata de justificar argumentando legítima defensa, como respuesta a
una traición previa. Quizás lo que buscaba el monarca era legitimarse, tras tantos años de corregencia, y
ganarse el apoyo de la clase militar, y el clero de Amón. Aunque seguramente las razones han sido
múltiples, un argumento central de las campañas al exterior, son económicas, y el botín que estas implican.
Durante su gobierno, y tal como deja claro en sus anales, se sucedieron diferentes hechos significativos,
como “la captura de Megiddo” que significo un golpe importante, y donde reafirmo su poder, tal es así que
es considerada la hazaña más importante del reinado. En las fuentes se deja ver que había una suerte de
reciprocidad con los jefes de las ciudades, a través de ofrendas. Las alianzas con sus vasallos de Siria-
Palestina se reforzaban mediante matrimonios y los gobernantes le enviaban sus hijas al rey de Egipto para
que formen parte de su harén 3. Los anales de Tutmosis III indican que en las sucesivas campañas se
capturaron gran número de prisioneros, a los que se sumaron los sirvientes que se le enviaron al rey como
tributo o regalo. La mayoría de estos provenientes de Siria-Palestina. Tebas va a ser el principal destino de
esta mano de obra extranjera, que poco a poco se fue integrando en la sociedad egipcia, sin poder distinguir
su procedencia, incluso algunos de los extranjeros llegaron a ocupar puestos de relevancia en la
Administración.
El dominio de Egipto sobre Nubia siguió siendo efectivo, recaudándose el tributo de forma anual sin
problemas. La estabilidad política y económica se ve reflejada en la ampliación de templos y el
embellecimiento de los mismos. Durante sus 32 años de reinado en solitario, Tutmosis III llevo a cabo una
gran labor constructiva en los principales centros de culto de Egipto y Nubia. Y también se desmantelaron
varias de las capillas de Hatshepsut. No se sabe si Tutmosis III se caso o no con la hija de Hatshepsut,
Neferura. Y si lo hizo fue al final de la corregencia.
Amenhotep II
Tutmosis III tuvo varios hijos, por lo que en vida eligió a su heredero. Amenhotep II, que estuvo como
corregente unos dos años antes de la muerte de este. Aun así, le hecho de que un rey fuera sucedido en el
trono por su hijo no convertía a la monarquía egipcia en hereditaria sin más. En las inscripciones reales de
Amenhotep II se ve la necesidad del monarca de legitimarse como el rey idóneo. El rey aparece como un
“primus inter pares”, destacando por su fortaleza física, su habilidad en el uso de las armas, su valentía en la
batalla, su buen gobierno y su estrecha relación con la divinidad. Amenhotep II aparece como un
continuador de la política y acciones de su padre, llegando incluso a superar las hazañas de su predecesor.
Según sus inscripciones, sus “campañas de victoria” tenían el objetivo de “extender sus fronteras y dar cosas
a los que le eran leales”. Va a castigar y destituir a los gobernantes que le desobedecían, y proteger y
premiar a los leales. Hubo un gran número de prisioneros de guerra y cautivos extranjeros traídos por la
tropa del rey, quienes fueron un factor importante como mano de obra para el desarrollo de la economía y de
las obras publicas de la XVIII Dinastía. Menfis siguió siendo el punto de partida y de llegada de las
campañas. Muchos de los altos cargos de la administración de Amenhotep II comenzaron su carrera bajo
Tutmosis III. Amenhotep II reino al menos 26 años. Su madre, Meritra, desempeño el papel de “gran esposa
real” y “esposa del Dios Amón”, relegando a un segundo plano a las esposas del rey. En los últimos años de
su reinado, cuando el futuro rey Tutmosis IV resulto elegido príncipe heredero, pasó a considerarse a la
madre de este, Tiaa, como la esposa principal del rey. Quizás en un intento de evitar que se repitiera la
situación que había llevado a Hatshepsut a ocupar el trono. A partir de ahora los reyes elegirían a sus
esposas por fuera de su familia real (al fin, basta de incesto).
Tutmosis IV

3
lugar donde las mujeres recibían visitas, practicaban artesanías, tejían telas para el faraón y se educaban a las jóvenes
muchachas
Hijo mayor del rey. Su tutor Heqareshu, quien aparece representado en la tumba de su hijo con el príncipe
Tutmosis sentado sobre sus piernas, se convirtió en un miembro importante de la corte, acompañando al rey
en todo momento y recibiendo el titulo honorifico de “padre del dios”. Se cree que este tutor, por su nombre,
pueda ser de origen extranjero. En el primer año de reinado, Tutmosis IV levantó una estela de granito entre
las patas de la esfinge de Guiza, en la que relata cómo, siendo príncipe, se le anuncio en un sueño que él
sería rey de Egipto. En el año 8 de su reinado, Tutmosis IV emprende una campaña militar en Nubia para
sofocar una revuelta ente la primera y la segunda catarata. Se expresa en la inscripción que fue un éxito la
expedición. El rey había sido informado de la rebelión cuando estaba en Templo de Karnak entregando unas
ofrendas a Amón. Antes de pasar a la acción, el rey consulta a la divinidad sobre la conveniencia de la
expedición y Amón le anuncia el triunfo que ocurriría. Tutmosis acaba derrotando al enemigo en solitario,
solo con un asistente (¿?). El dios guerrero Montu, según las inscripciones en el brazalete de marfil de
Tutmosis IV, le dice al rey “Toma para ti la espada, buen dios, para que puedas golpear las cabezas de todas
las tierras extranjeras”. Es el primer testimonio donde la divinidad toma parte activa en el castigo infligido a
los jefes extranjeros, la propia divinidad incita a la “guerra santa” y proporciona materialmente el arma para
el castigo, convirtiendo al re en un mero instrumento del dios. En cuando la actividad en Siria-Palestina la
autoridad egipcia continúo siendo efectiva en los territorios del norte, desde Nahariana (Mitani), al norte,
hasta la cuarta catarata en Nubia. Según distintas inscripciones se cree que existieron campamentos de
prisioneros de guerra, tanto al norte como al sur, capturados por Tutmosis IV y que fueron utilizados como
mano de obra en el templo. Tutmosis IV se compara con Montu, el dios guerrero tebano, pero también
compara su destreza sobre el carro de batallas con la de la diosa semítica Ashtarté. Y también se ha
comparado con el dios semita Rashpu cuando vadeó el rio Orontes durante su campaña del año 7 por Siria-
Palestina. Los antiguos egipcios no despreciaban a los dioses extranjeros, al contrario, los adoptaban y
esperaban atraerse en su favor las cualidades y poderes de estos, sobre todo cuando se encontraban en sus
dominios. Tutmosis IV debo de reinar 10 o 12 años. Su madre, Tiaa, adopto el titulo de “esposa del dios
Amón”. Se le conocen cuatro esposas, la “hija del rey” Iaret, Nefertiri, Mutemuia y la princesa de Mitani.
Mutemuia, la madre del futuro rey Amenhotep III, nunca fue reconocida como esposa principal.
Amenhotep III
Hijo del rey Tutmosis IV y una esposa secundaria, Mutemuia, aunque el dice ser hijo carnal del propio dios
Amón-Ra, quien adopto la apariencia del rey Tutmosis y se metió en la pieza de la reina para fecundarla
(¿¿??). Debió tener diez o doce años cuando fue coronado rey. Amenhotep III contrajo matrimonio con
Teye, hija de Yuya y Tuya, una pareja de provincias de poca relevancia. A diferencia de las esposas de los
anteriores reyes, Teye fue representada en numerosas ocasiones. Se convirtió en el complemento femenino
del rey divinizado. El rey incluso le construyo un templo en Nubia. Tuvieron cuatro hijas, que tuvieron un
importante papel en la concepción religiosa e ideológica de la monarquía. Dos de ellas ostentaron el titulo de
“gran esposa real”. Los hijos varones en cambio no aparecen representados ni mencionados. Teye fue la
madre del sucesor en el trono, Amenhotep IV. Siguiendo la política iniciada por su padre, Amenhotep III se
caso con dos princesas de Mitani. Amenhotep III se casó con varias princesas de todo el reino, y extranjeras,
esto para lograr aliados. Si bien los reyes egipcios estaban dispuestos a aceptar princesas extranjeras en su
harén, se negaban a enviar princesas egipcias a cortes extranjeras ni siquiera para sellar alianzas de
hermandad. En su quinto año de reinado, Amenhotep III llevo a cabo su única campaña militar en Nubia,
con el objetivo de sofocar una rebelión, la cual lograron apaciguar. Años después el “virrey de Nubia”,
Merimose, llevo una expedición en castigo a una región que se negaba a pagar tributo al rey. Este virrey lo
fue durante la mayor parte del reinado de Amenhotep III, siendo fundaméntela en la obtención de oro de
Nubia. La importancia para Egipto de Nubia había crecido en gran manera, no solo en lo económico, sino
también en lo religioso. Amenhotep III reino 38 años. Celebro tres fiestas “Sed”, una celebración de los
comienzos de la monarquía egipcia, que buscaba darle fuerza y autoridad al rey después de haber cumplido
30 años gobernando.
