Está en la página 1de 2

La historia no da esa lección y nos enseña que incluso los mejores edificios se pueden

modernizar para poder responder nuevas necesidades, creando un dialogo entre lo antiguo
y lo nuevo, es decir esto debe tener relación siempre. Por ejemplo, no se puede modernizar
un edificio sin respetar la identidad del edificio existente.
Basta en pensar en Carlos Scarpa y la restauración del museo cívico di Castelvecchio de
Verona, que este fue hecho entre los años 1354 y 1356, y sufrió varios daños durante la
segunda guerra mundial ya que la ciudad fue una de las más bombardeadas de Italia, fue
restaurado por Carlos S en el 1957, con varias etapas, este de por si ya era uno de los
museos mas importantes de Verona, pero con esta restauración se volvió a convertir en una
de las obras mas emblemáticas de la ciudad.
Este museo es un gran ejemplo de lo que se menciono anteriormente, porque Carlos S.
logro mantener ese equilibrio, ese dialogo entre la arquitectura antigua, existente con la
necesidad de introducir nuevos usos, adaptándose a todos los espacios haciendo notar
claramente su intervención.
La royal Academy es uno de los mayores centros artísticos y académicos de Londres.
Este edificio es un emblema de la arquitectura de Londres, la primera construcción fue en
1660 que fue construida como una casa privada, y con el correr de los tiempos fue
remodelado y restaurado varias veces al menos por 14 arquitectos diferentes, hasta llegar a
convertirse en las Galerías Sackler, que antes anteriormente eran las galerías Diploma.
En principio esta modernización del edificio consistía en acondicionar un ático solamente,
pero se transformo completamente. Donde se hicieron cambios de las galerías, recepción,
escaleras, circulaciones, nuevas instalaciones, como así también la revitalización de una
antigua escalera. Foster logra poner en valor algunos contrastes entre el presente y el
pasado, ya que los estilos georgiano y victoriano de la casa y la galería, se habían
difuminado con el tiempo. Ejemplo de ello son la fachada de Ware y la escalera de Shaw.
Cuando contemplamos la historia de un edificio como el Louvre, que ha sufrido cambios
continuos a lo largo de los siglos, pero sigue manteniendo esa unidad con cada una de las
épocas pasadas. Se puede notar la continuidad cultural de lo que origina su forma actual
con la pirámide de cristal por ejemplo.
En este edificio también se demuestra que cuanto mejor sea el edificio, mayor es la
necesidad de una respuesta de alta calidad, calidad tanto conceptual como de ejecución.
Entonces se trata de preservar la apariencia histórica de distritos enteros de las ciudades
también presentan problemas. Una buena obra contemporánea lleva a cabo con integridad
y talento que no afecte a las zonas mas delicadas que pueden complementar mejor al
antiguo vecindario que las mascaras de trajes históricos, es yuxtaponer viejos y nuevos
edificios es una práctica que cuenta con una larga y honrosa tradición en nuestras ciudades.
En Gran Bretaña, muchas ciudades muestran lo mejor de ellas mediante ese contraste que
se hace, entre lo medieval, lo georgiano y lo gótico. Existen conjuntos extraordinarios como
el Kings College de Cambridge, donde se encuentra la esplendida capilla gótica, que
anteriormente estaba sola sobre el prado, y actualmente se encuentra contrapuesta a
edificios clásicos, testimonios que enorgullecen y se sobreponen en épocas distintas.
Otros ejemplos fuera de Gran Bretaña pueden ser en Venecia, donde las elegantes arcadas
clásicas de la Plaza de San Marco enmarcan la Catedral Bizantina.
Todo esto son ejemplos y testimonios del valor de un enfoque valiente que asume el
cambio.
Hay que desafiar a la estética tradicional basada en los edificios en conformidad con sus
vecinos, es decir con el entorno que lo rodea.
En Tokio, por ejemplo, donde para el visitante occidental identifica solo como elementos
visuales a los grandes carteles de publicidad electrónica, ocasionalmente es interrumpida
por algún templo religioso, la belleza se hace patente desde ese caos aparente, entonces
nos preguntamos si ¿es realmente una condición que debe cumplirse la necesidad de
protegerse del impacto de lo nuevo?
Actualmente parece que estamos dejando que la herencia arquitectónica, es decir la historia
nos asfixie el futuro.

La conservación es evidentemente preferible a la demolición de un buen edificio y su


sustitucion por otro anodino, que carezca de importancia, pero eso no significa tampoco que
los edificios deben preservarse impidiendo la innovación.
No se debe restar la importancia al hecho de transmitir nueva vida al legado arquitectónico
rompiendo con los prejuicios sobre la arquitectura para que los arquitectos puedan
investigar nuevas tecnologías, nuevas técnicas, para asi poder asumir materiales nuevos,
reciclados o compuestos puede dar lugar mejoras sustanciales en la calidad e incluso
ahorro.

Romper con los prejuicios acerca de la arquitectura libera al arquitecto para investigar
nuevas tecnologías e idear nuevas técnicas y, dada la crisis mundial de vivienda, esta
consideración no puede ser más ignorada. Asumir el uso de materiales nuevos, reciclados o
compuestos puede dar lugar a mejoras sustanciales en la calidad y ahorro en los costes.

También podría gustarte