Amenhotep III llevo un intenso programa constructivo en
los principales centros religiosos de Egipto y Nubia,
levantando grandes edificios y estatuas colosales. Se
agrando el templo de Luxor (iniciado por Hatshepsut). Los
rituales y las estatuas a los dioses tenían gran importancia.
Tal es así que los vínculos e interdependencia entre el
monarca y la divinidad solar Amón-Ra se escenificaban de
una forma clara. La religión solar se había desarrollado de
forma intensa en el reinado de Hatshepsut y Tutmosis III.
El monarca toma ahora el protagonismo y se representa a
si mismo como el hijo del sol. El templo de Amenhotep III
fue el mas grande que cualquier rey haya construido, pero
ahora solo aparecen los “colosos de Memnon” en su
Colosos de Memnon hoy.
entrada.
El personaje más importante de la administración real fue Amenhotep, hijo de Hapu. Fue el responsable de
la explotación a gran escala de la cantera de cuarcita en Gebel Ahmar, en el Delta. Incluso las inscripciones
grabas en las bases de sus monumentos invitan a los visitantes a dirigirle las suplicas a él, en vez de a la
divinidad, ya que llegarían de una forma más efectiva a esta. AL final de su carrera sería nombrado
“mayordomo de la princesa y gran esposa real, Setamon” y “portador del abanico a la derecha del rey”.
Además, obtuvo el privilegio de construir su porpio templo funerario junto al monarca.
Los egiptólogos se debaten el si en los últimos años de Amenhotep III hubo una corregencia con su hijo y
sucesor Amenhotep IV.

Amenhotep IV/Akhenaton
Hijo de Amenhotep III y Teye. Su esposa fue la famosa Nefertiti. Nefertiti tuvo un papel esencial en la
ideología de la monarquía. Esta lo acompañó en todas las apariciones públicas, y repitió todas las acciones
que el realizaba, tanto en lo religioso, haciendo ofrendas a la divinidad, como en lo política, premiando a los
subordinados leales, como esposas de altos mandatarios. Se conoce la existencia de al menos seis princesas,
frecuentemente representadas en los monumentos reales, donde se señala a Nefertiti como la madre. En la
XVIII Dinastía no es común que los reyes se representen con sus hijos varones, y aunque no aparezcan, no
significa que no existieron. Los primeros 5 años de gobierno de
Amenhotep IV fueron una continuación del reinado de su padre, en
política interior como exterior. Se mantuvo la concepción ideológica
de la monarquía y su relación directa con el sol, principalmente en la
forma del dios Amón-Ra y el disco solar Atón. La religión solar se
convierte en el epicentro religioso y político de Amenhotep IV desde
los primeros momentos de su reinado. Ahora se hace hincapié en el
aspecto luminoso de la divinidad (shu), sin representación
antropomorfa, omnipresente y adorado en espacios abiertos. Las
ofrendas pasan a realizarse en amplios patios, contrastando con el
sincretismo y carácter restringido de Amón (“el oculto”). Las figuras
del rey y de la familia real muestran desde el inicio un estilo muy
particular, tanto en el relieve como en la escultura. El cuerpo se
estiliza, sobre todo brazos y las manos, se exageran las curvas de las
caderas y el vientre, así como la parte trasera del cráneo. En el año 5
de reinado Amenhotep IV cambia su nombre oficial, por uno que lo asocie directamente con el dios Amón:
Akh-en-aton, que significa Espíritu de Atón. Otra drástica decisión fue abandonar Tebas (y Menfis), para
fijar su residencia en el Egipto Medio, en un lugar deshabitado que el llamo Akhetaton “Horizonte de Atón”
(hoy es el-Amarna). Elige este lugar para no ofender a nadie, ni hombres, ni dioses. La inscripción de la
fundación de ese lugar no esta fechada en el año 5 del reinado de Akhenaton, sino en el año 5 del reinado
conjunto de la triada formada por Atón, Akhenaton y Nefertiti. No se sabe con exactitud por qué ocurrió el
traslado de Tebas (y Menfis) a el-Amarna, por un lado, se plantea que fue por que el clero de Amón era cada
vez más poderoso. Por otro lado, se cree que se pudieron haber trasladado por motivos de salud pública
(peste cananea). Aunque la realidad es que no hay fuentes que corroboren esto.
El abandono de la ciudad después de la muerte de Akhenaton permitió una
reconstrucción de la ciudad de una forma muy precisa por los
investigadores, así como también estimar su población entre los 20 mil y 50
mil habitantes. También se encontró aquí la icónica imagen de Nefertiti. Las
ideas religiosas que se expresan acerca de Atón ya habían sido expresadas
en épocas anteriores, con himnos a la divinidad solar Amón-Ra. Por otro
lado, la concepción de un solo dios creador de rodas las cosas, padre de
todo, origen de la luz, etc., formaba parte de la teología egipcia desde
prácticamente los comienzos de su historia. Si bien ahora el interés político
y personal del monarca hace énfasis en la existencia de un único dios
creador por encima de las demás manifestaciones divinas, el “monoteísmo”
de la época Amarna debe percibirse como el extremo del desarrollo de una
concepción religiosa tradicional y bien antigua. El rey es el único que puede
entrar en contacto directo con el dios Atón y, por tanto, el único que le conoce. Así mismo, solo él, la reina
Nefertiti y sus hijas, son los únicos capacitados en realizar ofrendas al dios, por lo que los demás solo
pueden adorar a la familia real. Durante los primeros años el culto a los demás dioses se realizo con
normalidad. Pero una vez instalado el rey en la nueva ciudad, comenzó una política de hostigamiento contra
Amón y su consorte, la diosa Mut. Se destruyeron sus representaciones, monumentos públicos y privados.
En el plano político las tumbas de Huya y de Meryra II incluyen información importante. Ambos fueron
supervisor del tesoro y el de supervisor del harén. En las paredes se representan escenas en donde se observa
la recepción del tributo extranjero en el año 12. Delegaciones del norte y del sur son representadas ante el
rey y la reina, acompañadas de sus hijas. La representación de nubios cautivos tal vez refleje un castigo
llevado a cabo por las tropas de Akhenaton en la región de Ikayta. El virrey Tutmosis fue responsable de
esta intervención, cuyo objetivo era terminar con los robos de la cosecha. Tutu, alto dignatario del rey, fue
intermediario con las delegaciones de Siria-Palestina. Aziru, gobernante de la regio siria de Amurru, escribió
a este para que intercediera por el ante el rey. El principal rival de Aziru era el gobernante de Biblos, quien
escribió al rey egipcio también, con otro intermediario. Estas cartas que escribían para que el rey
intercediera, son un claro ejemplo de el poder de Egipto por sobre la región. Liverani, plantea según los
documentos, que, aunque se creía que estaba desgastada la relación para esta época, la autoridad egipcia
seguía siendo respetada e influyente. Sumado a esa inestabilidad interna, dentro de Siria-Palestina, los hititas
presionaban por el norte, para incluir en su zona de influencia a las ciudades mas cercanas. La situación
política era inestable. El monarca egipcio, como en el pasado, tenia la capacidad de influir en estas ciudades-
estado y nombrar jefes. A partir del año 12 Nefertiti adquiere el rol de corregente de Akhenaton.
Posiblemente hubo una transformación en el nombre de la reina. Su hija es elevada a la categoría de “gran
esposa real”, rol que poseía antes Nefertiti. Los cambios constantes de nombres generan confusión en las
fuentes. Akhenaton muere en el año 17 de su mandato. La reina se negaba a casarse con uno de sus súbditos,
por lo que solicita al rey hitita, Supiluliuma, que envíe uno de sus hijos para desposarse con ella. Lo cual es
completamente raro, ya que nunca había sucedido que un príncipe extranjero se convierta en rey de Egipto.
Envían a Zananza, pero este nunca llego, pues fue asesinado en el camino.
Tutankhamon, Ay y Horemheb
Poco se sabe de los orígenes del joven Tutankhamon, pues no es
mencionado por las fuentes antes de ser coronado rey del alto y bajo
Egipto, a los 9 años de edad. No se sabe quienes fueron sus padres,
aunque se cree que fuera hijo de Akhenaton, pero no de Nefertiti.
La ciudad de el-Amarna fue abandonada por la familia real, y
desapareció. Al tercer o cuarto año de reinado, el joven rey publico un
decreto para volver al estatus quo anterior a lo que había proclamado
Akhenaton, en cuanto a la religión. El decreto buscaba devolver a los
dioses su dignidad pasada, restaurar su clero, sus rituales, sus ofrendas y
sus ingresos. Imágenes de los dioses empezaron a ser esculpidas de
nuevo. Durante el reinado de Tutankhamon la influencia egipcia en el
exterior siguió proporcionando beneficios a la corona y provocando la
llegada de extranjeros a Egipto. Hay un gran grado de penetración y
aceptación de la cultura egipcia por parte de la elite nubia. Tebas volvió
a ser el centro principal, y Amón recupero su papel como divinidad principal, y los templos de Karnak y
Luxor volvieron a ver nuevas construcciones en marcha. El breve reinado de Tutankhamon, que duro 9 años,
ha pasado a la historia sobre todo por el hallazgo de su tumba. Ay y Horemheb fueron los personajes mas
influyentes en el entorno del joven rey. Cuando Tutankhamon murió tenia unos dieciocho años, y no dejo
dependencia. Ay conseguido la corona del Alto y Bajo Egipto. Fue el hombre de confianza de Tutankhamon
y quien soluciono las diferencias con el clero de Amón y con la ciudad de Tebas. Tras el corto reinado de
cuatro años de Ay, otro comandante de tropa logro hacerse con el trono de Egipto. Horemheb, el general del
ejercito egipcio asociado al norte del país bajo Akhenaton y Tutankhamon. Horemheb gobernó Egipto
durante 28 años. Bajo su reinado se llevo a cabo la revancha del dios Amón contra su rival Atón, ordenando
que su nombre fuera borrado de todas las inscripciones y monumentos. Busco devolver el orden y la
legalidad a la sociedad civil a través de normas y leyes. Durante su reinado se reorganizo la comunidad de
trabajadores de la necrópolis real, situada a las orillas occidental de Tebas.
Luego de su muerte, el sucesor fue elegido por tercera vez consecutiva por los generales del ejercito egipcio.
Este fue Paramessu, más conocido como Ramsés I, considerado fundador de la XIX Dinastía e iniciador de
la denominada “época Ramésida”. Durante la XVIII Dinastía (siglos XV-XIV A.C.) Egipto desarrollo una
intensa actividad internacional, contactando e interactuando con otros pueblos del Próximo Oriente y África.
La cultura egipcia se expandió fuera de sus fronteras, y al mismo tiempo Egipto recibía influencia de
culturas foráneas, lo cual se reflejo en la lengua, las artes, la religió y costumbres. La sociedad faraónica, y
los grupos mas pudientes, alcanzaron su grado mas alto de complejidad y sofisticación, “La edad de Oro”.
Entre 1550 y 1500 A.c., Tebas paso a ser la capital del reino, con vasallos que tributaban a miles de
kilómetros al norte. Y el intercambio entre todo el reino fue algo muy común, teniendo en cuenta lo
precarios de los medios para trasladarse. Los reyes se representan en la entrada de los templos. Los altos
cargos de la Administración pretenden ganar categoría al representarse en su tumba realizando actividades
como los contactos con grupos extranjeros, recaudando tributos, contabilizando, etc. El gran territorio bajo
autoridad real obligo a aumentar los funcionarios. La construcción del imperio produjo un incremento en la
milicia, su presencia e influencia, a hacer carrera militar era la forma más rápida para enriquecerse y
prosperar. Salvo excepciones, las mujeres no tuvieron un papel preponderante en la sociedad de la época.
Aunque la reina madre aparece como una figura significaría en la ideología de la monarquía, o que la esposa
real pudo tener un papel importante en la sucesión al trono, una mujer no era considerada apropiada para
ejercer de Rey del Alto y el Bajo Egipto. Ejemplo de esto es Hatshepsut y la “damnatio memoriae” que
sufrió luego de su muerte. En cuanto a las clases mas bajas, vivieron un importante aumento de la población
extranjera. Algunos llegaban como inmigrantes “ilegales” y otros de forma “legal”, como mercenarios,
cautivos de guerra o como tributo. La construcción del imperio no pudo llevarse acaba sin un significativo
aumento de población que sirviera de mano de obra para atender las crecientes necesidades de cada sector
social y económico. Los extranjeros que inmigraron a Egipto contribuyeron de forma significativa al
aumento poblacional y de mano de obra requerida, permitiendo así el auge político, económico, social y
cultural de Egipto en los siglos XV al XIII A.C.

Capitulo VIII
Reino Nuevo II: La Época Ramésida.
José Lull García
Aproximación a la historia de la Época Ramésida hasta Ramsés III:
Paramsés había ido ganando peso en el organigrama político egipcio durante el reinado de Horemheb,
pasando por diversos cargos de relieve, como el de “inspector de caballerizas reales”, “enviado real a países
extranjeros”, “general”, etc. Debido a esta gran trayectoria e influencia, Paramsés elimino el “Pa” de su
nombre, y empezó a ser conocido como Ramsés. La subida al trono de Ramsés I, supuso la inauguración de
la XIX Dinastía, iniciándose con él una época dorada en la historia del antiguo Egipto. Durante el mismo,
que abarca las XIX y XX Dinastía y un total de 215 años, Egipto llegara a uno de los momentos más álgidos
de su civilización. Sin embargo, también iniciara, un progresivo declive que llevara a la perdida de sus
protectorados en el extranjero, así como una crisis social, moral y económica. Seti I, sucesor de Ramsés I,
mando a grabar en su templo funerario, la famosa lista de reyes, que excluyo a Hatshepsut y los soberanos
de la época Amarna (XVIII Dinastía). La política de Seti I busco en el Próximo Oriente lograr la influencia
que se había perdido en la época Amarna. Tras la muerte de Seti I accede al trono su hijo Ramsés II,
inaugurando una época de gran actividad en el interior y exterior, De sus sesenta y siete años de reinado, son
los primeros en los que se enfocó mayor parte de sus actividades bélicas en el exterior. La principal potencia
adversaria de los egipcios era Hatti, el país de los Hititas, a los que se habían aliado varios príncipes y
señores de la región. Por ello en el año 4, Ramsés inicio una campaña que, después de pasar por Tiro y
Biblos, se adentró en el país de Amurru hasta hacer rendir al príncipe Benteshina, uno de los aliados de los
hititas, esta campaña fue el prologo para su campaña a Qadesh, que se convirtió en el nuevo escenario por la
hegemonía de la región. Aunque no se sabe como termino la batalla, Ramsés II saco redito de esta campaña,
como su más grande hazaña.
En los siguientes años Ramsés II llegara a Moab y Edom, recorriendo las orillas del mar Muerto, y se
adentrara hasta Damasco y Kumidi. En el año 8 Ramsés enviara su ejército a Tunip, consiguiendo aislar la
influencia de Qadesh, situada más al sur. Un hecho importante del reinado de Ramsés II, es que firmó un
tratado de paz con Hattusil III, rey de los hititas, lo cual hermano a estas dos civilizaciones. Merenptah
acabaría ocupando el puesto de su padre. En sus diez años de reinado, realizo campañas contra Askelón,
Gezer, Israel y Kush. En el año 5 varios Pueblos del Mar intentarán introducirse en Egipto, los cuales serán
derrotados. Pero significaron grandes bajas. Tras Merenptah, se vio envuelto en una crisis interna, provocada
porque Amenemes usurpo el trono de Seti II al conseguirse hacerse con el control del Alto Egipto. La crisis
continuaría con Siptah, hijo de Seti II, que por su corta edad permanecería a la sombra del poder durante la
regencia de la reina Tausert. Con ellos finalizo la XIX Dinastía.
La XX Dinastía se dio comienzo cuando se hizo con el poder Setnakht, cuyo reinado duro dos años. Su hijo,
Ramsés III, es considerado como el ultimo de los grandes faraones que dio a Egipto el Reino Nuevo.
Ramsés III intento emular a Ramsés II. Sin embargo, su reinado comenzó complicado, pues tubo que hacer
frente a los libios y a los Pueblos del Mar, que tantos estragos causo en Anatolia y el resto de Levante
Mediterráneo. El reinado de Ramsés III finalizo tras un intento de regicidio llevado a cabo por la reina Tiy,
cuyo fin era sentar a su hijo Pentaur en el trono de Egipto. Aun así, el complot fue descubierto, y al tiempo
Ramsés III moriría.
Economía y Sociedad:
La economía local egipcia se basaba en el trueque, y en la mayoría de los casos eran transacciones bastante
simples, pues la variedad de productos que podía acceder el egipcio del mundo rural era muy limitada. En
las ciudades las transacciones podían ser mas complejas. Muchos mercaderes se encargaban de la
distribución de los productos a lo largo de Egipto, y en la mayoría de los casos estaban en relación con las
instituciones religiosas. Algunas transacciones comerciales estaban notariadas. Y en el caso de la tierra, si
bien estaba en manos del faraón, había casos donde había propietarios privados de las tierras. Aunque los
egipcios del Reino Nuevo no habían desarrollado la moneda ni ningún objeto que se le pareciera, estos
habían encontrado un sistema de equivalencias que iba más allá de los trueques. Con los productos del día a
día no había problema. Pero para los productos elaborados, o materias primas raras, el comerciante debía
conocer su valor para realizar un trueque equiparable. A veces metales como la plata (deben) o el cobre
(deben) eran un estimativo en valor. También el aceite (hin) se usaba como medida de valor para las
transacciones mas comunes o de artículos de primera necesidad. El salario de los hombres del equipo de la
tumba en Deir el-Medina se pagaba en especie, y nunca se lo relaciono con ningún valor económico. Los
capataces recibían mensualmente cada uno 5 ½ khar de trigo y 2 khar de cebada, un trabajador recibía 4 khar
de trigo y 1 ½ khar de cebada, suficiente para mantener una familia compuesta por diez personas. Por tanto,
podían obtener un superávit con el que comprar otros productos. Un médico recibía 1 ¼ khar de cereal,
sumado al sueldo de trabajador, ya si varias profesiones. Había un centenar de trabajadores bajo la corona de
Ramsés III, por lo que unas 500 personas, al menos, dependían de esto. Había ocasiones que los pagos se
retrasaban, es así que en el año 29 de Ramsés III se registra la primera huelga de trabajadores documentada
de la historia, como respuesta a la situación. Finalmente fue saldada la deuda con los trabajadores, aun así,
estas huelgas se van a repetir a lo largo de roda la XX Dinastía. Gracias a un censo realizado por Ramsés III
sobre propiedades, se puede saber que a principios de la XX Dinastía, la riqueza del templo de Amón era
inmensa y se extendía por muchas provincias egipcias. Para la época de Ramsés III según el Gran Papiro
Harris se estima que el dominio del templo de Amón poseía 2400 km2 de tierra cultivable, 421.362 cabezas
de ganado, 433 fincas, 65 pueblos, 83 barcos, 46 centros de producción y 81.322 trabajadores. El templo de
Ra en Heliópolis, segunda en tamaño, quedaba lejos, con 450 km2 de tierra cultivable, 45.544 cabezas de
ganado, 64 fincas, 103 pueblos, 3 barcos y 5 talleres de producción, y mas de 12 mil trabajadores. Los
templos egipcios eran las casas de los dioses y estos debían recibir numerosas ofrendas para alimentarse,
vestirse, perfumarse, etc. Todos estos bienes procedían de los dominios del templo y de los centros de
producción que el templo tenía por todo Egipto. Durante el Reino Nuevo, y dad la gran cantidad de
prisioneros de guerra nubios, libios y asiáticos en Egipto, gran parte de la mano de obra era esclava. Aun así,
una gran parte de la mano de obra era campesina y libre, egipcia, que trabajaba la tierra favorecida por un
sistema de arrendamiento. El campesino debía pagar un 30% de su producción obtenida. El pueblo egipcio
seguía basando su alimentación en la cerveza, el pan y algunas hortalizas, cebollas, lentejas y pescado seco.
La carne era un alimento inusual en la población comuna. Gracias a una buena administración estatal, van a
haber pocas hambrunas durante el periodo Ramésida. Ramsés II va a preocuparse por el bienestar de los
trabajadores. El ejercito era importante, tal es así que eran de los más favorecidos. Incluso los oficiales
llegaron a convertirse en terratenientes, con gran influencia. Otro de los trabajadores era el Escriba, quien
gozaba de ciertos privilegios, como libre de impuestos y reclutamientos, y donde estaban por encima de
otros trabajadores.
Corrupción, robos y justicia
En un país como el Egipto Faraónico, donde había una gran red administrativa, la corrupción apareció, y
muchos funcionaros buscaron sacar provecho de su influencia para su enriquecimiento personal. Si bien
durante los reinados de Seti I y Ramsés II se aplicaron controles férreos sobre la administración, para evitar
esto, la inmensidad del imperio hizo que algunos casos pasaran por alto estos controles. La corrupción no
solo se daba en el desvió de materias primas, sino también hay casos como capataces que usaban a los
obreros de las tumbas para sus propios asuntos. Para estos casos había leyes y normas. Las penas son
severas, sobre todo en cuanto al tratamiento físico de la persona infractora, pues esta recibe un gran numero
de bastonazos y cinco heridas abiertas que debían ocasionar gran dolor o la muerte. Además de esto había
una parte de “trabajo social” que debían realizar, consistente en realizar la misma tarea que realizaba la
persona a la cual alejo ilegalmente de si puesto de trabajo, por el mismo número de días que aquella hubiera
estado fuera de su puesto. Otro de los decretos afecta a la expropiación indebida de terrenos, en este caso el
funcionario involucrado en este delito sufriría la mutilación de su nariz y sus orejas y seria rebajado de su
rango para convertirse en un simple campesino, y así muchos ejemplos de castigos físicos (jaja un montón).
El final de la Época Ramésida, desde el reinado de Ramsés IV
Tras la muerte de Ramsés III lo heredo Ramsés IV. A pesar de su corto reinado de 7 años, Ramsés IV tuvo
una importante actividad constructiva. Para poder realizar estas obras tuvo que explotar diversas canteras
(Wadi Hammamat). Al mismo tiempo duplico la cantidad de trabajadores de Deir el-Medina. No hay
registro de expediciones militares fuera de Egipto. Ramsés V hijo de Ramsés IV, fue el sucesor, poco se
sabe de él. Ramsés VI era el hijo de Ramsés III. El hecho de que muchos monumentos borrase el nombre de
Ramsés IV y que ocupara la tumba inacabada de Ramsés V ha hecho sospechar que pudo haber un conflicto
en la sucesión de Ramsés III. Tras la muerte de Ramsés VI asumió al trono su hijo, Ramsés VII. En sus
primeros años de reinado, el templo de Amón envió expediciones al desierto oriental en busca de oro y
galena. El hijo de este, murió, por lo que le sucedió el ultimo de los hijos de Ramsés III, Ramsés VIII. Este
reino menos de un año. Ramsés IX tiene orígenes inciertos. En sus 19 años de reinado lleva cabo diversas
obras constructivas por el país. Ramsés X le sucedió a su padre, reino tres años. Ramsés XI posiblemente
hijo de Ramsés X y la reina Tyti. En su reinado se dio la “guerra del sumo sacerdote” de Amón. Esto
provoco un clima de guerra civil en el Alto Egipto, se origino debido a la confrontación de poderes e
intereses entre el “virrey de Kush”, Painehesi y el “sumo sacerdote de Amón”, Amenhetep, que gobernaba
Tebas desde el reinado de Ramsés IX.
El caos originado en esta contienda llevo a Ramsés XI a decretar el comienzo de una nueva era, la “uhem-
mesut” o “repetición del nacimiento” con la intención de volver al orden mediante un único simbólico. Los
últimos años del Reino Nuevo llevaran a la extensión de los protectorados egipcios, primero en Siria y
Palestina y después en Nubia. Tanto para el prestigio de Egipto como para su propia económica, la perdida
de estos territorios supuso un evidente revés: la actividad comercial disminuyo, así como los ingresos por
tributación y el acceso a una mano de obra esclava. Pero en lo que respecta a la sociedad egipcia, es
probable que la razón principal de la perdida de su poder adquisitivo, de las hambrunas y otras penalidades
que se darán en esta época tengan su foco principal en la ineficacia de la Administración, paralelamente a
una corrupción generalizada.
Sociedad y Economía.
La crisis va a afectar a distintos sectores de la sociedad faraónica a finales de la XX Dinastía. Se va a entrar
en un periodo de inestabilidad política y social que llevara al paulatino debilitamiento de la figura del faraón
y a la aparición de otros focos de poder, principalmente el de los “sumos sacerdotes de Amón” en Tebas. El
hecho de que muchos cargos se volviesen hereditarios, condujo al empobrecimiento del faraón y
enriquecimiento de las familias poderosas gracias a su participación en el estado. El que faraón se
desvinculara del Alto Egipto también pudo influir en esta pérdida de poder. La pirámide social estaba
constituida en la cima por el faraón, su familia, y los funcionarios de mas altos cargos. Par debajo de este
nivel estaba la nobleza principal al servicio del estado y un conjunto formado por funcionarios, sacerdotes,
agricultores ricos, militares y artesanos. La clase mas baja estaba integrada por soldados, campesinos,
sacerdotes y funcionarios de menor rango, ósea la mayor parte de la población. Para comprender la situación
de la mujer en el Egipto del Reino Nuevo, el autor cita varios ejemplos, donde se ve que en ciertos casos
tenían la personalidad jurídica para heredar los bienes que le correspondían de su padre, en caso de que su
esposo fallezca, del cual heredaba 1/3 de las propiedades que tenían en común, los 2/3 restantes iban a sus
hijos, de los cuales tenia la potestad de decidir quien heredaba y manejar sus bienes. Mas allá de los
testimonios, se sabía que las mujeres podían participar en el comercio y realizar transacciones comerciales,
aunque eran las menos un 18% de las transacciones eran realizadas por mujeres. Lo que es importante par
definir el estatus social de la mujer es que ellas podían ir a los tribunales. La economía egipcia seguía
teniendo un carácter fuertemente agrario y centralizado. Lo que en momentos en que le Nilo estaba por
debajo de los niveles mínimos, no alcanzaría para suplir las necesidades de la población. Durante el reinado
de Ramsés IV se constata que un 30% de la tierra y un 20% de los habitantes de Egipto pertenecía a los
templos. Lo que demuestra el gran poder de estos templos. A finales de la época Ramésida la influencia
política, económica y religiosa del templo de Amón se hace patente. Tal es así que se van a dar las
condiciones para la independencia del Alto Egipto a finales del reinado de Ramsés IX. Durante los reinados
Ramésidas la variación de los precios en los alimentos básicos pudo estar atado a la escases de alimentos
vivida por ejemplo bajo el Reinado de Ramsés VII, donde los precios se habían hasta duplicado. Esto pudo
estar en relación a los problemas agrícolas naturales, así como también por el mal funcionamiento de la
Administración, las guerras o la corrupción. Las huelgas, que habían comenzado con Ramsés III, eran un
reflejo de este incremento en los precios, o el retraso de pagos. Los precios para la mayoría de los egipcios
eran irracionalmente altos, por lo que el robo no era una mala idea (aun teniendo las consecuencias
gravísimas de los mismos), antes que morir de hambre. Incluso morir era caro (los ataúdes costaban
alrededor de 30 sueldos de un trabajador). Por otra parte, la economía también se veía afectada por grupos
nómadas y de libios, que atacaban los pueblos en busca de algún botín, por lo que la seguridad de los
egipcios se veía bastante afectada. Hambre, falta de recursos, miedo a los merodeadores que rondaban la
región, corrupción en la Administración, pérdida de valores morales, etc., todo un cúmulo de situaciones
negativas que no podían hacer sino generar cierta inestabilidad y crisis.

Capitulo IX
El Tercer Periodo Intermedio
José Lull García
Tras la muerte de Ramsés IX, el poder político se fragmento en dos partes. Al norte, desde Tanis comenzó a
gobernar una nueva dinastía, la XXI, cuyo primer faraón fue Esmendes. En Tebas, el “sumo sacerdote de
Amón”, Herihor, hizo uso del titulo real al mismo tiempo que Esmendes. Teocracia con Amón en el sur, y
en el norte intentaran hacer de Tanis una segunda Tebas.
La Sociedad del Tercer Periodo Intermedio.
Los cambios más significativos acontecidos dentro de la sociedad egipcia de esta época se dieron por la
introducción masiva de extranjeros, los libios. La población libia, desde los tiempos Ramésidas fue hallando
menos oposición en Egipto, logrando asentarse. La razón de su migración puede estar en los cambios
climáticos, los libios empujados por el hambre, buscaron en el delta un mejor pasar. Y a pesar del conflicto
bélico entre egipcios y libios a lo largo de la XIX y XX Dinastía, estos últimos tuvieron finalmente la
libertad de asentarse pacíficamente en el Delta occidental.
Hubo libios que en el reinado de rases II que formaron parte del ejercito egipcios. La convivencia con estos
pueblos había sido pacífica, y aunque los faraones de finales del Reino Nuevo decían controlar esta
población, lo cierto es que durante el Tercer Periodo Intermedio su población era muy numerosa, sobre todo
en el Delta occidental, que tenía condiciones idóneas para la adaptación de estos. La influencia libia en el
ejercito Egipto fue fundamental, y esto les hará ir ganando prestigio y beneficios que el faraón les otorgará.
Esta influencia les va a permitir en un futuro construir principados, y posteriormente poder tomar el trono de
la XXI Dinastía sin actos violentos. Los libios no eran un grupo unitario, sino que había diferentes grupos
dentro de los mismos (mashwash, libu, mashasun). Aunque se interiorizaron de gran manera en la sociedad
egipcia, estos no cambiaban sus nombres distintivos. Teniendo en cuenta que los egipcios y los libios
muestran un origen cultural bien distinto, pues los libios estaban muy lejos de la tradición constructiva,
literaria, burocrática-administrativa, regia, conceptual y religiosa egipcia, es evidente que la convivencia
prolongada de estas dos sociedades fue causante principal de los cambios culturales y sociales en Egipto
durante los cuatro siglos del TPI. En el Bajo y en el Alto Egipto la sociedad no era igual, pues en el Bajo
Egipto (Norte), la densidad poblacional libia era alta, contrario a lo que pasaba en el Alto Egipto (Sur).
Durante la XXI Dinastía el país dividió en dos, con el rey de Tanis en el Bajo y el sumo sacerdote de Amón
en el Alto, desde Tebas. Con la llegada de la XXII Dinastía la fragmentación del poder político se acentuó
aún más. Esta fragmentación podría considerarse como una forma típica de gobierno de los libios, en la que
un conjunto de reyes o señores independientes reconocieran el privilegio de un rey o señor más importante.
Además de los libios, también hay nubios, sirios e
incluso filisteos, descendientes de los Pueblos del Mar.
A finales del TPI fue creciendo en Egipto el aporte de
Kushitas, que introduciría no solo un mayor conjunto de
población de origen Nubio, sino también una nueva
visión teológica. El reino de Kush comienzo a
desarrollarse ente finales del siglo X y principios del
siglo IX A.c. Durante el reinado Kashta, en el siglo VIII
a.c., se inició la expansión nubia hacia el norte, incluso
algunos creen que este pudo conquistar Tebas ya en esta
época. Los reyes Kushitas se consideraban los herederos
de los antiguos faraones, por ello buscaron en las raíces
de la ortodoxia y el orden egipcio que los reyes libios
habían perdido.
Los Kushitas llevaron a Egipto una mayor estabilidad
administrativa y territorial, pues consiguieron dominar
todo el país e imponer su voluntad a las diversas
jefaturas y reyes de origen libio. Esto llevo a un
crecimiento del poderío egipcio, apoyado en Kush, sin
embargo, para la sociedad egipcia no hubo cambios
significativos. En el ámbito religioso, a finales del TPI,
las divinas adoratrices alcanzan cotas de poder muy
notables, además de hacerse poseedoras de grandes
extensiones de tierras y bienes, por otro lado, los sumos
sacerdotes irán perdiendo poder desde la XXV Dinastía.
Las divinas adoratrices no son las únicas mujeres que Reino de Kush en Nubia (Mapa del Territorio)
poseen beneficios, también hay ejemplos de otras
mujeres que se benefician, como las grandes damas tebanas. Se sabe que a grandes rasgos la mujer del Reino
Nuevo era muchísimo mejor que la que tenia en otras culturas contemporáneas o posteriores, la mujer
egipcia del TPI pudo incluso mejorar dicho estatus. Aunque Egipto está fuertemente patriarcal, había casos
en que las mujeres podían opinar a la hora de elegir esposo. En esta sociedad mas cosmopolita, el casarse
entre personas de diferentes orígenes étnicos no era mal visto. La mujer adquiría mayor importancia en la
sociedad luego de casarse, y convertirse en la mujer de la casa, y en ausencia de su marido cumplía muchas
veces su rol, u oficio.
Economía
La XXI Dinastía se inicia con el vaciado de las tumbas de los retes del Reino Nuevo. Este vaciado de
tumbas continuaría durante la XXI Dinastía. La crisis económica y la perdida de valores morales fueron
básicas para que se produjera este hecho. Evidentemente el nuevo poder de los sumos sacerdotes tebanos,
tenía una necesidad económica grande. La corrupción, la perdida de las minas de Nubia, el encarecimiento
de productos y la nueva moral, derivo en la decisión de la Administración tebana de desmantela de forma
oficial las tumbas de los antiguos reyes. La corrupción de este periodo, sumado a las falsas promesas
oficiales, los impuestos abusivos acompañados de salarios paupérrimos, el fraude y el hambre consecuente,
era aprovechada por funcionarios que veían esta oportunidad para enriquecerse, así como la persecución a
aquellos que no podían cumplir con el fisco. Hay ejemplos de campesinos que tuvieron que vender todo para
pagar los préstamos de altísimos intereses. Ante todos estos abusos, el faraón de la XXIV Dinastía
Bakenrenef fue un gran reformador y legislador. Este busco regular el comercio privado y en concreto el alto
interés que se aplicaba a los prestamos a los que acudía gran parte de la población campesina. También
habría prohibido el encarcelamiento de quienes no pudieran pagar, a quienes de igual forma se le
confiscaban sus propiedades, pero no sus instrumentos o animales de trabajo, pues sería imposible pagar.
Del estudio de los precios de tierras productos, se deduce que la situación política de finales de la XXI
Dinastía había llevado a una devaluación de los precios. Esta devaluación cesara en la época Kushita y Saita,
cuando los precios se estabilicen.
Comercio y Relaciones Internacionales
El comercio en la XXI Dinastía debió ser muy importante, ya que se desplazo la capital, Tanis, a algún lugar
del Delta oriental con buenas comunicaciones hacia Levante. Durante la época de Unamon, Egipto no tenía
fuerza de presión sobre los reyes y gobernantes de las ciudades de la costa, de lo que en otro tiempo habían
sido protectorados egipcios. Gracias a los materiales encontrados en las costas de Palestina e Israel,
demuestra el gran comercio e intercambio con la región. El comercio con el Egeo se detiene hasta el siglo
VII a.c. El comercio de animales exóticos con asirios representaba un intento de Egipto por establecer una
relación diplomática con estos vecinos. Además, se han encontrado collares de asiria en la tumba de
Psusennes I, lo que implicaba que el contacto entre estas dos civilizaciones existía. En la biblia se plasman
ejemplos de uniones matrimoniales entre egipcios y asirios. Lo cual sería una novedad, pues la entrega de
una princesa egipcia a un dirigente extranjero era insólita. Dentro del ámbito económico y comercial,
también debemos incluir el hecho militar egipcio, en tierras extranjeras, mas importante del TPI: La
“campaña palestina” de Sheshonq I. El objetivo de esta no era solo por el botín, ni por una ocupación estable
sobre esta región. La causa principal era de origen económico y comercial, donde se intento destruir la
infraestructura que permitía a israelitas y fenicios comerciar por Aqaba con Arabia y África sin la
intermediación de los egipcios. La campaña sirvió también para recuperar parte del prestigio internacional
perdido por Egipto, e incrementar sus relaciones comerciales con los puertos del Mediterráneo oriental.
Osorkón I, heredero de Sheshonq I, continuo el legado de su padre. Luego vino el reinado bajo Osorkón II,
donde Egipto se vio mas involucrado en los problemas geopolíticos producto de la creciente presión asiria
sobre los reinos de Levante. En el año 853 A.c., Egipto se une a las tropas aliadas, lideradas por el rey de
Damasco, para enfrentarse al asirio Salamanaser III en Qarqar, a orillas del Orontes. Posteriormente esta
alianza se ira desvaneciendo por problemas internos. Hay muy poca evidencia que demuestre un contacto
regular y directo con entre Asiria y Egipto durante las XXI-XXIV Dinastías. En un momento de oscuridad
en las fuentes escritas y materiales, la influencia que Egipto habría ejercido sobre el reino de Judá se plasma
en el empleo de la notación egipcia para pesos y del codo real egipcio para las medidas. Esto es evidencia de
que las relaciones entre egipcias y judaítas estaban suficientemente bien establecidas y desarrolladas. La
presión asiria sobre Levante empezó a ser sofocante a partir del 738-734 a.c., donde aparecen inscripciones
donde se da la orden a las gentes de Tiro para que no comercien con Egipto y Filistea. Se da un bloqueo
comercial sobre Egipto. En 734 a.c. Asiria llego hasta la frontera de Egipto, conocida como “nahal musur”.
En 732 a.c., el monarca asirio se instaló en “nahal musur”, no solo como parte de un plan de seguridad
fronteriza, sino como continuación de la política asiria de monopolizar las líneas comerciales con Egipto a
través de Negev. Sargón II establecería en las cercanías, entre Gaza y la frontera, una estación comercial,
con el fin de controlar el comercio egipcio. En estos años el ultimo rey del reino norte de Israel, Hoseas,
pidió en vano ayuda a “So, Rey de Egipto”, no pudiendo evitar la caída de Samaría en el 722 a.c. Dos años
después un ejército egipcio-kushita saldrá en ayuda de Hanno de Gaza, sin éxito, derrotados por los asirios.
El sucesor de Sargón II, Senaquerib, busco sofocar una rebelión en Babilonia, cuestión que aprovecharon los
reinos del oeste para librarse de los asirios. Posteriormente, en el 701 a.c., y luego de rebeliones de los reyes
Kushitas, vendría un periodo de paz y prosperidad. Esarhaddon, nuevo monarca asirio, llevaría a sus tropas a
las fronteras con Egipto, en el 679 a.c., para anular toda influencia comercial y cualquier pretensión
expansionista que el rey kushita Taharqa hubiera tenido sobre la región. Los asirios ya habían sometido a los
reinos de Levante, y el punto de mira estaba en Egipto. En el 674 a.c., Esarhaddon marcho a Egipto, pero fue
derrotado, lo que animo a Taharqa a seguir apoyando a la rebelión de los reinos del Levante. En el 671 a.c.,
finalmente los asirios toman Menfis. Ahora Asiria dominaba el Delta, Este va remplazar a las dinastías
locales. Aun así, al poco tiempo Taharqa recupera Menfis en el 669 a.c. En el 667 a.c., bajo el rey
Assurbanipal, Asiria, volvió a ocupar Menfis. Taharqa debió refugiarse en Tebas, esperando la llegada de
los Asirios. Con la muerte de Taharqa, el trono paso a Tanutamon en el 664 a.c., y va a emprender una
campaña al Delta, donde recuperaría por muy poco tiempo la lealtad del Delta. Un año después Assurbanipal
realizaría una segunda campaña contra Egipto, llegando a saquear Tebas. La toma de Tebas por los asirios
fue uno de los acontecimientos más catastróficos recordados en el mundo antiguo. Con el desvanecimiento
del poder asirio en Egipto, seria precisamente un antiguo colaborador de los invasores, Psamético I, quien
acabara por controlar todo el país, expulsando a los Kushitas, y ampliando su influencia comercial y política
sobre el Levante.

Capitulo X
La Baja Época
José Miguel Serrano Delgado
La Época Saíta. La XXVI Dinastía
La toma y el saqueo de Tebas por los asirios en el 663 a.c., fueron considerados como el fin de una vieja
civilización, la egipcia, que parecía que no iba a levantar cabeza, gobernada por una dinastía nubia (la
XXV), que en definitiva era extranjera. Sin embargo, en cinco o seis años, el Egipto Faraónico volvería, al
tiempo que Asiria desaparecería de la historia par a nunca mas resurgir y los nubios se retiraban a sus tierras
de origen para no volver a pretender el norte. A manos de una familia del Delta originaria de Sais, que
constituye la XXVI Dinastía, Egipto vuelve a unificarse, reclamando su genuina identidad y alcanzando el
que será su último periodo de gloria y poder.
La Dinastía Saita
Psamético I (664-610 a.c.) fue quien inauguro este periodo, hijo de Nekao I, un dinasta del Delta. Nekao I
habría llegado al poder gracias al apoyo de los asirios, en busca de reclamar su título como faraón.
Psamético I sucederá a su padre, y con el se consolidará la dinastía Saíta. Su reinado de medio siglo lo
ayudara en la consolidación de su familia en el trono. Este va a saber actuar frente a los caudillos del Delta y
a los gobernantes de la zona estratégica situada en Menfis y El Fayum, que lo veían inicialmente como un
rival, al cual no querían sumirse. El controlar los principales centros de poder y comunicación, como
Heracleópolis Magna, al sur de El Fayum, próxima a Beni Suef. Psamético I no dudo en usar la fuerza
cuando fue necesario, recurriendo a mercenarios griegos para expulsar a los príncipes que no lo
reconociesen. La situación con Tebas era complicada, pues llevaba muchísimo tiempo independiente del
norte del país, que estaba bajo la autoridad de la “esposa del dios” Shepenupet II. Esta mujer había adoptado
como heredera a otra princesa nubia, Amenirdis II, hermana de Tanutamon, rival de los saitas y responsable
de la muerte de Nekao I. Por tanto, es sorprendente que Psamético I acudiera a la heredera de forma
diplomática, lo que se trato de un acontecimiento muy importante. Se deja en claro que se respetaran los
derechos de las princesas Kushitas, y para asegurarse de la buena voluntad de los Tebanos, Nitocris recibió
una esplendida dote (muchos tierras y rentas a lo largo de Egipto). La adopción de Nicrotis que llevo
consigo el afianzamiento Saíta en el sur, se dio en buena medida gracias a Montuemhat, un sacerdote muy
importante, considerado por mucho como gobernador de Tebas. Para asegurar esta unión, Psamético I debía
afianzar la situación internacional de Egipto. Para esto fortifico las fronteras, y manteniendo relaciones
diplomáticas con Siria y Palestina, volviendo a situar a Egipto como potencia. Con la caída de Asiria iban a
surgir nuevos poderes que amenazaran a Egipto, por lo que este posicionamiento era fundamental. Los
mercenarios (griegos, carios, sirios, fenicios y hebreos) se van a convertir en una identidad del ejercito
egipcio de la época Saíta. Este faraón fue también un gran constructor, que le dejo a su hijo Nekao II (610-
595 a.c.) un Egipto prospero, renacido y fuerte. Este va a continuar el afianzamiento de la influencia política
de Egipto en Siria y Palestina, donde su competidor ahora era la Babilonia caldea. Donde tendrán diferentes
enfrentamientos, donde los Saitas perderán cierto poder, y donde se vera en peligro el Delta, aun así, lo
conservan junto con la franja de Gaza. Estos fracasos serán compensados por la extraordinaria actividad
naval, en buena medida con el apoyo de sus mercenarios griegos, carios y fenicios. Esta gran empresa va a
dotar de la fuerza para repeler a los Babilonios de las costas. Incluso se hablaba de la construcción de un
canal, que al final no sería construido hasta muchísimo después, el canal de Suez. A Nekao II le sucede
Psamético II (595- 589 a.c.), cuyo breve reinado va a estar marcado por importantes sucesos en la política
exterior Egipcia. Incluso lo equiparan con su padre. En Siria y Palestina, donde dominaba Babilonia con
Nabucodonosor, va a optar por una actitud de conciliación. Esto en buena medida también se va a dar por la
preocupación de babilonia por los pueblos medos y persas en el norte y oeste de Mesopotamia. Así mismo
organizara una gran expedición a la consta fenicia, a Biblos, un enclave egipcio en la zona. En cuanto a la
frontera sur la actitud fue distinta, donde realizo una gran expedición militar que ataco el reino de Kush, la
cual el propio faraón lideró, donde las tropas se adentraron de lleno en el territorio nubio, quebrando al
ejercito kushita. El ejercito era en parte mercenarios y en parte Egipto. A este triunfo le sigue una
persecución sistemática de la memoria de los soberanos Kushitas de Egipto, borrando sus nombres e
imágenes de la historia egipcia. Con el sucesor, Apries (589-570 a.c.) comienza el declive Saíta. Donde va a
confrontar a los caldeos, animado por los avances de medos y persas. Se atrajo nuevamente la fidelidad de
Jerusalén y el reino de Judá, sumado a la potente flota va a tener presencia en las costas. Aun así,
Nabucodonosor va a forzar la retirada egipcia, asedia la ciudad de Tiro, y deja debilitado a los Saitas. Y por
último asedia e invade Jerusalén, lo que va a llevar a la llegada masiva de exiliados y fugitivos hebreos, se
van a establecer en todo el valle del Nilo. Apries también va a fallar en el intento de intervenir Cirene una
colonia doria, tras la derrota el mismo ejercito egipcio se le revela, y proclaman a Amasis como nuevo
soberano, bajo el nombre de Ahmose II. Parecía el fin de esta dinastía, pero Amasis era originario de Sais, y
trato con respeto la memoria de Apries. Por lo que se convirtió para la población en el verdadero sucesor.
Amasis (570-526 a.c.) fue para muchos el ultimo gran soberano que tuvo Egipto independiente. Fue un
gobierno largo lleno de logros. Fue un gran gobernador, diplomático, buen administrador y gran constructor,
que dejo un país firme y próspero. Rechazo intentos de invasiones de los caldeos, y restableció la posición
de Egipto en el Mediterráneo oriental, especialmente con el control de Chipre y estableciendo relaciones
mas intensas con el mundo Griego. Su filohelenismo es claro e indiscutible. Eso explica que aparezca en las
fuentes griegas de Heródoto retratado de una forma bastante positiva. Esto es paradójico, por que llego al
poder gracias al ejercito que renegaba de la presencia de mercenarios griegos en el ejército. Amasis va a
lograr conciliar estos dos frentes, reordenando las tropas. Para los griegos y demás extranjeros establecido la
metrópolis de Naucratis, que abrió un periodo de gran prosperidad. Esta ciudad era vista como cosmopolita,
rica, y llena de vida. Según Heródoto era un santuario panhelénico. Naucratis se convirtió en foco de fusión
de culturas. Dando un giro importante, en cuanto a su sucesor, estableció relaciones con Cirene. Amasis
sabia que la principal amenaza ahora era Persia, por lo que estableció relaciones con los Estados enfrentados
a esta. Mantendrá lazos con Babilonia, el reino de Lidia. Mas allá de todos los esfuerzos, el final de la
dinastía era inminente. Un año después de su muerte, su sucesor Psamético III, se enfrento a los persas. Fue
derrotado en la batalla de Pelusio, teniendo que entregar el país a los nuevos señores.
Sociedad y Cultura del Egipto Saíta.
Durante la época Saíta se vivió gran prosperidad, Psamético I, Psamético II o Amasis, además de buenos
políticos fueron grandes administradores. Amasis estableció un registro de la renta que debían rendir cuenta
todos los egipcios. La gestión del estado Saíta mantenía la tradicional división en nomos, que eran unos
cuarenta, pero por encima de ellos la Administración estaba articulada a partir de dos bloques. Uno se
encargaba del Bajo Egipto y los contactos con Asia y el Mediterráneo Oriental. En cuanto al Alto Egipto,
Heracleópolis Magna, Edfú o Elefantina, van a ser los lugares desde donde se controle las relaciones con el
sur y se vigilaban a los Kushitas. Para la gestión del país la aristocracia y la nobleza se van a comprometer a
los saitas en la reconstrucción nacional. El desarrollo cultural de Egipto durante la XXVI Dinastía es muy
rico. El “Renacimiento Saíta” afecto a todos los ámbitos de la sociedad y cultura del país. Cosmopolita y
abierto, integrado en el panorama internacional, Egipto es influenciado por el Egeo y Siria-Palestina. Esto se
ve en el lenguaje, y la escritura (piedra roseta). Se va a buscar también, a través de relatos, revitalizar la
historia faraónica, recuperar los valores y cánones que se suponen mas puros y propios de la civilización
faraónica. Hay una clara intención de imitar, dentro del arte, los modelos más gloriosos de Menfis, el Reino
Antiguo, como también hay escenas del jubileo real, la fiesta “Sed”. Durante el periodo Saíta se cuidaron y
preservaron los monumentos mas importantes, como la necrópolis de Guiza, Abusir o Saqqara. También
tuvo sus rasgos propios, como por ejemplo la estilización de la figura humana, haciéndola mas delgada, así
mismo hay una clara inclinación hacia el naturalismo, que se hace patente en el tratamiento de los rostros.
En cuanto a la evolución de las ideas religiosas, la diosa Neith de Sais (identificada por los griegos con
Atenea) o el viejo dios patrono de Menfis, Ptah, a su vez asociado con el olímpico Hefaistos, fueron los mas
favorecidos. La época Saíta es también el tiempo del triunfo definitivo de la religión o siriana. Va a ser el
Egipto Saíta quien dará pie a los griegos para decir que Osiris era el Dios principal de panteón egipcio, algo
que realmente no era tan así, según la historia faraónica. Así, Isis será una de las deidades mas favorecías
por los saítas. Por otra parte, se da un auge de la devoción a animales, donde halcones, cocodrilos, o gatos
eran embalsamados para ser colocados en lugares específicos. El culto al toro sagrado menfita, Apis, es muy
importante, hay mucha devoción a este toro, que es un culto típicamente del Delta, centro del Egipto Saíta.
Egipcios, Persas y Griegos (525 a.c.- 332 a.c.)
Un periodo donde Egipto esta integrado en el Imperio Persa. Es un periodo de gran cantidad de material,
pero fuentes confusas.
Evolución Histórica del Egipto Persa. La Primera Dominación Persa (525 a.c.- 404 a.c.)
Hacia mediados del siglo VI a.c., el persa Ciro se anexiona el Estado y pueblo hermano de los medos,
derrotando a Astiajes. Fue el primer hito de este en su voluntad de construir un “Estado Universal” que
abarcara todo Oriente Medio. van cayendo las naciones rivales, en el 549 a.c., el reino de Elam, luego
Anatolia, en el 539 a.c. Ciro entra en Babilonia, al año siguiente esta en Siria y Palestina. Y finalmente,
luego de retrasos por la muerte de Ciro, y los conflictos que siempre trae la sucesión, Cambises va a ganar la
batalla de Pelusio, el bastión del Delta oriental. Luego avanzará hacia Menfis, donde recibirá la rendición de
Psamético III. De esta forma comienza la dominación persa en Egipto. El reinado de Cambises fue breve,
aunque con intensa actividad en el país y sumado también el intento fallido de anexionarse Cirene. Así
mismo realizo todo el ritual de entronizado y el protocolo faraónico. El soberano persa que mostro más
interés a Egipto fue Darío I. Restauro templos, se gano a la clase sacerdotal (enemistada con Cambieses), y
llevo a cabo una actividad intensa edilicia y de obras públicas. Termino el canal que conectaba Egipto con el
mar Rojo y que no pudo concretar Nekao II. Claramente las intenciones de este emperador tenían que ver
con las intenciones de control de la zona de Egipto, Baja Mesopotamia y Elam, el centro del Imperio
Aqueménida. También realizo diferentes leyes, en donde llamo a los gobernadores de las provincias
(sátrapas), para realizar un derecho del país. Tras su muerte, la capacidad de los reyes de mantener la
autoridad en Egipto se vio afectada por las GUERRAS MEDICAS, y los consiguientes intentos de los
egipcios, por recuperar su independencia y libertad. Así hacia el 404 a.c., tras la muerte de Darío II, un
nuevo príncipe de Sais, Amirteo, lograra restablecer, por ultima vez, el estado faraónico.

El Gobierno Persa en Egipto.


Se mantuvo el funcionamiento de la estructura administrativa, limitándose a controlar los puestos mas
elevados y de mayor responsabilidad, que en principio fueron ocupados por persas. Al frente de la provincia
de Egipto se situaba un Sátrapa, con residencia en Menfis. La administración era bilingüe, ya que la lengua
de los sátrapas era el arameo. Egipto tenía la obligación de cumplir con las arcas del imperio en una cantidad
fijada de 700 talento, que no era tanto. Por lo que la presión fiscal no es tanta. El Delta era la provincia que
más atención recibió de los persas, y se regia desde Menfis. El Alto Egipto por otro lado, se dividió en dos,
una mitad desde Hermonthis hasta Asúan, estando su capital en Elefantina. La otra arrancaría desde la zona
de Tebas hacia el norte, hasta El Fayum. Los persas buscaron mejorar la productividad y la racionalización
en la explotación de recursos. La zona minera de Wadi Hammamat va a resurgir. La estabilidad del dominio
persa en Egipto dependía de una fuerza de ocupación capaz de repeler cualquier revuelta. El impacto del
dominio persa va a ser positivo. Cambises y Darío I se entronizaron y coronaron oficialmente como
soberanos de Egipto, siguiendo sus tradiciones y reglas faraónicas, en un intento de ser obedecidos y
venerados por sus súbditos egipcios. Con respecto a la actitud de los egipcios ante la dominación persa, más
allá de que no les gustaría ser dominados, buena parte de la población, en especial la elite, se inclinara a
aceptar el cambio. Por otra parte, el sector sacerdotal, contrapone la aceptación de la superioridad de la
civilización egipcia, sobre todo en lo religioso, a lo que contribuye la aceptación por parte de los persas. Hay
una enemistad con los sacerdotes, que no los creen dignos. En cuanto a la capa mas baja hay poca
información acerca de como han afrontado la conquista persa.
Las Ultimas Dinastías Nativas y la Segunda Dominación Persa (404-332 a.c.)
Las guerras medicas afectaron a persa, sumado a la inutilidad de Artajerjes I y sus sucesores, son unas de las
cuestiones que llevaron a la independencia egipcia. Fueron muy efímeras las XXVIII, XXIX y XXX
Dinastías que ocuparon poco más de 60 años. La recuperación se dio gracias a un Saíta, Amirteo, que conto
con el apoyo de Esparta. Hay pocos documentos de su reinado breve en la XXVIII Dinastía (404-399 a.c.).
La XXIX Dinastía es originaria de Mendes y duro unos 20 años (398-380 a.c.). Los soberanos de esta fueron
Neferites I, Akhoris, y Neferites II, realizaron actividades constructivas, continuando el legado persa, y van
a revitalizar a los dioses Tebanos. La XXX Dinastía (380-343 a.c.), estuvo compuesta por tres soberanos,
Nectanebo I, Teos y Nectanebo II, originaria del Delta. Estos vivieron amenazados de la reconquista persa y
el apoyo griego, que se involucraban cada vez mas en el destino de Egipto. Su intento de recuperar el
poderío internacional fracasaría. En el 343 a.c., los persas vuelven a recuperar Egipto, dando fin a la XXX
Dinastía. Durante nueve años el valle del Nilo volvió a ser administrado por persas. Aunque este periodo se
recuerda como una época apocalíptica. Se entiende que tras la batalla de Isos, Alejandro y sus Macedonios
se aproximaron a la frontera del Delta, y la independencia del Egipto Faraónico acabó.
Egipto y el Mundo Grecorromano
La llegada de Alejandro Magno a Egipto cambio la situación del país del Nilo. Este se hizo entronizar como
faraón. En el Delta occidental se fundará la ciudad que será la capital de su estado universal, Alejandría, que
se convertirá en una de las grandes metrópolis del Mediterráneo, y donde será enterrado Alejandro. Luego
para el Imperio Romano, Egipto era el granero de Roma y su trigo y cebada eran fundamentales para el
sustento de la capital. Inevitablemente Egipto influenciará a toda la civilización clásica, y será referenciado
en las fuentes griegas y latinas como un país lleno de maravillas

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